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Gutiérrez Tapia Moisés Aarón

702 B

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Desde hace mucho tiempo se ha interesado el humano en saber de dónde proviene esto que
conocemos como psique, conciencia, conocimiento y todo proceso relativo a la mente humana. En
los inicios se pensó que el centro de todo esto se encontraba en el corazón (Egipto), otras culturas
apuntaban al hígado y fueron los griegos los primeros en señalarlo en el cerebro.

Fue a finales del siglo X!X e inicios del siglo XX que se dan pasos en el conocimiento de las
neuronas, estudiadas por Ramón y Cajal, que posteriormente se investigaría sobre sus funciones
(Charles Sherrington) o sus conexiones (Luigi Galvani). Es así que se ha intentado estudiar el
órgano desde su totalidad o en sus diferentes zonas conociendo capacidades y funciones diversas
y fascinantes.

Otro de los grandes avances se dio con la frenología la cual estudiaba el cerebro a partir de la
forma y tamaño del cráneo la cual se dio en el siglo XIX permitiendo conocer al humano en cuanto
actitudes, disposiciones, idiosincrasias y facultades mentales con un carácter seudocientífico. Estos
estudios se verían atacados con los aportes de Marie Jean Pierre Flourens quien apoyo la unidad
indivisible y libertad de espíritu que negaban los frenólogos seccionando el cerebro. Pierre logro
descubrir funciones que no contaban con un área específica del cerebro, siendo varias las regiones
que participan en diversos procesos.

Más tarde Paul broca y Wernicke cada uno por su parte estudiaron diversas localizaciones de
partes del proceso del lenguaje en describiendo las afasias relativas a fallas en cada una de las
zonas que ahora llevan el nombre de sus investigadores. Posteriormente se encontraron otras
funciones y problemas localizados como la agnosia (reconocimiento de objetos) y apraxia
(acciones motoras voluntarias)

Un caso que permitió dar avances en el conocimiento del cerebro fue el caso de Phineas Cage
quien después de recibir un daño en la corteza frontal mantuvo sus capacidades intelectuales,
pero existieron cambios en su personalidad y conducta. Más tarde se estudiaría el cerebro de
manera diferente por Wilder Penfield, estimulando eléctricamente diversas zonas en pacientes
vivos con epilepsia, es así que se logró descubrir los homúnculos motriz y sensorial.

Fue en el siglo XX donde se dieron los primeros estudios a través de encefalogramas entendiendo
que la energía del cerebro era similar a la térmica o eléctrica por lo que también era posible
registrarla como se mide el calor y la electricidad. Esto sirvió para conocer los sueños vigilia,
estados del sueño y relacionarlos a la actividad eléctrica del cerebro como el movimiento REM.

Darwin, James y Walter B. se encaminaron en la búsqueda de las emociones y como se suscitaban,


y fue hasta que broca llego al descubrimiento de el gran lóbulo límbico y separando así el cerebro
en cerebro brutal y cerebro intelectual. Separando así las diversas funciones que estaban en todo
ser vivo animal y algunas facultades que poseían ciertas especies como mamíferos y algunas otras
más de nosotros como humanos.

Posteriormente se logró estudiar más acerca de la localización de las funciones cerebrales en la


corteza como es el caso de la memoria, conocimiento que se obtuvo a través del estudio de un
Gutiérrez Tapia Moisés Aarón
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joven epiléptico que sufrió un déficit de memoria al mejorar su estado después de una
intervención quirúrgica y perder memoria posterior a este cambio. Otros hallazgos se dieron al
descubrió las contribuciones de las mitades del cerebro, siendo el izquierdo más eficaz en
lenguaje, escritura y calculo y el derecho en otras tareas especializadas. Luria por su parte
identifico la abstracción y conceptualización más cerca de la parte frontal y posterior del cerebro
que de los hemisferios izquierdo y derecho.

Actualmente existen diversas técnicas que permiten conocer el funcionamiento cerebral con
mayor precisión y en tiempo real como es el caso de la resonancia magnética o la tomografía por
emisión de positrones, que a través de diversos medios como sustancias especificas nos permite
visualizar como se producen cambios en el cerebro al realizar algunas actividades o tener ciertos
pensamientos o emociones.

Referencia:

De la Fuente, R. (1999). La localización de las funciones mentales en el cerebro. En De la


Fuente, R. & F. J. Álvarez (Eds.). Biología de la mente. México: FCE.

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