Está en la página 1de 2

PAREMIA 0100

PADRE NUESTRO.- EL PADRE NUESTRO DE DIOS

HIJOS MIOS....

PADRE NUESTRO

 Hijos míos:
 Así mejor, habladme en plural. No os ignoréis mutuamente.
 Y menos cuando habléis conmigo. Es como si «pasarais» de Mí.
 Si no, no me llaméis Padre. ¿No veis que mentís haciéndolo?
 Que estás en el cielo
 Que estáis en la tierra de paso, viniendo de Mí y volviendo a Mí,
vuestro origen y vuestro destino.
 Vuestra razón de ser y vuestra felicidad definitiva soy Yo.
 No tenéis otra.

SANTIFICADO SEA TU NOMBRE

 Gracias por lo que hacéis por la vida. PoR todas las formas de vida.
 Lo hacéis por Mí, que soy la Vida.
 Sólo quiero que viváis y os ayudéis a vivir toda la vida.
 Así, sólo así habláis de Mí, me glorificáis. Y hay gozo en el cielo.

VENGA TU REINO

 Creedme, fiaos. Creed al que os he enviado, fiaos de Él.


 Poneos a ser y a vivir como Él y por Él. Que eso es creer.
 Comprometeos como Él en hacer que otros me conozcan y me crean.
 Así iréis haciendo mi familia, vuestra familia. Que eso es mi Reino.

HAGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO

 Mi voluntad sois vosotros.


 Que vuestra libertad (lo más mío que tenéis) sea tan libre que os
decidáis a daros mutuamente
 Todos los días. Vamos, que no podáis no amaros, como no puedo Yo.
 Cuando os servís voluntariamente, os parecéis a mi Hijo.
 Esa es mi felicidad. Y la vuestra, ya empezada.

DANOS HOY NUESTRO PAN COTIDIANO

 Repartíoslo bien. Yo ya os lo he dado.


 Y os doy la creación todos los días. No la acaparéis. Es para todos.
 También para los que han de venir detrás de vosotros.
 La tierra (ésta) les pertenece tanto como a vosotros.
 Enriquecedla para ellos. Eso significa que «dominéis la tierra».
PERDÓNANOS COMO SABEMOS QUE TENEMOS QUE PERDONAR

 Sed misericordiosos, como Yo, vuestro Padre.


 Comenzad por no daros por ofendidos. Olvidad como Yo.
 Desbordaos mutuamente. Venced el mal de la única manera que
hay de vencerlo: a fuerza de bien. Ayudad a que cada día germine y
crezca la semilla o que todos los días siembro - sembrándome - en
cada persona.

NO NOS DEJES CAER EN LA PRUEBA

 Pero... ¿cómo os voy a dejar? Confiad. No permitiré que seáis


probados por encima de vuestras fuerzas, que son las mías.
 Pero atreveos a dar lo mejor de vosotros mismos.
 No sabéis lo que valéis. Conmigo, por supuesto.
 ¡Aún tenéis mucho amor por estrenar!

LÍBRANOS DEL MAL

 Uníos a la victoria de mi Hijo sobre el mal y el pecado.


 ¿Quién os impide vencer con Él, como Él y, sobre todo por Él?

No me pidáis que os haga fácil el camino. ¿No os basta que os lo haga


posible? Como a tantos y a tantas tan débiles como vosotros. Eso es
cosa mía. Y está hecho. Confiad. Amén.

Ignacio Iglesias, S. I.

También podría gustarte