APUNTES-DESCARTES-Y-HUME.

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Historia de la Filosofía

2º Bachillerato de Ciencias y Tecnología

DIEGO VELAZQUEZ

Reservados todos los derechos.

No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
 DESCARTES
INTRODUCCIÓN
René Descartes nació en 1596 en La Haye en Francia. Descartes fue un filósofo, matemático y físico
francés, considerado como el padre de la geometría analítica y la filosofía moderna, además de uno de
los protagonistas de la revolución científica y el máximo representante del racionalismo. Descartes
comenzó a ser conocido en Europa especialmente a raíz de la publicación, en la década de 1640, de
sus obras filosóficas, entre las que destacaron el Discurso del método y Las meditaciones metafísicas.
El filósofo renunció a la vida militar y dedicó su vida al estudio. La reina Cristina de Suecia le hizo
llamar a Estocolmo para que le diera clases de filosofía. Finalmente Descartes murió en Estocolmo en
1650

METAFÍSICA + CONOCIMIENTO
MÉTODO CARTESIANO

Descartes, como racionalista que era, defendía el carácter universal de la razón y la capacidad del ser
humano de alcanzar la verdad (entendida como algo absoluto e incuestionable), oponiéndose a lo que
defendía Hume. No obstante, Descartes aseguraba que no basta con poseer la razón si no que esta
debe usarse correctamente. El filósofo y matemático propuso un método inspirado en aquel usado en
la geometría para dotar a la filosofía y a todas las ramas del saber de un criterio de verdad inapelable,
que permitiera fundamentar el conocimiento de manera sólida. De esta forma propuso el “método
cartesiano” basado en 4 reglas fundamentales:

● Regla de la Evidencia: Solo se debe aceptar como verdadero aquello evidente, es decir
aquello que es claro, distinto e imposible de someter a duda, que nuestra mente capta de
manera inmediata mediante la intuición
○ Intuición (según Descartes): Luz o instinto natural que tiene por objeto las naturalezas
simples y por medio de ella captamos inmediatamente conceptos simples emanados
de la razón misma sin posibilidad de error o duda.
○ Deducción: Síntesis de una sucesión de intuiciones de naturalezas simples y de las
conexiones entre ellas.
● Regla del Análisis: Como primer paso del proceso de deducción, debemos dividir aquellas
ideas complejas (no evidentes) en los elementos simples que la componen, pues estos son
evidentes y por tanto susceptibles de ser captados por la razón.
● Regla de la síntesis: Ordenar los elementos simples ya intuidos mediante la concatenación de
ideas simples (usando la razón) recomponiendo las ideas complejas que estos formaban. El
proceso de síntesis es un proceso ordenado de deducción mediante el que ampliamos nuestro
conocimiento.
● Regla de la Enumeración y Revisión: Se debe comprobar que en todo el proceso
analítico-sintético no se ha producido ningún error. Una vez comprobado que no se han
producido errores podemos estar seguros de la certeza y solidez de aquello que con el método
hemos conocido.

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 DUDA METÓDICA Y PRIMERA VERDAD

Tras plantear su método Descartes realiza una crítica radical a todo el saber y el conocimiento
tradicional aplicando la duda metódica para deshacerse de las falsas opiniones y alcanzar las verdades
indudables que ansiaba encontrar. Esta duda metódica se fundamenta en las siguientes razones.
Descartes aseguraba que los sentidos nos han engañado frecuentemente (apariencia de la Tierra
plana), contraponiendose a Hume, por lo que asegura que debemos dudar de todos aquellos datos
originados en los sentidos. En segundo lugar, Descartes afirma que el ser humano en muchas
ocasiones comete errores de razonamiento, por lo que tampoco podemos confiar en aquellos
razonamientos que hayan sido validados mediante la razón discursiva. En tercer lugar, Descartes
critica la vigilia asegurando que nada nos puede hacer distinguir este estado del sueño. Y, por último,
como máximo grado de duda, Descartes asegura que no podemos confiar en los teoremas matemáticos
y geométricos, pues a lo largo de la historia había habido numerosos errores en estos. Descartes
plantea la existencia de un genio maligno que nos lleva a considerar como evidentes (y por tanto
indudables) cosas que no lo son.
No obstante, Descartes no logró dudar de todo lo existente pues llegó a la conclusión de que si duda,
piensa y la acción de pensar implica la existencia necesaria e indudable de un ser pensante (res
cogitans), siendo esta la única realidad que la duda confirma. Descartes concluyó “pienso, luego
existo”. Esta es una verdad clara, distinta y evidente, por lo que es una intuición. Esta es la primera
verdad incuestionable a la que accede Descartes. Asimismo, esta verdad sirve como justificación de la
sustancia pensante (res cogitans) y se convierte en principio modélico, pues todo lo que sea evidente
claro y distinto como este principio será considerado verdad. De esta forma podemos observar como
Descartes cayó en un solipsismo, que acabó superando al introducir la idea de Dios como garante de
la existencia de lo externo al yo.

IDEAS

Descartes asegura que las ideas constituyen el contenido del pensamiento de la res cogitans, y afirma
que estas solo serán verdaderas si se pueden captar mediante la intuición. Descartes distinguió tres
tipos de ideas:
● INNATAS, rechazadas por el empirismo: No provienen del exterior ni han sido creadas por
nuestra mente. Emergen de la propia capacidad de pensar y nacemos con ellas. Algunas son la
idea de Dios o de perfección
● Adventicias: Son aquellas ideas que provienen del exterior del sujeto y nacen de la
experiencia sensible.
● Facticias: Son ideas creadas por la mente de manera arbitraria como por ejemplo la idea de
unicornio.

LAS TRES SUSTANCIAS

Aplicando su método Descartes llegó a la conclusión de que todo lo que existe está compuesto por
tres sustancias diferentes: la sustancia pensante (res cogitans), la sustancia perfecta (Dios, res infinita)
y la sustancia extensa (res extensa):

● SUSTANCIA PENSANTE (RES COGITANS): Para Descartes la res cogitans constituye la

primera realidad pues al aplicar su duda metódica acaba por concluir que el ejercicio del
pensamiento implica la existencia de la sustancia pensante. Esta es por tanto la más firme

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 realidad pues es la única que sobrepasa por sí misma la duda, no podemos dudar de la
existencia de nuestros pensamientos o de nuestra subjetividad (conjunto de pensamientos,
ideas y representaciones que confluyen en el yo). Esta sustancia es imperfecta pero dotada de
razón, es inmaterial y su atributo fundamental es el pensamiento.
● SUSTANCIA INFINITA (DIOS): Descartes asegura que la sustancia pensante es imperfecta,
no obstante, esta posee la idea innata de perfección. Descartes asegura que esta idea debe
haber sido puesta en nuestras mentes por un ser divino, que no es otro sino Dios, a quien
debemos la existencia y quien dota al ser humano de la razón
La idea de Dios es una idea innata y nos permite superar nuestra subjetividad. Descartes
asegura que dado que Dios es perfecto y al ser él quien nos dota de la razón, las ideas claras y
distintas que alcanzamos mediante la razón no pueden ser un engaño, pues implicaría que
Dios nos ha engañado, algo que Descartes considera imposible. De esta forma, para
Descartes, Dios es la garantía del conocimiento. Para demostrar su existencia, Descartes
refuerza el argumento ontológico de San Anselmo asegurando que Dios es el ser necesario
que justifica nuestra existencia y que este es de quien proceden las ideas innatas de infinitud y
perfección de nuestra mente.
● SUSTANCIA EXTENSA: Descartes asegura que al igual que existe una idea evidente, clara y
distinta de un ser inmaterial y pensante, existe otra idea clara y distinta de ser material y no
pensante. Debido a que Dios nos garantiza la veracidad de las verdades evidentes, podemos
estar seguros de la existencia de la res extensa. Dios es el creador de la gran máquina que
constituye la res extensa y él que inició el movimiento de la misma. No obstante, una vez
iniciado el movimiento del mundo, este se mueve de manera perpetua sin necesidad de la
intervención divina. Esta es por tanto la 3ºrealidad y engloba todo lo material (nuestro cuerpo
y lo que nos rodea), al igual que la res cogitans es imperfecta. Esta sustancia tiene cualidades
objetivas, como el peso y la altura, y subjetivas, como el olor o el color.

ANTROPOLOGÍA y ÉTICA
Descartes recuperó la idea del dualismo antropológico asegurando que el hombre está formado por
dos partes completamente diferenciadas: la mente (res cogitans) y el cuerpo (res extensa). Descartes
planteó este dualismo para defender la libertad humana. El cuerpo a ser una sustancia extensa está
sometido a las leyes mecánicas que rigen el universo (pues entiende la realidad como una enorme
máquina donde los seres actúan como los componentes de un reloj), mientras que por el contrario la
res cogitans, la mente, al ser inmaterial no está sometida a estas leyes y es completamente libre. El yo
pensante consiste en el ejercicio de dos facultades del pensamiento: el entendimiento y la voluntad,
siendo esta última la que hace que el yo pensante sea libre.

Este dualismo plantea el problema de la relación entre la mente y el cuerpo pues las afecciones del
cuerpo pueden producir ideas en la mente y la mente es capaz de producir acciones en el cuerpo.
Como solución al problema, Descartes afirmó que esto era posible debido a que la mente estaba unida
al cuerpo de manera física a través de la glándula pineal, ubicada en el cerebro.

Descartes denominó pasiones a las percepciones o sentimientos que afectan al alma, pero no se
originan en ella. Las pasiones se originan en el cuerpo y por tanto poseen un carácter involuntario, por
lo que el alma tiene la tarea de someter y ordenar estas pasiones según dictamine la razón.

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 Esta visión mecanicista de Descartes motivó el avance en la medicina, la biología y la fisiología pues
si el cuerpo es como una máquina, al igual que las máquinas este debe poderse desmontar lo que
motivó la realización de todo tipo de disecciones. Pero, por otra parte, esta visión del mundo relegaba
la naturaleza y los animales al rango de máquinas, inferiores al ser humano y por tanto a su
disposición.

HUME
INTRODUCCIÓN
Hume nació en Edimburgo (Escocia) en 1711. Hume fue un filósofo, historiador, economista y
ensayista escocés, además de ser el mayor representante del empirismo y de la Ilustración escocesa.
Su obra filosófica, aunque innovadora, no tuvo gran éxito en vida, lo cual unido a su fama de ateo y
escéptico hizo imposible su acceso a la universidad como profesor. Aún así, Hume contó con la
admiración de ilustrados como Voltaire y Kant y mantuvo una relación de amistad con el filósofo
francés Rousseau, ideólogo de la soberanía nacional. Algunas de las obras más destacadas de este
filósofo fueron, el Tratado de la naturaleza humana e Investigación sobre el entendimiento humano.
Finalmente, Hume murió en Edimburgo en 1776.

CONOCIMIENTO
David Hume trató de aplicar el método experimental, basado en la observación y en la experiencia, a
la filosofía del hombre, de la misma manera que Bacon o Newton lo habían aplicado a la filosofía de
la naturaleza. Hume consideraba que se debía estudiar al ser humano y sus facultades para poder
concluir si sus producciones epistemológicas tienen o no garantía, pues el ser humano es el sujeto del
conocimiento y de este depende su veracidad. Hume consideraba que solo de esta forma se podría
hallar una manera de legitimar y fundamentar el conocimiento humano, algo ansiado tanto por el
empirismo como por la Ilustración.

LAS PERCEPCIONES Y SUS RELACIONES

Hume afirmaba que todos los contenidos de nuestra mente son percepciones y que todas ellas tienen
su origen en la experiencia, negando de esta manera la existencia de las ideas innatas. El escocés
afirmaba que no hay nada en la mente que no haya pasado en primer lugar por los sentidos. Hume
dividió las percepciones según su grado de vivacidad en impresiones e ideas:

● IMPRESIONES: Percepciones inmediatas de la experiencia, las más vívidas: imágenes,

pasiones y emociones. (sentir frío)

● IDEAS: Copias difusas de las impresiones. Son productos de la imaginación y de la memoria

que no alcanzan el grado de intensidad de los originales. (recordar sentir frío)

Hume además, clasificó las impresiones (y por tanto las ideas) según su procedencia en:

● IMPRESIONES DE SENSACIÓN: Son aquellas que provienen de los sentidos. Su causa es

inexplicable para la razón humana. Hume no obstante, no buscó explicar su causa sino que

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 sólo señaló que estas impresiones son los límites de la capacidad de entendimiento humana
(fenomenismo)
● IMPRESIONES DE REFLEXIÓN : Estados exclusivamente mentales que proceden de ideas
que se hallan conectadas en la imaginación.

Por último, Hume clasificó las percepciones según su complejidad en:

● SIMPLES: Aquellas que no pueden dividirse en otras menores, como el sabor de la naranja.

● COMPLEJAS: Pueden dividirse en percepciones simples, como la percepción en su totalidad

de una naranja.

Hume afirmaba, al igual que Ockham. que la mente de manera natural establece relaciones lógicas
entre los diferentes conceptos y cosas. Para Hume todas las ideas simples provienen de sus
correspondientes impresiones simples, pero por otra parte el filósofo aseguraba que las ideas
complejas son el fruto de la combinación de impresiones simples que realiza nuestra imaginación
siguiendo una serie de leyes. Estas leyes Hume las denominó leyes de asociación de ideas.

● Ley de semejanza: Nuestra mente tiende a relacionar ideas que poseen un cierto grado de
similitud. P ej: Limón y Lima.
● Ley de contigüidad espacio-temporal: Una idea nos conduce a otra cuando existe entre ellas
una relación de proximidad espacial o temporal. P ej: Si vemos una flecha pensamos en un
arco.
● Relación causa-efecto: Cuando dos fenómenos acostumbran a sucederse temporalmente,
nuestra mente crea una expectativa de futuro esperando que los hechos se repitan como
sucedieron en el pasado. P ej:asociar el humo al fuego.

TIPOS DE CONOCIMIENTO

Hume aseguraba que todo el conocimiento humano se divide en dos clases diferentes:

● RELACIONES DE IDEAS: Como su propio nombre indica estas son afirmaciones que parten
de las relaciones entre ideas, por lo que no se basan en la experiencia, sino en el uso de la
razón. Estas afirmaciones son demostrables y deducibles y corresponden a las ciencias
formales como las matemáticas o la lógica. No se pueden negar y son necesarias

● CUESTIONES DE HECHO: Son afirmaciones que dependen de hechos y parten de la

experiencia. Estas afirmaciones se basan en la relación causa-efecto. Estas afirmaciones son
contingentes y probables, por lo que pueden conducir a errores y pueden llegar a ser negadas.
Estas son las proposiciones propias de las ciencias experimentales como la física o la
biología.

PROBLEMA DE LA CAUSALIDAD

La relación entre causa y efecto además de una ley de asociación de ideas es una relación que
atribuimos a los acontecimientos que suceden en el mundo. Esta relación se había entendido como
uno de los principios fundamentales del conocimiento, habiendo sido usado en las 4 causas de
Aristóteles o en las 5 vías de Santo Tomás. Hume observa que tradicionalmente esta relación se ha
concebido como una “conexión necesaria” entre los dos fenómenos, por lo que la aparición de uno
implicaría la aparición del otro, y al conocer uno se podría conocer otro. No obstante, Hume no

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 encuentra ninguna impresión de necesidad entre el fenómeno “causa” y el fenómeno “efecto”. Si bien
es cierto que existe la sucesión, no existe la impresión de “conexión necesaria”, por lo que Hume
concluye que la idea de conexión necesaria es un fruto de la imaginación, que facilita nuestra vida
pues sin ella el mundo nos resultaría caótico e imprevisible. Hume acaba por concluir que de la
costumbre sólo se pueden obtener creencias, pero nunca un conocimiento universal.

Al poner en entredicho la validez del principio de causa-efecto, Hume cuestiona la validez de las
ciencias empíricas. Muchas de las proposiciones de estas ciencias, y las predicciones que de estas
derivan, se basan en el principio de causa-efecto. Si la relación de causalidad no es más que una
costumbre de nuestro entendimiento, toda disciplina que se base en esta costumbre no supera el rango
de creencia. Hume aseguraba que la comprobación repetida de este fenómeno nos proporciona la
confianza para creer en la infalibilidad de estos principios, aunque no debemos olvidar que se tratan
de creencias que como mucho son probables.

ÉTICA (Emotivismo Moral)

Hume asegura que la moralidad existe como una cuestión de hecho, pues no todo el mundo tiene el
mismo concepto de moralidad; y que esta se sustenta en las emociones que provoca en cada uno, a
partir de las que se desarrolla una opinión propia. Además, lo moral no es una cualidad de un objeto
que seamos capaces de percibir por los sentidos, sino que se determina mediante los sentimientos y las
emociones (emotivismo moral). De esta forma, Hume rechaza el intelectualismo moral iniciado por
Sócrates, pues considera que el análisis racional es incapaz de impulsar la acción. En conclusión,
Hume asegura que solo las pasiones (impresiones de reflexión) son capaces de originar e impedir
acciones y la distinción entre vicio-virtud sólo podemos hallarla analizando nuestro sentimientos

Hume interpreta el bien como cualquier acción o cualidad que proporcione un sentimiento placentero;
y el mal como todo aquello que provoque un sentimiento negativo. Hume evita el relativismo al que
esto puede conducir asegurando que la naturaleza humana es común y constante, y que existen
virtudes universales. De esta forma, Hume defiende una ética utilitarista: el bien es aquello que es útil
y placentero para la mayoría.

Para Hume la moralidad no se ocupa del ámbito del ser, sino del deber ser. La moral no describe lo
que un hecho es, sino cómo debe ser. Pero de la simple observación y análisis de los hechos no se
podrá deducir nunca un juicio moral, lo que "debe ser". Hay un paso ilegítimo del ser (los hechos) al
deber ser (la moralidad) que conduce a la llamada "falacia naturalista".

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 CRÍTICA A LA METAFÍSICA
El principio empirista de Hume según el cual toda idea ha de provenir originalmente de una impresión
o ser el resultado de una relación entre ideas, lleva a Hume a rechazar la metafísica, a la que considera
solo opiniones sin fundamento, y realizar una crítica a las tres sustancias cartesianas: la res extensa, la
res infinita y la res cogitans.

RES EXTENSA: Si bien es cierto que existen impresiones de todo lo que compone la res extensa,
como puede ser el color azul o una vaca, y las cualidades de los objetos, como grande o pequeño; al
margen de estas impresiones particulares, no existe una impresión de res extensa como tal. Siendo
coherente con su teoría sobre el conocimiento, Hume asegura que esta idea al no estar fundamentada
en una impresión no se puede considerar válida, y que por lo tanto no es más que una ilusión de la
imaginación. No niega la existencia de la realidad, sino que afirma que no podemos estar seguros de
su existencia. A pesar de todo, Hume reconoce la utilidad del concepto sustancia para englobar
impresiones puntuales, como algo continuo.

SUSTANCIA INFINITA:La metafísica cartesiana establece como cualidades fundamentales de esta

sustancia la perfección y la infinitud. Hume asegura que al ser nuestras impresiones puntuales y
discontinuas, no se puede tener una impresión de infinito, pues como su propio nombre indica está
requeriría una continuidad infinita. Lo mismo ocurre con la perfección, al no existir nada perfecto no
podemos tener una impresión de ello. Debido a esto no podemos tener una impresión de Dios, y por lo
tanto, según Hume, no existe ningún principio epistemológico que demuestre la existencia de Dios.
No obstante, Hume reconoció la importancia de la religión y la fe, asegurando que son naturales y
necesarias para el ser humano, y adoptó una postura agnóstica
RES COGITANS: Hume fue el primer filósofo en criticar la idea de yo. El yo se había entendido
tradicionalmente como el sujeto que percibe y es diferente a sus percepciones. Hume asegura que no
tenemos una impresión de el yo como identidad permanente y estable. Sino que este se encuentra en
constante cambio y está constituido por la sucesión de nuestras percepciones y su recuerdo. De esta
forma Hume asegura que no podemos estar seguros de la existencia de la sustancia pensante al no
poseer una impresión de la misma.

En conclusión, en su desarrollo radical del empirismo, Hume terminó adoptando una postura
escéptica, afirmando que es imposible demostrar la existencia del mundo, del yo y de Dios. Y en su
filosofía se observa un claro fenomenismo, limitando la capacidad de entendimiento del ser humano a
los hechos y sensaciones que captamos por los sentidos.

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