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El Imperio Alemán

Deutsches Kaiserreich

Bandera del imperio alemán.

El Imperio alemán (en alemán, Deutsches Kaiserreich o, en el sentido más


genérico, Deutsches Reich) fue la forma de Estado que existió
en Alemania desde su unificación y la proclamación de Guillermo I como
emperador, el 18 de enero de 1871, hasta 1918, cuando se convirtió en
una república después de la derrota en la Primera Guerra Mundial y la
abdicación de Guillermo II (9 de noviembre de 1918).
Como resultado de la “revolución desde arriba”, el canciller prusiano Otto von
Bismarck logró zanjar la “cuestión alemana” en los años 1860.
Subsiguientemente, resolvió la cuestión del poder interno mediante el conflicto
constitucional prusiano (1862-1866) contra el Parlamento y en favor del
ejecutivo. Posteriormente la cuestión del poder político externo se resolvió por
la guerra de los Ducados (1864) y por la guerra austro-prusiana (1866) en el
sentido de la “pequeña Alemania” —con exclusión de Austria— y en la guerra
franco-prusiana (1870-1871). La victoria de Prusia y sus aliados en este último
conflicto condujo a la fundación del Imperio alemán. Los reyes
de Sajonia y Baviera, los príncipes, duques y electores
de Brunswick, Baden, Hanóver, Mecklemburgo, Wurtemberg y Oldemburgo jura
ron lealtad al rey de Prusia, que se convirtió en Káiser de los 39 Estados
independientes que así se unieron.
Escudo del Imperio Alemán

Ubicación:

Situación del Imperio alemán en Europa hacia


1914

Colonias y protectorados alemanes en 1914


Historia:
Formación:

La Proclamación del Imperio alemán (en alemán, Deutsche Reichsgründung)


tuvo lugar el 18 de enero de 1871, después de la victoria conjunta de los
estados alemanes en la Guerra franco-prusiana. Como resultado de
los Tratados de noviembre de 1870, los estados del sur de Alemania —
Baden, Hesse-Darmstadt, con sus territorios al sur de la línea
principal, Württemberg y Baviera— se unieron a la «Confederación Alemana»
dominada por Prusia el 1 de enero de 1871. El mismo día, entró en vigor la
nueva Constitución de la Confederación Alemana, extendiendo
significativamente las tierras alemanas federales al recién creado Imperio
alemán. El día de la fundación del Imperio alemán, el 18 de enero, se convirtió
en un día de celebración, marcando cuando el rey prusiano Guillermo I fue
proclamado emperador alemán en la Galería de los Espejos del Palacio de
Versalles.

La era de Bismarck:

Otto von Bismarck en 1870

Las políticas internas de Bismarck jugaron un gran papel en la creación de una


cultura política autoritaria en el Imperio. Menos preocupado por la política del
poder después de la unificación continental en 1871, el
gobierno semiparlamentario de Alemania llevó a cabo una revolución
relativamente moderada, económica, política y social, dirigida desde arriba, que
la llevó con el tiempo a convertirse en la principal potencia industrial de la
época.
Los esfuerzos de Bismarck también iniciaron la nivelación de las enormes
diferencias entre los Estados alemanes, que habían sido independientes en su
evolución durante siglos, especialmente con la legislación.

El año de los tres káiseres:


El 9 de marzo de 1888, Guillermo I murió poco antes de su 91º cumpleaños,
dejando a su hijo Federico III como nuevo emperador. Federico III era
un liberal y un admirador de la constitución británica, mientras que sus lazos
con Gran Bretaña fueron reforzados aún más con su matrimonio con la princesa
Victoria, hija mayor de la reina Victoria. Con su ascenso al trono, muchos
esperaban que el reinado de Federico III daría lugar a una liberalización del
Reich y a una mayor influencia del Parlamento sobre el proceso político. El
despido de Robert von Puttkamer, el conservador ministro del Interior de
Prusia, el 8 de junio, fue una señal en la dirección esperada y un golpe a la
administración de Bismarck.
Sin embargo, en el momento de su ascensión al trono, Federico III había
desarrollado un cáncer de laringe incurable, que le había sido diagnosticado el
12 de noviembre del año anterior por el médico británico Morell Mackenzie.
Federico falleció el día 99 de su gobierno, el 15 de junio de 1888. La muerte de
Federico III llevó a la instauración de su hijo Guillermo II como emperador.
Debido a la rápida sucesión de estos tres monarcas, 1888 se conoce como el
Año de los Tres Emperadores (Káiseres) (en alemán: Dreikaiserjahr).

La nueva legitimación del trono y la dimisión de Bismarck:


Guillermo II pretendió legitimar nuevamente la importancia del trono imperial
en una época en que otras monarquías de Europa iban paulatinamente
entregando el poder efectivo a gobiernos con respaldo parlamentario. Esta
decisión llevó al Káiser a un conflicto con Bismarck. Bismarck tenía la esperanza
de controlar a Guillermo II como había controlado a su abuelo, pero el
emperador quería ser el amo en su propia casa, y había numerosos aduladores
diciéndole que Federico II el Grande no habría sido tan grande con Bismarck a
su lado.
Una diferencia importante entre Guillermo II y Bismarck eran sus enfoques en
el manejo de las crisis políticas, especialmente en 1889, cuando los mineros del
carbón alemanes se declararon en huelga en la Alta Silesia. Bismarck exigió que
el ejército alemán fuese enviado para aplastar la huelga, pero Guillermo II
rechazó esta medida autoritaria, respondiendo: No quiero manchar mi reinado
con la sangre de mi pueblo. En lugar de emplear la represión, Guillermo II hizo
que siguieran adelante las negociaciones con una delegación enviada a los
mineros del carbón y que consiguió que terminara la huelga sin violencia. El
estilo de gobierno de Bismarck había consistido siempre en que solo él podía
salvar al Reich durante una crisis, y ahora tenía la intención de utilizar la huelga
para provocar una crisis tan grave que tendría que establecerse como dictador.
Este fue el comienzo de una ruptura entre Guillermo II y Bismarck. Bismarck
desafió a Guillermo II en las demandas de un mayor poder mediante la
formación de coaliciones políticas con partidos políticos que Guillermo II no
apoyaba. La relación díscola terminó después de que Guillermo II y Bismarck
tuvieran una disputa, y Bismarck renunció días después, en marzo de 1890.
Con la salida de Bismarck como canciller, Guillermo II se convirtió en el líder
dominante de Alemania. A diferencia de su abuelo, Guillermo I, quien se había
mostrado satisfecho con el manejo de los asuntos de gobierno por el canciller,
Guillermo II quería estar activo en los asuntos de Alemania y quería ser un jefe
efectivo, no una figura ornamental. Guillermo II se convirtió en uno de los
principales actores del plano internacional a principios del siglo XX, reconocido
por su agresiva política exterior y errores estratégicos, que empujó al Imperio
alemán a un relativo aislamiento político y más tarde a la Primera Guerra
Mundial.

Primera Guerra Mundial y final del imperio:

Soldados alemanes en la batalla del Marne

Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff en 1916


Fronteras impuestas por Alemania a Rusia en el tratado de paz de Brest-Litovsk

Firma del armisticio

Tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria por el serbio


de Bosnia, Gavrilo Princip, el Káiser Guillermo II ofreció al emperador
austrohúngaro, Francisco José I, apoyo completo para los planes de Austria-
Hungría de invadir el Reino de Serbia, que fue la nación a la que Austria-
Hungría culpó del asesinato. En medio de la Crisis de julio, este apoyo
incondicional fue llamado "cheque en blanco" por los historiadores. La
interpretación posterior, por ejemplo en la Conferencia de Paz de Versalles, era
que este "cheque en blanco" dio un permiso de agresión austrohúngara,
independientemente de las consecuencias diplomáticas, por lo que Alemania
era responsable del inicio de la guerra, o al menos de provocar un conflicto más
amplio.
Alemania comenzó la guerra afectando a su principal rival, Francia. Alemania
vio a Francia como su principal peligro en el continente europeo, ya que se
podría movilizar mucho más rápido que Rusia y rodear el núcleo industrial de
Alemania, en Renania. A diferencia del Reino Unido y Rusia, los franceses
estaban involucrados principalmente en la guerra de venganza contra Alemania,
en particular, por la pérdida de Francia de Alsacia-Lorena, que fue dada a
Alemania en 1871 mediante el Tratado de Fráncfort. El alto mando alemán
sabía que Francia reuniría sus fuerzas para entrar en Territorio Imperial de
Alsacia y Lorena. Alemania no quería arriesgarse a largas batallas a lo largo de
la frontera con Francia y en su lugar adoptó el Plan Schlieffen, una estrategia
militar encaminada a paralizar Francia con la invasión de Bélgica y Luxemburgo,
encaminando las tropas hacia París y cercar y aplastar a las fuerzas francesas a
lo largo de la frontera franco-alemana, en una victoria rápida.56 Después de
derrotar a Francia, Alemania haría un ataque contra Rusia. El plan requirió la
violación de la neutralidad oficial de Luxemburgo y Bélgica. Al principio, el
ataque fue un éxito: el ejército alemán arrasó desde Bélgica y Luxemburgo, y
estaban casi en París, en el cercano río Marne. Sin embargo el ejército francés
opuso una fuerte resistencia para defender su capital en la Batalla del
Marne que hizo que el ejército alemán se retirase.
Las secuelas de la batalla del Marne fue un punto muerto desde hacía mucho
tiempo entre el ejército alemán y los aliados, con el uso de las trincheras en la
guerra. Otros intentos de romper más en Francia fracasaron en las dos batallas
en Ypres con enormes bajas. El jefe del estado mayor alemán, Erich von
Falkenhayn, decidió romper con el Plan Schlieffen y se centró en una guerra de
desgaste contra Francia. Falkenhayn dirigió las tropas a la antigua ciudad
de Verdún, porque Verdún había sido una de las últimas ciudades de resistir
contra el ejército alemán en 1870, y Falkenhayn sabía que por cuestión de
orgullo nacional, los franceses harían cualquier cosa para asegurarse de que no
se perdiese Verdún. Falkenhayn previó que, con tácticas adecuadas, las bajas
francesas serían mayores que las de los alemanes y que el compromiso
continuo de las tropas francesas de Verdún haría que el ejército francés
"sangrase en blanco" y para luego permitir que el ejército alemán entrase en
Francia con facilidad. En 1916, la batalla de Verdún comenzó, con las
posiciones francesas en Verdún bajo constante bombardeo y ataques con gas
venenoso y teniendo grandes bajas en el ataque de las fuerzas alemanas en
una abrumadora cantidad. Sin embargo Falkenhayn falló en la predicción de
una mayor proporción de franceses muertos, que resultó ser errónea. Con la
sustitución de Falkenhayn por Erich Ludendorff y ningún éxito en la batalla de
Verdún, el ejército alemán se retiró en diciembre de 1916.
Mientras el frente occidental era un callejón sin salida para el ejército alemán,
el frente del este demostró ser un gran éxito. Estaba mal organizado y el
suministro del ejército ruso falló, lo que hizo que los ejércitos austro-húngaro y
alemán avanzasen firmemente hacia el este. Los alemanes se beneficiaron de
la inestabilidad política en Rusia y el deseo de poner fin a la guerra. En 1916, el
gobierno alemán permitió al líder bolchevique de la Rusia comunista, Vladimir
Lenin, viajar a través de Alemania desde Suiza a Rusia. Alemania creyó que si
Lenin podría crear más inestabilidad política, Rusia ya no sería capaz de
continuar su guerra con Alemania, permitiendo que el ejército alemán se
concentrarse totalmente en el frente occidental.
En 1917, el zar fue derrocado del trono en Rusia y más tarde un gobierno
bolchevique fue creado bajo la dirección de Lenin. Frente a la oposición política
a los bolcheviques, Lenin decidió poner fin a la campaña de Rusia contra
Alemania, Austria-Hungría, el Imperio otomano, y el Reino de Bulgaria con el fin
de reorientar su energía a la eliminación de la disidencia interna. En 1918, en
el Tratado de Brest-Litovsk, el gobierno bolchevique dio a Alemania y al Imperio
otomano un arreglo territorial enorme a cambio de poner fin a la guerra en el
frente oriental. Este acuerdo incluyó todas las naciones bálticas de hoy en día
(Estonia, Letonia y Lituania) que fueron entregadas a la autoridad de ocupación
alemana, también se les dio Ober-Ost, Bielorrusia y Ucrania. Como resultado,
Alemania había logrado al fin la tierra que quiso a lo largo de mucho tiempo, la
"Mitteleuropa", y ahora podía centrarse plenamente en la destrucción de los
aliados en el frente occidental.
En el ámbito colonial, los resultados alemanes fueron mixtos. Gran parte de
las colonias de Alemania fueron reducidas por los ejércitos británicos y
franceses, sin embargo, en el África Oriental Alemana, una impresionante
campaña fue emprendida por el líder del ejército colonial allí, el general Paul
von Lettow-Vorbeck, que se mantendría largo tiempo respetado como un
comandante militar, y después por los nativos Askaris, a quienes gobernó.
Lettow-Vorbeck utilizó ataques de guerrilla contra las fuerzas británicas
en Kenia y Rodesia, así como invasores portugueses de Mozambique para dar a
sus fuerzas nuevos suministros y para recoger a más reclutas Askaris. A su
regreso a Alemania, en marzo de 1919, Lettow-Vorbeck condujo a sus soldados
repatriados a través de la decorada Puerta de Brandeburgo en Berlín, dando a
la nación derrotada su único desfile de la victoria.
A pesar del éxito en el frente oriental en 1918, Alemania no estaba haciendo
progresos en el frente occidental por tres razones. El agotamiento fue la
primera causa, los soldados alemanes habían estado en el campo de
batalla constantemente, sin alivio y, después de no romper los ejércitos
británico y francés en ofensivas en marzo y abril de 1918 a pesar de la
transferencia de un gran número de tropas del Frente Oriental, había perdido la
esperanza en la posibilidad de una victoria. El segundo motivo fue a causa de
los disturbios civiles en la guerra. El concepto de "guerra total" en la Primera
Guerra Mundial, significaba que el suministro tuvo que ser reorientado hacia las
fuerzas armadas y, con el comercio alemán detenido por el bloqueo
naval británico, los civiles alemanes fueron obligados a vivir en condiciones
cada vez más precarias. Los precios de los alimentos fueron limitados primero,
y luego se introdujo el racionamiento. El invierno de 1916-1917 se
llamó: "invierno del nabo". Durante la guerra, unos 750 000 civiles alemanes
murieron a causa de la desnutrición. Muchos alemanes querían poner fin a la
guerra y un creciente número de alemanes comenzó a asociarse con la
izquierda política, como el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y el más
radical Partido Socialdemócrata Independiente que exigió un fin a la guerra. La
tercera razón fue la entrada de los Estados Unidos en la guerra. Con un ataque
por sorpresa de un submarino alemán en contra del transatlántico RMS
Lusitania en 1915 que transportaba civiles estadounidenses (aunque los
alemanes sospechaban que llevaba suministros al Reino Unido, que en los
tiempos modernos se ha demostrado ser cierto) y la posterior declaración
de guerra submarina sin restricciones de Alemania contra el Reino Unido en
1917, provocó que el sentimiento público estadounidense pasase de la
neutralidad al intervencionismo. La entrada de Estados Unidos en la guerra
inclinó más la balanza a favor de los aliados, resultando devastadora para las
fuerzas alemanas.

Revolución de Noviembre:

Palacio Real de Berlín —reconstruido en 2020— donde Karl Liebknecht declaró


la República Socialista Libre de Alemania

La Revolución de Noviembre de 1918 en Alemania fue una movilización popular


hacia el final de la Primera Guerra Mundial, que llevó al cambio desde
la Monarquía constitucional del Kaiserreich alemán a
una república parlamentaria y democrática (República de Weimar).
Las causas de la revolución se encontraban en las cargas extremas sufridas por
la población durante los cuatro años de guerra, el fuerte impacto que tuvo la
derrota en el Imperio alemán y las tensiones sociales entre las clases
populares y la élite de aristócratas y burgueses que ostentaban el poder y
acababan de perder la guerra.
La revolución comenzó con un motín de marineros de la flota de guerra en
Kiel y Wilhelmshaven; se negaban a colaborar para sacar la flota para librar una
última batalla contra la escuadra británica, como pretendían hacer sus
superiores. El desencadenante de la revolución fueron órdenes del 29 de
octubre de 1918 de preparar para el combate del día siguiente. Marineros de
varios barcos se negaron a ejecutar las órdenes. Cuando parte de la flota fue
trasladada a su puerto de origen, Kiel, en un intento de contener la insurrección
mediante permisos para ir a tierra y la detención de los líderes de la
insurrección, marineros de otros barcos se unieron a la misma y obreros se
solidarizaron con los marineros. En pocos días la revolución se extendió por
toda Alemania y forzó la abdicación del káiser Guillermo II el 9 de
noviembre de 1918. Los objetivos de avanzada de los revolucionarios, guiados
por ideales socialistas, fracasaron en enero de 1919 ante la oposición de la
dirección del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) encabezada
por Friedrich Ebert. Estos líderes socialdemócratas —al igual que los partidos
liberales— temían que se desencadenara una guerra civil, por lo que
rechazaban la idea revolucionaria radical de despojar completamente del poder
a la élite afín al káiser y promulgaban, en cambio, conciliar a estos sectores con
las nuevas relaciones democráticas. Con este fin, el SPD acordó una alianza con
el Comando Militar Supremo alemán y, con la ayuda de fuerzas paramilitares de
orientación derechista, lograron la sofocación violenta del
llamado Levantamiento Espartaquista (Spartakusaufstand).
El desenlace formal de la revolución ocurrió el 11 de agosto de 1919 con la
rúbrica de la nueva Constitución de la República de Weimar.

Política exterior:

Bismarck en la Conferencia de Berlín, 1884

La política exterior de Bismarck después de 1871 fue conservadora y trató de


mantener el equilibrio de poder en Europa. Su mayor preocupación era Francia,
que quedó derrotada y resentida después de la Guerra franco-prusiana. Como
los franceses no tuvieron fuerzas para derrotar a Alemania por sí mismos,
buscaron una alianza con Rusia, con la que atraparían a Alemania entre dos
frentes en caso de una guerra (cosa que finalmente ocurrirá en 1914). Bismarck
quería evitarlo a toda costa y mantener relaciones de amistad con los rusos, y
formó una alianza con ellos y el Imperio austrohúngaro, el Dreikaiserbund (Liga
de los Tres Emperadores).
Bismarck consiguió cierto número de posesiones coloniales para Alemania
durante la década de 1880 en África y el Pacífico, pero dudaba del valor real de
un imperio colonial de ultramar. Él y la mayoría de sus contemporáneos eran de
mentalidad conservadora y centraban su atención en la política exterior con los
países vecinos de Alemania. La mayor parte inversión exterior alemana fue
a naciones en desarrollo como Rusia, que carecían del capital o de los
conocimientos técnicos para industrializarse por sí mismas, y las colonias de
Alemania se mantuvieron mal desarrolladas.
Economía:

Fábricas de Krupp en Essen, hacia 1890

Industria alemana de alrededor de 1910

La industrialización progresó de forma dinámica en Alemania impulsada


por subsidios y legislaciones gubernamentales. Los fabricantes alemanes
comenzaron a captar los mercados domésticos de las importaciones británicas y
también a competir con la industria británica en el extranjero, particularmente
en los Estados Unidos. Al principio de la guerra franco-prusiana, los productos
textiles y metalúrgicos alemanes habían superado a los del Reino Unido en
organización y eficiencia técnica, y desplazado a los fabricantes británicos en
el mercado interno. Alemania se convirtió en la potencia económica dominante
en el continente y su proceso de industrialización se centró en la industria
pesada, para dar sostenimiento de su red ferroviaria y apoyar el desarrollo de
sus fuerzas militares.
Hacia el cambio de siglo, las industrias metalúrgicas y de ingeniería alemanas
estaban produciendo en gran medida para el mercado de libre comercio del
Reino Unido. En la época de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la
economía alemana había cambiado el abastecimiento de su ejército con el
equipo adecuado que se necesitaba para luchar en esta guerra. Esto incluyó la
producción de fusiles (Mauser 98), pistolas (Luger P08), ametralladoras
(Maxim), morteros (Minenwerfer) y varias otras piezas de artillería pesada y
ligera. Además, la Alemania imperial fue líder en los sectores de la física y la
química, de manera que un tercio de los Premios Nobel —Física, Química y
Medicina— fueron entregados a inventores e investigadores alemanes.
Ideología:
Después de lograr la unificación en 1871, Bismarck dedicó gran parte de su
atención a la causa de la unidad nacional bajo la ideología del prusianismo.
El conservadurismo católico activista y emancipador, conceptualizado por el giro
conservador de la Iglesia católica bajo el papado de Pío IX y su dogma de
la infalibilidad papal, así como el radicalismo de la clase trabajadora,
representada por el naciente Partido Socialdemócrata (SPD), reaccionaron de
muchas maneras ante la preocupación de dislocación de muy diferentes
segmentos de la sociedad alemana, generada por una rápida transición de una
economía agraria a una economía basada en el capitalismo industrial moderno
bajo la tutela nacionalista. En tanto que una oposición firme ante católicos y
socialistas se planteaba como fracasada, la aproximación de Bismarck mediante
"El garrote y la zanahoria" logró una muy apaciguada oposición de ambos
grupos.
La ideología de Bismarck se puede resumir en cuatro objetivos: la Kulturkampf,
la reforma social, la unificación nacional y la Kleindeutschland.

Reforma social:
Para contener a la clase obrera y para debilitar la influencia de los grupos
socialistas, durante la administración del canciller Bismarck se implementó
el primer Estado del bienestar del mundo. Bismarck se dio cuenta de que este
tipo de políticas eran muy atractivas entre la población, ya que los trabajadores
se vinculaban al Estado y al mismo tiempo se ajustaban muy bien con su
carácter. Los sistemas de seguridad social implementados por Bismarck, como
la atención a la salud en 1883, seguro de accidentes en 1884 y el seguro de
invalidez y de vejez en 1889, eran en ese entonces los más eficientes del
mundo

Germanización:

Deportaciones prusianas

Uno de los efectos de las políticas de unificación fue la de aumentar


gradualmente la tendencia a eliminar el uso de las lenguas no alemanas en la
vida pública, las escuelas y el ámbito académico, con la intención de presionar
a la población no alemana a abandonar su identidad nacional o salir del país, en
lo que se llamó "germanización". Las políticas estrictas de germanización
tuvieron a menudo el efecto contrario, el de estimular la resistencia y de una
mayor unidad en los grupos minoritarios.
Las políticas de germanización atacaron en particular a la importante minoría
polaca, adquirida por Prusia en las particiones de Polonia. Se aprobaron leyes
que negaban a los polacos el derecho de construir viviendas en los territorios
adquiridos en las particiones de Polonia, restringían el derecho a hablar
en polaco en las reuniones públicas, y en 1908 se aprobó una ley para permitir
la expulsión de los polacos de sus casas. Esta última ley fue ejecutada solo en 4
casos y sirvió más como una amenaza, pero todas estas medidas condujeron a
un alejamiento de los polacos de las autoridades alemanas. En 1885 se creó
una Comisión de Liquidación, financiada por el gobierno, con la misión de
distribuir tierras de propiedad polaca entre los colonos alemanes. Sin embargo,
los polacos fundaron una organización propia para defenderse de la Comisión y
los asentamientos alemanes. En la década de 1880, las autoridades alemanas
organizaron la expulsión en masa de unos 24 000 polacos que no tenían la
ciudadanía alemana a la Polonia del Congreso. Este acto fue duramente
criticado por partidos de izquierda y el mismo Bismarck era escéptico al
respecto, pero estaba preocupado por los posibles "elementos revolucionarios"
presentes entre los polacos de la Polonia del Congreso. Asociaciones polacas
intentaron luchar por sus derechos, sin éxito, y aunque se eligieron diputados
polacos para el Reichstag, representando de manera proporcional a la minoría
polaca, eran mucho más numerosos los representantes alemanes, la mayoría
hostiles a su causa. En resumen, las leyes antipolacas no tuvieron un gran
efecto, sobre todo en la provincia de Posen, donde la población de habla
alemana se redujo de un 42,8 % en 1871 a un 38,1 % en 1905, a pesar de
todos los esfuerzos.

Leyes antisocialista:
Las Leyes Antisocialistas (Sozialistengesetze; oficialmente denominadas Gesetz
gegen die gemeingefährlichen Bestrebungen der Sozialdemokratie, «Ley contra
las aspiraciones socialdemócratas que suponen un peligro público») fueron una
serie de leyes que el Reichstag sancionó entre el 19 de octubre de 1878 y
marzo de 1881. Fueron reformadas y ampliadas en cuatro oportunidades, la
última en 1888. Se promulgaron como consecuencia de los atentados fallidos
de Max Hödel y Karl Nobiling contra Guillermo I de Alemania para contrarrestar
la creciente fuerza del Partido Social Demócrata de Alemania (SPD, llamado SAP
en ese momento), acusado de inspirar aquellos hechos.
Aunque la ley no ilegalizó el SPD, pretendía paralizar su actividad por diversos
medios. La prohibición de cualquier grupo o reunión cuyos objetivos fueran
difundir los principios socialdemócratas, la proscripción de los sindicatos y el
cierre de 45 periódicos son ejemplos de este tipo de represión. El partido eludió
estas medidas haciendo que sus candidatos se presentaran como
independientes, publicando sus escritos desde fuera de Alemania y difundiendo
los puntos de vista socialdemócratas solamente mediante la publicación de las
transcripciones de los discursos de los diputados del Reichstag, indemnes a la
censura.
El principal defensor de estas leyes fue el canciller Otto von Bismarck, quien
temía el estallido de una revolución socialista similar a la que había dado lugar
a la Comuna de París en 1871. A pesar de los intentos del gobierno por debilitar
al SPD, el partido continuó creciendo en popularidad. Un proyecto de ley
presentado por Bismarck en 1888 que habría permitido la desnaturalización
(pérdida de la ciudadanía) de los socialdemócratas fue rechazado. Después de
la renuncia de Bismarck en 1890, el Reichstag no renovó la legislación, que
finalmente perdió vigencia.

Política exterior y colonialismo:

Nicolás II (der) con Guillermo II (izq) en 1905, tienen las vestimentas


intercambiadas
Guillermo II con el Archiduque Francisco Fernando de Austria en 1912

Guillermo II quería que Alemania tuviese su "lugar bajo el sol". Con los
fabricantes y comerciantes alemanes ya actuando en todo el mundo, alentó a
los esfuerzos coloniales en África y el Pacífico ("nuevo imperialismo"), en lo
esencial para que el Imperio alemán estuviera a la altura de otras potencias
europeas en el resto de los territorios "no reclamados". Alemania adquirió África
del Sudoeste
Alemana (actual Namibia), Kamerún (Camerún), Togolandia y África Oriental
Alemana (la parte continental de la actual Tanzania). Las islas se obtuvieron en
el Pacífico mediante compras y tratados internacionales, así como con un
contrato de arrendamiento por 99 años para el territorio de Kiautschou en el
noreste de China. Solo Togolandia y la Samoa alemana (después de 1908) se
convirtieron en autosuficientes y rentables, el resto de los territorios
necesitaron los subsidios de Berlín, que se dedicaron para construir una
infraestructura con sistemas escolares, hospitales y otras instituciones.
Los esfuerzos coloniales fueron tratados con desprecio en un principio por
Bismarck, se diseñó una política exterior eurocéntrica como lo demuestran los
acuerdos firmados durante su mandato en el cargo. Dado que Alemania era
una recién llegada a la colonización, se produjeron en varias ocasiones
conflictos con las potencias coloniales establecidas. Insurrecciones indígenas en
los territorios alemanes se convirtieron en material de impresión eventual,
especialmente en el Reino Unido; los poderes establecidos se habían ocupado
de sus levantamientos décadas antes, a menudo brutalmente, y habían
instalado controles de empresas para ese entonces. El Levantamiento de los
bóxers en China, con el patrocinio más tarde de las autoridades chinas, tuvo su
inicio en la provincia de Shandong, en parte porque Alemania, como
colonizadora en Kiautschou, fue la única potencia que no había probado su
poder y que solo estuvo dos años en escena. Cuando Guillermo II habló
durante la ceremonia de partida para los contingentes alemanes de las fuerzas
de liberación de ocho países en China, una improvisada, pero inoportuna
referencia a los invasores hunos de la Europa continental, fue después
resucitada por la propaganda británica para burlarse de Alemania durante
la Primera Guerra Mundial.
Con la compra de África del Sudoeste, los colonos alemanes se animaron a
cultivar la tierra en poder de los hereros y los namas. Las tierras tribales de los
hereros y namas fueron utilizadas para diversas explotaciones (como los
británicos habían hecho antes en Rodesia), incluyendo la agricultura, la
ganadería y la minería de minerales y diamantes. En 1904 los hereros y namas
se rebelaron contra los colonizadores en el suroeste de África, matando a
familias campesinas, trabajadores y funcionarios. En respuesta a los ataques, se
enviaron tropas alemanas para sofocar la rebelión que luego dio lugar a
un genocidio de hereros y namas. En total, unas 75 000 personas (el 70 % del
total de la población herera y el 50 % del total de la población nama) fueron
aniquilados. El comandante de la expedición punitiva, el general Lothar von
Trotha, fue relevado al momento y reprendido por las crueldades cometidas.
Estos hechos han sido calificados a veces como "el primer genocidio del
siglo XX" y condenados oficialmente por las Naciones Unidas en 1985. En 2004,
tuvo lugar una disculpa formal por parte de un ministro del gobierno de
la República Federal Alemana.
En dos ocasiones, pareció inevitable un conflicto franco-alemán por el destino
de Marruecos.

Estados miembros del imperio:

Mapa de los estados del Reich alemán (Reino de Prusia con sus provincias en
azul)
Distribución del territorio y población del Imperio en 1905

Antes de la unificación, el territorio alemán se componía de 26 estados


constituyentes. Estos estados consistían en reinos, grandes
ducados, ducados, principados y ciudades hanseáticas libres en un territorio
imperial. El Reino de Prusia era el mayor de los estados, que cubría más del
60 % del territorio del Imperio alemán.
Varios de dichos estados habían obtenido la soberanía después de la disolución
del Sacro Imperio Romano Germánico en 1806. Otros fueron creados como
Estados soberanos tras el Congreso de Viena en 1815. Los territorios no eran
necesariamente contiguos; muchos estaban fragmentados como resultado de
adquisiciones históricas, o en otros casos, por divisiones en el árbol
genealógico de la familia gobernante. El Ducado de Lauenburgo, estado
constituyente del Imperio, gobernado en unión personal por el rey de Prusia, se
fusionó con Prusia en unión real en 1876.
Cada componente del Imperio alemán enviaba representantes al Consejo
Imperial (Bundesrat) y la Dieta Imperial (Reichstag). Las relaciones entre el
centro imperial y los componentes del Imperio eran relativamente fluidas y se
fueron desarrollando de forma permanente. Hasta qué punto el emperador de
Alemania podría, por ejemplo, intervenir en caso de disputas sucesorias
relativas a los estados, fue muy debatido en ocasiones, por ejemplo, con la
crisis de la herencia Lippe-Detmold.
Estado Capital

Reinos

Prusia Berlín

Baviera Múnich

Sajonia Dresde

Wurtemberg Stuttgart

Grandes ducados

Baden Karlsruhe

Hesse Darmstadt

Mecklemburgo-Schwerin Schwerin

Mecklemburgo-Strelitz Neustrelitz

Oldemburgo Oldemburgo

Sajonia-Weimar-Eisenach Weimar

Ducados

Anhalt Dessau

Brunswick Brunswick

Sajonia-Altenburgo Altenburgo

Sajonia-Coburgo-Gotha Coburgo

Sajonia-Meiningen Meiningen

Principados

Lippe Detmold

Reuss (Línea menor) Gera


Reuss (Línea mayor) Greiz

Schaumburg-Lippe Bückeburg

Schwarzburg-Rudolstadt Rudolstadt

Schwarzburg-Sondershausen Sondershausen

Waldeck-Pyrmont Arolsen

Ciudades hanseáticas libres

Bremen

Ciudad libre de Hamburgo

Ciudad Libre de Lübeck

Territorio imperial

Alsacia-Lorena Estrasburgo

Constitución:
La Constitución del Imperio Alemán (en alemán: Verfassung des Deutschen
Reiches) fue la ley fundamental del Imperio Alemán de 1871-1918, que fue
aprobada el 16 de abril de 1871 y entró en vigor el 4 de mayo del mismo año.
Los historiadores alemanes a menudo se refieren a ella como la Constitución
Imperial de Bismarck, en alemán Bismarcksche Reichsverfassung (BRV).
Según la constitución, el Imperio era una federación de 25 estados alemanes
bajo la presidencia permanente de Prusia, el estado más grande y más
poderoso. La presidencia de la confederación (Bundespräsidium) era un cargo
hereditario del rey de Prusia, que tenía el título de Emperador alemán (Kaiser).
El emperador nombraba al canciller del Reich, jefe del gobierno y presidente
del Bundesrat, el consejo de representantes de los estados alemanes. Las leyes
eran promulgadas por el Bundesrat y el Reichstag, la Dieta Imperial elegida
por sufragio universal masculino de los mayores de 25 años.
La Constitución fue la continuación de una constitución anterior del 1 de enero
de 1871, la Constitución de la Confederación Alemana. Esa constitución ya
incorporaba algunos de los acuerdos entre la Confederación Alemana del
Norte y los estados alemanes del sur. Cambió el nombre del país a Deutsches
Reich (traducido convencionalmente como el 'Imperio Alemán') y le dio al rey
de Prusia el título de Emperador alemán.
La constitución dejó de estar en vigor tras el triunfo de la Revolución de
noviembre de 1918. Al año siguiente se aprobó una nueva constitución
republicana: la Constitución de Weimar, con el mismo título en alemán que su
predecesora (Verfassung des Deutschen Reiches, o „Constitución del Reich
Alemán‟).

Ejército:

Bandera de proa de la Kaiserliche Marine (Gösch der Kriegschiffe), 1903-1919.

El Ejército y la Marina se mantuvieron al margen de la aprobación financiera


necesaria por la Constitución en gran medida bajo el control del rey de Prusia o
el emperador. Los límites absolutistas al estilo de "poder de mando" apenas se
definían. Por lo tanto, era uno de los pilares centrales de la monarquía. En el
marco de los señores de la guerra "supremos" existía el Gabinete Militar, el
Ministerio Prusiano y el Estado Mayor, las tres instituciones que luchaban a
veces entre sí por las habilidades. En particular, el Estado Mayor estaba bajo el
mando de Helmuth von Moltke y Alfred von Waldersee que más tarde trataron
de ejercer influencia sobre las decisiones políticas. Lo mismo se aplicaba al
almirante Alfred von Tirpitz en cuestiones marinas.
El ejército estaba dirigido no solo contra los enemigos externos, sino que
también fue destinado por el mando militar al interior para aplastar las huelgas.
Prácticamente, sin embargo, el ejército utilizó las grandes huelgas como un
entrenamiento a duras penas. Sin embargo, el Ejército fue como una amenaza
potencial y no se debía subestimar al factor de potencia nacional.
Los estrechos lazos con la monarquía se reflejaron de nuevo en los cuerpo
marcados como oficiales aristócratas. Más tarde, la nobleza mantuvo una fuerte
posición de liderazgo entre las filas, sin embargo, llegó una ampliación del
Ejército y la Armada por la parte civil. La selección adecuada de socialización e
internos en el ejército pero aseguró que incluso la propia imagen de este grupo
era apenas diferente a la de sus nobles compañeros.
Después de las victorias de 1864 a 1871, el ejército se convirtió en un elemento
central del patriotismo imperial emergente. Las críticas a los militares eran
vistas como antipatrióticas. El ejército ganó un prestigio social muy fuerte
durante el imperio. El cuerpo de oficiales fue en gran parte la población "de
primera clase" en el estado. Su mundo fue influenciado por la lealtad a la
monarquía y la defensa de los derechos reales, que se caracterizaba por ser
conservador, antisocialista y fundamentalmente antiparlamentario. El
comportamiento militar y el código de ética se extendió durante la sociedad.
También para muchos ciudadanos, la situación de un funcionario reservista fue
un objetivo deseable. Der Untertan de Heinrich Mann, Wilhelm Voigt o la Crisis
de Zabern subrayaban también la importancia del militarismo en la sociedad
alemana. En todas partes del reino, las sociedades guerreras nuevas se
convertían en agentes de la ideología militarista a finales de 1913. El gobierno
federal fue por lo tanto la organización de masas más poderosa del imperio. El
club patrocinado por el estado debía mantener a los pensamientos militares,
nacionales y monárquicos y vacunar a los miembros contra los
socialdemócratas.
Sin embargo, los partidos apoyaron un aumento en el ejército que no era
ilimitado. Por lo tanto, los militares llegaron en 1890 como una fuerza de paz de
casi 490 000 hombres, su fuerza estaba establecida por la constitución, tenía
que tener al menos a un uno por ciento de la población. En los años siguientes,
las fuerzas de tierra se fortalecieron aún más. Entre 1898 y 1911 debido a las
limitaciones de armamentos costosos navales se repartieron soldados al ejército
de tierra. Era notable que lo que se tenía en ese tiempo de Estado Mayor era a
sí mismo contra una expansión del número de soldados efectivos, porque temía
un fortalecimiento de los derechos civiles en detrimento del elemento noble en
el cuerpo de oficiales. Surgió durante este período el concepto Schlieffen para
una posible guerra en dos frentes contra Francia y Rusia, teniendo en cuenta la
participación británica en la parte de los opositores.

Moneda:
Antes de la unificación, los diversos estados alemanes emitían una variedad de
diversas monedas, aunque estuvieron más ligados al Vereinsthaler,
una moneda de plata que contenía el 16⅔ gramos de plata pura. Aunque el
marco estuviera basado en el oro más que en la plata, sin embargo fue
utilizado para la conversión un tipo de cambio fijo entre el «Vereinsthaler» y el
marco de 3 Marcos = 1 Vereinsthaler. En la Alemania meridional se había
utilizado el Gulden como la unidad de cuenta estándar, con un valor4⁄7de un
Vereinsthaler y, por lo tanto, se convirtieron de 1,71 (1 5⁄7)marcos en la nueva
moneda. Bremen venía utilizando una moneda de oro basada en el Tálero el
cual fue convertido directamente al marco a un índice de 1 tálero de oro = 3,32
(3 9⁄28) marcos. Hamburgo había utilizado sus propios Marcos antes de 1873.
Este fue substituida por el «Marco de oro» a un índice de 1 marco de
Hamburgo = 1,2 Marcos de oro.
Desde el 1 de enero de 1876 en adelante, el marco se convirtió en la
única moneda de curso legal. El nombre Goldmark fue creado más adelante
para distinguirlo del Papiermark (marco de papel) que sufrieron una pérdida
masiva de valor con debido a la hiperinflación después de la Primera Guerra
Mundial (véase hiperinflación en la República de Weimar). El Goldmark estaba
en un patrón oro con el marco de 2790 Marcos igual a 1 kilogramo del oro puro
(1 marco = 358 mg).

1 marco de 1905

Monarquía y corte imperial:

Policías durante la celebración del 42º cumpleaños de Guillermo II


en Duala, Kamerun, 27 de enero de 1901

La Constitución del Imperio Alemán garantizaba al emperador una gran libertad


de acción. Las decisiones del monarca jugaron con los diversos órganos
asesores, como las funciones civiles imperiales, militares y navales importantes
del gabinete. Se añadieron a la corte y al confidente íntimo del emperador. Ya
con Guillermo I, el monarca tuvo una influencia considerable sobre las políticas
del personal, por lo general sin interferir sobre las decisiones importantes. En
particular, bajo el emperador Guillermo II y su reivindicación de una norma
personal, hicieron que el puesto del emperador se convirtiera en uno de los
centros de poder clave del imperio. Apenas es diferente el puesto de emperador
que el del Presidente de la Confederación en un reino monárquico.
Incluso fuera de Prusia no solo las celebraciones eran de distintas dinastías,
sino que también celebraron el cumpleaños del Emperador. El emperador se
estaba convirtiendo en un símbolo del imperio. No se discute que la influencia
imperial se limitó a 1897, sin embargo, mientras que la importancia del
emperador a 1908 aumentó de manera significativa, otra vez perdió
importancia. Esto contribuyó en el Escándalo Harden-Eulenburg, el confidente
del emperador Philipp zu Eulenburg fue encontrado teniendo relaciones
homosexuales con el periodista Maximilian Harden. Estos y los posteriores
asuntos del Daily Telegraph provocaron que el prestigio del emperador se
redujese, pero no una institución de la monarquía, en la opinión pública.

Legado:

El Imperio alemán dejó un legado de suerte dispersa para Alemania y Europa.


Según Bismarck, un estado unido de Alemania había sido finalmente alcanzado,
sin embargo, seguía siendo un estado dominantemente prusiano y que no
contenía la Austria alemana como los nacionalistas pangermánicos deseaban.
La influencia del militarismo prusiano, los esfuerzos coloniales del imperio, sus
vigorosas y competitivas proezas industriales causaron una visión negativa del
estado. El Imperio alemán promulgó una serie de primicias progresivas, como el
establecimiento de un sistema de bienestar público (todavía vigente hoy en
día), otras reformas sociales, así como garantizar la libertad de prensa. Hubo
también un moderno sistema de elección al parlamento federal, el Reichstag,
que representaba todo hombre adulto por un voto. Esto permitió a los
socialistas y al Partido de Centro Católico desempeñar un papel notable en la
vida política del imperio.
La historia del Imperio alemán es bien recordada en Alemania como un período
en que la investigación académica y la vida universitaria, así como las artes y la
literatura florecieron. Thomas Mann publicó su novela Los Buddenbrook en
1901. Theodor Mommsen fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura un
año después por su historia romana. Pintores como los grupos de Der Blaue
Reiter y Die Brücke realizaron una importante contribución en el arte moderno.
El edificio de turbinas de AEG en Berlín de Peter Behrens, de 1909 puede
considerarse como un hito en la arquitectura moderna clásica y un ejemplo
sobresaliente del funcionalismo emergente. Los costos sociales, económicos, y
los éxitos científicos de esta Gründerzeit o época fundacional, han llevado a la
era guillermina a veces a ser considerada como una edad de oro (Belle
Époque).
En el ámbito de la economía de la Kaiserzeit ha hecho sentar las bases de que
Alemania sea una de las principales potencias económicas del mundo. Sobre
todo la industria del hierro y del carbón de la región del Ruhr, en la cuenca
de Sarre y en la Alta Silesia contribuyó en gran medida a este proceso.
El primer automóvil fue construido por Karl Friedrich Benz en 1886. El enorme
crecimiento de la producción industrial y el potencial industrial también
condujeron a un rápido proceso de urbanización de Alemania, que convirtió a
los alemanes en una nación urbana.
El apoyo del imperio a la invasión de Austria-Hungría sobre Serbia contra la
oposición de Rusia ha sido visto por muchos historiadores como una gran
influencia en lo que causó el choque de las alianzas en Europa, que dio lugar a
la guerra masiva más tarde conocida como la Primera Guerra Mundial. La
derrota en la Gran Guerra y las pérdidas territoriales y económicas impuestas
por el Tratado de Versalles que tuvo enormes ramificaciones para la nueva
república alemana, como la definición de lo que es el estado alemán y cómo
debe funcionar.
Los conservadores, liberales, socialistas, nacionalistas, católicos, protestantes y
todos, tenían sus propias interpretaciones, lo que llevó a un clima político y
social díscolos en Alemania a raíz del colapso del imperio.
Además de la Alemania actual, una gran parte de lo que comprendía el Imperio
alemán ahora pertenece a otros Estados miembros de la Unión Europea (UE).

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