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Cuadro con pestañas en las esquinas (identidad)

Video pausa despausa

Generalmente cuando indagamos por la identidad aparecen algunas imagenes como estas en las
que una persona se contempla a sí misma para verse tal cual es. La asociación parece ertinente
porque en parte la identidad es reconocimiento, es definición y caracterización de algo que existe.
Pero es insuficiente por si sola pues los elementos que la componen tienen una margen de
representación muy amplio. Prescindimos entonces de Google, recreemos la imagen nosotros
mismos e intentemos completarla dandole algunos significado a su composición.

La primer cuestión es esclarecer la condición y la intención de quien se ubica frente a un espejo.


Que no es alguien absolutamente determinado por los márgenes en los que sucede su vida. Y que
en ese sentido esporadicamente se ve expuesto a la inquietud sobre su ser. Si este tipo tviera
plena certeza de su origen o de su caducidad, si conociera algo así como un mandato que
estipulara para su cuerpo tal forma o para si determinada funcion: ser un hombre de familia,
reporudciese, etc no habría mutaciónes como estas que fueran concebibles. De manera que su
condición es la de la multiplicidad. Y su intención la de encontrar una respuesta última, finita,
sobre lo que el es, que acabe con la incertidumbre de no ser algo en sí . En esa condición y con
esa intención se asiste al mundo.

La segunda cuestión es la condición de intermediación del espejo. Un objeto que refleja la luz de
tal manera que, para la luz incidente en algún rango de longitudes de onda, la luz reflejada
conserva muchas o la mayoría de las características físicas detalladas de la luz original, llamada
reflexión especular. En este caso su papel es el de facultae a este tipo el reconocimiento de él
mismo. Pero ese reconocimiento no es totalmente fiel, pues en el proceso hay una parte que no
logra ser reflejada, que es absorbida o distorniada. De ahí que la definicion un poco técnica su
condición fuese necesaria. Pues además de la distorsión física a la que queda sometida la imagen
reflejada con la intermediación del espejo, existe una distorsión que podríamos llamar artificial en
la que la incidencia proviene ya no de la interacción de la luz con la superficie, , sino de las
versiones que los otros construyen sobre quién se observa( que este tipo tiene ojos, que este tipo
tiene tendencia ser gordo) y los ideales que el mismo se plantea respecto a ellas.

En este punto entonces lo que faltará introducir el concepto de interpelación ( hacer esto sobre
la toma fija del espejo) de althuser. Para entender mejor como es que se sa esa intermediación . El
lo define como el acto que sujeta y predestina al individuo dándole un lugar y una identidad
determinada. Este acto esta realizado y garantizado por lo que el mismo llamo aparatos
ideológicos del estado:el conjunto de instituciones e instrumentos que estructuran la vida
cotidiana sin realizar un ejercicio violento directo. Hablamos de la iglesia, la escuela, la familia,
los medios de comunicación, y todos los demás que se les ocurran como estructurantes de sus
vidas tal como son vividas. Justamente es respecto a ellos que respondrmos sobre nuestra
identidad: soy estudiante, soy hijo, soy padre, soy cristiano.

En nuestra narrativa el espejo es como una analogia de esos aparatos. Atrás dijimos que esos
intermediarios eran los otros. Pues bien, no es equivoco, porque esos aparatos que interpelan al
individuo, que nos , no funcionan del modo de una fuerza oscura y misteriosa que estructuran la
vida, sino que son esos otros, todos nosotros, quienes de algún modo

Tenemos entonce que la identidad es un proceso que no es posible al margen de intermediarios.


Y que en esa imposibilidad la fidelidad respecto al objeto que ella pretende expresar ( el ser) se
pierde. Siendo su expresión entonces en realidad, una abstracción, una limitación del ser, y no
una una expresión auténtica, plena del mismo. Pues una expresión de esae tipo no es posible.

¿ Que pasa entonces con la imagen que escogimos para hablar de la identidad, con este tipo que
está frente a un espejo, una vez introducido el término de interpelación ?( Se podría obvia esa
pregunta es ir haciéndolo paralelo, que le pase paralelamente a que se dice)

De este lado, el tercer elemento, el reflejo. Osea lo que se pretende expresar. Que no es lo
mismo que ese tipo . Pero que si está dado por la disposición de el a saber sobre su ser, sobre lo
que es. Podríanos decir que es el producto del proceso de la identidad.

Hace falta sentonces para clarecer la noción de identidad, definir qué tipo de vínculo establece con
el ser , porque no es lo mismo; definir quiénes son los intermediarios a través de los cuales se
construye, y darle forma a su producto.

Expresión limitada y caducada del ser.

¿cuál es el momento en el que la pregunta por la identidad de un ser humano empieza a ser
contestada?

Althusser decía que los sujetos son sujetos desde siempre, porque los mecanismos ideológicos les
preceden.

Tenemos entonces con esta toma que la identidad es lo que sucede mientras este tipo se mira al
espejo. Algo fijo- proceso
levanta una algo anterior a ella, algo que la contiene: el ser. Y esto es más cercano a la exp
eriencia de estar frente a un espejo . A la sensación de incertidumbre que noss va capturando
cuando la prolongamos.

Que pensaria este tipo la primera vez que se reconoció en un espejo? El Seguramente no lo
recuerda, pero debió tener gracia. Debe tener grel tipo se reconoce …. Luego se vale de ojos, su
rostro, las marcas en su rostro, su reflejo, para c

Es curiosa esta asociacion porque tal vez entendemos mejor la identidad si el otro es el que se ve
al espejo y el reflejo es uno que lo describe, lo caracteriza.

Ahora si . la identidad además de dar cuenta de las características de algo, contornea a ese algo,
es como un suceder continuo que saca al individuo de e

Estar frente al espejo un tiempo prolongado o esta de nosotros empieza a sentir un poco de
desasosiego, un poco de incertidumbre.

pues la identidad es precisamente una manera de acortar la pregunta por el ser, el sentimiento de
incertidumbre que la acompaña. . Una imagen bastante reducida

¿cuál es el momento en el que la pregunta por la identidad de un ser humano empieza a ser
contestada?

¿hay un momento para el cual esa pregunta se encuentra resuelta? El inicio no es claro,

El espejo tras el cual nso veños a noosotros mismos.

Cuando somos cuestionados sobre nuestra identidad A algo o alguien. Cuales son lo sobejtos
que nos revelan sa identidad Desde que somos pequeños, sin la plena y justa conciencia,
Detener el devenir de su ser para si en la estática calma de un ser
en si
Pues, un hombre que procede de nada, sin procedencia, sin esencia que le limite, debe ser capaz
de crearse a sí mismo o capaz de cambiar su propia realidad, su condición, incluso, decidir sobre su
existencia.
el discurso de la identidad lleva a pensar que el mero hecho de ser algo hace pensar de cierta
manera…Suponer al Otro, negarle su incertidumbre, es negarle su humanidad.
¿Todo lo tenemos que volver un rasgo de personalidad? ¿Todo lo tenemos que convertir en
gasolina identitaria? ¿Lo personal ya no tiene derecho a la contradicción? Aprendamos a
descansar de nosotros mismos.
El daño que me hizo la idea de que todos debemos tener una vocación y grandes propósitos. De
los veinte a los treinta angustiada porque nada me gustaba tanto ni quería seguir los caminos de
ascenso que veía. Las veces que me dije que sin eso mi inteligencia era un desperdicio.
Lo bueno sería que un niño, niña, niñe no tuviera que “identificarse” con un género u otro para ir
al colegio con uniforme femenino o masculino, sino que alternativamente pudiera usar falda o
pantalón, sin por ello tener que decir que se identifica como varón o como hembra…Un día vamos
a tener que entender que la identidad no es aliada de la libertad, sino su peor limitante.
. Dejen jugar a los niños. Que juegen a todo. Enseñen a los niños y a las niñas que el ser
humano es múltiple. Enseñen la belleza de la diferencia, no la imposición de la identidad.
Enseñen confianza, no limitación.
Si la identidad es el fragmento que queda, pero el ser es la multiplicidad y la totalidad, ambas
cosas a la vez, es más probable que se sea ese campo en el que el yo se disuelve, el yo disuelto,
que el yo integrado al que nada le queda.
Se me hace un misterio que se insista tanto en la “identidad”; en buscarla y afirmarla con tanto
denuedo, como un bien incuestionable. Pues tengo claro que los caminos hacia la libertad y la
realidad, aunque son infinitos, pasan todos por la infinita labor de la desidentidad.
El cambio necesario del ser humano no pasa por el fortalecimiento de la identidad (ni de género,
ni étnica, ni nacional, ni de edad, ni de clase, ni de especie). Pasa por la búsqueda de la
desidentidad. Por un cuestionamiento de la identificación… O sea desidentidad. El problema no
es que “nieguen al otro” (ese lugar común) sino que afirmen al sí mismo identificándolo con
uno u otro caracter. El problema es el empobrecimiento intrínseco a toda afirmación de
identidad.
Yo también siento que soy un hombre gay pero no encerrada: también soy una mujer. Uno
puede ser muchas cosas simultánea o sucesivamente. El género no es una esencia irreductible.
Limitar el ser a la identidad es educir la experiencia humana
Claro, pasa lo mismo. Y es tremendo que, si un niño quiere vestirse de rosado o ponerse falda o
pintarse las uñas o jugar con muñecas y cocinitas, se le imponga por ello una identidad
femenina, en lugar de dejar que se exprese así, de rosado y de falda, siendo niño..
Expresión de la personalidad…Empezar por desmontar la rigidez y el esencialismo de la
“identidad” y cambiar ese concepto por “expresión”…
Para nada: una disolución de la identidad sería lo que debería entenderse y buscarse. Lo que hay
es una producción y un consumo de nuevas identidades (desde luego comprables y para la
exhibición).

Dizque “identidad nacional”. Dizque “identidad de barrio”. Dizque “identidad sexual”. Uno
hace una cosa o hace otra, ya. Comprendamos que caracterizarse es reducirse y confinarse. Yo
soy una cama, un huevo y una hoja. Hay que volver al conocimiento analógico de los
medievales….
Sobre todo porque, cuando uno se empieza va conocer, lo que pasa en realidad se desconoce en
un montón de vainas. La identidad es muy esquiva y eso no es del todo paila.
La identificación quiere encerrarnos en un mundo moral disminuido donde solo podemos
entender lo que hemos experimentado. La desidentificación es, en cambio, la expansión de sí
mismo hasta su disolución. No es solo un proceso moral; es, cabalmente, lo que llamamos
espiritualidad.
Volver a la casa es volver al reconocimiento y a la compañía, pero es también volver a la isla.

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