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11.2.

EL BIENIO REFORMISTA

En abril de 1931 la izquierda española accede al poder como consecuencia de un proceso


electoral que tuvo unas repercusiones no previstas en su convocatoria estrictamente municipal. La victoria
de los republicanos en las ciudades trajo consigo la caída de la monarquía de Alfonso XIII y puso en
marcha un ambicioso intento de modernización política y socioeconómica del país, siendo una
oportunidad para quienes querían una solución democrática, reformista y laica de los múltiples problemas
españoles. Todo ello desarrollado en un contexto internacional de depresión económica y de ascenso de
los fascismos en Europa.

Entre diciembre de 1931-septiembre de 1933, Azaña va a presidir un gobierno formado por


republicanos de izquierda y socialistas que llevarán a cabo una serie de reformas que se habían iniciado y
proyectado durante el gobierno provisional y el periodo constituyente como eran la reforma del ejército,
religiosa, agraria, la cuestión de las autonomías…

• LA REFORMA DEL EJÉRCITO

El ejército (mayoritariamente monárquico) era una de las instituciones que necesitaban una reforma
urgente, debido a los problemas sufridos durante la etapa anterior (crisis de 1917). Azaña va a impulsar
una reforma por la que se pretendía crear un ejército profesional y democrático pero para llevarlo a cabo
era necesario reducir el excesivo número de militares y acabar con la macrocefalia 1 (excesivo número de
oficiales).También se pretendía acabar con el fuero especial de los militares y asegurar la obediencia de
estos al poder civil, para poner fin a la tradicional intervención en política de los militares y al golpismo.

Por la Ley de Retiro de la Oficialidad se ponía en funcionamiento la reforma del ejército. Establecía
que los militares en activo debían prometer su adhesión al régimen y además concedía la posibilidad de
retiro conservando el sueldo íntegro. También se suprimieron algunos rangos tradicionales, se redujeron
el número de unidades y oficiales, se clausuró la Academia Militar de Zaragoza (dirigida por Francisco
Franco) y desaparecieron los tribunales de Honor y el Consejo Supremo de Justicia Militar.

Aunque bien planteada, la reforma no consiguió sus objetivos por diferentes razones: el número de
oficiales retirados fue menor de lo previsto; se redujeron los gastos del ejército pero esto impidió la
modernización de material, armamento…; y los africanistas vieron la ley como una agresión a la tradición
militar, generando tensiones dentro del ejército.

En 1932 se crea un nuevo cuerpo de policía, la Guardia de Asalto, que se esperaba fuera fiel a la
República.

• REFORMA RELIGIOSA
La República se propuso como objetivo fundamental limitar la influencia de la Iglesia y secularizar la
vida social, ya plasmado en la Constitución, donde se establecía un Estado Aconfesional, libertad de
cultos, supresión de la financiación, matrimonio civil y divorcio. Además, las órdenes religiosas tenían una
fuerte influencia en la enseñanza y eso condujo a la disolución de la orden de los jesuitas, la
nacionalización de los bienes de esta orden y la prohibición de impartir enseñanza a las demás.
La cuestión religiosa fue la que generó mayor oposición a la República (identificación entre
catolicismo, derecha y monarquía). Muchos sectores católicos vieron la legislación como una agresión a
la religión, predominando la jerarquía eclesiástica (cardenal Segura) que no dudó en movilizar a la opinión
pública. Esta actitud hostil provocó que el gobierno recurriera a medidas drásticas y los expulsara del
país.

1 756 generales, 22.000 jefes y oficiales para 100.000 soldados.


Pero la tensión también va a estar protagonizada por sectores anticlericales, clases populares,
que protagonizaron episodios violentos como la quema de conventos.
La Ley de Congregaciones (mayo de 1933) limitaba la posesión de bienes a las órdenes y
preveía la disolución de estas en caso de peligro para el Estado.

• LA REFORMA AGRARIA

La reforma agraria fue el proyecto más ambicioso llevado a cabo durante la República debido a
la importancia de la agricultura, tanto por la cantidad de población activa como por la desigual distribución
de la propiedad de la tierra en las zonas latifundistas, especialmente de Andalucía y Extremadura, con
campesinos hambrientos y arrendatarios explotados.
La cuestión agraria fue uno de los objetivos prioritarios de la República: desigual distribución de
la propiedad de la propiedad, atraso agrario… Por ello era urgente acometer una reforma que mejorase el
atraso agrario y la situación del campesinado. Así, se creó el IRA (Instituto para la Reforma Agraria) y se
establecen unos Decretos Iniciales que establecían la prohibición de poner fin a los contratos de
arrendamiento (con el objetivo de proteger a los campesinos sin tierra y arrendatarios); reducción de las
rentas; se establecía la jornada laboral de 8 horas, salarios mínimos y la obligación de poner en cultivo las
tierras aptas, para mejorar la situación de atraso agrícola (decreto de “laboreo forzoso”).
Adscrita a esta reforma se encontraba la Ley de Reforma Agraria o Ley de Bases (septiembre
de 1932). El objetivo esencial era la expropiación de latifundios y el asentamiento de campesinos. La ley
establecía la expropiación sin indemnización de las tierras de los Grandes de España y con
indemnización a las cultivadas deficientemente, las arrendadas de forma sistemática y las que podían ser
utilizada para regadío y no se hacía. Los resultados fueron muy limitados, lo que provocó un aumento de
la conflictividad social en el campo, sobre todo en las zonas latifundistas.
Se expropiaron menos tierras de las previstas, por lo que el número de asentamientos fue
menor. Las causas de la escasa aplicación fueron: la complejidad de la ley; la lentitud y dificultad para
aplicar la ley; falta de presupuesto para las indemnizaciones y la resistencia de los propietarios.
Como consecuencias sociales, los grandes propietarios se mostraron en contra de la ley y
muchas veces adoptaron una actitud desafiante. Además, se aliaron con los enemigos del régimen, lo
que benefició la unión de las diferentes fuerzas conservadoras en su oposición a las reformas
republicanas. Del mismo modo, el campesinado se sintió decepcionado, por lo que fueron adoptando
posiciones más revolucionarias que implicaban muchas veces acciones violentas: ocupación de tierras,
enfrentamientos con la Guardia Civil (Castilblanco -Badajoz; Arnedo La Rioja o Casas Viejas (Cádiz).
Junto a la ley de Reforma Agraria destaca el intento, no conseguido, de poner en práctica el Plan
Nacional de Obras Hidráulicas, con el intento de trasvasar el agua del tajo, al Segura, y del Guadiana a la
vertiente mediterránea.
• LA REFORMA DE LAS AUTONOMÍAS
La Constitución de 1931, aunque concebía un estado integral, preveía el reconocimiento de las
autonomías y es durante el Bienio Reformista cuando se comienza a trabajar para ello.
-CATALUÑA: El mismo día que en diferentes ciudades se proclama la República, Maciá (presidente de
ERC, anterior Estat Catalá) proclama la “República catalana dentro de la Federación Ibérica” aunque
queda anulada cuando se inician las negociaciones en el Gobierno provisional.
Este reconoció un gobierno autonómico (Generalitat) y se encarga a una Comisión la redacción de
un estatuto (Estatuto de Nuria), sometido a referéndum, siendo aprobado con un 99% de los votos
afirmativos. Una vez aprobado, se presenta a Cortes en agosto de 1931, aunque contó con la oposición
de la derecha y ciertos sectores republicanos, por lo que aprobación se retrasó: estos grupos veían la
autonomía como un peligro a la unidad nacional. Pero esta oposición no impidió que el estatuto fuera
aprobado en 1932 pero con modificaciones con respecto al estatuto de Nuria.
El régimen resultante poseía las siguientes características: gobierno y parlamento propios;
competencias económicas, sociales, educativas y culturales y la cooficialidad del catalán. En las
elecciones al Parlamento, ERC conseguía la victoria convirtiéndose Maciá en presidente de la Generalitat.
-PAÍS VASCO: En junio de 1931, nacionalistas del PNV y carlistas aprobaban el proyecto de estatuto
(Estatuto de Estella), destacando por un marcado carácter tradicionalista y partidista. Ello condujo a que
los republicanos de izquierda y socialistas se opongan al proyecto de estatuto, considerado
excesivamente confesional, escasamente democrático y por tanto, anticonstitucional, lo que hizo que su
aprobación se retrasara indefinidamente.
Mientras tanto, en 1934, las fuerzas que habían apoyado el proyecto de estatuto se iban
separando: los carlistas se fueron uniendo a fuerzas monárquicas antiautonomistas mientras que la nueva
dirección del PNV se acercaba a las fuerzas republicanas. Esta aproximación llevó a que en octubre de
1936, iniciada la guerra, se aprobara un estatuto, fruto del acuerdo entre nacionalistas, republicanos y
socialistas y que poseía un carácter democrático. El primer Lehendakari fue José Antonio Aguirre,
principal dirigente del PNV.
-GALICIA. La conciencia nacionalista no era tan evidente como en Cataluña y País Vasco y tampoco era
hegemónico. Por ello, el proceso de elaboración del estatuto fue más lento y hasta junio de 1936 no se
vota un proyecto de estatuto que no fue aprobado debido al desarrollo de la guerra.

-REFORMAS SOCIALES
Largo Caballero, Ministro de Trabajo, va a llevar a cabo una serie de reformas para mejorar las
condiciones laborales:
-Ley de Contratos de Trabajo (noviembre de 1931): Establecía normas obligatorias para la
contratación y la regulación de los convenios colectivos, negociados por representantes de patronales y
sindicatos.
-Ley de Jurados Mixtos: Arbitraban las condiciones de contratación y vigilaban el cumplimiento
de la normativa laboral.
-Otras medidas: Semana laboral de 40 horas; estímulo al aumento de los salarios y seguros
sociales.
-Campo: Se reduce la jornada laboral y se refuerza el papel de los sindicatos.

Las medidas provocaron la oposición de las organizaciones patronales, llegando a conseguir


frenar algunos proyectos como la intervención obrera en las empresas.
- REFORMAS EDUCATIVAS
Promovían la enseñanza liberal y laica, además de garantizar el derecho a la educación,
estipulado en la Constitución de 1931.
La reforma educativa se centró en la Educación Primaria, creando 10.000 escuelas y 7.000
plazas de maestros para lo que el presupuesto de educación se aumentó en un 50%.
Con el mismo objetivo, se crearon Misiones Pedagógicas que difundían la cultura en las zonas
rurales. Representaciones teatrales, coros, museos ambulantes, cines, bibliotecas ambulantes y
campañas de educación de adultos. Se intentó la socialización de la cultura a través de experimentos
como el teatro universitario “La Barraca”, dirigido por Federico García Lorca.

En general, podemos decir que el bienio reformista fue positivo para la construcción de una
democracia moderna en España. Se emprendieron numerosas reformas para mejorar el país aunque,
ciertamente, algunas fueron un rotundo fracaso. No obstante, el nuevo régimen nació con la firme
pretensión de modernizar el Estado, procurando adecuar el marco legislativo e institucional de la nación a
los cambios socioeconómicos y sustituir la todavía sociedad caciquil, tradicional, rural y agraria por una
sociedad más laica, participativa, industrial y urbana.

Sin embargo, en esta etapa la política de reformas disgustó a la derecha clásica que buscó el
recurso del Ejército en el pronunciamiento del general Sanjurjo en agosto de 1932 en Sevilla, la
denominada Sanjurjada, que fracasó pero sirvió para poner de manifiesto el inicio del desgaste del
gobierno republicano. Y es que a finales de este denominado bienio reformista, el gobierno republicano
tuvo que hacer frente a los acontecimientos de Casas Viejas, las propias tensiones entre socialistas y
radical-socialistas, el surgimiento de una derecha aglutinada (CEDA), la presión desde la izquierda (PCE,
CNT y FAI) y los propios conflictos sociales surgidos en este clima de crispación.

Como resultado, en las elecciones de noviembre de 1933, Azaña cae determinado por el claro
triunfo de la derecha, al imponerse la CEDA de Gil Robles, dando paso al conocido Bienio Radical-
Cedista o Segundo Bienio (1933-1935).

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