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El Imperio Austriaco

1804-1867

Bandera del Imperio Austriaco

El Imperio austríaco (en alemán, Kaisertum Österreich) fue fundado


en 1804 como reacción a la creación del Primer Imperio francés de Napoleón
Bonaparte. El primer emperador de Austria fue Francisco I, que también
ostentaba el título de emperador Sacro-Romano con el nombre de Francisco II.
Más tarde abdicaría de este cuando el imperio fue abolido en la reorganización
napoleónica de Alemania en 1806. Para mantener su título imperial elevó
a Austria de la categoría de archiducado a la de imperio.

Escudo del Imperio Austriaco


Ubicación:

Extensión del imperio

Colonias de Austria a lo largo de la historia

Historia:
Creación del imperio:

Se llevaron a cabo cambios en la configuración de la naturaleza del Imperio


austríaco durante las conferencias en Rastatt (1797-1799) y Ratisbona (1801-
1803). El 24 de marzo de 1803, el retiro Imperial (en
alemán: Reichsdeputationshauptschluss) fue declarado, este redujo
considerablemente el número de territorios administrativos de 81 a 3 y de las
ciudades imperiales de 51 a 6. Esta medida estaba destinada a sustituir la vieja
constitución del Sacro Imperio Romano Germánico, pero la consecuencia real
del Retiro Imperial fue el fin del Sacro Imperio. Teniendo en cuenta un cambio
significativo, Francisco II creó el título de emperador de Austria, y sus
sucesores fueron abandonando el título de emperador del Sacro Imperio
Romano Germánico a partir del 1806.
La caída y disolución del Imperio se vio acelerada por la intervención francesa,
en septiembre de 1805. El 20 de octubre de 1805, un ejército austríaco
encabezado por el general Karl Mack von Leiberich fue derrotado por los
ejércitos franceses cerca de la ciudad de Ulm. La victoria francesa resultó en la
captura de veinte mil soldados de Austria y de muchos cañones. El ejército
de Napoleón obtuvo una nueva victoria en la batalla de Austerlitz, el 2 de
diciembre de 1805. A la luz de estos acontecimientos, Francisco se vio obligado
a negociar con los franceses del 4 de diciembre al 6 de diciembre de 1805.
Estas negociaciones concluyeron con un armisticio el 6 de diciembre de 1805.
Las victorias francesas alentaron a gobernantes de ciertos territorios imperiales
a hacer valer su independencia formal del Imperio. El 10 de diciembre de 1805,
el príncipe elector de Baviera, que era duque, se proclamó rey, seguido por el
duque-elector de Wurtemberg, el 11 de diciembre. Finalmente, el 12 de
diciembre, al margrave de Baden se le dio el título de Gran Duque. Además,
cada uno de estos nuevos países firmó un tratado con Francia y se convirtieron
en sus aliados. El Tratado de Presburgo entre Francia y Austria, firmado en
Presburgo (hoy Bratislava, Eslovaquia) el 26 de diciembre, amplió el territorio
de los aliados alemanes de Napoleón, a costa de la derrotada Austria.
El 12 de julio de 1806, se estableció la Confederación del Rin, que comprendía
16 países. Esta confederación, bajo la influencia francesa, puso fin al Sacro
Imperio Romano Germánico. El 6 de agosto de 1806, incluso Francisco tuvo
que reconocer el nuevo estado de cosas y proclamó la disolución del Sacro
Imperio Romano Germánico.
Cuando, el 11 de agosto de 1804, Francisco II asumió el título de primer
emperador de Austria, el imperio se extendía desde la actual Italia a la
actual Polonia y los Balcanes. La composición multinacional del Imperio se
ilustra por el hecho de que su población se componía de alemanes, checos,
polacos, rumanos, húngaros, italianos, ucranianos, croatas, eslovacos,
eslovenos, serbios y numerosas nacionalidades más pequeñas. El emperador de
Austria no solo gobernaba como tal, sino que también ostentaba el título de rey
de Hungría, Bohemia, Croacia, Eslavonia y Dalmacia, y comandaba el ejército
multinacional del Imperio, siendo su título Kaiserliche-Königliches Armée
(Ejército Real Imperial). El Imperio tenía una estructura centralista, aunque se
permitió cierto grado de autonomía a Hungría, que fue gobernado por su propia
dieta, y el Tirol.

Período Biedermaier (1815-1848):


Klemens von Metternich se convirtió en ministro de Asuntos Exteriores en 1809.
También ocupó el cargo de canciller del Estado a partir de 1821 hasta 1848,
tanto en el reinado de Francisco I y de su hijo Fernando I. Bajo el control de
Metternich, el Imperio austriaco entró en un período de censura y estado
policial entre los años 1815 y 1848, conocido como el Período
Biedermaier o Período Vormärz. Este último término hace referencia al período
anterior a la revolución de marzo de 1848. Metternich mantuvo una firme mano
en resistir las libertades constitucionales exigidas por los liberales. Se
gobernaba por la costumbre y decretos imperiales (Hofkanzleidekrete). Era
conocido por sus fuertes puntos de vista conservadores y el enfoque en la
política. Las políticas de Metternich estaban fuertemente en contra de la
revolución y el liberalismo. En su opinión, el liberalismo era una forma de
revolución legalizada. Metternich creía que la monarquía absoluta era el único
sistema adecuado de gobierno. Esta noción influyó en su antirrevolucionaria
política para asegurar la continuidad de la monarquía de los Habsburgo en
Europa.

La abdicación de Metternich

Bajo Metternich, revueltas nacionalistas en Austria, el norte de Italia y los


estados alemanes fueron aplastadas por la fuerza. En casa, siguió una política
similar para suprimir los ideales revolucionarios y liberales. Se emplearon
los Decretos de Karlsbad de 1819, en los cuales se aplica estricta censura en la
educación, la prensa y la expresión para reprimir conceptos revolucionarios y
liberales. Metternich también utiliza una red de espionaje de amplio alcance
para desalentar el malestar.

Caricatura satírica alusiva a los Decretos de Karlsbad

El ministro tuvo una amplia libertad en política exterior bajo el reinado de


Francisco I. Francisco murió en 1835. Esta fecha marca el declive de la
influencia de Metternich en el Imperio austriaco. El heredero de Francisco fue
su hijo Fernando I, pero este sufría de una enfermedad mental que le impedía
gobernar. La dirección del imperio austriaco se transfirió a un Consejo de
estado que lo compone Metternich, el hermano de Francisco I, el
archiduque Luis, y el conde Franz Anton Kolowrat, que más tarde se convirtió
en el primer ministro-presidente del Imperio austríaco. Las revoluciones de
1848 en el Imperio austriaco obligaron la renuncia de Metternich. Metternich es
recordado por su éxito en mantener el statu quo y la influencia de los
Habsburgo en los asuntos internacionales.
Los historiadores a menudo recuerdan la era Metternich como un período de
estancamiento: El Imperio austriaco no luchó guerras exteriores, ni tampoco se
sometió a ninguna reforma interna radical. Sin embargo, también se considera
como un período de crecimiento económico y de prosperidad en el Imperio
austriaco. La población de Austria se elevó a 37,5 millones en 1843. La
expansión urbana también se produjo y la población de Viena llegó a 400 000.
Durante la era de Metternich, el Imperio austriaco también mantuvo una
economía estable y alcanzó un presupuesto casi equilibrado, a pesar de tener
un déficit importante después de las guerras napoleónicas.

Francisco I de Austria

Entrevista entre el emperador Francisco II y Napoleón tras la batalla de


Austerlitz
Imperio austriaco en 1812, en plena guerras napoleónicas, cuando perdió
acceso al mar adriático.

Revoluciones de 1848:

Barricada en Viena

Linchamiento del ministro de guerra Theodor Franz

A partir de marzo de 1848 a noviembre de 1849, de forma simultánea al ciclo


revolucionario europeo, iniciado en Francia y conocido historiográficamente
como la revolución de 1848, el Imperio se vio amenazado por los movimientos
revolucionarios, la mayoría de los cuales eran de carácter nacionalista. Además
de eso, las corrientes liberales e incluso socialistas resistieron el
conservadurismo de larga data del imperio.
Además de su condición ideológica liberal, que cuestionaba frontalmente los
principios absolutistas del sistema político, la actividad revolucionaria tenía un
fuerte carácter nacionalista, lo que era especialmente grave para un Estado
multinacional, gobernado desde Viena pero compuesto por múltiples minorías
étnicas en proceso de definición como naciones (alemanes, húngaros, rumanos,
italianos, diferentes tipos de eslavos —polacos, checos, eslovacos, rutenos
(ucranianos), eslovenos, croatas, bosnios, serbios—, etc.), cada una de ellas
con distintas aspiraciones, incompatibles entre sí (autonomía, independencia o
incluso imposición hegemónica sobre otras).

Revolución en el Reino de Hungría:

Luis Kossuth

Capitulación del ejército húngaro en Világos.

A diferencia de las otras, la revolución en Hungría llegó a convertirse en una


guerra por la independencia húngara del Imperio austriaco. La Revolución
comenzó el 15 de marzo de 1848 con eventos poco violentos en Pest y Buda,
seguidos por insurrecciones a lo largo del reino, que permitieron a los
reformistas húngaros declarar la autonomía de Hungría dentro del Imperio
Habsburgo. No obstante, luego de que la revolución fuera sofocada y de
que Francisco José I sucediera en el trono a su tío Fernando I como emperador,
rehusó aceptar la independencia de Hungría. Durante la guerra civil
subsecuente, los magiares junto con los revolucionarios extranjeros tuvieron
que luchar contra el ejército austriaco, pero también contra los serbios,
rumanos, croatas, eslovacos y alemanes que habitaban territorios del Reino de
Hungría, quienes poseían sus propias ideologías nacionales y estaban en contra
de aceptar un dominio de los magiares.
Inicialmente, las fuerzas húngaras (Honvédség) consiguieron varias victorias
contra el ejército austriaco (en la batalla de Pákozd en septiembre de 1848 y en
la batalla de Isaszeg en abril de 1849), con lo cual Hungría declaró su total
independencia de Austria en 1849. Debido al triunfo de la resistencia hacia la
revolución, Francisco José I tuvo que pedir ayuda al zar de Rusia, Nicolás I, y
el ejército ruso invadió Hungría dando lugar a antagonismos entre las partes
húngaras y rusas. Después de que Viena fuera recuperada por las fuerzas
imperiales, el general Windisch-Graetz y 70 000 soldados fueron enviados a
Hungría para acabar con la última amenaza para el Imperio austriaco. Para
fines de diciembre, el gobierno húngaro evacuó Pest.
Julius Jacob von Haynau, el jefe del ejército austriaco que sucedió en el
gobierno de Hungría por pocos meses, ordenó la ejecución de los caudillos
húngaros del ejército en Arad y del primer ministro Batthyány en Pest. De esta
forma, sucedió el evento conocido como la ejecución de los 13 Mártires de
Arad el 6 de octubre de 1849.

Los años de Bach:

Alexander von Bach


Viena en 1855.

Después de la muerte de Félix de Schwarzenberg en 1852, el Ministro del


Interior Alexander von Bach dicta en gran medida la política en Austria y
Hungría. Bach centraliza la autoridad administrativa en el Imperio austriaco,
pero también recibe la aprobación de políticas reaccionarias que redujeron la
libertad de prensa y el abandono de los juicios públicos. Más tarde representó
la dirección absolutista (o Klerikalabsolutist), que culminó en el concordato del
mes de agosto de 1855 que dio a la Iglesia católica control sobre la educación y
la vida familiar. Este período en la historia del Imperio austriaco se conocería
como la era del neo-absolutismo o el absolutismo de Bach.
Durante este periodo las cárceles permanecen llenas de presos políticos: por
ejemplo durante su administración, el periodista y escritor nacionalista
checo Karel Havlíček Borovský fue expatriado por la fuerza (1851-1855) a
Brixen. Este exilio socavo la salud de Borovský y murió poco después. Este
asunto ganó a Bach una muy mala reputación entre los checos que
posteriormente llevó al fortalecimiento del movimiento nacional Checo.
Sin embargo sus puntos de vista ideológicos relajados (aparte de la de
preservar la monarquía) condujeron a un gran aumento en la década de 1850
de la libertad económica. Bajo su gobierno se suprimirán los derechos internos
de aduanas, y los campesinos se emanciparan de sus obligaciones feudales.
En el contexto internacional, Austria en su calidad de líder de la Confederación
Alemana, participó en la primera guerra de Schleswig (1848-1850). Los ducados
de Holstein, Sajonia-Lauenburg y Schleswig eran tres feudos principalmente
agrícolas, cuyo señor era el rey de Dinamarca, pero la mayoría de su población
era alemana. Así, los dos primeros formaban parte de la Confederación
Germánica, mientras que Schleswig, no. El 20 de enero de 1848, poco después
de su ascenso al trono, Federico VII publicó una nueva constitución para
Dinamarca que preveía la anexión de los tres ducados. Esto no dejó indiferente
al ministro de asuntos exteriores prusiano Armin-Suckow que presiona al rey de
Prusia a intervenir. El imperio austriaco, preocupado por el creciente papel de
Prusia en los asuntos de la Confederación Alemana, creyó que un éxito de
Prusia en Dinamarca habría sido capaz de aumentar aún más su influencia, lo
que llevó al imperio a sumarse a la guerra contra Dinamarca. Finalmente la
intervención de la grandes potencias concretamente Gran Bretaña y Rusia,
hacen que la guerra termine con una victoria para Dinamarca.
Karl Ferdinand von Buol, ministro de asuntos exteriores

Escena de la Campaña italiana 1859

En 1853 estalló la guerra de Crimea, el canciller de Austria, Conde Karl


Ferdinand von Buol pronto tuvo que hacer frente a la crisis de Oriente. En esta
crisis, la posición de Austria era tenue. La intervención de Rusia para reprimir
la revolución húngara de 1848, y su posterior intervención en nombre de
Austria contra Prusia en el tratado de Olmütz en 1850, puso a los austriacos
sustancialmente en deuda con el zar Nicolás I. Por otro lado, el control
permanente de Rusia de los principados del Danubio pondría en peligro en gran
medida la posición estratégica de Austria, y los austriacos estuvieron,
generalmente en oposición a cualquier expansión de la influencia rusa en los
Balcanes. Un ultimátum fue enviado a Rusia para exigir que evacue los
Principados. Los rusos estuvieron de acuerdo, y Austria ocupó los Principados
durante el resto de la guerra. A medida que el conflicto se prolongó en 1855,
Buol envió otro ultimátum a Rusia, esta vez exigiendo que se adhiera a los
términos franceses y británicos, o se enfrentara a una guerra con Austria. La
política de Buol en la guerra de Crimea había logrado mantener Austria fuera de
la guerra, pero la había aislado, enemistada con Rusia y sin poder impresionar
a Francia e Inglaterra.
Las consecuencias de esto fueron a hacerse evidente en 1859. Camillo Benso,
el primer ministro de Cerdeña-Piamonte, ansioso de incitar a los austriacos a
una guerra en la que sabía que tendría el apoyo de Francia, realiza una serie de
provocaciones contra la posición de Austria en Italia. El Piamonte procedió a
provocar a Viena con una serie de maniobras militares, lo que provocó con éxito
un ultimátum hacia Turín el 23 de abril. Su rechazo fue seguido por una
invasión de Austria, y se precipitó la guerra con Francia (segunda guerra
italiana de la Independencia 1859). Austria esperaba erróneamente apoyo y no
recibió ninguno, y el país no estaba preparado para la guerra. Tras una serie de
derrotas austriacas finalmente la paz se firmó en Zúrich entre el 10 y el 11 de
noviembre. Los Habsburgo cedieron la Lombardía a Francia, que, a su vez, la
cedió al Piamonte.

Después de 1859:

Abgeordnetenhaus 1861

Patente de febrero

Los acontecimientos internacionales debilitaron gravemente la posición del


emperador. En 1860, Francisco José y el Imperio austríaco fueron "amenazados
con una crisis de existencia". Las Políticas absolutistas del gobierno no eran
populares y estos contratiempos llevaron al malestar interno, el secesionismo
de Hungría, la crítica del gobierno de Austria y la alegación de corrupción. Se
intentó entonces una solución federalista para los problemas generados por las
minorías nacionales, el Diploma de Octubre de 1860, que confería el poder
legislativo a un Reichsrat y a una serie de Dietas regionales. Casi
inmediatamente después de la aprobación del Diploma, se hizo evidente que no
iba a durar mucho tiempo. Las finanzas del imperio continuaron fallando,
mostrando además las debilidades de la administración. A pesar de ello, los
historiadores han argumentado que el Diploma de octubre comenzó el período
"constitucional" del imperio. En consecuencia, el Diploma de octubre
(Oktoberdiplom) fue sustituido por la patente de febrero (Februarpatent), la
Constitución de 1861 creó un cuerpo legislativo bicameral, el Reichsrat, con la
Cámara de los Lores (Herrenhaus) y una Cámara de Diputados
(Abgeordnetenhaus). La cámara alta consistió en posiciones designadas y
hereditarias, mientras que la cámara baja, la Cámara de Diputados fue
designada por las dietas provinciales. Pero la mayoría de las nacionalidades de
la monarquía quedaron insatisfechas. El Reichsrat estaba dominado por los
liberales, que iban a ser la fuerza política dominante por las próximas dos
décadas.
La segunda guerra con Dinamarca en 1864, surgida como consecuencia de la
guerra anterior, terminó con la victoria de las fuerzas austro-prusianas. La
Convención de Gastein resolvió el control de los nuevos
territorios, Holstein queda bajo administración
austriaca, Schleswig y Lauenburg bajo la administración de Prusia; sin
embargo, esto hizo poco para aliviar la rivalidad entre Austria-Prusia sobre la
cuestión alemana.

Barcos austriacos en la batalla de Heligoland (guerra de los ducados)

Tropas austriacas durante la guerra de los ducados


El león prusiano circunda al elefante austriaco (en referencia al dualismo
alemán)

Pero las dificultades internas continuaron. Las dietas sustituyen al parlamento


en 17 provincias, los húngaros presionan por la autonomía, y Venecia se sentía
atraída por la Italia unificada.
Aunque Austria y Prusia estuvieron aliadas en la guerra de los Ducados,
ninguno de los dos países quedó satisfecho con los acuerdos. Prusia declaró
nula la convención de Gastein, invadiendo Holstein. Cuando la dieta alemana
respondió votando por una movilización parcial contra Prusia, Bismarck declaró
que la Confederación Alemana se había terminado. Austria declaró la guerra al
Reino de Prusia el 14 de junio de 1866, dando inicio a la guerra austro-
prusiana. Tres días más tarde Italia declaró la guerra a Austria dando comienzo
a la tercera guerra de la Independencia italiana, estando aliada con Prusia.
Aunque los austriacos infligieron graves derrotas a los italianos, ante los
prusianos se derrumbaron. Las tropas prusianas consiguieron derrotar
decisivamente al ejército austriaco el 3 de julio en la batalla de Sadowa. Tras
esta victoria, las tropas prusianas avanzaron hacia el sur y entraron
a Eslovaquia el 19 de julio, sin gran oposición y el 22 de julio se enfrentaron a
los austriacos en las cercanías de Presburgo, en la batalla de Lámacs,
obteniendo otra victoria. Ese mismo día Austria solicitó un armisticio a Prusia.
El 23 de agosto de 1866, con la Paz de Praga quedó disuelta la Confederación
Germánica. Prusia se anexó Hannover, Hesse-Kassel, Nassau y Fráncfort;
Austria cedió Holstein a Prusia, pagó indemnización de guerra y entregó
el Véneto al Reino de Italia. En Austria las consecuencias de la derrota fueron
una debilitación del Estado frente a los movimientos nacionalistas de los
distintos pueblos que formaban el Imperio, en especial de los húngaros que ya
habían protagonizado diversas revoluciones contra el centralismo de los
Habsburgo.
Creación de la Monarquía Dual:

Coronación de Francisco José I en Budapest

El acuerdo surgió tras una serie de derrotas austríacas: contra Cerdeña en 1859
y Prusia e Italia en 1866 (guerra austro-prusiana). Para fortalecer el debilitado
imperio y ante las exigencias húngaras que reclamaban una mayor participación
en los asuntos de Estado, Francisco José I tuvo una serie de reuniones con
miembros de la nobleza de este país que tendrían como resultado la creación
de un estado federal dual, donde Hungría sería un Reino que administraría el
territorio histórico de la Corona de San Esteban de forma autónoma. En la
práctica dos de las nacionalidades del estado, alemanes y magiares, se
repartían el poder, aliándose los unos con los polacos y los otros con los croatas
(a cambio de una amplia autonomía) para mantenerlo frente al resto. Los
eslavos, que al principio presentaron un frente común contra el acuerdo, pronto
se dividieron ante las concesiones de control de la Galicia y la rusofilia de los
checos y eslavos del sur, ajena a los polacos.
El acuerdo fue en la práctica un pacto entre los nacionalistas magiares y la
corona, aceptado por conveniencia por los alemanes y, en menor medida, por
polacos y croatas. Los magiares obtuvieron el poder de influir en la política de
la otra mitad del país y la ejercieron evitando, por ejemplo, una reforma
federal.
De este modo nacería la doble monarquía o K.u.K. (kaiserlich und königlich, en
alemán; Imperial y real, en castellano), conocido como el Imperio
austrohúngaro, que mantendría el peso político de Austria hasta su derrota en
la Primera Guerra Mundial en 1918.

Política del imperio:


Desde de su creación como consecuencias de las guerras napoleónicas y la
destrucción del antiguo imperio germánico, el imperio austriaco era
una monarquía absolutista opuesta radicalmente a las ideas de la revolución
francesa. El emperador Francisco, que era un convencido reaccionario, asentó
su poder sobre medidas de represión policíaca y censura, para conjurar la
amenaza del liberalismo. En esa tarea contó con la ayuda inestimable
de Metternich, con quien llegó a identificarse plenamente en los años finales del
reinado. Con el advenimiento del fin de las guerras napoleónicas y el inicio de
la Europa de la restauración, Austria y los demás estados europeos mantendrán
su firme actitud conservadora durante la grandes revoluciones liberales que
habrá en la Europa del siglo XIX. La revolución de 1848 hizo tambalearse al
imperio, con las ideas liberales y nacionales en confrontación contra el
absolutismo centralista del país, en medio de estas revueltas cae el canciller
Metternich, el cual se exilia y el emperador Fernando I de Austria no tardaría en
abdicar.
Tras esto el príncipe Schwarzenberg clausuró la Dieta Constituyente, instauró la
dictadura y convenció a Fernando para que abdicara (2 de diciembre de 1848)
en favor de Francisco José, que de este modo fue proclamado emperador a los
18 años de edad. Tras un período de reacción contrarrevolucionaria la
constitución absolutista fue abolida en 1851. Se impuso una burocracia
centralista y se cedió ante la Santa Sede la jurisdicción sobre las leyes civiles
(especialmente las matrimoniales) y educativas, que a partir de entonces
pasaron a estar controladas por la Iglesia católica. La insuficiencia de los
ingresos dio al traste con la política arancelaria, obligando al gobierno a subirlos
para poder mantener el equilibrio presupuestario, lo cual supuso la oposición de
los liberales. Durante el reinado de Francisco José se instaurara el Ausgleich o
compromiso de febrero de 1867, Austria y Hungría se convertían en dos
entidades con gobiernos y dietas propios, unidas bajo una misma monarquía.

Política exterior:
Guerras napoleónicas:

Declaración de la victoria después de la batalla de Leipzig, 1813

Entre los años 1804-1815 la política exterior de Austria fue determinada de


manera significativa por las guerras napoleónicas. Después de
que Prusia firmara un tratado de paz con Francia el 5 de abril de 1795, Austria
se vio obligada a llevar la carga principal de la guerra contra la República
Francesa durante casi diez años. Esta situación llevó a una distorsión de la
economía austriaca que contribuyó a que los austriacos vieran esta guerra de
una manera altamente impopular. En cuanto al estado de ánimo mencionado,
el emperador Francisco II se negó a participar en la siguiente guerra contra la
Francia napoleónica durante mucho tiempo. Por otra parte, Francisco II no
abandonó la posibilidad de vengarse de Francia y por lo tanto entró en un
acuerdo militar secreto con el Imperio ruso, en noviembre de 1804. Este
convenio fue para asegurar la cooperación mutua entre Austria y Rusia en el
caso de una nueva guerra contra Francia.
Una aparente falta de voluntad de Austria para unirse a la Tercera Coalición fue
superada por los subsidios británicos. Una derrota decisiva en la batalla de
Austerlitz puso fin a la presencia austriaca en la Tercera Coalición. Aunque el
presupuesto de Austria sufrió por los gastos de la guerra y su posición
internacional se debilitó considerablemente, el humillante Tratado de
Presburgo dio tiempo para fortalecer el ejército y la economía. Por otra parte,
un ambicioso archiduque Carlos, junto con Johann Philipp von Stadion, llevaron
a cabo una nueva guerra contra Francia.
El archiduque Carlos de Austria ejerció como jefe del Consejo de Guerra y
comandante en jefe del Ejército austriaco; dotado de las competencias
ampliadas, reformó el ejército austriaco en la preparación para otra
guerra. Johann Philipp von Stadion, el ministro de Relaciones Exteriores,
personalmente odiaba a Napoleón, debido a la experiencia personal de la
confiscación de sus posesiones en Francia. Además, la tercera esposa de
Francisco II, María Luisa de Austria-Este, estuvo de acuerdo con los esfuerzos
de iniciar una nueva guerra. La derrota del ejército francés en la batalla de
Bailén en España el 27 de julio de 1808 desencadenó la guerra. El 9 de abril de
1809, un ejército austriaco de 170 000 hombres atacó Baviera.
A pesar de las derrotas militares, especialmente de gran magnitud, como las de
las batallas de Marengo, Ulm, Austerlitz y Wagram, y por tanto la pérdida de
territorio a lo largo de la Revolución Francesa y las guerras napoleónicas
(el Tratado de Campo Formio en 1797, Presburgo en 1806, y de Schönbrunn en
1809), Austria desempeñó un papel decisivo en la derrota de Napoleón en las
campañas de 1813-1814.
En el último periodo de las guerras napoleónicas, Metternich gozó de gran
influencia sobre la política exterior en el Imperio austriaco, una cuestión
nominalmente decidida por el emperador. Metternich inicialmente apoyó una
alianza con Francia, la organización de la boda entre Napoleón y la hija de
Francisco II, María Luisa, pero para la campaña de 1812, se había dado cuenta
de la inevitabilidad de la caída de Napoleón y se llevó a Austria a la guerra
contra Francia. La influencia de Metternich en el Congreso de Viena fue notable,
aunque no se convirtió en un estadista de primera clase en Europa, sino el
virtual gobernante del Imperio hasta 1848, el año de las revoluciones, y el
surgimiento del liberalismo, que provocaron su caída política.
Unificación de Italia:

Batalla de Solferino

Tras el congreso de Viena, el Imperio austríaco se anexionó Lombardía y


el Véneto y además colocó a príncipes austríacos en el trono
de Parma, Módena y Toscana. El Reino de Piamonte deseaba expulsar a los
austríacos y unificar Italia bajo la casa de Saboya. A esto se suman las
revoluciones liberales que planeaban crear una Italia unida. En cualquier caso,
el proceso fue encauzado finalmente por la casa de Saboya, reinante en el
Piamonte (destacadamente por el primer ministro conde de Cavour), en
perjuicio de otras intervenciones «republicanas» de personajes notables
(Mazzini, Garibaldi) a lo largo de complicadas vicisitudes ligadas al equilibrio
europeo (intervenciones de Francia y el Imperio de Austria), que culminaron
con la incorporación del último reducto de los Estados Pontificios en 1870.
Después de una serie de guerras el Piamonte con ayuda francesa logra expulsar
a los austriacos del norte de Italia y completar la ansiada unidad. Sin embargo
todavía quedarían cosas pendientes, el nuevo Reino de Italia continuó la
reivindicación de territorios fronterizos, con el Imperio
austrohúngaro (Trieste/Istria/Dalmacia y el Trentino), que se solventaron
parcialmente en 1919 tras la Primera Guerra Mundial.

Unificación Alemana:

Batalla de Sadowa o de Königgrätz


Con la creación de la Confederación Germánica, Austria trató de mantener su
supremacía en los estados Alemanes. Al igual que en el caso de Italia en
Alemania crecía el movimiento nacionalista que abogaba por la unión de los
diferentes estados en una sola nación. La Revolución de 1848 lo demuestra.
Metternich consideraba que el nacionalismo alemán no solo podía repudiar el
dominio austríaco sobre la Confederación, sino también estimular el sentimiento
nacionalista dentro del mismo Imperio austriaco. En un Estado políglota
multinacional, en el que eslavos y magiares superaban en número a los
alemanes, la perspectiva de un creciente sentimiento nacionalista de checos,
eslovacos, húngaros, polacos, serbios y croatas, junto con el creciente
liberalismo entre la clase media, era ciertamente espeluznante.
Sin embargo el Reino de Prusia quería la unificación bajo su predominio, por lo
que después de la Guerra austro-prusiana, Austria es expulsada y se forma
la Kleindeutschland o pequeña Alemania.

Monarcas de Austria:

Emperadores de Austria

Imagen Nombre Reinado Notas

En 1804, para mantener su título


1804-
Francisco I imperial elevó a Austria de la categoría
1835
de archiducado a la de imperio.

Hijo del anterior, padeció de debilidad


1835-
Fernando I mental. Durante las revoluciones de
1848
1848 se le obligó a abdicar.

Sobrino del anterior. Durante su reinado


Francisco
1848- se formara la monarquía dual dando
José I de
1916 paso al Imperio austrohúngaro, del cual
Austria
será gobernante hasta 1916.
Territorios de Austria:

El Imperio austríaco, entre 1816 y 1867:

1. Reino de Bohemia,
2. Ducado de Bucovina,
3. Ducado de Carintia,
4. Ducado de Carniola,
5. Reino de Dalmacia,
6. Reino de Galitzia y Lodomeria,
7. Reino de Iliria,
8. Baja Austria (Archiducado de Austria),
9. Margraviato de Moravia,
10. Ducado de Salzburgo,
11. Ducado de Silesia,
12. Ducado de Estiria,
13. Condado del Tirol,
14. Alta Austria (Archiducado de Austria),
15. Estado de Vorarlberg,
16. Reino de Hungría,
17. Reino de Croacia y Eslavonia,
18. Transilvania,
19. Reino lombardo-véneto y
20. Marca de la Voivodina y del Banato.
Religión:
La religión predominante en el Imperio austriaco era el catolicismo. Los
Habsburgo, que habían gobernado desde finales del siglo XIII, apoyaron el
dominio de la Iglesia católica y las comunidades religiosas alternativas fueron
perseguidas, por lo tanto no pudieron desarrollarse durante siglos.
Cuando en el siglo XVI ocurrió la reforma protestante en el Sacro Imperio
Romano Germánico, los estados de los Habsburgo se mantuvieron fieles al
papado. El emperador Rodolfo II comenzó a partir de 1580, con
la Contrarreforma en los territorios austriacos. La contrarreforma se intensifico
durante el reinado del emperador Fernando II, la supresión del protestantismo
en sus territorios precipitó los eventos que llevaron a la guerra de los Treinta
Años. Tras el final de la guerra de treinta años Austria era predominantemente
católica.
Durante el siglo XVIII, la Ilustración y el absolutismo conducen a una
interferencia cada vez mayor por parte del estado en los asuntos de la iglesia.
Las primeras reformas respecto a la Iglesia católica se implantaron durante el
reinado de María Teresa, sin embargo sería durante el reinado de José II donde
se verían importantes reformas en el ámbito religioso. El josefinismo, fue una
teoría política introducida durante el reinado de José II. Conforme a esta visión,
la Iglesia únicamente tenía potestades sobre el campo dogmático-moral de sus
fieles; en consecuencia, los asuntos de carácter secular en territorio austríaco
(incluida la administración de la propia Iglesia con sus cuantiosos bienes y
rentas) debían quedar sujetos a las leyes y autoridades del Estado. También se
suprimieron las exenciones y dispensas otorgadas por el papa en territorio
austríaco, porque se consideraba que afectaban la soberanía del monarca. Este
sistema de gobierno se mostró muy tolerante con el resto de confesiones, lo
que se plasmó en sus patentes de tolerancia que permitieron a ortodoxos
griegos, protestantes (1781) y judíos (1782) hacer prácticas religiosas privadas,
con restricciones.
Como opositor de la Ilustración, Clemens Maria Hofbauer trabajó desde 1808
en Viena. Buscó una renovación religiosa y ejerció una gran influencia en
eruditos, artistas, poetas y diplomáticos, que reunió a su alrededor en el círculo
de Hofbauer. Ejerció una profunda influencia en la vida religiosa de la época,
como representante de la reacción religiosa romántica que se dio en el primer
tercio del siglo XIX, como respuesta al anticlericalismo anterior. Contribuyó a
que el josefinismo, movimiento político en el Imperio austríaco que quería
someter la Iglesia al poder político, no se impusiera definitivamente.
Desde 1848 ha hubo varias iniciativas legales para la libertad de creencia y
conciencia y el fin de la iglesia estatal. En 1849, el Ministerio del Interior
convocó por primera vez una Conferencia Episcopal de Austria y una Asamblea
de la Iglesia evangélica. El arzobispo vienés Joseph Othmar Ritter von Rauscher
jugó un papel decisivo en la conclusión de un concordato con la Santa Sede en
1855. Las iglesias protestantes recibieron total autonomía por la patente
protestante en 1861.
La ley del Estado Liberal de 1867 anuló parcialmente el Concordato.
Educación:

Después del colegio, oleó de Ferdinand Georg Waldmüller

Leo von Thun-Hohenstein, ministro de educación y culto entre 1849 y 1860

Antes de 1774, la educación en las tierras hereditarias de Austria estaba


reservada para las clases altas de la sociedad. Era sobre todo la tarea de la
iglesia, las escuelas monásticas eran las únicas instituciones educativas. Como
las tasas escolares generalmente debían pagarse en estas instituciones, los
siervos rurales en particular y los estratos urbanos más pobres de la población
siguieron sin educación y generalmente no podían leer ni escribir.
La emperatriz María Teresa de Austria (1740-1780) introdujo la educación
primaria obligatoria , obligando en 1775 a que todos los niños de ambos sexos
de entre seis y doce años tuvieran que asistir a la escuela. Además, se
unificaron los libros de texto y se reglamentó la formación docente. Aunque la
escolarización se volvió obligatoria tanto para niñas como para niños durante
un período de seis años, las niñas no podían asistir a escuelas profesionales o
secundarias. La tasa de alfabetización de Austria se convirtió en una de las más
altas en el Imperio de los Habsburgo durante el comienzo del siglo XIX debido al
desarrollo general.
El heredero al trono de María Teresa, José II , reformó la educación y, sobre
todo, construyó escuelas. Se introdujo un sistema escolar tripartito, basado en
la escuela primaria nacional.
En 1804 se fundó el imperio austriaco, durante el primer periodo no hubo
avances en materia educacional por parte del estado debido primero a las
guerras napoleónicas y después al periodo reaccionario de la era Metternich. En
el año revolucionario de 1848, se creó un ministerio separado para la educación
pública; el primer ministro de Educación por breve periodo de tiempo fue Franz
Freiherr von Sommaruga. El ministerio fue designado bajo el emperador
Francisco José I desde 1849 como el Ministerio de Culto y Enseñanza
(Ministerium für Cultus und Unterricht). Durante el periodo ministerial de Leo
von Thun y Hohenstein (1849-1860) se reformó el sistema educativo austríaco.
La base de esto fueron las propuestas de Franz Serafin Exner. Introdujo la
autonomía universitaria en Austria y reestructuró la Academia de Ciencias de
Viena. Su política educativa estuvo marcada por la tolerancia. Los científicos de
la denominación protestante o judía recibieron permiso de enseñanza en las
universidades y se nombró a reconocidos académicos extranjeros para el país.
El Instituto Teológico Protestante recibió el estatus de una facultad, y el
Instituto de Investigación Histórica de Austria se transformó en una institución
educativa moderna inspirada en la École nationale des chartes. Aunque Thun
también fue uno de los padres del Concordato de 1855. El periodo ministerial y
reformativo de Thun terminó en 1860. Desde 1868 en adelante, la educación
fue una competencia separada de las dos entidades del imperio (Cisleitania y
Transleitania), en Austria siguió administrada por el Ministerio de Educación y
Culto.

Fuerzas Armadas:
El ejército imperial (en alemán : Kaiserliche Armee ) era la rama de las fuerzas
armadas de la monarquía de los Habsburgo en los territorios de la corona de
Austria, surgido como consecuencia de las guerras napoleónicas.
Este organismo militar se vio reformado en el 1867 con la constitución de la
monarquía dual que llevó a una formal independencia del Reino de Hungría
bajo el gobierno del emperador Francisco José de Austria y para la formación
de un ejército nacional.

Armada:
La Armada del imperio austríaco (en alemán: Österreichische Marine) era la
rama naval de sus fuerzas armadas. Tuvo su origen en la flotilla del danubio del
siglo XVI y desde finales del siglo XVIII en la flota del mediterráneo. Con el
compromiso de 1867, la marina se reforma dando paso a la armada
austrohúngara o Marina de Guerra Imperial y Real.

Infantería 1859

Fragata SMS Novara en Venecia

Economía:

Fábrica textil de Liberec a mediados del siglo XIX

La economía del imperio austriaco se basa en el comercio que fluía a lo largo


del Danubio, en la floreciente agricultura de las llanuras húngaras, el valle del
Po y el valle del Danubio, y las principales industrias que se concentran en su
mayor parte en las grandes ciudades. La agricultura seguía siendo la principal
actividad de todo el Imperio, y fue la columna vertebral de la que dependía el
suministro del ejército. Las zonas agrícolas más grandes del estado de los
Habsburgo estaban en el valle del Danubio y la gran llanura húngara. En las
montañas y las colinas se practicaba la ganadería y el pastoreo, por parte de
los locales.
El tranvía de caballos en Linz, alrededor de 1840

En las zonas occidentales del imperio, los primeros signos de un crecimiento


económico moderno pueden ser identificados a partir de la segunda mitad del
siglo XVIII: en Austria y Bohemia hubo una fuerte industria textil con las labores
de trabajo en los domicilios (lino y lana, y desde 1763 embriones de la industria
del algodón); hubo asentamientos siderúrgicos y manufactureros y fábricas
para la producción de vidrio y papel. Los primeros intentos de mecanización, se
concentraron en el sector textil y en la industria siderúrgica, datan de entre
1830 y 1847.

Litografía que muestra un barco en el danubio en la ciudad de Novi Sad, 1821

El Danubio era y todavía es uno de los activos económicos más importantes de


Austria; el Imperio austriaco controlaba casi la totalidad, y esto hizo posible un
tráfico de comercio fluvial próspero. Desde el Danubio se hizo un comercio con
los principados alemanes, Suiza y los estados de los Balcanes, que luego fueron
fuertemente influenciados por el Imperio. Aunque en una escala más pequeña,
había un comercio floreciente que fluía a lo largo de las principales arterias del
Danubio. El conde István Széchenyi (con la ayuda de la compañía austriaca de
barcos Erste Donaudampfschiffahrtsgesellschaft (DDSG), compañía naviera
fundada en 1829 por el gobierno austríaco para el transporte de pasajeros y
carga en el Danubio), estableció en Hungría el astillero Óbuda en la isla
Hajógyári en 1835, que fue la primera compañía de construcción naval a vapor
en el imperio de los Habsburgo.
La industrialización del Imperio de los Habsburgo se puede describir como un
proceso "laborioso": la presencia de numerosos obstáculos naturales e
institucionales que requerían un esfuerzo adicional, ralentizó el tiempo de
desarrollo. Hasta la construcción de la red ferroviaria (1840-1850), el transporte
terrestre, dada la naturaleza del país predominantemente montañoso, era caro
y las redes fluviales eran inexistentes en las regiones montañosas. La red de
canales se reducen al curso del Danubio y otros ríos principales (Drava, el
Tisza...) que conducen hacia el sur y el este, en dirección opuesta a los
mercados y centros industriales.

Estación de trenes del oeste de Viena (Wiener Westbahnhof) en 1860

Ferrocarril de la línea sur (Südbahn) cerca de Baden, 1847

Donde el Estado tuvo más éxito fue en la construcción de la red ferroviaria


(144 km en 1850, 6112 en 1870 y 42981 en 1913): esto además de generar un
considerable influjo, favoreció la división geográfica del trabajo dentro del
Imperio. En 1810 se abrió un ferrocarril tirado por caballos (22 km) en Estiria
para el transporte de hierro. En 1832 se abrió una vía férrea, también de
caballos, entre Linz y Ceske Budejovice (Budweis), con una longitud de 128,8
kilómetros, fue el primer ferrocarril interurbano en Europa.12 La primera sección
de la vía férrea entre Viena y Cracovia (Kaiser Ferdinands Wien) se abrió en
1837. En 1854 Austria disponía ya de 2000 km de vías férreas de las que un
70 % eran propiedad del Estado. Después de 1854, debido a la crisis financiera
del Imperio, la parte austriaca de los ferrocarriles fueron vendidos a precios de
ganga, especialmente a inversores franceses. Desde 1854 hasta 1879 la
iniciativa privada se ocupó de la construcción de nuevas vías.
Las fábricas de locomotoras (máquinas de vapor y vagones, puentes y
estructuras de hierro) se instalaron en Viena (fábrica de locomotoras de la
compañía ferroviaria estatal, fundada en 1839), en Wiener Neustadt (Wiener
Neustädter Lokomotivfabrik, fundada en 1841) y en Floridsdorf
(Lokomotivfabrik Floridsdorf, fundada en 1869).
Situación en Hungría:
Hasta la revolución de 1848 los únicos propietarios de la tierra eran los nobles.
La reforma agraria de 1852-1853 por parte de la corona trató de crear una
nueva clase social de campesinos propietarios en la que apoyarse frente a la
nobleza magiar. La reforma fue, sin embargo, un fracaso. Las nuevas
posesiones eran, en general, demasiado pequeñas para sustentar
al campesinado que, sin experiencia en el mercado, sin crédito accesible y
debido a la depresión agrícola de finales del siglo XIX se vio abocada a vender
sus propiedades a los terratenientes y volver a una situación de dependencia
muy similar a la anterior a la reforma. Sin embargo, la emancipación de los
campesinos fomentó la mecanización del campo, aunque la falta de financiación
dificultó está fuera de las haciendas de los terratenientes. Los métodos
agrícolas de los labradores continuaron siendo bastante primitivos, aunque se
produjeron ciertos avances técnicos en los medios de producción.
La agricultura húngara del periodo inmediatamente anterior al Compromiso se
benefició de la extensión de las comunicaciones ferroviarias que conectaban ya
la capital imperial a través de Pest con el oriente húngaro, la región cerealista
de Szeged y la ganadera de Debrecen. La prosperidad del campo y el aumento
de los precios agrícolas, que había comenzado a mediados de la década de
1830, continuaron hasta mediados de la de 1870.

Una granja en la gran llanura húngara, durante el siglo XIX, por Géza Mészöly.

El desarrollo del ferrocarril fomentó el aumento de la producción de carbón y


hierro; el ferrocarril concentró además gran parte de la producción de
maquinaria. El desarrollo industrial entre 1848 y 1867 había sido lento. La
primera línea ferroviaria húngara de locomotoras de vapor se abrió el 15 de
julio de 1846 entre Pest y Vác. La eliminación de las fronteras internas en 1850
favoreció, no obstante, la aceleración del proceso, tanto por el desarrollo
agrícola como por el de las comunicaciones (las líneas férreas crecieron de 178
km en 1850 a 2200 en 1867).
La extensión de los ferrocarriles animó el aumento de la producción de carbón.
La producción de hierro creció también en parte por la expansión de los
ferrocarriles, pero también por la industrialización de Cisleitania. En 1860
Hungría producía 480 000 toneladas de carbón y, en 1865, 100 000 t de hierro.
La evolución del aumento de la producción de hierro fue igual a la del carbón,
con un crecimiento sostenido que solo se frenó en la crisis de la década de
1873.
Pese al notable crecimiento de la industria húngara durante el periodo del
Compromiso, la región siguió siendo principalmente agrícola. La industria
dependía grandemente del crédito austriaco. La agricultura aportaba el 80 %
del producto interior bruto en 1850 y aún el 64 % en 1911-1913; la industria
por su parte, aumentó del 12 % al 25,9 % en el mismo periodo.

Comercio marítimo:

La bandera mercante amarilla con franjas negras, fue establecida oficialmente


en 1749 para los barcos austriacos. En 1786 fue reemplazada por la bandera
roja, blanca y roja.

Arsenal de la compañía naviera Österreichischer Lloyd en 1853.

Originalmente, la República de Venecia dominaba el comercio marítimo en el


Adriático y el Mediterráneo. A pesar de esta circunstancia, a mediados del
siglo XV también se establecieron compañías navieras en el puerto austriaco de
Trieste. En el Küstenland o litoral austríaco, en la época de los Habsburgo, se
desarrolló un negocio de transporte costero debido a la falta de carreteras y
líneas ferroviarias eficientes, que transportaban diversos bienes y productos
alimenticios entre las ciudades portuarias.
Un edicto del emperador Carlos VI proclamado el 2 de junio de 1717, amenazó
con castigar cualquier hostigamiento infligido en las naves de sus súbditos.
Venecia aceptó, y esto trajo para la navegación del Adriático el tráfico comercial
libre. En otra patente fechada el 18 de marzo de 1719, Carlos VI declaró los
Puertos de Trieste y Fiume (ahora Rijeka en croata) como puertos libres.
En 1749 se introdujo la obligación de llevar documentos de embarque. Una
introducción importante fue el "Edicto de navegación" de 1774. Contenía una
lista precisa de los derechos y obligaciones de los capitanes de puerto, los
barqueros y la tripulación.
En 1832, se fundó en Trieste la compañía naviera Österreichischer Lloyd, la que
sería la mayor empresa carguera en Austria-Hungría y el mar Mediterráneo. En
1836, se lanzó la sección de buques de vapor. El emperador Fernando I y la
emperatriz María Ana visitaron Trieste en 1844 y realizaron un viaje en esta
ocasión con el vapor más nuevo de Lloyd, el "Imperator".
Para la marina mercante en general y para la ciudad de Trieste en particular, la
colocación de la primera piedra para la Südbahnhof (estación de ferrocarril de
la línea sur) el 18 de marzo de 1850 por el emperador Francisco José I fue
importante para la línea ferroviaria, que desde el 12 de julio de 1857 en
adelante, el tren podía viajar continuamente desde Viena a Trieste.
La suprema autoridad marítima comercial era el k.u.k Ministerio de Comercio.
Por el compromiso entre Austria y Hungría 1867/1868 también se dividió la
zona costera y, por lo tanto, la administración. Trieste quedó bajo
administración austriaca y Fiume bajo administración húngara.

Comunicaciones:

Telégrafos:
En 1847, la primera conexión telegráfica (Viena - Brno - Praga) comenzó a
funcionar. La primera estación de telégrafos en territorio húngaro se abrió en
diciembre de 1847 en Bratislava (en alemán Pressburg, en húngaro Pozsony).
En 1848, durante la Revolución Húngara, se construyó otro centro de telégrafos
en Buda para conectar los centros gubernamentales más importantes. La
primera conexión telegráfica entre Viena y Pest-Buda (más tarde Budapest) se
construyó en 1850, y la línea Viena-Zagreb (capital del Reino de Croacia)
también en 1850.

Moneda:
El gulden o florín era la moneda del Imperio austriaco entre 1754 y 1892. El
nombre gulden fue impreso en los billetes de banco de Austria en alemán,
mientras que las monedas fueron acuñadas utilizando el término florin. El
nombre de florín se utilizó en monedas y billetes de banco en húngaro.
Billetes:

Gulden Austriaco de 1806 Gulden Austriaco de 1854

Gulden Austriaco de 1825 Gulden Austriaco de 1863

Monedas:

Gulden Austriaco de 1834

Moneda de 1807

Gulden Austriaco de 1841

Moneda de 1816

Gulden Austriaco de 1847

Moneda de 1842
Moneda de 1864

Moneda de 1859

Moneda de 1866

Moneda de 1860

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