Está en la página 1de 14

BLOQUE 1: La Península Ibérica desde los primeros humanos

hasta la desaparición de la monarquía Visigoda (711).


1. Los condicionantes geográfcos
2. La Prehistoria:
2.1 Edad de la Piedra: Paleolítico y Neolítico
2.2 La Edad de los Metales: Cobre, Bronce y Hierro
3. La Edad Antigua: la romanización
4. El reino visigodo de Toledo

Tema 1. Los condicionantes geográfcos

Dos son los grandes condicionantes geográfcos que han defnido el desarrollo
histórico del territorio español, su situación geográfca y la forma física de la península
Ibérica.

L a Península Ibérica tiene una posición excéntrica en Europa (apartada en el extremo


suroccidental), y a la vez estratégica, ya que es puente entre dos continentes muy diferentes
cultural y geográfcamente: África y Europa, y entre dos mares de enorme relevancia:
Mediterráneo y Atlántico.
Atendiendo a su forma física, la península conforma un bloque poco recortado con un
amplio litoral, y muy macizo: la altitud media supera los 600m debido a la existencia de una
enorme meseta central, y grandes formaciones montañosas ordenadas de forma periférica
de las que surgen tres vertientes hidrográfcas diferentes (cantábrica, atlántica y mediterránea) con
pocos ríos navegables. Estas características físicas originan tres medios biogeográfcos bien
defnidos:

• Mediterráneo, caracterizado por altas temperaturas, escasas lluvias y vegetación


adaptada a la falta de agua y las altas temperaturas.
• Atlántico, con temperaturas suaves, precipitaciones abundantes y regulares y
vegetación frondosa adaptada a las lluvias y a las temperaturas.
• Continental, caracterizado por temperaturas extremas, escasas precipitaciones y
vegetación adaptada a la sequía y los cambios de temperatura.

Esas circunstancias tienen un efecto determinante desde el punto de vista histórico, ya


que convirtieron a la península paso indispensable entre el Mediterráneo (cuna de las más antiguas
civilizaciones) y el Atlántico (que proporcionará una nueva dimensión del mundo), y cuna de todas las
grandes civilizaciones de la Historia Occidental. Pero son esas mismas características
geográfcas (posición excéntrica, poca navegabilidad de la mayoría de sus ríos, relieve abrupto...) las que han
1
difcultado y ralentizado la confguración de una unidad peninsular propia. Además de la
impronta dejada las numerosas invasiones y colonizaciones, la disposición del relieve ha
entorpecido la relación entre las distintas áreas dentro de la península, difcultando aún más la
cohesión de los pueblos peninsulares. Por último, la situación excéntrica y alejada de la
península con respecto a Europa, ha provocado en algunos momentos cierto aislamiento de
los procesos continentales.

Desde el punto de vista del desarrollo económico, esas mismas características


geográfcas han desarrollado diferencias regionales entre unas zonas y otras. Los distintos
medios biogeográfcos han sido decisivos en el desarrollo de diferentes actividades
económicas según las distintas regiones: la agricultura, la pesca o la minería, y han
difcultado o facilitado otras como el comercio. De hecho, el relieve y la forma de la península
son causantes de enormes difcultades para el transporte terrestre y fuvial.

De lo que no cabe duda es de que esa presencia constante de diferentes civilizaciones


ha provocado una enorme variedad y riqueza cultural sin parangón en Europa.

Tema 2. La Prehistoria

Llamamos Prehistoria a la etapa en la que aún no existían documentos escritos, lo que


nos obliga a reconstruirla utilizando restos arqueológicos. Dentro de la Prehistoria
encontramos dos grandes períodos: Edad de la Piedra y Edad de los Metales, subdivididos a
su vez en varios subperiodos: Paleolítico, Mesolítico y Neolítico, para la Edad de Piedra; y
Cobre, Bronce y Hierro para la Edad de los Metales.

El Paleolítico en la Península Ibérica (1.300.000 – 6.000 a.C.)

Los restos homínidos hallados en la Península Ibérica son escasos y fragmentarios,


aunque los encontramos por todo el suelo peninsular. Los de mayor antigüedad corresponden
al Hombre de Orce (Granada), población donde fueron encontrados restos que se remontan a
más de 1 millón de años de antigüedad.
Pero, sin duda, los restos que hicieron de la Península Ibérica un lugar determinante
para comprender y confgurar el mapa cronológico de los primeras poblaciones europeas, fue
el hallazgo del Homo antecessor (“explorador”) en el yacimiento de la Gran Dolina en la Sierra
d e Atapuerca, Burgos. El yacimiento de la Gran Dolina (una depresión circular producida por el
hundimiento de una caverna), fue descubierto durante la construcción de un ferrocarril a fnales del
XIX, pero el estudio de los restos homínidos encontrados no se hará sino hasta los años 70 y
80 del siglo XX.
2
Procedente de África y con unos 800.000 años de antigüedad, el Homo antecessor se
confguró como uno de los eslabones no conocidos de la cadena evolutiva. Sus rasgos
presentan un patrón de tamaño y forma intermedio entre los Homo "primitivos" africanos y
asáticos del Pleistoceno inferior: con mandíbulas robustas y cráneos más reducidos; y los
"evolucionados", (neandertales y cromañones).
También en Atapuerca se han encontrado 32 cadáveres de Homo heidelbergensis
(350.000 años de antigüedad) , y de su ascendente el Neanderthal (45.000 – 35.000 aC), cuyos restos
son bastantes fragmentarios y que acabaría extinguiéndose antes de convertirse en Homo
sapiens al no poder adaptarse al cambio climático de la última glaciación.

Pese a las teorías eurocentristas que defendían la evolución del Homo sapiens en
territorio europeo, hoy parece claro que
n u e s t r o i g u a l hizo su evolución
íntegramente en África, desde donde
partió hacia otros continentes en tres
oleadas, llegando ya evolucionado a
Europa. El Homo sapiens, que convivió
con el Hombre de Neanderthal, hizo
acto de presencia en la península hace
unos 40.000 años, pero los restos
aparecidos en el País Vasco y la meseta
son muy fragmentarios.

Este proceso de hominización


coincidió en sus últimas etapas con el
Paleolítico en la Península Ibérica Doc. 1

( 1 . 5 0 0 . 0 0 0 a . C . – 6 0 0 0 a . C . ), cu ya s
características principales son las siguientes:

• Hábitat: grupos nómadas en asentamientos al aire libre o en cuevas (durante el Paleolítico


superior, hace 35.000 - 8000) ,
cerca de las terrazas de los ríos donde hay pesca y vegetación y
se encuentran las zonas de paso de manadas de animales en busca de agua.
• Economía: se trata de una sociedad depredadora que vive de la caza, la pesca y la
recolección de moluscos, frutos silvestres, hierbas...
• Sociedad: los seres humanos se organizan en clanes basados en los vínculos de sangre y
no existe todavía ni la jerarquía social ni la división del trabajo.
• Técnica: utilizan utensilios de piedra o hueso tallados y enmangados con madera o
hueso. Podemos distinguir tres sub-periodos según las técnicas utilizadas. Paleolítico
Inferior (1.300.000-60.000 a.C.): los utensilios son muy básicos y se realizan con cantos
rodados de lo que en principio sólo se talla una de las caras y después las dos ( bifaces)
hasta la aparición de utensilios sobre lascas; Paleolítico Medio (60.000-35.000 a.C.): ha

3
habido una importante evolución que podemos ver en que todos los utensilios se realizan
sobre lascas y aparecen varias tipologías diferentes aunque los útiles más comunes son
las raederas, puntas, cuchillos y denticulados; y Paleolítico Superior (35.000-6000 a.C.):
aparecen los utensilios sobre láminas muy pequeños, especializados y mucho más
efcientes. Se desarrolla la técnica del hueso y aparecen puntas de fecha, arpones y
bastones de mando en los que se une funcionalidad y decoración.

Aparte del hallazgo de restos humanos, se han encontrado también en la Península,


yacimientos de hábitats estacionales situados en las terrazas de los ríos o cercanos a la costa
(Torralba y Ambrona en el Duero y Carmona en Guadalquivir, además de El Aculadero y La Janda en Cádiz) .

Pero, sin duda ninguna, uno de los hallazgos más importantes ha sido el del arte
rupestre, realizado por el hombre en el Paleolítico Superior en distintas zonas de la
Península. El primer descubrimiento de arte rupestre tuvo lugar en las Cuevas de Altamira
(Santillana del Mar, Cantabria), descubiertas en 1868 de manera casual y aunque en principio su
autenticidad fue puesta en duda, las pinturas y grabados del magdaleniense (cultura desarrollada
en Francia suoccidental, Cordillera Cantábrica, Levante y Andalucía en torno al 10.000-9.000 a.C.,considerada la
presentan un fuerte realismo, siendo algunas polícromas (se las conoce
edad de oro de la Prehistoria)
como la “capilla sixtina del arte rupestre”) , y otras negras, rojas y ocres, que representan fguras
aisladas de animales, formas humanas y abstractas. A dicho descubrimiento siguieron otros en
toda la costa cantábrica (“escuela franco-cantábrica”), e incluso en el centro y sur de la Península,
entre los que destacan la Cueva de la Pileta (Málaga). Aún no ha podido determinarse con
seguridad cuál es la intención de los pintores paleolíticos, pero está claro que tendría un fn
mágico-religioso: rendir culto a fuerzas de la naturaleza o facilitar la caza.

Doc 2.

El Neolítico en la Península Ibérica (5500 – 3000 a.C.)

La primera gran “revolución” en la evolución humana fue posible por la confuencia


de dos factores: una serie de cambios climáticos que pusieron al límite las condiciones de vida
humana y el conocimiento exhaustivo del medio. Al coincidir ambos condicionantes, algunas
zonas nucleares iniciaron la domesticación vegetal (agricultura) y animal (ganadería), siendo el

4
Próximo Oriente una de las más tempranas, aunque posteriormente y sin existencia de
contacto alguno, comenzasen procesos similares en otras zonas del planeta como el valle del
Indo, China o Mesoamérica. Desde el Próximo Oriente llegaron hasta la Península Ibérica las
novedades neolíticas, a excepción de la cerámica, de la que sí hay ensayos en algunos
yacimientos peninsulares. Las novedades que trajo aparejado el Neolítico fueron las siguientes:

• Hábitat: aparición de poblados sedentarios, cerca de los campos cultivados.


• Economía: surgen la ganadería y la agricultura aunque sigan teniendo gran
importancia la caza, la recolección, la pesca, etc.
• Sociedad: aumento demográfco debido a la existencia de una fuente abundante y
segura de alimento que proporcionan agricultura y ganadería, y a la sedentarización
(descenso notable de la mortalidad) . Comienzo de la división social y la especialización
económica gracias a la aparición de excedentes.
• Técnica: se desarrolla el pulimento de la piedra, mucho más efectivo porque los
instrumentos son más precisos y duros, aparecen útiles relacionados con la agricultura
(hoces, hachas, molinos de mano...), se inaugura el uso de la cerámica (importante como recipiente
de lo recolectado y posible por la sedentarización) , la cestería, los telares...

En cuanto a la evolución ocurrida en la Península durante el Neolítico, podemos hablar


de dos etapas bien diferenciadas:

• Neolítico inicial, que se desarrolla en la costa mediterránea, donde llegaron las


infuencias del Próximo Oriente más tempranamente. Se da un tipo de cerámica todavía
muy rudimentaria y tosca conocida como cerámica cardial (decorada con conchas de molusco),
y se producen los primeros adelantos técnicos y económicos, aunque aún de forma
incipiente.
• Neolítico pleno, que se desarrollará por la llegada de pueblos procedentes del otro lado
de los Pirineos que traen nuevas formas de enterramiento, una metalurgia incipiente y
mayor complejidad social y económica. La cultura más importante es la cultura de los
sepulcros de fosa y se desarrollará en Cataluña, siendo los yacimientos más importantes
las necrópolis y los poblados.

La Edad de los Metales (3000 – 1000 a.C.)

El uso del metal trajo aparejadas una serie de novedades técnicas, sociales y
económicas que acabaron afectando también al hábitat. Los distintos metales, cobre, bronce
y hierro, fueron sucediéndose con el tiempo debido a su mayor efciencia técnica y económica
(mayor dureza y menos coste, que llega a su punto culminante con la utilización del hierro). La
utilización de metales aumentó las diferencias sociales pues los poseedores de metal se
convirtieron en los más poderosos de la sociedad y también introdujo cambios económicos

5
derivados de las necesidades técnicas del trabajo del metal, mucho más complejo que el de
la piedra. Todo ello repercutió en una mayor jerarquía social y del trabajo y en la
conversión de los poblados en aldeas.

La utilización del cobre se inició de forma muy temprana en la Península Ibérica (III
y se debió a una evolución autóctona posible gracias a la existencia de cobre en
milenio a.C.)
abundancia. La cultura más antigua es la llamada Cultura del Vaso Campaniforme de
Ciempozuelos (Madrid), aunque la más importante es la Cultura de los Millares (Almería), que
alcanzó un gran desarrollo agrícola, ganadero y técnico que llevó al amurallamiento de los
nuevos poblados que temían los ataques de otros pueblos más pobres y en los que aparecen
por primera vez enterramientos megalíticos (tholois). Hasta esta zona llegará también la
cerámica campaniforme, muy extendida gracias al comercio del metal.

Durante el II milenio a.C., en pleno desarrollo del megalitismo peninsular, da


comienzo la edad del bronce, en el que destacarán dos importante núcleos. En el sureste
peninsular se desarrolla la cultura del Argar (Almería), que
se extendió desde Albacete y Murcia hasta Granada y Jaén
y cuyos poblados presentan una estructura casi urbana
en la que aparece un trazado de calles y casas
rectangulares con medianeras y una mayor jerarquización
social con jefes (tumbas con ajuares consistentes en armas y joyas) .
E n l a s Baleares, nos encontramos con la cultura
talay ót ica de murallas ciclópeas y monumentos
megalíticos muy peculiares: navetas, taulas y talayots.

Documento 3: Cultura ciclópea de Baleares


Finalmente, durante la edad del hierro (I
milenio a.C.) se consolida la división de la península en dos grandes escenarios culturales,
producto cada uno de ellos de diferentes infuencias:

1. Zona sur y mediterránea, en la que la edad del hierro tiene un carácter peculiar
debido a la infuencia de los pueblos colonizadores: fenicios, griegos y cartagineses,
que se instalan en la península y entablan relaciones comerciales con los pueblos
autóctonos, primero Tartessos y después los pueblos Íberos

2. Zona norte y centro, en la que se desarrolla la cultura celtíbera como producto de


la infuencia de la llegada a la península de los pueblos indoeuropeos que introducen el
uso de este metal entre los pueblos guerreros del norte.

6
1. Zona sur y mediterránea: pueblos colonizadores y Tartessos.

Los pueblos colonizadores del sur peninsular comenzaron a llegar a partir del siglo X
a.C. en busca de metales como el cobre, la plata y el oro, abundantes por aquel entonces en
la zona, así como por la situación estratégica de la región en la ruta del estaño. Los primeros
en llegar fueron los fenicios, que fundarán Gadir (Cádiz), primera ciudad de la península. Los
fenicios introdujeron el olivo, novedades técnicas relacionadas con la extracción del metal, y
el culto a algunas de sus divinidades. Se situaron en toda la costa mediterránea meridional y
fundaron Sexi (Almuñécar, Granada), Abdera (Adra, Almería), Malaka (Málaga)…
Los griegos se asentaron poco después (VIII a.C.) en la zona del levante peninsular,
donde fundaron dos colonias muy importantes Roses y Ampuries, al norte del Ebro. A ellos se
debe la aparición de la moneda en la península, nuevas modas en la cerámica y el culto a
nuevos dioses de origen griego.
Los últimos en llegar fueron los cartagineses, procedentes del norte de África (Cartago).
En la presencia cartaginesa pueden distinguirse claramente dos etapas, una pacífca, en la
que fue fundada Eybissos (Ibiza), y otra de conquista violenta en la que fundan Cartago Nova
(Cartagena) y desde la que realizarán una conquista sistemática de la zona costera mediterránea
con la idea de extraer de ella todo tipo de recursos que le permitiesen salir victoriosos en las
guerras púnicas, que libraban contra Roma en el Mediterráneo. Los cartagineses
introdujeron en la Península el esclavismo y crearon una red de caminos del interior a la
costa. Su asentamiento en la Península acabó con la presencia de fenicios y griegos y
provocó, de paso, el fn de la civilización tartesia que entró en crisis al desaparecer las
relaciones comerciales con los otros pueblos colonizadores, mayor fuente de riqueza de
Tartessos.

Efectivamente, fenicios y griegos fundaron factorías desde las que comerciar con los
indígenas y este contacto estimuló importantes cambios culturales en estos pueblos, que dieron
lugar a un período orientalizante en las sociedades indígenas: primero Tartessos y después los
pueblos íberos, que surgen tras la desaparición de Tartessos.
Tartessos fue una riquísima civilización mítica, culta y pacífca, pero aún misteriosa,
debido a que la mayor parte de las noticias que tenemos de ella son literarias; aún no se ha
encontrado la mítica Tartessos (tal vez esté bajo la ciudad de Huelva ). Sí han ido apareciendo algunos
restos arqueológicos e importantes tesoros (Aliseda y Carambolo, en el Aljarafe sevillano) que nos
demuestran su infuencia por todo el sur peninsular y su avanzada cultura. Los tartesios
desarrollaron una rica economía, una agricultura y ganadería variadas, una metalurgia muy
desarrollada… y una evolucionada cultura en la que se desarrolló la escritura, aunque aún no
ha sido totalmente descifrada. Podemos rastrear sus orígenes desde el bronce fnal pero su
auténtica evolución llegó con el contacto con fenicios, primero, y griegos, después. Gracias a
ellos desarrollaron técnicas metalúrgicas y un intenso comercio y extendieron su infuencia
por toda la mitad sur peninsular. Sin embargo, Tartessos entra en crisis y acaba despareciendo
de forma pacífca, debido a la marcha de griegos y fenicios, pues en los últimos tiempos su

7
economía se había especializado excesivamente en la extracción de metal y ahora no tenían
con quien comerciar.

2. Zona norte y centro: pueblos indígenas, íberos y celtas

Los pueblos celtas peninsulares surgieron de la mutua infuencia que tuvo lugar entre
los pueblos indígenas del norte y centro peninsulares y
los pueblos indoeuropeos que colonizaron la península
Ibérica desde el otro lado de los Pirineos. Tampoco en
este caso podemos hablar de unidad política pero sí de
características comunes en cuanto a economía, cultura y
sociedad. En primer lugar podemos decir que se trata de
pueblos incultos que no conocían la escritura y con una
economía rudimentaria basada, casi siempre, en la
ganadería aunque tenían una desarrollada metalurgia
del hierro, por lo que eran pueblos guerreros que vivían
del saqueo a los pueblos íberos. Socialmente podemos Doc 4. Península Ibérica en la Edad de Hierro
hablar d e sociedades tribales y matriarcales con
escaso desarrollo urbano, que resistirán ferozmente a los romanos. Entre los pueblos más
característicos podemos citar a los vacceos, vetones, lusitanos, celtíberos, cántabros,
astures y vascos, estos últimos de origen desconocido.
Tras la desaparición de Tartessos, los pueblos de las distintas zonas peninsulares
siguieron una evolución peculiar aunque seguían conservando ciertos caracteres iguales que
nos hacen denominarlos genéricamente pueblos Íberos. Su existencia estaba documentada en
las fuentes romanas (principalmente Plinio y Estrabón) pero fueron desconocidos hasta que en 1870
aparecieron los primeros restos arqueológicos en el Cerro de los Santos (Albacete), a los que
después se unieron las Damas de Elche (Alicante) y Baza (Granada), los relieves de Osuna y
multitud de exvotos.
Las diferencias principales entre estos pueblos radican en sus formas políticas, que
van desde la república hasta la monarquía, y en
los alfabetos, pero comparten las mismas formas
económicas (muy desarrolladas y basadas en la existencia
de agricultura, ganadería y metalurgia ), sociales y
culturales (el mismo panteón de dioses de origen griego y
fenicio), el desarrollo de santuarios naturales y
exvotos, la existencia de escritura, misma tipología
arquitectónica, y e n o r m e d e sa r r o l l o d e l a
escultura. Aunque no fueron tan pacífcos como
los tartesios sí sabemos que siguieron manteniendo
contacto comercial con los pueblos colonizadores,
aunque en menor medida que sus antecesores.
Doc. 5. La Dama de Baza, s. IV a.C.

8
Tema 3. Edad Antigua: la romanización

La República romana llega a la Península Ibérica con el objetivo de ampliar sus


territorios y privar a los cartagineses de su principal fuente de abastecimiento
asfxiándolos económicamente para así derrotarlos con facilidad en el Mediterráneo.
Aprovechando una disputa entre los cartagineses y la colonia de Ampurias desembarcaron en
ella y atacaron desde allí a los cartagineses (218-202 a.C.) Una vez expulsados los cartagineses,
Roma se asentó en toda la costa mediterránea, teniendo que hacerse cargo ahora de un nuevo
enemigo: los pueblos celtíberos que lanzaban continuos ataques contra los romanos. El
desgaste que los celtas provocaban, decidió a Roma a emprender la conquista defnitiva de la
Meseta.

La fase de conquista de la Meseta tuvo lugar entre 154-133 a.C. y se caracterizó por
la ferocidad de los pueblos indígenas, sobre todo los celtíberos ( Numancia) y lusitanos (liderados
por Viriato) en su lucha contra Roma. Una vez tomada la meseta, sólo restaba por conquistar la
zona montañosa del norte, que, en principio, no interesaba a los romanos y que estaba bien
protegida por el relieve. Sin embargo, entre el 29-19 a.C. el primer emperador, Octavio
Augusto, ordenó someter la zona y rápidamente la conquista se dio por fnalizada, iniciándose
el proceso de romanización o aculturación de los pueblos indígenas por parte del Imperio
Romano. Roma impuso en la zona su organización territorial, económica y social, así
como su cultura, de la que son elementos destacados la lengua ( latín), la ley (el Derecho Romano),
el urbanismo, la religión (primero el panteón romano y más tarde el cristianismo) y el arte.

Efectivamente, una vez fnalizada la conquista, los romanos reorganizaron


administrativamente la nueva provincia conquistada a la que llamaron Hispania y en la
que crearon seis provincias: Baética, Lusitania, Gallaecia, Tarraconensis, Cartaginensis y
Baleárica. La Baética fue la provincia más romanizada y dio a Roma dos de sus emperadores
más conocidos: Trajano y Adriano. En todas ellas
existía una capital y varias ciudades secundarias que
organizaban todo el espacio y de las que dependían
las zonas rurales. Hispania se organizó como una
retícula de ciudades cuya construcción se hizo a
imagen y semejanza de Roma, la capital del imperio.
Entre todas ellas se construyeron varias calzadas o
vías, destacando la Vía de la Plata y la Vía Augusta.
Los habitantes de Hispania, por su riqueza y grado
de asimilación cultural, tendrán un trato preferente
en el Imperio hasta el siglo III, momento en el que
todos los habitantes del mismo tengan el estatus de
ciudadanos. Documento 7

9
Por lo que respecta a la economía, destacó la agricultura caracterizada por amplios
latifundios trabajados por esclavos y por el desarrollo de la tríada mediterránea (trigo, vid y
olivo) y los cultivos de regadío. Tras la conquista, las tierras de Hispania había sido repartidas
entre el Estado y los colonos, que podían ser senadores (propietarios de enormes latifundios),
soldados, gentes llegadas de Roma o indígenas, aunque el Estado arrendaba las suyas. Se
introdujeron nuevas técnicas como el barbecho, sistemas de regadío y los animales de tiro,
que aumentaron la producción.
Se desarrollaron también la ganadería, l a pesca, l a artesanía, el comercio y la
minería (plata, oro, cobre, mercurio...), que fue monopolizada por el Estado, aunque éste
arrendaba las minas a particulares que las explotaban con mano de obra esclava o con
condenados, generalmente.

E l fnal de la presencia romana en la Península Ibérica tuvo lugar tras la caída del
Imperio Romano de Occidente (476 d.C.) que venía anunciándose desde la crisis del siglo III.
Esta crisis tuvo su origen en una triple problemática:

• La crisis económica que se extendió por todo el Imperio. Sus causas hay que buscarlas en
un empobrecimiento del Estado provocado por la disminución de los impuestos que
sobrevino tras la extensión de la ciudadanía a todos los habitantes del Imperio (caída en la
recaudación de impuestos) y al fn de las conquistas (escaseo de la mano de obra esclava y de los
recursos obtenidos con ellas) y la llegada de las invasiones bárbaras. Los resultados de la
situación descrita fueron el descenso de rentabilidad de la agricultura, la crisis del comercio
y la artesanía, paralizados por las invasiones y la falta de compradores, el despoblamiento
de las ciudades, el estallido de revueltas urbanas y los saqueos y la práctica desaparición de
la moneda. La economía y la vida urbana se hundieron y ello fue especialmente visible
e n Hispania, d o n d e se volvió prácticamente al trueque y la economía de
autosufciencia. Las villas se convirtieron en islotes de población, de actividades agrarias y
de protección donde se refugiaban los habitantes del Imperio buscando la protección
económica y personal que el Estado ya no le proporcionaban.

• L a crisis militar, debida a la continua presión de los pueblos bárbaros sobre las
fronteras del Imperio que el ejército romano no era capaz de contener. Finalmente, hubo
que llegar a acuerdos con los pueblos bárbaros más adelantados a los que se les permitió
el asentamiento en el Imperio a cambio de ayuda militar contra otros bárbaros, lo que
nos demuestra la debilidad de un Imperio demasiado grande y casi imposible de controlar.

• Una crisis política generada por la mala situación económica. La pérdida de credibilidad
de las autoridades centrales dio el poder a las autoridades locales, más capaces de
atender las necesidades inmediatas de la población, y que controlaban y pagaban a los
ejércitos romanos formados por mercenarios, quienes obedecían a sus pagadores y no al
poder legalmente establecido.

10
En la primera mitad del siglo V, suevos, vándalos y alanos habían llegado a las puertas
de la Península Ibérica. Para combatirlos, el Imperio romano pidió ayuda a los visigodos,
también de origen germano pero bastante más romanizados que los otros pueblos bárbaros. Su
cometido era mantener a raya a los invasores y, sobre todo, impedir que estorbaran el
abastecimiento de Roma por las rutas que recorrían el Mediterráneo. Los visigodos llegaron en
el 418 después de frmar un foedus (tratado) con los romanos. Parte de ellos se situaron en la
zona que va desde Guadalajara hasta el Mediterráneo, el resto permaneció en la Gallia ( actual
Francia). Finalmente, consiguieron arrinconar a los suevos en Gallaecia y expulsar a los
vándalos, los más violentos de todos los bárbaros, al norte de África, mientras que los alanos
se asimilaban con rapidez al resto de la población peninsular. Pero, una vez dentro, los
visigodos se plantearon la siguiente cuestión: ¿por qué habrían de entregar Hispania a un
imperio moribundo, más aún, encontrándose ellos dentro de la Península?
Poco después, en 476, la situación de Roma se hará insostenible, produciéndose así la
caída defnitiva del Imperio Romano de Occidente.

Tema 4. El reino visigodo de Toledo

Tras la caída del Imperio Romano, los visigodos siguieron gobernando en Hispania
como sucesores de los romanos y en su nombre, pero su centro de operaciones estaba en la
Gallia (actual Francia). Sin embargo, un enfrentamiento con los francos que tenían la intención
de asentarse en la Galia los llevó después de la derrota de Vouillé en el 507 a dejar la Galia
en poder de los francos y a instalarse en Hispania, inaugurando así el primer Estado
netamente peninsular, con capitalidad en Toledo.

Sin embargo, el reino visigodo tuvo desde el primer momento serias difcultades para
mantener el orden y subsistir debido a que las continuas luchas internas por el poder daban
una gran inestabilidad al Estado. Para evitar su derrumbe, los principales monarcas visigodos
(Leovigildo, Recaredo y Recesvinto) iniciaron un proceso de unifcación territorial, política,
religiosa y jurídica.

Para conseguir la unidad territorial, los visigodos sometieron a cántabros, vascones y


astures, expulsaron defnitivamente a los suevos del noroeste y a los bizantinos del sureste, y
convirtiendo la península en un reino plenamente visigodo. Para solventar la cuestión política,
estructuraron una monarquía que pasó de ser electiva a hereditaria. L a unifcación
religiosa se logró con la conversión de Recaredo al cristianismo (589), religión mayoritaria
entre los hispanorromanos, lo que provocó una intolerancia creciente contra los judíos.
Finalmente, a mediados del VII, Recesvinto promovió la creación del Líber Iudiciorum como
ley única para conseguir la unifcación jurídica.
11
L a economía visigoda fue eminentemente rural y se basaba en la agricultura y la
ganadería, lo que aceleró la decadencia del comercio por el Mediterráneo (en manos de sirios,
griegos y judíos) y las ciudades, cayendo las vías de comunicación en desuso y desapareciendo
casi por completo la moneda. La mayor aportación visigoda reside en su excelente orfebrería:
cruces, coronas votivas... y en lo que respecta a la cultura, en la que la infuencia romana fue
muy importante, siendo la fgura clave la de San Isidoro de Sevilla.

En cuanto a la sociedad visigoda, lo más destacable son las grandes desigualdades


existentes entre las capas altas, producto de la fusión de la nobleza visigoda y la
hispanorromana, y las capas bajas, que no ostentaban nunca los cargos importantes y debían
trabajar sin descanso para pagar tributos a sus señores, ya que el Estado era incapaz de
recaudarlos por si mismo. De esta manera se formaron grupos nobiliarios rivales con cierto
poder económico y pequeños ejércitos propios.

Tras la muerte el rey visigodo Witiza, sube al trono Don Rodrigo, cosa que no gusta en
absoluto a los hijos de aquel, iniciándose de nuevo una lucha por el poder. A esta crisis
política hay que sumarle las continuas revueltas que en el norte protagonizaban cántabros,
astures y vascones y el enorme descontento de ciertos estratos sociales maltratados por el
Estado.

Así las cosas, cuando en el año 710 los musulmanes se asoman a las puertas de la
península desde África, se encuentran con un ejército visigodo dividido y grupos de feles de
uno y otro señor incapaces de actuar de forma coordinada.
La derrota será rápida y fulminante. En el año 711 los musulmanes se harán con casi la
totalidad de la Península inaugurando así un nuevo estado, el conocido como Al Andalus, bajo
el poder del Imperio Islámico.

12
ACTIVIDADES

DOCUMENTOS

Documento 1: Hominización

1. Describe la imagen.
2. Identifca los datos que ofrece ordenando la información.
3. ¿Cómo destaca la importancia del Homo Antecessor? ¿Qué importancia tiene el Homo antecessor
para el poblamiento de la Península Ibérica? ¿Y para el poblamiento del continente europeo?
4. ¿Hay restos de Neanderthal y sapiens en la península? ¿De dónde proceden?

Documento 2: Cueva de Altamira

1. Describe la imagen: ¿qué representa? ¿qué técnicas y características presenta?


2. ¿En qué periodo la ubicarías? ¿Por qué?
3. Conoces otras zonas de la Península Ibérica con restos pictóricos similares? ¿Qué otras expresiones
artísticas conoces de este periodo

Documento 5: La Dama de Baza

1. Describe las características de la escultura.


2. ¿Qué función crees que tenían los utensilios depositados a los pies de la dama?
3. ¿Quiénes son los artífces de esta obra?

Documento 6: Textos

“Inmediatamente después (de Italia), y exceptuando las fabulosas regiones de la Indida, he de hablar de Hispania, al
menos de las regiones costeras; es (Hispania), en verdad, pobre en parte, pero donde es fértil, da abundancia de
cereales, aceite, vino, caballos y metales de todo tipo, igual que la Galia, pero Hispania le gana por el esparto de sus
regiones desérticas, por la belleza de sus colorantes, por su espíritu por el trabajo, por sus esclavos robustos, por la
resistencia de sus hombres y su corazón vehemene”
Plinio el Viejo, Historia Natural

“De la Turdetania se exporta trigo, mucho vino y aceite; este último en cantidad y calidad insuperables. Se exporta
también cera, miel mucha cochinilla y minio. Fabrican ellos mismos sus barcos con maderas del país (...),
anteriormente importaban muchos tejidos, hoy en día, sus lanas son muy solicitadas(...) Los turdetanos tienen fama
de ser los más cultos entre los íberos; tienen una gramática y poseen escritos de antigua memoria, poemas y leyes
en verso, que, según dicen ellos, tienen seis mil años. Los otros íberos tiene también su gramática; pero ésta no es
uniforme, porque tampoco todos hablan la misma lengua (...)
Estrabón. Geografía. Libro III (siglo I a.C.)
1. ¿De qué hablan los textos?
2. ¿Quiénes los escriben y cuándo? ¿Son una fuente primaria o secundaria?
3. ¿Qué habitantes de la Península Ibérica hace referencia el segundo texto? ¿Cómo caracteriza a
estos habitantes el primer texto? ¿Por qué crees que los describe así?
4. ¿Cuáles eran las principales riquezas de la Hispania romana?

13
Documento 7: Mapa Hispania

1. Describe el mapa de la Península Ibérica: ¿qué símbolos y datos aparecen en él?


2. Identifca las principales provincias romanas y sus capitales.
3. Explica el itinerario de las principales calzadas romanas en Hispania. ¿Reconoces alguna de
ellas?
4. ¿Cuáles son los principales puertos marítimos?

PREGUNTAS

1. ¿Se produjo el proceso de hominización en la Península Ibérica? ¿Cuál ha sido la mayor aportación
de la antropología española al estudio de la hominización?
2. ¿Surgió el Neolítico en la Península Ibérica? Señala las características y principales etapas del
Neolítico peninsular
3. ¿Qué novedades trajo aparejada la llegada del metal? ¿Fue una innovación autóctona? ¿Por qué?
4. Señala en qué consistió el Cobre en la Península Ibérica y haz una redacción sobre la “Cultura de
los Millares”
5. ¿A qué período pertenece la “Cultura del Argar”? ¿Cuáles fueron sus características?
6. ¿Qué dos culturas podemos distinguir durante la Edad del Hierro en la Península Ibérica? ¿Por qué
decimos que fue un período orientalizante?
7. ¿Por qué llegaron hasta aquí los pueblos colonizadores? Di quienes fueron y cuáles fueron sus
aportaciones
8. Haz una redacción sobre Tartessos
9. ¿Por qué llegan los romanos a la Península Ibérica? Haz un esquema con las etapas de la conquista
y la organización de la nueva provincia por los romanos
10. ¿A qué llamamos romanización?
11. ¿Por qué aparece el reino visigodo de Toledo?
12. ¿Por qué decimos que el poder era inestable en el reino visigodo? ¿Qué hicieron los monarcas para
fortalecerlo?

VOCABULARIO

Hominización, Paleolítico, Neolítico, Homo heidelbergensis, arte rupestre, sociedad depredadora,


sedentarización, pueblos colonizadores, íberos, celtas, indoeuropeos, romanización, Baética, Hispania,
latifundismo, esclavismo, pueblos bárbaros, Reino Visigodo de Toledo, foedus.

14

También podría gustarte