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INSTITUTO HISPANO JAIME SABINES

Incorporado al sistema educativo estatal


NIVEL PREPARATORIA

MATERIA: FILOSOFÍA

LOS PRIMEROS GRANDES FILÓSOFOS OCCIDENTALES

PROYECTO QUE PRESENTA:

BLANCA ESTRELLA JIMÉNEZ GORDILLO


Alumna del quinto semestre
Área: Sociales y humanidades

ASESOR: LIC. VICTOR MANUEL MARTÍNEZ LÓPEZ


TITULAR DE LA MATERIA

TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS. 15 DE NOVIEMBRE DE 2022


INTRODUCCIÓN
La filosofía es, según su etimología, el amor a la sabiduría. Estudia las
problemáticas diversas como son el conocimiento, la mente, la consciencia, la
ética, el lenguaje, la belleza, la moral, etc. Y es algo semejante a una ciencia
madre, puesto que casi todas las disciplinas se derivan de la filosofía.
La filosofía es tremendamente antigua, y se remonta hasta la Grecia Clásica,
alrededor del siglo V a. C. Los filósofos sólo aspiraban a observar y entender. Y
así lo hicieron los primeros grandes filósofos occidentales: Sócrates, Platón y
Aristóteles. Además, marcaron un hito fundamental en el pensamiento que el
posterior Imperio Romano heredaría y transmitiría a toda Europa.
Así que, en el presente trabajo, se abarcará una investigación, tan completa cómo
es posible, respecto a estos 3 filósofos que enaltecieron a la filosofía.
Describiendo su vida en los aspectos más importantes y relevantes, así como sus
aportaciones significativas explicadas con el mayor lujo de detalle.
DESARROLLO DEL TEMA
SÓCRATES
Biografía
Sócrates vivió en la ciudad de Atenas en el siglo V a.C., conocido como el «Siglo
de Pericles», uno de los periodos más importantes de la historia de Grecia, en el
cual tuvieron un desarrollo excepcional la escultura, la arquitectura, la literatura y,
por supuesto, la filosofía. Durante este siglo de oro ateniense también comenzaron
muchos avances sociales encaminados a ayudar a campesinos y ciudadanos sin
recursos.
Con Pericles compartió época y también amores. Aspasia de Mileto —Diotima en
El banquete de Platón— fue una de las mujeres más importantes de la civilización
helena. Sobre Aspasia hay muchas teorías, pero, como ocurre con la vida de
Sócrates, pocas fuentes para poder realizar afirmaciones de peso. Algunos
historiadores especulan con la posibilidad de que fuese una hetaira —cortesanas
que gozaban de una preparación intelectual excepcional—, y que llegó hasta
Atenas para buscar un matrimonio con un aristócrata. Tanto Pericles como
Sócrates quedaron prendados de esta mujer a la que se llegó a acusar de ser la
causante de las Guerras del Peloponeso, en las que el filósofo luchó —
compartiendo armas con Alcibíades, el sucesor de Pericles— y que supusieron el
fin de la hegemonía de Atenas en el Mediterráneo. A ella se le atribuye la autoría
de la famosa oración fúnebre, el conocido como mejor discurso de la historia, que
recitó Pericles.
Sobre su formación hay más especulaciones que certezas. Se piensa que fue
discípulo de Anaxágoras, y que entró en contacto con los postulados de
Parménides y Jenófanes, así como de la escuela de Pitágoras. Compartió años
con Platón, su discípulo, que entregó a la posterioridad una visión idealizada de su
maestro en su obra Diálogos. También el historiador Jenofonte fue contemporáneo
suyo, y el dramaturgo Aristófanes —autor de Lisístrata—, que dio una versión
más mundana y populista de Sócrates en su obra Las nubes.
Sócrates no dejó nada escrito, pero su legado es universal y reconocido. Al ser
sus citas apócrifas en muchas ocasiones, y beber solo de textos de discípulos
como Platón, no hay posibilidad de contrastar su rigor. Su mayor aportación a la
filosofía fue cambiar el centro de atención. Hasta entonces la cosmología atraía la
atención de los pensadores. Con él hay un cambio: ahora el hombre es lo
importante, nace el antropocentrismo. El conocimiento y la sabiduría son las bases
de su pensamiento, junto con la virtud y la búsqueda de la felicidad.
Sócrates combatió a los sofistas con sus propias armas, siendo confundido en
ocasiones con uno de ellos. Los sofistas utilizaban una retórica discursiva para
alcanzar la sabiduría. Protágoras fue uno de sus máximos exponentes. Estos
filósofos eran viajeros, entraron en contacto con otras culturas, enseñaban —
fueron los primeros en cobrar por ello— a ser buenos ciudadanos y a triunfar en la
política. Este conocimiento de otras sociedades les reafirmó en su escepticismo y
relativismo, por el que fueron demonizados por Platón. Durante muchos siglos la
percepción que se tuvo de ellos fue muy negativa, hasta que fueron reivindicados
por pensadores como Nietzsche. Los sofistas, como Sócrates, ponían el foco en el
hombre y la sociedad.
La mayéutica fue la gran herencia de Sócrates. Con ella enseñaba y también
rebatía a los sofistas. El sabio griego recorría plazas buscando su público, pero no
se limitaba a dar un discurso, a practicar un ejercicio de retórica: él se dedicaba a
interrogar, preguntar, para conseguir que sus interlocutores mostrasen sus errores
y acabasen afirmando lo que desde un principio les estaba sugiriendo. Sócrates
hacía de comadrona, ayudaba a sus espectadores a que diesen a luz por sí
mismos. Su sabiduría se cimentaba en la conocida frase «solo sé que no sé
nada». Sócrates desmontaba las ideas preconcebidas de su oyente con
preguntas. Una vez admitida la ignorancia, era el momento de empezar a construir
para llegar al conocimiento.
Sócrates vivió 70 años. Tuvo una juventud dedicada a la vida militar, tras la cual
pasó a disfrutar de un retiro que le permitió dedicarse a la filosofía. Sócrates fue
venerado por Platón, y por el discípulo de este, Aristóteles. Tuvo amistades con
los grandes hombres de la política y la milicia de Atenas. Sin embargo, su final fue
terrible.
Al filósofo ateniense sus enemigos le acusaron de impiedad y de corromper a la
juventud. Pero la causa de su condena fue la oposición a la tiranía de Critias. Fue
condenado a beber cicuta, un poderoso veneno que acabó con su vida. Esta
escena queda reflejada en la obra de Platón Fedón, aunque su discípulo no pudo
estar con él en ese triste momento por encontrarse enfermo. La muerte por cicuta
era muy dolorosa, sin embargo, los testimonios sobre su suicidio —inducido—
hacen creer que pudo ser mezclada con algún opiáceo para evitar el
sufrimiento.pezar a construir para llegar al conocimiento.

Docta ignorancia
La filosofía, en el sentido en que Sócrates la entendió, es un amor a la sabiduría.
El concepto de sabiduría (phrónesis) debe distinguirse del concepto de
conocimiento, entendido como un saber puramente teórico, que busca penetrar en
la esencia o naturaleza de las cosas (episteme). La sabiduría es una forma de
saber que incide directamente sobre la vida humana, sobre el problema
fundamental de cómo se debe vivir. La sabiduría tiene que ver con el problema de
los valores y de los fines, sobre lo que es digno de aprecio para todos, y, por lo
mismo, a todos debe interesar. Ésta es la forma de saber que importaba a
Sócrates, a diferencia del conocimiento teórico de los filósofos presocráticos, que
se expresaba en los más variados sistemas cosmológicos, en los que explicaban
el proceso de la formación del universo a partir de una materia o de una
multiplicidad de elementos materiales eternos.
Sócrates enseñaba a reflexionar y a buscar la verdad en el terreno de la praxis, de
la vida social y política. Se dice que fue el fundador de la ética, esto es, de la
disciplina filosófica que indaga sobre los valores morales, como la justicia, el bien,
la piedad, la amistad, el amor, la felicidad, la prudencia, y sobre la forma de
conducta que conduce a la realización de dichos valores. Por eso decía: "el caso
es que los campos y los árboles no quieren enseñarme nada, pero sí, en cambio,
los hombres de la ciudad" (Fedro, 230d). Desde luego que Sócrates no fue un
moralista por el estilo de otros grandes, como los chinos Confucio y Lao-Tsé, o los
profetas hebreos. Es decir, no pretendía ser un conocedor del bien como un valor
absoluto, que debe ser enseñado por adoctrinamiento. No fue tampoco un
indignado predicador de sermones, que hubiese estado inspirado por una
revelación religiosa. Ciertamente, él creía que era asistido por su daimon, pero
este demonio no le exhortaba a actuar, sino que era un poder inhibidor, le advertía
sobre los riesgos de actuar en un sentido determinado. Más tarde se interpretó el
daimon socrático como la voz de la conciencia, o como un sexto sentido instintivo
que le preservaba de caer en errores. Sin embargo, su enseñanza central es que
los errores se cometen por ignorancia.
He aquí su idea, su tesis fundamental: la virtud es conocimiento. Esto puede
interpretarse en el sentido de que sólo el conocimiento del verdadero bien puede
ser una guía segura de la acción. Conocimiento es aquí conocimiento de un valor,
conocimiento práctico. Si logramos obtenerlo, será una base legítima para el buen
vivir digno del hombre. Sin embargo, si le preguntaban a Sócrates por el
conocimiento del bien, él confesaba que no sabía la respuesta exacta y era
consciente de su ignorancia. Por eso incitaba a todos a examinarse a sí mismos.
Él se daba cuenta de que cuando la voluntad se dirige hacia una meta, un objeto,
es porque la inteligencia lo interpreta como un bien y le representa la utilidad, el
placer o el mérito que podría alcanzar. Pero si se suprime o cambia la
interpretación de la inteligencia, desaparece o cambia el acto voluntario. Sócrates
pensaba que el hombre se comporta mal porque es ignorante, es decir, porque su
inteligencia interpreta erróneamente y cree ver el bien donde en realidad no existe,
o considera como bueno algo que en verdad no lo es. Éste es el tema que trata en
el diálogo Menón. Se dedica entonces a interrogar a sus conciudadanos para
hacerles conscientes de su ignorancia, para desarraigar de su mente los
prejuicios, las opiniones infundadas, los malos entendidos.

Mayéutica
la mayéutica o método socrático, desarrollado por el filósofo griego Sócrates (470-
399 a.C.), uno de los padres de la filosofía clásica o filosofía presocrática (S. VI-II
a.C.). La cual, se caracteriza por recurrir a logos/razón y no al mythos/mitología-
religión para explicar las cosas. Precisamente, Sócrates, a través de la mayéutica
busca ayudar a encontrar la verdad o el conocimiento a través de preguntas que
nos conducen a pensar, a abrir nuestra mente, despertar la curiosidad, incitar al
debate y a liberarnos de las ideas preconcebidas.
Se trata, pues, de un método que irrumpió y chocó directamente con una Atenas
predominantemente sofista que establecía que el conocimiento era transmitido por
los sabios a los discípulos, cuyo rol era el de escuchar al maestro. En contra de lo
que difundía Sócrates, un método en el que maestro y discípulo tuvieran un
debate dialéctico de igual a igual.
Así, la mayéutica ha influido decisivamente en la historia de la filosofía y, en la
actualidad, el método socrático es ampliamente utilizado en el psicoanálisis y en la
educación.
La mayéutica o método socrático, es el método ideado por Sócrates para
ayudarnos a encontrar y recordar la verdad. Y, para ello, el filósofo usó el término
griego maieutike= arte de ayudar a parir, porque para él, el embarazo y el parto
eran una clara metáfora y analogía del proceso que debemos seguir para obtener
el conocimiento.
Para Sócrates, el conocimiento es algo inherente a la persona que está en
nosotros antes de nacer, pero al nacer es olvidado y, por tanto, para recordarlo
necesitamos alguien que nos ayude, ya que, podríamos caer en el mayor de los
vicios, la ignorancia. De esta forma, el filósofo nos viene a decir que estamos
embarazados de conocimiento y que el maestro, al igual que una partera, nos
ayuda a parir ese conocimiento a través del diálogo.
Además, al igual que el parto, este proceso puede ser doloroso porque se basa en
realizar toda una serie de preguntas aporéticas e inconclusas sobre algo que
creemos saber (el amor, la belleza, la amistad, la justicia…), pero que resultan ser
incómodas porque nos demuestran que no tenemos el conocimiento absoluto
sobre aquello que pensamos entender.
No obstante, este proceso que a priori resulta ser incómodo para uno de los
interlocutores, nos permite alcanzar el conocimiento por nosotros mismos, nos
ayuda a razonar y a abrir nuestra mente. Como diría Sócrates: Solo sé que no sé
nada.
La principal característica de la mayéutica socrática es la dialéctica entre dos
interlocutores que mantienen una conservación en la que uno se limita a preguntar
y el otro a responder. Así, este método, se suele dividir en dos fases:
 La ironía: el maestro plantea un tema a debatir al alumno, haciendo creer
que este lo sabe (encumbrándolo) y el maestro no. Así, el maestro
comienza preguntando de forma humilde e irónica y rebatiendo todas las
contestaciones con más preguntas.
 La mayéutica: nos ayuda a sacar de nuestra psique nuestro conocimiento
y a descubrir que nuestra idea sobre las cosas es errada.

Crítica
Sócrates fue uno de los filósofos griegos más influyentes del pensamiento
universal. Él está persuadido que el mayor bien del ser humano no consiste en
atender a las cosas que le pertenecen, a las que posee, sino más bien a lo que es
el él mismo. Las riquezas y los honores se tienen y son algo exterior al hombre,
pero el ser más sabio y más perfecto es algo que se es, y se es desde dentro. Y
comparto esa visión respecto a las cosas que son del mundo, ajenas al hombre.

PLATÓN
Datos biográficos
No se sabe a ciencia cierta dónde nació Platón. Se cree que nació en Atenas o en
Egina entre 426 y 347 a.C. Creció en el seno de una familia aristócrata. Su padre
fue Aristón de Atenas, descendiente de los reyes Codro y Melanto, y su madre fue
Perictione, proveniente de la familia de Solón, un importante reformador político.
Tuvo dos hermanos, Glaucón y Adimanto, y una hermana, Potone.
Su nombre real fue Aristocles. Platón significa “el de espalda ancha” y fue un mote
que aparentemente recibió de su profesor de gimnasia a causa de su aspecto
físico.
Cuando su madre enviudó, se casó con Pirilampo, amigo de Pericles, quien se
ocupó de brindarle la mejor educación. Fue alumno de figuras como Teodoro de
Cirene y Hermógenes, pero destacó en el seguimiento de Sócrates, a quien tomó
como único maestro desde el momento de conocerlo hasta su muerte. Tras este
episodio, del que aparentemente fue testigo, emprendió varios viajes hacia
Megara, Cirene, Egipto y Arquitas de Tarento, temiendo posibles consecuencias.
Platón fue el fundador de la Academia de Atenas, una escuela dedicada al
desarrollo del conocimiento que se dedicó a la filosofía, la retórica, las
matemáticas, la astronomía y la medicina. Allí tuvo a Aristóteles como el más
destacado de sus alumnos. La Academia llegó a funcionar por nueve siglos, salvo
algunas interrupciones. Tras una vida consagrada a la educación, Platón murió
con poco más de 80 años de edad.
Obras
Platón fue un autor muy prolífico. Su obra fue presentada en la forma del diálogo,
poniendo en práctica el principio del método dialéctico socrático. Los trabajos del
filósofo griego han sido ordenados de muchas formas. Uno de los criterios ha sido
de acuerdo a sus etapas de madurez.

Período de juventud (393-389 a.C.)


Eutifrón o De la santidad. Relata un supuesto encuentro entre el adivino Eutifrón
y Sócrates, en el cual habrían discutido sobre la naturaleza de lo santo.
Apología a Sócrates. El autor expone los argumentos de Sócrates en el proceso
del juicio que lo llevó a la muerte. Sócrates se habría defendido de las
acusaciones de pretender penetrar los misterios divinos, alegando que sus
enseñanzas obedecían, más bien, un mandato del Oráculo de Delfos.
Critón o El deber. A través de un diálogo entre Critón y Sócrates, Platón
desarrolla la cuestión de la obediencia de las leyes de la República, a las que
representa como deber absoluto.
Ion o De la poesía. Sócrates y el rapsoda Ion de Éfeso conversan sobre la
poesía, la interpretación y la inspiración, cuestionando si la poesía puede ser
considerada, en realidad un arte.
Lisis o De la amistad. Un diálogo entre Sócrates, Lisis, Hipotales, Ctesipo y
Menexenes es el medio por el cual Platón expone sus reflexiones en torno a la
amistad, haciendo particular hincapié en refutar las teorías previas sobre el tema.
Cármides o De la sabiduría. Sócrates, Querefon, Critias y Carmines discuten
acerca del concepto de la sabiduría, cuestionando las ideas en torno a su
percepción.
Laques o Del valor. En este diálogo en particular, el valor se presenta como un
medio a través del cual se discute el verdadero interés de Platón, que es la
educación física y moral de los hijos. El texto representa un diálogo entre
Sócrates, los ancianos Melesías y Lisímaco y sus hijos, Arístides y Tucídides
respectivamente, así como los generales atenienses Nicias y Laques.
Protágoras o Los sofistas. Este un diálogo bastante teatral que versa sobre la
virtud o excelencia, y deja al descubierto las posturas de Platón respecto de los
sofistas, a quienes Sócrates criticaba. Entre los personajes referidos están
Sócrates, Hipócrates, Alcibíades, Critias, Protágoras, Hipias, Pródico y Calias.
Eutidemo o El disputador. Platón representa dos conversaciones, una entre
Sócrates y Criton, y otra entre Sócrates, Eutidemo y Dionisodoro. En esta obra,
Platón refuta la erística de los sofistas y defiende la dialéctica socrática.

Período de transición (388-385 a.C.)


Hipias mayor o ¿Qué es lo bello? En el Hipias mayor, conocido también como
Primer Hipias, Platón reflexiona en torno a la noción de lo bello por medio del
diálogo entre Sócrates e Hipias de Élide. Este texto ha sido de vital importancia en
el desarrollo de la estética como disciplina filosófica.
Gorgias o De la Retórica. Sócrates discute con Gorgias de Leoncio, Pólux de
Agrigento y Callicles de Atenas. A través de la exposición sobre el valor y los
principios de la retórica o arte de la persuasión, Platón los pone en práctica al
desarrollar las nociones de lo bello y lo feo, lo justo y lo injusto y, por último, el
bien dentro de este diálogo.
Menéxenes o La oración fúnebre. Se trata de dos diálogos entre Sócrates y
Mexénenes sobre los ciudadanos muertos en combate. El primero de ellos
representa un elogio y el segundo representa una exhortación.
Menón o De la virtud. Platón expone, una vez más, sus consideraciones sobre la
virtud, y cuestiona si esta puede ser enseñada.
Crátilo o De la propiedad de los nombres. Se trata de un diálogo entre Sócrates
y Cratilo que presenta la discusión sobre la naturaleza de los nombres y su
significado, al que Sócrates considera autónomo de la voluntad humana.

Período de madurez (385-371 a.C.)


Fedro o De la belleza. Platón reflexiona sobre la ciencia de lo bello y la ciencia
del bien. Dicen los expertos que en este texto se encuentra el compendio del
aprendizaje de sus maestros más el germen de sus mejores y más influyentes
obras, La república y Las leyes. Algunos consideran que esta obra es, más bien,
del período de juventud o transición.
Fedón o Del alma. Basado en la última secuencia de la vida de Sócrates, el
Fedón reflexiona sobre la inmortalidad del alma, desarrollando la teoría de las
formas, de la reminiscencia y de la metempsicosis.
El banquete o Del amor. En este diálogo, conocido también como el simposio,
Platón expone sus teorías en torno al concepto de Amor. La discusión tiene lugar
en un banquete donde los comensales debaten sobre Eros mientras comen y
beben.
La república. En la obra la república, Platón repasa los elementos que, a su
entender, han de conformar el Estado, lo que supone la exposición de los
conceptos de lo justo y lo injusto. En él confluye la importancia de la moral, la
justicia y el bien en la construcción de lo público y lo privado. En esta obra se
expone el mito de la caverna.
Las leyes. Es la obra que sigue a La república, donde Platón intenta traducir los
ideales del Estado al ámbito de la práctica de lo público.

Diálogos polémicos (370-347 a.C.)


Parménides o De las ideas. Platón mismo parece cuestionar aquí su teoría de las
formas o de las Ideas.
Teeteto o De la ciencia. En este libro se discute la naturaleza del saber. Se
pregunta sobre el concepto de percepción y su relación con el proceso del
conocimiento.
Sofista o Del ser. En este diálogo, Sócrates no es la voz principal, aunque
igualmente aparece. Se reflexiona sobre la definición de sofista.
El político o De la soberanía. Al igual que en Sofista, Sócrates no es un
personaje principal en el diálogo. Se pregunta sobre la definición del político, al
que ve como hombre de ciencia. Pero la ciencia, según el filósofo, tiene dos
órdenes: las ciencias del puro conocimiento (especulativas) y las de los actos
(prácticas). Para el autor, el político responde a las ciencias especulativas.
Filebo o Del placer. Parte de la pregunta sobre el concepto de la felicidad
humana y su naturaleza, que se disputa entre el placer y la sabiduría.

Teorías sobre el mundo sensible y el mundo de las ideas


Para Platón, desde el punto de vista filosófico existen dos realidades: el mundo
sensible y las Ideas. El mundo sensible se refiere a aquel que podemos captar a
través de los sentidos y que está sujeto a mutaciones. En cambio, las Ideas son
inmutables y, por lo tanto, verdaderas. Platón desestima el valor del mundo
sensible, ya que su naturaleza cambiante lo aleja del principio de Verdad; este se
reduciría a una copia de la Idea, a una “mentira”. Las Ideas son, pues, el objeto de
la filosofía platónica, el conocimiento verdadero. De la oposición entre el mundo
sensible y el mundo de las Ideas se desprende la concepción del dualismo
platónico que atraviesa su obra.
Teoría del alma y transmigración de las almas
Acerca del cuerpo Platón escribió algunas cosas de limitado interés, como puede
verse rápidamente en las páginas que P.Laín dedica al tema. Le importaba
muchísimo más el alma, como a su maestro Sócrates. Su rechazo de los goces
del cuerpo está expresado en el Fedón de manera categórica, y de forma más
matizada en el Filebo., al tratar de los varios tipos de placeres. Como resume Laín:
"El ideal ético que propone el Fedón es la purificación (kátharsis) del alma
mediante la metódica negación del cuerpo. "Purificarse es .... habituar al alma a
dejar la envoltura corporal... y a vivir como ella pueda, así en las circunstancias
actuales como en las venideras, sola consigo misma , desatada de los lazos del
cuerpo , como si estos fueran cadenas." (67 cd) Placeres puros serán , en
consecuencia, los que ofrece el ejercicio del pensamiento. El resto de los goces
que depara la vida -- la comida, el amor corporal, la fruición que pueda brindar el
aspecto de las cosas -- son necesariamente placeres impuros, afecciones que
apartan al hombre de su fin más propio y exigen purificación." ( Laín, CH, 108-9).
Ese ascetismo extremado del Fedón aparece mitigado luego, en el Filebo, pero la
línea de apreciación de los placeres es la misma. Lo corporal se ve inferior y poca
cosa frente el mundo del espíritu. Mucho más importante es la teoría de Platón
sobre el alma, una teoría de decisiva importancia para la filosofía posterior y para
la concepción cristiana del alma y su destino trascendente. Por su complejidad y
resonancia en la vasta obra platónica debemos limitarnos aquí a dar un breve
resumen de sus principales tesis, a sabiendas de que este resumen es sólo una
aproximación sucinta y sólo pretende ser eso. (Como éste es uno de los grandes
temas de la filosofía antigua, ya cuento con que los lectores completarán este
pobre esquematismo con otras lecturas más doctas y profundas) .
En resumidas cuentas , Platón sostiene que:
1) El alma es el verdadero yo del ser humano. Es espiritual e inmortal, pues
cuando el cuerpo se destruye en la muerte, el alma abandona sus restos
miserables y emigra hacia un más allá donde recibirá premios o castigos según su
comportamiento en la vida anterior. Esos premios o castigos pueden resolverse en
nuevas reencarnaciones en este mundo terreno, en otros cuerpos, incluso de otras
especies animales. Platón recurre a un mito para relatar ese viaje del alma
después de la la muerte ( Gorgias, Fedón, República). Esta teoría de la
inmortalidad del alma, el juicio en el Más Allá, y la metempsicosis posterior
cuentan con antecedentes en las doctrinas orficopitagóricas. ( En Empédocles,
p.e.) , pero Platón reelabora esos precedentes con una nueva perspectiva ética y
filosófica.
2) en la estructura del alma pueden advertirse tres partes o elementos: la
concupiscible, la pasional y la racional. Es decir, según los términos griegos:
epithymíai, thymós y nous. : En unas almas predomina una parte y en otras otra.
( La distinción es posterior al Fedón y al Gorgias, y está expuesta en la República
y en el Fedro ) . De nuevo Platón ha de recurrir al mito para afianzar esas
nociones mediante imágenes y simbolos míticos .
3) Esta distinción entre los tipos de alma, según predomine en ella uno u otro
elemento, resulta relevante por su útil proyección política. Aquellos en los que
predomina lo racional son los filósofos, los de apasionado carácter deben ser los
guardianes, y los otros, los voluptuosos y amantes de lo material y la riqueza, los
trabajadores. En la ciudad justa ideal de la Politeia platónica , sólo existente en un
plano utópico, cada individuo ocuparía el lugar que merece por la composición de
su alma. Arriba los filósofos gobernates, luego los aguerridos guardianes, y abajo
la sensual y codiciosa masa obrera.
4) (Por otra parte esa tripartición del alma plantea problemas sobre si toda el alma
es inmortal o sólo su parte más noble, la racional. Y Aristóteles heredará la
cuestión, con otros términos: el entendimiento agente y el paciente. Pero esto
debemos dejarlo sólo insinuado ahora).
Dejando de lado las implicaciones éticas y metafísicas de esta fascinante teoría
sobre el alma y su variaciones - ya apunté que todo esto queda aquí sólo
esbozado - , me gustaria concluir recordando un reflejo de esa doctrina del alma
en la antropología. Lo haré con unas líneas del libro de W.Capelle ( p. 246):
"El descubrimiento de las tres partes del alma lo aprovechó también Platón en su
concepción de la humanidad. De la misma manera que las tres clases de
ciudadanos dentro de la República tienen su peculiar carácter por el dominio que
cada una de las tres potencias ejerce sobre las otras, así también según la parte
que domina en el hombre, determinando así su dirección esencial, se dan tres
tipos fundamentales dentro de la naturaleza humana: los deseosos de saber
(philomatheis), los ambiciosos (hilótimoi, philonikoi) , y los avariciosos
(philochremátoi) , de los cuales los amantes del placer (philedonoi) forman una
especie determinada . Por la misma razón existen tres grandes tipos de pueblos:
en los escitas y tracios, como en general en los pueblos del Norte, domina la
voluntad (thymoeidés) sobre las restantes partes del alma: aman sobre todo los
honores, de ahí su animosidad; por el contrario, los egipcios y fenicios son
avariciosos, mientras que los griegos se caracterizan frente a los demás pueblos
por su amor a la ciencia".
No estará de más recordar que en un famoso texto hipocrático, el de Sobre aguas,
aires y lugares, se habla del diverso talante de los pueblos determinado por la
geografía y el ambiente. Es curioso que Platón se acerque a este tópico desde
otro punto de partida, y postule almas distintas para gentes de uno u otro pueblo.
Ahora bien, esta es sólo una derivación curiosa y anecdótica de su teoría anímica.
Transmisión del alma de un ser vivo a otro más allá de la muerte. Esta es una de
las tesis centrales de la antropología platónica y aparece recogida en varios de
sus mitos. Con todo, no es una idea original, sino que habría llegado hasta Platón
desde las religiones órficas a través del pitagorismo. Nos encontramos así ante
una de las pocas ideas puente entre oriente y occidente. Si seguimos la
descripción platónica, al morir el alma vuelve al mundo de las Ideas si se ha
llevado una vida sabia y orientada al bien. Pero si no es así, el alma pasaría a otro
ser vivo y comenzaría un ciclo de sucesivas “transmigraciones” hasta que volviera
a tener la oportunidad de volver a existir como un ser humano.

Dualismo platónico
El dualismo ontológico de Platón “mundo sensible y mundo inteligible” tiene su
paralelo en su antropología con el dualismo entre el cuerpo y el alma. Para Platón
hay dos dimensiones de lo real. Un orden inteligible de lo verdadero y uno
sensible, versión degradad de lo que es. En el aspecto antropológico concibe al
ser humano como un compuesto de dos sustancias distintas pero reunidas en una:
el cuerpo, que nos vincula al mundo sensible, y el alma con el mundo inteligible.
En el aspecto gnoseológico donde aparece la teoría de la reminiscencia, esta se
presenta como la prueba del nexo que existe vínculo entre estos tres ámbitos y
que dan garantía del mundo de las ideas y de la preexistencia del alma.

Teoría del alma y transmigración de las almas


Para Platón el alma es un principio que se mueve a sí mismo y es fuente de
movimiento. No se separa, por eso es inmortal y permite el conocimiento de las
ideas. Platón encuentra tres partes en el alma humana: la parte racional,
representada en el mito del carro alado por el cochero; es la más notable y
elevada, y su función es conocer fácilmente; y la parte concupiscible, representada
por el cabello malo, difícil de guiar, símbolo del deseo y la pasión sensible
inmoderados.
En el dialogo del Fedón, Platón trata la cuestión de las partes del alma. Dada la
dificultad del tema, señala como adecuada la exposición alegórica: el alma es
como una fuerza natural que mantienen unidos un carro y su auriga, sostenidos
por alas. Los caballos y los aurigas de los dioses son todos ellos buenos; los de
los hombres no.
Dos de los argumentos utilizados para demostrar la inmortalidad del alma, el de la
reminiscencia y el de la simplicidad, se basan en la teoría de las ideas. Los otros
dos, el de los contrarios y el del principio vital, en creencias propias de la época.

Teoría política y del Estado


Como aristócrata en un medio democrático se ve alejado de la acción política, se
refugia en la reflexión sobre la política o gobierno de la polis. Autor de una vasta
obra, entre sus escritos destacan la República (Πολιτεία en griego), El Político y
las Leyes.
Según Platón, la política es el arte de gobernar a los hombres con su
consentimiento. El político es quien conoce ese difícil arte. El arte de gobernar por
la fuerza no es política, es tiranía.

Ideas del joven Platón


Tipos de gobierno o la degeneración de los gobiernos:

Aristocracia (o sofocracia), gobierno de los sabios, de la inteligencia política. Es el


sistema perfecto, descrito en la República. Prevalece la búsqueda de la sabiduría.
Culto al sabio.
Timocracia, gobierno de los propietarios (etimológicamente de los que tiene
«honor», τιμή). Prevalece la búsqueda de honores. Culto guerrero.
Oligarquía, gobierno de los pocos (ὀλίγος). Prevalece la búsqueda de riquezas.
Culto al rico.
Democracia, gobierno de las mayorías. Prevalece la búsqueda de la libertad. Se
persigue a los especialistas, a los que saben, se desprecian las leyes. Atenas:
«Teatrocracia».
Tiranía, gobierno del tirano. De la extrema libertad nace la más ruda esclavitud. El
tirano lleva el reino a la catástrofe. Es la negación de la política.
La aristocracia degenera en timocracia, ésta en oligarquía, la oligarquía en
democracia y ésta en Tiranía. Finalmente se vuelve a la aristocracia. ¿Eterno
retorno? ¿Influencia hindú?

La República ideal

Para el joven Platón, la sofocracia es el mejor gobierno, el gobierno perfecto.

¿Quiénes mandan?
Los que saben, los sabios, los versados en ciencia política. Con leyes o sin leyes,
rico o pobre, uno o varios, nada de eso importa. Los que saben el arte y la ciencia
de la política: puede ser un filósofo rey o varios filósofos-rey).
¿Cómo llegar a construir la vía para una sofocracia?
El parte de la noción de que los filósofos (sabios) se hagan reyes o que los reyes
se hagan filósofos. Ejemplo: Siracusa.

Las clases sociales en la sofocracia:


Dirigentes. Rasgo psicológico: razón.
Guerreros (auxiliares). Rasgo psicológico: ira.
Artesanos y labradores. Rasgo psicológico: apetitos sensuales. Incluye patronos y
obreros. Comparar con el sistema de castas hindú.
Cada clase debe cumplir su función para realizar la justicia. Las clases sociales se
constituyen de acuerdo con la naturaleza de cada individuo, no por nacimiento,
privilegio o favor. Así los individuos serán más felices.

El carácter comunista de la sofocracia


 Los guerreros viven sin propiedad privada, es un sistema de comunismo
completo.
 Los dirigentes no deben acumular riqueza.
 Desaparece la familia para que las mujeres se emancipen.
 El Estado (ciudad-Estado) se encarga de la educación de los niños.
 Las mujeres son comunes.
 Las mujeres pueden cumplir todas las funciones de los hombres.
 Pueden existir filósofos-rey.
 Platón, enemigo de la sociedad abierta (Karl Popper).

Crítica de la democracia según Platón


Es el reino de los demagogos que actúan de acuerdo a los apetitos de la masa.
Es el gobierno de la multitud, la libertad absoluta, un régimen sin ley, no hay
autoridad reconocida, la vida social está desorganizada, cada uno actúa a su
antojo, se cree bueno para cualquier cosa y hace lo que quiere...
La multitud jamás adquirirá el saber, la ciencia política y por lo tanto no debe
gobernar. La democracia ateniense mató a Sócrates, el hombre más eminente de
su tiempo.
Las ideas del Platón maduro
Están contenidas fundamentalmente en las Leyes.
Ya no propone su Estado ideal (sofocracia) sino el Estado mejor posible en la
práctica, que es un punto medio entre el ideal y la realidad.
Propone una: sofo-democracia, o mezcla entre el gobierno de los sabios y el
gobierno del pueblo.
Atenúa sus ideas comunistas de juventud.
El buen gobierno no depende del número de titulares, sino de la aplicación del arte
y la ciencia política. Pero la «multitud» jamás dominará esa ciencia.
Ideas defendidas en el libro de las Leyes:
 Derecho de propiedad para todos los ciudadanos, no comunismo.
 Regulación del matrimonio, no comunidad de mujeres.
 Énfasis en la vida religiosa.
 Ciudadanos en cuatro clases de acuerdo a sus rentas.

Instituciones
1. Guardianes de las leyes (defensa de la Constitución).
2. Senado (360 senadores). cada clase aporta una cuarta parte de los
miembros, 90. Elección en tres grados.
3. Consejo Nocturno (grupo selecto). Promover reformas y propiciar la
formación política de los mejores.Integrado por: a) Sacerdotes más
virtuosos. b) Diez guardianes de la ley más antiguos y otros.

Teoría del conocimiento


Según el filósofo griego Platón, el conocimiento se obtiene a través de la razón
contemplando las ideas de forma directa, las cuales no se encuentran en este
mundo sensible de apariencias sino en el mundo inteligible donde habita la
verdad. Platón defiende un dualismo ontológico, defiende la existencia de dos
mundos contrapuestos pero relacionados. Por un lado, el mundo donde
habitamos, un mundo lleno de cosas cambiantes y múltiples que son meras
apariencias de lo real. Estas cosas sólo existen en la medida en la que imitan o
participan de las ideas.
Por otro lado, el mundo inteligible al cuál se accede a través de la razón y es
donde habitan las ideas, las cuales son realidades en sí. Las ideas son los
modelos de las cosas y poseen las características del Ser de Parménides: son
únicas, inmutables, indivisibles y eternas. Platón cree que las ideas abstractas
existen con independencia de las cosas y de los hombres que las piensan. En el
mundo de las ideas existe una jerarquía siendo la idea de bien y belleza las ideas
más importantes.
Platón explica en su obra del Timeo cómo se originó el cosmos. Según Platón, el
Demiurgo, similar al Nous deAnaxágoras, ordenó la chora a partir de las ideas
que tenía en su mente dando lugar a este mundo sensible. El demiurgo generará
un mundo bueno y bello haciendo que toda cosa sensible participe de la idea de
belleza y bien. El hombre obtendrá el verdadero conocimiento acerca de lo
real cuando salga de este mundo de sombras y ascienda hacia la luz,
ascienda hacia las ideas. Platón defenderá tres teorías para lograr el
conocimiento, las tres tiene como objetivo alcanzar las ideas.
La primera de ellas es la teoría de la reminiscencia: Platón defiende que conocer
no es más que recordarlo que nuestra alma una vez supo. Platón explica como el
alma de los hombres tiene su origen en el mundo de las ideas y que, por tanto,
cuando estuvo allí lo conoció todo. Cuando un hombre nace su alma se une con
su cuerpo y lo olvida todo. Lo que debe hacer el hombre para conocer de nuevo es
observarlas cosas sensibles para recordar las ideas de las que son copia y que
una vez supo. También mediante el diálogo será capaz de recordar.
La teoría del conocimiento más importante de Platón es la teoría de la dialéctica,
teoría expuesta a través del símil de la línea en “La República”. Para llegar al
saber dialéctico el hombre debe ascender atravesando diferentes grados del
conocimiento. Platón defiende que sobre el mundo sensible solo podemos tener
una opinión (doxa), a su vez divide este conocimiento de opinión en dos grados.
Si únicamente poseemos la imagen de un objeto lo que tenemos es una conjetura
o imaginación, es el conocimiento propio de las bellas artes. Si, además, con los
sentidos tenemos una opinión sobre un objeto, como tienen los físicos, lo que
tenemos es una creencia. Platón defiende que podemos ascender al mundo de las
ideas obteniendo por primera vez un conocimiento científico (episteme) sobre la
realidad a través de la razón practicando matemáticas. Con las matemáticas ya
trabajamos con las ideas abstractas y obtenemos el pensamiento discursivo
(dianoia).
Finalmente, el hombre será capaz desconocer las ideas a través de la dialéctica
obteniendo así el pensamiento intuitivo (noesis). Con la dialéctica ascendemos de
idea en idea hasta alcanzar la idea del Bien y una vez que hayamos conocido esta
idea el hombre puede descender a lo particular y definir las cosas sensibles. Al
conocer la idea de bien lo conocerá todo, ya que toda cosa sensible participa de
esta idea.
En último lugar, Platón habla de un ascenso al mundo inteligible a través de la
emoción del amor. En “El Banquete”, nos cuenta como el alma del hombre
amando los cuerpos bellos, las bellas formas de conducta y finalmente las bellas
ciencias recuperará las alas perdidas y ascenderá hasta el mundo de las ideas
alcanzando la idea de Belleza.

Critica
Comparto totalmente la visión que Platón tiene respecto a la tiranía, una forma de
gobierno en la que se infunde temor y violencia no es realmente una forma de
gobierno óptima y funcional, además de moralmente adecuada. Su manera de ver
las cosas, me asombra y comparto una variedad de postulados. Él creía en el
poder de la mente y la consciencia. Por medio de esta, se pueden lograr grandes
cosas.

ARISTÓTELES
Biografía
Aristóteles (384-322 a.C.) nació en Estagira, ciudad de Tracia, en donde su padre
era médico del rey. Siendo muy joven, quedó huérfano y su tutor le envió a Atenas
para completar su educación. Allí entró en contacto con Platón, en cuya Academia
permaneció unos veinte años.
Tras la muerte de Platón, en el año 348 a.C., abandonó Atenas y viajó por
diferentes lugares de Grecia y el Egeo, hasta que en 342 a. C., Filipo II le
encomendó la educación de su hijo Alejandro, el futro Alejandro Magno.
Cuando en 336 a. C., Alejandro se convirtió en rey, Aristóteles volvió a Atenas,
donde fundó el Liceo, centro en el que impartió sus enseñanzas casi hasta su
muerte. Solía dar sus clases mientras paseaba con sus discípulos, por lo que los
miembros de su centro recibieron el nombre de “peripatéticos”.
En 323 a. C., murió Alejandro. Tras su muerte, los partidarios de la polis ateniense
promovieron una fuerte reacción contra todos cuentos habían colaborado con el
régimen macedonio. En estas circunstancias, Aristóteles fue acusado de impiedad,
y decidió huir “para evitar que los atenienses atentaran por segunda vez contra la
filosofía”. Se refugió en Calcis, la ciudad de su madre, donde murió al año
siguiente.

Obras principales
 Introducción
 Ética eudemia
 Ética de Nicómaco
 Metafísica
 Descubrimiento
 Sobre el cielo
 Meteorología

Teoría hilemorfista
En paralelo, a la teoría del acto y la potencia, encontramos la de la forma y la
materia. Según Aristóteles, en todo movimiento algo cambia y algo permanece.
Cambia la “forma” y permanece en la “materia”. Por ejemplo, si de una cadena de
oro hacemos un anillo, desaparece la cadena (punto de partida) y surge el anillo
(punto de llegada), mientras que en dicho cambio permanece el oro. ¿Qué ha
ocurrido? Se ha producido una transformación, pues lo que tenía forma de
cadena, tiene ahora la forma de un anillo. Sin embargo, en el cambio ha
permanecido en la materia, ya que el oro es el mismo antes que después.
Aristóteles, por medio de la teoría hilemórfica, pretende explicar la constitución de
los seres mediante la forma y la materia. Según esta teoría, todas las cosas se
componen de materia (hyle) y forma (morfé). La materia es el principio
indeterminado y, por tanto, determinable. La forma, en cambio, es el principio
determinante.
De acuerdo con el ejemplo, el principio determinable sería el oro, mientras que el
principio determinante sería la forma de anillo y la forma de cadena.
Según esto, la forma, uniéndose a la materia, hace que las cosas sean lo que
sean. Por ejemplo, la cadena, cadena y el anillo, anillo. Ahora bien, a poco que se
preste atención, nos daremos cuenta de que existe un paralelismo entre la materia
y la potencia, y la forma y el acto. Así, la materia sería potencia respecto a la
forma, mientras que la forma sería acto respecto a la materia. En otras palabras,
los seres se encuentran en potencia, en tanto constan de materia, y en acto y
cuanto constan de forma.

Substancia y accidente
La sustancia es ese sujeto permanente a través de esos cambios más
superficiales; los accidentes, en contraposición a la sustancia, son aquello que le
acontece a la sustancia, que pueden ir y venir, sin que desaparezca ese sujeto
fundamental. Así, por ejemplo, alguien puede estar durmiendo o estar despierto;
puede tener un metro de estatura o dos; puede estar sano o enfermo; puede
cambiar de color, si se broncea o se enoja o palidece. Alguien puede adquirir
relaciones que antes no tenía, como, por ejemplo, al engendrar un hijo se
convierte en padre. Todo eso no hace que estemos ante un individuo nuevo.
Podemos decir que es distinto en un sentido accidental, porque ha sufrido
cambios. “Ya no soy el que era”, puedo decir cuando comienzo a perder la
memoria; pero sigo siendo, en un sentido más profundo, el mismo, soy la misma
sustancia.
Esta distinción entre sustancia y accidente se refleja en las definiciones precisas
que da la metafísica. La sustancia es el ente al que por su naturaleza le compete
ser en sí mismo y no en otro como en un sujeto. Por tanto, la sustancia es el
sujeto de cualquier otro modo de ser que le adviene. Por el contrario, el accidente
es el ente —un modo de ser, una realidad en sentido derivado— al cual le
compete ser en otro como en su sujeto y no en sí mismo.267 Ser en sí y ser en
otro son dos modos de hablar de la realidad, que reflejan dos modos de ser. El
ejemplo del color es elemental. Nadie se encuentra con el blanco en sí, lo rojo en
sí, o un azul. Uno se encuentra con un muro blanco, una rosa roja, el cielo azul; es
decir, con cosas que son algo en sí mismas y a las que les acontece tener una
modificación superficial de su ser, que no las cambia en su identidad más
profunda

Las causas
Aristóteles concluye su análisis de la naturaleza y del movimiento con el examen
de las causas. Ya que, en último término, con los casos lo que explican el
movimiento. Para Aristóteles, la causa es el principio positivo, o sea, real, que
influye de cualquier modo en el ser. Aristóteles distingue dos tipos de causas: las
causas intrínsecas y las causas extrínsecas. Las causas intrínsecas son aquellas
que se encuentran en el propio ser, o sea, la material y la formal. Las causas
extrínsecas, en cambio, son aquellas que intervienen desde fuera. A este
respecto, se señala en la eficiente o agente, y la final. En consecuencia, la causa
material es aquello de lo que algo se hace; la causa formal, lo que hace que algo
sea lo que es; la causa eficiente o agente, lo que hace lo hecho; y la causa final, el
objetivo o fin que persigue el agente con su acción.
Por ejemplo, si fabrico una silla, en ella influirán los materiales que utilizo, la forma
que deseo darle, el tipo de silla que quiero construir, y mis habilidades al respecto.
La causa material serán los materiales en que la he realizado (por ejemplo,
madera); la causa formal, lo que hace que dicho objeto sea silla; la causa
eficiente, yo mismo; y la causa final, el fin que perseguía cuando comencé a
fabricarla, es decir, hacer una silla.
Ahora bien, hay que distinguir entre la finalidad de la obra y la finalidad del agente.
La finalidad de la obra consiste en la realidad que persigue la gente con su obrar.
En cambio, la finalidad del aente hace alusión a los objetivos o intereses que el
agente desea conseguir con el objetivo realizado.
Volviendo al ejemplo anterior, la finalidad de la obra, es decir, la silla, consistiría en
fabricarla. La finalidad del agente, en cambio, podría ser venderla en el mercado,
sentarse en ella, regalarla, etc.
De acuerdo con su concepción teleológica, Aristóteles otorgó la primacía a la
causa final, ya que para él, todo agente obra por un fin. O sea, que es el fin el que
pone en marcha al resto de las causas.
De acuerdo con esta concepción, todos los seres conscientes tenderán hacia su
fin en virtud de sus propias facultades intelectuales, como el joyero que fabrica el
anillo; mientras que los seres inconscientes lo harán en virtud de su propia
naturaleza, como la araña teje su tela, la planta que da sus frutos o los graves
(según Aristóteles) tienden hacia el centro de la tierra.

Teoría Eudemonológica
Según Aristóteles, esta teoría está inspirada en la búsqueda socrática del gozo. El
gran educador se constituye en una eudemonología o teoría de la felicidad.
Una felicidad positiva y perfecta es imposible. Solo se puede esperar un estado
menos doloroso. En la Regla 1 de “El arte de ser feliz”, Schopenhauer afirma: “la
felicidad y el goce son puras quimeras. Nos muestran una ilusión en las lejanías.
El sufrimiento y el dolor son reales. Se manifiestan a sí mismos inmediatamente
sin necesitar la ilusión y la esperanza”. Este punto de partida hace de estas reglas
un apéndice compatible con toda su metafísica.
La sabiduría de la vida se deberá centrar en el bienestar que la vida admite,
aunque los medios estén muy parcialmente en nuestro poder. Si la abolición total
de la voluntad es imposible en el “hombre normal”, que está “demasiado cargado
de voluntad” mientras viva el cuerpo, Schopenhauer elaborará con la tradición
unas reglas para la felicidad posible, que no supongan una renuncia total, una
necesidad de vencerse a sí mismo, y que sean compatibles con el imperativo
categórico de no tratar a los demás como medios para los propios fines.
La primera regla, sustentada en Aristóteles, se convierte en la doble vuelta de
llave que encierra la eudemonología en su metafísica: “El prudente no aspira al
placer, sino a la ausencia del dolor”.
Teoría política
Aristóteles insiste con relativa frecuencia en que las virtudes éticas sólo se pueden
conseguir en el seno de una adecuada organización política, ya que para él, el ser
humano es, por naturaleza (physis), un animal político.
A la hora de justificar tal principio, una vez más, recurre a la naturaleza (physis).
“La naturaleza no hace nada en vano y el ser humano es el único animal dotado
de palabras”. La palabra sirve para manifestar lo conveniente y lo inconveniente, lo
justo y lo injusto, además del resto de los valores. Ahora bien, este tipo de
manifestaciones sólo es posible viviendo en sociedad, luego el ser humano es por
naturaleza social.
En consecuencia, la política será la reina de las ciencias prácticas. La concepción
aristotélica de la política significa, prácticamente, lo contrario de lo que significa en
la actualidad. Así, hoy en día se piensa que el político ha de tener en cuenta las
exigencias de la ética o, dicho de otro modo, que la política debe encontrarse
subordinada a la ética. Por el contrario, Aristóteles supone la subordinación de la
ética a la política o, tal vez mejor, la reducción de la ética a una parte de la política.
Aristóteles justifica su concepción del modo siguiente. La ética se ocupa del bien
del individuo, en cambio, la política se ocupa del bien de la sociedad. Pero, en
primer lugar, el todo (la sociedad) es anterior y superior a la parte (el individuo). Y,
en segundo lugar, aunque es digno y admirable ocuparse del bien de uno, mucho
más lo será intentar ocuparse del de todos.
Para Aristóteles, la forma de organización social ideal era la polis o ciudad-estado,
compuesta de un núcleo urbano y de varias aldeas alrededor.

Comentario critico
En realidad, creo que la teoría de la sustancia y el accidente es verdaderamente
cautivante. Personalmente, debido a mi propio contexto, comparto la idea de la
ambigüedad simultanea del cambio y la permanencia. Aunque difiero en cuanto a
la idea de que el hombre en realidad no puede ser feliz, sino menos infeliz. Creo
en la felicidad y en la importancia de las emociones negativas para poder salir de
una zona de confort y desarrollar habilidades y conocimientos que permitan un
mejor desenvolvimiento como persona.
CONCLUSIONES
Los tres pensadores antes mencionados, constituyen una fuerte ligazón con los
principios de nuestro quehacer cotidiano, por medio de la enseñanza, donde se
destaca conocerse así mismo para proyectarse hacia los demás, la búsqueda
permanente de la verdad, la necesidad de dialogar con otros para descubrir esa
verdad. 

Estos tres grandes filósofos llaman a tener una reflexión interior conectada en la
observación permanente de los sucesos, lo que hoy en día se ocupa el propio
desarrollo de las ciencias, alcanzando verdades y a ser personas capaces de
entender la propia naturaleza del ser, estando conscientes de que el ser humano
tiene defectos y virtudes, que deben ser fortalecidas en un ejercicio constante de
buscar el bien propio y de los demás.
BIBLIOGRAFÍA
https://www.culturagenial.com/aristoteles/
https://www.meer.com/es/61550-la-teoria-politica-de-platon
https://www.culturagenial.com/es/platon/
https://www.uam.mx/difusion/revista/junio2003/peralta.html
https://www.mheducation.es/bcv/guide/capitulo/8448166981.pdf
https://serespensantes.com/principales-obras-aristoteles/#Descubrimiento
https://arjephilo.com/tag/eudemonologia/

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