El programa de “Escuela para Padres y Madres” es una estrategia con la finalidad de
educar, orientar y capacitar a padres y futuros padres de familia, para fomentar su participación en la responsabilidad de guiar adecuadamente la formación de sus hijos en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en su desenvolvimiento para el desarrollo social. Su objetivo es brindar apoyos humanísticos y prácticos a la familia tamaulipeca, que contribuyan a elevar su calidad de vida, preservando los valores para el desarrollo de “Familias más Fuertes”. Este programa se lleva en las instituciones educativas de los niveles: básico, media superior y superior de carácter oficial, así como en instituciones públicas y privadas. La escuela de padres es una institución pedagógica que busca el logro de los objetivos educacionales, generales y específicos adecuados a la comunidad que beneficia. Constituye una modalidad de contacto en la que como requisito indispensable debe contar con un grupo de trabajo que posea buenas actitudes sociales y un alto conocimiento de los problemas familiares, además este equipo humano debe tener relación con el mundo educativo en sus variados niveles; éste debe intervenir en las reuniones, talleres o actividades con eficiencia y potencia, a fin de despertar el interés del auditorio y ganar con su colaboración. Se aplican procedimientos metodológicos y didácticos, su método de trabajo es la escuela activa y a que educandos aprenden a través de sus propias acciones y pueden proponer temas y técnicas de trabajo. La escuela de padres es una actividad enmarcada en el currículo escolar, no es una actividad docente de segundo orden o de tipo extracurricular, forma parte del movimiento de educación permanente. La escuela de padres y la asociación de padres aunque tengan puntos en común, no deben ser confundidas, la diferencia esencial es que la primera tiene un carácter eminentemente formativo.
Taller para Padres
En enseñanza, un taller es una metodología de trabajo en la que se integran la teoría y la práctica. (…). Se enfatiza en la solución de problemas, capacitación, y requiere la participación de los asistentes. El Taller constituye un lugar de co‐aprendizaje, donde todos sus participantes construyen socialmente conocimientos y valores, desarrollan habilidades y actitudes, a partir de sus propias experiencias. Dentro de este espacio, sin embargo, se diferencian los roles de aprendiz y de maestro/facilitador, en función de la mejoría de la calidad del producto colectivo de trabajo. Sobre este mismo concepto, González Cuberes, (1991) en “El taller de los Talleres”, señala lo siguiente:
Caaly Lezama Rueda
Orientación Familiar II
“En el taller ‐modalidad operativa, jamás un método‐ se pueden aplicar criteriosamente
diferentes estrategias, técnicas, metodologías, incluida la clase magistral. Esto facilita que docente y grupo atraviesen cuatro momentos insoslayables en términos de aprendizaje: vivencia, reflexión, conceptualización y sistematización. No importa en qué orden se desarrollen, estos momentos siempre han de ser vividos y trabajados. Las ventajas del taller están íntimamente relacionadas con su esencia, una instancia ideal para trabajar los vínculos interpersonales, con los conocimientos, las actitudes y las prácticas” Las sesiones de trabajo tendrá una duración de una hora aproximadamente, siguiendo el método de trabajo: Ver, Pensar, Decidir y Actuar. Esta metodología de trabajo ha sido utilizada con éxito en recientes experiencias de trabajo con familias, en el contexto de programas de desarrollo social en nuestro país y particularmente en nuestro Estado. (Amaya y Rodríguez: 2009) Esta metodología es fundamentalmente participativa y dinámica. El facilitador‐conductor del ejercicio, propiciará un clima grupal, favoreciendo el trabajo sobre experiencias personales relacionadas con el tema, adecuando el contenido del programa a dichas experiencias. La técnica a utilizar será de tipo taller, con la participación activa de todos los asistentes en las sesiones de trabajo, al compartir y discutir ideas, observaciones, reflexiones, ejercicios y casos que se revisen durante el taller. Una de las bondades de esta técnica del Taller es su carácter dinámico y vivencial, es decir, en este espacio se promueve la interacción y práctica de todos los participantes en torno a una tarea en común, se exponen experiencias y vivencias que posibilitan la reflexión conjunta; a través de esta práctica, se busca el vínculo entre el pensar, sentir y el hacer, revisándose cada una de estas fases del proceso, en relación a la tarea del grupo, que es aprender y crecer juntos.
Inteligencia artificial: Lo que usted necesita saber sobre el aprendizaje automático, robótica, aprendizaje profundo, Internet de las cosas, redes neuronales, y nuestro futuro
Terapia cognitivo-conductual (TCC) y terapia dialéctico-conductual (TDC): Cómo la TCC, la TDC y la ACT pueden ayudarle a superar la ansiedad, la depresión, y los TOCS