Está en la página 1de 2

Miedo. El miedo a la verdad, a lo verdadero, a lo genuino, a las palabras plenas.

Y si
alguien es valiente y mira a su alrededor, notando diferencias, hablamos de tibieza,
hablamos de cobardía. Definimos cosas muy importantes con conceptos banalizados en
la vida cotidiana.

Solía ser un hábito buscar en el diccionario, ser preciso al hablar cuando definimos
rasgos de uno mismo. Ahora ya no hacemos eso. Al mismo tiempo, tenemos el rol que
se legitima con otro significativo, el Otro que nos devuelve, nos destroza, nos cuestiona
o confirma la imagen que nos hacemos nosotros mismos de nuestra propia definición
del self.

Millones de palabras escritas sobre el rol, el espejo, la esencia humana de ser un ser
social. De los fenómenos micro-sociales hablamos poco. De lo que suele llamarnos la
atención, pues, no nos detenemos y pensamos…”Por qué tenemos miedo?”..eso parece
solo una labor académica. Soy creyente de que las preguntas filosóficas simplemente se
hacen desde la mente, independientemente si somos filósofos, psicólogos, etc… el
conocimiento es humano y pensar también… no dejemos que otro piense por nosotros
para ver si nos cuestionamos la realidad, empero, hagamosnos las mismas preguntas o
simplemente…preguntemosnos acerca de lo que nos inquieta.

Y si tenemos roles, autoimagen, palabras plenas, sentimientos, emociones…verdades


dentro nuestro…por qué ocultamos? Porque mentimos? Porque simulamos? Si hacemos
esto de manera constante… qué imagen puede devolvernos el mundo, los otros, nuestro
alrededor?? Nuestra imagen puede ser frágil o indestructible..empero.. por qué nos
cuesta tanto decir la verdad sin filtros? Hagamos una pausa… hablo de la verdad en
tanto lo genuino, lo que nos haría sentirnos en un éxtasis constante por el vivir, sentir y
pensar plenamente… siendo UNO mismo. Necesitamos procesar las verdades para que,
culturalmente sean aceptadas, los ma denominados “filtros” son parte de nuestro
lenguaje y nuestra comunicación para con otros, si no existieran filtros, perderíamos la
condición de mantenernos con vida, pués, nos extinguiríamos… es la premisa básica del
psicoanálisis…sin represión solo existiría la eliminación del ser.

Y es un conflicto contante, entre la “vida” y la “muerte” y aunque parezca una frase


trivial, podríamos profundizar…pero lo que me compete explicar aquí es… la razón de
por qué no podemos responsabilizarnos de decir las cosas más simples y gratificamentes
a nivel tanto intrapsíquico como externo… decir “te extraño”, decir “tengo ganas de
verte”, decir “quería escribirte simplemente porque pienso en vos en este momento”,
decir “no importa el cómo ni el por qué, simplemente quiero verte, tomamos unos
mates”… sin ese “riesgo” que conlleva la verdad…nos trabamos en supuestos pasos
meramente abstractos..y el movimiento “hacia delante”, el mal llamado “impulso” hacia
la construcción de un determino momento/estado, se vuelve simplemente una idea…
efímera, pero idea al fin… qué sentido tiene sino nos lleva a ALGO, simplemente en el
registro de la realidad es una NADA que puede perderse en la mera idea de… y estamos
en la ERA de lo extremo… no queremos pecar de intensos…de “ser un montón” porque
a primera vista…alguien te ha maravillado…has conectado con algo más que meras
frases hechas y contacto físico primordial…
Digamos que es OBVIO lo que sucede.. no demos por sentado, no supongamos… eso
solo está en nuestra mente..y para evolucionar, para movernos..para descubrir..explorar..
palpar…SENTIR al otro, tenemos que actuar…y se comienza diciendo una verdad, no
importa el cómo ni el por qué… se dice..se hace… y así podremos comenzar a
CONOCER… pero basta de vivir en el mundo de las ideas… el ser humano no llegó
hasta aquí sólo con pensamientos…
En un mundo sin etiquetas… hay un mundo plagado de ideas abstractas…

También podría gustarte