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Antes de la unificación, el territorio alemán fue fragmentando en 39 Estados que formaron la

Confederación Alemana. La Confederación fue gobernada por una Asamblea con representantes
de todos los Estados. Sin embargo, fueron los representantes de los mayores Estados – Prusia y
Austria – quienes tenían mayor poder y poder decisorio. También hubo un conflicto de intereses
entre Austria y Prusia. Mientras que Austria fue contraria a la unificación alemana, Prusia fue
favorable porque quería aumentar su poder sobre el territorio y ampliar el desarrollo industrial.

El Zollverein En 1834, Prusia lideró la creación del Zollverein (Unión aduanera de los Estados
Germánicos) con el fin de facilitar el comercio entre los Estados y fomentar el desarrollo industrial.
La mayoría de los Estados entraron en esta unión, pero Austria optaría por quedarse fuera. La
creación de esta unión hizo acrecentar el poder de Prusia y la disminución por parte de Austria en
la Confederación.

El Canciller de Hierro, Otto von Bismarck En el año 1862, el rey prusiano Guillermo I eligió para ser
el primer ministro de Prusia, al político y diplomático Otto von Bismarck, apodado el Canciller de
Hierro. La idea de Guillermo I era unificar los Estados alemanes, un proceso que sería organizado
por el líder político. Sin embargo, Bismarck creía que para eso sería necesario el camino militar.
Para lograr su objetivo, Bismarck pasó a aumentar el poder bélico de Prusia, ampliando el número
de militares e invirtiendo en la producción de armamentos.

La Guerra de los Ducados Fue el primer paso para la unificación germánica colocada en práctica
por Bismarck. En 1864, con el apoyo austriaco, Prusia conquistó los ducados de Holstein y
Schleswiq, que eran habitados por germánicos, aunque estaban en posesión de Dinamarca.

La guerra contra Austria Después de la Guerra de los Ducados, Austria se había quedado con el
ducado de Holstein. Bismarck estaba descontenta con la administración austríaca en el condado y
declaró la guerra a Austria en el año 1866. Prusia derrotó a Austria en la guerra y pasó a dominar a
los Estados del norte de la Confederación.

La guerra franco-prusiana y la unificación Para completar el objetivo de unificar los Estados


Germánicos, Prusia tuvo que conquistar los Estados del sur. Sin embargo, el emperador de Francia,
Napoleón III, se opuso a la idea de Bismark. Después de un problema de sucesión en el trono de
España, un pariente del rey de Prusia tendría derecho a ocupar el cargo. Napoleón III, temiendo el
surgimiento del poder prusiano en la Península Ibérica, se opuso y declaró la guerra a Prusia en
1870. Con un ejército formado por militares prusianos y germánicos, Prusia condujo la invasión y
conquista de Francia. Guillermo I fue proclamado emperador de Alemania en 1871, completando
el proceso de unificación de Alemania. En 1871 fue firmado el Tratado de Frankfurt entre Francia y
Alemania. Como vencidos, los franceses tuvieron que pagar una elevada indemnización de guerra
y ceder a Alemania los territorios de Lorena y Alsacia.

Consecuencias de la unificación alemana Creación del II Reich en Alemania (Imperio alemán). El


desarrollo económico y militar de Alemania. Crecimiento de poder geopolítico de Alemania en
Europa. Entrada de Alemania en la disputa por el territorio en el proceso de neocolonización de
África y Asia, aumentando la competencia por territorios con el Reino Unido a finales del siglo XIX.
Este hecho aumentó las tensiones entre Alemania y el Reino Unido, uno de los factores
desencadenantes de la Primera Guerra Mundial. Formación de la Triple Alianza en 1882, bloque
político-militar compuesto por Austria, Italia y Alemania.

Fuente original: Escuelapedia.com

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