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Primera Edición: Noviembre 2014
Tiraje: 500 ejemplares
ACTIVIDAD N.º 3 84
L
a presente asignatura ampliara sus conocimientos sobre diferentes cuadros psicopatológicos, reconociendo las diferencias
los distintos fenómenos psicopatológicos que sustentan que existen entre los diversos cuadros clínicos.
los trastornos mentales en diferentes momentos de la Es de suma relevancia identificar los principales cuadros
vida de la per-sona. Identificaremos la importancia del estudio de psicopatológicos, sus características, signos y síntomas ya que es
los trastornos mentales así como la descripción de las principales tarea del profesional proporcionar un adecuado diagnostico y
características y síntomas asi como la clasificación de los mismos. proponer alternativas de solución frente a diversos casos clínicos.
Realizaremos la revisión histórica de la psicopatología, El curso consta de IV unidades, cada una con temas y subtemas
reconociendo sus enfoques y criterios básicos de diferenciación concretos y de fácil comprensión, las actividades demandará un
del comportamiento normal y anormal. Aprenderemos que análisis por parte del estudiante, pero después de una revisión
los distintos fenómenos psicopatológicos pueden presentarse minuciosa previa, notaras la sencillez de la tarea.
en diferentes etapas de vida por diferentes razones. Así mismo
También cuentas con lecturas seleccionadas que tienen la finalidad
también identificaremos como tratar mejor a las personas con
de reforzar las ideas de los temas tratados, que en nuestro caso
diversos trastornos.
son cortas y de lenguaje fluido. Sucede lo mismo con los controles
Ofreceremos ejemplos y casos sencillos de comprender pero de lectura, que también responde a los temas propuestos. La
que aclararan nuestras dudas ante los términos de importancia. bibliografía es sencilla y los enlaces son muy interesantes, te invito
Mediante figuras y videos se realizarán las explicaciones a navegar en internet y verlos. El glosario de términos ayuda al
complementarias necesarias. entendimiento del texto, es necesaria su revisión.
El estudio de la psicopatología enfatiza la fundamentación
teórica, para lograr la comprensión de las características de los
No esperemos más e iniciemos con la asignatura
8
PSICOPATOLOGÌA I
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
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DIAGRAMA DE PRESENTACIÓN
DE LA ASIGNATURA
Recordatorio Anotaciones
COMPETENCIA DE LA ASIGNATURA
Lecturas
seleccionadas DIAGRAMA DE PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD I
Glosario Bibliografía
LECTURAS
CONTENIDO ACTIVIDADES
Recordatorio Anotaciones
SELECCIONADAS
Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos
AUTOEVALUACIÓN BIBLIOGRAFÌA
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas
as Glosario Bibliografía
nadas
TEMA N.° 1: HISTORIA DE LA PSICOPATOLOGÍA
1 Antecedentes históricos y enfoque de la psicopatología
torio Anotaciones
Los primeros indicios del origen de las enfermedades mentales fueron encontrados
en cráneos trepanados en épocas prehistóricas. En ellos se observa que el hombre
primitivo realizaba cirugías de cráneo, posiblemente atribuyendo un origen sobre-
natural a la enfermedad mental; se cree que los agujeros servían para desalojar los
espíritus malignos o demonios de la persona afectada. Con la misma creencia acer-
ca de la posesión de demonios en el individuo dañado, el exorcismo se convirtió
entre los antiguos hebreos, los griegos, los chinos y los egipcios en una práctica
frecuente. En principio era realizada por hechiceros y luego por sacerdotes.
El criterio estadístico
El criterio estadístico de normalidad considera como comportamientos normales
aquellos que se encuentran dentro de una zona promedio (media) más menos una
desviación típica. Así, y en contraposición, La conducta anormal será aquella que
se encuentre fuera de esta franja.
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nadas
El criterio social
Se basa en el consenso del grupo social de referencia que percibe los comporta-
mientos patológicos y/o anormales. En tal caso, el criterio de desviación lo marca,
torio Anotaciones la sociedad. Es un criterio de mayorías.
El criterio subjetivo
Desde este criterio la Psicopatología se define haciendo referencia al sufrimiento
propio o ajeno, es por tanto, un criterio subjetivo de la patología psicológica.
El criterio biológico
La enfermedad mental desde esta óptica es vista como el resultado de una altera-
ción de la estructura o el proceso fisiológico y/o biológico del organismo humano
Con todo lo expuesto, concluimos que ninguno de los criterios expuestos se puede
erigir como absoluto. Intentar acotar los límites de la anormalidad atendiendo a
un solo criterio es cuando menos difícil y pensamos que sólo desde un enfoque
multifactorial es posible llegar a determinar lo que es normal frente a lo patológico.
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torio Anotaciones
Carl Rogers (1902-1987) aportó una visión muy importante: la teoría centrada en
la persona, mejor conocida como centrada en el cliente, misma que se enfocaba en
el carácter único de cada individuo, la importancia de permitir que cada uno logre
el cumplimiento máximo de su potencial y la necesidad de confrontar en forma
honesta la realidad de sus experiencias en el mundo, basándose en la premisa de
que las personas son buenas en forma innata y que el potencial para la automejora
se encuentra dentro del individuo mismo.
Por otra parte, es importante mencionar al existencialismo, corriente filosófica que
se enfoca en el significado de la existencia que cada persona ha de establecer por sí
misma. La autenticidad tiene que ser la meta de la persona.
Desde estas perspectivas, un trastorno mental es provocado cuando las capacida-
des de autorrealización y autenticidad se ven bloqueadas o distorsionadas por la
excesiva utilización de los mecanismos de defensa, aunque también provocarse un
desorden cuando las condiciones sociales que llevan a aprendizajes son defectuosas
para enfrentar las fluctuaciones de la vida. Incluso el estrés excesivo puede influir.
En este enfoque se rechazan las clasificaciones y, de hecho, la división entre las
patologías neuróticas, psicóticas y lo que Maslow denomina la “psicopatología del
normal”, su explicación a tal categorización es ésta: la gente normal pero sin con-
ciencia de sus potencialidades como ser humano, se desvanece y se define sólo por
el alejamiento de la realidad que padece el sujeto.
Clasificaciones internacionales:
Evolución histórica desde su creación hasta el momento actual
UNIDAD I: ASPECTOS HISTÓRICOS, CONCEPTUALES, TERMINOLOGÍA
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Actividades Autoevaluación
Y CLASIFICACIONES EN PSICOPATOLOGÍA
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Clasificación de la OMS
La clasificación internacional de enfermedades (CIE) se puso en marcha en 1983
por el In-ternational Statistical Institute de París y engloba una clasificación de cau-
torio Anotaciones sas de enfermedad según categorías.
Tras varias revisiones, la OMS investigó en 1959 su uso y utilidad, según un estu-
dio realizado por Stengel (citado por García, Maroto y Grandes, 2006) basado en
el análisis de algunas clasificaciones vigentes, la mayoría basadas en las teorías de
Kraepelin.
ºDadas las divergencias encontradas, Stengel (citado por García, Maroto y Grandes,
2006) propuso que los diagnósticos fueran simplificados a síndromes clínicos, y
recomendó la creación de un glosario que aclarase y definiese términos de nomen-
clatura.
La propia OMS, en su presentación, aclara que es únicamente la enumeración de
un conjunto de síntomas con descripciones consensuadas por un gran número de
asesores, que sirven de base para definir las distintas categorías de la clasificación, y
que no abarca de forma exhaustiva los conocimientos actuales sobre los trastornos.
Con posterioridad se ha realizado un profundo trabajo de revisión que ha permi-
tido, con la novena revisión (CIE-9), la creación de un glosario que ha intentado
paliar los problemas terminológicos.
La CIE-9 fue publicada en 1975 y el capítulo V corresponde a los trastornos psiquiá-
tricos. En él se incluyen 30 categorías de 3 dígitos, organizadas en 4 subsecciones,
un glosario y términos equivalentes para cada trastorno.
En 1992, la OMS publicó su última revisión, la CIE10, realizada tras varios años de
estudios de campo, buscando validez y fiabilidad de las categorías.
Los códigos numéricos fueros sustituidos por cadenas alfanuméricas y el número
de categorías principales ha pasado de 30 a 100.
La perspectiva multiaxial de la CIE-10 posibilita la creación de distintas versiones
para diferentes usos. En ella se obtienen descripciones clínicas y pautas para el
diagnóstico destinadas al uso clínico, criterios diagnósticos útiles para la investiga-
ción (creados en 1994) y una versión específica para Atención Primaria (1996), con
notable aceptación en Europa.
La compatibilidad de la CIE-10 con la DSM-IV es muy importante, logrando un
acercamiento aún mayor que el obtenido en la revisión anterior (CIE-9 frente a
DSM-III).
Aspecto multiaxial
En la clasificación DSM-IV se pueden distinguir cinco ejes sobre los que se debe
establecer el diagnóstico completo.
EJE I
Define los síndromes clínicos, es decir, los motivos de consulta, pero que no consti-
tuyen un trastorno mental en sentido estricto.Es el eje de uso más habitual.
EJE II
Incluye los trastornos de personalidad que no se incluyen como tal en el eje I y que
pueden acompañar a cualquier otra patología mental. En DSM-III-R y DSM-IV se
incluyen en este eje los trastornos del desarrollo en la infancia y la adolescencia y la
función intelectual borderline. A los ejes I y II se les suma en esta revisión la valora-
ción de la severidad con códigos adicionales.
EJE III
Incluye las condiciones físicas que pueden ser causa de enfermedad mental codifi-
cada en el eje I.
EJE IV
Codifica la gravedad de los problemas psicosociales y ambientales padecidos por el
sujeto. Puede ser catalogado desde ausente hasta catastrófico, pasando por grados
intermedios. Se utiliza cuando se presume la existencia de factores vivenciales que
han desencadenado el proceso psicopatológico.
EJE V
Constituye una escala de evaluación de la actividad global del sujeto. Valora la cali-
dad del rendimiento en las áreas psicológica, social y laboral, con una puntuación
que oscila entre 1 (peligrosidad intensa, grave riesgo de suicidio, etc) y 90 (ausencia
de síntomas, óptimo rendimiento laboral, etc).
El DSM-III-R añade el status sintomático al nivel de actividad interpersonal y ocu-
pacional.
El DSM-IV incluye la opinión del clínico acerca del nivel general de actividad del
sujeto, lo que resulta útil para planificar un tratamiento, medir su impacto y para
predecir su evolución. El registro de la actividad general en el eje V puede hacerse
utilizando la escala de evaluación de la actividad global (EEAG).
La existencia de distintos modelos de clasificación es importante en psiquiatría y en
atención primaria, pero conlleva muchos problemas a la hora de unificar criterios.
La consolidación de la CIE-9-CM y de DSM-III-R y las revisiones posteriores CIE-10
y DSM-IV como clasificaciones internacionalmente admitidas y utilizadas, han con-
seguido unificar criterios y avanzar en la normalización diagnóstica.
Si comparamos ambas, podemos concluir que la CIE presenta la ventaja de la utili-
zación común con otras partes de la medicina, al no ser una clasificación exclusiva-
mente psiquiátrica y englobar causas de enfermedad en general.
Mientras, la clasificación de la APA (DSM) presenta la de la existencia de criterios
UNIDAD I: ASPECTOS HISTÓRICOS, CONCEPTUALES, TERMINOLOGÍA
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Actividades Autoevaluación
Y CLASIFICACIONES EN PSICOPATOLOGÍA
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y herramientas normalizadas y el uso del sistema multiaxial, que facilita una evalua-
ción completa y sistemática de factores, que pasarían desapercibidos si el objetivo
de la evaluación se centrara en el problema objeto de la consulta.
torio Anotaciones La imposición de una u otra es difícil dada la importancia de ambas. Sin embargo,
cada nueva versión ha hecho un esfuerzo para intentar compatibilizar ambos sis-
temas, hecho que ha sido evidente en las últimas versiones, en las que el grado de
concordancia es muy importante.
En la actualidad CIE-10 y DSM-IV son dos grandes sistemas de clasificación muy
extendidos.
La enfermedad mental
Concepto de enfermedad mental
El intento
Recordatorio de delimitar el concepto de salud y enfermedad es una tarea hartamente
Anotaciones
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La psiquiatría si bien ha ganado y mucho, con el descubrimiento de los fenómenos
y manifestaciones psíquicas, sólo encuentra en esta visión trascendental la salida del
dilema Cuerpo-Mente. Gracias a las contribuciones de la filosofía contemporánea,
torio Anotaciones
podemos hoy superar el tan perturbado psicologismo; sin embargo, lo que hoy
se nos presenta como nuevo no es más, en última instancia, que una vuelta a las
concepciones originales del pensamiento tradicional occidental. No es necesario
que un individuo sea feliz para ser considerado sano, es necesario que su felicidad
coexista con la de los demás. El ejemplo más específico es el de los psicópatas; pues
éstos pueden ser felices, porque no necesita de los demás para serlo, e incluso,
puede serlo a pesar de hacer sufrir a los demás; y el enfermo mental no necesita de
la alegría de los demás, para no serlo, la alegría, la felicidad no es un atributo del
individuo, si no del grupo social.
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tómicas o las deficiencias bioquímicas forman la base de la conducta patológica. El
modelo ha sufrido muchas revisiones por sus discípulos y seguidores, tales como
Adler, Sullivan, Horney, Fromm, quienes aportan los factores sociales y culturales,
torio Anotaciones
mientras que Hartman y Erikson, se centraron en el estudio del Yo.
Pavlov (1849-1936), realizó uno de los primeros estudios en psicopatología experi-
mental, induciendo la desorganización conductual en perros, sometiéndolos a un
conflicto grave e ineludible.
Thorndike (1874-1949), su obra es anterior al conductismo, pues antes que Pavlov
y Watson elaboró una teoría de la conducta, en sus trabajos de psicología animal,
da testimonio que la explicación de la conducta se basa en un control riguroso y
objetivo.
Watson (1878-1958), buscó demostrar que una conducta anormal, se podía apren-
der casi de la misma manera que se aprende cualquier otra conducta.
En 1950 Bollar y Miller realizaron un esfuerzo para integrar las contribuciones del
psicoanálisis a los principios de la teoría del aprendizaje, en sus conceptos de re-
forzamiento, extinción y generalización de los estímulos. Wolpe, aplicó las técnicas
conductistas a la terapéutica clínica. Eysenck, planteó que la teoría del aprendizaje
considera a los síntomas como hábitos aprendidos, en consecuencia sólo ocurre
por lo general, cuando a una respuesta conductual le sigue una recompensa o re-
forzamiento.
Concluiremos señalando, que las transformaciones, que han tenido lugar en la
concepción humana de la conducta anormal (enfermedad mental) a través de los
siglos, se han debido a un lento proceso de evolución, en el cual diferentes modelos
de la psicopatología (naturalista, demonológico, psicológico, orgánico, intrapsíqui-
co y conductista) compitieron como explicaciones alternativas a fenómenos huma-
nos enigmáticos.
ACTIVIDAD N.° 1
Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos
Esta actividad puede consultarla en su aula virtual.
En primer lugar, hay que destacar la dificultad que conlleva definir el término
«conciencia», se han utilizado diferentes significados, la primera hace referencia al
conocimiento subjetivo de la propia experiencia, es decir, el autoconocimiento de
los propios procesos psicológicos. En segundo lugar, el término también se utiliza
para referirse al nivel de alerta y a sus variaciones cuantitativas. En este sentido, la
conciencia seria un pre requisito para que funcionen el resto de las funciones y
procesos cognitivos (Gastó, 2006, citado por Caballo, Salazar y Carrobles, 2011).
Si la persona presenta un estado alterado de conciencia, también se verán afecta-
dos, en mayor o menor medida, la atención, la percepción, la memoria, el pensa-
miento, el área motora, el área afectiva, etc.
Por lo que se refiere a las alteraciones en la conciencia, clásicamente se han diferen-
ciado alteraciones meramente cuantitativas, en las que el deterioro se centra fun-
damentalmente en una disminución del nivel de alerta, y alteraciones cualitativas,
que, aunque también presentan un descenso de los niveles de vigilia, se caracteri-
zan además por una restricción del campo de la conciencia, por una alteración glo-
bal del juicio de la persona (pudiendo incluir alucinaciones, delirios, etc.) o bien
por ambas (Baños y Perpiñá, 2002, citado por Caballo, Salazar y Carrobles, 2011).
UNIDAD I: ASPECTOS HISTÓRICOS, CONCEPTUALES, TERMINOLOGÍA PSICOPATOLOGÌA I
Y CLASIFICACIONES EN PSICOPATOLOGÍA
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
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1. Obnubilación:
Es un término genérico que denota un compromiso de la función de alerta de la
conciencia, bajo el cual se agrupan los cuatro niveles de afectación, desde el más
leve al más grave; embotamiento, somnolencia, estupor y coma. Hay un empa-
ñamiento de la lucidez de la conciencia con un descenso en la reactividad a los
estímulos externos.
2. Embotamiento:
Se observa una reducida capacidad de captación del entorno con disminución o
retardo en el ritmo de las elaboraciones psíquicas. Cuesta mantener la atención ha-
ciéndose muy fatigable e inestable. La percepción de estímulos está comprometida
haciéndose imprecisa y carente de nitidez. Enlentecimiento en los actos volunta-
rios.
El paciente puede lucir desorientado y hasta perplejo. Pudiesen aparecer ideas de-
lirantes paranoides.
3. Somnolencia:
La alteración del sensorio es más profunda, resultando algo dificultoso extraer al
paciente de su estado, requiere una estimulación repetida y vigorosa. El paciente
suele estar confuso y desorientado temporo-espacialmente aunque aun puede ha-
ber cierta cooperación, se pueden alternar síntomas de irritabilidad y excitación
con somnolencia. Se evidencia una constante distraibilidad con incapacidad para
mantener y dirigir la atención.
4. Estupor:
El compromiso obnubilatorio de la conciencia es mayor, hay inconciencia la ma-
yor parte del tiempo, el paciente sólo se logra despertar parcialmente requiriendo
estímulos enérgicos y de gran intensidad. Se puede observar una reducción muy
marcada del tono muscular y los reflejos, los estímulos intensos pueden provocar
respuestas psicomotoras rudimentarias (retirada, balbuceos, movimientos desorga-
nizados).
5. Coma:
Grado extremo de obnubilación, hay pérdida completa de la conciencia por lo que
no existe la capacidad de registro de los estímulos externos. No se logra despertar al
paciente ni con estímulos intensos o dolorosos, sólo se obtienen respuestas defensi-
vas, marcada disminución del tono muscular con inhibición psicomotriz.
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Se afecta principalmente la función de interioridad y reflexividad.
Campo:
Estado Delirioso:
torio Anotaciones
Situación en la cual, además del alerta, está comprometida la función de interiori-
dad real de la vivencia. Hay confusión de los contenidos del mundo interno con los
del mundo externo.
Los contenidos provenientes del mundo interno se entremezclan indiferenciada-
mente con los del mundo externo, provocando reacciones inadecuadas.
Puede haber ideas deliriosas, alucinaciones visuales, falsos reconocimientos, etc.,
así como desorientación, falta de atención y concentración (alteración del alerta).
Estado Crepuscular:
Aquí además del alerta, está alterada la función de reflexividad. La conciencia está
estrechada, circunscrita sólo a ciertas manifestaciones de la vida psíquica. Predomi-
na un afecto (exaltación, amor, odio, angustia), que tiñe el vivenciar y actuar del
paciente. Hay aparente coherencia dentro de este ámbito restringido, sin embargo
hay respuestas y reacciones inadecuadas por no captar el contexto y lo que está
fuera este foco del vivenciar. La desorientación, falta de atención y concentración
(alteración del alerta), se hace más evidente en los ámbitos que están fuera de la
temática afectiva que tiene “capturada” la atención del paciente.
Continuidad:
Fuga psicógena o estado disociativo: (Disociación) Estado crepuscular de origen
psicógeno donde hay una pérdida de la continuidad del vivenciar. (El individuo
no se reconoce a sí mismo en sus diferentes etapas: niñez, adolescencia, adultez)
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3. Oscilaciones de la atención y de la concentración: Se refiere a alteraciones en
cuanto a la duración de la atención. Esta oscila con arreglo al interés, a la par-
ticipación personal de un sujeto en un objeto, etc. Por ejemplo, un maníaco
torio Anotaciones
lleno de ocurrencias, ideas e impulsos tiene dificultad para fijar y mantener su
atención sobre algo determinado (atención fluctuante, distraibilidad, debilidad
de concentración).
1 C aracterísticas
Atención como concentración
Aquí se incluyen todas las alteraciones que están de algún modo relacionadas con
la fijación (o su ausencia o alteración) de la atención sobre estímulos objetos o si-
tuaciones. Este tipo de problemas está presente en una gran variedad de trastornos
psiquiátricos y en otras muchas condiciones, como fatiga extrema, necesidad de
dormir, estados de desnutrición, etc. Además de esta sintomatología inespecíficade
falta de concentración, nos encontramos con dos alteraciones relevantes: la ausen-
cia mental y la laguna temporal.
La ausencia mental alude a un tipo de experiencia que, por lo general, se considera
como anómalo, extravagante e inusual, pero no como patológico. De hecho, segu-
ro que muchos lectores recordarán con cierta sonrisa situaciones similares a éstas,
ejemplificadas tan bien por Reed (1988, citado por Caballo, Salazar y Carrobles,
2011) con el símil del «profesor despistado»: se trataría de un divertido profesor,
demasiado ensimismado en sus propios pensamientos y disquisiciones, que cuando
sale de clase es capaz de ponerse la papelera por sombrero, si es que a alguna bien
intencionada señora de la limpieza se le ocurrió colocar la dichosa papelera allí
donde él solía colocar su sombrero. Además de no darse por enterado, es capaz
de pasearse por toda la facultad sin ni siquiera darse cuenta de los murmullos y
miradas que genera, saliendo de su «ausencia mental» cuando al salir del edificio
un coche está a punto de atropellarle por saltarse el semáforo en rojo. Pues bien,
a nuestro pobre profesor lo que le ocurre es que presenta una gran concentración
sobre alguna cuestión concreta, lo que a su vez le lleva a «desatender» al resto de
los estímulos, excepto aquellos muy mecánicos o habituales. Es decir, tal y como lo
explica Reed (1988), en la ausencia mental el individuo está tan preocupado por
sus propios pensamientos que deja fuera gran cantidad de información externa que
le es habitualmente accesible, y por tanto no responde al feedback respecto a los
cambios en su rutina; es decir, sus acciones son mecánicas y no ajusta los detalles de
su conducta habitual sobre la marcha de acuerdo con las demandas ambientales,
aunque sí que es capaz de atender correctamente a cualquier actividad externa
relacionada con los pensamientos a los que está tan atento. De este modo, nuestro
profesor no responde al cambio ambiental de la papelera, pero sí podría darse
cuenta de algún otro estímulo que tenga conexión con el problema en el que está
pensando (o sea, en el que está centrando toda su capacidad atencional).
a) Estudio del nivel general de vigilancia: el nivel general de vigilancia está afecta-
do por distintos factores, entre ellos el nivel de activación tónica (cambios en
la disponibilidad del organismo para procesar un estímulo: por ejemplo, ciclo
día-noche).
b) Estudio de la disminución de la vigilancia a lo largo de una tarea: esta dismi-nu-
ción está afectada también por la activación tónica, así como por la personalidad
(por ejemplo, como ya hemos señalado, los introvertidos tienen niveles más
altos de activación que los extrovertidos), los incentivos, la probabilidad de apa-
rición de las señales, etc.
Por otro lado, la vigilancia excesiva o hipervigilancia también se ha estudiado en
pacientes con trastornos de ansiedad generalizada y en sujetos normales con pun-
UNIDAD I: ASPECTOS HISTÓRICOS, CONCEPTUALES, TERMINOLOGÍA
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Y CLASIFICACIONES EN PSICOPATOLOGÍA
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tuaciones altas en ansiedad-rasgo. Así, Eysenck (1992) propone una teoría cognitiva
sobre la vulnerabilidad al trastorno de ansiedad generalizada, que tiene como cons-
tructo básico la hipervigilancia. Este autor mantiene que el funcionamiento aten-
torio Anotaciones
cional (hipervigilante) de los pacientes ansiosos y de los individuos altos en ansie-
dad-rasgo son similares. La hipervigilancia se puede manifestar de diversos modos:
Todos estos datos están sugiriendo que la atención autofocalizada juega un papel
importante en la comprensión de la depresión, en el sentido de que puede me-
diar o contribuir en diversos fenómenos depresivos, así como ayudar a mantener
o exacerbar la depresión. Por todo ello, no es sorprendente encontrar que existen
teorías que intentan aplicar la investigación sobre los procesos atencionales autofo-
calizantes a la depresión.
UNIDAD I:Objetivos
Diagrama ASPECTOSInicio
HISTÓRICOS, CONCEPTUALES, TERMINOLOGÍA
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Actividades Autoevaluación
Y CLASIFICACIONES EN PSICOPATOLOGÍA
Curso
Habitualmente, el trastorno es diagnosticado por vez primera en los años de ense-
ñanza elemental, cuando queda afectada la adaptación escolar. La mayor parte de
los padres observan la actividad motora excesiva cuando sus hijos son pequeños,
coincidiendo frecuentemente con el desarrollo de la locomoción independiente.
Sin embargo, puesto que muchos niños pequeños sobreactivos no llegan a desa-
rrollar un trastorno por déficit de atención con hiperactividad, es preciso ser cau-
telosos al establecer este diagnóstico. Además, el curso del trastorno también va a
depender de las problemáticas que tenga como comorbilidad. En la mayoría de
los casos de los centros clínicos, el trastorno se mantiene relativamente estable a
lo largo de los primeros años de la adolescencia. En muchos sujetos los síntomas
se atenúan a medida que avanza la adolescencia y durante la vida adulta, aunque
una minoría experimenta el cuadro sintomático completo del trastorno por déficit
de atención con hiperactividad en plena edad adulta. Hart et al. (1995) evaluaron
anualmente durante cuatro años a 106 niños entre los 7 y 12 años, según los cri-
terios del DSM-III-R, realizando entrevistas estructuradas a múltiples informantes.
Encontraron que los síntomas de hiperactividad e impulsividad declinaron con el
incremento de la edad, independientemente de la cantidad y el tipo de tratamien-
to administrado. Pero esto no sucedió con los síntomas de desatención, los cuales
solo se atenuaron de la primera a la segunda evaluación. Cuando los adultos man-
tienen sólo algunos de los síntomas, se utiliza el diagnóstico de trastorno por déficit
de atención con hiperactividad, en remisión parcial. Este diagnóstico se aplica a
sujetos que ya no sufren el trastorno completo, pero que todavía presentan algunos
síntomas que causan alteraciones funcionales (American Psychiatric Association,
2000; Barkley, 1990; Puerta, 1999).
Nigg et al. (2002) hacen énfasis en que es importante conocer cómo los síntomas
de ADHD se relacionan con los rasgos normales de personalidad en los adultos.
Para ello realizaron seis estudios, donde se relacionaron las cinco grandes dimen-
siones de personalidad con los síntomas de ADHD en una muestra de 1.620 perso-
nas entre 19 y
43 años, encontrando efectos sustanciales que fueron emergiendo a través de las
muestras. Primero, el cluster de síntomas de ADHD de desatención-desorga-
nización fue sustancialmente relacionado con baja “concientización” (conducta
dirigida hacia la tarea y a la meta) y, en menor grado, con neuroticismo. Segundo,
el cluster de los síntomas de hiperactivdad-impulsividad y conducta oposicionista
fue asociado con bajos niveles de agreeableness (altruismo, confianza, complacen-
cia y preocupación, y disposición para otros). Los resultados apoyan las conexiones
teóricas entre los rasgos de personalidad y síntomas de ADHD. Se considera que el
trastorno normalmente se manifiesta y por lo menos el 75% de los casos continua-
rán padeciendo la alteración después de que han crecido, con relativamente mayor
número de mujeres que todavía sufren en la adultez (Sagvolden, 1999). Zucker,
Morris, Ingram, Morris y Bakeman (2002) señalan que los síntomas de ADD de
la niñez continúan en la madurez en más del 50% de los casos. La existencia de
adolescentes y adultos diagnosticados con ADD cuando niños, y de adultos con
déficit de atención o hiperactividad-impulsividad (o ambos), indica que el ADD no
siempre acaba en la adolescencia. El ADD es un factor de riesgo para problemas
posteriores como delincuencia, abuso de sustancias y trastornos de persona- lidad
(Sagvolden, 1999). El ADD constituye uno de los factores de riesgo más grandes
UNIDAD I: ASPECTOS HISTÓRICOS, CONCEPTUALES, TERMINOLOGÍA
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Actividades Autoevaluación
Y CLASIFICACIONES EN PSICOPATOLOGÍA
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nadas
para la enfermedad mental en la vida adulta temprana.
Desde los 12 y 13 años, entre el 30 y el 50% de los casos que presentan trastornos
de conducta, la mitad o más ya tiene una historia de fracaso escolar amplio, y en la
torio Anotaciones adolescencia entre el 25 y 35% mantiene conductas antisociales, y cerca del 60% ha
repetido curso o requiere ayuda importante en sus estudios. En los estudios longitu-
dinales que llegan hasta la edad adulta sólo un 11% de los sujetos con este trastorno
estaba libre de algún tipo de sintomatología psiquiátrica, ya que los demás presen-
taban conductas antisociales, adictivas, ansiosas o depresivas (Servera et al., 2001).
Estudios genéticos familiares y una creciente evidencia de las anormalidades en la
estructura del cerebro y su funcionamiento en niños y adultos con ADD dan un
soporte a la persistencia de este trastorno en la madurez (Zucker et al., 2002).
Prevalencia
El déficit atencional por hiperactividad es una de las problemáticas más prevalentes
hoy en día en la población infantil a nivel mundial. La Asociación Americana
de Psiquiatría considera que entre un 3 y 7% de los niños en edad escolar presen-
tan el trastorno. Los niños son más propensos que las niñas a padecer el trastorno,
con una proporción que va desde 2 a 1, hasta 9 a 1, dependiendo del subtipo.
Gaub y Carlson (1997) realizaron un meta-análisis de investigaciones relevantes que
incluyeron el cri- terio de género. Es importante resaltar que no se encontraron
diferencias de género en impulsividad, tareas académicas, funcionamiento social,
habilidades motoras finas, educación parental o depresión parental. Sin embargo,
comparando los niños con las niñas con ADHD, estas últimas mostraron más difi-
cultades intelectuales, menos niveles de hiperactividad y menores tasas de otras con-
ductas externalizantes. Por otra parte, los datos de prevalencia sobre la frecuencia
del ADHD en la adolescencia y en la adultez no son concluyentes. Se anota además
que el hecho de determinar la prevalencia del ADD en otras ciudades y culturas ha
sido siempre problemático. Sin embargo, haciendo comparaciones entre niños, se
ha encontrado que los afro-americanos tienen más alta incidencia de ADD que los
americano-asiáticos (Root y Resnick, 2003). En la misma línea, en los últimos años
se ha incrementado la demanda de atención de este tipo de problemáticas, Kelle-
her, McInerny, Gardner, Childs y Wasserman (2000), citados por Valencia-García y
Andrade-Palos (2005), informaron de un aumento significativo entre
1979 y 1996 en todos los problemas psicosociales de los niños entre 4 y 15 años de
edad (6,80%-18,70%), en los problemas de atención (1,40%-9,20%), en los pro-
blemas emocionales (0,20%-3,60%) y en el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad
Este trastorno se ha convertido en una de las mayores preocupaciones para profe-
sores y padres, quienes intentan día a día entenderlo más y buscar estrategias que
permitan un adecuado desarrollo y adaptación a la sociedad, porque en la edad
escolar es cuando el trastorno incide con mayor gravedad, coincidiendo con las de-
mandas sociales de estar sentado, atender, obedecer, controlar conductas motoras
e impulsivas, cooperar, organizar las acciones y seguir instrucciones. Además desde
los 6-7 años ya se perciben los primeros problemas académicos en lecto-escritura y
cálculo con sus “típicos” olvidos de las tareas que se les encomienda. En casa tam-
bién aparecen los primeros problemas, las dificultades con hermanos y la responsa-
bilidad (Servera et al.,2001).
Slone, Durrheim y Kaminer (1996) analizan varios estudios a nivel internacional y
encuentran que los niños con un diagnóstico de ADD manifiestan problemas con-
ductuales y de aprendizaje. Además mencionan que otros estudios han explorado
la relación entre ADD y la clase social, evidenciando los resultados incoherentes
con respecto al predo- minio de ADD en los diferentes grupos socio-económicos.
Algunos estudios no han informado ninguna relación entre ADD y el status so-
cio-económico (Biederman, Faraone, Keenan, Knee y Tsuang, 1990; Werner et al.,
1968, en Slone et al., 1996), mientras que otros han encontrado que el trastorno es
más común en los grupos socio-económicos bajos (Bhatia, Nigam, Bohra y Malik,
1991, en Pineda, Restrepo, Henao, Gutiérrez- Clellen y Sánchez, 1999); Chawla,
Shashi, Sunderam y Mehta, 1981; Nichols y Chen,1980, en Slone et al., 1996).
Sagvolden (1999) explica que el ADD afecta al 2-5% de los niños del grado
escolar. Mandoki, Sumner y Mathews-Ferrari (1991), citados por Pineda, Restrepo
et al. (1999), estimaron que al menos el 20% de la población escolar podría tener
ADD, aunque ésta no fuese clínicamente diagnosticada. En 1994, Shealy estimó
UNIDAD I: ASPECTOS HISTÓRICOS, CONCEPTUALES, TERMINOLOGÍA PSICOPATOLOGÌA I
Y CLASIFICACIONES EN PSICOPATOLOGÍA
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
35
Etiología
La investigación desarrollada en la actualidad sobre las causas del ADHD es bá-
sicamente correlacional, por lo tanto los factores causales de este trastorno aún
no están completamente establecidos. Sin embargo, existen diferentes modelos
explicativos para el ADHD. Entre los más importantes encontramos los modelos
biológicos (genéticos, perinatales, neurológicos), psisosociales y conductuales. A
continuación se expondrán los principales hallazgos de cada uno de ellos.
– M
odelo biológico. El modelo biológico se puede analizar desde diferentes fac-
tores.
• F
actores genéticos. Las investigaciones para conocer la etiología del ADHD in-
cluyen estudios con familiares, estudios de adopción y con gemelos. El objetivo
de estos estudios es mostrar si las influencias familiares son importantes en el
ADHD, considerando que los estudios de adopción y los estudios con geme-
los indican si las influencias familiares en ADHD son influencias genéticas o
medioambientales. Estudios con familias como el de Faraone, Biederman, Kee-
nan y Tsuang (1991), citado por Roca y Alemán (2000), encontraron que
el riesgo de ADHD es más alto en parientes de primer grado. Neale (1994), cita-
do por Roca y Alemán (2000), afirma que es muy probable una predisposición
hereditaria, al referirse a estudios realizados con gemelos idénticos (monoci-
góticos) y gemelos fraternales (dicigóticos), encontrando una coincidencia del
ADHD de 51% en los primeros y de 33% para los segundos. Tanto los estudios
de familias como de gemelos sugieren que el ADHD está determinado por fac-
tores genéticos; sin embargo, no se descarta la influencia que ejerce el ambiente
familiar y social (Moreno, 1998). Rhee, Waldman, Hay y Levy (1999) realizaron
un estudio examinando la magnitud hiperactividad y consideraron también las
diferencias sexuales en la preva- lencia. Participaron 2.391 gemelos y pares de
hermanos provenientes de Australia, entre los 3 y los 18 años. Encontraron que
los síntomas en la población fueron “altamente heredables (h2 = 0,85–0,90)”
(p. 24). La mag- nitud de la influencia familiar fue similar para niños y niñas,
aunque había influencias medioambientales compartidas en el ADHD en las
niñas pero no en los niños, y dominancia genética para los niños pero no en
las niñas. La evidencia apoyó el modelo poligenético del umbral múltiple en
lugar del modelo de variabilidad constitucional de diferencias del sexo en
ADHD. Específicamente, los estudios sugieren que el ADHD se influencia prin-
cipalmente por los factores genéticos, un resultado que es consistente con los
resultados anteriores de influencias genéticas fuertes en ADHD durante la niñez
(Eaves et al., 1997; Faraone y Biederman, 1998; Nadder et al., 1998; Sherman et
al., 1997; Silberg et al., 1996, citados por Burt et al., 2001). El hallazgo de una
influencia medioambiental significativa en ADHD es raro y puede provenir de
fuentes como informes de los padres o maestros del niño. Además, los resulta-
dos de estos estudios son consistentes con otros similares, indicando además que
cuando hay comorbilidad del ADHD, por ejemplo con los TC, hay influencias
principalmente genéticos (Burt et al., 2001).
• F
actores perinatales. Se ha encontrado que factores tales como el hábito de
fumar durante el embarazo, el alcohol, las complicaciones del parto y los tras-
tornos neurológicos tempranos pueden ser factores de riesgo para el ADHD (Pi-
neda et al., 2003). Estos autores realizaron un estudio en la ciudad de Medellín
y hallaron que los factores de riesgo perinatales más importantes asociados con
la aparición de ADHD son la amenaza de aborto, las convulsiones neonatales,
gripes con incapacidad durante el embarazo, y consumo de alcohol y cigarrillos.
En otros estudios, de igual manera, se afirma que el excesivo consumo de alco-
hol y/o nicotina durante el embarazo son probablemente la causa en un gran
UNIDAD I: ASPECTOS HISTÓRICOS, CONCEPTUALES, TERMINOLOGÍA
ollo
nidos 36
Actividades Autoevaluación
Y CLASIFICACIONES EN PSICOPATOLOGÍA
as Glosario Bibliografía
nadas
porcentaje de niños con ADHD. Por otra parte, Roca y Alemán (2000) sugieren
que el ADHD puede ser adquirido después del embarazo, resultando de lesio-
nes en la cabeza o complicaciones durante el parto.
torio Anotaciones
• F
actores neurológicos. En diferentes investigaciones se ha hablado del im- pacto
que puede tener el daño cerebral y la inmadurez neurológica sobre el ADHD.
No obstante, la investigación en este tema no ha ofrecido un aporte evidente de
esta afirmación, pues en un estudio con pacientes de ADHD solo en un 5-10%
se encontró la evidencia de daño o disfunción cerebral; sin embargo, la mayoría
de los niños con daño cerebral no manifiesta ADHD (Sarason, 1996 citado por
Roca y Alemán, 2000). Varios autores han encontrado que la asimetría de las re-
giones frontales anteriores no es la que se espera. Además Hynd et al. (1991),
citados por Aman et al. 1998), han mostrado que las áreas del cuerpo calloso
con fibras que conectan las regiones corticales homólogas anteriores (frontales)
y posteriores (parietal) en los que en los niños sin ADHD. En la actualidad las in-
vestigaciones sobre este trastorno se centran en las áreas frontales y prefrontales
del cerebro, encargadas de la regulación de la atención y la inhibición de infor-
mación sensorial. Se propone que en algunos niños con ADHD las regiones ce-
rebrales encargadas de la atención no reciben ciertas sustancias neuroquímicas,
mien- tras que las que se ocupan del procesamiento de información sensorial
pre- sentan un exceso. Este desequilibrio explica que el niño tenga dificultades
en la atención, a la vez que es sensible a las distracciones causadas por estímu-
los externos (Aguilar, 2002). El ADHD puede manifestarse por un desequilibrio
de neurotransmisores en determinadas zonas del cerebro; sin embargo, este
fenómeno no es exclusivo de este trastorno, lo cual limita este hallazgo como
elemento diagnóstico. Zametkin et al. (1990) estudiaron el metabolismo cere-
bral en adultos con ADHD y encontraron una reducción en el metabolismo
de la glucosa en diferentes áreas del cerebro, especialmente en la región pre-
frontal superior y en la región premotora del lado izquierdo, asociadas con la
regulación de la atención y de la actividad motora. Puerta (1999) afirma
que los sistemas noradrenérgico, dopaminérgico y serotoninérgico parecen ser
relevantes en la patogénesis del ADHD. Se concluye que la disfunción de
estos tres sistemas, en especial el dopaminérgico, es bastante clara en el ADHD y
la eficacia de los estimulantes farmacológicos ha llevado a la hipótesis de que el
trastorno es resultado de la disminución de dopamina en el cerebro. Zametkin
y Rapoport (1987), citados por Servera et al. (2001), se adhieren a este postula-
do y afirman disponer de datos que señalan una disminución en los niveles de
dopamina en el líquido cefalorraquídeo y en los metabolitos en el plasma san-
guíneo, aunque recientemente se ha implicado también a la noradrenalina y a
la serotonina, lo cual no solo evidencia una relación causal entre las alteraciones
bioquímicas y las conductas hiperactivas, sino que incluso se plantea la posibili-
dad de una relación inversa (Taylor, 1994, citado por Servera et al., 2001).
• F
actores nutricionales. Otros modelos sostienen que el ADHD se relaciona es-
trechamente con la dieta, como por ejemplo la ingestión de alimentos edulco-
rantes (Martínez, 1989), tintes y aditivos artificiales (Roca y Alemán, 2000). Exis-
ten investigaciones al respecto y, aunque no hay evidencia contundente, muchos
padres afirman que cuando sus niños con ADHD están en una dieta especial
presentan mejoras en su conducta. Los aspectos dietéticos del ADHD aún se en-
cuentran en estudio y no hay evidencia científica comprobada (Aguilar, 2002).
– M
odelos psicosociales. El hecho de que algunos niños con antecedentes bioló-
gicos y/o genéticos no desarrollen problemas de conducta, y que otros sin apa-
rentes daños neurológicos o complicaciones perinatales manifiesten conductas
de hiperactividad cuando comienzan la escolaridad, ha llevado a varios especia-
listas a considerar que los factores psicosociales intervienen como determinantes
del ADHD (Moreno, 1998).
– Modelos conductuales
• M
odelo atencional de Virginia Douglas. A comienzos de los años setenta Virgi-
nia Douglas y su equipo del Instituto McGill de Canadá revolucionaron el cam-
po de la investigación mostrando datos que señalaban que los niños hiperactivos
no presentaban necesariamente dificultades de aprendizaje atribuibles a proble-
mas de audición, memoria y otras habilidades (Servera et al., 2001). Douglas y
Peter (1979), citados en Kirby y Gimley (1992), sugieren que el nexo entre el
UNIDAD I: ASPECTOS HISTÓRICOS, CONCEPTUALES, TERMINOLOGÍA PSICOPATOLOGÌA I
Y CLASIFICACIONES EN PSICOPATOLOGÍA
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
37
• M
odelo motivacional de Russell Barkley. Barkley (1990) basa su propuesta en
la presencia de un déficit motivacional como la raíz principal del problema.
En términos generales el modelo parte de la base situacional de las conductas
hiperactivas y la gran influencia que tienen los factores instruccionales y moti-
vacionales para desencadenarlas. Barkley da prioridad a una característica de
los niños con ADHD: el déficit en su respuesta a las consecuencias ambientales;
es decir, reforzadores positivos y estímulos aversivos que afectan el comporta-
miento de la mayoría de los niños muestran efectos muy débiles en los casos
de hiperactividad. En cuanto a las causas por las que ciertas reglas, tareas o estí-
mulos socialmente relevantes no consiguen provocar las conductas deseadas en
algunos niños, Barkley (1990) entiende que de modo general todas se pueden
resumir en estas seis: a) existencia de un problema de detección sensorial,
b) discapacidad física o motora que impide al niño realizar la respuesta deseada,
c) historia de condicionamiento inadecuado, d) déficit en los efectos de los es-
tímulos reforzadores, e) efecto inusualmente rápido de habituación o saciación
ante los reforzadores, y f) déficit en la manera habitual con la que los programas
de refuerzo mantienen la conducta a lo largo del tiempo (Servera et al.,2001).
Conclusiones
El déficit atencional/hiperactividad es un trastorno cuyo nivel de conocimiento ac-
tual es bastante elevado, dado que gran cantidad de investigadores desde diferentes
enfoques y disciplinas, desde hace más de un siglo, se han interesado en conocer,
describir, explicar y tratar este fenómeno clínico complejo (Barkley, 1990), de ini-
cio en la primera infancia con una gran cantidad de deterioros neuropsicológicos,
especialmente de los lóbulos frontal y parietal, que continúa hasta la edad adulta
y que trae consigo una gran cantidad de problemáticas asociadas, entre las que se
encuentra la mayor comorbilidad de los problemas de aprendizaje y los proble-
mas de conducta. No obstante, también se ha encontrado una alta asociación con
depresión y ansiedad, y durante y después de la adolescencia con delincuencia y
consumo de sustancias psicoactivas (Burt et al., 2001; Nigg, 2001). Se trata de una
problemática con altos niveles de prevalencia (3-5%) a nivel mundial (American
Psychiatric Association, 2000) y hasta un 17% a nivel nacional colombiano (Pineda
et al., 2001). Los niveles explicativos de la problemática han ido desde las neuro-
ciencias hasta los enfoques conductuales y psicosociales, encontrándose un alto
componente genético, cuyas estimaciones de heredabilidad varían entre 55 y 92%.
La concordancia entre gemelos monocigóticos es del 51%, mientras que entre ge-
melos dicigóticos es del 33% (Lopera et al., 1999). Sin embargo, se ha encontrado
que factores ambientales, como los problemas relacionados con el hábito de fumar
de la madre durante el embarazo, el alcoholismo materno, las complicaciones del
parto y los trastornos neurológicos tempranos, pueden ser factores de riesgo para
la aparición del ADD (Pineda et al., 2003). En esta misma línea, se señalan déficit
bioquímicos especialmente en lo que corresponde a un hipofuncionamiento de los
sistemas dopaminérgicos y reducción de la norepinefrina (Puerta, 1999), exceso
de ondas delta, theta y alfa (Evans y Abarbanel, 1999; Lubar et al., 1995) y déficit a
nivel prefrontal, entre las teorías con más apoyo empírico. A nivel conductual des-
tacan el modelo de Douglas y el de Barkley; este último ha recibido un gran apoyo
especificando el déficit a nivel motivacional en cuanto a la conducta gobernada
por reglas, dando prioridad al ambiente, aunque existe controversia acerca de si el
ADHD es un trastorno desinhibitorio a nivel motivacional o a nivel ejecutivo (Nigg,
2001). Finalmente, es importante mencionar que el déficit atencional/hiperacti-
vidad es una problemática en la que se han producido grandes avances, pero que
todavía quedan algunos vacíos por resolver en cuanto a lo que corresponde a la
psicopatología.
UNIDAD I:Objetivos
ASPECTOSInicio
HISTÓRICOS, CONCEPTUALES, TERMINOLOGÍA
ollo
nidos 38
Actividades Autoevaluación Diagrama
Y CLASIFICACIONES EN PSICOPATOLOGÍA
GLOSARIO DE LA UNIDAD I
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas
Multifactorial: Debido a la interacción de varias causas
Psicogeno: Que se origina en la mente por causas psicológicas o emocionales
Fenomenologia: Que se origina en la mente por causas psicológicas o emocionales
Recordatorio Crepusculo: Decadencia.
Anotaciones
Diagrama Objetivos Inicio
AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD I
Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos
Desarrollo
UNIDAD II: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS I
Actividades Autoevaluación
de contenidos
Recordatorio Anotaciones
LECTURAS
CONTENIDO ACTIVIDADES
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación SELECCIONADAS
Recordatorio Anotaciones
Lecturas Glosario
AUTOEVALUACIÓN
Bibliografía
BIBLIOGRAFÌA
seleccionadas
Autoevaluación de
la unidad II
ollo
nidos 42
Actividades Autoevaluación UNIDAD II: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS I
as Glosario Bibliografía
nadas
TEMA N.° 1: PSICOPATOLOGÍA DE LA MEMORIA
1 CARACTERÍSTICAS
torio Anotaciones
El ser humano presenta una gran flexibilidad en las respuestas diferentes que rea-
liza, que son, en parte, de naturaleza innata o de base genética, pero mayoritaria-
mente se encuentran basadas en la propia experiencia. Por tanto, las experiencias
que vivimos pueden modificar nuestras conductas futuras. Cada uno de nuestras
percepciones, sentimientos o reacciones pueden dejar una huella o rastro que se
conserva durante un periodo de tiempo de-terminado, ya sea prolongado o efíme-
ro. Cuando se dan las condiciones adecuadas esta huella o rastro se puede mani-
festar de nuevo. Esta huella que dejan nuestras experiencias es lo que constituye
la memoria; lo que memorizamos y aprendemos nos permite poder responder de
forma adecuada a las distintas situaciones que se presentan en nuestro medio y, por
lo tanto, adaptarnos al mismo.
Definiremos la memoria como la capacidad de adquirir, retener y utilizar secun-
dariamente una experiencia (Serrallonga, 1980, citado por Belloch, Sandin y Ra-
mos, 2008). La memoria es, por tanto, un proceso psicofisiológico localizado en
el sistema nervioso central (SNC), que permite la capacidad de adquirir, de forma
consciente o inconsciente retener y utilizar, con esfuerzo o de forma automática,
una experiencia.
Por otro lado, el concepto de memoria se ha convertido en un tema fundamental
en psiquiatría. Los procesos mnésicos forman parte nuclear o participan en el de-
sarrollo de distintos fenómenos esenciales en este ámbito. Así pues podemos con-
siderar que la personalidad es, en gran parte, un conjunto de hábitos o aptitudes
desarrollados por las experiencias; los procesos de naturaleza neurótica, como las
fobias o los trastornos ansiosos, son producto, en muchas ocasiones, de nuestros
aprendizajes o de patrones de experiencias repetitivos. Asimismo, la psicoterapia se
nutre, en buena medida, de la adquisición de nuevas informaciones que sustituyen
o corrigen experiencias o concepciones anteriores y pueden permitir la modifica-
ción de distintas conductas o aptitudes. Por otro lado, en la práctica psiquiátrica
los trastornos de la memoria y las quejas mnésicas son hechos habituales, que se
presentan en los distintos trastornos psiquiátricos o aparecen como consecuencia o
como efecto adverso de los distintos tratamientos utilizados en psiquiatría, como la
terapia electro convulsiva (TEC).
Existe un conjunto tan amplio como diferenciado de modelos y teorías sobre los
procesos relacionados con la función mnésica. Los estudios y abordajes desde dis-
tintos enfoques han definido diversos modelos que, en general, son complemen-
tarios pero que en ocasiones pueden llevar a visiones, contradictorias o al solapa-
miento de conceptos. Las características de este capítulo hacen que resulte difícil y,
probablemente, poco adecuado, resumir y abordar cada uno de estos modelos. Asi
pues, hemos considerado la memoria y los trastornos de la misma desde una pers-
pectiva neurobiológica, y sobre esta base se han desarrollado distintos conceptos
utilizados habitualmente en el ámbito clínico, tanto medico como psiquiátrico y
psicológico, así como en las publicaciones científicas.
2 SIGNOS Y SÍNTOMAS
Memoria de acuerdo con parámetros temporales:
Una de las principales características de la memoria es su dimensión temporal. Esas
características la distingue de los sentimientos, de las emociones o los pensamien-
tos, los cuales se caracterizan por la transitoriedad, por el aquí y el ahora. La me-
moria no es un fenómeno transitorio, sino que nos permite reutilizar experiencias
pasadas o prolongar temporalmente los hechos, de distinta naturaleza, que estemos
viviendo o hayamos experimentado. La distinción fundamente, en esta dimensión
temporal, seria entre la memoria a corto y a largo plazo.
Podemos hablar de una memoria a corto plazo, memoria inmediata o memoria
primaria como una memoria de capacidad limitada, que se corresponde en el aná-
lisis de la información sensorial en áreas cerebrales específicas (p. ej. Áreas visuales,
auditivas o sensitivas) y su reproducción inmediata durante un tiempo muy breve.
Se refiere al material que se recuerda inmediatamente después de ser presentado o
bien durante un ensayo ininterrumpido del material expuesto. Esta duplicación o
repetición inmediata de la información percibida se mantiene durante un tiempo
PSICOPATOLOGÌA I
UNIDAD II: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOSdeDesarrollo
I
contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
43
as Glosario Bibliografía
nadas
Memoria de acuerdo con su contenido:
Dentro del contexto de los procesos de memoria a largo plazo diferenciamos, prin-
cipalmente, entre el conocimiento que tenemos sobre el mundo, que se trata del
torio Anotaciones conocimiento que adquirimos sobre lo que son las cosas, los lugares o las personas
y que se sustenta en lo que denominamos memoria declarativa o explicita, el cono-
cimiento sobre cómo hacemos las cosas, que incluimos dentro de la memoria no
declarativa o implícita.
La memoria declarativa o explicita es una memoria accesible a la conciencia, es la
memoria de todo aquello que puede manifestar o “declararse”. Precisa una recupe-
ración intencional o consciente de la información y depende de procesos cogniti-
vos como los procesos de evaluación, comparación e inferencia.
La memoria explicita es una memoria de adquisición rápida, ya que puede obtener-
se tras un único ensayo o experiencia. Dentro de la memoria explicita diferencia-
remos la memoria epi-sódica, que codifica información sobre eventos autobiográfi-
cos, y la memoria semántica, que codifica conocimiento general o factico.
La memoria episódica es una memoria autobiográfica que permite al sujeto recor-
dar hechos de su propia historia personal, familiar o social y está inscrita en un mar-
co temporoespacial. La memoria episódica, por tanto, se referiría a recuerdos del
tipo “ayer fui de pesca” o “el verano pasado visité Argentina”. Dentro de la memoria
episódica, a su vez, podemos distinguir entre la memoria retrograda, que se refiere
a la memoria de acontecimientos pasados y la memoria anterógrada que designa el
recuerdo de acontecimientos nuevos o recientes.
El segundo tipo de memoria declarativa o explicita es la memoria semántica, que se
refiere al conocimiento de las cosas que tiene un individuo, sin que se inscriba un
marco tempo-roespacial definido. La información que recordamos esta desprovista
de referencias a la historia personal del individuo y definiría el saber, la cultura, o
incluso las competencias del sujeto. Sabemos que “una trucha es un pez de rio” o
que “Argentina es un país sudamericano”, de acuerdo a los casos anteriores.
3 TIPOS DE AMNESIAS
Originalmente, el término amnesia se refería a una perdida global y completa de la
memoria. En la actualidad, define tanto la pérdida total como parcial de la función
mnésica. El paciente amnésico presentará una incapacidad de retener (adquirir)
y/o recuperar (evocar) información, lo que impedirá el recuerdo o adquisición de
la información de un periodo temporal concreto. Las amnesias pueden clasificar-
se siguiendo distintos criterios: causal (p. ej. postraumática, alcohólica, afectiva),
modalidad o material específico (p. j.. visual, táctil, auditiva), anatómico (p. ej..
hipocámpica, diencefálica) o cronológico (anterógrada o retrograda).
Amnesia anterógrada
Se define como la incapacidad de aprender o retener los nuevos hechos que ten-
gan lugar tras el acontecimiento o lesión causal de la amnesia. Una persona con
amnesia anterógrada puede recordar perfectamente acontecimientos ocurridos en
el pasado, previos a la lesión o trastorno, pero es incapaz de retener información o
acontecimientos posteriores a la lesión.
La amnesia retrograda afecta, en general, a una amplia gama de aprendizajes, ex-
cepcionalmente la afectación abarca aisladamente modalidades específicas como
PSICOPATOLOGÌA I
UNIDAD II: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOSdeDesarrollo
I
contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
45
Amnesia retrógrada
Se define por incapacidad de recuperar información que había sido almacenada
previamente al inicio del trastorno (traumatismo, shock físico o psíquico o enfer-
medad). Es frecuente que tras sufrir un traumatismo craneal en un accidente o
shock eléctrico como parte del tratamiento de la depresión (terapia electro con-
vulsiva) el sujeto sufra una pérdida, por lo general temporal, de memoria para los
recuerdos previos. Esta amnesia puede localizarse únicamente en los minutos u ho-
ras anteriores a la lesión o, en menor frecuencia, extenderse a varios meses o años.
La extensión temporal de la amnesia retrograda dependerá, en parte, de la na-
turaleza y gravedad del trastorno que la ha provocado. Otra característica de este
tipo de amnesia es que sigue un importante gradiente temporal; los recuerdos que
se pierden en mayor proporción y antes son los recuerdos más recientes, del mis-
mo modo, cuando se produce una recuperación, también parece seguir un eje
temporal, pero en sentido inverso a la pérdida; se recuperan, en primer lugar, los
recuerdos más antiguos y después los recientes, Es frecuente que los recuerdos
más próximos a la lesión, de los minutos previos, no lleguen a recuperarse nunca.
Mientras que en la amnesia anterógrada parece estar alterado el registro de nuevos
recuerdos, en el caso de la amnesia retrógrada podemos considerar la destrucción
o borrado de los contenidos almacenados en la memoria. Sin embargo, el hecho
de que, en algunos casos, exista recuperación gradual de la información apoyaría a
una interferencia o disfunción en los mecanismos de recuperación o búsqueda de
la información ya grabada (Kandel, 1995). Es obvio que si se produjera un borrado
de la información, esta no podría recuperarse. Un sujeto que padezca amnesia re-
trógrada podrá explicar un número de recuerdos recientes menor que los sujetos
control o normales; estos recuerdos serán menos detallados o más pobres y tendrá
más dificultades en ubicarlos temporoespacialmente, habrá mayor dificultad en
contextualizar el recuerdo. Afecta a la memoria de tipo explicita o declarativa, tan-
to en aspectos episódicos como semánticos, el sujeto también podrá olvidar conoci-
mientos generales o incluso vocabulario si la extensión de la amnesia es suficiente,
sin embargo, la memoria de tipo implícito estará preservada.
Una conmoción cerebral fuerte a menudo produce amnesia retrógrada: una in-
capacidad para recordar el pasado que puede ir desde los minutos anteriores a la
conmoción hasta años antes.
Esta es una de las características de la amnesia retrógrada postraumática y de la pro-
vocada por la TEC: extenderse hacia atrás a lo largo del eje temporal autobiográfico
de la persona que la sufre, en proporción con la gravedad de la lesión.
Además la recuperación de la memoria que es habitual en estos casos, también si-
gue ese eje autobiográfico, pero en sentido inverso, de tal manera que se recuperan
antes los recuerdos más antiguos que los más recientes. Con todo, la recuperación
de los minutos anteriores al trauma no suele producirse nunca.
La amnesia retrógrada en estos casos no se debe al olvido de la información alma-
cenada antes del trastorno, puesto que se recupera con el tiempo. Cabe hablar de
inaccesibilidad de los recuerdos que siguen estando disponibles en la memoria.
La importancia de las claves temporales autobiográficas, tanto en la pérdida de la
memoria como en su recuperación. Parece como si se produjera una desconexión
ollo
nidos 46
Actividades Autoevaluación UNIDAD II: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS I
as Glosario Bibliografía
nadas
entre las pistas que habitualmente nos llevan a situar el recuerdo en su contexto
espacio-temporal vital y el re-cuerdo mismo.
En la amnesia postraumática lo último que se pierde es lo primero que se recupera
torio Anotaciones y se tarda más en recobrar la memoria cuanta más se haya perdido.
La amnesia que sigue a la TEC, suele remitir aprox. seis meses después de la apli-
cación del tratamiento y también de forma gradual. La pérdida hacia atrás parece
alcanzar entre 1 y 4 años.
• a largo plazo: incapacidad para recordar hechos propios del pasado del sujeto
b. No aparece exclusivamente en el curso del delirium y no cumple los criterios
para el diagnóstico de demencia
c. Causa orgánica específica que se estima etiológicamente relacionada con la alte-
ración.
Recordatorio Anotaciones
Sus funciones intelectuales permanecen relativamente intactas, distinguiéndose de
los pacientes con demencia alcohólica y de las demencias en general.
o El patrón de recuperación: desaparición gradual de la confabulación; progresi-
va reducción de amnesia retrógrada; reactivación de trazos de memoria previa-
mente inaccesibles. El paciente nunca recordará completamente los hechos du-
rante el periodo agudo de la enfermedad, sin saberse si es reflejo de un defecto
en la memoria o si se debe al periodo de confusión mental.
Korsakoff es un trastorno ligado al consumo excesivo de alcohol y a una dieta que
provoca un déficit de tiamina. La consecuencia es una lesión cerebral en el diencé-
falo (pacientes diencefálicos)
Amnesia diencefálica:
• Una lesión en el diencéfalo también puede ser producida por lesiones intracra-
neales inusuales (el caso de N.A.)
• Algunos tumores cerebrales también pueden llegar a producir amnesia. Parece
que los tumores en la región del suelo del 3º ventrículo adyacente a estructuras
diencefálicas produce una amnesia parecida a Korsakoff.
• Se ha observado también en pacientes con infartos talámicos y en casos de trau-
ma accidental.
• Daños en el lóbulo temporal medio, como la encefalitis por herpes vírico que
afecta al sistema límbico, pero no toca ninguna estructura diencefálica. A veces
la lesión se produce por procedimientos quirúrgicos para aliviar un proceso
epiléptico serio.
• A
ccidentes cerebrovasculares, ya que parece haber cierta relación con el hipo-
campo.
• L
a anoxia también puede producir una lesión que dé lugar a amnesia, aunque
la gravedad de la lesión y sus posibilidades de recuperación son variables.
• Oclusión de la arteria cerebral posterior o de un ataque isquémico
Amnesia Lacunar
Se denomina también amnesia localizada, se trata de una pérdida de memoria par-
cial que abarca un periodo de tiempo concreto. Es característica de los cuadros en
los que se produce una pérdida o disminución de conciencia, como el estado de
coma, la obnubilación o la confusión. En esta situación las funciones de adquisi-
ción, codificación o consolidación de la información no funcionan o funcionan de
forma minima o mermada. Por este motivo, se produce un periodo de amnesia que
se limita al espacio en el que el paciente ha presentado el estado de disminución
de la conciencia o vigilia.
as Glosario Bibliografía
nadas
con AGT se encuentran entre los 5º a los 70 años de edad.
La TGA es, por lo general, un fenómeno benigno con buen pronóstico, aunque
puede presentar un curso recurrente, se calcula que en los 5 años posteriores al pri-
torio Anotaciones mer episodio entre un 3 y un 5 % de los pacientes presentarán un nuevo episodio.
El paciente con AGT no presenta alteraciones del nivel de conciencia ni alteracio-
nes de la conducta, sin embargo, en la exploración puede estar confuso y desorien-
tado y puede preguntar varias veces donde se encuentra, con quien está hablando
o estar ansioso o asustado, hechos atribuibles sólo al síndrome amnésico. La MCP
es normal, por lo que los pacientes presentan la repetición inalterada; no obstante,
la MLP se encuentra afectada y el paciente no podrá recordar instrucciones o si-
tuaciones que se hayan presentado en minutos previos, por lo que es característico
que pregunte varias veces la misma cuestión, dada la incapacidad de recordar la
respuesta. Puede existir amnesia de sucesos acontecidos varias horas o incluso años
antes del episodio. Tampoco se ve afectada la identidad personal; el paciente suele
estar tranquilo y pasivo durante el episodio, aunque algunas veces pueden mostrar
inquietud o incluso agitación. El examen psicopatológico suele ser normal, y la
exploración general y neurológica por regla general no revela alteración alguna.
Entre los factores de riesgo se incluyen hipertensión arterial, enfermedades co-
ronarias, pre-sencia de antecedentes de accidentes cerebrovasculares (ACV), mi-
graña, hiperlipemia, tabaquismo. Diabetes y enfermedad vascular periférica (Mar-
kowitsch, 2000). Un tercio de los episodios se ven precipitados por un estrés físico
o psicosocial. Se han señalado los siguien-tes factores como posibles precipitantes
de una AGT:
a) Estrés emocional
b) Dolor
c) Angiografía
d) Relaciones sexuales
e) Actividad física
f) Inmersión en agua fría
g) Ducha o baño caliente
h) Conducción de un vehículo
Esta lista señala que situaciones estresantes y cambios hemodinámicos son posibles
inductores.
Aunque la etiología de la AGT se desconoce, se han barajado tres posibles facto-
res etiopatologicos; isquemia vascular del territorio de la atería cerebral posterior,
epilepsia del lóbulo temporal o migraña. Las tres principales causas de la AGT im-
plican a estructuras del lóbulo temporal medial. Los estudios mediante técnicas de
neuroimagen apoyan la implicación de estas estructuras, ya que durante el episodio
de AGT se detecta una disminución de la perfusión, localizada en los lóbulos tem-
porales y en el diencéfalo, que en ocasiones pueden extenderse hasta otras regiones
corticales o al estriado.
Amnesias funcionales
Se ha utilizado el término amnesia funcional para designar trastornos de la memo-
ria con un sustrato neurológico escasamente definido o desconocido (De Renzi y
cols. 1977, Citado por Belloch, sandin y ramos, 2008). Bajo este epígrafe se englo-
ban diferentes cuadros asociados a traumatismos encefálicos menores, trastornos
psiquiátricos o reacciones de estrés. En su mayoría se trata de trastornos transitorios
que afectan de forma variable a la función mnésica, El cuadro más característico es
la amnesia psicógena, que describimos ampliamente.
La manifestación primordial en la mayoría de individuos es la presencia de lagunas
de me-moria retrospectivas. Para el diagnóstico es útil definir un patrón clínico
caracterizado por una preservación de capacidades cognoscitivas generales, buen
vocabulario y conducta social adecuada; es también frecuente la presencia de con-
tradicciones en la narración de cuadro (p. ej.. no recordar lo que se ha he hecho,
pero poder precisar detalles o hechos que no se han realizado.
Respecto a la exploración de la memoria es característica, también, la existencia de con-
tradicciones; así pues, el periodo de amnesia anterógrada o retrógrada coexiste con:
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contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
49
Durante la exploración suele ser frecuente que las respuestas que dan sean aproxi-
madas o inexactas, incluso ante preguntas sencillas (p. ej.. cuanto es 2 + 2).
El diagnóstico diferencial de la amnesia psicógena debe realizarse con el trastorno
amnésico consecuencia de una patología neurológica u otra enfermedad médica,
en el que la historia clónica, los hallazgos de laboratorio y la exploración física
son imprescindibles para establecer un buen diagnóstico diferencial. Un segundo
diagnóstico diferencial se realiza con la amnesia simulada. La amnesia simulada es
frecuente en las personas que se encuentran en un contexto caracterizado por un
importante estrés ambiental, en el que la ganancia secundaria potencial es evidente
(p. ej.. problemas económicos o legales). Actualmente no existe método alguno
para establecer con exactitud la veracidad de estos cuadros en ausencia de pruebas
que los corroboren o la confesión del paciente.
Cuando la amnesia psicógena se asocia con un desplazamiento repentino lejos del
hogar o del puesto de trabajo y una confusión sobre la identidad personal e incluso
de la adopción de una nueva identidad, hablamos de la fuga psicógena o disociati-
va. El inicio de la fuga se encuentra normalmente asociado a situaciones traumáti-
cas o estresantes. En general, la fuga suele ser breve y de recuperación rápida, pero
en algunos casos el trastorno puede persistir y darse una nueva integración social
y personal, una “nueva vida”. La mayoría de los casos afectan a adultos y son más
frecuentes los episodios únicos, que se pueden durar desde horas hasta meses. Des-
pués de la recuperación puede existir amnesia para los acon-tecimientos que han
tenido lugar durante las fugas.
Por último, hablaremos de la denominada personalidad múltiple (trastorno diso-
ciativo de la personalidad según el DSM-IV). La característica esencial de este tras-
torno es la existencia de dos o más identidades o estados de la personalidad que
controlan el comportamiento del individuo de modo recurrente. En este cuadro
son frecuentes los lapsos de memoria que afectan a la historia personal; estos lapsos
pueden ser de memoria habitualmente asimétrica (diferente entre las distintas per-
sonalidades). Las identidades más pasivas tienden a tener recuerdos más limitados,
mientras que las más dominantes son capaces de recuerdo más completos.
Hipermnesias
Se definen como un aumento anormal de la capacidad de memorizar. Es un fenó-
meno menos frecuente y estudiado que la amnesia, que no siempre debe conside-
rarse patológico. Podemos distinguir entre hipermnesias permanentes e hiperm-
nesias breves.
Dentro de las hipermnesias permanentes, distinguiéramos a algunos sujetos que
pueden manifestar capacidades mnésicas prodigiosas que, por lo general, se limitan
a un sector concreto (p. ej.. recordar listas amplias de palabras, los números de un
listín telefónico, memoria para materia musical o matemática). Se trata de personas
con una inteligencia normal o superior que pueden utilizar procedimientos mne-
motécnicos elaborados. Por otro lado, también es conocido el caso de sujetos, ya sea
poco escolarizados, o en otros casos con algún tipo de debilidad mental, que se han
denominado clásicamente los idiots servants (bulbena, 1998), que presentan una
habilidad extraordinaria para recordar gran cantidad de información: estos sujetos
parecen utilizar procedimientos mnemotécnicos más estereotipa-dos, que suelen
acompañar de un aprendizaje intensivo.
Paramnesicas
Se trata de distorsiones o errores de la memoria, como resultado de introducir de-
talles falsos. Emociones erróneas o descontextualizar el recuerdo. Pueden aparecer
tanto en población normal como ser de naturaleza patológica. Globalmente, pode-
mos distinguir entre paramnesias del recuerdo y del reconocimiento.
as Glosario Bibliografía
nadas
Dentro de este tipo de distorsiones del recuerdo se incluyen las transformaciones
ideativas que el sujeto hace de situaciones pasadas. Es frecuente que en la rememo-
ración aspectos o matices que distorsionan el recuerdo original; por ejemplo, en
torio Anotaciones
la población clínica, los pacientes con delirium frecuentemente se refieren a lo su-
cedido durante el periodo confusional como si fuera un sueño. Otras paramnesias
del recuerdo, en las cuales existe una grave distorsión de la evocación o recuerdo,
serian la confabulación y la seudología fantástica.
La seudología fantástica es un relato incontrolado de historias inventadas o fanta-
seadas, que el sujeto expone y llega a creerse, considerándolas reales. Estos relatos
son fácilmente identificables como falsos, por su naturaleza improbable. Este fenó-
meno es frecuente en las histerias y en los trastornos facticios. En el caso de este
trastorno, caracterizado por una necesidad psicológica de asumir el papel de en-
fermo, en ausencia de incentivos externos para tal comportamiento; el relato suele
versar sobre los síntomas clínicos que el sujeto está padeciendo. En otras condicio-
nes, como la histeria, el relato falseado busca conseguir compasión y sobreprotec-
ción. En ocasiones el paciente, confrontado con la realidad, recono-ce la falsedad
de su historia, pero muestra una tendencia inevitable a generar nuevas fan-tasías
(Bulbena, 1998, citado por Belloch, sandin y Ramos, 2008).
Memoria y recuerdo
La memoria se refiere a la persistencia de información en el tiempo. La informa-
ción a recordar debe ser presentada al sujeto de alguna forma, y para que se mues-
tre alguna
Recordatorio
memoria debe hacerlo registro, retención y recuperación de la informa-
Anotaciones
ción original.
Llamamos memoria al hecho de que as experiencias y actos de un organismo dejan
rastros, alteraciones estructurales mas o menos permanentes en el sistema psicofísi-
co, debido a los cuales sus manifestaciones posteriores se distinguen a las anteriores
frente a situaciones iguales o semejantes.
Es también, el proceso por el cual se producen estados pasados que se reconocen.
La memoria es el reflejo de lo que existió en el pasado. Este reflejo esta basado
en la formación de conexiones temporales suficientemente firmes(fijación de la
memoria) y en su actualización o funcionamiento en el futuro( reproducción y
recuerdo).
El hombre normal no solo recuerda a sus datos inmediatos de conciencia y pen-
samiento concreto, si no que recuerda también las significaciones de tales datos,
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contenidos
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51
Definición de recuerdo:
Son imágenes de los objetos y fenómenos de la realidad que se originan en los
procesos de la sensación y percepción, puede presentarse de nuevo en condiciones
determinadas, cuando los objetos y fenómenos que los habían provocado ya no
actúan sobre los órganos de los sentidos.
Estas imágenes de nuestro pasado deben ser, localizados en el tiempo y en el es-
pacio. Es decir, recordamos a no solo con imágenes sino el donde, el cuándo, en
qué circunstancias fueron percibidos por nosotros, los vinculamos a determinados
periodos de nuestra vida, comprendemos su secuencia temporal.Por lo tanto los
recuerdos pueden estar conformados por:
Acontecimientos que nos han sucedido, acciones que hemos realizado, conoci-
mientos y técnicas que hemos aprendido, hábitos y costumbres que hemos adquiri-
do, emociones que hemos vivido, actitudes que se han formado en nosotros, como
las mas importantes.
Son posibles de localizar en el tiempo, espacio y de ser evocados en la conciencia.
Son pues imágenes recogidas por la conciencia y destinas a reaparecer.
Según la Sustancia:
• Concreta: cuando se recuerda perceptos tales como manzana, piedra, etc.
• Abstracta: cuando se recuerda perceptos no tangibles, como libertad, justicia, etc.
Según la Asociación:
• Temporal: ejemplo, Colón me hace recordad a los Reyes Católicos de entonces.
• Espacial: semejanza, contraste, movimientos.
Según el Método
Receptiva, razonada que es la búsqueda de relaciones que se dan entre el asunto
que se quiere memorizar con otro de la experiencia de sujeto.
ollo
nidos 52
Actividades Autoevaluación UNIDAD II: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS I
as Glosario Bibliografía
nadas
Según la Fuerza del Estímulo: Involuntaria y voluntaria.
Según el Área de Contenido:Numérica, espacial, social, verbal y motora.
Así también se pueden sistematizar en:
torio Anotaciones
-Tipos de recuerdo:
Recuerdo Directo o Inmediato: Este recuerdo se da sin asociaciones intermedias
conscientes (una palabra).
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53
Patologia:
-La hipermnesia o agudizacion de la memoria:
Se observa en algunas enfermedades psíquicas. Este termino hay que entenderlo en
un sentido convencional, ya que no se trata de una intensificación de la memoria
en general, sino solamente de su forma interior, la mecánica: las asociaciones de
semejanza y contigüidad en el espacio y tiempo, cobran mayor vida a expensas de la
forma superior, la memoria lógico racional que se debilita.
Los fenómenos de hipermnesia se observan en sobre todo en los estados mania-
cos depresivos. El enfermo maniaco reproduce algunos detalles muy exactos de los
acontecimientos de su vida pasada basándose en la memoria mecánica, la hiperm-
nesia forma parte de otros síndromes amnesiales observados en enfermedades in-
fecciosas que se acompañan de fiebre alta.
La hipermnesia se observa también en los casos de delirios sistematizados. Lo carac-
terístico de estos enfermos es que recuerdan detalles de su vida pasada que antes de
la enfermedad no hubieran podido recordar, se trata de pequeños acontecimien-
tos, de los que ordinario nadie se acuerda, pero en los enfermos con delirio siste-
matizado las representaciones de tales acontecimientos, por sucontenido guardan
alguna relación con el delirio, se presentan con gran viveza. Los enfermos en estado
melancólico y con ideas de autoacusación y pecado recuerdan acontecimientos de
su pasado, que antes habían olvidado por completo y de los cuales se olvidan des-
pués de su curación.
Un enfermo en fase melancólica de la psicosis maniaco depresiva, aseguraba que
era un ladrón y delincuente. Para probarlo contaba que cuando tenía 9 años, estan-
do en la escuela había recogido una vez del suelo un lapicero y lo había utilizado
sin decir nada a nadie. Cuando el enfermo se hubo curado y le hablaron de esas
manifestaciones, no podía recordar este hecho de su infancia.
as Glosario Bibliografía
nadas
vida y el orden de los acontecimientos, el enfermo ha olvidado ya cuanto se refiere
a la vida político-social.
Amnesias:
Es la falta de recuerdo o de memoria. Las amnesias se refieren a períodos deter-
minados y se dividen en, amnesia retrógrada falta de recuerdos que se extinguen
en algún período anterior o al comienzo de la enfermedad psíquica y la amnesia
anterógrada el enfermo no recuerda lo que sucedió y aparece después de comenzar
la enfermedad psíquica.
Las amnesias pueden referirse no solamente a períodos determinados, sino tam-
bién a algunos acontecimientos de la vida. Esto se manifiesta sobre todo en las
amnesias afectivas, en la que se olvida alguna vivencia muy desagradable.
Al hablar de amnesias hay que tener presente que todos los estados que se caracteri-
zan por una obnubilación general de la conciencia (como sopor, estados crepuscu-
lares e hipnóticos, delirio, estados de automatismo y embriaguez patológica), llevan
consigo una amnesia que abarca el período en que dichos estados se prolongan;
el enfermo no recuerda después nada de lo que sucedió en ese tiempo, o en todo
caso, guarda recuerdo confuso de episodios sueltos.
Amnesia de fijación:
Se produce en todos aquellos casos en los que hay un trastorno de conciencia. En la
psicosis de base orgánica aguda los individuos confusos no fijan los acontecimien-
tos vividos. Cuando pasan los trastornos de conciencia existe una especie de laguna
en el recuerdo de todo ese tiempo de confusión, por lo tanto existe una dificultad
para grabar vivencias bajo presión. Los pacientes que sufren del síndrome de Kor-
sakov, aun en estado de claridad de conciencia tienen una incapacidad de fijar las
vivencias nuevas.
Amnesia de evocación: Es una especie de pseudoamnesia, puesto que están conser-
vadas las vivencias pasadas, pero se encuentra dificultad de evocar los acontecimien-
tos pasados. Esta incapacidad de evocar, está en estrecha relación con el estado de
ánimo deprimido, puesto en cuanto al paciente se recupera de su depresión tiene
posibilidad de evocar correctamente sus vivencias pasadas.
Las amnesias corticales: Se caracterizan por estar provocadas por una lesión de la
corteza cerebral. Evidentemente lugar a una pérdida de funciones. Según Brabizet,
en estas amnesias corticales se podrían distinguir:
a) La amnesia de retención, aquí se tendría que incluir las afasias, agrafias, agno-
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55
ACTIVIDAD N.° 2
Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos Esta actividad puede consultarla en su aula virtual.
2 C
LASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS PERCEPTIVOS Y DE LA IMA-
GINACIÓN
Los trastornos de la percepción y la imaginación se suelen clasificar en dos grupos:
• D
istorsiones: son posibles solamente mediante el concurso de los órganos de
los sentidos, se producen cuando un E que existe fuera de nosotros y que es ac-
cesible a los órganos sensoriales es percibido de un modo distinto al que cabría
esperar. La anomalía reside en que las características físicas del mundo estimu-
ollo
nidos 56
Actividades Autoevaluación UNIDAD II: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS I
as Glosario Bibliografía
nadas
lar se perciben de una manera distorsionada, entendiendo por tal distorsión
cualquiera de estas dos posibilidades:
o percepción distinta a la habitual y más probable teniendo en cuenta las ex-pe-
torio Anotaciones riencias previas, el contexto y el modo en que otros perciben ese E (distorsiones
de tamaño, forma, intensidad, distancia...)
o percepción diferente de la que se derivaría en el caso de tener solamente en
consideración la configuración física o formal del E, como sucede en las ilusio-
nes.
En cualquier caso, la anomalía no suele residir en los órganos de los sentidos, sino
más bien en la percepción que la persona elabora a partir del E, es decir, la cons-
trucción psicológica que el individuo realiza acerca del mismo, pues en el proceso
perceptivo se produce una interacción entre los procesos sensoriales y los concep-
tuales.
En algunos casos las distorsiones tienen su origen en trastornos de naturaleza orgá-
nico transitorio, pero pese a ello es más correcto calificarlas como perceptivas que
como sensoriales.
Si admitimos que en el proceso perceptivo se produce una interacción compleja
entre las características del E, las del contexto y las del receptor, las distorsiones
serían el resultado final de una interacción defectuosa entre esos tres elementos.
A excepción de las ilusiones, las restantes distorsiones perceptivas suelen afectar
a uno o más modalidades sensoriales y pueden involucrar todos los E del mundo
sensorial que se halle afectado.
I. Distorsiones Perceptivas
• Hiperestesia versus hipoestesia: anomalías en la percepción de la intensidad
- H
iperalgesias versus hipoalgesias: anomalías en la percepción del dolor
(anestesias, analgesias, etc.)
• Anomalías en la percepción de la cualidad
• Metamorfopsias: anomalías en la percepción del tamaño y/o la forma
- Dismegalopsias: anomalías e la percepción del temaño: micropsias y macrop-
sias.
- dismorfopsias: anomalías en la percepción de la forma.
- autometamorfopsias: referidas al propio cuerpo.
• Anomalías en la integración perceptiva: aglutinación y sinestesia versus escisión.
• Ilusiones
- sentido de presencia
- pareidolias
II. Engaños Perceptivos
• Alucinaciones
- Variantes de la experiencia alucinatoria:
- Pseudoalucinaciones
- Alucinaciones funcionales
- Alucinaciones reflejas
- Autoscopia
- Alucinaciones extracampinas
• Pseudopercepciones o imágenes anómalas
- Imágenes hipnagógicas e hipnopompicas
- Imágenes mnémicas
- Imágenes eidéticas
- Imágenes consecutivas
- Imágenes parasitas
- Imágenes alucinoides
o se mantiene y/o activa a pesar de que el E que produjo la percepción inicial ya
no se halla físicamente presente.
Podemos hablar de anomalías cuando una persona califica como exagerada o como
mínima la intensidad de un E que está al alcance de sus sentidos, a pesar de que
otras personas en la misma situación o momento dicen percibirlo con intensidad
normal.
Por lo tanto, son las características del receptor, y no las del contexto o las de E las
que se hallan aquí alteradas. La anomalía puede tener origen neurológico, tener
relación con una alteración transitoria de los órganos sensoriales, o bien puede ser
de origen funcional, como sucede en muchos trastornos mentales. En este último
caso la alteración sería claramente de naturaleza perceptiva.
La intensidad de las percepciones puede verse alterada en trastornos mentales com-
plejas y se manifiesta mediante quejas sobre la incapacidad para “sentir” sabores,
olores, sonidos.
Otros pacientes pueden presentar hiperacusia, quejarse de que todos los sonidos
son exageradamente altos. Esta alteración es frecuente no sólo en trastornos afecti-
vos, sino también en ansiedad, migrañas, estados tóxicos, esquizofrenias...
Otro ejemplo para el caso de las algesias lo constituyen las histerias de conversión o
disociativas, en donde la persona no da muestras de sentir dolor a pesar de aplicár-
seles algún E que lo produzca.
También pueden presentarse los síntomas opuestos, como por ejemplo hiperalge-
sias o hiperestesias referidas al dolor.
ollo
nidos 58
Actividades Autoevaluación UNIDAD II: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS I
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nadas
Estos pacientes pueden presentar una amplia variedad de síntomas relacionados
con anomalías en la percepción de la intensidad estimular, desde anestesias hasta
hiperalgesias y dolor psicógeno, sin que existan causas orgánicas que lo justifiquen.
torio Anotaciones Es importante tener en cuenta que muchas enfermedades de origen neurológico
cursan alteraciones de este tipo, por lo que hay que ser cauto a la hora de diagnos-
ticar.
Se trata de distorsiones
• percepción visual de la forma (dismorfopsias)
• y/o del tamaño (dismegalopsias) de los objetos. Dentro de estas últimas se dis-
tingue entre
o micropsias: objetos reales se perciben a escala reducida
o macropsias o megalopsias, : objetos reales se perciben a escala au-mentada
o autometamorfopsias: referidas al propio cuerpo
Engaños perceptivos
Alucinaciones
Constituyen los trastornos más característicos de las psicopatologías de la percep-
ción de la imaginación y uno de los síntomas del trastorno mental por excelencia,
pero no siempre indican la presencia de un trastorno mental.
Lo que el clínico llama alucinación es una experiencia sensorial normal para el
paciente, es decir, un precepto como cualquier otro.
La primera definición se atribuye a Esquirol. Unos años más tarde Ball concep-
tualizó los fenómenos alucinatorios como percepciones sin objeto. A su amparo
surgieron multitud de modelos y teorías explicativas, que se han englobado tradi-
cionalmente bajo “postura perceptualista”, dentro de la cual se desarrollaron tres
acercamientos:
• Las alucinaciones son imágenes intensas y por tanto, serían más bien un trastor-
no de la imaginación, ya que el sujeto percibe la imagen con tanta intensidad
que cree que ha adquirido un carácter perceptivo. Consideran la alucinación
como una representación exteriorizada.
• Las alucinaciones son un fenómeno más sensorial que perceptivo. Las estimula-
ciones externas son tan intensas que harían que el sujeto tuviera un recuerdo de
dicha estimulación y las experimentara como si la estimulación estuviera real-
mente presente.
• Las características fundamentales de las alucinaciones son corporeidad y espa-
cialidad, y por lo tanto se pueden concebir como percepciones corpóreas viven-
ciadas en el espacio externo. Son percepciones corpóreas engañosas que no han
surgido de percepciones reales por transformación, sino que son enteramente
nuevas y que se presentan junto a las percepciones reales.
1. Según su complejidad
• Elementales
• Complejas
2. Según sus contenidos
• miedos, deseos, recuerdos, experiencias anteriores, etc.
• Contenidos culturales y/o religiosos
• Situaciones vitales especiales: reclusión, conflictos, etc.
• Relacionadas con los contenidos de los delirios o de otras psicopatologías
3. Según la modalidad sensorial
• Auditivas
• Visuales
• Táctiles o hapticas
• Olfativas
• Gustativas
• Somáticas o viscerales
• Cinestesicas o de movimiento
• Multimodales o mixtas
4. Variantes fenomenológicas de la experiencia alucinatoria
• Pseudoalucinaciones
• Alucinaciones funcionales
• Alucinaciones reflejas
• Autoscopia
• Alucinaciones extracampinas
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nadas
Alucinaciones auditivas
Son las más frecuentes, y dentro de ellas las más comunes son las verbales. El rango
es muy amplio, pueden ir desde las más elementales: acoasmas, hasta más estruc-
torio Anotaciones turadas y formadas en las que la persona puede escuchar claramente palabras con
significado: fonemas.
El individuo puede asociarlas a voces familiares o desconocidas, pueden tener tono
imperativo o consistir en voces que comentan las acciones del paciente, pueden
hablar en 3ª persona o en forma de diálogo, ser de duración breve o continua, su
contenido puede ser ame-nazador o amigable.
El paciente puede no manifestar preocupación por su incapacidad para describir
de qué sexo son las voces o de donde provienen. Sobre todo en esquizo el paciente
explica el origen de las voces de diversas maneras. Finalmente otros pacientes son
capaces de describir claramente la procedencia, el sexo y el idioma de las voces.
Una forma especial es el eco del pensamiento, en el que el paciente oye sus propios
pensamientos expresados en voz alta. Similar a este fenómeno es el eco de lectura.
En determinadas circunstancias, en especial cuando el paciente además presenta
delirios, las voces pueden dar órdenes: alucinaciones imperativas. Suele aparecer
en depre mayor, psicosis exógenas y estados orgánicos.
Las alucinaciones auditivas son las que tal vez mayor significado diagnóstico tienen,
especialmente cuando oye voces que le hablan: alucinaciones en segunda persona,
típicas de depre; o que hablan de él: alucinaciones en tercera persona, típicas de
esquizos. En este trastorno se pueden producir también el eco del pensamiento y
alucinaciones referidas a voces que anticipan los pensamientos y/o acciones del pa-
ciento. Esas voces pueden ser tan definidas y nítidas que el paciente las asume como
precepto normal, o pueden resultar des-concertantes e incomprensibles, llegando
a rebelarse contra ellas.
Las alucinaciones auditivas también pueden aparecer en alucinosis alcohólica, pero
estas alucinaciones imperativas son menos elaboradas que en esquizos o depre mayor.
Alucinaciones visuales
Son también muy variadas. Unas veces son imágenes elementales: fotopsias o foto-
mas, que consisten en destellos, llamas, círculos luminosos, bien inmóviles o en
movimiento. Pueden ser de tipo caleidoscópico o incoloras. En otras ocasiones las
alucinaciones visuales son complejas y presentar tamaño natural, tamaño reducido:
alucinaciones liliputienses, o gigantesco: gulliverianas. No hay que confundirla con
micropsia ni macropsia.
Las alucinaciones visuales suelen poseer cierta perspectiva, por lo que se experi-
mentan con mayor realismo, aunque pueden aparecer superpuestas. En ocasiones
las intensamente coloreadas can acompañadas de exaltación o euforia. Estas aluci-
naciones visuales complejas aparecen en forma de visiones escénicas, similares a las
imágenes de los sueños.
Una variedad es el fenómeno de la autoscopia, verse a sí mismo como un doble
reflejado en un cristal. En la autoscopia negativa el paciente no se ve cuando se
refleja su imagen en un espejo.
Las alucinaciones visuales son más características de los estados orgánicos agudos con
pérdida de conciencia y en el delirium tremens, pero poco frecuentes en esquizos.
Alucinaciones olfativas
No son muy frecuentes, pero pueden darse en depre, esquizo, epilepsia y en otros
estados orgánicos. Por lo general, los sujetos dicen oler algo extraño, casi siempre
desagradable y con un significado especial. Pueden atribuir la procedencia de los
olores al mundo exterior, como agresión o persecución. Otros creen que ellos mis-
mos los producen. Lo más común es que aparezcan conjuntamente con las aluci-
naciones gustativas.
Alucinaciones gustativas
Las personas que experimentan este tipo de alucinaciones perciben gustos desagra-
dables, y las pueden atribuir tanto a una fuente exterior como a su propio cuerpo.
Pueden darse en diversos trastornos, siendo más típicas de esquizo, depre severa y
estados delirantes crónicos. Si ocurren en esquizo suelen ir acompañadas del deli-
rio de ser envenenado.
PSICOPATOLOGÌA I
UNIDAD II: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOSdeDesarrollo
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contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
61
Alucinaciones cinestésicas
Percepciones de movimiento de ciertas partes del cuerpo que realmente no se están
moviendo. Aunque se pueden presentar en esquizo, se dan con mayor frecuencia
en trastornos neurológicos. También se han descrito ante la retirada de tratamien-
tos con benzodiacepinas.
Diagrama Objetivos Inicio
as Glosario Bibliografía
nadas
solamente son po-sibles mediante el curso de los órganos de los sentidos (de ahí
que muchas veces se califi-quen como sensoriales) es decir, que se producen cuan-
do un estimulo que existe fuera de nosotros, y además es accesible a los órganos
torio Anotaciones
sensoriales, es percibido de un modo al que cabria esperar dadas las características
formales del estimulo. La anomalía reside, por lo tanto, en que las características
físicas del mundo estimular( forma, tamaño, proximidad, cualidad, etcétera) se
perciben de una manera distorsionada, entendido por tal distorsión cualquiera de
estas dos posibilidades:
a) Una percepción distinta a la habitual y/o más probable teniendo en cuenta las
experiencias previas, las características contextuales, el modo en que otras perso-
nas perciben ese estimulo, como sucede en las distorsiones relativas a la percep-
ción del tamaño, la forma, la intensidad, la distancia, etc.
b) O bien una percepción diferente de la que se derivaría en el caso de tener so-
lamente en consideración la configuración física o formal del estimulo, como
sucede en las ilusiones. En cualquier caso, la anomalía no reside en los órganos
de los sentidos en sentido estricto, sino mas bien en la percepción de la persona
elabora a partir de un determinado estimulo, es decir, la construcción psicoló-
gica que el individuo realiza acerca de mismo: recordemos que la percepción se
inicia con el concurso de la sensación; pero no se halla completamente de-ter-
minada por ésta, pues el ciclo o proceso perceptivo se produce una interacción
entre os procesos personales y los conceptuales (Neisser, 1981).
De todos modos hay que decir que, en muchos casos, las distorsiones tienen su ori-
gen en trastornos de naturaleza orgánica, que suelen ser transitorios y que puedan
afectar tanto a la recepción sensorial propiamente dicha como a su interpretación
al nivel del sistema nervioso central. Pese a ello, es más correcto calificarlas como
perceptivas que como sensoriales, porque con ello se alude, precisamente, al nú-
cleo de la alteración: esto es, al hecho de que es la construcción que el individuo
hace al estímulo, la percepción que experimenta, la que esta primariamente alte-
rada. En consecuencia, si admitimos que el proceso perceptivo se produce una
interacción compleja entre las características del estímulo, las del contexto en que
este se produce o manifiesta, y las del receptor, las distorsiones serian el resultado
final de una interacción defectuosa entre esos tres elementos. Por último, hay que
señalar que, a excepción de las ilusiones, las restantes distorsiones perceptivas sue-
len afectar a una o más modalidades sensoriales, y pueden involucrar a todos los
estímulo s u objetos del mundo sensorial que se halle afectado: por ejemplo, si una
persona presenta distorsiones en la percepción visual del tamaño de los objetos,
éstas no se refieren a un solo estímulo-objeto, sino a la práctica totalidad de sus per-
ceptos visuales relativos al tamaño (por ejemplo, verá distorsionadas sus manos y sus
pies, pero también la mesa ante la cual está sentado, las restantes figuras humanas
que se hallen a su alrededor, la lámpara, etc.).
Sin embargo, en el caso de os engaños perceptivos se produce una experiencia
perceptiva nueva que:
a) Suele convivir con el resto de las percepciones <<normales>>
b) No se fundamenta en estímulos realmente existentes fuera del individuo(como
sucede en las alucinaciones y algunas pseudopercepciones)
c) Se mantiene y/o se activa a pesar de que el estímulo que produjo la percepción
inicial ya no se halla físicamente presente (como es el caso de las imágenes eidé-
ticas, las parásitas o las consecutivas). Por lo tanto, la experiencia perceptiva que
tiene el individuo puede estar fundamentada (como sucede en algunas pseu-
dopercepciones) o no (como en las alucinaciones) en estímulos reales y accesi-
bles a los sentidos; pero en ambos casos, la experiencia perceptiva persiste inde-
pendientemente de que se halle presente el supuesto estímulo que la produjo.
Este grupo de trastornos se ha denominado también como <<percepciones fal-
sas>>, <<aberraciones perceptivas>> o <<errores perceptivos>>.Nosotros preferi-
mos el termino engaño—utilizado también por autores como Hamilton (1985)
o Slade y Bentall (1988)—porque nos parece que apresa más adecuadamente la
experiencia fenomenológica que se produce en estos casos: el termino <<falso>>
aplicado al proceso perceptivo e imaginativo no sería adecuado en nuestra opinión,
sobre todo porque alude al criterio de <<verdad>> como elemento definitorio de
la experiencia perceptiva, cuando en realidad nos hallamos ante una experiencia
mental que puede ser calificada como probable, posible e incluso con-sensuable
en término socioculturales, pero difícilmente como <<verdadera>>o <<falsa>> en
términos absolutos. Y esta dificultad es todavía mayor si admitimos los postulados
PSICOPATOLOGÌA I
UNIDAD II: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOSdeDesarrollo
I
contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
63
as Glosario Bibliografía
nadas
que ver entre sí, o como si vinieran de fuentes de es-timulación diferentes, y lu-
charan entre sí por atraer su atención. Las conexiones entre ambas modalidades
sensoriales (auditiva y visual) han fracasado o no se han establecido co-rrectamente,
torio Anotaciones
y por ello la persona tiene la sensación de que proceden de fuentes diferentes y de
que atraen al mismo tiempo sus recursos atencionales (Sims, 1988). En estos casos
estamos ante un ejemplo de lo que se denomina escisión perceptiva, en la que el
objeto percibido se desintegra en fragmentos o elementos. Además de ejemplos
como el que aca-bamos de comentar, las escisiones pueden ceñirse sólo a las formas
(morfolisis), o a la disociación entre color y forma (metacromías). El fenómeno
opuesto a la escisión se denomina aglutinación, y consiste en que las distintas cua-
lidades sensoriales se funden en una nica experiencia perceptiva. En este caso, el
paciente parece incapaz de distinguir entre diferen-tes sensaciones. Una forma es-
pecial de integración es la sinestesia, una asociación anormal de las sensaciones en
la que una sensación se asocia a una imagen que pertenece a un órgano sensorial
diferente. Un ejemplo seria la audición coloreada, es decir, “ver” colores cuando se
escucha música.
GLOSARIO DE LA UNIDAD II
seleccionadas
Angiografia: Radiografía de los vasos sanguíneos de una zona determinada del or-
ganismo.
Objetivos Inicio
PSICOPATOLOGÌA I
UNIDAD II: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOSdeDesarrollo
I
contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
65
Actividades Autoevaluación
s
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas
Glosario Bibliografía
BIBLIOGRAFÍA DE LA UNIDAD II
s
Recordatorio Anotaciones
Belloch, A; Sandín, B y Ramos, F. (2008) Manual de Psicopatología. Volumen I Ma-
drid: Mc Graw Hill.
o Anotaciones
Caballo,V; Salazar, I y Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología y trastornos psicoló-
gicos, Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
Vallejo, J. (2002). Introducción a la Psicopatología y la Psiquiatría Madrid: Elsevier
Masson.
Objetivos Inicio
AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD II
Actividades Autoevaluación
s
2. Incapacidad de aprender o retener los nuevos hechos que tengan lugar luego
de una lesión.
a. Amnesia global
b. Amnesia anterograda
c. Amnesia retrograda
d. Amnesia Postraumática
3. L
as anomalías en la percepción de la intensidad de los estimulos que se produ-
cen por exceso, se demoninan
ollo
nidos 66
Actividades Autoevaluación UNIDAD II: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS I
as Glosario Bibliografía
nadas
a. Hipoestesia
b. Anestesia
c. Hiperestesia
torio Anotaciones
d. Hiperalgesia
Recordatorio Anotaciones
68
PSICOPATOLOGÌA I
Desarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
69
Lecturas
seleccionadas DIAGRAMA DE PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD III
Glosario Bibliografía
LECTURAS
CONTENIDO ACTIVIDADES
Recordatorio Anotaciones
SELECCIONADAS
Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos
AUTOEVALUACIÓN BIBLIOGRAFÌA
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas
Autoevaluación de
la unidad III
UNIDAD III: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS II Y
ollo
nidos 70
Actividades Autoevaluación
PSICOPATOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD
as Glosario Bibliografía
nadas
TEMA N.° 1: PSICOPATOLOGÍA DEL PENSAMIENTO
Tipos de pensamiento
El pensamiento se desarrolla a medida que crecemos, también en función de la
forma de ser lo vamos elaborando, y hay maneras de pensar:
• P
ensamiento lógico: es el que solemos utilizar habitualmente, razonamos unas
conclusiones de forma lógica.
• Pensamiento intuitivo: forma ocurrente de pensar
• P
ensamiento imaginativo: un tipo de pensamiento de genios, forma de utilizar
nuevos procedimientos.
• P
ensamiento fantástico: frecuente en los niños, normalmente no se utiliza en
adultos, llegan a contradicciones sujetas a las fantasías (creer que vuela)
2 DELIRIOS
Etimológicamente, la palabra delirio deriva del término delirare, que significa sa-
lirse del surco labrado. La definición psicopatológica más conocida es la de Jaspers,
para quien los delirios son juicios falsos que se caracterizan porque el individuo los
mantiene con gran convicción, que no son influenciables ni por la experiencia ni
por conclusiones irrefutables, y que además su contenido es imposible
Oltmanns concluye que las características que se suelen tener en cuenta a la hora
de definir un delirio son las siguientes:
• El balance entre las evidencias a favor y en contra de la creencia es tal que otras
personas la consideran completamente increíble.
• La creencia no es compartida por otros.
• La creencia se mantiene con una convicción firme.
• L
a persona está preocupada con la creencia y le resulta difícil evitar pensar o
hablar sobre ella.
• La creencia tiene referencias personales, más que convicciones políticas, religio-
sas o científicas no convencionales.
• La creencia es fuente de malestar subjetivo o interfiere con el funcionamiento
social de la persona y con sus ocupaciones.
• La persona no dice que lleva a cabo esfuerzos subjetivos para resistirse a la creen-
cia.
Pero ninguna de estas características es condición necesaria ni suficiente para defi-
nir una creencia como delirante.
Los delirios son heterogéneos en términos tanto del contenido como de la forma.
Algunos autores han propuesto unas dimensiones que sugieren la existencia de
una gama de continuos que van desde las creencias normales hasta las patológicas:
modificable vs. inmodificable, convicción leve vs. intensa, presencia vs. ausencia
de apoyos culturales, no preocupación vs. preocupación y plausible vs. implausi-
ble. Estos planteamientos tendrían en común el mantener que algunos aspectos
problemáticos de la definición de delirio se podrían resolver sustituyendo la visión
aceptada de los delirios como fenómenos discretos (se delira o no se delira) por
otra que los conciba como partes más o menos extremas a lo largo de las muchas
dimensiones.
La intensidad o convicción
Se refiere al grado de convicción que muestra el sujeto. Las visiones más aceptadas
defienden que la intensidad de la convicción es extraordinaria o absoluta. Sin em-
bargo, evaluar esta variable también es problemático Para empezar, este aspecto es
compartido con algunas creencias políticas o religiosas. Además, puede ser bastante
variable, como se muestra en el trabajo de Strauss, que llegó a la conclusión de que
la intensidad de la convicción delirante es tremendamente variable, tanto entre
diferentes pacientes como en un mismo paciente.
Por otro lado, la mayoría de las veces su valoración en ambientes clínicos deja mu-
cho que desear. Brockington (citado por Belloch, Sandín y Ramos, 2008) señala
que algunos clínicos no revisan con el paciente el grado de convicción, de modo
que este componente, en vez de comprobarse se tiende a asumir e incluso a sobre-
estimar su grado.
as Glosario Bibliografía
nadas
Se han postulado cuatro tipos de delirios primarios. La intuición delirante es feno-
menológicamente indistinguible de cualquier idea que nos venga a la cabeza. El
contenido de estas ideas suele ser autorreferencial y de gran importancia para el
torio Anotaciones
paciente. Ej: un paciente cae en la cuenta de que las siglas de su nombre, Emilio
Elosúa Albeniz de Darco significan “Eres El Asesino De Dios”. La percepción deli-
rante consiste en la interpretación delirante de un precepto o una percepción nor-
mal. Ej: un paciente al mirar su nombre en el buzón se da cuenta de que la policía
secreta lo ha identificado como el enemigo público número 1.
La atmósfera delirante consiste en la experiencia subjetiva de que el mundo ha
cambiado de un modo sutil pero siniestro, inquietante y difícil o imposible de de-
finir. Se suele acompañar de un estado de humor delirante, ya que el paciente se
siente incómodo, desasosegado e incluso perplejo. Los recuerdos delirantes consis-
ten en la reconstrucción delirante de un recuerdo real, o bien en que de pronto,
el paciente recuerda algo que es claramente delirante. Ej: recuerda que es el hijo
de Dios.
A diferencia de los delirios secundarios, los primarios se caracterizan porque una
vez que irrumpen en la conciencia del individuo, éste va a explicar buena parte de
todo lo que le sucede desde el delirio.
as Glosario Bibliografía
nadas
2.
Los delirios pueden considerarse teorías y las teorías sirven para imponer orden
y significado a los datos empíricos que se obtienen mediante la observación.
3. Cuando la naturaleza nos presenta algún enigma o misterio, entonces surge la
torio Anotaciones necesidad de elaborar teorías.
4. Los enigmas requieren o exigen explicaciones.
5.
Cuando se desarrolla una explicación y ésta da cuenta satisfactoriamente de un
número importante de observaciones discrepantes, y también de por qué tales
observaciones se alejaban de lo predicho, esta explicación se acompaña de alivio
y reducción de la tensión.
6.
Los datos posteriores que son consistentes con la explicación reducen las diso-
nancias y otorgan cierto estatus a la explicación: los datos que la contradicen
generan disonancia cognitiva y no son bien recibidos.
7. Los demás juzgarán la creencia como delirante: a) si los datos sobre los que se
basa no están disponibles también para ellos, y/o b) si estando los datos dispo-
nibles no generan en ellos el sentido de enigma o el significado que les da el
paciente.
8. Las experiencias de significado y alivio se asume que tienen un locus real en el
SN, probablemente mediatizado por el emparejamiento de una plantilla neural-
mente definida.
9. Las teorías delirantes, basadas en datos no disponibles a los demás, se pueden
desarrollar: a) si existe un deterioro real en el funcionamiento sensorial que no
ha sido diagnosticado por el paciente, b) si existe un déficit en el proceso que
selecciona la información entrante, o c) si existe una alteración en la conducta
expresiva personal.
10. Una teoría delirante no se abandona hasta que el paciente tenga otra que expli-
que mejor las experiencias que está teniendo.
Cualquier clasificación para ser operativa tiene que combinar adecuadamente los
siguientes criterios:
√ Lenguaje-habla.
√ Primario-secundario.
√ Orgánico-funcional.
√ Central-periférico.
√ Evolutivo-adquirido.
√ Comprensión-producción.
as Glosario Bibliografía
nadas
Clasificación
El modelo neurológico clásico ofreció un núcleo inicial de términos clasificatorios
que se han venido manteniendo como referentes aproximados de las zonas cere-
torio Anotaciones brales dañadas por la lesión
Si nos atenemos a la clasificación de Goodglass y Kaplan (citados por Belloch, San-
din y Ramos, 2008), como la más representativa de la herencia clásica, las áreas
deficitarias en el campo de las afasias son:
Articulación:
La producción de sonidos articulados, vocálicos y consonánticos es una caracterís-
tica de la producción del habla.
Quienes padecen un déficit articulatorio afásico son incapaces de articular sonidos
del habla, aunque sean sencillos o se les pida que lo imiten.
En las formas menos severas del déficit, el paciente puede tener dificultad sólo con
los grupos consonánticos más complicados.
Fluidez verbal: Se suele hacer la distinción entre:
Afasias fluidas: que no presenta reducción en la tasa normal de emisión verbal; no
obstante, las emisiones habladas pueden carecer de contenido significativo.
Afasias no fluidas: que se caracterizan por una fluidez verbal baja. Esta reducción
en la fluidez también puede provenir de la dificultad para encontrar palabras, o
incluso puede ocurrir en ausencia de verdadera patología.
Encontrar palabras: Se suele decir que todos los pacientes afásicos tienen dificultad
par encontrar las palabras de que disponen en su repertorio.
Las palabras que ofrecen dificultad son palabras de contenido, por lo que a veces
el enfermo elige alguna palabra próxima en el significado si no encuentra la apro-
piada.
Si no existieran otros síntomas afásicos aparte de la dificultad de encontrar pala-
bras, estaríamos ante la alteración denominada anomia.
Disfasias infantiles
La disfasia evolutiva es un trastorno específico del lenguaje (discapacidad para el
UNIDAD III: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS II Desarrollo
Y PSICOPATOLOGÌA I
PSICOPATOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
77
Los dos primeros guardan mucha similitud con la división de disfasia evolutiva ex-
presiva y disfasia evolutiva receptiva:
√ Trastorno del lenguaje expresivo: se caracteriza por una deficiencia del desarro-
llo del lenguaje expresivo. Las características lingüísticas del trastorno varían en
función de su gravedad y de la edad del niño. Se caracteriza por:
√ Un habla limitada cuantitativamente.
√ Gama reducida de vocabulario.
√ Dificultad para la adquisición de palabras nuevas.
√ Errores de vocabulario o de evocación de palabras.
√ Frases excesivamente cortas.
√ Limitación en la variedad de estructuras gramaticales.
√ Limitación en la variedad de tipos de frases.
√ Omisión de partes de la oración.
√ Orden inusual de palabras en la frase.
√ Desarrollo del lenguaje lento.
as Glosario Bibliografía
nadas
√
Dificultad para recordar palabras o producir frases de longitud o complejidad
propias de su edad evolutiva.
√ Dificultad general para expresar ideas.
torio Anotaciones
Dislalia: Dificultad para articular fonemas, sílabas o palabras. Puede ser debida a al-
teraciones orgánicas (labio leporino, macroglosia, fisura palatina, rinolalia, déficit
auditivos) o funcionales. Estas últimas son las más frecuentes.
contrar niños mayores de 4 años que “hablan mucho, pero apenas se le entiende
nada” y sin embargo de forma aislada logran pronunciar casi todos los fonemas
y sílabas correctamente. Este tipo de problemas de índole fonológica que afec-
tan a algunas partes.
Afecta a más de un módulo del lenguaje siendo la fonología y la sintaxis los más
afectados:
√ La capacidad de comprensión es mejor que la de expresión.
√ Realizan muchas simplificaciones fonológicas.
√
Presentan una gramática primitiva con muchas hiperregulaciones, suelen utili-
zar una jerga, hay un escaso uso de formas verbales, reducción de las preposicio-
nes, reducción de nexos.
√ En la semántica hay un retraso léxico.
√
La pragmática en general no está afectada de forma primaria, pero sí hay una
presencia de una expresión gestual aumentada.
√ Las funciones lingüísticas suelen ser pobres
√
Retraso simple del habla: es la ausencia de presentación del habla en la edad
usual, sin causa patológica manifiesta.
Existe una gran disparidad de opiniones a la hora de señalar la edad precisa a partir
de la cual se considera que el niño presenta un retraso significativo en la aparición
del habla. (se aceptan los 3 años).
Hay que tener en cuenta que los niños con retraso simple del habla
√
Presentan un nivel intelectual acorde con su edad cronológica, según las prue-
bas de desarrollo con las que se les evalúa. No se constatan déficit auditivos ni
psicomotores.
√
Su comprensión del lenguaje suele estar acorde con lo esperado a su edad cro-
nológica.
√
Pueden expresarse correctamente mediante gestos, a través de los cuales se co-
munican con los que le rodean, y asimismo los utilizan para conseguir las cosas
que necesitan y desean.
Otra diferenciación importante es la diferenciación entre retraso simple del habla y
disfasia evolutiva. El retraso simple a fin de cuentas es un retraso del habla, mientras
que la disfasia evolutiva es un retraso de todo el lenguaje.
Sin embargo, la distinción con la disfasia evolutiva de tipo expresivo es más difícil
de establecer, remarcándose la mayor dificultad comunicativa que suelen tener los
niños disfásicos.
Tartamudez
√
Autores del modelo médico prefieren el vocablo disfemia para referirse a tras-
torno y disfémico para el sujeto en cuestión, eliminando así la carga irónica y
negativa que a veces connota la palabra tartamudeo.
√ La tartamudez es uno de los trastornos del habla más frecuente.
√
Básicamente incide den la fluidez lingüística y en el ritmo y tiempo del habla,
que al estar alterados dificultan las posibilidades de comunicación del sujeto.
No es una alteración de la competencia lingüística, sino de la actuación lingüís-
tica del individuo.
UNIDAD III: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS II Y
ollo
nidos 80
Actividades Autoevaluación
PSICOPATOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD
as Glosario Bibliografía
nadas
√
Desde una perspectiva lingüística la tartamudez es un trastorno esencialmente
prosódico, es decir, se observan en casi todos los tartamudos una alteración de la
dinámica de los fenómenos paralingüísticos prosódicos de acento y entonación.
torio Anotaciones
La tartamudez o disfemia puede presentar diversas formas que se han clasificado se-
gún diversos criterios (uno de los más conocidos es en función de la fluidez) según
los tipos de espasmos o bloqueos que presenta el sujeto:
• D
isfemia tónica: El espasmo se produce al iniciar el discurso; es un bloqueo in-
tenso que el sujeto vence por la fuerza; momentos después ya puede expresarse.
Se manifiesta por contracciones de relativa duración y que determinan cierta
rigidez e intermitentes sacudidas en algún nivel de los órganos de fonación.
• D
isfemia clónica: Son pequeños espasmos o contracciones musculares que pro-
vocan en la emisión la repetición de uno o varios fonemas o sílabas al comienzo
o en el curso de la frase.
• D
isfemia mixta: Cuando la tartamudez es severa pueden observarse espasmos
tónicos y clónicos a la vez durante el discurso.
Fases de la tartamudez:
√
Tartamudez primaria: Comprende la fase I, y se caracteriza por repeticiones
cortas sin tensión ante presión ambiental (se dan en torno a los 3 años).
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Y PSICOPATOLOGÌA I
PSICOPATOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
81
√
En la fase III se dan más repeticiones en cada bloqueo, aumento de tensión mus-
cular, progresivo aumento de conciencia y frustración sin evitación, y estrategias
de solución (en torno a los 5 años).
√
Tartamudez secundaria: Engloba la fase IV, en la que ya hay ansiedad y evitación
de hablar, de personas, de situaciones, etc., aparición de tics y otros movimien-
tos compensatorios. Es decir, todo el cuadro de la tartamudez está consolidado.
Delirio o Delusión:
Es una falsa creencia, no es compatible con la inteligencia del paciente y su base cul-
tural, no puede corregirse mediante razonamientos lógicos. Dentro del delirio se
pueden encontrar los de persecución, grandeza, referencia, autoacusación, infide-
lidad, paranoides, hipocondríacos, eróticos, religiosos, nobleza, abolengo, peque-
ñez, entre otros. Se da este nombre a la actividad intelectual cuyo contenido está
integrado por error morbosamente engendrado e incorregible por la influencia
psíquica directa (razonamiento, demostración experimental del error, sugestión,
etc.).
Los delirios son pues juicios falsos incorregibles; se caracteriza por su convicción y
certeza subjetiva incomparable, no se modifican con la experiencia, ni por la impo-
sibilidad de su contenido. Son inmodificables a todo tipo de razonamiento, aunque
resulten completamente absurdas para el interlocutor.
UNIDAD III: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS II Y
ollo
nidos 82
Actividades Autoevaluación
PSICOPATOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD
as Glosario Bibliografía
nadas
Las ideas comprometidas en situaciones emocionales, a veces suceden que los jui-
cios falsos son comprensibles como consecuencia de una situación emocional de-
terminada. En estos casos se habla de ideas deliroides; son las que se producen
torio Anotaciones
en las fases depresivas de las psicosis maniacodepresivas. Estos juicios falsos son
comprensibles sí se tiene en cuenta el estado afectivo de los pacientes, no son com-
pletamente incorregibles y cuando el paciente cura de su depresión o de su manía
desaparecen.
Se conocen con el nombre de ideas delirantes a los juicios patológicamente falsea-
dos, estas ideas se caracterizan por su convicción y certeza subjetiva e incomparable
porque no se modifican por la experiencia y por la imposibilidad de su contendido,
estos juicios erróneos incorregibles han sido minuciosamente estudiados y analiza-
dos, pues se corresponden con lo que habitualmente se venía considerando la for-
ma de pensar de una persona loca, alienada, trastornada, etc. Teniendo en cuenta
el origen de estas ideas falsas, podemos considerar unas, como siendo el resultado
de lesiones somáticas, otras como comprometidas en situaciones emocionales anor-
males, y unas terceras, las ideas delirantes propiamente dichas; las cuales se presen-
tan en las psicosis de base orgánica crónica, que cursan con procesos demenciales,
también en los procesos degenerativos seniles en los cuales piensan que les quieren
robar o hacer daño. En todas estas ideas delirantes podemos explicar el contenido
propio de los juicios falsos y hemos de interpretarlo según la personalidad del
paciente. Las representaciones delirantes, son representaciones correctamente he-
chas pero erróneamente interpretadas, se prefiere hablar más bien de ocurrencias
delirantes, puesto que el esquizofrénico vive los significados falsos, no en la repre-
sentación, sino como una idea que incomprensiblemente se la impone.
Algunos de los delirios o delusiones más frecuentemente presentes en los procesos
psicopatológicos, son:
Delirio de persecución: Este tipo de delirio se presenta por lo general en los psi-
cóticos graves. La autoinsatisfacción del sujeto puede llevarlo a cierta hostilidad
con su medio, y pensar que lo quieren agredir o hacer daño. Las actitudes hostiles
que revela el paciente no son sino sus propias inclinaciones, el enfermo atribuye a
los demás una actitud hostil hacia él; los fracasos, las derrotas, que no quieren ser
aceptadas por los sujetos muchas veces generan en ellos un pensamiento de que
los demás le quieren hace daño, lo persiguen, le desean algún mal, etc. Estas falsas
percepciones posibilitan a aliviar el sentimiento de culpa o hacer que el individuo
no enfrente su realidad. Este tipo de pacientes pueden desarrollar también una
exagerada confianza en sí mismos. Generalmente se presenta en individuos que
han tenido una niñez muy pobre de cariño, muy criticados, incapaces de tener
relaciones de amistades con algún par.
Ideas sobrevaloradas: Son todos los pensamientos que están dotados de una temá-
tica afectiva tan extrema que termina por falsearlos. Son pensamientos o grupos de
pensamien-tos, que alcanzan una cierta predominancia sobre los demás, debido a
su tonalidad afectiva y a la disminución del sentido crítico del sujeto. Conservan
esta predominación de un modo duradera; por ejemplo, en cierta ocasión pueden
sobrevalorar la importancia de un equipo de futbol o de su posición política o
religiosa.
La idea sobrevalorada se caracteriza porque el individuo la vive intensamente y la
rodea de toda suerte de afectos y pasiones, vuelve una y otra vez sobre el tema y
termina por cansar a sus amistades. No son incorregibles al razonamiento, pero
una vez corregidos, al poco tiempo se puede observar al sujeto que defiende con
parecida pasión a las mismas ideas. Las ideas sobrevaloradas son representaciones
unilaterales en las que el componente subjetivo toma una parte muy importante
en su construcción y desarrollo. En muchos casos estas ideas no son el producto de
una actividad individual, sino colectiva. Estas ideas concretan necesidades de los
individuos que forman el grupo en cuestión, en otras ocasiones tienen un carácter
más individual.
Ideacción parásita:
Hace referencia a la evocación de imágenes y vivencias largamente olvidadas, la re-
petición de jaculatorias, la revelación de acontecimientos sensacionales, etc. Como
en los trastornos del pensamiento psicótico, éstos están cargados de un sentido me-
siánico, piden de por sí, inmediatamente, a pesar de su extrañeza, la constitución
de un mundo específico.
as Glosario Bibliografía
nadas
Trastornos del pensamiento relacionados a la vivencia del Yo:
Eco del pensamiento:
Es la alteración cualitativa de los procesos del pensamiento, no susceptible de des-
torio Anotaciones cripción más generalizada. También se le conoce como difusión del pensamiento.
Es la vivencia del esquizofrénico en que su pensamiento no transcurre normalmen-
te, de una forma silenciosa, si no está dotado de una especie de eco, este eco pue-
de manifestarse igualmente en la lec-tura y escritura, otras veces el pensamiento
parece ser oído por el propio paciente, entonces se habla de pensamiento sonoro
o difusión del pensamiento. La forma habitual en la cual el paciente refiere este he-
cho es: “oigo mis pensamientos; pienso en voz alta; mis pensamientos tienen voz”.
Robo del pensamiento: EL enfermo siente con frecuencia que sus pensamientos
y senti-mientos son compartidos por otros; siente que otras personas le quitan sus
pensamientos; esta sensación que tiene el paciente esquizofrénico de que cuando
está desarrollando alguna idea, de pronto esta idea de su pensamiento desaparece,
en virtud que ha sido robado. Ellos tienen exactamente la vivencia de que sus ideas
y pensamientos les son robados. Re-lacionados al robo del pensamiento están tam-
bién, las vivencias de que sus pensamientos son inmediatamente conocidos por los
demás, también estas vivencias se corresponderían con una materialización de los
pensamientos.
La exploración:
La exploración del pensamiento se da a través del dialogo, el pensamiento encuen-
tra su forma expresiva en el lenguaje no sólo hablado sino escrito y estético. Lo cual
conlleva a la observación de dichas manifestaciones.
Es afectivo escuchar al sujeto, demostrando un verdadero interés, escuchando con
atención y realizando preguntas con sistemas, hasta guiar al sujeto a decir lo que en
ocasiones quiere calla o decir algo de lo que tiene clara conciencia. Es importante
también dejar que el sujeto se exprese con libertad, pues en muchas ocasiones es
allí donde se evidenciará su patología.
ACTIVIDAD N.° 3
Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos Esta actividad puede consultarla en su aula virtual.
Recordatorio Anotaciones
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PSICOPATOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD
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MANUAL AUTOFORMATIVO
85
Lo afectivo se siente mejor que se explica, por ello hay numerosos autores que la
explican como aquel sector del psiquismo que queda excluido todo lo intelectual.
Se divide en 2 áreas: una que comprende el estado de ánimo o humor básico y otra
conformad por los procesos afectivos y sean emociones o tendencias /motivaciones.
A) Humor básico
Representa el sector estable de la afectividad que experimentamos en forma de
sentimientos. Estos pueden ser vitales, anímicos o mundanos. Son el eco de nuestro
estado de ánimo básico.
- D
el propio poder (lucha por la propia existencia, conservación de la vida) que
pueden estar:
- Aumentados, ESTÉRICOS, se enfrenta con ánimo, planeando deci-diendo sin
temor,
- Disminuidos, ASTÉNICOS, temen al destino, huyen de la dificultades.
- D
el propio valer, hacen eco de la dignidad de cada uno, están en relación con
la conciencia de uno mismo. Oscila entre 2 polos; elevación o descenso de esos
sentimientos, es decir, plusvalía o minusvalía.
c. L
os sentimientos mundanos o cósmicos responden al porqué de estar en este
mundo. Se relacionan con la vivencia de mundo que le rodea. El mundo puede
no tener significado para él. Oscilan entre 2 polos: elevados y descendidos: opti-
mismo, el mundo le parece lleno de esperanzas.
√ pesimismo, le parece ausente de cosas buenas.
√ Nihilismo, se califica como la radical negación de sentido del mundo.
Esquizotínicos: humor básico estable, pero con un núcleo hipersensible que puede
estallar súbitamente creando una tormenta afectiva difícil de explicar debido a su
aparente neutralidad afectiva. Su conducta es fría y retraída. Se les llama atónicos,
con atonía afectiva con los demás, mala capacidad de adaptación, tienden a dis-
tanciarse y refugiarse en su interior (introvertido o autístico). Si se les compensa
emocionalmente hacen trastorno de esquizo-frenia.
as Glosario Bibliografía
nadas
Desencadenan 3 efectos distintos
Respuestas inmediatas o automáticas: son siempre consecuentes a una determina-
da situación emocional. Se conocen mejor aquellas que siguen a situaciones desa-
torio Anotaciones gradables. Suelen ser reacciones urgentes que hacen frente a una situación emocio-
nal amenazante. Pueden ser de 3 tipos:
Efectos persistentes: producidos por las emociones. Reflejan la lucha del organis-
mo contra los efectos secundarios. Son como hábitos emocionales que tratan de
prolongar los efectos de una sensación agradable o de suprimir los de una desa-
gradable.
2 TIPOS DE TENDENCIAS
Tendencias de la existencia: aquellas de que es un ser vivo.Llamadas también impul-
sos vitales: t. a la actividad, t. sexual, t. al placer.
Tendencias transitivas: transcienden lo limites del yo. Son por ejemplo las dirigidas
al prójimo, a lo supraindividual (crear, buscar la verdad, saber, amar), las dirigidas a
lo absoluto (nacen de la necesidad del hombre de buscar la relatividad y fugacidad
del yo y de lo que te rodea: artística, metafísica, religiosa).
Tipos
Trastornos cuantitativos de la afectividad:
o Por exceso: Hipertimia placentera, euforia, manía y alegría
√ Hipertmia displacentera,tristeza y depresión.
√ Hipertimia mixta, ambas anteriores.
o Por defecto: Hipotimia
√ Atimia
Inversión de los afectos: Dicen que odian a aquella a los que deberían querer y
aquel viceversa.
as Glosario Bibliografía
nadas
TEMA N.º 4: TRASTORNOS DEPRESIVOS
torio Anotaciones
1 DEPRESIÓN, CLASIFICACIÓN, FACTORES DE RIESGO
Los trastornos del estado de ánimo son una categoría de los problemas de la salud
mental que incluye todos los tipos de depresión y el trastorno bipolar. Los trastor-
nos del estado de ánimo a veces son llamados trastornos afectivos.
Durante la década de los ochenta, los profesionales de la salud mental comenzaron
a reconocer los síntomas de los trastornos del estado de ánimo en niños y adoles-
centes, así como en adultos. Sin embargo, los niños y adolescentes no necesaria-
mente experimentan o exhiben los mismos síntomas que los adultos. Es más difícil
diagnosticar los trastornos del estado de ánimo en los niños, especialmente porque
ellos no siempre son capaces de expresar cómo se sienten.
Hoy en día, los médicos e investigadores creen que los trastornos del estado de
ánimo en los niños y adolescentes siguen siendo uno de los problemas de la salud
mental que se diagnostica con menos frecuencia. A cualquier edad, los trastornos
del estado de ánimo hacen que las personas corran mayor riesgo de sufrir otras
condiciones que pueden persistir después de la resolución de los episodios iniciales
de depresión.
La causa de los trastornos del estado de ánimo no se conoce con precisión. Existen
unas sustancias químicas en el cerebro, llamadas endorfinas, que son responsables
de los estados de ánimo positivos. Otras sustancias químicas del cerebro, llamadas
neurotransmisores, regulan las endorfinas. Probablemente, la depresión (y otros
trastornos de los estados de ánimo) sea causada por un desequilibrio químico en el
cerebro. Los acontecimientos de la vida (como los cambios no deseados) también
pueden contribuir a un estado de ánimo deprimido.
Los trastornos afectivos suelen presentarse dentro del mismo grupo familiar y se
considera que son de herencia multifactorial. "Herencia multifactorial" significa
que depende de "muchos factores". Por lo general, los factores son tanto genéti-
cos como ambientales; la combinación de los genes de ambos padres, sumada a
factores ambientales desconocidos, produce el rasgo o la condición. A menudo un
sexo (el masculino o el femenino) suele estar afectado más frecuentemente que el
otro en cuanto a los rasgos multifactoriales. Parece haber un umbral de expresión
diferente, lo que significa que un sexo tiene mayor probabilidad de mostrar el pro-
blema que el otro.
Cualquiera puede sentirse triste o deprimido a veces. Sin embargo, los trastornos
del estado de ánimo son más intensos y más difíciles de controlar que los senti-
mientos de tristeza normales. Los niños, los adolescentes o los adultos que tienen
el padre o la madre que sufre un trastorno del estado de ánimo tienen mayores
posibilidades de sufrir un trastorno del estado de ánimo. Sin embargo, los aconteci-
mientos de la vida y el estrés pueden exponer o exagerar los sentimientos de tristeza
o depresión, haciendo más difícil el control de los sentimientos.
A veces, los problemas cotidianos pueden desencadenar una depresión. El despido
del tra-bajo, un divorcio, la pérdida de un ser querido, la muerte de un familiar y
los problemas financieros, entre otras cosas, son situaciones difíciles que pueden
generar una presión difícil de sobrellevar. Estos acontecimientos de la vida y el es-
trés pueden acarrear sentimientos de tristeza o depresión o dificultar el control de
un trastorno del estado de ánimo.
La posibilidad de padecer depresión en las mujeres en la población general es casi
el doble (12 por ciento) que en los hombres (6.6 por ciento). Una vez que una
persona de la familia recibe el diagnóstico, aumenta la probabilidad de que los
hermanos y los hijos reciban un diagnóstico similar. Además, los parientes de las
personas que tienen depresión también corren un riesgo más alto de sufrir el tras-
torno bipolar (síndrome maníaco depresivo).
La probabilidad de sufrir el síndrome maníaco depresivo (o trastorno bipolar) en
los hombres y mujeres de la población general es de alrededor del 1 por ciento.
Una vez que una persona de la familia recibe el diagnóstico, aumenta la probabi-
lidad de que los hermanos y los hijos reciban un diagnóstico similar. Además, los
parientes de las personas que tienen depresión maníaca también corren un riesgo
más alto de sufrir depresión.
UNIDAD III: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS II Desarrollo
Y PSICOPATOLOGÌA I
PSICOPATOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
89
• D
epresión grave - período de dos semanas de un estado de ánimo deprimido o
irritable o una marcada disminución en el interés o placer por las actividades
habituales, junto con otros signos de un trastorno del estado de ánimo.
• D
istimia (trastorno distímico) - estado de ánimo crónico, bajo, deprimido o irri-
table que perdura por lo menos durante un año.
• S
índrome maníaco depresivo (trastorno bipolar) por lo menos un episodio de
estado de ánimo deprimido o irritable y un período de un estado de ánimo ma-
níaco (persistentemente elevado).
• T
rastorno del estado de ánimo debido a una condición médica general - muchas
enfermedades médicas (incluyendo el cáncer, lesiones, infecciones y enferme-
dades médicascrónicas) pueden desencadenar los síntomas de depresión.
• T
rastorno del estado de ánimo producido por sustancias - síntomas de depre-
sión debidos a los efectos de la medicación, abuso de drogas, exposición a toxi-
nas u otras formas detratamiento.
Según la edad y el tipo de trastorno del estado de ánimo presente, una persona
puede mostrar diferentes síntomas de depresión. A continuación, se enumeran los
síntomas más comunes de un trastorno del estado de ánimo. Sin embargo, cada
individuo puede
Experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
• Sentimientos persistentes de tristeza.
• Sentimiento de desesperanza o desamparo.
• Baja autoestima.
• Sensación de ineptitud.
• Culpabilidad excesiva.
• Deseos de morir.
• P
érdida de interés en actividades habituales o actividades que antes se disfruta-
ban.
• Dificultad en las relaciones.
• Perturbación del sueño (por ejemplo, insomnio, hipersomnio)
• Cambios del apetito o del peso.
• Disminución del movimiento.
• Dificultad para concentrarse.
• Disminución de la capacidad de tomar decisiones.
• Pensamientos suicidas o intentos de suicidio.
• M
olestias físicas frecuentes (por ejemplo, dolor de cabeza, dolor de estómago,
fatiga).
• Intentos o amenazas de escaparse del hogar.
• Hipersensibilidad ante el fracaso o el rechazo.
• Irritabilidad, hostilidad, agresión.
En los trastornos del estado de ánimo, estos sentimientos son más intensos de lo
que un individuo normalmente puede sentir de vez en cuando. También es preo-
cupante si estos sentimientos se prolongan por un largo período o si interfieren
con el interés del individuo en la familia, los amigos, la comunidad o el trabajo.
Toda persona que exprese ideas de suicidio debe ser sometida a una evaluación
inmediatamente.
Los síntomas de los trastornos del estado de ánimo pueden parecerse a los de otras
condiciones o problemas psiquiátricos. Siempre consulte con su médico para el
diagnóstico.
Los trastornos del estado de ánimo son trastornos médicos reales. Un psiquiatra u
otro profesional de la salud mental normalmente diagnostican los trastornos del
UNIDAD III: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS II Y
ollo
nidos 90
Actividades Autoevaluación
PSICOPATOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD
as Glosario Bibliografía
nadas
estado de ánimo a partir de una evaluación psiquiátrica completa.
Estadísticas acerca de los trastornos del estado de ánimo. El trastorno depresivo
grave puede desarrollarse a cualquier edad, pero la edad promedio de aparición es
torio Anotaciones alrededor de los 25 años.
La edad promedio de comienzo del primer episodio maníaco del trastorno bipolar
es alrededor de los 20 años. El trastorno distímico, que suele comenzar en la niñez,
adolescencia o en los primeros años de la edad adulta, afecta cada año a aproxima-
damente 10,9 millones de estadounidenses adultos.
Según el Instituto Nacional de la Salud Mental (National Institute of Mental Heal-
th, su sigla en inglés es NIMH), que forma parte de los Institutos Nacionales de la
Salud (National Institutes of Health, su sigla en inglés es NIH):
• L
as investigaciones indican que la aparición de la depresión ocurre actualmente
a una edad más temprana que en las últimas décadas.
La Depresión Grave
Visión general de la depresión: La depresión es un trastorno depresivo que afecta
al cuerpo, al estado de ánimo y a los pensamientos. Puede afectar o alterar radi-
calmente la alimentación, el sueño y la manera de pensar, pero no es lo mismo
que sentir tristeza o estar decaído, ni tampoco es indicio de debilidad personal ni
constituye un estado que pueda disiparse o modificarse a voluntad. Las personas
que sufren una enfermedad depresiva no pueden simplemente "recobrar el ánimo"
y reponerse. A menudo es necesario el tratamiento que, a veces, es incluso decisivo
para la recuperación.
Existen tres tipos de depresión que pueden clasificarse en tres grupos principales:
• Depresión grave (depresión clínica)
• Síndrome maníaco depresivo (trastorno bipolar)
• Distimia (trastorno distímico)
Cuando los síntomas se manifiestan antes de los 12 años, se los confunde a menudo
con el trastorno hiperactivo de déficit de atención (su sigla en inglés es ADHD), un
síndrome caracterizado por dificultades serias y persistentes que generan falta de
atención, distracción, impulsividad e hiperactividad.
El síndrome maníaco depresivo afecta por igual a hombres y mujeres (aunque las
mujeres son más propensas a la depresión que a la manía), y comienza a menudo
en la adolescencia o juventud. De hecho, la edad promedio de aparición de los
primeros episodios maníacos ronda los 20 años.
El síndrome maníaco depresivo suele manifestarse en miembros de una misma fa-
milia y se cree que en algunos casos se trata de una enfermedad hereditaria. Se
están llevando a cabo intensas investigaciones para identificar un gen que puede
ser responsable de este trastorno.
as Glosario Bibliografía
nadas
• Alteraciones en los hábitos del sueño.
• Aislamiento social.
• S
íntomas físicos que no ceden ante los tratamientos estándar (por ejemplo, do-
torio Anotaciones lor crónico, dolor de cabeza).
Existen tres tipos de depresión que pueden clasificarse en tres grupos principales:
• Depresión grave (depresión clínica)
• Síndrome maníaco depresivo (trastorno bipolar)
• Distimia (trastorno distímico)
La distimia afecta a las mujeres con el doble de frecuencia que a los hombres. El
trastorno distímico afecta aproximadamente al 5,4 por ciento de los adultos esta-
dounidenses de 18 años de edad o mayores; es decir, a 10,9 millones de personas.
Según el Instituto Nacional de la Salud Mental (National Institute of Mental Heal-
th), cada año alrededor del 40 por ciento de los adultos que tienen un trastorno
distímico también cumplen los criterios de depresión grave o trastorno bipolar.
A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de la distimia, que son
menos severos pero más crónicos que los de la depresión grave. Sin embargo, cada
individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden
incluir:
• Tristeza, ansiedad o sensación de "vacío" persistentes.
• Pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban.
• Llanto excesivo.
UNIDAD III: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS II Desarrollo
Y PSICOPATOLOGÌA I
PSICOPATOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
93
Los síntomas del SAD pueden parecerse a los de otras condiciones psiquiátricas.
Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.
Se cree que la menor cantidad de horas de luz solar es una de las causas del SAD, y
este elemento se encuentra bajo investigación clínica.
UNIDAD III: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS II Y
ollo
nidos 94
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as Glosario Bibliografía
nadas
La Depresión y El Suicidio
Más del 90 por ciento de los suicidas tienen algún trastorno mental diagnosticable:
los más comunes son un trastorno depresivo o el buso de drogas.
torio Anotaciones
Trastornos depresivos
La OMS define a la depresión como el más común de los trastornos mentales. Afec-
ta alre-dedor
Recordatorio Anotaciones de 340 millones de personas en todo el mundo. Con una prevalencia
estimada de 15 al 25%, siendo mayor en mujeres.
Etiología
Desconocida. Multicasual. Los factores causales pueden dividirse en forma artificial
en biologicos, genéticos y psicosociales.
Teoría biologica:Aminas biogenas; trastornos de la noradrenalina(disminución),
serotoni-na(disminución), dopamina(disminución) y en el GABA(disminución).
Neuroendocrina; tra-tornos en el eje adrenal y en el eje tiroideo.
Teoría genética: es de 1-1,5 veces más probable que los parientes de 1º grado de
los pacientes que sufren trastornos del estado de animo sufran el mismo trastorno.
Heredabilidad: en gemelos monocigotos existe un riesgo de 50-75% más. En geme-
los dicigotos existe un riesgo de 50% más.
Teoría Psicosociales: sucesos vitales y factores estresantes.
Cuadro clínico
- Humor deprimido
- Anhedonia.
- Pérdida de energ ía(97% de los casos).
- Tratornos del sueño(80% de los casos).
- Ansiedad (90% de los casos).
- Trastornos del apetito.
- Trastornos sexuales.
- Síntomas cognitivos(80% de los casos).
- Quejas somáticas.
Síntomas clínicos:
El humor deprimido y la pérdida de interés o satisfacción son los síntomas clave de
la depresión. Los pacientes pueden comentar que se sienten tristes desesperanza-
dos, sumidos en la melancolía. La característica esencial de un episodio depresivo
mayor es un período de al menos 2 semanas durante el que hay un estado de áni-
mo deprimido o una pérdida de interés o placer en casi todas las actividades. En
los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable en lugar de triste.
El episodio debe acompañarse de un malestar clínico significativo o de deterioro
social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. En algunos
sujetos con episodios leves la actividad puede parecer normal, pero a costa de un
esfuerzo muy importante. Los pacientes describen con frecuencia el síntoma como
un dolor emocional que es una agonía, a veces se quejan de incapacidad para llorar.
Dos tercios de los pacientes de plantea el suicidio y el 15% llegan a cometerlo. Casi
todos los pacientes manifiestan una pérdida de energía que dificulta la finalización
de las tareas cotidianas, empeora el rendimiento escolar y laboral. Disminuye el la
motivación para emprender nuevos proyectos.
Un 80% de los pacientes presenta dificulades para dormir, en especial despertar
precoz(insomnio terminal) y múltiples despertares. Algunos pacientes presentan
hipersomnia, que sumado a aumento del apetito y ganancia del peso constituyen
síntomas atípicos. La ansiedad es un hecho común (incluye crisis de pánico) suele
UNIDAD III: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS II Y
ollo
nidos 96
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PSICOPATOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD
as Glosario Bibliografía
nadas
complicar el tratamiento del trastorno depresivo sumado al abuso de alcohol. Un
50% de los pacientes empeora a la mañana con mayor gravedad de los síntomas y
se alivia a medida que pasa el día.Muchos sujetos refieren o muestran una alta irri-
torio Anotaciones
tabilidad (p. ej., ira persistente, tendencia a responder a los acontecimientos con
arranques de ira o insultando a los demás, o sentimiento exagerado de frustración
por cosas sin importancia).
En los niños y los adolescentes, más que un estado de ánimo triste o desanimado,
puede presentarse un estado de ánimo irritable o inestable. Esta forma de presen-
tación debe diferenciarse del patrón de «niño mimado» con irritabilidad ante las
frustraciones. Algunas personas ponen énfasis en las quejas somáticas (p. ej., las mo-
lestias y los dolores físicos) en lugar de referir sentimientos de tristeza. En algunos
sujetos hay una reducción significativa de los niveles previos de interés o de deseo
sexual. Normalmente, el apetito disminuye y muchos sujetos tienen que esforzarse
por comer. Los cambios psicomotores incluyen agitación (p. ej., incapacidad para
permanecer sentado, paseos, frotarse las manos y pellizcar o arrugar la piel, la ropa
o algún objeto) o enlentecimiento (p. ej., lenguaje, pensamiento y movimientos
corporales enlentecidos; aumento de la latencia de respuesta, bajo volumen de la
voz, menos inflexiones y cantidad o variedad de contenido, o mutismo). La agita-
ción o el enlentecimiento psicomotores deben ser lo bastante graves como para ser
observables por los demás y no representar únicamente una sensación subjetiva.
Suelen malinterpretar los acontecimientos cotidianos triviales, tomándolos como
pruebas de sus defectos personales, y suelen tener un exagerado sentimiento de
responsabilidad por las adversidades. Muchos refieren capacidad disminuida para
pensar, concentrarse o tomar decisiones. Pueden distraerse con facilidad o quejarse
de falta de memoria. En sujetos de edad avanzada con un episodio depresivo mayor,
la queja principal puede ser la falta de memoria, que puede ser tomada errónea-
mente por un signo de demencia («seudodemencia»).
Curso
Los síntomas de un episodio depresivo mayor suelen desarrollarse a lo largo de días
o se-manas. Antes de que comience puede haber un período prodrómico con sínto-
mas ansiosos y síntomas depresivos leves, que puede durar semanas o meses. La du-
ración de un episodio depresivo mayor también es variable. Lo habitual es que un
episodio no tratado dure 6 meses o más, independientemente de la edad de inicio.
Diagnóstico diferencial
Un episodio depresivo mayor debe distinguirse de un trastorno del estado de áni-
mo debido a enfermedad médica. Esto se determina según la historia clínica, los
hallazgos de laboratorio o la exploración física. Un trastorno del estado de ánimo
inducido por susta ncias se distingue del episodio depresivo mayor por el hecho de
que una sustancia (una droga, un medicamento o un tóxico) se considera etiológi-
camente relacionada con la alteración del estado de ánimo.
UNIDAD III: PSICOPATOLOGÍAS DE LOS PROCESOS COGNITIVOS II Desarrollo
Y PSICOPATOLOGÌA I
PSICOPATOLOGÍA DE LA AFECTIVIDAD
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
97
(NREM) en los estadios 3 y 4 del sueño (sueño de ondas lentas), con un cambio de
la actividad de ondas lentas más allá del primer período NREM; 3) disminución de
la latencia de los movimientos oculares rápidos (REM) ( ej., acortamiento de la du-
ración del primer período NREM); 4) aumento de la acti-vidad de la fase REM ( ej.,
el número de los movimientos oculares verdaderos durante el REM), y 5) aumento
de la duración del sueño REM al principio de la noche.
Psicosemiología:
Descripción general: retardo psicomotor generalizado. Bradipsiquia.Humor, afecti-
vidad y sentimientos: depresión.
Lenguaje: disminución de la velocidad y del volumen del discurso.
Alteraciones perceptivas: delirios y alucinaciones (en el trastorno depresivo mayor
con síntomas psicoticos).
Curso y pronóstico:
Inicio: 50% de los casos antes de los 40 años.
Duración:6 a 13 meses sin tratamiento. 3 meses con tratamiento.
Pronóstico: tiende a ser crónico. 25% recurren en los primeros 6 meses. 50% recu-
rren en los primeros 2 años. 50-75% recurren en los primeros 5 años. Incidencia de
recaídas es menor con profilaxis antidepresiva.
Buen pronóstico: episodios leves, de cortas duración y sin síntomas psicóticos. Só-
lidad relaciones en la adolescencia. Familia estable. Ausencia de comorbilidad psi-
quiatrica. Edad de inicio avanzada.
Mal pronóstico: Coexistencia con distimia. Alcoholismo y abuso de sustancias. Tras-
tornos de ansiedad. Trastornos depresivos previos.
as Glosario Bibliografía
nadas
6) Fatiga o pérdida de energía casi cada día.
7) Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados (que pueden ser
delirantes) casi cada día (no los simples autorreproches o culpabilidad por el
torio Anotaciones hecho de estar enfermo).
8) Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada
día (ya sea una atribución subjetiva o una observación ajena).
9) Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación sui-
cida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan
específico para suicidarse.
Recordatorio Anotaciones
1. Juicios falsos que se caracterizan porque el individuo los mantiene con gran con-
vicción.
s
Glosario
Bibliografía a. Pensamiento
b. Ideas
c. Delirios
d. Alucinaciones
o Anotaciones
as Glosario Bibliografía
nadas
c. Síndrome maniaco depresivo
d. Distimia
torio Anotaciones
9. E
stado de ánimo depresivo, en relación con una determinada estación del año,
especialmente el invierno.
a. Depresión mayor
b. Bipolaridad
c. Síndrome maniaco depresivo
d. Trastorno afectivo estacional
10. Cualquier comentario que el paciente asimila como si fuesen criticas en contra
de su persona.
a. Ideas de referencia
b. Alucinación
c. Depresión
d. Autoacusación
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Desarrollo
de contenidos
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Lecturas
seleccionadas DIAGRAMA DE PRESENTACIÓN DE LA UNIDAD IV
Glosario Bibliografía
LECTURAS
CONTENIDO ACTIVIDADES
Recordatorio Anotaciones
SELECCIONADAS
Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos
AUTOEVALUACIÓN BIBLIOGRAFÌA
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas
Autoevaluación de la
unidad IV
ollo
nidos 102
Actividades Autoevaluación UNIDAD IV: TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD, CONDUCTA ALIMENTARIA Y DÉFICIT COGNITIVO
as Glosario Bibliografía
nadas
TEMA N.° 1: TRASTORNO DE PERSONALIDAD I
Grafico N° 8. Criterios diagnósticos del dsm-iv-tr (apa, 2000) y de la cie-10 (oms, 2000) para
el diagnóstico de un trastorno de la personalidad.
Fuente: Caballo,V; Salazar, I y Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología y trastornos
psicológicos, Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
as Glosario Bibliografía
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nos de la personalidad no especificados” incluye problemas tales como la “neurosis
de carácter” o la “personalidad patológica”. Definir cuáles son los síntomas de todas
estas patologías queda en manos del profesional de la salud mental. Difícil tarea
torio Anotaciones
para los profesionales de un campo que pretende ser cada vez más científico.
Como indicamos anteriormente, el DSM-IV-TR incluye en el apéndice de los tras-
tornos pasivo agresivo y depresivo de la personalidad (que se diagnosticarían como
“Trastornos de la personalidad no especificados”), mientras que ha desterrado de
esa cuarta edición del DSM los trastornos autodestructivo (o masoquista) y sádico
de la personalidad (que, por el contrario, sí aparecían en la tercera edición revisada
del DSM). Por su parte, dentro de la amplia.
Grafico N°9. Criterios diagnósticos del dsm-iv-tr (apa 2000) y la cie-10 (om,2000) para el
trastorno paranoide de la personalidad
Fuente: Caballo,V; Salazar, I y Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología y trastornos
psicológicos, Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
as Glosario Bibliografía
nadas
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Grafico N° 11. Criterios diagnósticos del dsm-iv-tr (apa 2000) y la cie-10 (oms, 2000) para el
trastorno paranoide de la personalidad
Fuente: Caballo,V; Salazar, I y Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología y trastornos
psicológicos, Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
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nadas
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Grafico Nº14. Criterios diagnósticos de dsm-iv-tr (apa, 2000) y de la cie-10 (oms, 2000) para
el trastorno histriónico de la personalidad.
Fuente: Caballo,V; Salazar, I y Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología
y trastornos psicológicos, Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
ollo
nidos 114
Actividades Autoevaluación UNIDAD IV: TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD, CONDUCTA ALIMENTARIA Y DÉFICIT COGNITIVO
as Glosario Bibliografía
nadas
Diagnóstico diferencial y comorbilidad
Dado el carácter cambiante en la expresión emocional de los sujetos con un THP,
puede confundirse esta etiqueta con el diagnóstico de ciclotimia o trastorno bipo-
torio Anotaciones lar no especificado, siendo más probable encontrar similitudes cuando se trata de
la fase eufórica de esos tipos de trastornos bipolares. La diferencia estriba en que
los altibajos emocionales de los sujetos con THP no son, en intensidad y duración,
tan amplios como en el caso de los mencionados trastornos del estado de ánimo.
En cuanto a otros trastornos de la personalidad, el THP podría confundiré con el
límite, pero el THP se distingue del límite en la autodestructividad, en los senti-
mientos profundos de vacío y en las alteraciones de a identidad que predominan en
este último. El trastorno histriónico de la personalidad muestra una comorbilidad
sustancial con algunos trastornos del eje I como son los trastornos de ansiedad, los
trastornos somatoformes, los trastornos disociativos y la distimia.
Grafico N°15. Criterios diagnósticos de dsm-iv-tr (apa, 2000) y de la cie-10 (oms, 2000) para
el trastorno narcisista de la personalidad.
Fuente: Caballo,V; Salazar, I y Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología
y trastornos psicológicos, Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
No obstante, dado el refuerzo que nuestra sociedad ofrece por muchas de las ca-
racterísticas individualistas típicas del TNP, es probable que es porcentajes en la
población general no reflejen la prevalencia real del trastorno. Según Robinson
(1999, citado por Caballo, Salazar y Carrobles, 2011), este trastorno se diagnostica
tres veces más en hombres que en mujeres, y según el DSM-IV-TR, del 50 al 75 por
100 d las personas diagnosticadas con este trastorno de la personalidad son hom-
bres. Estos suelen mani-festar más conductas de explotar a los otros y sentimientos
más profundos de <<estar en su derecho>> que las mujeres.
Diagnóstico diferencial y comorbilidad
La grandiosidad que presentan estos sujetos pueden confundirse con un episodio
maniaco o hipomaniaco, pero el menor deterioro funcional de los sujetos con un
TNP les diferencia de dichos episodios. Con respecto a otros trastornos de la per-
sonalidad, los sujetos que padecen un trastorno obsesivo compulsivo de la persona-
ollo
nidos 116
Actividades Autoevaluación UNIDAD IV: TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD, CONDUCTA ALIMENTARIA Y DÉFICIT COGNITIVO
as Glosario Bibliografía
nadas
lidad (TOCP) podrían presentar similitudes con los narcisistas, ya que en los dos
casos se entregan al perfeccionismo, pero mietras que los sujetos con un TOCP son
muy autocríticos, los individuos con TNP creen haber alcanzado la perfección. Ni
torio Anotaciones
antisociales ni narcisistas presentan empatía, son de carácter duro y superficiales,
pero el narcisista no tiene por qué haber presentado un comportamiento delictivo.
Además, mientras que las personas histriónicas y límites suelen llamar la atención
en diversos ámbitos de sus vidas, los sujetos con un TNP sólo demandan un tipo de
atención: la admiración, La mayor comorbilidad relativa a los trastornos del eje I ha
sido con la depresión mayor y la distimia (42-50 por 100), seguidas de los trastornos
por consumo de sustancias psicoactivas (24-50 por 100) y del trastorno bipolar (5-12
por 100)(Ronningstam, 1993, citado por Caballo, Salazar y carrobles, 2011).
Grafico N°16. Criterios diagnósticos para el trastorno de la personalidad por evitación según
el dsm-iv-tr (apa, 2000) y del trastorno ansioso [con conducta de evitación] de la personali-
dad según la cie-10 (oms, 2000)
Fuente: Caballo,V; Salazar, I y Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología y trastornos
psicológicos, Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
as Glosario Bibliografía
nadas
sonas a buscar otra pareja cuando acaban una relación y a la falta de iniciativa para
iniciar proyectos debido a la desconfianza en sus propios juicios. Por su parte, la
CIE-10 incluye dentro de este trastorno otros diagnósticos propios de este sistema
torio Anotaciones
de clasificación (véase la tabla 15.11). El patrón de personalidad por dependencia
se caracteriza, en general, por una actitud4asiva y sumisa, una idea de sí mismo de
incompetencia e inutilidad y por ser personas ansiosas y tristes. Viven para satisfacer
las necesidades de los otros y su autoestima, y su mayor fuente de gratificación está
determinada por el apoyo y el afecto de los demás. Se pueden ver más característi-
cas clínicas en la sección correspondiente.
Grafico N°17. Criterios diagnósticos del dsm-iv-tr (apa, 2a00) y de la cie-10 (oms, 2000) para
el trastorno de la personalidad por dependencia.
Fuente: Caballo,V; Salazar, I y Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología
y trastornos psicológicos, Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
as Glosario Bibliografía
nadas
Los sujetos con este trastorno suelen tener un estilo de pensamiento extremada-
mente rígido, con una atención intensa y centrada en un detalle específico de una
situación concreta. Suelen ser buenos en tareas técnicas, detalladas, pero más defi-
torio Anotaciones
cientes en darse cuenta de los aspectos más globales de las cosas, como la atmosfera
de las interacciones sociales. La atención que prestan a los detalles a menudo les
lleva a que se fijen en aspectos triviales, excluyendo otros datos muchos más impor-
tantes. Raramente se relajan. Incluso cuando están de vacaciones, planifican un
programa completo para cada día con el fin de no perder el tiempo. Se pueden ver
más características clínicas en la sección correspondiente.
as Glosario Bibliografía
nadas
Grafico N° 19. Criterios diagnósticos del dsm-iii-r (apa- 1987) y de la cie-10 (oms, 2000) para
el trastorno autodestructivo de la personali-dad
Fuente: Caballo,V; Salazar, I y Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología
y trastornos psicológicos, Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
PSICOPATOLOGÌA I
UNIDAD IV: TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD, CONDUCTA ALIMENTARIA Y DÉFICIT COGNITIVODesarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
123
Grafico N° 20. criterios diagnósticos del dsm-iii-r (apa, 1987) y la cie-10 (oms, 2000) para el
trastorno sádico de la personalidad
Fuente: Caballo,V; Salazar, I y Carrobles, J.(2011). Manual de psicopatología
y trastornos psicológicos, Madrid. Mc. Ediciones Pirámide.
ollo
nidos 124
Actividades Autoevaluación UNIDAD IV: TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD, CONDUCTA ALIMENTARIA Y DÉFICIT COGNITIVO
as Glosario Bibliografía
nadas
Diagnóstico diferencial y comorbilidad
El trastorno del eje I que se ha encontrado asociado con más frecuencia al presente
trastorno de la personalidad ha sido el consumo de sustancias psicoactiva. Así, en el
torio Anotaciones estudio de Spitzer et al. (1991), el 61 por 100 padecía un trastorno depresivo mayor
o un trastorno distímico. También hay que diferencias el TPS del sadismo sexual,
en el que el sujeto realiza la conducta sádica para lograr la excitación sexual (APA,
1987). Con respecto al eje II, el estudio anterior halló que el 37 por 100-47 por 100
de los casos de TSP cumplía también los criterios del trastorno narcisista, mientras
que un 67 por 100-75 por 100 satisfacía los criterios del trastorno antisocial de la
personalidad.
ACTIVIDAD N.° 4
Desarrollo Actividades Autoevaluación
de contenidos Esta actividad puede consultarla en su aula virtual.
DSM-IV-TR
a). Rechazo a mantener un peso corporal igual o por encima del valor mínimo
normal considerado para la edad y la talla (p.ej. pérdida de peso inferior al 85
por 100 del peso esperable).
PSICOPATOLOGÌA I
UNIDAD IV: TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD, CONDUCTA ALIMENTARIA Y DÉFICIT COGNITIVODesarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
125
Especificar tipo:
Tipo restrictivo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo no recurre
regularmente a atracones o purgar.
Tipo purgativo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo recurre re-
gularmente a atracones o purgas.
CIE-10
a). Pérdida significativa de peso (ICM de menos de 17,5). Los enfermos pre pube-
res pueden no experimentar la ganancia de peso propia del periodo de creci-
miento.
b). La pérdida de peso está originada por el propio enfermo, a través de:1) evita-
ción de consumo de <<alimentos que engordan>> y por uno o más de los sínto-
mas siguientes,2) vómitos auto provocados, 3) purgas intestinales auto provoca-
das, 4) ejercicio excesivo, y 5) consumo de fármacos anorexìgenos o diuréticos.
c) Distorsión de la imagen corporal que consiste en una psicopatología especifica
caracterizada por la persistencia, con el carácter de idea sobrevolada intrusa,
de pavor ante la gordura o la flacidez de las formas corporales, de modo que el
enfermo se impone a si mismo permanecer por debajo de un límite máximo de
peso corporal.
d). Trastornos endocrino generalizado que afecta al eje hipotálamo-hipofisariogo-
nadal manifestándose en la mujer como amenorrea y en el varón como una pér-
dida del interés y de la potencia sexual (una excepción aparente la constituye la
persistencia de sangrado vaginal en mujeres anoréxicas que siguen una terapia
hormonal de sustitución, por lo general con píldoras contraceptivas). También
pueden presentarse concen-traciones altas de hormona del crecimiento y de
cortisol, alteraciones del metabolismo periférico de la hormona tiroidea y ano-
malías en la secreción de insulina.
e). Si el inicio es anterior a la pubertad, se retrasa la secuencia de las manifestacio-
nes de la pubertad, o incluso esta se detiene (cesa el crecimiento, en las mujeres
no se desarrollan las mamas y hay amenorrea primaria, en los varones persisten
los genitales infantiles). Si se produce una recuperación, la pubertad suele com-
pletarse, pero la menarquía es tardía.
as Glosario Bibliografía
nadas
no pueden haber atracones y purgas, por lo que explícitamente no se reconocería
la existencia de tales subtipos.
La distinción entre los subtipos se basa en el patrón de síntomas que presenta la
torio Anotaciones paciente en el momento de la evaluación. En el respectivo se hacen dietas hipo-
calóricas y ejercicios de forma exhaustiva, episodios de atracones o de conductas
purgativas. La proporción de pacientes que solo se purgan sin atacarse es muy baja.
Además los pacientes del tipo purgativo son diferentes en su historia (sobre peso
familiar y personal), rasgos de personalidad (limite, narcisista antisocial) y sintoma-
tología y comorbilidad (impulsiva y presencia de otras adicciones).
Por otra parte, es bastante común que las pacientes alternen entre sintomatología
restrictivas y purgativas en diferentes momentos del trastorno, y en torno al 50 por
100 de pacientes con AN desarrollan posteriormente BN (Bulik, Sullivan, Fear y
Pickering, 1997). Ello ocasiona continuos cruces diagnósticos y crea dudas, como
veremos más adelante, con respecto al curso, la recaída, los subtipos o los mismos
criterios diagnósticos de los TCA.
*Bulimia nerviosa
Complicaciones físicas
- Deplección de los niveles de potasio
- Hipertrofia de la glándula parótida
- Hipopotasemia
- Hipocalemia
- Edemas en extremidades
- Alteraciones dentales
- Complicaciones digestivas
- Infecciones urinarias
- Otras consecuencias pueden ser irreversibles
A largo plazo
- Daño renal
- Irregularidades menstruales
- Estreñimiento
Características clínicas
ollo
nidos 128
Actividades Autoevaluación UNIDAD IV: TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD, CONDUCTA ALIMENTARIA Y DÉFICIT COGNITIVO
as Glosario Bibliografía
nadas
A pesar de las diferencias, AN, BN y, en parte, el TA comparten una psicopatología
básica común que los define y distingue: la sobrevaloración que hacia la paciente
del peso y forma corporales en su valor como persona .Esa valía depende de unos
torio Anotaciones
patrones alimentarios tan alterados que pueden llevar al paciente a graves compli-
caciones físicas o incluso la muerte.
La alteración en la conducta alimentaria es, en gran medida, consecuencia de sus
intentos por controlar un peso y un cuerpo que no toleran y que desprecian, o que
acaban despreciando. En torno a esta característica central se articula el resto de
la sintomatología.Cualquier división a la hora de exponer las manifestaciones clí-
nicas de un síndrome es arbitraria y no exenta de dificultades .Aquí se optara por
comentar la sintomatología en aspectos conductuales, cognitivos y emocionales y
fisiológicos. Dado que hay muchos fenómenos compartidos entre los síndromes,
adoptaremos una visión dimensional de los síntomas, comentando los matices más
representativos de los diferentes cuadros.
Aspectos conductuales
Para un trastorno que se caracteriza por su escasa o nula conciencia de enferme-
dad, los aspectos conductuales, lo que la paciente hace o deja de hacer, ofrece una
interesante posibilidad de valoración clínica. El comportamiento de la paciente se
dirige a adelgazar y controlar su cuerpo: todo lo que hace lo hace por y para adelga-
zar, a medida que pasa el tiempo, es una dedicación en exclusiva (especifico de AN
y BN, y no de TA).En el caso de los TCA, hay al menos cuatro facetas que merecen
comentarse en este apartado: comportamiento alimentario, actividad física, con-
ductas y rituales en torno al cuerpo y relaciones interpersonales.
El comportamiento alimentario, como no podría ser de otra manera, presenta im-
portantes alteraciones, ya que llevan a la persona a un grave estado de malnutri-
ción. Los TCA suelen comenzar con un periodo de restricción alimentaria que
se va haciendo cada vez más exigente. Pueden aparecer rituales relacionados con
la comida (comer lento, cortar en pequeñas porciones, contar calorías, esconder
alimentos, etc.), lo cual agrava las relaciones con los demás en la mesa. En el caso
de la AN, pueden empezar a atesorar recetas, o cocinar, aunque raramente comen
sus propios guisos. Por su parte, los pacientes con TA suelen ser grandes comedores
y disfrutar con y de la comida, sobre todo de la comida apetitosa o”palatable”, lo
cual no es óbice para que su historia este salpicada por varios y diversos intentos de
dietas, y subidas y bajadas de peso.
Por otro lado, en algunos casos, estos periodos de restricción se pueden truncar con
episodios de una irresistible urgencia por comer, precisamente la característica que
Russell (1979, citado por Belloch, Sandin y Ramos 2008) describió para la BN. La
comida elegida suele ser la “prohibida”, es decir, la dulce o apetitosa, la cantidad
puede alcanzar 30 veces la recomendada en un día, pero lo habitual suele estar
entre las 600 y las 2.000 calorías.
Puede que los atracones se planifiquen (y se dispone de comida especial para ello),
o puede que asalten al paciente de improviso. Suelen iniciarse por estados de áni-
mo disfóricos( ansiedad, tensión, aburrimiento, ira, etc.), aunque también pueden
ser respuesta a emociones positivas , haber bebido alcohol , o comido alimentos”
prohibidos” .Algunas pacientes comen también con cierta secuencia para, según
ellas, tener la seguridad de que después se vomitara todo. La ingesta suele ser más
rápida que en las comidas normales. Los episodios de atracones de los pacientes
con TA suelen ser más largos, y los límites que marcan su inicio y final son menos
claros, por otra parte, los pacientes con TA tienden a comer más y tener episodios
de sobre ingesta fuera de los atracones, en contraste con las personas con BN, cuyos
atracones se dan en el contexto de una restricción alimentaria más rígida .El estar
picoteando a lo largo de todo el día suele ser más propio de las pacientes con TA.
Además de la restricción alimentaria, otra forma de compensar los atracones o de
controlar el peso son las purgas. La presencia de purgas suele ser señal de peor pro-
nóstico, física y mentalmente. Algunas pacientes tienen mucha facilidad para vo-
mitar, pero la mayoría acaba aprendiendo maniobras para vomitar a voluntad. Los
vómitos, normalmente considerados como problemas para las pacientes, suelen
aparecer tras los atracones objetivos, pero también pueden surgir tras los subjeti-
vos. En estos casos, el vómito suele ser ego sintónico y muy resistente al tratamiento.
Los diuréticos y laxantes también suelen ser habituales, y acaban creando cuadros
alternados de estreñimiento y diarrea. Todas estas conductas “compensadoras” son
consideradas por las pacientes como vergonzantes (también los atracones), y se lle-
PSICOPATOLOGÌA I
UNIDAD IV: TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD, CONDUCTA ALIMENTARIA Y DÉFICIT COGNITIVODesarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
129
Aspectos cognitivos
Parte de la presentación clínica cognitiva de los TCA es consustancial a su psicopa-
tología y parte es consecuencia de la malnutrición y la demarcación.
En el primer grupo se encontraria, sin lugar a dudas, la decisión de no comer para
perder peso, decisión que se lleva a cabo con una sorprendente terquedad. De he-
cho, para Bruch (1973, Belloch, Sandin y Ramos, 2008), la característica principal
de los TCA en general, y de la AN en particulares su “búsqueda incesante de la
delgadez” (relentless pursuit of thinness). Este fenómeno se ha conceptualizado
de muchas maneras: fobia al peso, histeria o incluso obsesión. Pero es el termino
psicopatológico de idea sobrevalo-rada el que mejor apresa su conceptualización.
Son creencias absolutamente centrales en el sistema de valores del individuo, tan
básicas que acaban definiendo su propio valor como persona, por otra parte, no
son en absoluto vividas ni como extrañas, ni como intrusas ni como desagradables.
De hecho, la creencia de que la delgadez está asociada al éxito y al poder social es
un valor compartido por gran parte de la sociedad occidental. Pero, a diferencia del
descontento de la mayoría, en la idea sobrevalorada de adelgazar el propósito de la
persona acaba adquiriendo tal centralidad y exclusividad en sus vidas, que estas pa-
cientes comentan con franqueza que antes que ganar un kilo más prefiere morirse.
La pérdida de peso y el control de la ingesta se perciben como logros impor-tantes,
y la capacidad de restringir y control.
Mientras la paciente controla todas estas facetas se siente reconfortada, pero cuan-
do cede a las presiones del hambre, se desata un intenso malestar emocional. Esta
“pasión” por la consecución de su propósito se refleja perfectamente en el respaldo
y popularidad que han adquirido en la cultura de internet las paginas “pro-an” y
“promia”, en la que las pacientes hacen publicidad de sus estrategias de pérdida de
peso y animan a seguir permaneciendo fieles a esta peculiar “comunidad”, conside-
rándose de algún modo especiales y privilegiadas .Sus pensamientos son ego sintó-
nicos, en su doble sentido: están en sintonía con su sí mismo y no les causa ninguna
molestia, al menos al principio del trastorno .A este respecto, es muy interesante
el matiz señalado por Beumont (2002, citado por Belloch, sandin y Ramos, 2011) ,
ollo
nidos 130
Actividades Autoevaluación UNIDAD IV: TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD, CONDUCTA ALIMENTARIA Y DÉFICIT COGNITIVO
as Glosario Bibliografía
nadas
quien afirma que, en el caso de la AN, la paciente se aferra a su demacración como
una forma de autorrealización y se identifica con su cuerpo ajado y llevado al limite.
Estar delgada( en su caso, absolu-tamente demacrada) es una meta en sí misma, no
torio Anotaciones
un medio para conseguir ser más feliz .Un matiz algo diferente se significa en la BN,
en la que estar delgada es una ma-nera de conseguir por su aspecto poco esbelto.
Los pensamientos “automáticos” negativos entorno al aspecto y el control de la in-
gesta, y las distorsiones cognitivas asociadas, son centrales en su psicopatología y en
las explicaciones cognitivas de estos trastornos. El contenido del pensamiento y los
razonamientos de estas pacientes están repletos de adjetivos muy globalizadores, y
sorprende su lenguaje negativo y despectivo en torno a su cuerpo.
Distorsiones cognitivas de la imagen corporal en pacientes con TCA
Abstracción selectiva: basarse en conclusiones o detalles aislados, ignorando la evi-
dencia en contra o más sobresaliente.“El único modo en que puede mantener el
control es a través del comer.”
Comparación injusta: compararnos con gente que conocemos que tienen atributos
físicos que uno desea.
El ideal irreal: comparar el propio aspecto con el ideal de belleza del momento:
topmodels…
Expansión de la fealdad: extender el descontento a partir de algún aspecto que a
uno no le gusta.
Juego de culpar: inferir que el aspecto de uno ha sido la causa de algo que no se
quería que ocurriera.
La atadura de la belleza: pensar que la propia apariencia prohíbe o impide hacer
ciertas actividades.
La bella o la bestia: o guapa fea, o delgada o gorda, o baja o alta: no hay punto
intermedio.
La ceguera mental: minimizar los aspectos físicos propios que están bien
La lupa: atención excesiva a los defectos que uno percibe de sí mismo
Leer (mal) la mente: si yo lo pienso, los demás también lo estarían pensando
Predecir la desdicha: creer que el propio aspecto llevara a consecuencias negativas
en el futuro.
Sentirse fea: sentirse fea es la evidencia de que una debe ser, de hecho, fea.
TEMA N.º 4: TRASTORNOS DEL DÉFICIT COGNITIVO
PSICOPATOLOGÌA I
UNIDAD IV: TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD, CONDUCTA ALIMENTARIA Y DÉFICIT COGNITIVODesarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
131
des del ambiente y poder, así, establecer una existencia social independiente.
Fundamentalmente es un compromiso con el desarrollo del cerebro, de una enfer-
medad o de una lesión cerebral que se produce durante o inmediatamente después
del nacimiento, o es la consecuencia de un déficit en la maduración debido a que
los estímulos ambientales provenientes de fuentes familiares, sociales o culturales
han sido insuficientes para estimularla. Se muestra como una incapacidad o limi-
tación, tanto psíquica como social, y generalmente es descubierta en la infancia.
El retraso mental puede acompañarse de cualquier otro trastorno somático o men-
tal. De hecho, los pacientes afectados de un retardo mental pueden padecer todo
el espectro de trastornos mentales, siendo la prevalencia de éstos al menos tres o
cuatro veces mayor que en la población general. Es importante remarcar, además,
que los retrasados mentales tienen mayor riesgo de sufrir explotación o abuso físico
y sexual.
El término retraso mental significa "un funcionamiento intelectual por debajo del
promedio, que se presenta junto con deficiencias de adaptación y se manifiesta du-
rante el período de desarrollo (antes de los 18 años)". Esta definición, tomada de la
Asociación Americana de Deficiencia Mental, nos proporciona una visión dinámica
del trastorno.
Los modelos adaptativos, biomédico y sociocultural, representan las dos aproxima-
ciones principales a la definición conceptual del retraso mental. Los seguidores del
primer modelo insisten en las alteraciones básicas en el cerebro como condición
primordial para su diagnóstico. Los que proponen la segunda aproximación dan
más importancia al funcionamiento social y a la adaptación general a normas acep-
tadas (Freedman, 1977, Citado por Vallejo, 2002).
La etiología del retraso mental se considera mayoritariamente multifactorial, y la
combinación de los diversos factores etiológicos condiciona la gran variedad de ma-
nifestaciones clínicas. Se acepta que aproximadamente en el 30-40% de estos casos
examinados a nivel de consulta externa, no se puede determinar una etiología clara
a pesar de haberlos sometido a complejas evaluaciones. En el resto de los casos, los
principales factores causales se distribuyen de la siguiente forma: aproximadamen-
te en un 50% se detectan factores hereditarios; en un 30%, alteraciones tempranas
del desarrollo embrionario; en un 50%, trastornos somáticos de la niñez; mientras
que las influencias del entorno y los trastornos mentales, se registran entre el 15-
20% de los casos. Estos factores no se excluyen entre sí.
as Glosario Bibliografía
nadas
√ F71 Retraso mental moderado (del 35 a 49 de C.I.)
√ F72 Retraso mental grave (del 20 a 34 de C.I.)
√ F73 Retraso mental profundo (menos de 20 de C.I.)
torio Anotaciones
√ F78 Otro retraso mental
√ F79 Retraso mental sin especificación
F70 Retraso Mental leve: Llamado también debilidad mental, subnormalidad men-
tal leve, oligofrenia leve, morón. Se considera que un cociente intelectual (C.I) de
50 a 69 corresponde a un retraso mental leve.
Son pacientes que adquieren tarde el lenguaje, aunque son capaces de mantener
una conversación y, por lo tanto, de expresarse en la vida cotidiana. Una gran parte
llega a alcanzar una independencia para el cuidado de su persona (comer, lavarse,
vestirse y controlar los esfínteres). Las mayores dificultades se presentan en las ac-
tividades esco-lares, sobre todo en la lectura y la escritura. Pueden desempeñarse
en labores prácticas, más frecuentemente en trabajos manuales semicualificados.
Cuando el retraso va acompañado de una falta de madurez emocional o social des-
tacadas, pueden presentarse dificultades para hacer frente a las demandas del ma-
trimonio o la educación de los hijos, así como en la adaptación a la cultura.
En sólo una minoría de los adultos afectados puede reconocerse una etiología or-
gánica.
- Historia Clínica
Anamnesis individual y familiar. La historia del embarazo y del parto, la consangui-
nidad de los padres y la presencia de trastornos hereditarios en la familia.
- Examen Físico
Debe incluir una minuciosa observación del nivel de actividad del niño y de la can-
tidad de interacción con los padres, con otras personas y con objetos inanimados.
El examen físico debe ser prolijo y objetivo.
- Examen Neurológico
La incidencia y gravedad de los trastornos neurológicos, generalmente, se acre-
cienta en proporción inversa al grado de retraso; pero, muchos niños con retraso
grave no tienen anomalías neurológicas graves. Inversamente, alrededor del 25%
de todos los niños con parálisis cerebral tienen inteligencia normal. En el examen
debe explorarse áreas motoras, sensoriales y síndromes neurológicos.
- Pruebas de Laboratorio
Exámenes bioquímicos, serológicos, citogenéticos, así como radiografías de cráneo,
to-mografía axial computarizada y resonancia magnética.
- Examen Psiquiátrico
Exploración psiquiátrica que abarca la entrevista, la historia psiquiátrica y el exa-
men del estado mental, pruebas de inteligencia y personalidad.
Es frecuente encontrar alteraciones en la conducta tales como hiperactividad, irri-
tabilidad, evitación y agresividad.
Diagnóstico diferencial
Diversas condiciones médicas pueden simular el retraso mental. Los niños que
proceden de hogares que proporcionan una insuficiente estimulación, pueden
presentar retrasos motores y mentales que son reversibles, si se les proporciona
un entorno enriquecido y estimulante en la primera etapa de la niñez. Diversas
incapacidades, sobre todo la sor-dera y la ceguera (así por ejemplo Helen Keller,
la ciega y sordomuda famosa por su inteligencia y voluntad), pueden simular un
retraso mental. Sin embargo, es necesario establecer el diagnóstico diferencial con:
as Glosario Bibliografía
nadas
Todos los conocimientos expuestos en este capítulo tienden a reforzar el criterio
de lo-grar máxima prevención posible del retardo mental. Se considera que en un
30% de los casos se puede prevenir un retardo mental. En general, la profilaxis del
torio Anotaciones
retraso mental debe tener en cuenta:
1. I nformación; cuando una pareja ha concebido un hijo con retraso mental, neta-
mente hereditario y de transmisión conocida, la probabilidad de tener otro hijo
anormal es mayor que la media de la población general.
2. P
revención de infecciones e intoxicaciones en la gestación; rubeola, sífilis, reduc-
ción del consumo de alcohol.
3. Reducción de Contaminación ambiental; plomo y radiaciones.
4. Dieta adecuada; fenilquetonuria, galactosemia.
5. Investigaciones de las incompatibilidades sanguíneas fetomaternas.
6. Examen de cariotipo.
7. Prevención de los traumatismos obstétricos: anoxia neonatal.
8. Mejoría de la nutrición, agua, desagüe y vivienda.
Si hay algo que los niños y adultos con retardo mental comparten con mucha an-
gustia, es que son diferentes; éstas circunstancias hacen que socialmente sean con-
siderados como "excepcionales". Muchas veces las familias sobreprotegen a estos
niños y no les brindan la oportunidad de experimentar y resolver sus propias nece-
sidades, generando una imagen desdibujada de compasión y pena e impidiéndoles
que crezcan y maduren, merced al ensayo y error en la experiencia de vivir por sí
mismo. No se les prepara para la frustración positiva que conduce al crecimiento,
desprendimiento y madurez, actitud familiar que debe corregirse.
En suma, según Freedman "el retraso mental puede ser considerado como un pro-
blema médico, psicológico o educacional, aunque en último análisis es, fundamen-
talmente, un problema social".
Diagrama Objetivos Inicio
as Glosario Bibliografía
nadas
ral, como la expresada por Sepulveda, Botella y Leon (2001), quienes la describen
como “la presencia de juicios valorativos sobre el cuerpo que no coinciden con las
características reales”.
torio Anotaciones Sin embargo, no existe un consenso en la definición de la imagen corporal y resul-
ta necesario especificar, en cada estudio, el aspecto de la imagen corporal que se
conside-ra alterado. En este caso, el término “distorsión perceptual” se entiende
como la altera-ción de la imagen corporal en lo relativo a la estimación de tamaño e
“insatisfacción corporal “como el conjunto de emociones, pensamientos y actitudes
negativos hacia el tamaño y la forma del cuerpo.
Para Chávez (2004) la imagen corporal representa una construcción social con re-
ferentes biológicos, psicológicos, económicos y socioculturales, por lo que espacios
culturales diversos dan lugar a patrones estético corporales específicos para cada
uno.
Por su parte, los medios de comunicación influyen en la existencia de un modelo
ideal de belleza establecido y compartido socialmente, lo que se traduce en una
presión sig-nificativa para los miembros de una sociedad, por la importancia que
se concede al atractivo para triunfar en todas las áreas. Unikel (2000) menciona
que la insatisfacción corporal, la excesiva preocupación por el peso y los trastornos
alimentarios han venido incrementándose de manera consistente en las escuelas.
Se han realizado investigacio-nes desde la perspectiva de las teorías del desarrollo
en las que se hace hincapie en el papel que desempeña el desarrollo de la infancia
y de la adolescencia en la distorsión de la imagen corporal.
Unikel, Saucedo, Villatoro y Fleiz (2002) argumentan que en algunos estudios se ha
demostrado que entre más afectado emocionalmente se encuentre un adolescente,
menos soportara su apariencia física y por ende será mas susceptible a desarrollar
trastornos alimentarios.
Montero, Morales y Carbajal, en el 2004, demostraron que la imagen corporal es
un buen predictor de los trastornos alimentarios y que los adolescentes tienden a
despreciar un cuerpo con sobrepeso, debido a que socialmente existe la creencia
de que un cuerpo delgado es el ideal; Asimismo, mencionan que el interés por
estudiar las alteraciones en la percepción de la imagen corporal es cada vez mayor,
en los estudios realizados se ha detectado que múltiples factores biológicos, sociales
y culturales modulan esta percepción, sin embargo, todavía no se han desarrollado
suficientes métodos objetivos para su valoracion y en algunos casos estos factores
son difíciles de estimar (Gupta, 2000). Al respecto, Dowson y Hendersen (2001) co-
mentan que la percepción de la imagen corporal se utiliza a menudo como medida
de la autoestima y del grado de sa-tisfacción con la propia imagen.
Abundando un tanto en el tema de la autoestima, Aramburu y Guerra, 2001 la
definen como “una especie de socio metro que indica el grado en que una persona
se percibe como incluida o excluida en el entramado social”, de modo que una de
las principales funciones que se atribuyen a la autoestima es la protección de la
exclusión social, esto es, la manera en que las personas tratan de manejar la impre-
sión que causan a los de-más, con estrategias que aseguren su integración social y
eviten su exclusión. Para García (1998) la autoestima se refiere a la forma en que
las personas se perciben a si mismas en terminos generales, independientemente
del aspecto analizado. Martínez, en el 2001, menciona que cientificos del desarrollo
humano, como Peretz, Elkins, Rogers, Maslow,Bettleheim, afirman que la autoes-
tima es una parte fundamental para que el hombre alcance su plenitud y plena
expresion de si mismo. La persona, en su autoeva-luacion,puede verse con orgullo
o verguenza, considerar que posee valor o falta de el.
Según algunos estudios citados por Ortuno (1978), las personas que presentan una
autoestima alta, muestran un control de sus impulsos mayor, con mas frecuencia se
auto refuerzan, refuerzan a otros más a menudo, se auto afirman, son persistentes
en la búsqueda de soluciones constructivas, poco agresivos y muestran una actitud
positiva hacia su propio cuerpo. Otros autores como Toro (1996) y Rosen y Ramírez
(1998) destacan que la baja autoestima es uno de los principales síntomas presen-
tes en las personas diagnosticadas con trastornos de la alimentación, expresándose
con inseguri-dad, falta de aprobación y de respeto hacia si mismas. La preocupa-
ción acerca del peso y la insatisfacción por la imagen corporal constituyen los dos
elementos básicos sobre los que se asienta esta baja autoestima como producto de
inferencias y creencias, muchas de ellas sujetas a distorsiones.
PSICOPATOLOGÌA I
UNIDAD IV: TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD, CONDUCTA ALIMENTARIA Y DÉFICIT COGNITIVODesarrollo
de contenidos
Actividades Autoevaluación
MANUAL AUTOFORMATIVO
137
Desarrollo
Lecturas Actividades
Glosario Autoevaluación
Bibliografía
de contenidos
seleccionadas
GLOSARIO DE LA UNIDAD IV
Lecturas Glosario Bibliografía
seleccionadas
Recordatorio Anotaciones
Actividades Autoevaluación
s
Glosario Bibliografía
BIBLIOGRAFÍA DE LA UNIDAD IV
s
Objetivos Inicio
AUTOEVALUACIÓN DE LA UNIDAD IV
Actividades Autoevaluación
s
as Glosario Bibliografía
nadas
a. Trastorno de personalidad paranoide
b. Trastorno de personalidad esquizoide
c. Trastorno de personalidad antisocial
torio Anotaciones
d. Trastorno de personalidad histriónico
4. T
rastorno caracterizado por un patrón generalizado de emocionalidad y búsque-
da de. atención excesiva.
a. Trastorno de personalidad paranoide
b. Trastorno de personalidad esquizoide
c. Trastorno de personalidad antisocial
d. Trastorno de personalidad histriónico