El plan era convertir al rey de Prusia, Guillermo I, en el máximo gobernante de los
La unificación alemana
Como cualquier evento de relevancia en la historia, la unificación alemana es un
proceso que tuvo lugar por una serie de causas que provocaron que el sistema
tuviera que cambiar.
Las principales causas de la unificación alemana son:
El Congreso de Viena y la Confederación Germánica: El poderoso Sacro Imperio
Romano Germánico tuvo su caída con la llegada de Napoleón Bonaparte, que fue
capaz de vencer a uno de los mayores imperios de la historia de la humanidad. Tras
la derrota de Napoleón los estados que conformaban el Sacro Imperio Romano
Germánico comenzaron a hablar sobre la posibilidad de unificar todos los estados
de la región y formar un único y poderoso estado nuevo. En un primer momento el
plan no funcionó y se formó la llamada Confederación Germánica, con 39 estados
distintos en el llamado Congreso de Viena.
Prusia y Austria: En un primer momento los dos grandes estados de la
Confederación Germánica fueron el Reino de Prusia y el Imperio austríaco,
generando dos grandes potencias que quisieron unificar todos los estados alemanes
liderándolos.
Otto von Bismarck: La importancia de Otto von Bismarck es tan grande que cuenta
como una causa por sí misma. Este hombre fue el responsable de llevar a cabo un
plan para unificar todos los estados alemanes. Se dice que Bismarck fue el causante
de un gran plan político y militar, provocando guerras para en última instancia lograr
la unificación.
Nacionalismo alemán: La unificación alemana necesitaba una base social y cultural
para afianzarse como un modelo, y en este caso fue el romanticismo nacionalista
alemán. La idea de este nacionalismo era crear una especie de modelo que hiciera
que los alemanes vieran que contaban con una cultura semejante entre sí, siendo
una especie de excusa para defender la unificación.
Unión Aduanera de Alemania: En 1834, bajo la propuesta de Prusia, tuvo lugar la
creación de la Unión Aduanera de Alemania, cuya base era una zona de libre
comercio para todas las regiones que conforman la nueva Alemania. El surgimiento
de un movimiento económico y comercial propio fue la base de la unificación
alemana.
Características de la unificación alemana son las siguientes:
A diferencia de otras revoluciones nacionalistas de la época, la alemana no fue un
proceso espontáneo ni el resultado de una revolución social, sino que fue el final de
un gran plan elaborado. Generalmente las revoluciones son el resultado de un
levantamiento del pueblo para pedir una independencia o algo semejante, pero en
el caso de Alemania desde el primer momento la revolución tuvo un significado y
origen político, bastante alejado del pueblo.
Estados alemanes resultantes tras el Congreso de Viena, creando con ello una de las
grandes naciones del mundo.
Fue un proceso bastante belicoso, ya que la unificación fue el resultado de tres
grandes conflictos, los cuales fueron, la guerra de los Ducados, la guerra austro-
prusiana y la guerra franco-prusiana. La idea era utilizar la guerra como un sistema
unificador de los alemanes, ya que si se creaban enemigos en común sería más fácil
unir a las regiones alemanas bajo una misma bandera.
La Unificación alemana no sólo unió a los estados alemanes, sino que fue un
proceso que recogió a muchas naciones del Sacro Imperio, algunas de las cuales no
contaban con una herencia germánica. Debemos tener en cuenta que el Sacro
Imperio había tenido una extensión enorme, y algunas de las naciones que habían
formado parte de él, no lo habían hecho por tener una herencia o cultura semejante
al resto de regiones, sino tan solo por haber sido conquistados o por intereses
económicos o políticos.
El éxito del proyecto nacionalista alemán fue de Otto von Bismarck, quien en todo
momento fue el gestor y quien planeo todo el movimiento desde el principio para
poder llevar a cabo el plan.
Supuso el nacimiento de una nueva y poderosa nación en Europa y en el mundo, el
Imperio alemán, el cual tuvo un papel clave en las siguientes décadas, participando
en gran parte de los eventos mundiales
Fases de la unificación alemana
La unificación alemana fue un proceso muy largo, ya que el plan de Von Bismarck
contaba con muchos eventos que tenían que tener lugar para que la unificación
pudiera funcionar. Por ello a la hora de hablar sobre la unificación alemana
debemos comentar sus diferentes fases, siendo cada una de ellas una guerra
distinta en la la nueva Alemania se fue enfrentando a sus enemigos.
Guerra de los Ducados o guerra Holstein-Schleswig: Fue un conflicto que tuvo lugar
en 1864 y que enfrentó a una alianza de prusianos y austriacos contra Dinamarca. La
guerra fue un enfrentamiento para recuperar las regiones de Holstein y Schleswig,
que en ese momento se encontraban en manos de los daneses. La victoria fue para
los alemanes, por lo que las zonas pasaron de manos de los daneses a manos de los
austriacos y prusianos.
Guerra austro-prusiana: Un conflicto bélico que tuvo lugar el verano de 1866, y que
enfrentó a Prusia contra Austria. Prusia y Austria eran las dos grandes potencias de
la Confederación alemana, por lo que los prusianos consideraban que para que
Guillermo I llegará al poder debían eliminar a los austriacos de la Confederación. La
victoria fue para los prusianos, que evitaron que Austria pudiera entrar en la
unificación alemana. Esta guerra fue la principal motivación para que ambas
regiones no se unieran en el futuro, ya que ambas demostraron ser capaces de
sobrevivir de forma independiente.
Guerra franco-prusiana: Fue un conflicto que tuvo lugar entre los años 1870 y 1871,
enfrentando a Prusia contra Francia. La idea de Bismarck es que los alemanes
necesitaban un enemigo común, para con ello generar unidad y lograr por fin la
unificación, siendo este enemigo el general francés Napoleón. La victoria de los
alemanes fue total, trayendo con ello por fin el nacimiento de Alemania y la
unificación de los estados de la Confederación de Berlín.
Personajes de la unificación alemana
Como en cualquier evento relevante en la historia, debemos comentar cuales
fueron los grandes protagonistas de la revolución alemana, siendo esto clave para
conocerla en profundidad. Por ello, entre los personajes históricos que intervinieron
en este proceso histórico se pueden mencionar los siguientes:
Guillermo I: Fue el primer emperador de Alemania y Rey de Prusia desde antes de la
unificación alemana. En un principio fue el rey de Prusia, pero el plan llevado por
sus diplomáticos logró la unificación de Alemania, nombrando a Guillermo, Kaiser
de esta nueva región, y convirtiéndolo por ello en una de las personas más
poderosas del mundo.
Otto von Bismarck: Es considerado como la persona más importante en todo el
proceso de unificación alemana, siendo la persona que comenzó el plan y para
muchos teniendo el papel de padre de Alemania. Su dureza, fortaleza y pasión para
lograr los objetivos le provocaron el apodo de Canciller de Hierro. Político y militar
conservador, fue el líder de Prusia en las tres guerras utilizadas para comenzar el
proceso de unificación.
Hermuth Von Moltke: Uno de los militares más importantes en la historia de
Alemania, siendo el principal general militar de Prusia durante las guerras que
conformaron la unificación. Hizo de la estrategia militar su principal estudio,
causando que fuera capaz de ganar numerosas batallas y conflictos con estrategias
nunca antes vistas.
Federico III de Alemania: Hijo de Guillermo I y firme defensor de la unificación
alemana, siendo el segundo emperador del poderoso Imperio Alemán. Se le
consideraba una persona pacífica, ya que aunque quería la unificación alemana, no
estaba de acuerdo con los planes bélicos de von Bismarck para lograrlo. Aún con
eso, tuvo importantes logros militares durante el proceso de unificación, siendo una
persona muy querida en Alemania.
Consecuencias de la unificación alemana
La unificación de los estados alemanes fue la causante del nacimiento de una de las
mayores potencias de la historia de la humanidad, provocando con ello una serie de
consecuencias que cambiaron el mundo europeo para siempre, siendo un mundo
totalmente nuevo aquel con Alemania. Por ello las principales consecuencias que
trajo la unificación alemana son las siguientes:
Los estados alemanes del sur deciden unirse a Prusia, ya que era uno de los dos
grandes estados que conformaban la Confederación Germánica, y durante los
conflictos de los años anteriores habían demostrado ser el estado alemán más
poderoso en todos los sentidos.
Se proclama el nacimiento del Imperio alemán el 18 de enero de 1871, teniendo
lugar el acto en el Palacio de Versalles, contando con un gran significado. Con ello
nace un nuevo estado propio, unificando regiones que durante siglos habían sido
casi independientes.
Guillermo I, que hasta ese momento había sido rey de Prusia, es nombrado káiser
de Alemania el mismo día en el que se funda el Imperio alemán. El cargo de káiser
era algo semejante al de emperador o rey, ocupando por ello un gran poder, y
legislando un nuevo sistema para que esta figura tuviera poder, pero aún así el
pueblo pudiera intervenir en el estado
Otto von Bismarck fue nombrado canciller del Imperio alemán, siendo considerada
la persona más importante en la unificación alemana. Desde el primer momento
todo el plan para la formación del nuevo estado alemán había sido su idea, por lo
que era lógica que fuera la persona más relevancia del nuevo imperio.
Los nuevos estados alemanes que formaron parte del Imperio experimentaron un
crecimiento económico y demográfico sin precedentes, siendo para muchos
historiadores algo semejante a lo que Reino Unido había logrado con la Revolución
Industrial. Por ello en poco tiempo Alemania se volvió uno de los estados más
poderosos del mundo.
El Imperio alemán comenzó un proceso colonizador, ya que consideraba que su
nuevo estatus como imperio debía ir unido a la conquista de nuevos territorios. La
entrada de Alemania en el mundo colonizador trajo problemas en sus relaciones con
otras naciones europeas, que consideraban que la aparición de un nuevo
competidor no era algo positivo para ellos.
Desde un primer momento, Alemania tuvo grandes pretensiones para convertirse
en una de las grandes naciones del mundo, causando una serie de enfrentamientos
que de una forma indirecta terminaron provocando las guerras mundiales.
Austria se convirtió en un estado propio, en gran medida porque sus constantes
tensiones con Prusia hicieron imposible la unificación de ambas regiones, aunque
contaran con características comunes suficientes como para poder hablar de una
unificación. Aun así, con el paso de los años formaron varias alianzas, demostrando
que aún contaban con afinidad.