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SEÑOR PRESIDENTE Y VOCAL DE LA SALA SOCIAL Y ADMINISTRATIVA,

CONTENCIOSA Y CONTENCIOSO – ADMINISTRATIVA SEGUNDA DEL


TRIBUNAL DEPARTAMENTAL DE JUSTICIA
Recurso de casación.
IANUS: 201526913.
OTROSÍ. -
LUIS FERNANDO BORIS FLORES ORELLANA, en representación de ALBERTO
OSCAR BARRIOS DE LOS RÍOS, personero legal de la Empresa INESCO
INGENIERÍA Y CONSTRUCCIÓN S.A. (INESCO S.A.), dentro el proceso social
seguido por EMILIO SALAZAR FERNANDEZ, ante Ud., con el debido respeto,
digo:
Habiendo sido notificado con el Auto de Vista No. 065/2022, de 21 de
noviembre de 2022, que corre de fs. 184 a fs. 194 del expediente, en tiempo hábil y
facultado por las disposiciones contenidas en los Arts. 210 del Código Procesal del
Trabajo, 270 y siguientes del Código Procesal Civil, aplicables al caso de autos por
permisión expresa del Art. 252 del citado Código Adjetivo Laboral, a nombre la
entidad que represento, tengo a bien formular RECURSO DE CASACION EN EL
FONDO contra el referido Auto de Vista No. 065/2022, solicitando a la Excma. Sala
Social y Administrativa de Turno del Tribunal Supremo de Justicia repare los
flagrantes y ostensibles errores en que ha incurrido el Tribunal ad – quem al
confirmar la sentencia con argumentos equivocados y así conceder injustamente
derechos y beneficios sociales que no corresponden, para que luego, compulsando
detenidamente los fundamentos contenidos en el presente Recurso y los
argumentos de puro derecho a exponerse, con equidad, legalidad e imparcialidad,
CASE dicho Auto de Vista y deliberando en el fondo REVOQUE EL AUTO DE
VISTA ASÍ COMO LA SENTENCIA y, ante la evidencia documental
correctamente analizada, disponga:
 No haber lugar al pago del desahucio al no haber existido un despido, ya
que se suscribió un contrato condicional, cuya condición de finalización se
verificó.
 Declarar probada la excepción perentoria de pago.
 Improbada la demanda en los demás conceptos por todos los argumentos
señalados y la prueba cursante en obrados.
Para tal efecto, paso a explanar lo que sigue:
I. PERSONERÍA

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El Testimonio de Poder No. 145/2016, cursante de fs. 75 a 76 del expediente,
acredita que el representante legal de la entidad demandada me ha conferido
amplias facultades para asumir su representación en esta causa, así como para la
interposición del presente Recurso.
En tal virtud, tomando en cuenta que el Recurso de Casación constituye una
nueva demanda de puro derecho me permito acreditar mi personería y suficiente
capacidad de representación con el referido Instrumento Público, solicitando a los
Dignísimos Miembros de la Sala Social y Administrativa de Turno del Tribunal
Supremo de Justicia se sirvan aceptar dicha personería.
II. ADMISIBILIDAD DEL RECURSO DE CASACIÓN Y
COMPETENCIA DE LA SALA SOCIAL Y ADMINISTRATIVA DEL
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
El parágrafo I. del Art. 270 del Código Procesal Civil, concordante con el Art.
210 del Código Procesal del Trabajo, textualmente determina:
“I. El Recurso de Casación procede para impugnar Autos de Vista
dictados en procesos ordinarios y en los casos expresamente
señalados por ley”.
Por otra parte, entre las Atribuciones de las Salas Especializadas del Tribunal
Supremo de Justicia, de conformidad con el numeral 1) del Art. 42 de la Ley No. 025
de 24 de junio de 2012 se halla la de:
“1. Actuar como Tribunal de Casación y conocer recursos de
nulidad, en los casos expresamente señalados por ley”.
Los articulados transcritos precedentemente acreditan la admisibilidad del
presente Recurso de Casación, así como la Competencia de la Sala Social y
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia para conocer del mismo.
III. PROCEDENCIA Y CAUSALES DEL RECURSO DE CASACIÓN
EN EL FONDO
El parágrafo I. del Art. 271 del mencionado Código Adjetivo Civil,
taxativamente estipula:
“I. El Recurso de Casación se funda en la existencia de una
violación, interpretación errónea o aplicación indebida de la ley,
sea en la forma o en el fondo. Procederá también cuando en la
apreciación de las pruebas se hubiere incurrido en error de
derecho o error de hecho. Este último deberá evidenciarse por
documentos o actos auténticos que demuestren la equivocación

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manifiesta de la Autoridad Judicial.”
En estricta sujeción a las disposiciones transcritas y en observancia de lo
reglado por los Arts. 274 y 276 del repetido Código Procesal Civil, paso a cumplir
fielmente la adecuada técnica jurídica que exige este Recurso, por lo que me
permito detallar con claridad y precisión la manera en la que el Tribunal de Alzada
ha incurrido en error de derecho y en error de hecho en la apreciación y valoración
de la prueba, errores que han acarreado consigo la violación de la ley y la aplicación
indebida de las disposiciones legales que identificaré en el acápite pertinente con la
debida explicación de la forma cómo se han operado estas causales de casación en
el caso concreto que nos ocupa.
IV. DE LOS ERRORES DE DERECHO
Con referencia al ERROR DE DERECHO, el máximo Tribunal de Justicia
nos ha enseñado en uniforme jurisprudencia que el error de derecho radica en
atribuir a una prueba un valor diverso al que la ley le da o HABERSE
DESCONOCIDO EL QUE ÉSTA LE ASIGNA.
De esta forma, me permito acusar que el Tribunal de Alzada, al igual que el
juez de primera instancia, han incurrido en error de derecho, pues no le han
reconocido el total valor probatorio que la ley le otorga a la confesión judicial
provocada absuelta en rebeldía del demandante (fs. 149), el cual por auto de 20 de
enero de 2020, fs. 148, se dispuso que sea tomado en cuenta a tiempo de dictarse
resolución, hecho que no aconteció.
A su vez, el Tribunal de Alzada, sobre el punto, señaló que no se identificó
cuáles eran los puntos de la confesión que debieron ser tomados en cuenta,
ignorando que la labor del juzgador debe ser integral, más aun si se trata de
valoración de prueba, y que no puede tratarse de una actividad pasiva sino activa en
virtud al principio inquisidor.
El interrogatorio de dicha confesión judicial provocada absuelta en rebeldía
corre a fs. 149 del expediente y en sus preguntas 2, 3, 4, 5 se refieren
específicamente al tipo de contrato que se suscribió con el demandante (contrato
temporal sujeto a condición extintiva); la pregunta 6 habla del pago del finiquito en la
cuenta Fondos en Custodia y la pregunta 7 hace referencia al memorándum de fs.
137 que se le cursó inherente a la conclusión de su contrato y no a un despido.
Todos estos aspectos no fueron analizados por los de instancia.
Al respecto, es mi deber señalar que la segunda parte del Art. 166 del Código
Procesal del Trabajo, que resulta de cumplimiento obligatorio al ser del orden

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público por mandato expreso del Art. 48.I de la Constitución Política del Estado,
imperativamente determina que:
“Si el emplazado no comparece ante el Juez, éste en rebeldía,
dará por averiguados los puntos propuestos en el interrogatorio”.
De la revisión prolija de los actuados de este proceso, sus Dignidades podrán
advertir que de acuerdo al Acta de fs. 146 del expediente se demuestra que el
demandante no compareció a la audiencia de confesión judicial provocada a la que
fue deferido. Por esta razón, a mérito de la solicitud expresa de esta parte, el juez de
primera instancia, mediante auto de fecha 20 de enero de 2020, saliente a fs. 148
de obrados, determinó la apertura del sobre que contenía el interrogatorio para el
adverso indicando que el mismo debía considerarse en sentencia, lo cual no ha
acontecido.
Así, lamentablemente, de manera por demás extraña, ni la sentencia ni el
Auto de Vista han compulsado detenidamente esta circunstancia haciendo caso
omiso de la norma, es decir, la incomparecencia del actor a la confesión judicial
provocada a la que fue deferido, siendo que, en estricto cumplimiento de lo reglado
por la disposición legal transcrita precedentemente, los juzgadores de primera y de
segunda instancia debieron dar por averiguados todos los puntos consignados en el
interrogatorio de fs. 149, ello de conformidad al mandato imperativo del citado Art.
166 del Código Procesal del Trabajo y, de esa forma, dictar resolución apegados a
la ley.
Dicha omisión no solamente constituye incumplimiento de deberes e
injusticia, sino lo que es peor aún, implica que los de instancia han quebrantado las
reglas del Debido Proceso, por cuanto sin razón ni fundamento legal alguno no se
ha considerado el pleno y total valor probatorio de este medio que constituye la
“reina de las pruebas”.
Observen sus Probidades que de una simple revisión de la nota de “pasado a
despacho” de fs. 151, se advierte con claridad meridiana que el expediente de esta
causa fue puesto a disposición del juez de primera instancia en fecha 30 de julio de
2020, a horas 11:45, habiendo dictado la resolución que impugno el mismo día, es
decir, el 30 de julio de 2020. Entonces, siendo que en ese momento las labores
judiciales se venían desarrollando hasta horas 14:30 en el Distrito Judicial del
Cercado de Cochabamba, no es necesario mayor caletre para darse cuenta que el
juez a – quo evacuó dicha resolución en algo más de 2 horas, razón por la que
estimo que la misma es sesgada y superficial por cuanto si se hubiera dado más

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tiempo el operador de justicia para analizar el reiterado expediente se hubiera
percatado de error que acuso.
Ahora bien, el Auto de Vista ha sido dictado con la misma ligereza, ya que
tampoco se ha cumplido el mandato obligatorio del Art. 166 del Código Procesal del
Trabajo, cuando lo correcto hubiera sido que se reconozca el total valor probatorio a
la confesión judicial provocada absuelta en rebeldía del actor, cuyos puntos
debieron darse por ciertos en sentencia y en el Auto de Vista, los cuales se hallan
plenamente respaldados con la prueba documental que tampoco ha sido
compulsada adecuadamente a la luz de la normativa violada y aplicada
indebidamente, lo cual merecerá un acápite específico más adelante.
Asimismo, debo acusar que los de instancia también han incurrido en error
de derecho en la valoración de las literales de fs. 137 a 140 del expediente,
restándole el total valor probatorio que le otorgan los Arts. 159 y 161 del Código
Procesal del Trabajo, siendo así que dichos documentos demuestran con claridad
meridiana que:
 El contrato de fs. 25 a fs. 29 del expediente, que se halla debidamente
visado, el cual demuestra que el adverso fue contratado de manera temporal
hasta que concluyan los trabajos específicos que motivaron sus labores, por
lo que se constata que no hubo un despido sino una conclusión de la fase
BO0540205 dentro de la Obra Principal.
 El memorándum de fs. 137, que no fue observado ni rechazado por el actor
y que evidencia a todas luces que no se despidió al demandante, sino que
concluyeron los trabajos para los que fue contratado, consiguientemente, no
corresponde el pago del desahucio.
 El importe del finiquito del actor fue depositado oportunamente en la cuenta
Fondos en Custodia del Ministerio según se desprende de las literales de fs.
138, 139 y 140 de obrados, extremo que no ha sido considerado ni en la
sentencia ni en el Auto de Vista, desconociendo esta última resolución que la
cuenta Fondos en Custodia es una sola a nivel nacional y que, por lo tanto,
correspondía tomarse en cuenta dicho pago realizado en plazo y declarar de
esta forma PROBADA la excepción de pago, situación que no ha ocurrido.
Al respecto, cabe destacar que el interrogatorio de fs. 149, consigna un
hecho de vital relevancia que los de instancia no consideraron ni por asomo, cual es:
la existencia de un contrato de trabajo condicional, es decir, convenido hasta que el
trabajador concluya la fase BO0540205, aspecto que denota a todas luces que no

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se suscitó una ruptura unilateral del contrato de trabajo, sino que la extinción del
mismo se verificó a mérito de la conclusión de la fase señalada precedentemente,
por lo que no se generado un despido y, por lo tanto, no corresponde la otorgación
de desahucio.
Si los juzgadores de instancia se hubieran tomado el trabajo de analizar tanto
el contrato como el memorándum, se hubieran percatado de que el contrato
cursante a fs. 25 a 29 del expediente, constituye uno sujeto a conclusión de la fase
BO0540205 dentro de la Obra Principal, según se desprende inobjetablemente de la
lectura minuciosa de la Cláusula Tercera del mismo, es decir, que dicho contrato se
halla dentro de las previsiones del Art. 1° del D.L. 16187 de 16 de febrero de 1979
(contrato condicional). Cabe destacar que este contrato se encuentra visado por la
Jefatura Departamental de Trabajo, por lo cual reviste total valor legal y eficacia
jurídica al sentir de lo reglado por el Art. 14 del Decreto Reglamentario de la Ley
General del Trabajo, extremo que tampoco fue apreciado ni por el juez a – quo ni
por el Tribunal ad – quem.
Ahora bien, de la lectura de la sentencia y del Auto de Vista recurrido se tiene
que se ha otorgado el pago del desahucio, según ellos porque la Obra principal no
había acabado y he ahí que radica su errado criterio, ya que el contrato de fs. 25 a
29 no fue pactado a conclusión de la Obra Principal, sino a conclusión de la
reiterada FASE BO05400205, la cual ciertamente se verificó y fue la razón de la
conclusión del vínculo obrero - patronal, extremo plenamente demostrado con el
memorándum de fs. 137 que no fue al parecer ni siquiera hojeado por los de
instancia, quienes han concedido un concepto que no corresponde al no apreciar
que el contrato suscrito tiene una condición extintiva, la cual ciertamente se cumplió,
aspecto que condice totalmente con los puntos 3, 4, y 5 del interrogatorio de fs. 149,
que corroboran el contrato de fs. 25 a 29, documentos que han sido pasados por
alto sin pena ni gloria.
Señorías, los contratos condicionales, como su nombre lo indica, son
aquéllos sujetos a condición, mismos que están admitidos dentro de la normativa
laboral de nuestro país, no siendo contratos con tiempo determinado, por cuanto su
finalización está supeditada a la concurrencia de la condición que se haya
consignado en el contrato como causa de conclusión, es decir, que no producen el
pago del desahucio, ya que el Art. 13 de la Ley General del Trabajo supedita la
procedencia de dicho beneficio social a aquéllos casos en los que la terminación del
contrato se deba a la voluntad unilateral del empleador, que no es el caso concreto

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que nos ocupa.
He ahí que radican los errores de derecho que impetro sean reparados en el
Auto Supremo a dictarse.
V. DE LOS ERRORES DE HECHO SUSCITADOS
Con relación al error de hecho en la apreciación de la prueba como Causal
de Casación, la Sala Social y Administrativa Primera de la entonces Corte Suprema
de Justicia, en el Auto Supremo No. 228 de 5 de mayo del 2008, ha explicado
magistralmente ese concepto señalando que el juzgador o Tribunal incurre en error
de hecho en la apreciación de las pruebas cuando “…luego de su consideración,
hubiere obtenido conclusiones diferentes a las que ellas demuestran, en el
marco de la lógica y la experiencia, es decir, sobre su contenido mismo”.
De esta forma, me permito manifestar que toda la prueba que ha sido
violentada por el error de derecho explicitado en el punto que antecede, también
ha sido objeto de error de hecho, ya que los de instancia han arribado a
conclusiones diferentes a las que ellas demuestran en el marco de la lógica y de
la experiencia, es decir sobre su contenido mismo. De esta forma hago presente
que el error manifiesto se demuestra de manera inequívoca en los siguientes
documentos auténticos: contrato de fs. 25 a 29, memorándum de conclusión de
contrato por condición extintiva de fs. 137, boleta de depósito de fondos en
custodia de fs. 138, confesión judicial provocada absuelta en rebeldía de fs. 149,
que no fue tomada en cuenta ni en sentencia ni en el Auto de Vista.
Así, debo manifestar que los de instancia han desconocido totalmente el
tipo de contrato que motivó la relación laboral con el adverso, un contrato
temporal de tipo condicional sujeto a una condición extintiva, por lo tanto, no
ocurrió un despido sino el acaecimiento de la condición pactada ab initio. Este
error de hecho ciertamente ha devenido en la otorgación de un desahucio que
ciertamente no corresponde.
De la misma forma, este error de hecho ha recaído sobre una prueba
inobjetable, cual es el pago que oportunamente se realizó al adverso en la Cuenta
Fondos en Custodia, pago que debió ameritar pronunciamiento expreso favorable
sobre la excepción de pago opuesta en su momento, lo cual no ha sucedido ni en la
sentencia y menos aún en el Auto de Vista, este último incurriendo en un más grave
error aun al desconocer que la cuenta Fondos en Custodia del Ministerio de Trabajo
es una sola a nivel nacional y que esta parte cumplió a cabalidad lo previsto por la
normativa interna de dicha institución para proceder a la cancelación de los

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conceptos que le corresponden al demandante.
Consiguientemente, los de instancia al obtener conclusiones diferentes a las
que estos documentos demuestran contundentemente han incurrido en error de
hecho, el mismo que pido sea subsanado en Casación.
VI. DE LA VIOLACIÓN Y LA APLICACIÓN INDEBIDA DE
DISPOSICIONES LEGALES
De acuerdo con la doctrina y la uniforme jurisprudencia que sobre el
particular ha sentado la Excma. Corte Suprema de Justicia, la aplicación indebida
de la ley se produce: “Cuando el juzgador aplica una disposición legal
inaplicable al caso, o deja de aplicar una norma que sí es aplicable”.
Por otra parte, se entiende por violación de la ley a los efectos de la
procedencia del Recurso de Casación: “La no aplicación correcta de los
preceptos legales”
En este entendido, siendo que en este caso concurren las 2 causales de
casación señaladas precedentemente debo manifestar que las mismas se han
operado sobre las siguientes disposiciones legales:
 Art. 14 del Decreto Reglamentario de la Ley General del Trabajo.
 Art. 13 de la Ley General del Trabajo.
 Arts. 159 y 161 del Código Procesal del Trabajo.
 Art. 135 del Código Procesal del Trabajo.
 Resolución Ministerial MT 2010 148/10 de 4 de marzo de 2010 que autoriza
al empleador a realizar pagos en la cuenta Fondos en Custodia, norma
complementada con la R.M. 660/15 de 21 de septiembre de 2015.
 Art. 166, segunda parte, del Código Procesal del Trabajo.
 Art. 48-I de la Constitución Política del Estado Plurinacional.
La forma cómo se han suscitado estas causales es la siguiente:
El Art. 14 del Decreto Reglamentario de la Ley General del Trabajo
claramente estipula que el contrato de trabajo celebrado por escrito requiere para
alcanzar eficacia jurídica ser refrendado por la autoridad del trabajo. Así, el contrato
de fs. 25 a fs. 29 reviste toda su eficacia jurídica, ya que se halla suscrito por el
trabajador y está debidamente visado por la autoridad de regulación. De esta forma,
el Tribunal de Alzada, así como el juez de primera instancia, han incurrido en
aplicación indebida y en violación del citado Art. 14 del Decreto Reglamentario de la
Ley General del Trabajo, ya que sin ningún fundamento legal le han quitado eficacia
jurídica al mencionado contrato, siendo así que el mismo en sus Cláusulas Tercera y

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Cuarta específica con claridad meridiana los alcances temporales de la contratación
del actor, por cuanto su contrato es uno condicional sujeto a condición extintiva, es
decir, que el mismo quedó finalizado a la conclusión de la fase BO0540205 dentro
de la Obra Principal. Por lo tanto, al haberse suscitado dicha condición, el
memorándum de fs. 137 lo único que hizo fue poner en conocimiento del ahora
demandante la finalización de su contrato temporal, razón por la cual no es
procedente el desahucio al no tratarse de un despido.
He ahí que concurre también la violación y aplicación indebida del Art. 13 de
la Ley General del Trabajo, por cuanto este articulado determina la procedencia del
pago del desahucio cuando el contrato se rompe por voluntad unilateral del
empleador (despido), figura que no se suscitó en autos, razón por la cual la
concesión del pago de este concepto es la prueba fidedigna de la concurrencia de
estas causales de casación.
Ahora bien, la violación e indebida aplicación de los Arts. 159 y 161 del
Código Procesal del Trabajo se han suscitado en autos pues los de instancia no han
considerado que la literal de fs. 138 constituye prueba fiel y fidedigna de la
consignación de la liquidación del actor en la cuenta Fondos en Custodia por
concepto de los derechos y beneficios sociales del ex – trabajador, monto de dinero
consignado que guarda total relación con las literales de fs. 139 y 140 que no fueron
compulsadas detenidamente. En este sentido, se patentiza también la violación y
aplicación indebida del Art. 135 del Código Procesal del Trabajo, ya que esta parte
ha demostrado fehacientemente la concurrencia de la excepción de pago en el caso
concreto que nos ocupa, pago que no ha sido considerado en el Auto de Vista
desconociendo que la cuenta Fondos en Custodia es única a nivel nacional y que el
pago se realiza a la cuenta sin importar la ciudad en la que se haga, por lo que
correspondía que se declare probada dicha excepción al haberse demostrado el
pago de forma documental.
Señores Magistrados, el pago realizado en la cuenta Fondos en Custodia del
Ministerio de Trabajo, pago acreditado con las literales salientes a fs. 138 a 140 del
expediente, por la suma de Bs. 4.541,62.- ha sido efectivizado al amparo de la
Resolución Ministerial MT 2010 148/10 de 4 de marzo de 2010 que autoriza al
empleador a realizar pagos en dicha fuente, norma complementada con la R.M.
660/15 de 21 de septiembre de 2015, disposiciones legales que han sido igualmente
violadas y dejadas de aplicar, siendo así que lo correcto era que se declare probada
la excepción de pago demostrada con la repetida prueba documental, habiéndose

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plasmado, tanto en la sentencia como en el Auto de Vista, un criterio absolutamente
atentatorio, parcializado y alejado de las disposiciones legales que actualmente
regulan el pago de los derechos y beneficios sociales de los trabajadores en Bolivia.
Sobre el particular, es mi deber incidir en el hecho de que por auto de fecha
16 de octubre de 2019, de fs. 128, a solicitud de esta parte, el juez de la causa
incorporó dentro de los puntos de hecho a probar la acreditación precisamente de la
excepción de pago, para luego en sentencia ignorar completamente la prueba
acompañada por la empresa que demuestra el fiel cumplimiento de los derechos y
beneficios sociales del trabajador demandante emergentes de un contrato
condicional que feneció por el cumplimiento de la fase respectiva para la que
fue contratado el operador. Extremo que también se ha repetido en el Auto de
Vista. Por estas mismas razones es que no corresponde el pago doble del aguinaldo
demandado, ya que el mismo fue cancelado en Fondos en Custodia dentro del
plazo estipulado por ley.
Finalmente, debo señalar que los de instancia han dejado de aplicar lo
reglado en el Art. 48-I de la Constitución Política del Estado Plurinacional con
referencia a la obligatoriedad de cumplimiento de las disposiciones sociales, ya que
han pasado por alto las previsiones del Art. 166, segunda parte, del Código Procesal
del Trabajo al desconocer la existencia de una confesión judicial provocada absuelta
en rebeldía, la misma que corre a fs. 149 del expediente y en cuyas preguntas 2, 3,
4, 5 se refieren específicamente al tipo de contrato que se suscribió con el
demandante; la pregunta 6 habla del pago del finiquito en la cuenta Fondos en
Custodia y la pregunta 7 hace referencia al memorándum de fs. 137 que se le cursó
inherente a la conclusión de su contrato y no a un despido.
VII. PETITORIO
Por todo lo expuesto, ruego a Uds. se sirvan conceder el presente Recurso a
los fines de que los Dignísimos Miembros de la Respetable Sala Social y
Administrativa del Excmo. Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional,
aplicando en su real dimensión el parágrafo I. del Art. 274 del Código Procesal Civil,
CASEN el Auto de Vista recurrido y deliberando en el fondo declaren:
 No haber lugar al pago del desahucio al no haber existido un despido, ya
que se suscribió un contrato condicional, cuya condición de finalización se
verificó.
 Declarar probada la excepción perentoria de pago.
 Improbada la demanda en los demás conceptos por todos los argumentos

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señalados y la prueba cursante en obrados.
PRIMER OTROSÍ. – Acompaño las Boletas correspondientes.
SEGUNDO OTROSÍ. – Notificaciones por funcionario público.
Cochabamba, 27 de febrero de 2023.

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