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Bruscia & Grocke - The Bonny Method and Beyond - Traducciã N Espaã Ol
Bruscia & Grocke - The Bonny Method and Beyond - Traducciã N Espaã Ol
and Music:
and Beyond
Edited by:
Primera Parte
Visión de Conjunto
Capítulo Uno
Marilyn Clark
RETROSPECTIVA BIOGRÁFICA
camino a sus propias imaginaciones. La vida familiar alentó tanto las actividades artísticas
como las musicales. La madre de Bonny leía historias de óperas a los niños y después
ellos solían escuchar las óperas en la radio. Con su hermano tocando el violonchelo, su
hermana tocando la flauta y ella tocando el violín:
La calidad de la experiencia es tan fresca y real hoy como cuando sucedió hace más
de cincuenta años. Su inspiración ha continuado y periódicamente ha hecho renacer mi
fervor cuando, de forma inesperada, decae al compartir mi trabajo con otros. Aunque la
experiencia ocurrió en respuesta a la música y a mi interpretación musical, la
profundidad de su impacto ha afectado todos los aspectos de mi vida – filosofía,
sistema de creencias y motivación profesional – y es la fuerza creativa que se
encuentra detrás del desarrollo del procedimiento de Imaginería Guiada con Música. La
fecha fue el 21 de septiembre de 1948. Un encuentro de mujeres de iglesia se
celebraba en una ciudad distante, lo que requería pernoctar allí. En esa época me
estaba preparando para una actuación musical. Mi acompañante estaba en mi grupo
de viaje, así que metí mi violín y mis partituras en el coche con la esperanza de
disponer de tiempo extra para ensayar. El Doctor Laubach (el orador destacado en la
reunión) me oyó practicando y me invitó a tocar en la sesión de la tarde. Elegí el
simple, aunque hermoso, “Cisne” del “Carnaval de Animales” de Saint-Saen. A la mitad
de esta pieza corta tuvo lugar un evento radical e inexplicable. Repentinamente, la
calidad del tono emitido por mi violín cambió de volumen y textura. Era de una belleza
increíble. Aunque a menudo me he preciado de la calidad y calidez de mi tono, esto era
distinto. Sobrepasando ampliamente mis mejores esfuerzos, los tonos se elevaron con
una facilidad y pureza más allá de los límites del sonido recordado. Mi primer impulso
fue dejar de tocar. El segundo, que se sobrepuso al anterior, fue un intenso deseo de
permanecer conectada a esa belleza en curso. Para hacer eso, colocaba mis dedos
metódicamente sobre las cuerdas y tensaba el arco cuidando de no hacer vibrar o
El movimiento CFO, que había surgido en los años treinta, fomentaba la creatividad y el
auto-descubrimiento en personas a la búsqueda de una expresión espiritual normal a
través de la oración activa. Bonny sintió como si llegara al hogar con una familia que la
entendía. Le proporcionó formación para su grupo de oración y para la vida. Disfrutó
especialmente el uso del arte y el movimiento en la expresión de la oración. También
aprendió sobre los estados no-ordinarios de consciencia experimentados en la oración y
la hipnosis.
de la consciencia. “Mi premisa era que la magia podría ocurrirle a otros, como me había
sucedido a mí, si se podía hallar un camino para entrar y descubrir el potencial creativo de
cada persona a través del uso de música cuidadosamente elegida. Y además estaba
decidida a descubrir cómo esto podría hacerse a través de la música si ello era posible”
(Bonny, 1999, p.7).
Estas nueve categorías eran de gran interés para los estudiantes de BMGIM porque
la experiencia máxima o cumbre estaba enfatizada en el desarrollo temprano del Método
Bonny. Dichas categorías eran las siguientes: 1) unidad, 2) trascendencia del tiempo y
espacio, 3) estado de ánimo positivo, 4) sentido de lo sagrado, 5) objetividad y realidad, 6)
sensación de paradoja, 7) inefabilidad supuesta, 8) transitoriedad y 9) cambios positivos
persistentes en actitud y en conducta.
Stanislov Grof, que llegó al Centro Psiquiátrico de Maryland en 1967, había trabajado en
Checoslovaquia con LSD durante varios años. Vio cómo la relación terapéutica
evolucionaba desde un enfoque psicoanalítico tradicional hacia otro donde el elemento de
confianza era la característica terapéutica más importante para el paciente (Grof, 1976).
También establecieron que la elección de la música era crucial para apoyar y facilitar
los distintos estados psicológicos que se alcanzaban y expresaban en la sesión de LSD.
Las fases de la sesión de LSD seguían un patrón que tenía que ver con la actividad
de la droga en el sistema y su efecto en los estados psicológicos y emocionales del
paciente. Dichas fases eran básicas para la comprensión de cómo evolucionaron los
diseños posteriores de Bonny de los programas empleados en el Método Bonny. Las
fases eran las siguientes:
• Pre-inicio (0 a 1,5 horas) era cuando los efectos de la droga eran casi
imperceptibles. La música utilizada era de tipo ligero y popular o era elegida por el
paciente.
• Inicio (0,5 a 1,5 horas) era cuando la droga comenzaba a tener efecto y el nivel de
excitación del paciente se incrementaba. Se empleaba música de naturaleza
tranquila y positiva para hacer que la entrada en estados más activos fuera suave.
Normalmente, en esta fase se animaba al cliente a que se reclinara en el diván y
se le proporcionaban protectores para los ojos y auriculares para posibilitar un foco
interior.
• Proceso hacia el clímax (1,5 a 3,5 horas) podía estar marcado por un collage de
muchos sentimientos diferentes, desde la resistencia y el miedo hasta el
entusiasmo. La música podía arrastrar al paciente a experiencias en rápida
expansión y capacitarle para ser totalmente consciente de sus emociones.
• Clímax de la acción de la droga (3 a 4,5 horas) era el momento en que era más
probable que ocurriera la experiencia psicodélica máxima. Todas las elecciones
musicales iban dirigidas hacia tal posibilidad durante esta fase. La cuidadosa
selección de la música en este estadio era imperativa.
• Estabilización posterior al clímax (4,5 a 7 horas) era un estadio menos activo,
durante el cual empezaba la integración de la experiencia. La música tranquila y
pacífica ayudaba a mantener los sentimientos positivos. Utilizar la música para
colaborar en un trabajo más a fondo a través de emociones más complicadas
podía implicar el retornar a la música empleada en una fase más temprana de la
experiencia. Hacia el final de este periodo se utilizaba una música más ligera.
La Música y tu Mente
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El Doctor Hans Carl Leuner, respetado psiquiatra que investigaba los estados
alterados en Alemania, viajó a Maryland a visitar el centro de investigación. El Doctor
Leuner animó a Helen Bonny a trabajar con las escenas de imágenes por él prescritas,
poniéndoles la música apropiada. Ella experimentó con esto utilizando música adecuada
para evocar escenas de las imágenes de Leuner. Le dio a un grupo de amigos y parientes
un ejercicio de relajación profunda y entonces reprodujo las selecciones musicales.
Fácilmente imaginaron con la música y a menudo tuvieron imágenes de naturaleza similar
a las escenas de Leuner, a pesar de que Bonny no había sugerido ninguna escena en
particular (Bonny, 1978c, p.26). En este punto decidió bautizar esta propuesta. Consideró
el título “Imaginería Afectiva Guiada con Música”. Quería que la música tuviera igual
importancia que las imágenes, así que optó por eliminar “afectiva” y denominó a la
propuesta “Imaginería Guiada con Música” o GIM (Bonny, 2000).
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útil: para establecer una relación de comunicación, para generar imagen guiada, para
alentar la expresión y liberación afectiva, para procesar en las etapas finales de una
sesión y para facilitar las experiencias positivas (Bonny, 1978c, p32).
Con estos temas en mente, se crearon los programas de música. A estos programas
se les tituló Experiencia Grupal del Principiante (basado en las situaciones ambientales de
Leuner con el propósito de desarrollar la relación de comunicación), Liberación del Afecto
(para la descarga emocional), Consolador-Anaclítico (para la vuelta a la infancia),
Imaginería (para las etapas terminales de una sesión [y para gente con dificultades para
imaginar]) y Música para Intervención en Crisis (para trabajar hacia experiencias cumbre y
positivas).
Cada programa duraba alrededor de noventa minutos. Solían ser empleados por los
terapeutas que trabajaban con clientes que estaban teniendo “malos viajes” o “escenas
retrospectivas” con el fin de ayudarlos a trabajar a través de sus emociones y miedos para
alcanzar la resolución y la integración (Bonny, 1978c, pp. 32-33).
Más adelante, Brown sugirió que un diálogo entre el facilitador y el cliente durante la
reproducción de la música podría ser muy productivo, profundizando la experiencia y
manteniéndola en movimiento. Brown comprendía, a partir de su extenso trabajo con
personas en una crisis por drogas, que el inconsciente podía regularse a sí mismo.
Sugirió que el “guía” no dirigiese la experiencia sino que más bien operase con
permisividad y apoyo del proceso inconsciente del cliente. El trabajo era mejor facilitado
por el guía que ejercitaba la empatía activa (Bonny, 1978c, p.34). La expresión verbal de
las experiencias de imágenes ayudaban al cliente a prestar atención a la imaginería,
mientras que en lo grupos donde no se había producido verbalización alguna durante la
reproducción de la música, los individuos a menudo se quejaban de que olvidaban lo que
acababan de experimentar. La función del guía también daba al cliente la posibilidad de
relajar la vigilancia para seguridad del ego, posibilitando de esta forma una relajación más
intensa y un proceso más profundo.
Cuando Bonny completó su tesis doctoral en 1976, la forma individual del BMGIM ya
se había desarrollado. Las siguientes características extraídas de la vida, carrera
profesional e influencias de investigación definen este método.
• La música es central en este proceso, como un poderoso puente hacia la curación
y la espiritualidad (Bonny & Pahnke, 1972).
• Las selecciones musicales deberían ajustarse a las necesidades y disposición del
cliente para la terapia centrada en el interior y el trabajo de crecimiento personal
(Bonny, 1978c).
• La música puede crear un ambiente en el que sea posible que uno libere
emociones intensas, se retrotraiga a estados del proceso primario, exprese
creatividad e imaginación y contribuya a la experiencia máxima o cumbre (Bonny &
Pahnke, 1972).
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En 1979, se hizo necesario para Bonny tomar un papel menos activo en el ICM por
problemas de salud. Se mudó al Estado de Washington para hacer una larga
convalecencia. El programa de formación fue trasladado a Marilyn Clark, educadora y una
de las primeras graduadas en el programa de formación del ICM, y a Linda Keiser Mardis,
música profesional, educadora y graduada en el programa de formación. Aunque
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Aplicación de la Formación
Hay dos aplicaciones secundarias del proceso del BMGIM. Éstas son el modelo de
formación y el modelo de la aplicación grupal. El modelo de formación descrito en el
capítulo de Lewis tiene sus raíces en la visión de Helen Bonny. Comenzando con sus
experiencias místicas a la edad de veintiocho años, su vida incluye retiros espirituales
donde eran habituales la expresión artística, el baile y el movimiento y la reflexión
personal. Los sabores de estas experiencias envolvieron los más tempranos seminarios
intensivos y han permanecido como una parte de la experiencia total de la formación del
BMGIM. Además, el hincapié en la experiencia cumbre y transformativa ha formado parte
de los programas de formación, con el entendimiento de que el trabajo psicodinámico
debe continuar igualmente. Este enfoque es el mismo que fue puesto de relieve en la
Investigación de Spring Grove (Grof, 1976; Yensen & Dryer, 2000).
Podría decirse que la experiencia formativa por sí misma constituye una aplicación
del proceso del BMGIM. El crecimiento personal, la catarsis, la experiencia cumbre y la
consciencia espiritual son resultados todos ellos posibles del programa de formación. Se
espera que los aprendices experimenten todos los programas musicales, se embarquen
en su propio “viaje del héroe” y lleguen a ser imaginativos y musicales. También se
implican en un estudio de psicología transpersonal, música, mitología, arquetipos y
símbolos. El resultado es transformativo a nivel personal. Clark y Keiser Mardis (1989)
sugieren una comparación entre el proceso de sesión del BMGIM individual y el proceso
de trabajo intensivo:
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gran cuidado en sus selecciones musicales para las sesiones individuales de GIM que
tienen lugar durante los seminarios de los participantes a experimentar el método. Los
formadores deben ser conscientes de que cualquier experiencia puede provocar un
proceso más profundo debido a la caída gradual de defensas que es probable que
cada participante experimente.
Cuando el Seminario Intensivo llega a su fin, se recuerda a los participantes que pronto
volverán a sus rutinas cotidianas. Se les enseñan también técnicas sencillas para
reconectar e integrar los nuevos conocimientos del Seminario Intensivo. Los
formadores se mantienen alerta para ayudar a cualquiera que pueda encontrarse con
dificultades para salir de la contención segura del seminario y el lugar de formación.
Aplicación Grupal
Durante los años ochenta, Frances Goldberg trabajó con grupos pequeños en un
complejo psiquiátrico y desarrolló una forma adaptada de Imaginería Guiada con Música
para grupos de intervención en crisis. Las modificaciones creativas en la metodología y
los objetivos incluían acortar la experiencia en su conjunto e incluir todos los pasos del
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Cuando se practica GIM en grupos, no es deseable eliminar las defensas y todas las
referencias a la realidad. Esta es la razón para una técnica de relajación breve y
superficial y para el uso de líneas maestras específicas y restringidas durante las
inducciones de imagen visual y el establecimiento de objetivos.
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Un tema de discusión que a menudo surgía entre los miembros de la AMI era la
posibilidad de cambiar el nombre del método. En el encuentro anual de la AMI de 1990, se
decidió añadir el nombre de Bonny al título genérico de “Imaginería Guiada con Música”.
Así se fijó el nombre actual “El Método Bonny de Imaginería Guiada con Música”. Este
nuevo nombre supuso un intento de diferenciar la forma y los procesos únicos del método
de Bonny frente a una variedad de técnicas alternativas que se apoyaban en la música y
la imaginería, incluyendo las utilizadas habitualmente en los entornos de salud mental y
retiros en los Estados Unidos. Este nuevo nombre también distinguía la forma individual
tradicional del BMGIM entre las varias adaptaciones que habían evolucionado a lo largo
de los años y que iban más dirigidas hacia el trabajo grupal y la terapia con poblaciones
especiales. Desafortunadamente, a muchas de estas adaptaciones se las ha denominado
Imaginería Guiada con Música o GIM, lo que ha causado y sigue causando, confusión en
publicaciones y presentaciones.
Con la nueva denominación de 1990, llegó una definición refinada del método:
En 1998, Bonny esbozó con fines educativos lo que ella llamó “Las Premisas
Básicas del BMGIM”, un documento no publicado que presentó en varias reuniones.
Subsiguiente a esto, en 1999, debido a la proliferación de adaptaciones e interpretaciones
del nombre y la metodología, varios formadores del BMGIM se reunieron para revisar los
cimientos del trabajo de Bonny y descubrir dónde podrían colocar sus acuerdos y
diferencias en calidad de defensores del método. A partir de las premisas que Bonny ya
había esbozado (Bonny, 1998), estos formadores elaboraron una declaración conjunta
titulada “Los Fundamentos del Método Bonny” (Bush et al., 1999). Los autores de esta
declaración se encontraron con que se daba un fácil acuerdo en estos puntos y que el
trabajo fundamental al que cada cual se adscribía, mantenía una fuerte semejanza con las
cualidades y características originales del método tal y como había sido originalmente
desarrollado por Bonny. Tuvo particular significado en el documento de los formadores la
inclusión de una sección que especifica los componentes de procedimiento que define al
BMGIM. Una vez completado el documento, estos formadores pidieron a Bonny que
leyera y respondiera a este documento y, en una comunicación a todos los formadores,
Bonny apoyó su declaración como “principios básicos”, que pueden ser usados para
“propósitos de comunicación e interpretación” y como “piedra angular de nuestra misión
compartida” (Bonny, April, 1999).
Lo que sigue es una síntesis de estos dos documentos, con menciones indicando si
la cita o sección fue tomada del documento de Bonny o del documento de los formadores.
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▪ Preparación
o El facilitador y el cliente comienzan una discusión inicial.
o El facilitador proporciona relajación y sugestiones centradoras para
ayudar al cliente a entrar en un estado de consciencia expandido.
▪ Cierre
o El facilitador asiste al cliente en su vuelta desde el estado de
consciencia expandido.
o El facilitador ayuda al cliente a integrar las experiencias evocadas
por la música (Bush et al., 1999).
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CONCLUSIONES
Las premisas anteriores sirven para reiterar los conceptos básicos que describen al
BMGIM. Dado que más y más gente aprende el BMGIM y otras formas variadas de GIM,
esperamos que el sabor de la visión y la intención de Bonny permanezcan fuertes. El
método puede ser fácilmente adaptado, modificado y combinado con otras técnicas. El
riesgo de estas adaptaciones es que el método llegará a estar definido en líneas tan
generales y con tantas excepciones del protocolo original, que ya no habrá un claro
sentido del propósito o la forma del método. Para clarificar estas diferencias, sería de
ayuda que los que han hecho aplicaciones viables les dieran un nombre en vez de
llamarlos “el Método Bonny”, “GIM” o “Imaginería Guiada con Música”. La Doctora Bonny
ha dicho repetidamente del método que desarrolló que “su forma más poderosa y efectiva
es la práctica privada uno a uno” (Bonny, 1989, p7; Bonny 2000).
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El reto del facilitador y del cliente es aprender cómo escuchar. Los escritos más
tempranos de Bonny se centran en una propuesta de escuchar música (Bonny & Savary,
1973). Esta propuesta es el elemento que todas las adaptaciones comparten.
Dependiendo del nivel de desarrollo, la salud psicológica y la apertura a un resultado
positivo del individuo, esta “nueva manera de escuchar” puede llevar al individuo a través
de una experiencia de consciencia expandida y belleza inefable, a un lugar de esperanza
renovada, transformación y sanación.
Referencias
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Mountain Lakes, NY.
Bonny, H. (1978b). The Rofe of Taped Music Programs in the GIM Process. Baltimore:
ICM Publications.
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Bonny, H., & Savary, L. (1973). Music and Your Mind. New York: Harper and Row.
24
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Stokes-Stearns, S. (1999). The Fundamentals of the Bonny Method. Unpublished
manuscript.
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Unpublished manuscript.
Clark, M. (1995, June). Imaging Together. Presentation at the anual meeting of the
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Clark, M. and Keiser, L. (1989). Teaching Guided Imagery and Music: An Experiential/
didactic Approach. Garrett Park, MD: Archedigm Publications.
Goldberg, F. (1994: The Bonny Method of Guided Imagery and Music as individual and
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Grof, S., (1976). Realms of the Human Unconscious: Observations form LSD Research.
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Yesen, R., & Dryer, D. (2000). Rediscovering a lost psychedelic therapy: Did social taboo
crush good science? Shared Visions, July, 28-32.
Capítulo cuatro
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Anthony Meadows
Helen Bonny desarrolló la terapia de Imaginería Guiada con Música (GIM) en los años 70,
en un momento en el que comienzan a florecer los métodos de Imaginería Guiada con
Música en Estados Unidos (Sheikh, 1983; Singer & Pope, 1978). El trabajo de Grof con
las Respiraciones Holotrópicas (Grof, 1985), fue también desarrollado en ese período y
los métodos de imaginería europeos, tales como la Imaginación Activa de Jung (Jung,
1916/1958) y la Imagen Afectiva Guiada de Leuner (Leuner, 1978) también fueron
adquiriendo más repercusión en Estados Unidos durante esa época (Sheikh & Jordan,
1983). De hecho, Bonny trabajó con Stanislav Grof en el Centro Psiquiátrico de Maryland
(Grof, 1985). También conoció a Hanscarl Leuner en los inicios del desarrollo de GIM y
hubo un intercambio entre ambos pioneros. (Bonny1978b). El objetivo de este capítulo es
examinar las relaciones entre GIM y los métodos anteriormente mencionados,
describiendo diferencias entre ellos con respecto al procedimiento, objetivo y proceso. A
pesar de que se han desarrollado diversos métodos de imaginería, sólo se han incluido
los citados a continuación, bien por su trascendencia histórica y/o porque son los métodos
más utilizados en terapia hoy en día: la Asociación Libre y el Análisis de los Sueños de
Freud; el Análisis de los Sueños y la Imaginación Activa de Jung; la Imaginería Afectiva
Guiada de Leuner; la Respiración Holotrópica de Grof; la Psicosíntesis de Assagioli;
Orientación de Enfoque Psicoterapéutico de Ghendlin y la Hipnoterapia. Es importante
destacar que estas comparaciones están basadas en escritos de dichos métodos tal como
fueron originalmente desarrollados. No se ha intentado incorporar adaptaciones o
desarrollos de estos métodos, a menos que sean realizados por el creador. También hay
que destacar que las comparaciones han sido realizadas con respecto a la forma
individual de GIM, de la que se hace referencia como el Método Bonny de Imaginería
Guiada con Música (BMGIM), en contraste con GIM grupal y otras muchas adaptaciones.
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Mientras Janet y Breuer fueron probablemente los primeros europeos en emplear las
imágenes en el trabajo terapéutico durante 1880 y 1890 (Sheikh & Jordan, 1983; Singer &
Pope, 1978), Sigmund Freud fue quien empezó a ser extensamente reconocido por el uso
de imágenes en psicoanálisis y puede ser considerado uno de los primeros en desarrollar
un método sistemático en el trabajo con imágenes en su interpretación de los sueños. De
hecho, era consciente, a comienzos de 1890, de las imágenes espontáneas que
experimentaban sus clientes y comenzó a trabajar intensamente con ellas antes de 1900.
Freud desarrolló una técnica de imágenes en la cual él presionaba la cabeza del paciente
y le invitaba a observar las imágenes que aparecían cuando él dejaba de presionar. Freud
relató que los pacientes veían en una rápida sucesión, varias escenas relacionadas con
temas terapéuticos importantes.
Sin embargo, Freud pronto abandonó su enfoque sobre esta técnica de imágenes, ya que
comenzó a considerar las imágenes como una forma de resistencia (Sheikh & Jordan,
1983). Se dio cuenta que las imágenes eran más un proceso primitivo y primario que
funcionaba asociado a características regresivas, condicionadas por pensamientos
lógicos y directos (Singer & Pope, 1978, p.5). Se centró en dos técnicas que han llegados
a ser sinónimos del psicoanálisis: la asociación libre y la interpretación de los sueños
(Wollheim, 1991) las cuales utilizó también conjuntamente (Freud, 1952).
Ambas son técnicas para acceder al inconsciente y Freud las utilizó ampliamente en el
psicoanálisis, pero a diferencia del principio, estas técnicas ofrecían de una manera
directa y lógica, tanto al paciente como al terapeuta, la oportunidad de procesar
verbalmente. En la asociación libre, Freud instaba a sus pacientes a expresar todo lo que
les venía a la mente, a veces sin más explicación y en otras ocasiones desde una
palabra, un sueño o una cuestión asociada con un tema terapéutico de ese momento.
Freud se dio cuenta que, cuando el paciente se bloqueaba y no podía continuar haciendo
asociaciones libremente, él había encontrado un punto de resistencia que era importante
para la terapia. Era en ese punto donde él intervenía verbalmente, para explorar más allá
y trabajar a través de esa resistencia.
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BMGIM y la interpretación de los sueños son similares al considerar las imágenes como
una expresión del inconsciente. Como Freud, Bonny se dio cuenta de que dichas
imágenes eran una forma para que la psique pudiera comunicarse y contenían valiosa
información sobre el estado del paciente. No obstante, Freud sólo procesaba los sueños,
mientras que Bonny trabajaba con toda clase de fenómenos de imágenería. Igual que
Bonny, Freud animaba al cliente a interactuar con las imágenes para aumentar un
entendimiento más profundo de las imágenes. De todas formas, Freud se centró casi
exclusivamente en el proceso verbal dentro de su propio sistema de interpretación,
mientras que Bonny (1978a) se centró más en ayudar al cliente a entender el significado
de las imágenes dentro del marco de referencia propio del cliente. Freud estaba ante todo
preocupado con el contenido implicado en las imágenes (Singer & Pope, 1978), mientras
que Bonny se interesaba por la experiencia vivida con las imágenes (Bonny, 1978a). Y
como he mencionado anteriormente, Freud se daba cuenta que los sueños eran siempre
deseos cumplimentados, según su propio sistema de análisis, mientras que Bonny
utilizaba una serie de teorías para entender la experiencia del cliente (Bonny, 1978a). Por
tanto, ésta es la principal diferencia entre los dos métodos. Además, aunque no está
totalmente claro, parece que Freud preparaba poco al paciente para recordar el sueño,
mientras que Bonny preparaba al cliente antes de la experiencia de imaginación con
música.
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Poco después de su separación de Freud, Carl Jung pasó por un período de trabajo
interior personal intenso (1912-1917) en el que exploró exclusivamente su propio
inconsciente. Como tenía experiencia de muchos años con imágenes, no le resultó
extraño dicho trabajo. Al contrario que Freud, Jung consideraba las imágenes mentales
como un proceso creativo integral de la psique, empleado para obtener una mayor
integración individual, interpersonal y espiritual (Sheikh & Jordan, 1983). Jung afirmaba,
“la psique está constituida por imágenes. Son una serie de imágenes en el sentido más
verdadero y no una secuencia o yuxtaposición accidental, sino una estructura que está
cuidadosamente llena de significado e intención” (Jung, 1960, pp. 325-326). Jung
desarrolló dos métodos de trabajo con material de imágenes: el análisis de los sueños y la
imaginación activa.
Jung pensaba que los sueños eran las imágenes más puras de la psique y las utilizaba de
dos formas. Primero, los pacientes traían los sueños a la terapia y después los trabajaban
en el curso del análisis. Por ejemplo, se les podía pedir a los pacientes que volvieran a la
imagen del sueño, reimaginando el sueño para reconectar con alguno de sus aspectos.
Se trabajaba sobre ello verbalmente en la sesión de terapia, aunque se ponía siempre
énfasis en la experiencia del sueño. Además, Jung interpretaba los sueños de acuerdo
con su propio entendimiento de la psique y los veía como parte central de su método de
análisis (Jacobi, 1973). Para aclarar la posición de Jung con respectos a los sueños y
otros fenómenos de imágenes, Jacobi cita a Jung: “[los sueños tienen su] propio lenguaje
y… reglas, a las que nosotros no podemos acceder subjetivamente con la psicología del
consciente ya que ‘uno no sueña, es soñado’. Nosotros “sufrimos” el sueño, somos su
objetivo”. Uno podría decir que en sueños nosotros experimentamos mitos y fantasías, no
como cuando los leemos estando despiertos, sino como si sucedieran realmente en
nuestras vidas” (Jung, 1938-1939 citado en Jacob, 1973, p.73).
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Tanto Bonny como Jung, valoraban las experiencias afectivas con las imágenes y no se
fijaban únicamente en las reflexiones verbales de las imágenes y/o de las experiencias
con imágenes. Así pues, ambos creían que la “curación” podría darse dentro de la
experiencia real o de la re-experiencia con las imágenes. En lo que respecta a la
experiencia con imágenes, en lo que estos dos métodos podrían discrepar es en el rol del
terapeuta. En BMGIM, el terapeuta encamina al cliente a entender sus problemas,
mientras que en el análisis de Jung, el terapeuta utiliza un sistema de interpretación
específico para ayudar al paciente a entender el sueño y cómo se relaciona éste con su
vida. Hay otra diferencia entre los dos métodos: como se ha mencionado anteriormente,
en GIM es el cliente quien entre en relación con el terapeuta, mientras que en el análisis
de Jung, al que entra en relación con el terapeuta o analista se le denomina paciente.
Esto puede implicar una diferencia entre dichos métodos en cuanto a la relación entre
cliente/paciente y terapeuta/analista.
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Hans Carl Leuner, psiquiatra, empezó a desarrollar la Imaginería Afectiva Guiada (GAI) en
la década de los 50 y después lo convirtió en un método de psicoterapia de orientación
psicoanalítica (Leuner, 1978). GAI es un “método altamente sistematizado y un modelo
directivo para la manipulación del sueño diurno”, (Leuner, 1978, pp. 125-126). Leuner
desarrolló diez escenas de imágenes estandarizadas (río; casa; montaña; bosques; el
nombre de una persona del mismo sexo; despertar de un sueño nocturno; entrar en un
volcán; pantano; rosal (para hombres); sofá (para mujeres), dividido en tres niveles de
dificultad. Cada escena tiene una función simbólica que permite al terapeuta entender
algo sobre el estado del cliente. Por ejemplo, en el nivel elemental, la escena de la casa
se considera la imagen de la personalidad de uno mismo. En la misma línea de la teoría
Freudiana, por ejemplo, se pensaba que la cocina simbolizaba la esfera oral y la
habitación y el contenido de los armarios la información sobre el conflicto de Edipo
(Leuner, 1978, p.135). Leuner ofrecía estas escenas a los clientes para que fueran
conscientes de asuntos terapéuticos en los que había que trabajar. Estas escenas de
imaginería tenían también una función de evaluación además de ser utilizadas para
trabajar los conflictos. Leuner fue teóricamente influenciado por Jung y Freud y
consideraba que las teorías de interpretación de sueños de Freud coincidían con sus
propias ideas de interpretación de imaginería (Leuner, 1978). Hacía referencia a las
nociones de inconsciente colectivo de Jung, aunque la manera en que Leuner utilizaba
estos conceptos en terapia no está clara. Leuner pensaba que la imaginería era un
vehículo terapéutico importante, porque les permitía a los clientes proyectar sus conflictos
más importantes en imágenes y estar conectados a éstas durante la experiencia. Así
pues, Leuner, al igual que Jung y Bonny, consideraba que las imágenes eran
sincrónicamente transformables (Leuner, 1998, p.130); esto es, podía haber una
transformación espontánea de los problemas del cliente en la experiencia con imágenes,
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BMGIM y GAI tienen muchas cosas en común. Primero, ambos valoran la importancia de
la experiencia con imaginería en terapia. Ambos entienden que las imágenes tienen
significado tanto personal como colectivo. Ambos utilizan relajación de inducción y
enfoque de imágenes. Ambos confían en estados alterados de consciencia y su potencial
sanador. En ambos, el terapeuta se compromete activamente con las imágenes de los
clientes. Es importante señalar que Bonny y Leuner se conocieron al comienzo del
desarrollo del BMGIM (Bonny, 1980). Por aquel entonces, Leuner estaba experimentando
la utilización de música en el proceso GAI (Bonny, 2000). Bonny intercambió ideas con
Leuner, también experimentó con seis de la escenas de las imágenes que Leuner
desarrolló como parte de evaluación a clientes (Bonny, 1978b). De hecho, el programa de
Experiencia Grupal para Principiantes de Bonny (Bonny, 1978b) estaba originalmente
basado en las escenas con estas imágenes. Sin embargo, mientras Bonny desarrollaba el
método BMGIM, ella dejó de desarrollar programas de este tipo.
32
Esta intensa experiencia puede durar unas cuantas horas, dependiendo del cliente
(Taylor, 1994). Cuando se termina la experiencia, hay una sesión grupal en la que se
anima a cada participante a compartir lo que él o ella cree que ha sido importante en la
experiencia, con la finalidad de ampliar y apoyar, nunca con el objetivo de juzgar la
experiencia vivida por la persona de una manera analítica (Taylor, 1994). Grof dejó claro
que el proceso verbal era de una utilidad limitada y que el valor terapéutico de la
respiración holotrópica reside en la misma experiencia (Grof, 1985). Grof utiliza la música
durante la experiencia, comentando la importancia de la música para inducir y sostener
estados no ordinarios de conciencia (Grof, 1985, pp. 385-386). Taylor (1994, p.30)
identifica los tipos de música que se utilizan habitualmente en las sesiones: música de
percusión; música tradicional espiritual étnica; música new age; fragmentos de bandas
sonoras de películas y piezas clásicas. Además, ella identifica dos cualidades que tiene
generalmente la música en las sesiones: “conducción sónica”, en la que se facilita una
respiración acelerada armonizando las energías del participante; y “la música que apoya
la experiencia” en la que se evocan toda clase de emociones. De esa manera se puede
33
conducir al participante a una experiencia, así como seguir al participante mientras está
en la experiencia.
Además, parece que Grof y Bonny trabajaron de alguna manera en marcos teóricos
diferentes. Mientras que Bonny discute las influencias teóricas que tienen la orientación
humanística y transpersonal (Bonny, 1978a, p.46) no queda claro cómo se materializa
esto en terapia. En contraste, Grof tiene bastante claro cómo entender las experiencias
dentro de los cuatro niveles de la psique humana anteriormente citados. De hecho, Grof
ha escrito mucho sobre las experiencias con imágenes y su relación con la matriz
perinatal (Grof, 1985); 1993). Estos cuatro niveles de experiencias con imágenes basadas
en sus observaciones clínicas constituyen su trabajo teórico de la psique.
34
ASSAGIOLI: PSICOSÍNTESIS
La Psicosíntesis fue desarrollada por Roberto Assagioli, psiquiatra italiano que creía que
el psicoanálisis de Freud no trabajaba e integraba todos los aspectos de la experiencia
humana (Assagioli,1965). Por lo tanto, él desarrolló una orientación del crecimiento
humano que ofrece principios y prácticas para integrar la personalidad alrededor del Ser y
para acceder a las energías a las cuales él denominaba “Yo Superior o Sí Mismo
Superior”. Parfitt (1990) lo defendía: “el objetivo esencial de la psicosíntesis es ayudar a la
gente a descubrir su verdadera naturaleza espiritual y a utilizar este descubrimiento de
manera efectiva en la vida diaria” (p.1).
35
el terapeuta) y otras técnicas transcendentes (Sheikh & Jordan, 1983). Assagioli se basó
en estas técnicas y su propia teoría para desarrollar su método terapéutico (Assagioli,
1965; Parfitt, 1990).
Assagioli utilizaba básicamente la música de dos formas, las cuales más que una
aproximación de la terapia centrada en la música eran ejercicios. Primero desarrolló
técnicas de evocación auditiva (Moleski, Ishii & Sheikh, 1986) donde el cliente imaginaba
escuchar música. Esto fue diseñado para potenciar la habilidad de imaginación del cliente
y fue utilizado en las etapas iniciales de la terapia. Después, también utilizó esta técnica
para desarrollar la concentración y la fuerza del deseo, sugiriendo a los clientes que
imaginaran escuchar piezas específicas de música. Según él, el acto de “escuchar” la
música era lo que desarrollaba la concentración y la fuerza del deseo. Es importante tener
en cuenta que, en ambos casos, no se escucha música sino que se imagina. Sin
embargo, Assagioli (1965) también reconoció las profundas propiedades de curación de la
música, así como sus potenciales efectos dañinos, tales como la inducción a la depresión,
o emoción excesiva, por lo que consideró la necesidad de su aplicación de manera
cuidadosa. Por otro lado, él afirmaba que la parte positiva de utilizar música era que podía
utilizarse como agente poderoso de curación, para inducir la relajación, aliviar el dolor,
estimular la memoria, despertar sentimientos, producir el deseo de acción y ayudar a
eliminar resistencias y represiones (Assagioli, 1965, pp. 237-266). Sin embargo, no está
clara la manera en que Assagioli utilizaba la música.
36
Otra diferencia reside en el rol del terapeuta. En BMGIM el terapeuta es parte integral de
todo el proceso, resonando, apoyando y respondiendo en el proceso del cliente. En la
psicosíntesis, el rol del terapeuta es ayudar al cliente a desarrollar una serie de técnicas
que puede utilizar independientemente en su propio proceso terapéutico.
La Psicoterapia Centrada en la Focalización (al que nos referiremos como Enfoque) fue
desarrollada por Eugene Gendlin en los años 60 (Gendlin, 1981). Definida como “modo de
atención interior corporal” (Gendlin, 1996, p.1), en esta orientación el cliente atiende a sus
experiencias interiores y a su cuerpo físico y utiliza estas experiencias para trabajar y
entender problemas terapéuticos. El Enfoque está centrado en un método ecléctico y
experimental, acercándose a varias tradiciones terapéuticas que incluyen el análisis de
Freud y Jung, a la terapia Gestalt (Perls, 1959), la terapia centrada en el cliente (Rogers,
1961) y la psicosíntesis. Gendlin tomó varias técnicas de estos métodos y los organizó en
avenidas, o similitudes (por ejemplo técnicas con imágenes) (Gendlin, 1996). El objetivo
de hacerlo así era tener una variedad de herramientas terapéuticas a su disposición para
trabajar con la sensación sentida. La sensación sentida es un componente central de la
terapia con el cliente, estando asociada a la sensación corporal, “y una vez que aparezca
la sensación sentida, todas las avenidas son vías para comenzar a trabajar. El siguiente
37
paso puede ser una palabra, una imagen, una emoción o una interacción interpersonal”
(Gendlin, 1996, p.171).
38
problema. De esta manera, el Enfoque tiene una orientación muy cognitiva, aunque
Gendlin distingue claramente estos dos métodos (Gendlin, 1996, pp. 238-246). En
BMGIM, un estado relajado es la manera de entrar en la dimensión de la experiencia con
imágenes, mientras que el Enfoque “despejando el espacio” es más una técnica para
centrarse. Mientras Bonny estaba interesada en expandir la consciencia del cliente
utilizando la inducción-relajación como conducto, Gendlin no compartía el mismo énfasis.
Finalmente, en BMGIM la música es la parte central de la experiencia, mientras que
Gendlin no hace referencia a la utilización de la música.
HIPNOTERAPIA
39
BMGIM y la hipnoterapia son modelos similares de varias maneras. Ambos tienen una
discusión preliminar que enfoca la sesión. Ambos utilizan estados relajados o alterados de
conciencia para propósitos terapéuticos; ambos utilizan inducciones a estos estados; y
ambos utilizan procedimientos para retornar a un estado de conciencia normal. Ambos
también utilizan imágenes como parte del proceso terapéutico y en ambos el terapeuta se
compromete con el cliente en la experiencia con imágenes.
Sin embargo, ambos modelos difieren en aspectos importantes. Mientras ambos emplean
estados relajados y alterados de conciencia, la naturaleza y el propósito de éstos varían
en cada método. En BMGIM el propósito del estado de relajación es ayudar a entrar en la
experiencia de imágenes con música, mientras que en la hipnoterapia el propósito es
ayudar al cliente a renunciar al control de su psique. En BMGIM, el propósito de entrar en
este estado es facilitar la autoexploración de la psique del cliente, relacionado con
objetivos clínicos específicos, mientras que en la hipnoterapia el propósito es comunicar
directamente con el inconsciente sobre un tema terapéutico específico (ej. dejar de
fumar). Mientras en BMGIM la experiencia con música-imágenes se revela como un
diálogo entre terapeuta y cliente, en hipnoterapia pueden ocurrir otras formas de diálogo,
como la señalización ideo-motora. Además, en BMGIM el terapeuta toma una postura no
directiva hacia el cliente, facilitando la experiencia con imágenes, mientras que en
hipnoterapia el terapeuta tiene un rol muy directivo, sugiriendo imágenes (recordando una
experiencia de la niñez), sentimientos y patrones de repetición mental de comportamiento
(ej. no anhelaré los cigarros). Además, en BMGIM normalmente se toma una postura no
directiva hacia las soluciones de los problemas encontrados por el cliente, mientras que
en hipnoterapia, el terapeuta puede ser bastante directivo sugiriendo una solución.
Mientras que en BMGIM las imágenes son la parte central de la experiencia terapéutica
del cliente, en hipnoterapia las imágenes son sólo un método de trabajo con la psique.
40
Además, mientras en BMGIM los aspectos y experiencias transpersonales son parte del
proceso, la hipnoterapia no parece tratar esa dimensión de la experiencia humana.
Finalmente, la música no se utiliza en hipnoterapia.
RESUMEN
Hay claras similitudes y diferencias entre el BMGIM y estos otros métodos de imaginería.
Es importante reconocerlas porque son supuestos sobre la naturaleza de la terapia
basada en imágenes y, como tales, apuntalan los métodos, aunque sus fundadores
pueden pensar o describirlos de maneras diferentes. La primera y quizás la más
importante similitud de todos estos métodos es que las experiencias con imágenes tienen
estratos de significado. Esto es, las imágenes pueden ser interpretadas de varias formas y
desde perspectivas teóricas diferentes (ej. Freudiano o Jungiano). Por ejemplo, la imagen
de una casa puede ser un recuerdo de la casa de la niñez, o interpretado como un
símbolo de la estructura de la personalidad del cliente (Leuner, 1978, p.135). Por lo tanto,
en algunos métodos ciertas imágenes tienen un significado específico (ej. Leuner y
Assagioli), o son interpretadas según un marco teórico específico, mientras que en otros
métodos, la misma imagen puede ser entendida de formas variadas (ej. Bonny y Grof).
La tercera similitud es que cada método utiliza técnicas para entrar y salir de la
experiencia con imágenes. Estas pueden incluir técnicas de enfoque, donde el terapeuta
pide al cliente que atienda o se fije en una imagen específica, o técnicas de relajación,
donde el terapeuta ayuda al cliente a relajarse físicamente con el objetivo de entrar en la
experiencia con imágenes. Algunos métodos utilizan una combinación de ambas técnicas.
La cuarta similitud es que en cada método el terapeuta juega un rol en la relación con el
cliente y en la experiencia con imágenes del cliente. Esto puede incluir el sugerir
imágenes y/o en la interpretación de las imágenes. Es importante señalar que en cada
uno de estos métodos hay una considerable variación en el rol del terapeuta.
41
Agradecimientos
El autor desea agradecer a Cheri Franklin (Assagioli), Annie Hart (Hipnoterapia) Rosean
Kasayka (Gendlin), Gina Kastele (Leuner), Kylea Taylor (Grof) y Karyn Ward (Jung) por
sus aportaciones a este capítulo.
Referencias
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Bonny, H. (1978b). The Role of Taped Music Programs in the GIM Process. Salina,
KS: The Bonny Foundation.
Bonny, H. (1980). GIM Therapy: Past, Present and Future Implications. Salina, KS:
The Bonny Foundation.
Bonny, H. L., & Pahnke, W.N. (1972). The use of music in Psychedelic (LSD)
psychotherapy. Journal of Music Therapy, 9, 64-87
42
Erickson, M. H., Rossi, E. L., & Rossi, S. H. (1976). Hypnotic Realities: The induction
of Clinical Hypnosis and the Indirect Forms of Suggestion. New York: Irington Press.
Freud, S. (1952). On Dreams. The Standard Edition. New York: W. W. Norton and
Company
Jacobi, J. (1973). The Psychology of C. G. Jung. New Haven, CT: Yale University
Press.
Jung, C. G. (1960). The structure and dynamics of the psyche. Collected Works,
volume 8. Princeton, NJ: Princeton University Press.
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Perls, F. S. (1959). Gestalt Therapy Verbatim. Moab, Utah: Real People Press.
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of Imagery Techniques. Milwaukee, WI: American Imagery Institute
Sheikh, A. A. (ed.) (1983). Imagery: Current theory, Research and Application. New
York: John Wiley and Sons.
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psychotherapy. In J. L. Singer & K. S. Pope (eds.). The Power of the Human
Imagination. New York: Plenum Press.
Summer, L. (1998). The pure music transference in Guided Imagery and Music. In K.
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Nonordinary States of Consciousness. Santa Cruz, CA: Handford Mead Publishers.
Wrangsjo, B. (1994). Psychoanalysis and GIM. Journal of the Association for Music and
Imagery, 3, 35-48.
44
Capítulo cinco
45
Denise E. Grocke
En 1968, Helen Bonny fue contratada por el Maryland Psychiatric Center en Baltimore
como musicoterapeuta y asociada de investigación. Su trabajo consistía en elaborar
programas para ser usados en el programa de investigación con LSD. En el Center había
una extensa colección de grabaciones musicales recopiladas por varios empleados y la
primera tarea de Bonny fue determinar qué músicas podrían ser más efectivas para las
sesiones con LSD. Éstas solían durar 12 horas. Bonny identificó 6 fases de la experiencia
con esta droga y programó música apropiada para cada una de ellas. Las fases eran:
1. Pre-inicio
4. Clímax de la experiencia
46
Bonny clasificó las músicas que ya estaban siendo utilizadas por los terapeutas en el
centro y les preguntó cuáles de ellas pensaban que eran las más efectivas para cada
fase. Había gran variedad grabaciones en el centro, de diferente géneros y estilos y
cuando Bonny catalogó la música que más solían usar los terapeutas, encontró que la
clásica era la más solicitada (Bonny, 1995). Describió la música más efectiva para la
experiencia con LSD como:
“En los primeros minutos hay imágenes suaves y de repente la droga te golpea. Pasas
de un estado eufórico a un lugar profundo que es como una cámara desenfocada y las
imágenes cambian muy rápido. Es como una montaña rusa y tienes que “dejarte ir”
más de lo que has tenido que dejarte en tu propia vida. Los terapeutas están
continuamente recordándote que lo hagas. Las imágenes suben y bajan en olas y la
gente puede verse inmersa en un estado muy desagradable. Por eso es que necesitas
“dejarte ir”, no engancharte a ninguna imagen y pasar a la siguiente. Lo que hace la
música -el ritmo y la estructura armónica regular- es apoyarte en eso. Estarías
perdido si no tuvieras la estructura de la música”. (Bonny, 1995).
La sesión con LSD que Bonny experimentó en 1971 es de particular interés por la
secuencia de selecciones musicales usadas por el terapeuta. Son las que más tarde
Bonny utilizaría en la elaboración de los programas musicales para GIM. (Nota: la
transcripción no especifica si se puso toda o un fragmento de cada pieza musical).
Primera hora:
Segunda hora:
47
6. Vivaldi: Gloria (“Et in terra pax” del Gloria incluido en el programa de Peak
Experience) (Clímax de la Experiencia).
Tercera hora:
1. Grounod: Sanctus and Benedictus de la St. Cecilia Mass (el Sanctus está
incluido en el programa de Positive Affect) (Afecto Positivo).
Cuarta hora:
2. Gregorian chants.
Quinta hora:
48
Bonny usó 16 de las 30 piezas ejecutadas en la sesión de 1971 para los subsecuentes
programas musicales GIM, influenciada por el hecho de haberlas experimentado bajo los
efectos del LSD y consciente de lo bien que funcionaban en un estado alterado de
conciencia. Todas las elecciones incluidas en el programa Positive Affect sonaron durante
la sesión.
A principios de los años 70, el trabajo de investigación con LSD finalizó (Bonny, 1980,
p.18) y ella empezó a explorar el uso de imágenes y música sin LSD. Creía que la música
sola era lo suficientemente poderosa para estimular la imaginación, sin necesidad de
drogas. Investigó nuevos usos con la música como único estímulo y descubrió que la
gente podía recordar las imágenes y los sentimientos que habían experimentado con más
detalle que bajo la influencia del LSD.
Cuando Bonny elaboraba un programa le ponía un título, unas veces para describir la
intención del programa y otras para describir la cualidad afectiva de la música.
En la selección de la música para los programas, Bonny primero de todo identificó qué le
gustaba de la música basándose en su conocimiento intuitivo, desarrollado durante años
de experiencia como músico orquestal y en sesiones de LSD. Ella recuerda que su
decisión de incluir una pieza tras otra fue tomada por “ensayo-error”. “Me gusta el
49
principio de ésta… esto queda bien con la próxima…” (Bonny, 1978b, p.25). Finalmente
colocó las piezas juntas en una secuencia que pensó seguiría el contorno afectivo que
necesitaba para estimular la imagen y para que coincidiera con la intención del programa.
A través del “ensayo-error” desarrolló la versión final de los programas. Una completa
descripción de la música de los dieciocho programas se puede encontrar en el capítulo 6.
Cuando un nuevo programa era creado, se anunciaba en el Newsletter del Institute for
Conciousness and Music (ICM), una organización fundada por Hele Bonny y otros. El ICM
Newsletter ofrecía una breve descripción de la intención de cada programa musical. Estas
descripciones y el año en que cada programa fue creado se presentan aquí en 3 etapas:
Positive Affect (Afecto Positivo): fue creado para una conferencia de Psicología
Humanística. Su objetivo era implicar al cliente en cuestiones psicodinámicas con una
posible experiencia clímax si la persona estaba preparada.
50
Quiet Music (Música Suave) (1975-1976): el programa fue incluido primero en el ICM
Newsletter Spring 1976, pero versiones del mismo fueron desarrolladas con anterioridad.
El objetivo era llevar a los oyentes a lugares lejanos, invitarles a responder con
movimientos o danza y estimular la creatividad de imágenes, las respuestas
interpersonales cálidas.
Mostly Bach (Principalmente Bach) (1977): fue elaborado para facilitar experiencias más
profundas y amplias, para eliminar resistencias y para proporcionar transferencia de
soporte.
Serenity (Serenidad) (1978): el tema básico del programa era la serenidad, pero también
ofrece alegría, gozo, elevación, inocencia e intención profunda.
Transitions (Transiciones) (1978): fue creado cuando el ICM se trasladó a un nuevo lugar.
Su objetivo era experimentas transiciones de muerte, nuevas aventuras, cambios.
Relationship (Relaciones) (1983): fue incluido en el ICM Newsletter en 1983, pero fue
creado con anterioridad bajo el título Quiet Music 2 (Música Suave 2). Su objetivo era
explorar el animus (espíritu), sub-personalidades, identidad sexual y relaciones de pareja.
51
Los tres programas hicieron sus primeros intentos en un seminario en la New York
University en 1989. Fueron creados después del cierre del ICM y su objetivo no se
describía en el Newsletters.
Bonny también clasificó los programas musicales según su adecuacióna los objetivos
terapéuticos de los clientes:
52
Bonny identificó seis características principales de la música escogida para los programas
GIM:
Primera: Se basó en las teorías de Leonard Meyer para explicar la música como agente
catalizador que crea tensión y liberación. La teoría de Meyer parte de la premisa de que
“la emoción se despierta cuando una tendencia a reaccionar es reprimida” (Meyer, 1956,
p.14), por eso en la experiencia GIM la música que tiene un elemento de incertidumbre
puede evocar respuestas más intensas. Cuando el clímax es escuchado en la música,
puede haber una resolución concomitante en la secuencia de imágenes. El grado de
resolución está basado en el grado de incertidumbre.
Segunda: Bonny creía que la música en GIM actúa como “contenedor” para la
experiencia de imágenes del cliente. El concepto de “música como contenedora” surgió de
los escritos de Winnicott, que desarrolló una teoría de contención… en relación al
desarrollo del niño. Dicha teoría ha sido aplicada en la práctica de GIM (Bonny, 1989;
Goldberg, 1992; Kasayka, 1988; Summer, 1992, 1995, 1998). Los límites de la música
contenedora en GIM deben ser fluidos y flexibles, en los cuales la música ha de estar
siempre cambiando y desplegándose al compás de la música (Bonny, 1995). La música
que sustenta una experiencia transpersonal, por ejemplo, debe permitir un amplio espacio
para explorar las emociones, mientras que para un cliente expresando rabia la música
debe proporcionar un contenedor con fuertes límites, dentro de los cuales el cliente pueda
expresar emociones fuertes (Bonny, 1995).
53
Cuarta: Bonny asegura que la música minimalista, también llamada “New Age”, puede no
ser efectiva en los programas GIM porque no tiene suficiente variabilidad para estimular
las imágenes en el cliente (Bonny, 1996). La variabilidad puede ser proporcionada por
cambios en el timbre, melodía armonía y dinámica. Demasiada variabilidad en la música
también puede ser percibida como desorganización (Bonny, 1996). Una cierta cantidad
de redundancia es necesaria para proporcionar sensación de estabilidad musical.
2. La música clásica tiene una estructura predecible, pero con una apropiada
variabilidad. Hay una simplicidad en la forma clásica, por ejemplo ciertas piezas
tiene una línea con acompañamiento y esto puede evocar diálogo entre el cliente y
una persona significativa en la imagen. Hay también variabilidad en el timbre,
proporcionada por diferentes instrumentos de la orquesta. Dicha variabilidad no se
encuentra en la música de otras tradiciones.
4. Algunas de las piezas de los programas GIM crean una sensación de ambigüedad
que induce a la imagen. Por ejemplo, la obertura de la Marcha del Funeral de
Sigfrido, de Wagner (presente en el programa Muerte/Renacimiento) ofrece una
lenta pulsación de los tambores. “Al oírla, el cliente puede tener la sensación de
que la música habla al cortejo fúnebre” (Bonny, 1996). Igualmente, el fragmento de
Strauss Ein Heldenleben (en el programa Transiciones) empieza con una
54
pulsación similar de los tímpanos, seguido por un motivo de llamada. Esta música
crea expectación en el cliente y puede evocar inmediatamente imágenes de un
viaje (Bonny, 1996).
6. Hasta qué punto la música clásica es “familiar” para los clientes de GIM puede
diferir según las preferencias musicales de la persona, su historia sonora y su
entorno cultural. Además, la percepción de la música cambia según la naturaleza
de la imagen emergente y puede ser diferente cada vez que se escucha la misma
música. Estos también dependerá del objetivo terapéutico de la sesión y del
estado de ánimo del cliente ese día. Aunque la música le resulte familiar, su
percepción cambiará según la necesidad terapéutica.
1. Registro
55
2. Ritmo y tiempo
Registro
Ritmo y Tiempo
Bonny cita a Gaston afirmando que “el ritmo es el activador y organizador de la música”
(Gaston, 1968). El ritmo mantiene el movimiento de la música a través del tiempo,
ofreciendo al oyente “una sensación de flujo y reflujo, de actividad y estabilidad, de
estimulación y liberación” (Bonny, 1978b). “Un ritmo regular interpretado a un tempo
moderato (metrónomo a 60, similar al latido del corazón) es una pulsación segura,
tranquila, universalmente aceptada. A un tempo más rápido, un ritmo regular podría
sugerir danza o pequeño movimiento”, mientras “diferentes patrones rítmicos pueden ser
confusos, contradictorios o excitantes” (Bonny, 1978b).
56
Bonny se encontró con que mucha gente rechazaba la inclusión de música vocal en los
programas de GIM. Afirmaban que la música vocal, coral o sólo voz, interfería o
interrumpía el tren de los pensamientos, imágenes o sentimientos en los que estaban
inmersos (Bonny, 1978b). Bonny defendía que los gustos de los clientes sobre música
vocal podía ser “una relación inconsciente a la influencia de la voz humana en su vida
emocional” (Bonny, 1978b). Por ejemplo, voces femeninas-masculinas pueden evocar
sentimientos asociados a las figuras parentales.
En relación a los sonidos instrumentales, Bonny encontró que “una orquesta completa,
con muchos tipos de instrumentos tocando a la vez, ofrece infinitas posibilidades para
complejidades de tensión-liberación; presenta un amplio espectro de tonos emocionales,
ritmos complejos y variadas estructuras en temas musicales, texturas, colores y
combinaciones armónicas-melódicas” (Bonny, 1978b).
Combinaciones Tonales
Bonny resalta que hay melodías y armonías que pueden formar una figura-fondo Gestalt
en la música. Ella explica que en muchas piezas de GIM suena un solo instrumental con
un acompañamiento orquestal. El instrumento solista lleva la melodía, la “figura” o
“sensación de sí mismo” contra la orquesta entera representando el “tierra” o “sentido del
otro”. Esto permite al oyente identificarse con sí mismo y con los otros (Bonny, 1996).
Estado de Ánimo
Cuando estos elementos operan juntos, la suma de las partes crea un estado de ánimo
predominante. Bonny comenta que “las selecciones con estados de ánimo claros parecen
tener más pronunciado efecto sobre el oyente de GIM” (Bonny, 1978b).
57
CONCLUSION
Este capítulo ha trazado los procesos históricos que llevaron a la creación de los
programas musicales usados en la práctica de GIM. Las categorías de función de Bonny y
su razonamiento para incorporar música clásica occidental contribuyen a nuestro
conocimiento de cómo y por qué estos programas musicales funcionan. La prueba del
conocimiento, intuición profunda y comprensión de Bonny es que sus 18 programas han
superado la prueba del tiempo.
Para muchos terapeutas estos programas son los pilares de la práctica de GIM y, aunque
se han hecho modificaciones a lo largo de los años, los de Bonny todavía son
fundamentales para la práctica de GIM.
Referencias
Bonny, H. L. (1978b). The Role of Taped Music Programs in the GIM Process. GIM
Monograph No. 2. Baltimore, MD: ICM Books.
Bonny, H. L. (1980). GIM Therapy: Past, Present and Future Implications. GIM
Monograph No. 3. Baltimore, MD: ICM Books.
58
Summer, L. (1992). Music: The aesthetic elixir. Journal of the Association of Music
and Imagery, 1, 44-53.
Summer, L. (1998). The pure music transference in Guided Imagery and Music. In K.
E. Bruscia (ed.) The Dynamics of Music Psychotherapy, pp. 431-459. Gilsum,
NH: Barcelona Publishers.
59
Segunda Parte
Aplicaciones
60
61
Capítulo siete
Susan B.Wesley
Desde un principio, Imaginería Guiada con Música (GIM) ha sido usado de forma
individual o grupal, con diversas poblaciones y para diveersos objetivos terapéuticos,
educativos y de desarrollo. Lo central del método es una conversación preliminar, una
relajación e inducción, una experiencia de imaginería con música, regreso al estado de
alerta y conversación de cierre o proceso de las imágenes (Bonny, 1978). En la forma
individual, el viajero mantiene un continuo diálogo con el guía mientras surgen las
imágenes con la música, mientras que en la forma grupal, los viajeros imaginan sin este
diálogo.
Mientras GIM es usado predominantemente con adultos, es posible también usarlo con
total efectividad con niños y adolescentes. Son necesarias ciertas modificaciones, tanto
en los objetivos como en la metodología. El objetivo del siguiente capítulo es examinar
cómo GIM ha sido usado con niños y adolescentes partiendo del modelo original (Bonny &
Savary, 1973) y después examinar mayores expansiones de dicho modelo. Esto se
logrará con una revisión de una pequeña pero creciente colección de estudios en los que
se usa GIM con niños y adolescentes, de cuatro a dieciocho años. Los entornos de estos
estudios han incluido tanto escuelas privadas como públicas, programas piloto, unidades
de educación especial y pacientes dentro de unidades médicas y psiquiátricas. Todos
estos estudios describen aplicaciones prácticas de GIM con esta población. Estos
estudios incluyen algunos en los que se ha intentado llevar a cabo investigaciones de GIM
con niños y adolescentes.
62
EL MODELO ORIGINAL
El modelo original para usar GIM con niños fue desarrollado por Bonny y Savary (1973).
El entorno sugerido fue en un salón de la clase de apreciación musical, lo cual ellos
sentían como un lugar natural para que los niños aprendieran nuevas formas de escuchar
la música. El objetivo del modelo fue fomentar en los niños una “conciencia elevada y una
fresca sensación de la realidad” (p.138). El modelo implica los mismos componentes de
una sesión de GIM con grupo de adultos, pero con las siguientes sugerencias y
directrices.
Los siguientes son ejemplos de música que se ha encontrado efectiva con niños en
edades escolares: Grofe, Suite Gran Cañón; Holst, Planetas (todos menos Saturno y
Marte); Dukas, El Aprendiz de Brujo; Prokofiev, Pedro y el Lobo; Rimski-Korsakov,
Scherhezade; Stravinsky, Petrouchka; Strauss, R. Til Eulenspiegel; Tchaikovsky, El Lago
de los Cisnes y El Cascanueces; Bizet, Carmen; Humperdinck, Hansel y Gretel; Menotti,
Amahl y los Visitantes Nocturnos; Verdi, Aída; Debussy, Preludio a la Siesta de un Fauno;
Copland, Primavera en los Apalaches.
63
En los veintisiete años desde que Bonny y Savary ofrecieron el primer modelo de GIM con
niños, las clases de apreciación musical han continuado siendo el lugar más frecuente,
además de los programas piloto, las unidades de educación especial, correccionales y
pacientes en hospitales médicos y psiquiátricos. En la búsqueda de literatura, tanto
electrónicamente como a mano, se encontraron once artículos. Dos pueden ser
considerados como relatos de investigación y los nueve restantes son artículos informales
o informes de aplicaciones. Además, también aparecieron seis programas de música
grabados. La revisión que sigue intenta proporcionar al lector información básica sobre
estas poblaciones, escenarios, objetivos, formatos, elección de música, resultados y
modificaciones encontradas en esta literatura.
Summer (1981) desarrolló un modelo de uso de GIM en clases ordinarias. El objetivo era
ayudar a los niños a involucrar todo el cerebro. Citando el peligro del exclusivo enfoque de
la educación en el hemisferio izquierdo del cerebro, Summer propuso un antídoto con
varias actividades para el hemisferio derecho, tales como movimiento libre, respiraciones
profundas y fantasía, todas en el contexto de GIM. Ella usó un modelo de “afinación” en
dos pasos. El primer paso es la relajación. El segundo paso reúne a toda la clase a través
de la música y la imaginación, usando un dibujo grupal, movimiento libre, movimiento a
partir de una inducción, contar historias, e imaginar. Los ejercicios de imaginería de
Summer son como los del modelo de Bonny y Savary (1973) en los que hay una
relajación, inducción, escucha de música y procesamiento. Ella sugiere la siguiente
música para las imágenes: Debussy, Danzas Sagradas y Profanas--bosque; Beethoven,
Octava Sinfonía (segundo movimiento)-- pradera y arroyo; Debussy, Preludio a la siesta
de un Fauno.
Además, Summer proporcionó sugerencias para un trabajo físico activo con imaginación.
En su modelo de “Movimiento Libre”, ella sugiere caminar al ritmo de la música y después
considerar qué otros movimientos sugiere la música. Para este enfoque, la música
incluye: Poulenc, Concierto para Piano; Beethoven, Tercera Sinfonía (cuarto movimiento);
Schubert, Sonata Arpeggione (primer movimiento).
64
En una publicación posterior, Summer (1988) menciona brevemente dos entornos reales
de su trabajo con GIM y niños normales pero en desventaja. Ella comenta el uso de temas
apropiados en las inducciones como con animales. Ella explicó que el pedir a los niños,
tanto de su proyecto piloto como los que asistían al programa establecido de música del
colegio, dibujar un animal que ellos eligieran antes de la inducción, proveía una buena
base para la experiencia de música e imágenes, y facilitaba su participación en imágenes
a través del movimiento, actuación, o cuenta historias. Summer también hace referencia a
que, en actividades relacionadas con GIM, ella usaba una “versión notablemente acortada
del Anillo de los Nibelungos de Wagner”.
Gragoire et al. (1989) usaron una forma modificada de GIM con once estudiantes de
cuarto grado que asistían al aula de recursos para estudiantes superdotados de un
colegio público. Su objetivo era evaluar el efecto de la “escucha creativa” y otras
actividades musicales basadas en el sistema Orff en el autoconcepto de dichos
estudiantes. La escucha creativa era definida como un tipo de “experiencia de GIM en la
cual se propone una escena para iniciar la imaginería, seguida de una selección musical
para el desarrollo de imágenes”. (p.25). La experiencia de la escucha comienza con la
relajación, respiración, bostezos y estiramientos seguidos de una inducción relatada de un
astronauta, inventor, la naturaleza o el zoológico. Después se ponía una sola selección
musical y los estudiantes escribían o dibujaban en respuesta a laa música. La selección
musical y las imágenes eran elegidas de las grabaciones de la “escucha creativa” de
Bonny y Savary, Volumen I. Estas son:
• Mensaje del astronauta: Bach: Sinfonía y Cantata 29;
• La invención del tío Euler: Dukas, El aprendiz de bruj;o
• Madre naturaleza: Grofe, La suite del Gran Cañón Amanecer); y
• Safari en el Zoológico: Holst, Los planetas (Urano).
La actividad de escucha generaba el material el cual era la base para las actividades de
Orff. Por ejemplo, después de la escucha de Bach, se les pedía a los niños que anotaran
lo que ellos oían como el mensaje de astronauta. Basado en dicho mensaje, se
desarrollaba un canto, que también llegaba a ser la actividad inicial de la segunda
actividad Orff, donde se desarrollaba otro canto. La única referencia de otra actividad de
escucha activa es una mención del “Safari en el Zoológico”. En esta experiencia, los
autores explican que “los niños dibujan el animal que ellos traen de las imágenes
nombrándole y eligiendo un instrumento que hiciera su sonido” (p.26).
65
Grindel (1989) describió el uso de GIM para explorar la creatividad en niños de siete a
nueve años de edad. Los nueve niños seleccionados para el proyecto eran identificados
como retraídos y muy reservados. Sus objetivos para estos niños eran que demostraran
“un incremento del sentido de la autoestima a través de su participación en sus
experiencias creativas con música e imaginación a través del dibujo, el movimiento,
construcciones y discusión” (p.152).
La forma de GIM era de nuevo el modelo de Bonny y Savary (1973), incluyendo discusión,
ejercicios centrales de relajación autógena; inducción con un tema específico, imagen con
una sencilla selección musical de duración de dos a ocho minutos, dibujar, pintar,
construcción o movimiento; y discusión. Grindel ampliaba la inducción apoyándose en
bufandas de colores, conchas y piedras. También ampliaba las respuestas a las imágenes
usando varios materiales, como pasteles de aceite y tiza, pinturas de agua (sesión 1-4),
movimiento individual dentro de tubos de tela, movimientos en un espacio específico, un
aro de 36 pulgadas (sesiones 5 y 6) y construcción grupal donde los niños seleccionaban
a miembros del grupo para construir una estructura a partir de las imágenes (sesión 7).
Ella también animaba a la respuesta inmediata tras la escucha de la música, haciendo
que los niños usaran bufandas, aros, tubos de tela, etc. para moverse por la habitación
mientras se tocaba una música de celebración. Cada sesión siempre concluía con una
discusión grupal.
Roy (1996-1997) usó GIM en una clase de apreciación musical de un bachillerato para
fomentar el crecimiento personal, proporcionando una salida creativa, una reducción del
estrés y construyendo la autoestima. Roy examinó las imágenes de nueve participantes
elegidos de un grupo de cerca de 75 estudiantes de segundo curso matriculados en una
escuela privada exclusivamente de mujeres.
66
El formato de sesión incluía tiempo a los estudiantes para describir brevemente su estado
anímico antes de la actividad, después les proporcionaba un ejercicio de relajación. Esto
era seguido de una inducción, escucha de una sola selección de música, una respuesta
escrita de la imaginería y una discusión opcional acerca de la imaginería. A los nueve
estudiantes seleccionados se les pedía proporcionar un escrito autobiográfico; participar
en una entrevista después de la quinta sesión y responder a una serie de preguntas seis
meses después de las sesiones.
La música elegida para las sesiones incluía: Pachelbel, Canon en Re; Copland, Primavera
en los Apalaches; Pierne, Concerstucke; Elgar, Variaciones enigma 8 y 9; Brahms,
Concierto para piano nº. 2 (Allegro non troppo); Britten, Sinfonia Simple (Sarabanda
Sentimental); Vaughan Williams, Rhosymedre, Preludio; Berlioz, La Infancia de Cristo
(Coro de Despedida de los Pastores); Puccini, Madama Butterfly (Coro a boca cerrada);
Beethoven, Concierto para piano nº. 5 (Adagio); Vivaldi, Gloria (Et in terra pax) y Haydn,
Concierto para Chelo en Do (Adagio).
Roy dio información detallada de la experiencia de uno de sus estudiantes y después hizo
un sumario con todas las evaluaciones de cuatro estudiantes más. Ella concluyó que:
“GIM pareció ser una muy buena herramienta para estos estudiantes para centrarles
en la mitad del bachillerato durante su segundo año. Vacaciones, vida de colegio,
experiencias personales, el pasado, el presente y el futuro, todos fueron temas que se
combinaron, afectando estas sesiones de GIM en el contexto escolar. GIM permite a
los estudiantes profundizar más hondamente en ellos mismos. Si los colegios han de
ser un modelo de aprendizaje y el éste incluye cómo priorizar valores, ¿qué mejor
recurso para valorarse que a través de GIM? Mientras GIM desvela los
descubrimientos de ellos mismos, el educador o guía de GIM profesional puede
promover el proceso de crecimiento del estudiante, en un sistema escolar que procura
este tipo de educación” (p.74).
Ventre (1981) fue una de las primeras en explorar el potencial terapéutico de GIM en un
marco de educación especial. Su objetivo fue explorar los efectos de GIM en niños
autistas. Trabajando en sesiones individuales más que en sesiones grupales, Ventre
añadió la terapia de música improvisada a la sesión GIM, usando la improvisación como
el medio de evaluar el tono de los sentimientos al comienzo de la sesión, cuando las
habilidades verbales no eran posibles. Las técnicas de relajación fueron ampliadas para
incluir la opción de masaje físico de las extremidades, el cuello y la espalda, así como una
progresión de tensión-relajación. Cuando Ventre lo consideraba apropiado, pedía al niño
traer su sentimiento identificado “a la colchoneta” y permitir que la música le ayudara a
explorarlo.
67
Como el espacio físico disponible para estas sesiones era a menudo ruidoso, Ventre y el
cliente usaban auriculares para escuchar la música. Los programas de música duraban de
diez a veinte minutos. El material de escucha fue tomado del repertorio estándar de GIM
basado en el tono de sentimiento presentado por el niño. Las selecciones catalogadas por
Ventre incluyen: Haydn, Concierto para Chelo en Do (Adagio); Sibelius, Cisne de Tuonela;
Villa-Lobos, Bachianas Brasileiras Nº.5; Boccherini, Concierto para Chelo en Si (Adagio);
Britten, Sinfonía Simple (Sentimental Saraband); Vaugham Williams, Rhosymedre
Preludio; Berlioz, La infancia de Cristo, (Coro de Despedida de los Pastores); Puccini,
Madame Butterfly (Coro a boca cerrada); Massenet, Escenas Alasacianas (Bajo los Tilos);
Canteloube, Canciones de Auvernia (Brezairola); Ravel, Daphnes y Chloe (fragmento);
Brahms, Primera Sinfonía (Allegretto); Brahms, Tercera Sinfonía (poco Allegro); Brahms,
Concierto para Piano Nº 2 (Allegro non troppo); Respighi, Pinos of Roma (Giancola);
Elgar, Variaciones Enigma, Nº 8 y 9); Mozart, Vesperal Solmes (Laudate Dominum);
Barber, Adagio para cuerdas; Gounod, Misa de Santa Cecilia (Ofertorio y Sanctus); y
Strauss, Vida de Héroe (fragmento).
Ventre concluyó que a través del empleo de GIM con seis chicos autistas con edades
entre ocho y dieciséis años, hubo una disminución marcada en comportamientos
estereotipados e hiperactividad; aumento del mantenimiento de la atención; aumento de la
habilidad de seguir instrucciones de uno y dos pasos; aumento del contacto visual;
aumento en comunicación significativa, verbal y no verbal, auto-iniciada.
Diez años después, Elliot (1991) exploró otro uso de GIM con diez estudiantes
identificados con necesidades especiales. Su resultado no publicado incluye la
descripción de catorce sesiones llevadas a cabo con los niños que fueron identificados
como conductualmente disturbados y que no recibieron una instrucción significativa en el
hospital estatal. El formato de Elliot era similar al modelo original de Bonny y Savary
(1973). Ella utilizó un reconocimiento para identificar el estado de los sentimientos de los
participantes. Para inducirles, Elliot utilizaba escenarios de ficción como una pradera o
escalera, así como el libro de Doctor Seuss “Los Lugares a los que Irás”. Una inducción a
menudo llegaba a ser una narrativa acompañada de una selección musical. Elliot
describió la música escuchada como selecciones new age, jazz o grabaciones clásicas de
dos a veinte minutos de duración. Como Bonny y Savary, Elliot acentuó que el conocer
bien la música era de gran importancia. Para Elliot, la forma de procesar la imaginería fue
el dibujo individual o grupal. El último componente de cada sesión era una discusión. Ella
también amplió el acceso del estudiante a las experiencias en clase proporcionando
cintas de inducción y relajación para usos fuera de las sesiones.
Las intenciones terapéuticas de Elliot eran incrementar los éxitos de los programas de
introducción de niños con dificultades de aprendizaje en colegios normales medidos por el
número de horas que un chico podía permanecer en una clase regular; aumentando la
capacidad del estudiante de identificar y expresar cuestiones subyacentes que afectan en
el éxito del proceso; mejorando las habilidades introspectivas del estudiante; aumento de
la capacidad de usar asesoramiento verbal; y disminución de la tensión incrementando las
habilidades de relajación.
68
Wager (1992) usó GIM en un aula especializada creada para niños perturbados
emocionalmente. Su intención terapéutica fue construir habilidades que los niños
necesitaban para el desarrollo de un ego sano. Wager acentuó la necesidad de
explicaciones concretas para los niños e instrucciones paso a paso. Dedicó un tiempo
considerable en la enseñanza de técnicas de relajación muscular progresiva que usan
música con muy poca dinámica en la variación de timbre. Más tarde, ella cambió a
selecciones de música con variedad mayor con la inducción de imaginar un “lugar
seguro”. Las selecciones musicales nombradas en su artículo incluían Halpern, Suite
Spectrum, Debussy, Danzas Sacra y Profana, and el programa de Bonny Imaginería para
Niños.
Wager utilizó también el programa de Bonny Imaginería para Niños, para sesiones
individuales de GIM de treinta minutos. Estas se ofrecieron para chicos que tenían un
buen contacto con la realidad, eran receptivos con la música y les gustaba el arte. De
nuevo, Wager utilizó la relajación muscular progresiva o la respiración profunda pero las
inducciones fueron más frecuentes desde el uso de la cinta. Ella sugirió que algunos niños
se beneficiaron del apunte de una escena de la historia específica incluso antes de la
inducción. Los niños usaron la selección de música para dibujar o construir lo que ellos
imaginaban de la música.
Wager concluyó que GIM permitía a los niños expresar las cuestiones emocionales
importantes para ellos, ayudando también a reducir la ansiedad y aumentando la
confianza en el profesor adulto. Esto también proporcionó una oportunidad a los niños
para practicar habilidades de juego imaginativas y creativas. Wager acentuó que GIM no
debería ser usado sin criterio con niños y que las sesiones individuales aplicadas con
eficiencia, podrían ser un proceso provechoso para ayudar a niños traumatizados a
trabajar las memorias de traumas pasados.
Contextos Institucionales
69
Skaggs (1997) concluyó que “a pesar de las distintas aproximaciones que he intentado
para el tratamiento de jóvenes delincuentes sexuales, con varios niveles de éxito, la
música y otras terapias artísticas creativas han sido poco utilizadas. Datos preliminares
empíricos indican prometedores resultados del empleo de estas modalidades” (p.78).
HOSPITAL MÉDICO. Hay pocos estudios publicados de trabajos de GIM con niños en
este entorno. Fagen (1982) sugirió el uso de GIM en niños enfermos terminales junto con
otras formas musicoterapia. Ella sintió que el empleo de actividades de escucha de
música que implican imaginería guiada podría animar a pacientes apáticos o retraídos a
personalizar sus pensamientos imaginando sus sitios favoritos y recordando tales
sentimientos especiales y positivos.
HOSPITAL PSIQUIATRICO. Wesley (2001) empleó GIM individualmente con tres niños
con edades de seis, siete y diez años en una unidad cerrada del hospital psiquiátrico. Las
sesiones duraron de veinte a treinta minutos, con encuentros diarios durante ocho
semanas. Cada sesión con los niños de siete y diez años, comenzaban cantando una
canción identificada como “mi canción”. Este sirvió como un foco para canalizar la energía
por lo general alta. La canción fue seguida de la elección de una bufanda de colores para
ser usada como un capullo, balsa, globo, tienda de campaña, o alfombra encantada.
Condujo una relajación autogénica breve y las opciones de inducción giraron alrededor de
una pequeña charca, en busca de una cumbre, sintiendo el sol en el capullo de una
oruga, permaneciendo en la orilla mirando al mar.
Cada chico identificaba su forma preferida de inducción que era acompañada con una
selección musical particular. El emparejamiento también fue hecho por el paciente ya que
ellos pedían una pieza particular de música basada en una experiencia anterior con ella.
Por ejemplo, “Catedral Sunrise” de Dexter y Bearns y “Cristal Creek” de Harrisy Mendietta
eran frecuentemente elegidas si la inducción solicitada era el capullo o la charca de
pesca. “El Ruiseñor” y “Nacimiento de Venus” de Respighi, eran a menudo seleccionadas
cuando la inducción utilizada era la montaña o el océano. “Canción de Cuna” de Grieg se
convirtió en la charca de pesca para el niño de siete años. El procesamiento después de
las imágenes a menudo era hecho a través del dibujo y la discusión.
El niño de seis años decidió comenzar sus sesiones a menudo siendo una nube morada y
usando la música como una relajación respiratoria. Su procesamiento era con el dibujo y
una breve historia. La selección de música que más usó era Thompson, “Relajación
Despierta”.
70
Los programas de música grabados han sido creados para facilitar las experiencias de
música e imaginería para niños y adolescentes. Unos tienen la narración y otros no.
Generalmente, el foco para tales programas puede ser la relajación, la creatividad
realzada y desarrollar la inteligencia. Lo que sigue es una sinopsis de seis programas de
música grabados que especifican el proceso de GIM para niños y/o adolescentes.
71
Italia (Tarantela Paesana). El tema para el lado B era Un Viaje Sorpresa e incluyó la
música de Brasil (Villa-Lobos “The Little Train of Caipira”), Checoslovaquia (The Ragman’s
Signal), Afganistán (The Song of the Cricket), Estados Unidos (Arrullo a Martha) y
Alemania (Rundadinella de Orff). Ambas grabaciones eran completadas con instrucciones
escritas como sugerencias para el uso con niños y ambos están agotados actualmente.
La cara “A” usa la narrativa y la cara “B” sólo música. Summer y Summer sugieren que
“las selecciones especifican un ejercicio de relajación corto antes de escuchar la historia /
narración y luego dejar a la música dirigir la aventura, después de la cual puede expresar
con palabras, dibujo, escribiendo y/o componiendo una canción basada en la experiencia.
La Novena Sinfonía de Dvorak (Segundo Movimiento) es usada para “la Salida del
Héroe”. Four Norwegian Moods de Stravinsky (Canción) vienen después como “la
Reunión el Anima”. Romeo y Julieta de Prokofiev (Baile de Mañana) fue seleccionado
para “Encontrar la Sombra”. Este es seguido de la Primera Sinfonía de Mahler (Cuarto
extracto de movimiento) para “la Lucha de Dragón”. Finalmente Wagner, Die
Meisterssinger (Obertura) para “la Vuelta”.
72
Experiencias de la Infancia
Éstos incluyen: Ravel, Mother Goose Suite, (Pavane, Petit Poucet, Le Jardin Feerique);
Barber, Allegreto; Tchaikovsky, Niñera; Mompou, Scènes d’enfants (Nums. 2 y 3); Santo-
Saens, Carnaval de los Animales (Tortugas, Acuario y Cuco). Bruscia no ofrece ningunas
sugerencias para técnicas de relajación, inducciones, tratamiento de actividades, o
historias prescritas. El énfasis parece estar en el proceso de la imagen hecha como
resultado por la música y no por las palabras.
RESUMEN
Esta discusión de GIM con niños y adolescentes demuestra tanto escasez como riqueza.
Aunque este capítulo esté basado en un muy pequeño número de escrituras disponibles,
es importante reconocer que, desde principios de los años 70, GIM ha sido usado por
muchos motivos con niños y adolescentes. De la intervención de trauma a la generación
de creatividad, en escuelas, instalaciones correccionales y hospitales como escenarios,
GIM con niños y adolescentes sigue hoy. El material presentado aquí
esperanzadoramente, refleja sólo algunas de muchas posibilidades de GIM con niños y
adolescentes en el futuro.
Referencias
73
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paper submitted to the Capital City Schools. Topeka, KS.
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gifted? A trial program. Music Therapy Perspectives, 7, 23-27.
Roy, M. (1996-1997). Guided Imagery and Music group experiences with adolescent girls
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Summer, L. & Summer, J. (1989). The Hero’s Journey. Music Tape. Salina, KS:
Bonnytapes.
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Unpublished manuscript.
Wager, K. (1992). Experiences, Thoughts and Reflections on the Use of GIM with
Emotionally Disturbed Children. Unpublished manuscript.
74
Capítulo Ocho
Alison Short
En una época en la que se dice y se escribe mucho, tanto en la literatura popular como en
la profesional, sobre el proceso de curación y en la que se está investigando una serie de
técnicas terapéuticas en diferentes campos, cabe considerar el lugar que ocupa la
Imaginería Guiada con Música (GIM) en el campo de la salud y los cuidados. En este
capítulo el término GIM se utiliza de modo genérico para designar varias técnicas, tanto
75
CUIDADOS MÉDICOS
Para empezar, debe definirse qué se entiende por cuidados médicos. Estos se definen
como “atención dada por un doctor de servicios relacionados con el mantenimiento de la
salud, la prevención de enfermedades y el tratamiento de enfermedades o heridas”
(Anderson, Anderson y Glanze, 1994, p.967). Por lo tanto, un problema médico sería una
enfermedad o infección que afecta a la fisiología del individuo (Harkenss y Dincher, 1999).
El problema médico es determinado por medio del diagnóstico, que se basa a su vez, en
la determinación de la causa de la enfermedad o el sufrimiento de un paciente,
combinando el examen físico, la entrevista con el paciente, los análisis de laboratorio, la
revisión del historial médico del paciente, el conocimiento de las causas de los síntomas
observados y un análisis diferencial para eliminar posibles causas similares (Anderson y
col., 1994). Así, los datos se obtienen de varias maneras, basándose especialmente en lo
que el clínico observa y en lo que el paciente relata acerca de su propia experiencia. Los
cuidados médicos y el tratamiento pueden enfocarse en todos y/o cualquiera de los
problemas de salud experimentados por el individuo, tales como traumas, enfermedades,
desequilibrios físicos, alteraciones del desarrollo, etc. Los síntomas emocionales,
psicológicos y físicos pueden resultar evidentes y aportar información muy valiosa que
ayude a realizar un diagnóstico completo.
76
La colaboración entre la medicina y nuevas perspectivas como GIM resulta útil no sólo
para la medicina, sino también para los facultativos de GIM ya que supone un
reconocimiento de la contribución y la importancia de otros profesionales del cuidado de la
salud en el tratamiento de los pacientes. Por ejemplo, si esta autora hubiese tratado a los
pacientes cardiacos de su estudio únicamente con GIM y no con operaciones quirúrgicas,
77
PRÁCTICA CLÍNICA EN
CUIDADOS MÉDICOS
Los pacientes médicos suelen diferir mucho de aquellos que acuden a grupos de
encuentro o de autoayuda. Puede que jamás hayan recibido tratamiento psicoterapéutico
con anterioridad, o que ni si quiera hayan experimentado con la relajación o las imágenes.
Este ha sido el caso de los pacientes que participaron en el estudio de cardiacos de esta
autora, como se menciona más adelante. Las personas con problemas médicos graves
pueden tener las defensas bajas y, por tanto, cualquier aflicción no resuelta, otros
problemas latentes no diagnosticados, o el estrés traumático previo, puede emerger
inesperadamente. Por ello, los facultativos proceden con máximo cuidado y precaución,
como recomiendan facultativos renombrados. Estos pacientes pueden ser muy
vulnerables debido a sus problemas físicos, que pueden generar dolor, confusión,
ansiedad y depresión relacionada con el efecto físico en el cuerpo. En un momento en el
que sus defensas están bajas, es imprescindible que los pacientes sean tratados con
cariño y consideración. El facultativo que trabaje en esta área ha de tener un
conocimiento muy profundo de la(s) condición(es) en cuestión y sus implicaciones, tanto
físicas como emocionales. Así mismo, es necesario tener un informe y un sistema de
referencias amplios y ejercer con principios éticos impecables. Evidentemente, esta no es
un área apta para un aprendiz o un titulado de GIM.
78
En otros casos, el trabajo en grupo ha resultado efectivo cuando los clientes se negaban a
participar en sesiones de manera individual, especialmente en el caso de ancianos
residente que recibían cuidados médicos en una residencia (Short, 1992a). Algunos de los
principios de BMGIM son aplicables al trabajo en grupo (Bonny y Savary, 1973), incluida la
unión de la inducción y las necesidades individuales, la cuidadosa selección de la música
y la oportunidad de hablar sobre la experiencia de las imágenes. Sin embargo, las
consecuencias de no “comentar” las imágenes tal y como se suceden, empaña el proceso
terapéutico y el sentido de inmediatez y conexión de la imagen específica y la música
concreta puede variar, debido sobre todo a los déficits en la memoria a corto plazo.
El uso de GIM en grupo está indicado para involucrar a los pacientes en los casos en los
que BMGIM no es aceptable por una serie de razones. El ser parte de un grupo, tiene la
ventaja de que disminuye la ansiedad y se difumina la intensidad de la atención del líder.
BMGIM individual resulta a menudo muy intenso y puede requerir demasiada energía y
constancia por parte del paciente. Los miedos acerca de la naturaleza de la terapia se
toleran mejor en grupo ya que los pacientes no suelen haber tenido contacto anterior con
la psicoterapia. La capacidad de conectar con otros del grupo que presentan problemas
médicos similares puede aumentar el desarrollo terapéutico en este punto. No obstante, el
trabajo individual en el BMGIM es también muy importante para los pacientes ya que el
proceso puede adaptarse a las necesidades específicas del paciente en lo que al proceso
de relajación y la elección de la música se refiere, para así propiciar los máximos
beneficios de la relevancia y la percepción para esa persona.
EN CUIDADOS MÉDICOS
¿Cómo se puede entender, entonces, las imágenes y su relación con las necesidades de
los pacientes, desde una perspectiva conceptual? Varios autores han citado el uso de las
imágenes en los cuidados médicos como potenciales portadores de información sobre el
estado físico. Por ejemplo ya en 1993, interpretando imágenes del sueño de un cliente,
Jung vio que podía diagnosticar correctamente un problema de fluido cerebroespinal
bloqueado (Jung, 1968). Más recientemente, Siegel (1986) ha examinado las imágenes
de pacientes con cáncer en busca de claves que ayuden a entender el progreso de su
enfermedad. Simonton, Matthews-Simonton y Creighton (1980), Achterberg (1985) y
Lockhart (1983) también han llevado a cabo evaluaciones clínicas de imágenes
generadas espontáneamente. Todos estos ejemplos apoyan la idea de que existe un
conocimiento inherente que conecta cuerpo y mente, al que se puede acceder en el
contexto terapéutico por medio de procesos de imágenes (Freeman y Lawlis, 2001;
Sheikh, Kunzendorf y Sheikh, 1989).
79
Este modelo teórico ayuda a interpretar el material clínico. Por ejemplo, un segmento de
la imágenes de un cliente se basaba en colores abstractos, donde una sensación de
poder, asfixia y desesperanza ilustrada por las imágenes descritas surgió en seguida una
situación de abuso físico. Más tarde, la discusión espontánea confirmó los recuerdos que
el cliente tenía sobre un suceso traumático acontecido unos veinte años antes. Otra
clienta empezó las sesiones de GIM sufriendo un fuerte dolor, pero sus miedos de volver
a padecer de cáncer no fueron confirmados por las imágenes generadas
espontáneamente por la paciente. Imágenes con color y luz relacionadas con el cuerpo
surgieron de modo que no hacían sospechar de la existencia de aberraciones o
características extrañas. El consiguiente examen por parte de su oncólogo confirmó lo
que las imágenes ya habían sugerido, un diagnóstico médico de ausencia de cáncer. Así
mismo, otra clienta vio y describió verbalmente imágenes de células cancerígenas y su
interacción con la paciente y asoció dichas imágenes a su lucha contra el cáncer.
Basándose en la descripción de dichas imágenes, el terapeuta de GIM concluyó que la
lucha no parecía ser del todo efectiva. En las imágenes, la paciente se veía indefensa y
experimentando mucho miedo.
80
Figura 1
Marcad
Marcad Marcad
CONGLOME
Marcad Marcad
81
En una discusión posterior, los comentarios espontáneos del cliente indicaron un riesgo
médico (estadísticamente significativo) del 50 por ciento de que volviera a padecer cáncer
en los siguientes cinco años. Esto confirmó lo que la imagen ya había sugerido: una
defensa corporal incompleta. Estos breves ejemplos muestran cómo las imágenes
producidas espontáneamente por los clientes en las sesiones de GIM pueden ser
examinadas en profundidad para obtener información clínica y diagnóstica (Short, 1991).
A la hora de obtener esa información, son importantes los siguientes factores: a)
reconocer posibles vínculos entre el cuerpo y la mente por medio de imágenes ya sean
éstas de situaciones pasadas o presentes, de procesos traumáticos, o de procesos de
rehabilitación; b) llevar a cabo intervenciones para localizar los procesos en las imágenes
y descartar datos innecesarios y c) discutir y validar con el cliente el proceso de las
imágenes tras la sesión de BMGIM (Short, 1991).
Al explorar la relación entre las imágenes y los problemas médicos, el interés de la autora
se centró, en un principio, en dos áreas: BMGIM individual relacionado con el embarazo y
GIM de grupo con residentes ancianos con discapacidad física. Dicha exploración tenía
como objetivo aumentar el conocimiento acerca de: a) la importancia que las imágenes
tiene para la persona y b) cómo estas imágenes interactúan y son integradas en las vidas
de los pacientes, especialmente en relación con sus problemas físicos. Estos primeros
estudios sugerían la existencia de interesantes características que serán exploradas más
a fondo ahora.
El embarazo es una condición física única que exige ajustes continuos para la salud física
y emocional. Incluso durante un embarazo “normal” suelen presentarse problemas físicos
y emocionales y tanto proceso como el resultado pueden ser impredecibles.
Una clienta se sometió a ocho sesiones BMGIM durante un periodo de trece semanas a la
mitad y al final del embarazo. Una revisión de las transcripciones, posterior al análisis,
mostró que esta clienta utilizó BMGIM para enfrentarse a las necesidades de adaptación,
tanto física como emocional del embarazo (Short, 1993a, 1993b). La adaptación al
embarazo se evidenció en las imágenes ya que las reacciones de la clienta eran acordes
a los de una mujer embarazada, por ejemplo, a la hora de elegir comida nutritiva (en vez
de comida “chatarra”) y al evitar movimientos peligrosos o que requiriesen esfuerzo físico.
La conexión emocional con el bebé, el nuevo ser que llevaba en su vientre, se evidenció
en imágenes que mostraban relación y vínculo emocional. Cabe destacar que esta clienta
también utilizó BMGIM para explorar el trauma que le supuso la pérdida de un anterior
82
Esta forma de GIM en grupo exploró la manera en que ancianos discapacitados físicos
residentes utilizaban las imágenes en relación a los aspectos físicos y emocionales de su
condición actual. Se estableció un simple marco de investigación cualitativo. Las extensas
notas de campo escritas al final de cada sesión fueron analizadas, en busca de temas,
tras completar veintiuna sesiones. Los resultados sugerían que los ancianos residentes
imaginaban vívida y efectivamente. Los temas emergentes se refería a la discapacidad, la
pérdida de un ser querido, la sexualidad y el proceso de envejecimiento y así salieron a la
luz una serie de asuntos del pasado, del presente y otros que estaban pendientes (Short,
1992a).
Por ejemplo, una residente describió imágenes de Helen Keller, una persona que había
demostrado un gran valor y fuerza al sobreponerse a la ceguera y la sordera que padecía
y ello se convirtió en un vehículo para no solo absorber fuerza e inspiración de la imagen,
sino también discutir sobre la ceguera que la propia residente había padecido durante
catorce años. Esta residente normalmente evitaba compartir pensamientos tan profundos
por medio del humor o cambiando de tema, pero en esta ocasión el uso de las imágenes
con la música sacó a relucir auténticos sentimientos profundos. El grupo respondió con
una retroalimentación positiva sobre la manera en que la residente estaba enfrentándose
a su discapacidad y le ofreció apoyo posteriormente en la adaptación a su discapacidad
visual.
Al ampliar este programa inicial de grupo, se revisó otra serie de veintitrés sesiones (de la
sesión 28 a la sesión 50, inclusive) realizando igualmente un simple análisis cualitativo.
En esta serie los temas se relacionaban con la experiencia de envejecer, encontrar
sentido a la vida, la tristeza, la pérdida y el luto, enfrentarse a la enfermedad crónica, la
relajación, enfrentarse a la vida en el centro, las relaciones con la familia, la revisión de la
vida y los recuerdos y cómo enfrentarse a la muerte cercana (Short, 1992b).
83
Por ejemplo, la música y las imágenes indujeron a una clienta a recordar un poema de su
infancia. Este poema trajo significado a sus problemas actuales, entre ellos múltiples
úlceras en la pierna, mala circulación y una historia de osteoartritis, cáncer y prótesis
bilateral de cadera. El poema de Douglas Malloch que se muestra abajo, expresaba una
sensación de lucha contra los problemas de la vida y de crecimiento a través de esas
peleas. La imagen del árbol podría simbolizar el cuerpo de la residente y las “ramas rotas”
y las “huellas” en el poema, podrían representar las muchas operaciones y los diversos
problemas físicos que había padecido (Short, 1992b). Aquí, las imágenes mostraban
mucha información clínica acerca de la experiencia de la residente con su cuerpo.
La Buena Madera
El árbol que nunca tuvo que luchar
Por el sol, el cielo, el aire y la luz,
Que siempre estuvo expuesto a la lluvia
Y que siempre tuvo todo con facilidad,
Nunca llega a ser rey del bosque
Y vive y muere escuálido
La buena madera no crece fácilmente: Mientras más fuerte sea el viento, más fuerte es el árbol.
Douglas Malloch
Esta forma de GIM en grupo permitió, claramente, detectar y tratar temas importantes, a
los que se enfrentaban estos ancianos, de una manera que para ellos resultó ser
aceptable y significativa. De hecho, el trabajar con estos discapacitados físicos de este
modo sugirió la existencia de implicaciones para la salud que iban más allá, como indica
Marcus (1992):
84
[Alison Short] describe el uso de técnicas basada en GIM (relajación e inducción con
personas discapacitadas en silla de ruedas, trabajo de imágenes con deficientes
visuales y legalmente ciegos, procesamiento verbal con afásicos) con una modestia
tal que contrasta, tanto con la magnitud de su innovación como con el largo alcance
de los resultados obtenidos. Cabe esperar que las discapacidades con las que trata
no sean propias únicamente de la población de ancianos donde ella las ha
observado. Sus resultados podrían indicar que las técnicas basadas en GIM tienen
una aceptación más amplia de lo que hoy en día se piensa y puede que también
arrojen algo de luz sobre la cuestión de la naturaleza de la música misma (p.x).
La relación de la música y las imágenes con las condiciones físicas y los asuntos médicos
ha sido mencionada por diversos escritores (Erdonmez, 1992; Toomey, 1996-1997),
siendo la mayoría material de estudios de casos e informes de carácter anecdótico.
Algunos de los autores han llevado a cabo sus estudios con base teórica y un sistema de
creencias poco claros. No obstante, su interpretación de las imágenes de los clientes
puede arrojar algo de luz en el campo de las imágenes y la curación en el contexto de
GIM.
Tras revisar informes anecdóticos y de casos, esta autora sugiere que las imágenes
espontáneas que llevan a la curación física y emocional de una condición médica suelen
incluir el airar las emociones, la visión en problemas relacionados o patrones de conducta
negativos de larga duración, la aparición de una figura guía arquetípica, transformación
simbólica de alguna(s) parte(s) del cuerpo y un aumento en los sentimientos de salud
física y mental o de rejuvenecimiento (Hale, 1992; Merritt, 1993; Pickett, 1987). Aspectos
de la pérdida relacionados con el trauma también pueden aparecer de modo espontáneo
en las imágenes, lo cual puede ser tratado posteriormente en la práctica de BMGIM
(Goldberg, 1988; Pickett, 1996-1997), como es el caso de las reacciones emocionales
relacionadas con el autoconcepto resultante de la discapacidad física (Moffit, 1991). Para
recuperarse de un trauma físico como el abuso sexual pueden ser necesarias las
imágenes relacionadas con el miedo y el héroe arquetípico, llevando a su vez al desarrollo
de fuerza interior y poder en el cliente (Tasney, 1993).
Al investigar los diversos efectos físicos y emocionales que a menudo sufrían los
veteranos de Vietnam, Blake (1994a, 1994b) analizó el papel de la GIM en relación con el
estrés post-traumático. Su estudio sugería que las imágenes fueron efectivas para
relajarse, airear emociones, acceder a recuerdos traumáticos y alcanzar la visión, junto
con un aumento de sentimientos positivos y de poder en los clientes. Las respuestas
somáticas al utilizar material emocional difícil proporcionan un campo de investigación.
Dichas respuestas somáticas incluyen dolor de cabeza, tensión corporal, dolor,
entumecimiento, sudoración y parálisis temporal (Blake, 1994a).
McKinney (1995) ha llevado a cabo análisis cualitativos formales para experimentar los
cambios producidos por GIM en el nivel de beta-endorfinas del cuerpo. Sus resultados
sugieren que GIM puede ser efectiva a la hora de disminuir la depresión. Elizabeth Jacobi
también ha estudiado los efectos del BMGIM en el manejo de la artritis, utilizando
cuestionarios y medidas cuantitativas (comunicación personal, noviembre, 1999).
CUIDADOS CARDIACOS
85
86
Ojalá pudiera abrirlo un poco… como te dije antes, si pudiera abrirlo, bajar la
cremallera un poco para darles a mis hombros más flexibilidad, pues está un poco
apretado. Pero ya llegará… A menudo me siento, sí, si pudiera abrirlo un poco. Pero
no siempre es así, sino que suele ser sobre todo cuando estás en la cama y pienso
que así es más incómodo por estar acostado. (Música: Danse Sacree et Danse
Profane de Debussy).
Esta participante utilizó las imágenes referentes a su esternotomía, que aún le producía
dolor y molestias, especialmente cuando se acostaba, para relacionarlas no solo con su
cuerpo, sino también en un sentido más amplio de sus emociones. De hecho, esta
participante rompió a llorar poco después de que empezara la música y reflexionó más
tarde (durante la música y las imágenes) sobre su necesidad de ser fuerte y guardarse las
cosas dentro. Así pues, la experiencia imaginada de la esternotomía pareció conllevar
connotaciones tanto emocionales como físicas, de estar “fuertemente apretada” en
contraposición a “abrirse”. Para una discusión más detallada de este caso, ver Short
(1999a).
Por ejemplo, uno de los participantes en este estudio sufría dolor crónico y utilizaba un
implante para aliviar el dolor. Era de origen hispano y residió en Australia durante 35 años.
Uno de sus problemas, como relató en las sesiones, era que su cuerpo, cada vez más
artrítico, no podía aguantar el ritmo de su corazón, cada vez más enérgico tras haberle
colocado un marcapasos. También estaba siendo tratado por depresión, consecuencia de
más de diez años de dolor crónico y se presentó como ansioso y alterado. No obstante,
en su quinta sesión, disfrutó al imaginarse en la playa. Al preguntarle: “¿qué te gustaría
estar haciendo ahora?”, él respondió:
Oh, pues me recostaré sobre la arena. Porque la música también es muy agradable,
me recuesto boca arriba. Será peor después, por moverme, pero no importa.
Disfrutaré del momento. Ya sabes, oigo, me recuesto boca arriba. Oigo el mar, veo
el cielo, al mismo tiempo siento la arena y siento el sol. ¿Qué más puedo pedir? ¡Lo
tengo todo! Es tan bonito. Pienso, que las mejores cosas de la vida son gratis. El sol
es gratis, la arena es gratis. El mar es gratis. No se necesita dinero para disfrutar de
eso (Música: Requiem de Faure [In Paradisum])
Y después…
Me siento tan bien, con todo. La vida es bella. Cuando puedes disfrutar de todo
esto. Me hace sentir tan bien conmigo mismo. Siento que lo tengo todo. En este
87
Ensayo de Actividades
Por ejemplo, un participante se imaginó jugando siete hoyos de golf durante la música, en
un juego típicamente social con su hermano y su hijo. Cada suceso representado en el
juego de la imagen fue relatado, incluyendo la selección del palo, los lanzamientos, la
puntuación y el paseo por la calle. En un análisis posterior quedó de manifiesto que este
era un partido de golf muy normal para el paciente. Pero la normalidad de esta sesión era
engañosa. Podría no haber sido normal. La última vez que jugó golf, evidentemente no
había sido normal –tenía angina de pecho. El ejercicio físico de este estilo era sin duda
alguna un problema para su salud y su bienestar. Durante la música y las imágenes, en
dos ocasiones distintas, comentó cómo se sentía volviendo a jugar golf.
Así que volvemos a vernos, para bajar la calle. Ambos me preguntan qué tal es
volver a jugar golf. “¡Es genial!”, les digo. “¿Sientes dolor?”, “No, no como antes”.
Hablamos sobre ello, sobre la ausencia de dolor de pecho. Y eso es, lo que me
hace sentir, bien… es una buena sensación. (Terapeuta: ¿hay algo más que quieras
decirles?). No, ahora no. (Música: Sinfonía Escocesa nº. 3 [Vivace non troppo] de
Mendelssohn).
Y después…
88
Bueno, no puedo lanzarla muy lejos estos días. (Terapeuta: ¿no puedes?). No, creo
que es por la operación, aún estoy débil. Pero lo acepto. Ya mejoraré. (Mmm…
mejorarás). Cuando mejore tendré un “swing” más fuerte. De todas formas no quiero
hacerlo demasiado fuerte, no vaya a ser que se estropee todo. Bueno, vamos
bajando la calle, juntos, charlando de nuevo. (Música: Fragmento del Daphnis and
Chloe, Suite Num. 2 de Ravel)
COMENTARIO FINAL
89
Agradecimientos
La autora agradece la ayuda recibida por parte de los hospitales, su personal y los
pacientes que han participado en su estudio y sus proyectos. La autora también agradece
el importante apoyo y la dirección de sus directores de tesis, profesora Heather Gibb,
profesor Colin Holmes y profesora Michele Forinash.
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Capítulo Nueve
93
Debra S. Burns
Para comprender las aportaciones del método GIM al tratamiento de una persona, es
importante que el lector tenga una base conceptual del efecto que las intervenciones
psicosociales pueden tener en una persona. Existen una gran cantidad de teorías que
conceptualizan la interacción cuerpo-mente. Sin embargo, incluso la terminología utilizada
en dichas teorías es limitada. Los modelos más útiles son aquellos que incluyen las
interacciones cuerpo-mente y las interacciones sociales. Teóricos e investigadores
incluyen las relaciones de los procesos biológicos, psicológicos y sociales de una persona
para explicar posibles fenómenos y los resultados de las intervenciones. Otros modelos
incluyen también los procesos espirituales al describir el bienestar de una persona.
94
DE UNA ENFERMEDAD
Investigaciones realizadas por McKinney y sus colegas han demostrado que los niveles
hormonales, incluidos los de cortisol y betaendorfina, cambian como resultado de una
serie de sesiones de GIM en grupo (McKinney et al., 1995) y de sesiones individuales
mediante el Método Bonny de Imaginería Guiada y Música (BMGIM) (McKinney et al.,
1997). En uno de los ejemplos, la disminución de los niveles de cortisol apuntaba a una
mejora del estado de ánimo (McKinney et al., 1997). Los investigadores no están seguros
con respectos al cambio necesario en los niveles de cortisol o betaendorfina para obtener
datos clínicos relevantes. Sin embargo, estos datos sugieren que tanto el modo grupal
como el individual de GIM podrían tener efectos prometedores en las funciones inmune y
endocrina para los individuos que padecen enfermedades crónicas.
Además de las vías biológicas, se incluyen las vías conductuales en el modelo conductual
del estrés. En el modelo biopsicológico, los componentes conductuales se dividen en los
95
aspectos relacionados con la salud como las alteraciones del apetito, la automedicación
junto con alcohol o drogas, trastornos del sueño y consumo de tabaco. Las vías sociales
incluyen la forma en que una persona se relaciona con su entorno.
Los datos procedentes de estudios cuantitativos sugieren que el método Bonny es una
forma eficaz de tratar la angustia emocional relacionada con las enfermedades crónicas.
Los estudios cuantitativos indican que las sesiones de GIM pueden ofrecer importantes
cambios positivos tanto en el estado de ánimo como en la calidad de vida en personas
enfermas y sanas (Burns, 1999; McKinney et al., 1995; McKinney et al., 1997). Entre
dichos cambios específicos del estado de ánimo se incluyen ansiedad, depresión, ira,
fatiga y confusión (Burns, 1999; McKinney, Antoni, Kumar, Tims, & McCabe, 1997).
Los informes cualitativos indican que el proceso en el que se lleva a cabo la mejora
psicológica depende de la condición premórbida del paciente. Si el sujeto presentaba una
determinada salud mental antes de la aparición de la enfermedad crónica, la angustia
96
La fatiga, un síntoma físico influido por los aumentos de la angustia emocionales un efecto
secundario común en las enfermedades crónicas y en los tratamientos correspondientes.
Se caracteriza por la sensación de cansancio y debilidad y puede proceder del tratamiento
o de la misma enfermedad. La fatiga relacionada con el cáncer se suele asociar con la
anemia que destruye las células rojas durante la quimioterapia o durante una fase
avanzada de la enfermedad. Cella (1998) describe la fatiga como un síndrome de varios
síntomas entre los que se incluyen vértigo, jaqueca, dolor en el pecho, ahogo y una menor
motivación. Es importante tener en cuenta que este aumento de fatiga y la falta de
motivación también pueden estar relacionados con un alto nivel de depresión. Aunque la
anemia puede provocar niveles de fatiga elevados, una persona con una enfermedad
crónica puede sufrir una fatiga que no esté relacionada con la anemia. Los estudios
realizados por McKinney y colegas (1997) y Burns (1999) indican que una serie de
sesiones de GIM pueden reducir la sensación de fatiga, que se mantiene durante un
seguimiento de seis semanas.
97
Por último, las vías sociales influyen en los resultados de las enfermedades crónicas. Un
funcionamientos social reducido, como la actividad sexual o el ocio, un círculo social
reducido y la disminución de la capacidad de trabajar a causa de la enfermedad, se
incluyen en el modelo biopsicológico de la influencia de la enfermedad. Bruscia (1991)
ilustra el aislamiento que puede sufrir una persona portadora del virus VIH mediante la
retirada social y el pensamiento negativo asociado a una enfermedad crónica y a una
enfermedad que soporta un estigma social. Una menor habilidad para integrarse en la
vida influye negativamente en la calidad de vida relacionada con la salud.
Diagnóstico
98
Logan (1998) ofrece un ejemplo destacable de los beneficios de BMGIM durante la fase
de diagnóstico de una enfermedad crónica. El autor describe el trabajo realizado con una
mujer de mediana edad que padecía una enfermedad de transmisión sanguínea. Las
99
pruebas médicas requerían la hospitalización hasta que los médicos pudieran determinar
un diagnóstico acertado. Durante la sesión inicial de BMGIM, la paciente fue capaz de
llorar y de liberar tensiones relacionadas con su estado médico. Logan describe este
proceso como “una válvula de escape, mediante la descarga de tensión emocional […]”
(p.21). Esta sesión también posibilitó el aprendizaje sobre la influencia que el estrés tiene
sobre el cuerpo y la correspondiente importancia de los ejercicios de reducción del estrés.
La bibliografía existente sobre la descripción de los procesos que los viajeros pueden
atravesar mediante el método GIM durante la fase de diagnóstico de una enfermedad
crónica es bastante escasa. Este proceso también es capaz de ofrecer consuelo y facilitar
la oración y la exploración espiritual. La presencia del guía y la estabilidad facilitada
mediante la música proporcionan el apoyo y el consuelo que los individuos necesitan
durante este periodo de incertidumbre. La elección musical del guía durante esta época
puede presentar un contraste con respecto a esos sentimientos y acontecimientos
turbulentos, así como dar una oportunidad a la tranquilidad, la seguridad y el descanso.
Dichos intervalos de descanso presentan una oportunidad para la reflexión y la
exploración espiritual y también para la oración.
Tratamiento
Mientras que no es habitual que los pacientes de cáncer deban experimentar la intensidad
del dolor sufrido en el pasado, la metástasis ósea sigue siendo el síntoma más doloroso
de la progresión del cáncer. Logan (1998) describe las sesiones de BMGIM de un hombre
que se estaba sometiendo a radioterapia para un cáncer de pulmón en la cuarta etapa,
100
con metástasis ósea. Durante la cuarta sesión del programa, el viajero decidió centrarse
en el dolor sufrido en el costado, piernas y vértebras. Durante la audición de música, el
viajero experimentó sensaciones corporales de calidez en esos puntos en los que sentía
dolor. Las notas graves de la música sostenían esa calidez a la vez que el dolor cesaba.
Burns (1999) describe otro ejemplo de imágenes de curaciones utilizadas para mitigar la
percepción de dolor. La sesión en sí era la quinta de un programa de diez sesiones con
una mujer de 33 años que se recuperaba de una mastectomía unilateral para tratar un
carcinoma doble in situ. Mientras que la mastectomía se había completado seis meses
antes de la primera sesión, la viajera había comenzado el proceso de reconstrucción de
pecho, que también es muy doloroso. Dicha sesión tuvo lugar después de la intervención
de reconstrucción quirúrgica. La viajera describió una imagen de sí misma tomando un
baño de burbujas rodeada por la luz de las velas. El agua producía en su cuerpo una
sensación cálida y curativa. Cuando la música terminó, confirmó que la evocación de
imágenes le ayudó a aliviar el dolor relacionado con la cirugía y también mejoró su estado
de ánimo.
Por último, Logan (1998) ofrece un ejemplo de cómo el alivio de tensión física y emocional
puede aliviar el dolor. Describe una sesión con una mujer que sufría altos niveles de
ansiedad y dolor. La música proporcionaba una estructura para la respiración y la
relajación, lo que fomentaba imágenes y sentimientos pacíficos. Esta modificación del
método Bonny ha servido como una intervención simple que el cliente podría aplicar
incluso sin terapeuta.
Las náuseas son una sensación común entre las personas sometidas a radioterapia o
quimioterapia. Los tratamientos actuales para tratar las náuseas provocadas por la
quimioterapia son muy eficaces, pero los pacientes continúan luchando contra las
náuseas anticipatorias. La ansiedad relacionada con los efectos secundarios del
tratamiento es suficiente para que algunos pacientes se nieguen a seguir el tratamiento.
Algunos pacientes buscan en el exterior intervenciones como GIM para aliviar estos
miedos y ansiedades relacionados con el tratamiento. Logan (1998) describe este tipo de
cliente como uno sometido a radioterapia para reducir un tumor cerebral. Mientras que se
redujo el periodo de tratamiento, el viajero buscaba en el exterior sesiones de BMGIM con
el fin de intentar aliviar el miedo y los síntomas relacionados con la enfermedad y el
tratamiento. Bruscia (1991) describe el relato de un cliente de las náuseas relacionadas
con la ansiedad como resultad de no llorar. Este cliente pudo identificar varias
consecuencias psicológicas provocadas por no afrontar los desafíos emocionales
relacionados con la enfermedad y con el sufrimiento anterior.
Los niveles elevados de fatiga son comunes durante el tratamiento de una enfermedad
crónica. Los individuos tratados por VIH/SIDA suelen sufrir fatiga por los medicamentos
necesarios para luchar contra el virus. Los pacientes de cáncer sufren fatiga por los
tratamientos de radioterapia y quimioterapia. Los pacientes que sufren fatiga después de
la quimioterapia pueden presentar deficiencia de glóbulos rojos. La anemia provocada por
la quimioterapia se puede tratar fácilmente con medicación. Sin embargo, GIM también
puede tener efecto positivo en los niveles de fatiga (Burns 1999). El motivo de que
puedan disminuir los niveles de fatiga después de un programa de sesiones de GIM no
está claro; no obstante, la música proporciona la base para la relajación y, a continuación,
el valor para actuar, cuando el viajero tiene suficiente energía para aceptar el desafío. Los
101
casos prácticos descritos por Burns (1999) indican que los viajeros con cáncer utilizan la
parte inicial de la sesión para descansar y obtener energía de la música y las imágenes.
El aumento de movimiento en las imágenes se suele traducir en un incremento de energía
al final de las sesiones. La segunda parte de la sesión, así como el programa, se dedica a
expresar las emociones relacionadas con la enfermedad y a encontrar un sentido a su
experiencia.
Supervivencia
El miedo a la recaída puede ser más estresante para un paciente y su familia que un
diagnóstico inicial. Sin embargo, también pueden estar más familiarizados con el sistema
sanitario y, por lo tanto, tener menos ansiedad que durante el periodo anterior al
tratamiento. La ansiedad es una característica predominante en las personas que sufren
una recaída. La gestión del estrés, la posibilidad de verbalizar los sentimientos y el control
de los síntomas son aspectos importantes durante este periodo.
TRATAMIENTO PALIATIVO
102
Marr (1998-1999) describe dos casos prácticos de individuos al final de sus vidas. En
primer lugar, describe el trabajo con un hombre en fase avanzada de SIDA. Marr indica
que los objetivos de la terapia de BMGIM para este individuo incluían “definir el propósito
y el significado en función de las limitaciones físicas actuales y recuperar el sentido del
núcleo espiritual y la creatividad” (p.41). Mediante dos sesiones, el viajero es capaz de
volver a descubrir la fortaleza espiritual y la identidad mediante el apoyo musical y la
transformación de imágenes. Marr también describe el trabajo con una mujer en una
etapa avanzada de cáncer de pecho y Parkinson. La viajera, que estaba interesada en
otros tipos de medicina complementaria y alternativa, buscó el método de BMGIM para
controlar el dolor y apartar la enfermedad de su cabeza. El proceso también se reveló
como un esfuerzo para redescubrirse y dedicarse a mejorar su calidad de vida.
103
(1992) explicó que trabajando con una mujer que se recuperaba de una mastectomía,
ésta necesitaba experimentar fortaleza interior, confianza, apoyo y protección. Bruscia
(1991) también realiza una descripción mediante una inducción diseñada para fomentar la
fortaleza interior en un cliente diagnosticado de VIH. Todos estos ejemplos muestran
cómo puede el método GIM ofrecer un marco de apoyo para el trabajo psicológico. Si el
terapeuta determina que el cliente ha obtenido suficiente fortaleza interior y apoyo
mediante la música, pude ser conveniente avanzar en el proceso terapéutico con los
“programas de trabajo”. Estos programas fomentan las expresiones emocionales, que,
como se ha indicado anteriormente, pueden mejorar el funcionamiento psicológico y el
estado inmune.
Por último, las creencias religiosas también pueden aumentar o reducir la probabilidad de
que una persona se implique en el proceso de GIM. Las historias de experiencias
espirituales durante las sesiones de GIM son habituales y la frecuencia con que los
individuos experimentan imágenes espirituales es perfecta para poblaciones crónicas que
suelen sufrir crisis existenciales. Sin embargo, no existen investigaciones cuantitativas
104
En este capítulo me he ocupado principalmente de los problemas con los que se deben
enfrentar los pacientes de enfermedades crónicas. Algunos de los problemas que puede
tratar el método GIM o BMGIM son bastante evidentes. Es una modalidad flexible que
puede tratar los problemas independientemente de la etapa y tipo de tratamiento. Los
terapeutas deben conocer en profundidad las enfermedades de cada individuo para
intervenir de la forma más eficaz posible. Otras investigaciones cuantitativas y cualitativas
se añadirán al actual conocimiento básico sobre el tema y garantizarán la ejecución
correcta de esta modalidad.
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Capítulo Diez
APLICACIONES PSICOTERAPÉUTICAS
DEL MÉTODO BONNY
Anthony Meadows
107
El Bonny Method of Guided Imagery and Music [Método Bonny de Imaginería Guiada con
Música] (BMGIM) (Bonny, 1978) ha sido utilizado como una forma de psicoterapia en
diversos ámbitos clínicos y no-clínicos. En el ámbito clínico el trabajo incluye a adultos
con diagnóstico psiquiátrico (p. ej., esquizofrenia), Trastorno por Estrés Postraumático
(PTSD), traumas relacionados con abuso sexual, autismo, depresión y trastornos de la
alimentación. El ámbito no-clínico comprende la tristeza, los problemas de relación y el
duelo. El objetivo de este capítulo es analizar la literatura relacionada con estudios de
caso en estas poblaciones, en función de su objetivo, método, papel del terapeuta, papel
de la música y perspectiva teórica.
ABUSO SEXUAL
Cinco estudios de casos describen las experiencias de clientes que han sufrido abuso
sexual: tres con mujeres que habían sufrido abuso por parte de sus padres (Borling, 1992;
Tasney, 1993; Ventre, 1994) y dos con hombres que habían sufrido abusos por parte de
otro hombre. (Bruscia, 1991; Pickett, 1995). En la mayoría de los casos, el abuso sexual
era el aspecto clínico central; sin embargo, los clientes mostraban otras características
clínicas que incluían trastorno por estrés postraumático (PTSD), depresión, ataques de
nervios, abuso de sustancias (en fase de recuperación), pobre imagen corporal,
disfunción sexual y vida familiar caótica.
Todos los clientes trabajaron con los terapeutas en contextos de práctica privada. La
duración de la terapia variaba considerablemente, desde cincuenta y seis sesiones
realizadas a lo largo de dos años (Ventre, 1994), a diez sesiones llevadas a cabo en un
periodo de seis meses (Tasney, 1993).
El objetivo más habitual fue el de ayudar al cliente a trabajar y curar el trauma producido
por el abuso sexual. Dependiendo de las circunstancias del cliente, ello podía requerir: re-
experimentar el trauma en el marco contenedor de la experiencia del BMGIM; liberar
sentimientos de tristeza, ira y apego; trabajar con el niño interior; y experimentar diversos
tipos de experiencias emocionales correctoras. También resultaba importante para el
proceso aumentar la autoestima del cliente, restaurar la sensación de poder y control
personal, buscar soluciones más adaptativas al estrés y al dolor asociados con el abuso y
ayudar a que los clientes funcionaran de manera más efectiva en el día a día. En algunos
casos, el terapeuta dirigía al cliente hacia recuerdos específicos relacionados con el
abuso (Borling, 1992) y en otros le llevaba a manejar dichas imágenes de distintas formas
108
Se han utilizado tanto sesiones individuales de BMGIM como de GIM grupal y en algunas
ocasiones se intercalaron entre las mismas sesiones de terapia verbal. Se han utilizado
diferentes aproximaciones para comprender el proceso del cliente. Pickett (1995) y Ventre
(1994) describieron tres etapas interrelacionadas en el desarrollo del proceso de sus
clientes, en tanto que otros terapeutas conectaron los materiales de las sesiones de una
forma narrativa (Borling, 1992; Bruscia, 1991) o en relación a un constructo teórico
específico, como la Sombra (Tasney, 1993). Todos se ocuparon de preparar al cliente para
el intenso trabajo y le ayudaron tanto a cambiar su relación con el perpetrador como a
mirar la vida más allá del abuso.
Al reflexionar sobre sus propias experiencias como clientes de BMGIM, Lilly (Ventre,
1999) y T. (T. & Caughman, 1999) identificaron una serie de elementos importantes en su
propia recuperación del abuso sexual. BMGIM le ayudó a T. a recordar, afrontar e integrar
sentimientos e imágenes asociadas con el abuso sexual ocurrido en la infancia, en
particular la ira. En el caso de Lilly, BMGIM le ayudó a reconectar con su propia niña
herida, a poner en relación a esa niña con su yo adulto y a encontrar un sentimiento
nuevo de coraje para “estar en el mundo”.
Habitualmente los terapeutas utilizaron los programas grabados por Bonny (1978) y otros
autores; sin embargo, Ventre (1994) selección cada pieza sobre la marcha, de acuerdo
con las necesidades del cliente. Aunque anecdótico, resulta interesante considerar los
tipos de programas de música utilizados. Mostly Bach y Emotional Expression I fueron
utilizados por Borling (1992), Tasney (1993) y Pickett (1995) en diferentes etapas del
proceso del cliente, generalmente en momentos clave de la recuperación del cliente. Por
ejemplo, tanto Tasney como Pickett utilizaron Mostly Bach para ayudar a estructurar y
mantener el trabajo sobre el enojo sentido por el cliente en relación con la experiencia del
abuso. Tasney usó Emotional Expression I para ayudar a su cliente a enfrentarse con los
recuerdos directos del abuso y para evaluar la forma en la que había expresado la
resolución de la cólera en la sesión previa (en la se utilizó Mostly Bach). Pickett utilizó
Emotional Expression I para ayudar al cliente a trabajar con las fantasías criminales
respectos de su padre, quien le había abandonado cuando era niño. Su cliente fue
entonces capaz de llorar por la pérdida de su padre.
109
Seis casos describen experiencias de BMGIM con clientes que presentaban trastorno por
estrés postraumático (PTSD): dos en los que se trabajaba con veteranos de Vietnam en
un centro médico para veteranos (Blake, 1994; Blake & Bishop, 1994), uno con una mujer
ingresada en un hospital psiquiátrico (Goldberg, 1994) y tres con clientes que sufrieron
abuso sexual en la infancia (Blake & Bishop, 1994; Pickett, 1995; Ventre, 1994). En todos
los casos, PTSD era el aspecto clínico central, ya fuera derivado del abuso sexual, de las
experiencias en la guerra o de un acontecimiento traumático específico. Los clientes
además mostraban otras diversas características clínicas, incluyendo depresión, alexitimia
y disfunción sexual.
Cuando se utiliza el formato original de BMGIM con clientes que presentan PTSD, los
clientes acuden a sesiones individuales, cada una de las cuales se compone de los
elementos estándar desarrollados por Bonny (1987) (preludio, inducción, enfoque de la
imagen, música, cierre), en algunos casos alternándolas con sesiones de terapia verbal.
Los objetivos de la terapia se centran en develar y trabajar los acontecimientos asociados
con los síntomas PTSD. Esto implica: a) traer a la conciencia y trabajar los recuerdos
sobre el abuso sexual, de manera que los clientes puedan sanar las heridas del trauma;
b) aprender cómo vivir en el presente, con una menor carga del pasado; y c) encontrar
soluciones que se adapten a los síntomas PTSD (Blake & Bishop, 1994; Pickett, 1994;
Ventre, 1994). Cuando se trabaja con veteranos de Vietnam en contextos de
internamiento (Blake, 1994), los objetivos de la terapia son diferentes y se centra en: a)
explorar los sentimientos y las propias vidas, manteniendo al mismo tiempo una
sensación de control; b) expandir la capacidad de sentir emociones: c) aumentar la auto-
comprensión; d) conseguir relajarse; y e) aumentar la concentración. Cabe señalar que a
estos clientes se les ofrecían series breves de sesiones, habitualmente tres o cuatro.
Se adoptaron distintos enfoques para interpretar el proceso del cliente. En dos casos
(Pickett, 1995; Ventre 1994) se describieron tres etapas interrelacionadas en el desarrollo
del proceso de sus clientes, en tanto que otros terapeutas describieron y/o relacionaron
110
las sesiones individuales entre sí de una forma narrativa (Blake, 1994; Blake & Bishop,
1994).
Un tercer enfoque de los clientes con PTSD fue el desarrollado por Blake (1994) en
respuesta a las necesidades de los veteranos de Vietnam de enfrentar experiencias
traumáticas de la guerra. Blake desarrolló la Imagen Dirigida y Música (DIM) para
recuperar recuerdos traumáticos específicos de modo que fuera posible reconectar con
las emociones asociadas. Le estructura DIM es similar a la forma tradicional de BMGIM
(Bonny, 1978) con tres diferencias fundamentales. La primera es que el terapeuta y el
cliente se juntan una semana antes de llevar a cabo la sesión para seleccionar un
recuerdo traumático específico que constituiría el foco de la sesión DIM y para describir
todos los detalles recordados. La segunda, que el día de la sesión, el propósito del
preludio es hacer que el veterano re-describa el evento con el mayor detalle posible y
conecte con las emociones asociadas. La tercera, que el terapeuta habitualmente
selecciona sólo tres o cuatro piezas de música para acompañar el recuerdo. En una breve
presentación de un caso, Blake describe cómo su cliente fue capaz de revivir una
experiencia de combate olvidada, llorar la muerte de un amigo durante la batalla y
conectarse con las emociones asociadas a la experiencia del combate. Su cliente
comentó que la música le había ayudado a permanecer en el recuerdo, en lugar de
dejarse llevar de un recuerdo a otro. Esto, por su parte, le ayudó a reconectar con
sentimientos importantes y le aportó cierto alivio emocional.
Un cuarto enfoque, una adaptación de GIM Grupal de Bonny, ha sido descrito por algunos
terapeutas (Blake & Bishop, 1994; Goldberg, 1994). Mientras que Goldberg (1994) no
comenta específicamente nada sobre el trabajo grupal con clientes que sufren PTSD, el
lector puede inferir que con esta población utilizó este tipo de enfoque grupal. Tango
Goldberg (1994) como Blake y Bishop (1994) describen la necesidad de llevar a cabo
diversas adaptaciones. Blake y Bishop (1994) describen las siguientes adaptaciones: (a)
una breve relajación-inducción (uno a dos minutos): (b) el cliente continúa en posición
sentada; (c) un alto nivel de especificación tanto del objetivo de la sesión como de la
imagen de partida; (d) una duración breve de la música (no más de diez minutos); (e)
experimentación de la música y las imágenes con los ojos abiertos, apoyándose en el
dibujo o el movimiento; (f) énfasis en la seguridad, validación y refuerzo de los esfuerzos
111
para crear soluciones a los problemas planteados en el preludio (p. 128). Goldberg (1994)
describe un enfoque similar del trabajo grupal; sin embargo, ella utilizó la música a lo largo
de la inducción (relajación y enfoque) y de la experiencia con las imágenes y enfatizaba el
rol del terapeuta de proveer una estructura verbal definida de las imágenes, de forma tal
que éstas no se volvieran amenazantes o abrumadoras. El enfoque de Goldberg difiere
del de Blake y Bishop, puesto que ellos no guiaban a los clientes durante la experiencia
con imágenes. Lo que Blake y Bishop hacían era trabajar con las imágenes del cliente en
el cierre.
Si bien Blake y Bishop (1994) no comentan nada sobre el propósito del trabajo grupal con
GIM, Goldberg (1994) identifica diversos objetivos: a) abordar los objetivos individuales de
los clientes identificados al principio de cada sesión; b) facilitar relaciones de apoyo entre
los clientes; y c) animar a los clientes a que asuman la responsabilidad sobre sí mismos,
intentando que comprendan las razones por las que fueron hospitalizados, de forma que
adquieran cierto control y dominio sobre sí mismos (pp. 25-26).
Revisando los enfoques llevados a cabo con clientes que presentan PTSD, se observan
distintas maneras de utilizar la música. En algunos de ellos, el papel de la música era
descubrir material del inconsciente del cliente. Por ejemplo, Blake (1994), Ventre (1994) y
Pickett (1995) usaban la música para ayudar a sus clientes a que exploraran sus mundos
imaginarios, para que enfrentaran experiencias traumáticas y para facilitar la curación,
mediante programas completos, o seleccionando la música sobre la marcha para
satisfaces las necesidades de los clientes. Por tanto, el propósito de la música fue ayudar
a que cayeran las defensas, reconectar con acontecimientos y experiencias del pasado y
enfrentarse directamente al trauma relacionado con PTSD. Este enfoque se aplicó tanto
en el caso de pacientes privados externos como en los centros de internamiento para
veteranos. Los veteranos internados eran residentes de estancia prolongada que
recibieron una amplia gama de servicios terapéuticos que daban apoyo a sus
experiencias con BMGIM.
Mientras que Goldberg (1994) también utilizaba la música para explorar el mundo
imaginario del cliente, lo aplicaba con un enfoque muy diferente. Su propósito era ayudar
a que los clientes descubrieran sus recursos para manejarse en el mundo exterior. Por
tanto, más que echar abajo defensas, el objetivo era desarrollar “maniobras defensivas”
que ayudarían al cliente a fortalecer su ego para funcionar adecuadamente en la
comunidad. Para facilitar este proceso, la duración de la música seleccionada era más
corta y esencialmente de apoyo, como la describía Goldberg. Este hecho parecería
implicar que la música no planteaba confrontación ni era expansiva o compleja, sino más
bien apoyaba al cliente en su búsqueda de imágenes positivas, reconfortantes. Este
enfoque se llevó a cabo en un contexto de internamiento de corta duración.
En otro enfoque, desarrollado específicamente para usarlo con Imagen Dirigida y Música
(DIM) (Blake, 1994), se seleccionaban tres o cuatro piezas de música que encajaran bien
con un recuerdo traumático específico (por ejemplo, un combate en la guerra). El
propósito de la música era proveer de acompañamiento a la experiencia, que armonizara
con los sentimientos previamente asociados con la experiencia y crear un clímax
coherente con el recuerdo. Por tanto, el objetivo de la música no era facilitar el desarrollo
espontáneo de las imágenes, sino trabajar con un recuerdo específico para favorecer ese
recuerdo de la forma más completa posible y conectar con las emociones asociadas y
112
liberarlas. Blake también utilizaba música “new age” en el cierre para posibilitar la
separación de las emociones movilizadas en la experiencia de música-imaginación y a
veces ésta era la forma de finalizar las sesiones.
Como era de esperar, los terapeutas de BMGIM desempeñaron distintos tipos de roles en
la relación con sus clientes. En todos los casos, parecía resultar esencial establecer una
sensación de confianza y seguridad entre el cliente y el terapeuta para enfrentarse a los
síntomas de PTSD. Ventre (1994) y Goldberg (1994) lo describen específicamente en la
primera etapa de su trabajo con los clientes. Goldberg (1994) sentía que estableciendo un
vínculo de seguridad y confianza, ayudaría a los clientes a empezar a encontrar sus
propios recursos con los cuales enfrentar sus problemas, y por tanto, mejoraría la
fortaleza del ego del cliente. Blake (1994) describió cómo adoptaba una forma de guiar
muy directiva durante las sesiones de DIM para ayudar a sus clientes a permanecer en
los recuerdos sobre el combate. Blake también observó que algunos veteranos requerían
de mayor dirección cuando se les preguntaba o se les animaba a comunicar sus
experiencias con las imágenes. De igual forma, Goldberg (1994) tendía a asumir un papel
directivo al apoyar a los clientes para encontrar recursos positivos con los cuales enfrentar
sus necesidades inmediatas. A través del proceso de guiar, Goldberg ayudaba a que el
cliente se alejara de imágenes difíciles y encontrara imágenes reconfortantes que le
sirvieran de apoyo. Solo cuando el cliente estaba preparado y explícitamente lo hubiera
así manifestado, Goldberg se adentraba con el cliente en las imágenes difíciles, para
trabajar junto con él.
ADICCIONES
Dos autores han descrito su trabajo con clientes que tenían adicciones, uno utilizando
BMGIM individual (Pickett, 1992) y otro usando GIM Grupal (Skaggs, 1997).
Pickett (1992) presenta un caso en que se utiliza BMGIM con una mujer con problemas de
adicción de comida (bulimia), alcohol y drogas (medicamentos prescritos). Pese a que las
adicciones resultaban ser el trastorno central del cliente, también presentaba obesidad y
había sufrido abuso sexual y físico en su matrimonio. Al presentar el caso, Pickett
selecciona imágenes clave para mostrar el proceso de su cliente y las interrelaciona de
forma narrativa. Dichas imágenes incluyen “el muro”, que representa el aislamiento del
cliente; “el adicto”, en la que el cliente fue capaz de dialogar con su adicto interno; “la
hogaza de pan parlante”, en la que fue capaz de entender su dependencia a la comida y
hablar con ella; “el árbol muerto”, en la que el cliente fue capaz de verse a sí misma como
un árbol, cuidando al árbol y verse a sí misma de una nueva forma; y “juez, niña
desagradable y tierna”, en la que varias partes de ella, que habían estado actuando
independientemente, llegaron a ser comprendidas como dimensiones adictivas de sí
113
Skaggs (1997) perfiló un procedimiento para trabajar GIM Grupal con personas
drogodependientes. Consideraba que los adictos son esencialmente adictos a satisfacer
necesidades inconscientes y puesto que GIM es un método que moviliza material
inconsciente, es muy adecuado para trabajar con este tipo de personas. Skaags llevó a
cabo una sesión grupal semanal por un periodo de tres semanas como parte de un
programa residencial para adictos en fase de recuperación (post desintoxicación). Las
sesiones se desarrollaron siguiendo el formato GIM Grupal de Bonny: apertura de la
sesión mediante una discusión en la que los clientes hablan sobre sus preocupaciones y
sentimientos actuales; una inducción de relajación y enfoque de imágenes; una
experiencia con imágenes en base a música no guiada, habitualmente una única pieza de
música (con duración de entre cinco a siete minutos); y un periodo final de discusión y
reflexión sobre la experiencia con imágenes.
Al reflexionar sobre sus experiencias clínicas, Skaggs destaca los siguientes beneficios de
GIM Grupal en la recuperación de adicciones: (a) permite al cliente ver la vida desde
perspectivas diferentes; (b) le permite acceder a un ayudante interior y confiar en él,
desarrollándose por consiguiente un sentimiento de autonomía y control; (c) le lleva a
realizar un inventario personal y moral de sí mismo; (d) resuelve conflictos internos y cura
viejas heridas; (e) une piezas fragmentadas de sí mismo; y (f) sirve como un modelo
mental para respuestas saludables (por ejemplo, ensayo conductual) (p.28).
DEPRESIÓN
Las experiencias BMGIM con clientes con depresión han sido descritas en cuatro estudios
de caso (Bush, 1992; Holligan, 1992; Walter, 1993; Weiss, 1994) y en breves relatos
(Summer, 1988). En tres de los estudios de caso (Bush, 1992; Walter, 1993, y Weiss,
1994), la depresión fue el trastorno central, en tanto que un cuarto (Holligan, 1992), era
secundario a un trastorno de ansiedad aguda. Los clientes también presentaban otras
características clínicas, tales como ansiedad (Weiss, 1994), ideas suicidas (Holligan,
1992), abuso sexual (Weiss, 1994) paranoia (Summer, 1988) y trastornos distímicos
(Summer, 1988).
Se pueden ver diferencias claras tanto en los objetivos con en el proceso de los clientes.
En la mayoría de los casos, el propósito de BMGIM fue reducir las defensas y ayudar al
cliente a adentrarse en el material psíquico inconsciente. Cuando este enfoque fue
114
utilizado, la depresión pudo manejarse de manera indirecta (Holligan, 1992; Walter, 1993;
Weiss, 1994), de manera que los síntomas fueron abordados, o directamente (Bush,
1992), de forma que el cliente creaba imágenes de su depresión. Summer (1988) utilizó
un enfoque diferente. En lugar de centrarse en disminuir las defensas y posibilitar que el
paciente se adentrara en profundidad en el material psíquico, se preocupaba
simultáneamente de ayudar a los clientes a desarrollar una fortaleza del “yo” lo
suficientemente fuerte como para afrontar sus situaciones actuales y estabilizar sus
síntomas psicóticos. Solo cuando se habían satisfecho estos objetivos, Summer permitía
a sus clientes que se fueran adentrando en las imágenes relacionadas con su depresión.
Los clientes trabajaron con terapeutas BMGIM de forma privada, como pacientes externos
y en centros de salud mental de internamiento. La duración de la terapia variaba
considerablemente, entre aproximadamente setenta y ocho sesiones desarrolladas en un
periodo de dieciocho meses (Bush, 1992) y cinco sesiones llevadas a cabo en un periodo
de seis meses (Walker, 1993), si bien la duración de la terapia no siempre era clara.
TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN
115
Solo se hace referencia a dos trabajos realizados con clientes que presentan trastornos
de la alimentación. Un estudio de caso único que describe la experiencia BMGIM de un
paciente obeso adicto a la comida (Pickett, 1992). Este caso ha sido descrito previamente
en la sección “Adicciones” de este mismo capítulo.
PACIENTES HOSPITALIZADOS EN
Si bien los estudios de caso de pacientes hospitalizados en centros de salud mental han
sido comentados en otras secciones de este trabajo (por ejemplo, depresión, abuso
sexual, PTSD), se abre este apartado debido a las adaptaciones específicas del Método
Bonny que se han desarrollado en este contexto. De hecho, existen cuatro enfoques
diferentes, cada uno de los cuales se comentarán brevemente a continuación.
Antes de examinar cada uno de estos cuatro enfoques, vale la pena destacar algunas
características comunes de los objetivos y de los clientes de estos estudios. Resulta
común a muchos de ellos los sentimientos de desesperanza, aislamiento y
desmoralización asociados al hecho de estar hospitalizados (Goldberg, 1994). Muchos
clientes tenían también una fuerza de ego deficitaria (Goldberg, 1994; Nolan, 1983;
Summer, 1988) asociados con diagnósticos clínicos como esquizofrenia, manía,
trastornos de personalidad o depresión. Los principales objetivos de la terapia fueron
desarrollar la fuerza de ego, disminuir los síntomas, dar una idea de los problemas
actuales y prepararles para su reincorporación a la comunidad.
El primer enfoque del trabajo con pacientes hospitalizados en centros de salud mental, es
el realizado mediante el formato individual tradicional de BMGIM y se utilizó con clientes
que presentaban PTSD (Blake, 1994; Blake & Bishop, 1994) y trastorno mixto de
personalidad (Nolan, 1983). En este enfoque, se utilizaron los componentes estándar de
116
una sesión tal y como fueron originalmente desarrollados por Bonny (1978), si bien las
sesiones podían estar intercaladas con sesiones verbales. Los objetivos de la terapia
incluían sacar a la luz y trabajar con los materiales relacionados con el trauma y PTSD,
curar viejas heridas y comprender las relaciones existentes entre la conducta presente y
las experiencias pasadas. La duración de la terapia era variable, de seis sesiones en un
periodo de dos meses (Nolan, 1983), a tres sesiones realizadas en un periodo
desconocido de tiempo (Blake, 1994).
El tercer enfoque incluía una forma adaptada de BMGIM individual conocida como Imagen
Dirigida y Música (DIM) (Blake, 1994) en el trabajo con veteranos de Vietnam enfrentando
sus experiencia traumática en combate y PTSD. Todo ello ha sido descrito previamente en
la sección sobre PTSD de este mismo capítulo.
El cuarto enfoque incluía GIM Grupal (Blake & Bishop, 1994; Goldberg, 1994; Justice,
1994; Summer, 1988) tal y como ya ha sido descrito en secciones anteriores de este
capítulo. Como señalaba Goldberg (1994), los objetivos generales del trabajo grupal
fueron: a) abordar los objetivos individuales de los clientes identificados al principio de
cada sesión; b) facilitar las relaciones de apoyo entre los clientes; c) animar a los
117
Pickett y Sonnen (1993) describen cómo BMGIM puede utilizarse para trabajar con
clientes con trastorno de personalidad múltiple (MPD). El propósito central fue poner en
relación los estados fragmentados del ego del cliente. Habitualmente, esto se llevaba a
cabo mediante el diálogo con un ego ejecutivo, que moderaba todos los estados del ego
del cliente. En este proceso resultaban importantes las imágenes positivas y sanadoras,
que ayudaban al cliente a ver que contaban con recursos internos para afrontar sus
problemas.
Por lo común, los clientes con MPD han experimentado algún tipo de trauma en la
temprana infancia que podría haber llevado a la fragmentación del ego. Tras establecer la
confianza necesaria y trabajar con los diversos estados de ego, muchos clientes
volvieron, o trajeron a la conciencia, este acontecimiento traumático, habitualmente
durante la experiencia con imágenes. Pickett y Sonnen consideran que ello resulta
esencial para la curación y la integración del ego fragmentado y desarrollaron diversas
técnicas para trabajar con el trauma, que incluyen:
118
Por último, Pickett y Sonnen observaron que la experiencia con las imágenes en sí misma
cumplía una función diagnóstica en el caso de los clientes con MPD, en el sentido de que:
1) sus imágenes tendían a ser fragmentadas y discontinuas, 2) había cambios en los
estados del ego, así como indicaciones de múltiples egos, 3) las imágenes pueden ser
irreales y disociadas de quien las imagina, y 4) la existencia de imágenes visuales y
recuerdos confusos podría indicar un trauma temprano relacionado con MPD.
AUTISMO
Se han encontrado dos estudios de caso publicados que describen el uso de un formato
adaptado de BMGIM individual con un hombre autista (Clarkson, 1995; Clarkson,
1998-1999). Además de la conducta compulsiva típica de una persona con autismo, el
cliente podía ser también agresivo con sí mismo y con los demás.
119
La segunda característica tiene que ver con la forma utilizada para comunicarse entre el
terapeuta y el cliente. Clarkson ayudaba al cliente a deletrear letras en una computadora
usando el método conocido como “Comunicación Facilitada” (Clarkson, 1995). Este
método era utilizado durante el preludio y el cierre para encuadrar la experiencia con
imágenes y música y reflexionar sobre ésta.
La tercera característica tiene que ver con la selección de la música. Clarkson utilizó
principalmente música de las grabaciones de los programas de GIM. Sin embargo,
también utilizó otras selecciones de música clásica, así como música “new age”.
DESARROLLO PERSONAL
La duración del trabajo era variable, desde las veintidós sesiones desarrolladas a lo largo
de un año y medio (Hale, 1992), hasta varias sesiones llevadas a cabo en un periodo de
tiempo sin determinar (Pickett, 1996-1997). Los clientes trabajaron tanto en la práctica
privada como en contextos médicos.
120
En la mayoría de los casos se utilizó el formato individual BMGIM, si bien dichas sesiones
pudieron intercalarse con otra de terapia verbal. Cuando fue necesario realizar alguna
adaptación, por lo general ésta tenía que ver con una disminución de la duración de la
experiencia con imágenes y música y/o con un aumento del nivel de dirección del guía
(Pickett, 1996-1997). Las adaptaciones se realizaron para dar respuesta a necesidades
terapéuticas específicas (por ejemplo, recuperar el recuerdo de un trauma) y/o en
respuesta al estado del paciente (por ejemplo, recuperándose de un traumatismo
craneoencefálico).
Se utilizaron distintos enfoques para interpretar el proceso del cliente. Tres estudios de
caso (Clark,, 1991; Clarkson, 1994; Hale, 1992) interconectaron conjuntamente las
descripciones de las sesiones en una narrativa, cuatro analizaron las sesiones en base a
una construcción específica (Brooks, 2000; Clark, 1995; Short, 1996-1997; Ventre, 1994),
dos se valieron de breves informes clínicos como ejemplo de una construcción específica
(Pickett, 1996-1997; Smith, 1996-1997) y uno describió el proceso del cliente en base a
los temas de la terapia (McKinney, 1993).
CONCLUSIÓN
121
Otra variable que diferencia los distintos formatos de BMGIM es hasta qué punto el
método es una técnica para develar, y a la inversa, hasta qué punto es utilizada para
contener al cliente y aumentar unas saludables fuerza del ego y defensas. Con aquellos
clientes con un ego saludablemente fuerte, habitualmente se ha usado el formato BMGIM
completo y se ha utilizado un método psicoterapéutico desvelador y constructivo. Sin
embargo, cuando la fuerza del ego se encuentra debilitada (especialmente en el caso de
pacientes hospitalizados en centros de salud mental), el método se adapta a los distintos
niveles y los objetivos se concentran más en el manejo de la sintomatología,
proporcionando una visión de las circunstancias vitales actuales y utilizando imágenes
positivas para construir una autoestima más positiva.
122
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125
Tercera Parte
Orientaciones
126
Capítulo Trece
Y EL MÉTODO BONNY
Ginger Clarkson
127
Una característica vital de la percepción es el ímpetu del perceptor para cerrar gestalts.
En realidad, muchas interacciones humanas permanecen pendientes, sin cerrar
claramente. Los individuos son frecuentemente interrumpidos en medio de la percepción o
del procesamiento de estímulos externos; las acciones incompletas, que son forzadas al
fondo mientras se atiende a nuevos estímulos, permanecen no resueltas e incompletas,
interfiriendo con asuntos del presente (Polster, 1973). Por ejemplo, mientras un hombre se
está preparando un emparedado para satisfacer su apetito, su esposa entra a la cocina
para discutir un asunto urgente acerca de su relación marital. Aun mientras intenta
enfocarse en las palabras de su esposa, el olor de la comida y sus retortijones de hambre
lo distraen de estar completamente atento. Frustrada por la indiferencia emocional de su
cónyuge, la esposa se marcha, sin lograr su objetivo.
128
California en los 1950’s y 1960’s. Perls fue profundamente influenciado por la práctica
taoísta de actuar de acuerdo con la intuición en lugar de la razón (Naranjo, 1993). En
sesiones de terapia él nunca siguió un plan o una fórmula preconcebidos, sino que
enfrentaba el desarrollo de cada situación creativamente. Claudio Naranjo, un
renombrado músico chileno y terapeuta Gestalt, plantea que la filosofía de la Gestalt es
“confiar la auto-regulación organísmica”, de tal manera que los pacientes aprendan las
disciplinas transpersonales de darse cuenta y actuar espontánea y auténticamente en
cada momento (Naranjo, 1993, p. xxvi)
De acuerdo con Fritz Perls, “Los sueños son concretos, no verbales, sensoriales,
‘eidéticos’ [marcados por un recuerdo extraordinariamente preciso o vívido]” (Perls,
Hefferline y Goodman, 1951, p. 217). Comparado con otros tipos de expresión
espontánea, tales como entonación vocal, postura, modo de andar y gestos, el sueño es
más articulado, con imágenes visuales que son casi tan explícitas como los conceptos,
pero más expresivos (Naranjo, 1993). A veces, los sueños pueden evocar tanta
estimulación sensorial que el soñador despierta percibiendo olores y sabores particulares.
La espontaneidad del soñar, sin embargo, puede amenazar la sanidad y seguridad del
129
ego y de la mente racional (Perls, Hefferline y Goodman, 1951). Algunas veces los
clientes están extremadamente alterados por una pesadilla, y buscan la ayuda de su
terapeuta para integrar el mensaje del sueño en su proceso de vida actual.
AL MÉTODO BONNY
Las técnicas de trabajo de sueños Gestalt son compatibles con el Método Bonny
de Imaginación Guiada con Música (BMGIM en inglés)— aunque ésta es usada
primariamente en terapia individual, y los clientes llegan a la mayoría de sus
comprensiones viajando con la música en un estado de conciencia no ordinaria. De
130
hecho, Helen Bonny asistió a talleres de Gestalt en los 1960’s. Ella reconoce su influencia
en su uso de orientación no interpretativa y técnicas de diálogo en su método (entrevista
personal, junio 1999). Como los terapeutas Gestalt, los facilitadores BMGIM se centran en
lo que está sucediendo en el momento presente. En ambos enfoques teóricos, el cliente
reporta sensaciones corporales, emociones e imágenes que se transforman en figuras
desde un contexto de fondo. Ambos, terapeutas Gestalt y BMGIM tienen fe en la
capacidad de los pacientes para extraer desde su sabiduría interna y sus recursos
creativos y así seguir su propio camino de desarrollo. Las sesiones MBGIM son
frecuentemente llamadas “sueños lúcidos”, por lo que el trabajo de los sueños tiene un
hogar natural y seguro en esta forma de terapia transpersonal centrada en la música. De
hecho, la música puede realzar el potencial para cerrar gestalts y liberar energía.
Lo que sigue son dos ejemplos de sesiones BMGIM, adaptadas para incluir
técnicas Gestalt para realzar las comprensiones de los clientes sobre sueños
inquietantes. En el primer caso, después de siete sesiones BMGIM que trataron sobre su
largamente esperado divorcio, Frida contemplaba un cambio importante en su vida. Se
había enamorado con un anterior compañero de clase, Gian, con quien se reconectó en la
vigésima quinta reunión de la secundaria. Al completar su entrenamiento en el método
Bonny, ella planeaba mudarse con su hijo de diez años de la Ciudad de México, su hogar
de más de cuarenta años, para vivir con su amante y su igualmente joven hijo de un
matrimonio previo, a una ciudad lejana en la península de Yucatán. Frida trajo a su octava
sesión un sueño recurrente que la inquietaba.
131
Al otro lado del jarrón de agua está Emil [el hijo de Gian].
Después de narrar su sueño, Frida se acuesta en un colchón y cierra sus ojos para
escuchar la inducción al relajamiento y el subsiguiente programa BMGIM de música.
Para su inducción pedí a Frida que tensara y soltara cada parte de su cuerpo, de
pies a cabeza. Seleccioné el programa Bonny, Transitions, porque es muy apropiado para
cambios de vida mayores. Durante la música, seguí la secuencia de imágenes clave del
sueño de Frida y, de acuerdo con los principios Gestalt, sugerí que ella personificara y
diera voz a cada una. En la siguiente transcripción, traducido del español, [ahora
retraducido al español de la versión en inglés, N.T.], mis intervenciones verbales aparecen
entre paréntesis; los puntos suspensivos indican pausas o lapsos de tiempo.
(Tú eres las estrellas). Puedo brillar por mí misma en la oscuridad. (Siente eso). Yo sé
todas las cosas, ya que vivo mi propia vida. Somos tantas estrellas, cada una con su
propia luz. Podemos girar en la oscuridad…
(Tú eres la montaña irregular). Soy muy grande, majestuosa, sólida e inmóvil, eterna.
(¿Cómo te sientes siendo eterna?). Fuerte. Con grandes raíces. Nada me puede mover
de aquí— ni lluvia, ni terremotos me pueden mover. Soy demasiado grande y sólida.
Puedo cambiar un poco en el exterior. Pero nadie puede destruirme. Dentro de mí hay
vida…
132
(Tú eres la cueva). Soy el corazón de la montaña. Ahí puedo estar protegida. Ahí puedo
vivir. Hay calor y luz. Soy un espacio interior dentro de lo sólido. (¿Cómo es ser ese
espacio?) Puedo respirar y sólo ser. El frío afuera no me afecta. Estoy cómoda estando
aparte del mundo exterior. Paz…
(Paz)…
(Tú eres el sendero). Soy angosto y difícil y peligroso. Tengo hoyos engañosos. Soy
empinado y hago difícil para la gente ascender sobre mí. Voy hacia arriba. Soy duro y muy
angosto. (¿Cómo se siente eso?). Se siente necesario ser difícil e inflexible con la gente…
(Tú eres el fuego). Soy luz y energía. Soy vida y calor. Soy muerte. La gente que se me
acerca se quema. Soy movimiento. (¿Cómo te sientes?). Como si soy esperanza…
(¡Ahá!)… (Suspiro)…
(Eres Gian). Soy fuerte, tenaz, con ecuanimidad. Pienso claramente. Soy fuerte pero
amable. (¿Qué ves hacia abajo?). El sendero. Puedo permitir [a Frida y a mi hijo]
ascender. Puedo darles confianza y seguridad. Sin hablar, les confiero que estoy
esperándoles. Estaré aquí porque sé que ellos podrán llegar. Les daré fuerza con mi amor
y paz. Haré espacio para recibirles…
(Tú eres el jarrón de barro). Contengo agua, que también es vida. Soy el medio para
acarrear esta vida. También soy frágil y, sin atención cuidadosa, puedo ser vaciado o roto.
(Repite eso). REPETICIÓN… Con agua adentro, soy también vida… (Tú eres vida). Por
fuera parezco insignificante, pero soy importante. (Di eso otra vez). REPETICIÓN…
(Tú eres Emil). Soy un muchacho frágil. Quiero subir a la montaña, pero tengo miedo.
Todo es grande afuera. Tengo que subir y acarrear agua. No tengo suficiente fuerza pero
tengo energía. No tengo la elección de estar aquí. Debo subir. No quiero estar solo.
Quiero alguien que me cuide. [Incorporé una técnica Gestalt, pidiéndole al cliente que
hable desde el punto de vista de otra persona— en este caso, de Emil— para trascender
su limitada, egoísta visión:] (¿Cómo te sientes con Frida?) Cuidado… Cuidado… Yo
también la cuido y la acompaño. Ella me necesita y yo a ella. Los dos podemos subir con
el jarrón de agua. No lo puedo hacer solo…
133
(Tú eres el peso). SUSPIRO… Soy como un ancla, un obstáculo, un lastre denso.
(¿Tienes un propósito?) Trato de evitar que suban. Los jalo hacia abajo, en contra de su
fuerza, sus deseos, su energía. Cuelgo de ellos. (¿Cómo te sientes?) Soy negativo.
(¿Cómo es eso para ti?) Soy obscuro y tenso y feo. (Siente la tensión). Cuelgo de ellos
para evitar que avancen.
[Aquí decidí emplear una técnica Gestalt de diálogo intrapersonal], (¿Qué le puedes decir
a Frida?). “Haré difícil para ti ascender. Te mantendré clavada en un lugar. Ahí te quedarás
aun si luchas”. Tampoco Emil puede moverse sin mi consentimiento. Soy una pesadilla,
una sombra, algo desagradable. Como la muerte, yo termino con todo lo que amo. Yo
creo cansancio, agotamiento, enfermedad… (Tú eres tú misma). SUSPIRANDO…
RELAJÁNDOSE… Quiero subir a pesar del peso. Es muy difícil. Estoy cansada. (Siente
todos los elementos en tu sueño). LLORANDO SUAVEMENTE…
TERMINA LA MÚSICA: (La música ha terminado. Quédate con tus recuerdos de las
muchas partes de ti misma).
Esta fue una sesión clave que demostró siendo un punto de quiebre en la decisión
de Frida de romper con su pasado y comprometerse a mudarse, con auto-confianza y fe
en la bondad de su relación íntima. El programa de música Transiciones dio soporte
perfectamente al viaje emocional de Frida, y terminó exactamente a tiempo, cuando ella
hubo explorado a su satisfacción todos los elementos de su sueño. Como yo conocía el
programa íntimamente, me sentí completamente en sincronía con los puntos de tensión y
resolución de cada pieza de música y con la viajera, a medida que ella trabajaba la
imaginería de su sueño. Imagino que sería difícil guiar una sesión de trabajo de sueños
BMGIM si el facilitador no estuviera fluidamente conectado con el programa de música
escogido.
134
Cuando me acerco temerosamente, veo a una mujer vieja con una cara muy arrugada.
En la inducción le pedí a Silvio sentir el peso de cada parte del cuerpo y el soporte
de los cojines. Usé el programa titulado Transitions modificado por Bruscia en los CD’s
Música para la Imaginación. Este nervioso viajero parecía necesitar la dulzura y soporte
de la primera sinfonía de Borodin para entrar en tan temible imaginería. Terminé omitiendo
la pieza final de Brahms del programa porque Silvio tuvo una profunda comprensión cerca
del final de la tercera selección musical, y no quise evocar cuestiones o imágenes
diferentes.
De forma más directiva que de costumbre, sugerí que el viaje iniciara con la
imagen de la casa vieja en el sueño de Silvio, pero a diferencia de la sesión de Frida,
135
seguí sus fuertemente kinestéticas respuestas en lugar de recordarle identificarse con las
imágenes clave de su sueño:
(¿De qué te das cuenta?) No percibo nada. No siento nada excepto frío en mis brazos
temblorosos. (Quédate con nada). HOMBROS Y CABEZA ESTIRÁNDOSE. (¿Qué está
ocurriendo con tu cabeza?) Estoy estirando mi cuerpo entero, y mi cabeza está
uniéndose. Estoy volteándome. Hay una energía transparente. (Síguela). Mi cabeza está
dando vueltas. CUERPO SACUDIÉNDOSE Y CABEZA TORCIÉNDOSE. La energía no
quiere dejarme. Es mi fuerza. (¿Cómo te sientes?). La estoy empujando para que se
vaya. Quiero que se vaya, pero es muy fuerte. Algo en mi cuerpo no deja que la energía
se vaya. Me está lastimando.
136
infantiles enfrente de algunos de sus amigos. Fue útil para él contemplar la imagen
concreta de su aspecto femenino sombreado.
CONCLUSIÓN
137
han sido usadas por el cliente inmediatamente antes. Puede pedírsele al viajero
recostarse en una posición que exprese la actitud que ella o él han estado mostrando. Por
ejemplo, reposando en una posición sumisa implica una aproximación diferente a la
música que si se reclina en una pose confiada.
Dentro del marco Gestalt, la selección de música para una sesión BMGIM puede
depender más de la actitud, estado de ánimo y ritmo de movimiento y de hablar del
cliente, que de una intención expresada. Durante la sesión de música, el guía puede
emplear diversas intervenciones verbales extraídas de varias técnicas Gestalt sugeridas
hace mucho tiempo por Helen Bonny y estar preparado para seguir cualesquiera
sensaciones, emociones, imágenes o recuerdos que reporte el cliente en el “aquí y
ahora”. El terapeuta puede inducir al viajero a dialogar con cualesquiera elementos
musicales o instrumentos que evoquen reacciones emocionales o sensaciones
corporales. El cliente puede se exhortado a dar voz a partes del cuerpo polarizadas, tales
como la cabeza contra el corazón o los lados derecho contra el izquierdo del cuerpo. De
igual manera, el viajero puede expresar dos tendencias opuestas o deseos en su vida
personal o profesional. Si el cliente reporta la experiencia de retroceder o avanzar en
edad, el terapeuta podría proponer hablar desde el punto de vista de un niño o un viejo
sabio. Para enfatizar, el guía puede repetir palabras o frases clave dichas por el viajero, o
pedir que ella/él las repita.
138
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Capítulo Catorce
139
Roseann E. Kasayka
140
también un tanto incomprensible. Bonny (1944) se refiere a esta experiencia como una de
similar importancia a la del apóstol Pablo en el camino a Damasco. Como una experiencia
de conversión, el conocimiento adquirido nunca se alejó de la conciencia de Bonny. Las
preguntas que esta experiencia generó acerca de la conexión entre música y oración,
música y misticismo, música y espiritualidad se transformaron en el punto de arranque de
mucha de su exploración. Mientras que estas preguntas no son siempre abiertamente
exploradas en sus escritos tempranos sobre el Método Bonny, siempre estuvieron
silenciosamente presentes.
Bonny exploró los trabajos de psicólogos humanistas tales como Abraham Maslow,
y místicos de la Espiritualidad Occidental tales como Teresa de Ávila y Underhill buscando
un lenguaje para describir su experiencia y la teoría para analizarla.
141
142
Mente. Como se expone en este libro, GIM frecuentemente empezó una exploración
espiritual y casi siempre condujo a experiencias espirituales o cumbre.
Holligan y Marr
Holligan y Marr (1999) desarrollaron un modelo para trabajar con grupos para
crecimiento espiritual. La razón fundamental de ofrecer GIM en este formato es la
comprensión de que cuando el poder de la música clásica, el poder de la Palabra de Dios
como se lee en las Escrituras y la vida de fe de los participantes en el grupo se juntan en
una atmósfera segura y de apoyo, se dan poderosos movimientos en las vidas de los
participantes. Holligan y Marr se basan fundamentalmente en la definición de
espiritualidad de O’Murchu (1992), a saber, “la esfera más profunda de la psique humana
—un tipo de experiencia interior compartida por toda la gente y única de cada persona. Su
143
Holligan y Marr (1999) listan algunas de las diferencias primarias entre grupos de
terapia y este tipo de grupo de crecimiento espiritual GIM. Incluyen:
144
Mientras que este tipo de trabajo de grupo está orientado a los de tradición
cristiana, Holligan y Marr sugieren que puede ser trasladado a cualquier sistema de credo
o filosofía reemplazando la lectura de Escrituras Cristianas con lecturas de otros libros
sagrados, de poesía o de prosa apropiada.
Holligan (1994) y Marr (2001, artículo en imprenta) han escrito cada uno acerca del
uso de GIM en trabajo de retiro. En su artículo, Marr presenta un esquema completo para
un programa de dos días y medio, incluyendo inducción, enfoque en imágenes y
sugerencias de música.
Borling y Borling
Un segundo proceso para usar GIM de Grupo en desarrollo espiritual fue creado
por Borling y Borling (1999). Música, Imaginería y las Verdades Universales es una serie
de cinco semanas. Cada una de las sesiones semanales dura alrededor de dos horas.
Típicamente, las sesiones se llevan a cabo en una iglesia o en algún tipo de comunidad
espiritual. El lenguaje de la serie se hace relevante al sistema de credo de la iglesia o
comunidad espiritual en particular. La teoría básica sustentando las sesiones se basa en
el trabajo centrado en el cliente de Carl Rogers, el trabajo humanístico de Abraham
Maslow, la psicología de Carl Jung y el enfoque transpersonal de Stanislav Grof.
145
Cada una de las clases se enfoca alrededor de un tema identificado como una
verdad universal. Éstas incluyen: Potencial Puro; Confianza en Dios y en sí mismo; Dejar
ir; Perdón a sí mismo y a otros; Transformación; Vivir desde el “Cristo”. En su
presentación, Jim y Nanette Borling esquematizaron metas y objetivos para cada una de
las clases, discutieron las emociones que podrían emerger durante ellas y ofrecieron
programas de música cortos que serían apropiados.
Beck
Clark y Kasayka
146
El formato para este retiro residencial de dos días y medio es como sigue: guía
para usar la música como un pasaje a experiencias espirituales interiores; sesiones de
escucha; uso de artes expresivas como herramienta para procesamiento; tiempo para
meditación y reflexión personal; lecturas de textos sagrados o inspirados; y sugerencias
para práctica regular y soporte.
Al principio de cada sesión se dedica cierto tiempo para discutir y distinguir entre
las experiencias y crecimiento espirituales contra la experiencia psicoterapéutica. La
dirección de las ideas específicas de las artes creativas y las preguntas o comentarios
hechos durante el procesamiento dan soporte a este enfoque.
LA PRIMACÍA DE LA MÚSICA
147
En un artículo posterior, Bonny (1997) da una advertencia. Dice: “El gran regalo de
la música requiere nuestro mejor esfuerzo—pulir nuestras respuestas a sus múltiples
facetas, muchas de las cuales pueden ser seductoras y engañosas. La música es un
producto del hombre y del complejo ser psicológico/biológico/espiritual en que el hombre
puede transformarse” (p.70). Esta advertencia debe ser tenida en cuenta especialmente
cuando se trabaja con música en la esfera espiritual de la sanación. Como fenómeno
biofísico y espiritual, la sanación es afectada por la música en varios planos. Las
vibraciones y ritmos de la música pueden afectar el cuerpo físico. La gran colección de
música sacra que ha sido parte de la civilización desde sus comienzos llama al espíritu y
lo atrae, con su ilimitado potencial, al proceso de sanación. Aunque sabemos que esto es
cierto, no sabemos exactamente cómo sucede. Es bueno prestar atención al consejo de
Bonny para honrar el complejo fenómeno que somos ambos la música y cada uno de
nosotros.
Mientras que Bonny ofrece advertencias y guía, también exhorta a los entrenados
en su método a explorar diferentes aplicaciones, y el uso de música diferente al formar
esas aplicaciones. Cada uno de los programas descritos en este capítulo descansa
148
La música usada para evocar imaginería para este proceso es del repertorio clásico. Es la
música más efectiva en su habilidad para evocar las profundidades de la psique humana.
Es un gran arte y como tal, contiene elementos de emoción, pasión y experiencia del
compositor. El gran arte es universal y estas conexiones pueden sentirse a través de la
profundidad y poder de la forma y estructura de la música (p. 2).
UN ENFOQUE ESPIRITUAL
149
crecimiento espiritual. Así, el contenedor para cada una de las experiencias ha sido
creado para dar soporte a la experiencia espiritual. Clark (1998-1999) anota que GIM es
una técnica en la que “la música es escogida cuidadosamente como un contenedor
estético que ofrece un espacio para exploración de todas las partes del yo” (p. 60). Así, la
música escogida para la experiencia enfocada espiritualmente, la intención expresada al
principio de la experiencia, y los métodos de procesamiento del material son el tejido de
este contenedor. Éste fija límites intencionales para la experiencia, mientras que no niega
ni ignora el hecho de que el trabajo psicoterapéutico o transpersonal también podría tener
lugar dentro de estos límites. La frase original de Bonny al conducir una experiencia
musical, “Deja que la música te lleve a donde necesites ir”, es aún la autorización,
hablada abiertamente o implícita, otorgada al ser para entrar y emplear la experiencia
musical como sea necesario. Clark (1998-1999) señala que GIM es “un método que
puede asistir en el movimiento a través de etapas desarrolladoras no sólo de naturaleza
psicológica sino también de naturaleza espiritual y trata más a fondo las distinciones
involucradas en trabajo espiritual y transpersonal. Lo hace viendo las maneras en que
GIM puede ser usada en trabajo del ego, desarrollo de fe y trabajo transpersonal. Clark
(1998-1999) sostiene, como lo hace Wilber (1977) que el espíritu infunde e informa cada
uno de estos tipos de trabajo. Cada uno de estos tipos de trabajo es distintivo y, en el
marco de Clark, desarrollador. Pero en el contexto de GIM, en sí mismo un proceso
multinivel, el trabajo en cada uno de estos niveles no sólo es posible, sino de esperarse.
CONCLUSIÓN
150
Como alentadora del espíritu pionero, Helen ha traído mucha gente al Método Bonny de
Imaginería Guiada con Música (BMGIM). Las personas han sido tocadas, muchas han
sido transformadas por ese aliento. Como amante del espíritu de belleza en la gran
música, Helen ha mostrado a la gente cómo ellos también pueden acercarse a la gran
música. Como mística y sanadora, Helen le ha enseñado a la gente que tienen a su
disposición un espíritu divino transformador, como estuvo disponible para ella.
El viaje personal que hacemos a lo largo del sendero espiritual y el viaje colectivo
que nos une en una comunidad espiritual son un regreso a casa desde el exilio. El interés
de hoy en la espiritualidad es, en el fondo, un interés en recordar quiénes somos
realmente y qué se supone que estamos llamados a ser. Los procesos como GIM, así
como los programas de retiro y crecimiento espiritual, son como los postes guía a la orilla
del camino que nos indican el sendero. La música es el espíritu que nos canta a lo largo
de la ruta.
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152
153
Cuarta Parte
Desarro os
154
ll
:
Quinta Parte
Teoría e Investigació
155
Capítulo Veinte
El buen juicio y deseo consciente de un hombre [una mujer] aspiran a algo sólo
débilmente e incorrectamente imaginado. Aún cuando las fuerzas de lo simplemente
orgánico madurando dentro de él [ella] continúan hacia su resultado prefigurado, y sus
torsiones se están relajando, el subconsciente se alía detrás de las escenas que en su
camino trabajan hacia el orden. El orden hacia el que todas estas más profundas fuerzas
tienden es bastante seguramente definitivo, y definitivamente diferente de lo que él [ella]
conscientemente concibe y determina. Puede consecuentemente ser interferido (obstruido
como si fuera) por sus esfuerzos voluntarios hacia la dirección verdadera. (Por lo tanto),
cuando un nuevo centro de energía ha sido incubado inconscientemente durante tanto
tiempo como para estar preparado para florecer, “manos fuera” es la única palabra para
nosotros; debe estallar/salir fuera sin ayuda (William James, citado en Dewey, 1934).
James escribió esto sobre la experiencia religiosa, y Dewey vio que las ideas de
James bien podrían haber sido escritas sobre los antecedentes del proceso creativo.
Estas palabras igualmente se aplican a la experiencia de BMGIM en su exploración de la
conciencia, un proceso creativo en sí mismo, a través del genio creativo de la música
clásica. Las fuerzas espiritual, psicológica y creativa de la maduración orgánica continúan
dentro de la psique esperando el tiempo adecuado para florecer, que es llevada a cabo
por la música, combustible para la exploración de BMGIM. “Manos fuera” es la única
palabra para nosotros; debe estallar sin ayuda.
156
Este capítulo está organizado en tres secciones. Primero se discutirá el Método original
de la Teoría del Campo y luego se presentarán nuevos elementos. Finalmente, se
discutirán las implicaciones para la práctica clínica.
157
modelo del desarrollo afectivo desde la infancia hasta la madurez, siendo la fase final la
comprensión empática.
Proposiciones Principales
158
son frecuentes como respuesta. La música puede actuar directamente en el ASN para
evocar una respuesta emocional. Hay evidencias de que la información auditiva puede ser
transmitida por circuitos neuronales dentro del sistema límbico (una parte del cerebro que
está asociada con el procesamiento de la emoción) al hipotálamo (Nauta & Domesick,
citado en Thaut, 1990). El hipotálamo está directamente conectado con el sistema
nervioso autonómico. El hipotálamo, por su parte, proyecta a la amígdala (una parte del
sistema límbico que está involucrada en el procesamiento de la emoción) y el córtex
(Aggleton & Mishkin, 1986). Esto implica una conexión directa de la música con el sistema
nervioso autonómico, el área del procesamiento de las emociones del cerebro, y el córtex,
donde puede ser procesada la conciencia consciente.
Las respuestas emocionales comienzan en el ASN como una activación psicológica (Ervin
& Martin, 1986; James, 1910; Malean, 1949; Papez, 1937; Schacter & Singer, 1962;
Scherer, 2000). La verdadera activación del ASN sostiene la intensidad y la cualidad de
las experiencia emocionales (Mandler, 1984).
Los contenidos de las imágenes están influenciados por los estados emocionales y las
experiencias de la imaginería, por su parte, evocan más emoción. La emoción y la
imagen están vinculadas y uno puede llevar a la otra cuando hay una conciencia fuera de
la consciencia (Horowitz, 1983; Perry, 1974). La imagen puede contener un rol central
como traductor entre el ASN y el cerebro (Achterberg, 1985). Esta visión es compartida
por Lusebrink (1990) quien afirma que la imagen es un puente entre el cuerpo y la mente
y entre los niveles de procesamiento de la información y cambios en el cuerpo.
Figura 1
159
M
I E
E
I
M
I
I Focus
Emotional Support
E M
MUSIC FIELD
M Structure E
Dynamic Movement to Images
I I
I I
E I
M
M = Música
E = Emoción
I = Imaginería
160
161
Esta proposición tiene que ver con los niveles de activación emocional ante la música a lo
largo de las dimensiones de la intensidad (ver Thaut, 1990). Obviamente, todas las
experiencias musicales no conducen a la emoción potencialmente estresante o
amenazante. Los factores críticos parecen ser el estado emocional del oyente, el grado de
enfoque en la música, la conexión entre la música y el oyente, y la música en sí misma.
Aunque estos factores interactúan en una forma muy compleja, parece que siempre que
haya una suficientemente buena conexión entre la persona y la música:
Estas cinco proposiciones ilustran un dibujo muy complejo de la interacción de los tres
principales elementos del proceso de BMGIM: música, emoción e imaginería. La
imaginería en el proceso BMGIM puede que sea una función de la experiencia emocional
de la música. El mecanismo para la respuesta emocional hacia la música puede ser una
acción directa en el ASN, produciendo imágenes que conllevan suficiente contenido
emocional para generar más imágenes. Cuando la emoción inicial ha pasado el proceso
empieza otra vez, dando como resultado una experiencia circular de la percepción
musical, estimulación emocional consciente e inconsciente y la experiencia de la
imaginería. El gestalt de la emoción y la imaginería en la experiencia BMGIM puede surgir
en una jerarquía personal representando lo que sea espontáneamente dominante para el
oyente.
Las condiciones necesarias para la intensidad emocional para que las imágenes sean
generadas mientras se escucha la música son bastante complejas. Sin embargo, el
162
enfoque en la música y la experiencia interna, hasta el punto de que temas con cargas
emocionales están presentes, y la conexión entre la persona y la música parecen ser los
principales factores, además de las cualidades de la música misma. Bajo esas
condiciones pueden emerger imágenes en varias situaciones, tales como salas de
conciertos, en casa, mientras se actúa, o durante una improvisación musical. En BMGIM
cada esfuerzo se realiza para proporcionar suficiente enfoque interno y para hacer una
conexión suficientemente buena entre el estado del cliente y la música seleccionada para
la sesión, dando como resultado una experiencia rica en imágenes características de las
sesiones de BMGIM.
EL MODELO HOLOGRÁFICO
La inspiración para esta parte del Modelo de la Teoría del Campo Holográfico (además de
las preguntas surgidas al principio de este capítulo) empieza al leer las ideas de Wilber
(1979) sobre la necesidad de varias terapias para dirigirse a las diferentes partes de la
persona. Sugiere que muchos modelos y sistemas de terapia fueron desarrollados en un
esfuerzo para reunir los diferentes niveles de la propia identidad de la persona, lo que
describe como el espectro de la conciencia. Está claro que la terapia de BMGIM se dirige
a todas estas propias-identidades o aspectos del sí mismo. BMGIM es una exploración de
la conciencia, de todo el espectro. La emoción y la imaginería representan el contenido de
esta exploración. Este modelo también debe una deuda de gratitud a Kenny (1989) cuya
teoría del Campo del Juego de la musicoterapia e ilustra bellamente la utilidad de campos
para describir la experiencia esencialmente no verbal de la música en la terapia.
Los nuevos elementos de este modelo agregan el diagrama de la conciencia del Corte del
Tronco (Cut Log) de Bonny (1978), integrando el Modelo de la Teoría de Campo original, y
expanden el diagrama en dos formas. Primero, los anillos han sido descritos para
mantener las ideas presentes sobre la conciencia, teorías de relaciones objetivas en la
terapia, psicología Junguiana profunda, psicología transpersonal, y la interacción del
crecimiento espiritual y psicológico. Segundo, el modelo se ha expandido al campo
holográfico.
163
Proposición Seis: El proceso de BMGIM puede ser visto como un campo holográfico
incluyendo música, ciclos de música-emoción-imaginería, el sí mismo y estados de
conciencia.
Es como si los anillos del diagrama del Corte del Tronco hubieran sido separados y cada
uno tuviera su propio eje independiente alrededor de un núcleo central. Estos anillos son
las secuencias música-emoción-imaginería en varios estados de conciencia. Este número
infinito de anillos holográficos incrustados en el campo de la música representa la
conciencia, el todo sí mismo, el vasto mundo que representa nuestros verdaderos “si
mismos”. Aquí el “sí mismo” alude a esa parte de la persona que no es el ego; es más
amplio que el ego. Es el “sí mismo” tanto en términos junguianos como espirituales, la
totalidad de la persona. Al mismo tiempo, el “sí mismo” está en el centro de estos anillos y
el núcleo alrededor del cual todo está organizado (ver Figura 2).
Figura 2
164
Algunos de los estados de la conciencia están identificados. Los anillos más cercanos al
centro del holograma son los que representan al ego, y a la persona (la cara que
presentamos al mundo, los roles que tomamos en la vida diaria). Otros anillos cerca del
centro representan esos estados de conciencia donde encontramos temas conscientes e
inconscientes a través de imágenes. Este es el mundo del material biográfico que
necesita ser trabajado con el fin de dirigirse a conflictos internos y fortalecer el ego; es el
dominio psicodinámico. También entre estos anillos están estados corporales de
conciencia donde se encuentran los temas psicodinámicos y físicos. Otros estados
corporales de conciencia comunican a través de sensaciones corporales que un gran
cambio o transformación está ocurriendo dentro, aún cuando el cambio no pueda ser
nombrado todavía. Más lejos (o profundo en la conciencia) está ese estado donde la
mente y el cuerpo se juntan, una experiencia de integración y congruencia verdadera del
cuerpo-mente.
Otros anillos incluyen varios estados de conciencia que sirven para el crecimiento
psicodinámico y espiritual. Es aquí donde se encuentran matices perinatales (Grof, 1985),
cuentos de hadas y mitos, la sombra, el inconsciente colectivo, y los arquetipos. Aquí
también están incluidos los estados creativos de la conciencia y estados estéticos. Los
estados estéticos de la conciencia son de particular interés para este modelo, ya que,
entre otras experiencias, representan un encuentro con la música. BMGIM acoge una
relación con la música por encima de la escucha. Es en estos estados que hay potencial
para realmente convertirse en música, de la música para traer la curación del cuerpo-
mente, de la música para convertirse en el cuidado, el “otro” omnipotente, ofreciendo una
experiencia de amor incondicional que está por encima de la capacidad del mejor
terapeuta. Es en esta relación con la música que muchos experimentan lo espiritual, un
encuentro con lo Divino.
165
Luego están los anillos donde se encuentran las experiencias transcendentales tales
como la conciencia de la muerte y la unidad. Estos son anillos de estados transpersonal y
espiritual de consciencia. Es en estos estados de donde procede el trayecto más allá del
ego.
La conciencia representa todo lo que es, el todo completo. Por lo tanto, el sí mismo es ya
el todo. Es una parte de cada estado de conciencia y también el núcleo del campo
holográfico. Es el centro, el lugar donde se da la integración. El sí mismo también es una
espiral, entretejiendo a través del estado de conciencia al servicio de su integración en el
centro. El estado al que se accede en cualquier momento es determinado por lo que es
espontáneamente dominante en la jerarquía personal. Esta jerarquía no solo incluye
contenido o tema (tal como se ha afirmado arriba), sino que también el estado de
conciencia a través del cual se acerca al contenido.
Proposición Ocho: El proceso BMGIM es una experiencia del sí mismo, alimentada por la
música, hacia cualquier acceso a las varias partes del sí mismo que no han sido
alcanzadas, desarrollas o que se encuentran fuera de la conciencia consciente,
trayéndolas de vuelta al centro para la integración.
El sí mismo es una espiral que busca lo que necesita para crecer y expandirse haciendo
espirales a través del campo de la conciencia, explorando el espacio, y adjuntando cuanto
sea necesario para hacer su trabajo. Imagina estas espirales y sujeción como aquella de
la rama de una enredadera. La rama sale hacia afuera y se ondula hasta encontrar un
lugar donde asirse. Finalmente, a la vez que va creciendo, continúa a otro lugar. Lo mismo
hace el sí mismo en su exploración llevada a cabo por la música. Como la espiral en la
naturaleza, la espiral del sí mismo se sujeta a cualquier estado de conciencia que
necesite en el momento. Este puede ser un estado para la sesión entera o varias
sesiones; o puede que sean diferentes estados durante una sesión o varias sesiones.
166
El sí mismo está localizado en todas las partes del holograma y sirve de una función de
integración haciendo espirales a través de estados de conciencia para traer varios
aspectos del sí mismo al centro para la integración. El sí mismo procede en una jerarquía
personal que incluye contenido y tema a través de la emoción y la imaginería que surge
en un gestalt fuera del campo de la música. Esta jerarquía también incluye el estado de la
conciencia a través del cual hace su trabajo. El sí mismo también tiene un rol observador
que puede conducir a la distancia reflexiva y a la desidentificación con conceptos propios
egóicos.
167
Las maniobras defensivas surgen durante la experiencia BMGIM como medio para hacer
frente al estrés o amenaza emocional durante la exploración de la conciencia. Estas
maniobras son un proceso necesario con el fin de proteger el ego de la fragmentación y la
desintegración. Algunas personas no son capaces de generar suficientes maniobras
defensivas y necesitarán algún tipo de modificación del procedimiento de BMGIM. Todas
las personas que se embarcan en este viaje todavía no están preparadas para su
intensidad.
Guiar
Proceso
Como guías, tenemos que respetar el proceso y comprender el rol de las maniobras de
defensa. A lo largo del proceso de BMGIM las maniobras de defensa puede que sean más
o menos evidentes, dependiendo de la percepción individual de la amenaza o el estrés, la
estructura psicológica de la persona, y el grado en el que la persona ya está estresada y
por lo tanto comprometida en la capacidad de hacer frente. La presencia de maniobras de
defensa es una señal de una fuerza del ego sana. El terapeuta puede observar maniobras
de defensa como guía para manejar la sesión de BMGIM e incluso en la serie de BMGIM
y el curso de la terapia o trabajo de crecimiento. Las maniobras de defensa dan
importantes claves a la fuerza o falta del ego y también proporciona señales para asuntos
emocionalmente cargados.
168
La persona más sana genera maniobras defensivas cuando son necesarias y también
utiliza la música como un objeto transicional para mantener la tensión y la ansiedad en un
nivel manejable (Goldberg, 1995). Es probable que estas personas más sanas se muevan
a través de maniobras de defensa bastante rápidamente durante una sesión o serie. Las
maniobras de defensa pueden ser los que capacitan a la persona crear poder y mover
más y más profundo en sus conflictos, alcanzando el dominio y la curación.
Esas poblaciones clínicas, que por naturaleza han comprometido su fuerzo del ego, son
menos capaces de formar maniobras defensivas y son más vulnerables hacia la emoción
irresistible y la ansiedad incontrolable. Aquí las poblaciones clínicas incluyen esas que
tienen una estructura del ego bien desarrollada, pero que están ocupándose de
importantes situaciones vitales que traen una herida narcisista. Esto puede incluir gente
que sufre estrés post-traumático, abuso sexual, accidentes de coche, o enfermedades
importantes, como por ejemplo cáncer o SIDA. Cualquier número de asuntos vitales
pueden llevar a la gente a un estado vulnerable que compromete su capacidad para hacer
frente. A menudo su único recurso en sesiones de BMGIM es parar precipitadamente la
sesión o rechazar más tratamiento. Algunas personas no son incluso capaces de hacer
eso, y son susceptibles de ahogarse emocionalmente o re-traumatizarse durante el
proceso BMGIM.
Hay otras personas que parecen bastantes sanas en la superficie, pero que necesitan
aislarse completamente de sus emociones hasta tal punto que no son capaces de tener
una experiencia de BMGIM. Esto se puede calificar como la maniobra defensiva última.
Algunas de estas personas son capaces de finalmente utilizar BMGIM si primero se
implican en algunas de las modificaciones que se tratan más adelante. La observación de
maniobras defensivas, o la ausencia de ellas, proporciona una información importante
para controlar las sesiones con gente vulnerable. Estas maniobras puede ser una guía
para la frecuencia de las sesiones de BMGIM, el grado de estructura que el cliente
requiere, el tipo de música, la duración de la sesión, y cuanto y qué tipo de apoyo necesita
el cliente durante la sesión.
169
Modificaciones
MÚSICA. Otra modificación es dar sesiones de música más cortas, sin utilizar todo el
programa musical (ver Ritchey-Vaux, 1993). La programación espontánea -cortando y
pegando trozos de diferentes programas musicales- puede también ser efectiva,
escogiendo cada selección para proporcionar cualquier apoyo que el cliente requiera en
ese momento. Por ejemplo, la programación espontánea se puede utilizar para
proporcionar más estructura musical durante toda la sesión musical. Se puede ofrecer
más estructura, por ejemplo, escogiendo a Bach o a Pachelbel en vez de a Vaughn-
Williams o a Ravel. La programación espontánea también se puede utilizar para
desarrollar un programa menos emocionalmente intenso. Puede ser necesario utilizar
música no-clásica, como la música “new age” para reducir suficientemente la intensidad
emocional. Mi experiencia es que los clientes vulnerables pueden realizar un excelente
trabajo con música que no tiene grandes cambios, como aumento o reducción de volumen
o cambios bruscos de orquestación. La música más simple parece ser más efectiva
porque mantiene la tensión a un nivel manejable, de ese modo aumenta la habilidad del
cliente para formar maniobras defensivas cuando sean necesarias.
GUIAR. Algunas veces es necesario modificar las técnicas para guiar. A menudo, cuando
la gente tiene poca capacidad para enfrentarse, necesitan ayuda para desarrollar
maniobras defensivas. Esto puede significar ser más directivo, haciendo preguntas con
dirección como por ejemplo “¿Hay alguien ahí que pueda ayudarte?” ó “¿Hay algún otro
lugar donde te gustaría estar?”. Pudiera ser necesario volverse muy directivo y sugerir al
cliente que encuentre un lugar seguro o guiar al cliente a un lugar seguro cuando la
experiencia es demasiado abrumadora.
Otra implicación de este modelo tiene que ver con la interacción entre el crecimiento
psicológico y el crecimiento espiritual. El movimiento a través de varios estados de
conciencia a menudo implica moverse dentro y fuera de estados espirituales, aún estando
el cliente en medio de un trabajo psicodinámico principal. Almaas (1988) y Vaughan
170
Algunas personas buscan la terapia de BMGIM como medio para una trascendencia
espiritual, pero no desean hacer el trabajo básico. El ego debe desarrollarse antes de
trascender. Como señala Engler (1993), uno debe ser alguien antes de que pueda ser
nadie. Cuando el terapeuta de BMGIM encuentra esta tendencia en el cliente, esto debe
ser tratado.
Una implicación más de este aspecto de la teoría es que el terapeuta de BMGIM debe
hacer su propio trabajo hacia el desarrollo espiritual. Solo cuando el terapeuta tiene algún
sentido el viaje es capaz de identificar y responder a temas espirituales cando surgen en
la terapia de BMGIM.
RESUMEN
171
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174
Capítulo Veintiuno
Dag Körlin
175
176
La disociación es un término con varios significados (Spiegel, 1996; Walter et al., 1996;
Putnam, 1997). Para este capítulo se utilizará el sentido de desconexión entre las
funciones psicológicas que normalmente se consideran como integradas (American
Psychiatric Association, 1994). Se centrará en la disociación entre los símbolos
discursivos y analógicos, la memoria explícita e implícita, y el afecto).
Durante dos días, se propondrá música para evocar imágenes traumáticas, o para
degradar imágenes simbólicas. Un camino lleva a formas de alarma psicológica de fuerte
dinamismo, fugacidad o ritmicidad. El otro camino funciona mediante la amenaza de
gestalt musical simbólico.
177
Mediante imágenes de origen cíclico (Bishop, 1994), se puede lograr que la imágenes
traumáticas y los afectos “pertenezcan” al paciente y así puedan ser susceptibles de ser
simbolizados. Se propone además que se incluyan los recursos internos a los funcionales,
a la memoria implícita y a los sentimientos/afectos vitales de protección y abrigo.
Como base para la siguiente teoría, que utiliza conceptos propios de la neuropsicología
con los que no todos los lectores estarán familiarizados, se describen algunos conceptos
básicos incluyendo su importancia para BMGIM y el trauma. Estos conceptos básicos
incluyen neuroanatomía (Figura 1a, b y c), memoria, representación simbólica, afecto/
emoción, percepción e imagen. Esto describe el contexto para el tratamiento de la teoría,
comenzando con el párrafo “Imagen Simbólica y Traumática en BMGIM”. Desde este
punto, la estructura seguirá básicamente las propuestas teóricas mencionadas.
Para estudios posteriores, el lector puede referirse a “The Developing Mind: toward a
Neurobiology of Interpersonal Experience” (“La mente en desarrollo: hacia una
neurobiología de la experiencia interpersonal”) por Siegel, D. (1999).
NEUROANATOMÍA BÁSICA
Se considera que el cerebro está integrado por tres partes conectadas entre sí: las áreas
de la subcorteza o sub-cortex o áreas “bajas” y las áreas altas o “neo-cortex”, y el
intermedio situado en el sistema límbico.
Las áreas de la sub-cortex, incluyendo el tronco del cerebro, controlan los estados de
excitación y los estados fisiológicos del cuerpo, como la temperatura, la respiración y el
latido del corazón. El tálamo, situado sobre el tallo, sirve como barrera que controla
178
información sensorial. Esta zona tiene conexiones con otras partes del cerebro incluyendo
el sistema límbico y las áreas de percepción sensorial en neo-cortex.
179
180
Figura 1.
181
Figura 2
CORTEX ORBITO-FRONTAL
Referencia: https://es.wikipedia.org/wiki/Corteza_orbitofrontal
Figura 3
182
SISTEMA LÍMBICO
Se estima que existen cien mil millones de neuronas cada una con unas diez mil
conexiones o sinapsis con otras neuronas. En esta sinapsis, la señal puede ramificarse
con otras neuronas conectadas, que a su vez puede conectarse con otras ramas y así
sucesivamente, estimándose esta suma de conexiones en un millón de veces la cantidad
de mil millones (Green et al., 1998; Kandel and Schwarz, 1992).
Figura 4
SINAPSIS NEURONAL
183
Referencia http://bioapuntes1.blogspot.mx/2014/10/neuronas.html
La memoria es la forma en que los sucesos pasados afectan a la función futura. Esta
definición es mucho más amplia que la noción cotidiana de que la memoria es un
recuerdo consciente de los hechos, conceptos y sucesos. A esta definición sencillamente
184
La memoria activa (que funciona) podría compararse con una pizarra en la mente, donde
los asuntos percibidos en el presente pueden relacionarse con sucesos perceptivos,
corporales y emocionales recordados del pasado. El hipocampo tiene su función en este
“mapa cognitivo” que supone secuenciar los sucesos y establecer un mapa de
representación espacial del lugar de las cosas en el mundo (Squire et al, 1993). El
hipocampo transfiere entonces algunos recuerdos asociados en la memoria explícita a la
memoria a largo plazo situado en el neo-cortex asociativo. Todas estas funciones son
sensibles y vulnerables al estrés traumático.
185
estar gestionadas por el cortex somático-sensorial junto con las estructuras mencionadas
para la memoria de afectos/emociones (Siegel, 1999).
La memoria implícita implica partes del cerebro que no requieren codificación consciente y
recuperación (Squire et al., 1993). Esta memoria empieza a formarse al nacer y sigue
desarrollándose a lo largo de la vida. Los bebés demuestran que recuerdan
comportamientos, percepciones y emociones. Si se asustan por un sonido asociado a un
juguete en concreto, mostrarán su disgusto cuando se les enseñe el juguete mencionado.
Todo esto sin que tengan un sentido interno de que algo está siendo recordado. Si se les
permite sentir un pezón en una habitación obscura, más tarde serían capaces de
reconocer ese pezón en particular. Sus mentes han creado una imagen mental a partir del
tacto. A esto se le llama percepción amodal (Stern, 1985). La memoria implícita de caras,
voces, tactos, interacciones de comportamiento, estados agradables y desagradables
relacionados con sus cuidadores comienzan a sintetizarse en lo que se llaman modelos
mentales. Para los dieciocho meses, se piensa que los niños pueden traer a sus mentes
una imagen reconfortante de una figura cercana (Freyd, 1987).
REPRESENTACIONES Y SÍMBOLOS
Para la teoría propuesta en este capítulo, hay dos formas importantes de representación
simbólica: la discursiva y la analógica. Los procesos discursivos (Langer, 1957), léxicos
(Horowitz, 1983) o digitales (Siegel, 1999) son lentos, secuenciales y lineales y utilizan
paquetes de información mono-semánticos y estrictamente definidos. Un ejemplo de este
tipo de proceso sería la lectura de las palabras de una frase, o el hecho de determinar la
186
187
las ilustraciones en una sesión posterior y por último en los procesos de escritura entre las
sesiones. Sin embargo, las historias autobiográficas, los cuentos, las metáforas y los
poemas contribuyen de forma importante en el proceso analógico y representan una
integración de ambos procesos (analógico y discursivo). Bonde (2000) ha investigado este
aspecto de BMGIM. En este capítulo se explorarán aspectos adicionales de la integración
entre la palabra discursiva, las imágenes analógicas tanto internas como externas.
AFECTO Y EMOCIÓN
Prat (1931), aplicando la perspectiva del símbolo analógico a las emociones, asentó la
conclusión poética de que “los caracteres (musicales) no son para nada emociones,
suenan simplemente como los estados de ánimo”, según Langer (1957) “la música no es
una causa específica en la cura de afectos”, no clasifica los efectos en términos de
símbolos cognitivos o discursivos y sin embargo “la música articula afectos en formas en
las que el lenguaje no lo hace”. La evocación analógica emocional de la música ha sido
fundamental en muchas teorías de imagen en BMGIM (p ej. Goldberg, 1992). La
propuesta de este capítulo es que la música evoca afectos y emociones pero no sólo a
través de su poder analógico, sino también a través de la característica de alarma del
propio sonido, que actúa directamente en la amígdala antes de la siguiente etapa de
procesamiento. Estas características de alarma de los sonidos fuertes y repentinos
desencadenan reacciones de estados afectivos de sorpresa, miedo y caos.
188
189
Estudios recientes realizados mediante escáner PET en sujetos normales (ejem. Kosslyn
et al., 1999) sugieren que tanto la percepción visual de un árbol como su visualización –
originada en el cerebro (imagen), activan las mismas áreas del cortex visual. De la misma
manera que las imágenes para la música pueden estar mediadas fundamentalmente por
el cortex asociativo derecho (Helpern & Zatorre, 1999). Así, se podría asumir que la
imagen para otras modalidades sensoriales se evoca activando sus respectivas áreas
sensoriales de asociación. La activación interna de la imagen se considera un inicio para
la evocación de las memorias (Roland & Gulyas, 1994). Esto significa que cabe proponer
que la imagen de un árbol refleje la activación de memorias, emociones, y más
representaciones que incluirían el engrama del árbol.
La imagen de un árbol puede ser muy diferente, dependiendo del tamaño y del nivel de
integración del perfil de red asociado. En una experiencia transpersonal, el “viajero” puede
sentirse “uno” con el árbol, el viento, el movimiento y la luz del sol reflejado en las hojas.
En una dimensión arquetípica, el árbol podría simbolizar la capacidad innata de cobijo, de
crecimiento, de continuidad y seguridad independientemente de la historia personal.
Desde una perspectiva psico-dinámica podría representar cobijo, relaciones protectoras y
la propia imagen.
190
En una sesión inicial, la paciente sentía el árbol con una creciente sensación de alivio y
protección. Sentía que ella era una unidad con ese árbol iluminado por una luz que le
llenaba de fuerza y seguridad, más allá de las palabras. Esta característica indica una
experiencia transpersonal. En una sesión posterior, una persona abusiva equipada de una
sierra mecánica amenazaba con destruir el árbol.
Figura 5
Este caso se caracteriza por una conexión cognitiva con sucesos traumáticos, insuficiente
simbolización analógica y la no integración de afecto. Hay poco sentido del yo funcional.
Las memorias fragmentadas pueden aparecer sin conexión con el suceso traumático
actual. La mujer deprimida del Caso 2 tenía episodios de dolores de estómago, náusea,
constituyendo una re-experiencia de su condición corporal durante un aborto traumático.
191
Durante una sesión de BMGIM re-experimentó las sensaciones corporales como las
formas viscerales mostradas en la Figura 6.
Figura 6
Otra paciente (Caso 3) no podía relajarse y experimentaba lo que ella describía como un
ataque de pánico durante las sesiones de música. Cuando se le pidió que describiera la
experiencia, dibujó una figura con forma similar a un reloj de arena representando el
estrangulamiento de su garganta, con dolor y afecto confuso en la parte inferior del
estrangulamiento y un sentimiento vertiginoso, vacío en la parte superior (Figura 7). En
este caso, existía una memoria explícita de haber sido golpeada y atada con una cuerda a
los diez años de edad, pero no conexiones cognitivas con sus ataques de pánico que
pudieran interpretarse como recuerdos afectivos y corporales.
Figura 7
192
Estos casos ilustran re-experiencias visuales, corporales y afectivas, uno de ellos con
conexión cognitiva y dos sin conexión cognitiva. Debe notarse que pocas veces las re-
experiencias carecen completamente de simbolización. Todos estos dibujos manifiestan
en alguna medida una simbolización analógica: los afectos del abusador y de la víctima
contenidos en los dientes (Figura 5), las formas viscerales de la imagen del cuerpo
(Figura 6 y la construcción de la espiral de pánico (Figura 7).
193
La imaginería traumática en estos pacientes fue siempre evocada por el mismo pasaje
musical transitorio y dinámico: los fuertes acordes en stacatto del segundo movimiento del
Concierto para Piano No. 5 de Beethoven. Hay casos representativos en la experiencia de
los autores con unos 200 pacientes traumatizados, en los que la intrusión de imágenes o
la degradación de la imaginería simbólica son frecuentemente desencadenadas por
elementos musicales fuertes, inesperados o repentinos. Ejemplos de estos elementos son
los crescendos y los instrumentos que se caracterizan por intervenir de forma repentina y
transitoria como los de percusión. Según se dice, Haydn incluyó un inesperado crescendo
de timbales en el movimiento lento de su Sinfonía en Sol Mayor para despertar a una
audiencia adormilada. Parece que sabía que un fragmento musical dinámico, repentino e
inesperado podía desatar una reacción de alarma por sí solo. Investigaciones recientes
apuntan a que esta reacción podría basarse en una transmisión por vía subcortical hacia
la amígdala. La aferencia subcortical enviaría información de alarma procesada en el
troncoencéfalo y el tálamo. Esto ocurriría antes de que la información sonora alcanzase el
neo-cortex, donde adquiriría el carácter de información musical tras un procesamiento
superior.
194
195
Figura 8 A-D
A B
C D
La activación de la amígdala, el giro cingulado anterior y la corteza órbito-frontal anterior,
con predominio del lado derecho, han sido los hallazgos más consistentes en estudios
196
similares en pacientes con PTSD y, en menor grado, en pacientes sin PTSD (Rauch et al.,
1996; Shiffer et al., 1995). La activación de las áreas visuales se apoya en el hecho de
que la imaginería visual involucra a la misma zona que la que se activa en una percepción
visual, activándose dicha zona incluso cuando se induce a la imaginería a partir de
visualizaciones de imágenes repugnantes (Kosslyn et al., 1999). Posiblemente la imagen
de PET refleje también qué sucede durante la imaginería traumática en BMGIM.
Siguiendo con el estrés de origen traumático, hay una deficiencia en el proceso discursivo
a través de palabras y conceptos abstractos.
197
Una situación percibida como peligrosa, por ejemplo una cara que recuerda la del
responsable de un crimen o un ruido repentino en la noche, sensibiliza a la amígdala para
poner en marcha una reacción de alarma y una respuesta fisiológica de estrés,
acompañadas del sentimiento de miedo. Si uno se ve abrumado por un conflicto
emocional o afectivo, la mente puede regresar a un estado de indiferencia afectiva, donde
los componentes afectivos sean inconexos y no se reconozcan más. Este estado caótico
puede, en ocasiones, ser disociado, resultando estar adormecido o entrometiéndose en lo
consciente como un sentimiento insoportable (van del Kolk et al., 1996).
198
menos transitoria y evocativa. Esta música le permitió encontrar un lugar seguro en una
playa y la sensación de dominar la situación, lo que le permitió manejar la llegada de un
águila potencialmente peligrosa. Su miedo y su furia podían ser explorados más
confortablemente de esta manera simbólica.
199
Figura 9
Dibujo
200
Figura 10
201
El enfoque del primer caso era de simbolización analógica, y el del segundo caso de
simbolización discursiva en la música. Sin embargo, ambos procesos probablemente no
hubiesen sido posibles sin la representación externa de la ilustración y la reflexión
discursiva. Otra característica esencial para la resolución fue el procesamiento afectivo de
estas pacientes.
Integrar estos afectos con las memorias cognitivas hace posible concebir que la memoria
autobiográfica esté comenzando a formarse en ambos casos.
202
Los clientes traumatizados con alto funcionamiento, pueden trabajar en BMGIM con
mínimas modificaciones del método. En el otro extremo del espectro, los pacientes con
PTSD o un trauma temprano, necesitarán modificaciones en la forma de ser guiados, en
la selección de la música y una estructuración adicional. En casos de síntomas
disociativos severos y desconfianza, será necesarios en conjunto un co-terapeuta
(preferiblemente combinando la característica hombre-mujer), recursos de hospitalización
y largos periodos de tratamiento.
Encontrar un hogar musical es esencial. La pregunta en la mente del guía debe ser:
¿Con qué elementos musicales el viajero estará a gusto? Hay que tener en cuenta que
las personas con PTSD complejos o traumas tempranos normalmente desconfían del
cuidado convencional, os e sienten invadidos con la protección convencional, como por
ejemplo con el insistente Canon de Pachelbel. En lugar de eso, deben encontrar su primer
hogar musical en lo disonante, en lo fluido, o, de otra manera, en la música
convencionalmente insegura. Una vez que el viajero encuentra su hogar, pasará largos
periodos de tiempo trabajando con la misma pieza. Un viajero utilizó el principio y el final
del segundo movimiento del Concierto para Clarinete de Mozart como “hogar” durante 15
sesiones seguidas. Ella cerraba sus oídos en la parte intermedia, la más evocativa, pero
insistía en que ésta siguiese presente. Gradualmente, ella pudo comenzar a trabajar
también con esta secuencia de la pieza más ajena a su yo.
203
víctima y autor de los hechos. Existe cierto peligro para el guía de ser impactado por las
imágenes del viajero.
Tarde o temprano, el paciente necesita entrar en la fase “negativa” del ciclo de BMGIM
para confrontar las imágenes traumáticas y sentimientos. El desafío para el guía es
combinar la estrategia de construcción de recursos con prepararse para estar con las re-
experiencias del viajero. Aquí la cuestión de la contratransferencia del guía es importante.
La necesidad del paciente es la de estar en las con las imágenes con música y alguien en
el que confíe, ya que ha tenido suficiente de estar ahí solo. En la experiencia del autor,
guiar de activa y exploratoria intentando estimular la verbalización por parte del viajero
ayuda mucho cuando aparece la imagen traumática. Del mismo modo, hay una necesidad
de un diálogo con matices de ser guiado durante la ilustración en la post-sesión, momento
en que el viajero se mueve de la imagen interna al símbolo analógico externo.
La música que contiene ante todo cambios en el espectro dinámico es útil para
monitorizar el equilibrio entre imágenes simbólicas y traumáticas. El programa musical de
BMGIM Peak Experience (Bonny, 1978b) es una herramienta excelente de evaluación
paso a paso de este equilibrio en personas traumatizadas de elevado nivel de
funcionamiento. Las piezas tienen un propósito amplio, contenedoras y con pequeñas
disonancias. Algo significativo del programa es que contiene una secuencia de pasajes de
dinámica creciente: una de las secuencias del piano en el movimiento lento del Concierto
para Piano No. 5 de Beethoven, el crescendo hacia el final de la Tocatta, Adagio y Fuga
en Do de Bach, y la parte intermedia del Lohengrin (Preludio al Acto 1) de Wagner. Según
la opinión del autor, el crescendo de Wagner no es solo el más poderoso, sino el menos
contenido de todo el programa. Durante las sesiones de evaluación, el guía debe estar
presente y servir para explorar durante estos pasajes. Si los pasajes intensos evocasen
memorias traumáticas no procesadas, imágenes simbólicas degradantes o sensaciones
amenazantes, el guía deberá considerar el hecho de bajar el volumen o eliminar por
completo el siguiente crescendo. Esta decisión vendrá influenciada por la presencia y
calidad de recursos y defensas en los inicios de la sesión. El programa Peak Experience
aporta algunos elementos de apoyo, música no desafiante como el Gloria, Et in Terra Pax
de Vivaldi, Requiem (In Paradisum) de Faure y las piezas de Beethoven. Puede ser
elegida una sola pieza para acortar la sesión, dependiendo de la respuesta previa del
viajero. Otras opciones para el repertorio de BMGIM son Air de Bach, Rhosymedre
Prelude de Vaughan-Williams, “Pied en l’air” del Capriol Suite de Warlock y, posiblemente,
Canon de Pachelbel. Además de esto, el guía debe tener un amplio suministro de piezas
no evocativas, de baja intensidad, y nutritivas, fuera del repertorio formal de BMGIM.
204
El ritmo marcado puede activar memorias traumáticas relativas, por ejemplo, a palizas,
pero también experiencias implícitas positivas de movilimiento. Una paciente, que había
sido golpeada por su padre, tenía unos requerimientos musicales muy especiales, y
quería trabajar a través de un pulso andante constante. Ella sufría ataques de ansiedad
con la sensación de estar estancada y síntomas somáticos que, en parte, eran recuerdos
de palizas. El “Andante” de Italian Symphony de Mendelssohn le permitió primero
moverse con el pulso de su paso, rompiendo la sensación de estancamiento. En la
siguiente sesión, el pulso estable le evocó imágenes de vallas que la post-sesión asoció
con el estricto refuerzo que ella experimentó en sus ataques de pánico. Esto fue
transformado, como mecanismo de defensa, en una escena de un cuadro histórico que
representaba una paliza. En la siguiente sesión, de nuevo ella caminaba con el pulso,
pero eta vez libremente por un paisaje abierto. Esto ilustra cómo el potencial positivo y
negativo de un elemento musical específico puede ser experimentado por el viajero de
manera cíclica.
RESUMEN
205
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