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Colegio Chuquicamata

Asignatura: Filosofía

Profesor: Mario Bugueño Araya

Calama

¿Quién eres?

Dentro de lo que llevamos de vida, nos cuestionamos varias cosas y aprendemos de eso mediante gente que
nos rodea. En la niñez empezamos preguntando millones de cosas básicas como ¿Por qué esto? ¿Por qué
aquello? Incluso adaptamos ciertas actitudes, acciones o personalidades de nuestros cuidadores. Ya luego en
la adolescencia nos cuestionamos lo que haremos de nuestra vida, ¿Qué voy a estudiar?, ¿Cómo generaré
dinero? ¿Cuál es mi estatus social? Es cuando empieza el afán de querer ser alguien gracias a la presión social
a la que estamos expuestos. Pero esas dudas son solo la superficie de algo que nos define y nos da un lugar en
la sociedad, la “máscara” que nos identifica como individuos sociales, es decir, cómo nos perciben los demás.

Consciente e inconsciente colectivo y perspectiva.

Existen 2 aspectos importantes, por un lado, tenemos el consciente colectivo, el ego. El ego es la experiencia
de la conciencia cuando se percibe a sí misma individualizada, el personaje que hemos creado sobre nosotros
mismos mediante vivencias; es el cómo nos enseñaron a vernos al espejo. Los que han visto la película Toy
Story, recordarán que hay una escena donde Buzz Lightyear estaba convencido de ser un astronauta volador,
hasta que cuando intentó saltar desde el segundo piso, cayó contra el suelo y se dio cuenta que su realidad es
diferente a eso que creía. Esa imagen que tenía de sí mismo, le llamamos ego. Por otro lado, tenemos el
inconsciente colectivo, nuestra sombra. ¿Cómo soy en realidad? La sombra es esa parte de la personalidad
que nos negamos a reconocer porque contiene todas nuestras cualidades negativas, tendencias destructivas,
agresividad, crueldad, avaricia, lujuria, entre otros. Como mencionó Carl G. Jung “todas aquellas cualidades,
capacidades y tendencias que no armonizan con los valores colectivos (todo lo que rehúye la luz de la opinión
pública), se juntan para formar la sombra”.
Entramos al tema de este ensayo, ¿Quién soy? Es una pregunta totalmente subjetiva, que abarca muchos
temas relacionados. Creo que la mayoría de las personas dejan de lado la importancia de esta pregunta, es
incómoda, porque para obtener la respuesta debemos adentrarnos a aspectos oscuros que todos y cada uno de
nosotros cargamos dentro, pero que resultan socialmente inaceptables y los reprimimos para evitar que se
expresen. Al ser parte de nuestro inconsciente nos vemos incapaces de encontrar una respuesta sólida.

¿Te has puesto a pensar lo que piensan otras personas sobre ti? Esas mismas personas pueden pensar o decir
cosas que tú no verás, porque la mayoría de las veces seguimos considerando que nuestra percepción de
nosotros mismos es la correcta. Para adentrarnos a mi respuesta personal, creo que el “yo soy” va más allá de
lo que nosotros creemos que somos. Lleva consigo una serie de sucesos que vamos moldeando a nuestra
manera y hablar de ello no es lo más cómodo, hay traumas, “malas rachas”, cosas que nos da pena contar…
Debemos tomar muchas decisiones en nuestro día a día, que cada hora que pasa, afecta a nuestro futuro “yo”.

Y yo… ¿Quién soy? Mantendré cierta discreción, sin embargo, pienso que es necesario dejar parte de mi en
este ensayo. Soy quien busca estar en unidad con el todo, para la tranquilidad y armonía con los otros. En
multitudes soy muy poco prominente, mas en confianza no hay problema de mostrarme como soy. Yo soy
aprendizaje constante por lo que aprovecho cada instante para formar mi compleja experiencia en los diversos
planos de vida que se simplifican en físico, mental, espiritual y emocional. Entiendo las cosas desde otros
puntos de vista, soy bastante empática a pesar de tardar en dar apoyo. El romanticismo no es lo mío, pero mi
pareja se lleva mi versión más completa, por lo que para los demás puedo resultar reservada. He comprendido
la vida desde experiencias ajenas a mí, lo que me ha hecho navegar hasta la más profunda oscuridad dentro
de un océano lleno de turbias posibilidades. Soy quien le gusta disfrutar de la soledad en momentos donde
suelo redundar de lo obsoleto. Como dijo Nietzsche, “Quien con monstruos luche cuide a su vez no
convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, también este mira dentro de ti”.

En conclusión, esta tesis me ayudó a aclarar un poco más mi postura sobre lo que soy y seré a futuro.
Tomando en consideración que esta tesis es solo mi opinión y en unos años más mi visión sobre el “Yo soy”
puede cambiar o mejorar.

Fernanda Zambrano Vargas


Tercero Medio “A”

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