Está en la página 1de 3

Primeros Rudimentos

Hebreos 6:1,2

Escuela de Cristo
Jesús en Getsemaní
Mario y Mary de Morales
Doctrinas Fundamentales de Cristo

Hebreos 6:1-2, el autor enumera seis doctrinas fundamentales. Esta lista nos proporciona
evidencia de la manera en que el evangelio fue concebido en la comunidad del autor de Hebreos. Es
semejante a la manera en que Pablo describe el evangelio. Las seis doctrinas se dividen de manera
natural en tres pares.
A. El primer par abarca el arrepentimiento y la fe. Este par expresa la experiencia inicial de
la vida cristiana.
A.1. Esta empieza con arrepentimiento de obras muertas. Para llegar a ser cristiano uno
tiene que reconocer que sus actos anteriores son producto del pecado y de la rebelión contra Dios.
Por tanto, no son actos de vida, sino efecto y causa de la muerte. Al reconocer esto la persona debe
cambiar por completo su actitud hacia su vida, hacia sí mismo y hacia Dios. Este cambio o vuelta
radical se llama arrepentimiento.
La vida cristiana empieza por el arrepentimiento; y el arrepentimiento (metánoia) es
literalmente un cambio de mentalidad. Conlleva una nueva actitud para con Dios, la gente, la vida y
el yo. 
A.2. La fe en Dios es el aspecto positivo de la misma experiencia. En la conversión, la
confianza que se dirigía antes hacia los esfuerzos propios, ahora se vuelve hacia Dios. La fe y el
arrepentimiento constantemente se encuentran juntos en el NT.
La primera cosa esencial de la vida cristiana es mirar hacia Dios. El cristiano decide sus
acciones, no por el veredicto de los hombres, sino por el de Dios. No busca la salvación en sus
propios méritos, sino sólo en la Gracia de Dios.

B. Hay cuatro enseñanzas básicas que acompañan este radical. Las primeras dos tratan las
ceremonias que simbolizaban el cambio en la vida.
B.1. La primera, los bautismos, es el único plural en la lista. La palabra usada aquí no se
refiere al bautismo en las otras dos veces en que aparece en el NT. En Hebreos 9:10 se
traduce lavamiento. Es probable que aquí el autor describe la enseñanza acerca de varios
lavamientos o bautismos que se practicaban entre los judíos, como los lavamientos de los fariseos
(Marcos 7:3), el bautismo de prosélitos, el bautismo que practicaba Juan y el de grupos como la
comunidad de Qmrán. En Hechos 19:3-5, encontramos un ejemplo del tipo de enseñanza que
Hebreos describe. Aunque hoy no se practican los otros bautismos que se conocían en el primer
siglo, es esencial que cada cristiano entienda el significado del bautismo cristiano, y en qué difiere de
prácticas como la aspersión y otras ceremonias de iniciación. El bautismo es el símbolo visible del
cambio de corazón que se llama arrepentimiento. Simboliza la resurrección desde la muerte en el
pecado. Como testimonio de arrepentimiento y fe, es una parte esencial del fundamento cristiano.
B.2. La segunda ceremonia, la imposición de manos, acompañaba al bautismo y
simbolizaba la bendición de Dios sobre el creyente y la venida del Espíritu Santo a su vida. Se debe
distinguir de la imposición de manos que se practica hoy en la ordenación. El autor se refiere a una
imposición de manos en el comienzo de la vida cristiana. Aparentemente, la iglesia que recibió esta
carta la practicaba con todos los nuevos creyentes, aunque Los Hechos nos indica que otros grupos
de cristianos no la usaban siempre. En Los Hechos, encontramos algunos casos en que nuevos
creyentes recibieron la imposición de manos Hechos 8:17; 9:17; 19:6  y otros en que no se menciona
Hechos 2:41; 8:35-38; 10:44-48  Este cuadro está en contraste con lo que Los Hechos presenta en
cuanto al bautismo, que siempre se administraba a los que aceptaban a Cristo. Las cartas de Pablo
también reflejan su práctica de proveer el bautismo para todos los convertidos Romanos
6:3; 1Colosenses 12:13; Efesios 4:5, pero Pablo no da enseñanza acerca de la imposición de manos
sobre nuevos creyentes. ¿Cómo se puede relacionar la evidencia que encontramos en Hebreos con
la que encontramos en Los Hechos y en Pablo? Podemos concluir que la iglesia a la que dirige esta
carta practicaba dos ceremonias de iniciación. Esta no fue la práctica general de las iglesias, y la
imposición de manos no permaneció en las prácticas cristianas. Sin embargo, el significado de la
ceremonia sigue vigente como una clara enseñanza del NT Romanos 8:9; Gálatas 4:6; Efesios 4:4:
Que todo cristiano recibe el Espíritu Santo como bendición de Dios cuando se arrepiente y cree.
En la Iglesia Primitiva se le imponían las manos al que había sido bautizado, para que
recibiera el Espíritu Santo Hechos 8:17; Hechos 19:6. Esto no se ha de entender en sentido material.
En aquellos días se miraba a los apóstoles con reverencia porque habían sido los amigos de Jesús
en la Tierra. Era realmente emocionante que le tocara a uno una persona que había estado con
Jesús y había tocado Sus manos. El efecto de la imposición de manos no dependía de la posición
del que las imponía, sino de su carácter y de lo cerca que estaba de Jesús.

C. El último par de enseñanzas básicas cristianas tiene que ver con la esperanza para el
futuro.
C.1. Está la resurrección de los muertos. Desde el principio, el Cristianismo fue una religión de
inmortalidad. Daba al hombre dos mundos para vivir; le enseñaba que lo mejor estaba todavía por
venir, lo que hacía este mundo un lugar de entrenamiento para la eternidad.
Habrá una resurrección de todos los muertos para comparecer ante el Juez.
C.2. Aquel juicio es eterno, porque su veredicto determinará el destino eterno. La sentencia
que perdura por toda eternidad. El Cristianismo fue desde el principio una religión de juicio. A ningún
cristiano se le dejaba olvidar que, al final, tendría que encontrarse con Dios, y que lo que Dios
pensara de él era infinitamente más importante que lo que pensara la gente, entre otras cosas
porque sus consecuencias perdurarían por toda eternidad.

Ya que los resultados de nuestro comportamiento actual son eternos, el arrepentimiento y la


fe tienen infinita importancia, y el bautismo es símbolo del cambio más importante de la vida.
El autor expresa su confianza en que sus lectores han tenido una experiencia genuina de la
gracia y que están en el camino hacia la madurez  Hebreos 6:3. A la vez, les vuelve a recordar que el
progreso hacia la meta depende de Dios. El hombre tiene que confiar y perseverar, pero sus planes
son siempre subordinados a la voluntad de Dios. La experiencia cristiana nos muestra que esta
dependencia total no disminuye la responsabilidad del cristiano; más bien la agudiza.

También podría gustarte