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I. El concepto de democracia
Por otro lado, hay muchos tipos de instituciones políticas en las sociedades y regímenes que se
califican como democráticos. En ellos hay una diversidad fáctica (política y social) entrelazada
con la diversidad teórica e ideológica que caracteriza al concepto. Por ello la ciencia política no
solo analiza a los regímenes pseudo democráticos en sí, sino también a la idoneidad de las
instituciones que la conforman.
Dahl llama a los regímenes democráticos como “poliarquías”. Estos indicadores remiten a dos
aspectos claves de las democracias, que son el carácter incluyente del régimen político y, el
papel de las elecciones y la competencia política en el acceso al poder político.
Iván Llamazares
Autoridades elegidas
Elecciones libres y limpias
Sufragio incluyente
Derecho a ser elegido
Libertad de expresión
Derecho a buscar información alternativa
Autonomía asociativa
Define a la democracia como un ideal inalcanzable que debe ser creído para su subsistencia
La democracia liberal es un sistema político basado en el poder popular: la titularidad del
poder es del pueblo y su ejercicio es de los representantes periódicamente elegidos por el
pueblo. Por su mecanismo de elección, es un sistema pluripartidista en el que la mayoría
expresada en las elecciones gobierna en el respeto al derecho de las minorías.
Dahl sentó las bases del estudio contemporáneo y empírico de las democracias. Él resaltaba el
pluralismo de las democracias contemporáneas y resaltaba el análisis empírico de las
instituciones concretas de cada régimen, por el papel crítico que juega la representación
política en los sistemas democráticos actuales. Las instituciones mencionadas eran clasificadas
a partir de la consideración de dos dimensiones de los sistemas poliárquicos:
Grado de disputabilidad: grado en el que existe competencia libre y limpia en la
búsqueda del poder por distintos actores políticos
Grado de participación: grado en que los ciudadanos son incluidos en el régimen
político mediante mecanismos participativos
Los regímenes que alcancen valores altos de ambas dimensiones podrían ser considerados
como poliarquías. Dichos regímenes deben cumplir, asimismo, con los requisitos
procedimentales e institucionales de Dahl.
Muchos estudios se han centrado en las diferencias entre las democracias presidenciales y las
parlamentarias.
disolver al congreso y llamar a elecciones. Por otro lado, los legisladores no pueden
remover al presidente, salvo en el caso de delitos graves.
Parlamentarias: los mandatarios son elegidos por el parlamento. Los parlamentos
pueden destituir o reemplazar al presidente o al primer ministro. Asimismo, el
presidente tiene la facultad de disolver las cámaras legislativas y llamar a elecciones.
Sus obras resaltan debido a la complejidad empírica de sus análisis y la sencilla clasificación de
los tipos de democracia. Asimismo, resaltan los vínculos entre los arreglos institucionales y las
concepciones alternativas de los objetivos de las democracias. En sus trabajos se pueden
encontrar dos modelos reales de democracia, que se relacionan con una determinada visión
sobre los fines y objetivos de la democracia.
Modelo mayoritario: pone énfasis en la democracia como procedimiento destinado a
otorgar poder a los representantes de las mayorías.
Modelo de consenso: incluye procedimientos destinados a gobernar mediante la
elaboración de acuerdos incluyentes.
Lijphart examina el modo en que estas dos formas se despliegan en dos dimensiones críticas
de la organización y ejercicio del poder político.
Colomer realiza un análisis que hace una distinción entre democracias considerando tres
aspectos críticos de las mismas:
Quién vota
Cómo se cuentan los votos
Qué se vota, es decir las instituciones elegidas y sus modos de interacción y
entrelazamiento
Estos análisis examinan las diferencias entre democracias, derivadas de las características de
las instituciones informales. Aquí destaca el trabajo de Guillermo O’Donnel sobre las
democracias delegativas y la importancia del clientelismo y el Estado de Derecho en las
sociedades.
Iván Llamazares
Asimismo, resalta el análisis de Robert Putnam sobre el papel del capital social (las
instituciones informales) en el funcionamiento y calidad de las democracias.
C. B. Macpherson y David Held han analizado el desarrollo de los distintos modelos teóricos-
normativos de democracia y su imbricación con la vida social y política de los regímenes
considerados como democráticos. Por ello, distinguieron entre distintos modelos democráticos
(de protección, de desarrollo, pluralista, etc.) y propusieron alternativas a los mismos, como el
modelo basado en la participación de Macpherson o la autonomía democrática de Held.
Asimismo, Jurgen Habermas aporta a la teoría democrática distinguiendo entre los modelos
democráticos liberal, comunitario-republicano y de la teoría del discurso.
Resulta fundamental, también, la obra La democracia y sus críticos de Robert Dahl en donde
ofrece una revisión completa de los distintos problemas normativos, históricos y causales
relativos al estudio de la democracia.