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LÓGICA

Cuadernillo de apuntes

Docentes: Gustavo Bodanza


Silvina Damiani
Lenguajes formales 2

CONTENIDO

El lenguaje: herramientas de análisis

El lenguaje: oraciones y proposiciones

Proposiciones categóricas

Razonamiento: nociones generales

El lenguaje de la lógica proposicional (LP)

Razonamiento en LP

El lenguaje de la lógica de predicados de primer orden

Reglas de inferencia y equivalencias lógicas


Lenguajes formales 3

El lenguaje: herramientas de análisis


El propósito de este apunte es brindar algunas herramientas de análisis del lenguaje. Se trata de
ciertos tópicos que no están necesariamente conectados entre sí, pero que son de suma utilidad para
el estudio que se hará más adelante de los lenguajes formalizados. Esos tópicos son: la distinción
entre uso y mención de los términos, la distinción entre lenguaje objeto y metalenguaje, y la
distinción entre la vaguedad y la ambigüedad de los términos.

Uso y mención
Decimos que un término está usado cuando éste es tomado como un medio para expresar lo que el
término mismo nombra. En cambio, cuando es referido el término mismo (y no lo que nombra)
decimos que el término está mencionado. Por ejemplo, en la oración ‘Pehuen-co es una villa costera’,
el término ‘Pehuen-co’ está usado, pues la oración no dice que la palabra ‘Pehuen-co’ es una villa
costera, sino que el pueblo Pehuen-co lo es. En cambio, en la oración ‘‘Pehuen-co’ es un nombre
mapuche’, el término ‘Pehuen-co’ está mencionado, pues la oración no predica nada de la villa
Pehuen-co sino del término ‘Pehuen-co’, a saber, que es de origen mapuche. Se habrá notado que
cada vez que aquí mencionamos un término o una expresión lingüística cualquiera la ponemos entre
comillas simples; esto se debe a la convención establecida que toda expresión lingüística mencionada
debe ser escrita de ese modo para evitar confusiones. En adelante en este curso, y tal como venimos
haciéndolo, adoptaremos esta convención.

Lenguaje objeto y metalenguaje


Esta es otra distinción importante, ya que permite evitar ciertas paradojas lingüísticas. Cuando una
expresión lingüística se refiere no a objetos extralingüísticos (es decir, a objetos reales o hechos),
sino a otra expresión lingüística, decimos que la primera expresión es metalingüística y que la
segunda es del lenguaje objeto. Una expresión metalingüística siempre se encuentra en un nivel
superior respecto de su lenguaje objeto. Por ejemplo, como vimos arriba, en la expresión ‘‘Pehuen-
co’ es un nombre mapuche’, el término ‘Pehuen-co’ está mencionado y por lo tanto está tomado
como expresión lingüística. Ahora bien, como esa expresión está referida por el predicado ‘es un
nombre mapuche’, vemos que ‘Pehuen-co’ pertenece al lenguaje objeto mientras ‘es un nombre
mapuche’ pertenece al metalenguaje. O sea, el predicado está en un nivel de lenguaje por encima del
sujeto. Se puede ver que una expresión puede tener desde uno hasta un número indefinido de
niveles de lenguaje. Por ejemplo, ‘Pehuen-co es una villa costera’ tiene un solo nivel (no hay
distinción entre lenguaje objeto y metalenguaje) mientras que ‘Juan dice que ‘Pehuen-co’ es un
nombre mapuche’ tiene tres niveles, donde el más bajo es ‘Pehuen-co’, el que le sigue es el que se
refiere a éste: ‘es un nombre mapuche’, y el último es el que se refiere al segundo: ‘Juan dice’ (este
último está en el meta-metalenguaje, ya que Juan solo puede decir expresiones lingüísticas y no otro
tipo de entidades extralingüísticas).
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El significado: ambigüedad y vaguedad


Vamos a distinguir ahora dos problemas que suelen presentarse con el significado de las expresiones.
El primero es el de la ambigüedad. Decimos que una expresión es ambigua cuando se le puede
atribuir más de un significado. Por ejemplo, la expresión ‘llego mañana a las nueve’ es ambigua
porque puede interpretarse tanto que el arribo ocurrirá a las nueve de la mañana como que ocurrirá
a las nueve de la noche. También hay términos que son ambiguos. Por ejemplo ‘átomo’, desde el
punto de vista físico significa una cosa muy distinta que desde el punto de vista lógico. En general, el
contexto en el que aparecen los términos ayuda a eliminar la ambigüedad. Si se dice que un átomo
tiene electrones girando en torno a un núcleo, es obvio que la referencia no es a un átomo en
sentido lógico sino en sentido físico.

Un problema distinto es el de la vaguedad. Decimos que un término es vago cuando no es preciso el


alcance de su significado, es decir, cuando hay cosas a las que no sabemos si se les puede aplicar el
término o no. Tal como se usan en el lenguaje corriente, son vagos adjetivos como ‘alto’ o ‘liviano’,
sustantivos como ‘lago’ o ‘laguna’, y verbos como ‘ver’ y ‘mirar’. Una expresión puede ser vaga y
ambigua a la vez. Por ejemplo, en nuestro país la expresión ‘hagamos una picada’ es ambigua porque
puede estar invitando a jugar una carrera o bien a entretener el vientre. Pero también es vaga
porque, si se tratara de lo segundo, no es preciso qué alimentos va a incluir, ni cuál es el límite donde
dejaría de ser una picada y convertirse en una cena. Nuestro lenguaje cotidiano es claramente vago y
ambiguo, y hasta es deseable que así sea, porque si para comunicarnos tuviéramos que ser
absolutamente precisos, cualquier conversación resultaría dificilísima. Pero lo que es deseable para
la vida cotidiana no lo es para la ciencia y la técnica. En estos campos la vaguedad y la ambigüedad
deben ser acotadas al máximo, pues se trata de producir, comunicar y utilizar el conocimiento del
modo más preciso posible.

El significado: extensión e intensión


Haremos referencia ahora a dos tipos distintos de significado que pueden tener los términos. El
primer tipo es el significado extensivo o extensión (o denotación) de un término. Se define la
extensión de un término como la clase o colección de cosas que el término nombra. Así, la extensión
de ‘hombre’ es la colección de todos los hombres, la extensión de ‘silla’ es la colección o clase de
todas las sillas, la extensión de ‘rojo’ es la colección o clase de todas las cosas rojas, la extensión de
‘unicornio’ es vacía (puesto que no existen los unicornios), etc. Este tipo de significado se distingue
del significado intensivo o intensión (o connotación) de un término. La intensión se define como el
conjunto de características o propiedades que tienen en común las cosas que un término nombra.
Por ejemplo, la intensión de ‘hombre’ contiene las propiedades de ser animal, mamífero, racional,
etc., la intensión de ‘silla’ contiene las propiedades de ser mueble, de tener patas, de tener una
superficie de sentadera y un respaldo, etc., y la intensión de ‘unicornio’ contiene las propiedades de
ser una especie de equino con un único cuerno en el centro de la frente, etc. (nótese que este
término, aunque no tiene extensión, sí tiene intensión). Se puede ver claramente que la intensión de
un término puede estar incluida en la intensión de otro término, y lo mismo ocurre con la extensión.
Por ejemplo, la intensión de ‘mamífero’ está contenida en la intensión de ‘hombre’ (ya que todos los
hombres son mamíferos), pero no a la inversa; por otra parte, la extensión de ‘hombre’ está
contenida en la de ‘mamífero’ (por la misma razón), pero no a la inversa. En general, si la intensión
de un término es mayor que la de otro, la extensión es menor o, cuanto mucho, igual.
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El lenguaje: oraciones y proposiciones

Las oraciones son secuencias de palabras que se forman según las reglas sintácticas del lenguaje y
que tienen significado completo. A aquellas oraciones que afirman o niegan algo las llamamos
‘declarativas’. Y a aquellas oraciones declarativas que son verdaderas o falsas las llamamos
‘proposiciones’.

Por ejemplo: “¿qué hora es?” y “prestame la birome” no son oraciones declarativas; en cambio “la
pena de muerte está bien” y “los dromedarios no tienen dos jorobas” sí son oraciones declarativas,
ya que afirman o niegan algo. De estas dos solo la segunda es una proposición, mientras que la
primera no lo es. La primera no es proposición porque “la pena de muerte está bien” no es ni
verdadero ni falso (no expresa un hecho de la realidad comprobable), sino un juicio de valor
apreciativo o juicio ético. En cambio, “los dromedarios no tienen dos jorobas” sí expresa un hecho de
la realidad comprobable. (Algunos autores también definen a las proposiciones como el significado
que tienen las oraciones una vez abstraídas las palabras. Así, distintas oraciones pueden significar la
misma proposición. Por ejemplo, la oración “los dromedarios no tienen dos jorobas” significa la
misma proposición que la oración “los dromedarios no son doblemente jorobados”. Entonces, lo que
se caracteriza como verdadero o falso no es la oración sino la proposición. Por razones de sencillez,
nosotros llamaremos directamente ‘proposiciones’ a oraciones que signifiquen proposiciones.)

Proposiciones atómicas y moleculares


Llamamos atómicas a las proposiciones indivisibles, que no contienen constantes lógicas. Las
constantes lógicas son ‘no, ‘y’, ‘o’, ‘si... entonces... ’, y ‘si y solo si...’, más todas las expresiones de
nuestro lenguaje que sean equivalentes a éstas. Las proposiciones que no son atómicas son
moleculares. Ejemplos de oraciones atómicas son: ‘Pedro es alto’, ‘llueve’, ‘Cristina se lesionó’,
‘Cristina y Pedro son hermanos’, etc. Ejemplos de oraciones moleculares son: ‘no llueve’, ‘si llueve
me mojo’, ‘Cristina y Pedro son altos’. Nótese que, en la primera lista, ‘Cristina y Pedro son
hermanos’ es atómica aunque aparezca la palabra ‘y’; la razón es que en la proposición expresada
por esa oración la ‘y’ no conecta dos proposiciones sino dos términos (‘Cristina’ y ‘Pedro’) de una
proposición atómica (que podría expresarse claramente como ‘Cristina es hermana de Pedro’, es
decir, sin la ‘y’ ni ninguna expresión equivalente). En cambio, en la proposición expresada por la
oración ‘Cristina y Pedro son altos’, la ‘y’ conecta dos proposiciones (atómicas): ‘Cristina es alta’ y
‘Pedro es alto’ (‘tanto Cristina como Pedro son altos’ no contiene la ‘y’, pero contiene una forma
equivalente que expresa la conjunción: ‘tanto... como...’). Las constantes lógicas, con excepción de la
negación, conectan o unen proposiciones; ‘no’ es una constante lógica cuando niega una proposición
(no conecta ni une).
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Forma lógica de las proposiciones


Vamos a convenir en representar a cada proposición atómica con una letra mayúscula distinta. Por
ejemplo, asignemos a ‘llueve’ la letra P y a ‘me mojo’ la letra Q. Entonces la proposición ‘si llueve
entonces me mojo’ puede ser representada por ‘si P entonces Q’. Más adelante veremos cómo
asignar signos especiales también a las constantes lógicas. Por el momento esto es suficiente para
determinar la forma lógica de las proposiciones. La forma lógica está determinada precisamente por
las constantes lógicas que aparecen en la proposición: si la proposición es atómica, entonces su
forma lógica será simplemente una letra mayúscula, y si es molecular, la forma lógica estará dada por
las letras que representan las proposiciones atómicas que la conforman, conectadas por las
constantes lógicas en el modo exacto. Por ejemplo, si la forma lógica de ‘llueve’ es ‘P’ y la forma
lógica de ‘me mojo’ es ‘Q’, entonces la forma lógica de ‘si no me mojo, entonces no llueve’ será ‘si no
Q, entonces no P’.

Proposiciones categóricas

Hemos visto que las proposiciones son oraciones que pueden ser verdaderas o falsas. Ahora bien,
aquellas proposiciones en las cuales se relacionan dos términos de clases (p. ej. ‘hombre’, ‘muerto’,
‘rojo’, ‘trébol de tres hojas’, ‘jugador de fútbol’, etc.) se llaman ‘proposiciones categóricas’. Ejemplos
de proposiciones categóricas son:

(1) Todos los cheques sin fondo son incobrables.

(2) Los domingos no son días hábiles.

(3) Hay personas irresponsables.

En la proposición (1) se relaciona la clase de los cheques sin fondo con la clase de cosas incobrables.
En la (2) se relaciona la clase de los días domingo con la clase de los días hábiles. Y en la (3), la clase
de las personas con la clase de los irresponsables.

A las proposiciones categóricas las podemos clasificar según su cantidad y su calidad. Según su
cantidad, pueden ser particulares o universales; y según su calidad, pueden ser afirmativas o
negativas. Por ejemplo, la proposición (1) es universal (según su cantidad) y afirmativa (según su
calidad). Es universal porque dice algo de la totalidad de los cheques sin fondo. Y es afirmativa
porque lo que dice es una afirmación acerca de los cheques sin fondo, a saber, que son incobrables.

La proposición (2) también es universal (aunque no aparezca la palabra ‘todos’), ya que habla de los
domingos en general y, por lo tanto, se refiere a la totalidad de los domingos, o, más precisamente, a
ningún domingo, ya que está negando a todos que días hábiles. Es decir, se refiere a todos los
domingos para negar que cualquiera de ellos sea hábil. Por esto, además de ser universal, es
negativa respecto de la calidad.

La proposición (3) no es universal sino particular, ya que no se refiere a todas las personas, sino a que
hay al menos una que es irresponsable. Es lo mismo que si dijera ‘algunas personas’. Entenderemos
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Todo S es P Ningún S es P

A E

I O

Algún S es P Algún S no es P

Figura 1: Cuadrado de oposición

siempre, en adelante, que las expresiones ‘algún’, ‘algunos’ y ‘algunas’ significan que hay al menos
uno que tiene la cualidad que dice el predicado, pero dejando abierta, sin embargo, la posibilidad de
que todos la tengan. Es decir, afirmar, por ejemplo, que hay personas irresponsables equivale a
afirmar que hay al menos una persona irresponsable, aunque podrían serlo todas.

Tendremos entonces, en total, cuatro tipos posibles de proposiciones categóricas, que las
llamaremos con las cuatro primeras vocales como sigue:

A. Universal afirmativa (Todo S es P)

E. Universal negativa (Ningún S es P)

I. Particular afirmativa (Algún S es P)

O. Particular negativa (Algún S no es P)

Aquí estamos simbolizando el término sujeto con ‘S’ y el término predicado con ‘P’. Estos cuatro tipos
de proposiciones guardan relaciones entre sí según su verdad o falsedad, que permiten hacer
inferencias inmediatas con ellas. Tales relaciones quedan graficadas en el llamado ‘Cuadrado de
oposición’ (Figura 1), y las explicaremos a continuación.

Razonamientos inmediatos con proposiciones categóricas


Vamos a ver las relaciones que las proposiciones categóricas guardan entre sí a través del cuadrado
de oposición, y cómo a través de ellas se pueden hacer razonamientos inmediatos.
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Contradictorias
Las proposiciones que se encuentran opuestas por las diagonales (A-O y E-I) son contradictorias entre
sí; es decir, las une la relación de contradictoriedad. Esto quiere decir que el hecho de que una de
ellas sea verdadera implica necesariamente que la otra es falsa, y viceversa, si una es falsa su
contradictoria será verdadera. Estas implicaciones son inmediatas, pues no se necesita de otros
datos para obtenerlas.

Ejemplo 1

Reemplacemos en el cuadrado a ‘S’ por ‘auto’ y a ‘P’ por ‘cupé’. Entonces tendremos A: ‘Todo auto es
cupé’, E: ‘Ningún auto es cupé’, I: ‘Algún auto es cupé’, y O: ‘Algún auto no es cupé’. Supongamos
entonces que A es verdadera. Entonces, si es cierto que todos los autos son cupé, no cabe la
posibilidad de que haya un auto que no sea cupé. Luego, O: ‘Algún auto no es cupé’ necesariamente
debe ser falsa. Ahora supongamos que A es falsa, o sea, que no es cierto que todos los autos son
cupés; pero si no todos los autos son cupés, quiere decir que hay al menos un auto que no es cupé.
Luego, en este caso, O debe ser necesariamente verdadera.

Lo mismo ocurre con E e I. Si es verdad que ningún auto es cupé (E verdadera), entonces no puede
haber alguno que sea cupé (I falsa). Y si es cierto que hay al menos un auto que es cupé (I verdadera),
entonces es falso que ninguno sea cupé (E falsa).

Subalternas
Los lados izquierdo y derecho del Cuadrado de oposición señalan la relación de subalternación. Una
proposición I decimos que es subalterna de A, y una de tipo O decimos que es subalterna de E. A su
vez, la proposición A es subalternante de la I, y la proposición E es subalternante de la O. Es decir,
una proposición particular es subalterna de la universal de la misma calidad construida con los
mismos términos (y la universal es subalternante de la particular). Las relaciones de subalternación
son las siguientes. Puesto que lo que es verdadero del todo lo es también de las partes, si una
proposición A es verdadera también será verdadera la correspondiente I; por ejemplo, si es
verdadera la proposición ‘todos los hombres son mortales’ entonces también es verdadera su
subalterna ‘algunos hombres son mortales’. Lo mismo ocurre entre E y O; si es verdadero, por
ejemplo, ‘ningún argentino es californiano’ entonces también es verdadero ‘algunos argentinos no
son californianos’ (recuérdese que el término ‘algunos’ lo interpretamos como ‘al menos uno’). Si
miramos cómo se dan estas relaciones en el cuadro de oposición, podemos decir que la verdad se
transmite de arriba (de lo universal) a abajo (a lo particular) pero no en sentido inverso. Con la
falsedad ocurre exactamente al revés, es decir se transmite de lo particular a lo universal (de abajo a
arriba) pero no a la inversa. Esto significa que no podremos hacer inferencias inmediatas por
subalternación si el dato que tenemos es que la universal es falsa o que la particular es verdadera
(aunque podremos, tal vez, averiguarlo por otros medios). Por ejemplo, si es falso ‘algún mueble de
mi casa es de metal’ entonces inferimos que también es falso ‘todos los muebles de mi casa son de
metal’; pero si es falso ‘todos los muebles de mi casa son de metal’ no podemos inferir de esto que
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sea falso ‘algún mueble de mi casa es de metal’ (la falsedad no pasa de lo universal a lo particular):

Contrarias

A E

Subalternas Contra- dictorias Subalternas

I O

Subcontrarias

Figura 2: Relaciones en el cuadrado de oposición

podría haber una mesa de metal con las sillas de madera, con lo cual sería falsa la A y verdadera la O.

Contrarias y subcontrarias
La relación de contrariedad se da entre A y E, y la de subcontrariedad se da entre I y O. La
particularidad de las contrarias es que no pueden ser ambas verdaderas a la vez, pero sí pueden ser
ambas falsas a la vez. Si es cierto ‘todos los hombres son mortales’ entonces necesariamente es falso
‘ningún hombre es mortal’; pero es claro que ‘todos los hombres son altruistas’ y ‘ningún hombre es
altruista’ son ambas falsas a la vez.

Con las subcontrarias ocurre lo inverso que con las contrarias: no pueden ser ambas falsas a la vez,
pero sí pueden ser ambas verdaderas a la vez. Si es falso ‘algún hombre es inmortal’ entonces
necesariamente es verdadero ‘algún hombre no es inmortal’; sin embargo ‘algún hombre es altruista’
y ‘algún hombre no es altruista’ son ambas verdaderas a la vez.

La totalidad de las relaciones dadas en el Cuadrado de oposición se resumen en la Figura 2.


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Distribución de los términos


Antes de ver los siguientes tipos de razonamientos inmediatos, los razonamientos por conversión, es
necesario hacer un distingo sobre cómo están tomados los términos en una proposición categórica
de acuerdo a su extensión. Decimos que un término que está tomado en toda su extensión está
distribuido, mientras uno que no está tomado en toda su extensión no está distribuido. Veamos
cómo está tomado el término sujeto en cada tipo de proposición. En A: ‘todo S es P’, el sujeto está
distribuido pues se refiere a todos los S, es decir, S se toma en toda su extensión. En E: ‘ningún S es P’
ocurre lo mismo, ya que se le niega P a todos los S. En I: ‘algún S es P’, S no está distribuido, pues no
se refiere a todos los S sino solo a algunos; y lo mismo ocurre en O. Ahora veamos qué ocurre con el
término predicado. En A, P no está distribuido, pues no se dice que todo S sea todo P, sino que todo S
es alguna subclase de P (p. ej., ‘todo hombre es mamífero’ no dice que los hombres son todos los
mamíferos, sino que son una parte de éstos). En E, en cambio, P está distribuido, ya que el sujeto se
excluye totalmente de él (‘ningún S es P’ afirma a su vez que, de todos los P, ninguno de ellos es S).
En I, que no distribuye el sujeto, tampoco distribuye el predicado (p. ej., ‘algunos estudiantes son
trabajadores’ significa que algunos estudiantes son parte de los trabajadores, no todos los
trabajadores que hay). Finalmente, en O el predicado se distribuye (p. ej. ‘algunos contadores no son
honestos’ significa que de la clase de todos los individuos honestos, hay contadores que quedan
excluidos). En resumen, podemos notar la siguiente regularidad:

Observación 1

Las proposiciones categóricas universales distribuyen el sujeto; las proposiciones categóricas


negativas distribuyen el predicado.

Razonamiento: nociones generales

Un razonamiento es un conjunto de proposiciones estructurado por una relación de consecuencia. La


relación de consecuencia hace que una proposición distinguida del conjunto, llamada conclusión,
esté vinculada al resto de las proposiciones, llamadas premisas.

Ejemplo 2

Veamos un ejemplo en la siguiente frase:

‘Todos los perros son cuadrúpedos, por lo tanto Pluto, que es un Perro, es cuadrúpedo’.

Analizando la frase encontraremos tres proposiciones:

(1) ‘Todos los perros son cuadrúpedos.’


(2) ‘Pluto es un perro.’
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(3) ‘Pluto es cuadrúpedo.’

Ahora bien, en la frase analizada se expresa algo más que lo que afirman las tres proposiciones
juntas. Lo que se afirma es que hay una relación entre las proposiciones (1) y (2), y la proposición (3).
Se afirma que ésta es una consecuencia de aquellas, y lo que expresa esa relación es ‘por lo tanto’.
Por esto es que un razonamiento no es meramente un conjunto de proposiciones, sino que además
debe haber una estructura, dada por la relación de consecuencia.

Para expresar más claramente el razonamiento dado en la frase de arriba, escribimos:

Todos los perros son cuadrúpedos


Pluto es un perro
Pluto es cuadrúpedo

Decimos que éste es el razonamiento en forma típica. De esta manera queda claro que las
proposiciones que están por encima de la raya son las premisas del razonamiento, y la proposición
que está por debajo es la conclusión del razonamiento.

Observación 2

Es importante notar dos cosas: que la conclusión de un razonamiento es siempre única, aunque de
las mismas premisas pueden obtenerse distintas conclusiones; pero distintas conclusiones indican
distintos razonamientos. La otra cosa importante es que el orden de las premisas no afecta en
absoluto el razonamiento.

Validez de un razonamiento
La validez es una propiedad formal de los razonamientos. Esto quiere decir que no depende del
significado de las proposiciones que lo conforman, sino de su forma lógica. Sin embargo, hay una
conexión entre la verdad de las proposiciones y la validez del razonamiento: decimos que un
razonamiento es válido si su forma no puede ser ocupada por premisas verdaderas y conclusión
falsa. Es decir, siempre que reemplacemos las premisas por cualesquiera proposiciones verdaderas
con la misma forma lógica, la conclusión resultará ser tras el reemplazo, necesariamente, también
una proposición verdadera. ‘Necesariamente’ significa que de otro modo el razonamiento es
inválido. Hablamos de ‘necesidad’ en sentido lógico.

Ejemplo 3

Considérese el razonamiento con proposiciones categóricas:

Ningún perro es ovíparo


Todas las aves son ovíparas
Ningún perro es ave
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La forma del razonamiento es:

Ningún A es B
Todo C es B
Ningún A es C

(como se trata de proposiciones categóricas, no reemplazamos las proposiciones por letras sino los
términos de clase por letras). El razonamiento es válido porque para cualquier substitución de ‘A’, ‘B’
y ‘C’ que haga a las premisas verdaderas, también hará verdadera a la conclusión. Véase, por
ejemplo, que ocurre al reemplazar ‘A’ por ‘salteño’, ‘B’ por ‘boliviano’, y ‘C’ por ‘chuquisaqueño’.

Es muy importante notar que la validez no exige que las premisas sean de hecho verdaderas. Solo
exige que en caso de ser las premisas verdaderas, la conclusión también debe serlo.

Ejemplo 4

El razonamiento (con proposiciones no categóricas):

Si Pelé es el mejor futbolista de la historia entonces mi perro es astronauta


Mi perro no es astronauta
Pelé no es el mejor futbolista de la historia

cuya forma lógica es:

Si P entonces Q
No Q
No P

es válido, aunque las premisas y la conclusión puedan ser falsas. Esto se debe a que su forma no
permite que haya reemplazos de las proposiciones ‘Pelé es el mejor futbolista de la historia’ y ‘mi
perro es astronauta’ por otras, en el mismo esquema, que produzcan premisas verdaderas y
conclusión falsa.

Más adelante veremos algunos métodos para probar la validez de los razonamientos. Por el
momento diremos que la invalidez de un razonamiento puede demostrarse construyendo un
contraejemplo, esto es, un razonamiento con la misma forma lógica, pero reemplazando los términos
de modo tal que queden las premisas verdaderas y la conclusión falsa. Como esto no es admitido por
la definición de validez (puesto que si las premisas fueran verdaderas la conclusión también debería
serlo), la existencia de un solo contraejemplo bastará para probar que el razonamiento es inválido.

Observación 3

Para hallar contraejemplos, como dijimos, deben reemplazarse los términos. Pero debe tenerse en
cuenta que los términos en las proposiciones categóricas son los términos de clase, mientras los
términos en un lenguaje proposicional (donde no importan las categorías o clases) son las
proposiciones mismas.
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Razonamientos silogísticos
Los razonamientos que vimos en los dos últimos puntos del práctico anterior se llaman silogismos.

Estos razonamientos relacionan tres proposiciones categóricas, dos de ellas formando las premisas y
otra la conclusión. La inferencia se da al compartir las premisas un término, llamado término medio.
Éste no aparece en la conclusión, donde quedan conectados los dos términos restantes que ocurren
en las premisas, llamados mayor y menor: el mayor ocupa el predicado de la conclusión, y el menor el
sujeto. De acuerdo a esta terminología, la premisa que contiene el término mayor se llama premisa
mayor, y la que contiene el término menor se llama premisa menor.

Ejemplo 5

Veamos el último razonamiento del práctico anterior (3.f):

Algunos mamíferos son hombres


Todos los hombres son animales
Algunos mamíferos son animales

Las premisas están conectadas por el término medio, ‘hombre’. El término que aparece en el sujeto
de la conclusión, ‘mamíferos’, es el término menor, por lo tanto la premisa menor es la primera; y
‘animales’, que aparece en el predicado, es el término mayor, por lo tanto la segunda premisa es la
mayor.

Prueba de validez de los silogismos


Los razonamientos silogísticos que tienen las dos premisas particulares, o bien las dos premisas
negativas, no son válidos (no hay conclusión posible en estos casos). Por otra parte, la conclusión de
un silogismo siempre sigue la parte más débil, entendiéndose por más débil lo negativo respecto de
lo positivo, y lo particular respecto de lo universal. Es decir que si un silogismo tiene una premisa
particular, la conclusión será particular, y si hay una premisa negativa, la conclusión será negativa.

La validez de los silogismos puede probarse a través de gráficos llamados diagramas de Venn. A
través de estos diagramas puede graficarse cada tipo de proposición categórica, dibujando dos
círculos solapados, donde cada uno representa el conjunto de cosas referido por el sujeto y el
predicado de la proposición, respectivamente:

S P
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Las proposiciones A: ‘Todo S es P’, se representan sombreando la parte de S que queda vacía, esto
es, como indica que todo S forma parte a su vez de P, el sombreado cubrirá la parte del círculo de S
que no se solapa con el de P:

S P

Todo S es P

Las proposiciones E: ‘Ningún S es P’, se representan también sombreando la parte vacía, que es la
intersección de S y P, pues la proposición afirma que no hay elementos en común entre S y P:

S P

Ningún S es P

Para las de tipo I y O, que son particulares, se utiliza una cruz representando un individuo, que se
coloca en la intersección de ambos conjuntos en el caso de I (pues afirma que al menos un individuo
tiene a la vez las propiedades S y P); y sobre S pero fuera de P, en el caso de O (pues afirma que hay
al menos un S que no es P):

S P S P

Algún S es P Algún S no es P

Para representar un silogismo necesitamos tres conjuntos, ya que debemos representar además de S
y P, el término medio (M):
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S P

La prueba de validez consiste en graficar las premisas y chequear que, una vez hecho esto, la
conclusión haya quedado también graficada. Los pasos del método son:

1. Comenzar graficando una premisa universal.


2. Si hay una premisa particular, la cruz no debe quedar nunca sobre un sector sombreado (puesto
que no puede haber individuos en un sector señalado como vacío).
3. En caso de estar indeterminado de qué lado de una línea deba quedar la cruz, se la debe colocar
sobre la línea misma.
4. Una conclusión particular no puede considerarse representada si la cruz aparece sobre una línea.

Ejemplo 6

Para probar la validez del silogismo del Ejemplo


S: mamíferos P: animales
5, comenzamos graficando ‘Todo hombre es
animal’, con lo cual nos quedará sombreada la
parte de M que no se solapa con P. Luego al
graficar ‘Algunos mamíferos son hombres’ la
cruz quedará sobre la parte no vacía de la
intersección entre S y M. Por lo tanto, la cruz
quedará a su vez en la intersección de S y P,
graficando la conclusión ‘Algunos mamíferos son M: hombres
animales’. En consecuencia se prueba que el silogismo es válido.

Ejemplo 7
S P
Todo M es P

Algún S no es M
Algún S no es P

Al graficar la premisa menor, no


está determinado si la cruz cae
M
dentro de la intersección entre S
y P o solo sobre S, por lo cual el
razonamiento no es un modo válido de silogismo.
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El lenguaje de la lógica proposicional

Ya vimos que una proposición es lo que expresa una oración declarativa que tiene valor de verdad
verdadero o falso. No hablaremos ahora en particular de proposiciones categóricas, sino de cualquier
tipo de proposición. La lógica proposicional (en adelante LP) es la parte de la lógica que estudia las
relaciones que guardan las proposiciones entre sí, y entre ellas y la verdad, fundamentalmente:

 cómo las proposiciones pueden combinarse para formar nuevas proposiciones y las formas
lógicas que éstas pueden adquirir;

 cuáles proposiciones son verdaderas de acuerdo a su forma lógica;

 cómo unas proposiciones pueden derivar (o ser transformadas) válidamente en otras


proposiciones.

Las proposiciones se combinan entre sí y forman nuevas proposiciones a través de operadores


lógicos (también llamados constantes lógicas o conectivos). En el lenguaje natural los operadores
lógicos que permiten combinar proposiciones son las palabras ‘y’, ‘o’, ‘si... entonces... ’, ‘... si y solo
si... ’, u otras expresiones similares a éstas; el último operador lógico es la palabra ‘no’, que es una
constante lógica aunque no permita combinar o conectar proposiciones. A las proposiciones que
aparecen sin operadores lógicos se las llama atómicas y a las que contienen operadores lógicos se las
llama moleculares.

La verdad o falsedad de las proposiciones atómicas depende de la correspondencia de su significado


con la realidad1. Para las proposiciones moleculares esto también vale, aunque para algunas puede
determinarse el valor atendiendo solo al significado de los conectivos que en ellas aparecen, i.e., lo
determinante es su forma lógica. Por ejemplo, el valor de verdad de la proposición atómica ‘llueve’
depende del lugar y el momento en que se la enuncie (lo mismo ocurre con la proposición molecular
‘llueve y hace frío’), pero la proposición ‘llueve o no llueve’ es verdadera independientemente de
cualquier condición: esto se debe al significado de los operadores lógicos ‘o’ y ‘no’, y a que es de la
forma ‘ o no ’: no importa qué proposición ocurra en lugar de ‘’, cualquier proposición molecular
que tenga esa forma será siempre verdadera. A las proposiciones que en virtud de su forma lógica
son siempre verdaderas se las llama tautologías, y a las que son siempre falsas autocontradicciones o
simplemente contradicciones (por ejemplo, las de la forma ‘ y no ’).

Si bien las cuestiones de forma lógica están relacionadas con las del valor de verdad, ambas pueden
ser estudiadas independientemente en ciertos aspectos. Las primeras cuestiones son de tipo
sintáctico, mientras las segundas son de tipo semántico. Ambos aspectos forman parte del estudio
del lenguaje de LP que, como todo lenguaje lógico, es simbólico y artificial. El propósito de crear un
lenguaje así responde a la necesidad de evitar cualquier tipo de vaguedad o ambigüedad como las
que suelen aparecer en el lenguaje natural.

1
A este criterio para determinar la verdad o falsedad se lo conoce con el nombre de teoría semántica de la verdad y se
debe a A. Tarski.
Lenguajes formales 17

Sintaxis
La descripción de la sintaxis de un lenguaje comienza con la especificación de un alfabeto. El alfabeto
del lenguaje de LP está formado por los siguientes símbolos:

 Operadores lógicos:  (negación),  (conjunción),  (disyunción),  (condicional), 


(bicondicional). (Corresponden a ‘no’, ‘y’, ‘o’, ‘si... entonces...’ y ‘... si y solo si... ’,
respectivamente.)

 Símbolos de puntuación: (, ) (paréntesis)

 Letras o variables proposicionales: A, A1 , A2 , ..., B, B1 , B2 , etc. (letras mayúsculas que simbolizan


proposiciones cualesquiera)

Los términos en este lenguaje son las variables proposicionales. Ahora bien, no cualquier secuencia
de símbolos de este alfabeto es una proposición o fórmula bien formada (fbf) del lenguaje, sino solo
aquellas que pueden ser formadas combinando los términos con los conectivos lógicos de acuerdo a
ciertas cláusulas definidas. Tales cláusulas son las siguientes:

Fórmulas bien formadas (fbf) de LP

1. Cualquier término es una fbf.

2. Si  y  son fbf’s, entonces , (  ), (  ), (  ) y (  ) son fbf’s.

3. Una cadena de símbolos es una fbf si y solo si puede ser formada de acuerdo a las cláusulas (1) y
(2).

Si una fbf no tiene operadores lógicos se dice que es una fórmula atómica o simplemente un átomo;
de otro modo, se dice que es una fórmula molecular. El operador principal de una fbf siempre será el
último operador que se coloque al construir la fbf de acuerdo a la definición (el valor de verdad de la
fórmula es el valor de verdad que toma el operador principal).

Semántica
El valor de verdad de las proposiciones moleculares puede determinarse en función del valor de
verdad de las proposiciones atómicas y los operadores que ocurren en ellas. El significado de los
operadores se especifica mediante las llamadas tablas de verdad (ver Figura 4).

Las tablas de verdad indican todos los valores posibles que puede tomar una fbf.
Lenguajes formales 18

   (  ) (  ) (  ) (  )

V V F V V V V

V F F F V F F

F V V F V V F

F F V F F V V

Figura 3: Tablas de verdad de los operadores lógicos

Ejemplo 8

Figura 4 (los valores que puede tomar son los que aparecen en la última columna y son una función
de los que aparecen en las dos primeras; las columnas intermedias muestran pasos sucesivos que
llevan de éstas a aquella).

A las fbf’s que en todas las líneas de sus tablas toman valor verdadero se las llama fórmulas
tautológicas o tautologías, y a las que solo toman valor falso se las llama fórmulas contradictorias o
contradicciones. A las fbf’s que no son ni tautologías ni contradicciones se las llama fórmulas
contingentes o contingencias, significando que su valor varía dependiendo estrictamente del valor
que tengan sus componentes. Cuando dos fórmulas tienen la misma tabla de verdad (i.e., a iguales
valores de sus componentes iguales valores tienen las fbf’s) se dice que son lógicamente
equivalentes. De esto se sigue que todas las tautologías son equivalentes entre sí, y todas las
contradicciones son equivalentes entre sí, pero, por supuesto, no todas las contingencias son
equivalentes entre sí.

A B B (A  B) A (A  B)  A

V V F F F F

V F V V F V

F V F V V V

F F V V V V

Figura 4: Ejemplo 8
Lenguajes formales 19

El condicional material
El condicional material, que hemos simbolizado con ‘’, conecta dos proposiciones: la de la
izquierda, llamada antecedente, y la de la derecha, llamada consecuente. Como vimos en la tabla de
verdad, el condicional sólo es falso cuando el antecedente es verdadero y el consecuente falso, y es
verdadero en cualquier otro caso. Estas condiciones de verdad son las mínimas que podemos
considerar para cualquier interpretación del condicional material. Veamos diferentes relaciones que
este conectivo permite representar.

Ejemplo 9

a) Si llueve se moja la calle

b) Si no tengo ganas, no tengo ganas

c) Si pierde Boca me hago de River

d) Si estudiás te doy plata para salir

En a) la relación entre antecedente (‘llueve’) y consecuente (‘se moja la calle’) es de causalidad (la
lluvia es la causa de que la calle se moje). En b) la relación es de implicación lógica (si A entonces A
principio lógico de identidad). En c) no se expresa una relación de causalidad ni de implicación,
sino más bien una actitud o decisión frente a un posible hecho. Y en d) se expresa una promesa bajo
determinada condición. Lo que trata de reflejar la tabla de verdad del condicional material, entonces,
son las condiciones de verdad mínimas que sean comunes a los distintos usos del condicional.

El condicional, como el propio término refiere, determina condiciones. Estas condiciones son de dos
tipos: necesarias o suficientes. Cuando decimos ‘si llueve se moja la calle’ queremos decir que la
lluvia es condición suficiente para que la calle se moje, es decir, que basta con que llueva para que se
moje la calle. Sin embargo, no es necesario que llueva para que se moje la calle, pues la calle puede
mojarse por otros medios, por ejemplo, regándola con una manguera. Por otra parte, cumplido el
antecedente (es decir, llueve de hecho) entonces el consecuente es necesario que se cumpla (de otro
modo, el condicional es falso). Entonces podríamos reescribir ‘si llueve se moja la calle’ con otras dos
frases: ‘si llueve entonces necesariamente se moja la calle’ y ‘para que se moje la calle es suficiente
con que llueva’. De esto se desprende que siempre las condiciones suficientes van en el antecedente
y las necesarias en el consecuente.

A veces una condición es a la vez suficiente y necesaria de otra. En estos casos usamos el
bicondicional que, de hecho, es lo mismo que usar dos condicionales que pueden invertirse
mutuamente. Por ejemplo, ser un ciudadano argentino empadronado es condición suficiente y
necesaria a la vez para estar obligado a votar, o sea que esto lo podemos expresar ‘un ciudadano
argentino está empadronado si y solo si está obligado a votar’. Nótese que en el ‘si y solo si’, el ‘si’
indica la condición suficiente, y el ‘solo si’ la condición necesaria.
Lenguajes formales 20

Ejemplo 10

En la proposición ‘solo si no llueve la pasan a buscar’, el ‘solo si’ indica que es necesario que no llueva
para que la pasen a buscar. O sea que al representarla con un condicional material, ‘no llueve’ irá en
el consecuente, mientras ‘la pasan a buscar’ irá en el antecedente. En palabras: ‘si la pasan a buscar,
entonces (necesariamente) no llueve’. Si, en cambio, se dijera simplemente ‘si no llueve la pasan a
buscar’ (sin el ‘solo’ al comienzo), entonces que no llueva no sería necesario para que la pasen a
buscar, sino suficiente.

Prueba de tautologicidad de las fbf por reducción al absurdo:

La tautologicidad de una fórmula, como vimos, puede ser demostrada por tablas de verdad. Sin
embargo, cuando el número de variables proposicionales es grande, el procedimiento se vuelve
engorroso. Para esos casos es más práctico emplear el método de reducción al absurdo. Este método
no es mecánico como el de las tablas pero es más breve, aunque tiene la desventaja que, en caso de
la fbf no resultar tautológica, no nos informa si se trata de una contingencia o una contradicción.

El método consiste en suponer que la fórmula es falsa, y determinar si esto es imposible (hallando
que tal supuesto lleva a contradicción).

Ejemplo 11

11.1

Sea la fbf: A  ((B  C)  A)

1) Comenzamos suponiendo que es falsa, para lo cual colocamos una ‘F’ debajo del conectivo
principal:

A  ((B  C)  A)

2) Luego observamos las implicaciones que tiene esta hipótesis. En este caso, como el conectivo
principal es un condicional, que fuera falso implicaría que el antecedente sería verdadero y el
Lenguajes formales 21

consecuente falso (lo escribimos en el renglón inferior, para indicar que estos valores se introducen
en segundo lugar, y dependen de lo escrito en el renglón anterior):

A  ((B  C)  A)

V F

Ahora como el consecuente ‘((B  C)  A)’ también es un condicional y nos quedó falso, tendremos
además que ‘(B  C)’ sería verdadero y ‘A’ falso (esto lo agregamos un renglón más abajo):

A  ((B  C)  A)

V F

V F

3) Podemos ver que se ha dado una contradicción ya que ‘A’ aparece siendo verdadero (en el
segundo renglón) y falso a la vez (en el tercer renglón). Marcamos esta contradicción con una línea
que una los dos valores, y un asterisco:

A  ((B  C)  A)

V F

V F

4) Concluimos que la fbf es tautológica, ya que el suponer que es falsa llevó necesariamente a un
resultado absurdo.
Lenguajes formales 22

11.2

Hay determinadas fbf’s donde estas pruebas para determinar la tautologicidad se hacen más
complejas, ya que la hipótesis de partida nos lleva a distintas posibilidades. Por ejemplo, si tenemos:

B  ((B  A)  A)

entonces pueden darse tres casos: la parte izquierda de ‘’ es verdadera y la derecha falsa, o a la
inversa, o ambas partes son falsas:

B  ((B  A)  A)

Caso 1: V F

Caso 2: F V

Caso 3: F F

Frente a esto no queda otro remedio que hacer la prueba caso por caso. Nótese que para poder
concluir que la fbf es tautología deben encontrarse contradicciones en todos y cada uno de los casos
(y subcasos, si los hubiese), mientras que para concluir que no es tautología basta con encontrar un
solo caso (o subcaso) donde no se deriva contradicción. Comenzamos desarrollando el Caso 1 (deben
dejarse planteados los demás casos).

B  ((B  A)  A)

Caso 1: V F

V F

Caso 2: F V

Caso 3: F F

El valor falso del condicional ‘(B  A)  A’ sólo puede darse si el antecedente (‘B  A’) es verdadero
y el consecuente (‘A’) falso. Tenemos ahora un condicional verdadero (‘B  A’), que introduce tres
Lenguajes formales 23

subcasos. Pero tenemos otros datos: sabemos que B es verdadero y que A es falso, así que podemos
“trasladar” esos valores (lo indicamos con una flecha), así nos ahorramos abrir tres subcasos del Caso
1:

B  ((B  A)  A)

Caso 1: V F

V F

V F

Caso 2: F V

Caso 3: F F

Es decir, por el segundo renglón sabíamos que B es verdadera (en el Caso 1), y por el tercer renglón
sabíamos que A es falsa. Para que no haya contradicción, en el condicional ‘B  A’ ambas letras
deben mantener esos valores, de ahí que podamos “trasladarlos”. Pero al hacerlo, vemos que nos
queda un condicional con antecedente verdadero y consecuente falso: el condicional ‘B  A’ resulta
ser falso, aunque tenía que ser verdadero. Una vez más, marcamos la contradicción uniendo con
líneas y agregando un asterisco:

B  ((B  A)  A)

Caso 1: V F

V F

V F

Caso 2: F V

Caso 3: F F

Esta contradicción que hemos encontrado nos obliga a seguir con el Caso 2 (porque solamente nos
demuestra que la fórmula no será falsa cuando B sea verdadera y el condicional de la derecha sea
Lenguajes formales 24

falso; todavía queda la posibilidad de que la fórmula sea falsa en los casos en que B es falsa). Si
desarrollamos el Caso 2, encontraremos tres subcasos, dado que el condicional ‘(B  A)  A’ puede
ser verdadero de estas tres formas:

B  ((B  A)  A)

Caso 1: V F

Caso 2: F V

Subcaso 2.1 V V

Subcaso 2.2 F V

Subcaso 2.3 F F

Caso 3: F F

El Subcaso 2.1 tiene, otra vez, un condicional verdadero: ‘B  A’. Otra vez, no hace falta desarrollar
los nuevos tres subcasos, ya que para el caso 2, subcaso 2.1, B es falsa y A es verdadera. Así,
podemos trasladar los valores al condicional (el traslado de los valores siempre se indica con flechas):

B  ((B  A)  A)

Caso 1: V F

Caso 2: F V

Subcaso 2.1 V V

F V

Subcaso 2.2 F V

Subcaso 2.3 F F
Lenguajes formales 25

Caso 3: F F

Ahora, el condicional ‘B  A’ tiene antecedente falso y consecuente verdadero, con lo cual es


verdadero –como debía serlo–. No hay, pues contradicción en el Subcaso 2.1: cuando A es verdadera
y B es falsa, la fórmula es falsa. Hemos demostrado que no se trata una tautología. En este punto,
hemos terminado el ejercicio. Puede verse fácilmente que los subcasos 2.2 y 2.3 llevan a
contradicción, pero no deben desarrollarse porque ya está probado lo que se quería demostrar: que
la fórmula no es tautológica. Tampoco el Caso 3 debe desarrollarse.

Esta técnica requiere entender claramente qué se ha probado cuando se encuentra una
contradicción, qué se ha probado cuando se encuentran contradicciones en todos los casos, y que se
ha demostrado cuando se encuentra un caso libre de contradicción. Es importante entender y
dominar la técnica, porque será empleada más adelante para demostrar independencia y/o
consistencia en conjuntos de fórmulas.

Razonamiento en LP

Pruebas mecánicas de validez de razonamientos: condicional asociado


El método del condicional asociado a un razonamiento explota la correspondencia que existe entre la
validez de un razonamiento y la verdad de un condicional. En efecto, sabemos que un razonamiento
es válido si en caso de ser verdaderas las premisas, resulta también verdadera la conclusión; y un
condicional es verdadero si en caso de ser verdadero el antecedente, resulta también verdadero el
consecuente. El condicional asociado a un razonamiento será, pues, un condicional que tenga por
antecedente la conjunción de todas las premisas del razonamiento, y por consecuente, la conclusión
del razonamiento. Luego, para probar la validez del razonamiento, bastará con probar la
tautologicidad de su condicional asociado (si éste no es tautológico, el razonamiento es inválido).

Ejemplo 12

Sea el razonamiento:

AB
C  B
A  C

Su condicional asociado es:

((A  B)  (C  B))  (A  C)


Lenguajes formales 26

Como este condicional es tautológico (lo cual se puede demostrar por tablas de verdad y por
reducción al absurdo), el razonamiento es válido. Nótese que si el condicional no fuera tautológico,
esto implicaría que en su tabla de verdad habría al menos una línea donde el antecedente sería
verdadero y el consecuente falso; o sea que el razonamiento al cual se asocia, podría tener premisas
verdaderas y conclusión falsa, lo cual mostraría su invalidez.

Pruebas no mecánicas de validez de razonamientos: pruebas directas


El primer tipo de pruebas no mecánicas de validez es la prueba directa, que consiste en partir de las
premisas que se tienen y aplicar reglas de inferencia para ir obteniendo conclusiones hasta alcanzar
la conclusión deseada.

Ejemplo 13

Probaremos directamente la validez del razonamiento:

AB
C  B
AC

Entonces procedemos del siguiente modo:

1) Numeramos las líneas de las premisas, ya que luego deberemos indicar qué líneas utilizamos en las
derivaciones.

1. A  B
2. C  B

2) Comenzamos a aplicar las reglas de inferencia (o equivalencias) sobre las premisas en procura de
llegar a la conclusión ‘A  C’ (este proceso no es mecánico, sino que requiere de una estrategia que
solo se adquirirá a través del ejercicio). Por ejemplo, podemos comenzar aplicando contraposición en
la premisa 2, con lo cual obtendremos una nueva línea (3). A la derecha de esta línea debemos
escribir la justificación, es decir, cómo se obtuvo, para lo cual haremos referencia a la regla o
equivalencia utilizada y a los números de las líneas anteriores de las cuales se derivó:

1. A  B
2. C  B
3. B  C 2, Contrap.

3) A medida que obtenemos nuevas líneas, éstas pueden ser usadas como premisas para las
próximas derivaciones. Por ejemplo, nuestra prueba puede continuar aplicando silogismo hipotético
sobre las líneas 1 y 3, obteniendo 4:
Lenguajes formales 27

1. A  B
2. C  B
3. B  C 2, Contrap.
4. A  C 1,3, Silogismo Hipotético

4) Al arribar a la conclusión deseada la prueba finaliza (como ocurrió en nuestro ejemplo).

Pruebas no mecánicas de validez de razonamientos: pruebas indirectas (reducción al


absurdo)

Las pruebas indirectas o de reducción al absurdo consisten en demostrar que es imposible que la
conclusión no se cumpla. Supongamos que queremos demostrar una conclusión C, a partir de un
conjunto λ de premisas. Entonces el método consiste en:

(1) Agregar a las premisas el supuesto de que la conclusión C es falsa, es decir, suponemos C.

(2) Utilizamos la prueba directa para deducir a partir de λ y C una contradicción cualquiera: esto es,
una fórmula ‘  ’, donde  puede ser cualquier fbf, atómica o molecular. La única restricción es
que no puede hacerse la prueba directa (es decir, no puede haber una línea intermedia n que sea
exactamente la conclusión).

(3) Como este resultado absurdo muestra que el supuesto C es inaceptable, se concluye lo
contrario, a saber, C, que es la conclusión buscada.

Ejemplo 14

Vamos a aplicar la reducción al absurdo para probar el razonamiento del ejemplo anterior:

1) Partimos de suponer la negación de la conclusión que buscamos, justificándola como el supuesto


del absurdo (y escribiendo a la izquierda del número de línea una línea horizontal que indica la
“apertura” de un supuesto auxiliar):

1. A  B
2. C  B
 3.  (A  C) Sup. del abs.
2) Luego hacemos una prueba directa para arribar a una contradicción cualquiera –cuidando de no
hacer en el medio la prueba directa–, y junto a la izquierda del número de línea de la contradicción
escribimos otra línea horizontal que indica la “clausura” del supuesto auxiliar:

1. A  B
2. C  B
 3.  (A  C) Sup. del abs.
4. (A  C) 3, Def. de ‘’
Lenguajes formales 28

5. A  C 4, D N
6. A 5, Simp.
7. C 5, Simp.
8. B 1, 6, Modus Ponens
9. B 2, 7, Modus Ponens
 10. B  B 8, 9, Conj.
3) Finalmente, en vista de ese resultado rechazamos el supuesto del absurdo, y justificamos apelando
a la prueba realizada a través de todos los pasos (y unimos las dos líneas horizontales con una
vertical, indicando que el supuesto de la línea 3 ha sido cancelado con la fórmula de la línea 10):

1. A  B
2. C  B
3.  (A  C) Sup. del abs.
4. (A  C) 3, Def. de ‘’
5. A  C 4, D N
6. A 5, Simp.
7. C 5, Simp.
8. B 1, 6, Modus Ponens
9. B 2, 7, Modus Ponens
10. B  B 8, 9, Conj.
11. (A  C) 3-10, R. A. A.

El lenguaje de la lógica de predicados de primer orden

El lenguaje del cálculo de predicados o de primer orden es más expresivo que el del cálculo
proposicional ya que permite referir a propiedades y relaciones individuales. El lenguaje está
compuesto por los signos:

 letras de individuos (para referir a elementos del dominio):

a) variables (para referir a cualquier individuo); convencionalmente utilizaremos las letras


minúsculas ‘u’ a ‘z’.

b) constantes (para referir a individuos específicos); convencionalmente utilizaremos las letras


minúsculas ‘a’ a ‘t’.

 variables predicativas o predicados (para referir a propiedades o relaciones individuales): letras


mayúsculas: A, B, C, ..., etc.

 símbolos lógicos (los mismos que para el cálculo proposicional): , , , , .


Lenguajes formales 29

 signos de puntuación: (, ).

 cuantificadores (se aplican sobre variables individuales y para indicar si nos referimos a todos o
solo algunos elementos del discurso):

a) cuantificador universal: x (se lee ‘para todo x’)

b) cuantificador existencial: x (se lee ‘para algún x’ o ‘existe un x’)

Llamaremos parámetros de las variables predicativas a las letras individuales que afectan esas
variables. Según la cantidad de parámetros de un predicado éste puede ser monádico (un
parámetro), diádico (dos parámetros), triádico (tres), ..., n-ádico (n parámetros). Los predicados
monádicos permiten expresar propiedades de individuos (la propiedad de ser rojo, de ser hombre, de
ser gerente, de ser un globo, etc.); los diádicos permiten expresar relaciones binarias (ser más alto
que, ser el padre de, ser deudor de, etc.); los triádicos permiten expresar relaciones ternarias (ser
igual a la suma de... y de..., ser hijo de... y de..., estar entre... y ..., etc.); y así sucesivamente.

Los términos del lenguaje de predicados son las letras individuales. Las fórmulas bien formadas de
este lenguaje se construyen de acuerdo a la siguiente definición:

Fórmulas bien formadas del lenguaje de primer orden

1. Si 1, ..., n son términos y  es un predicado n-ádico, entonces 1 ... n es una fbf.

2. Si  y  son fbf’s entonces   , (  ), (  ), (  ) y (  ) son fbf’s.

3. Si  es una fbf y  es una variable individual entonces   y   son fbf’s.

4. Son fbf’s solo las que se construyen de acuerdo a las cláusulas (1) a (3).

Ejemplo 15

Cadenas de signos que son fbf’s:

x (Fx  Fa), Kab, Sabdfds  Bjork, (Oa  Oa)  y z (Py  Hz)

Cadenas de signos que no son fbf’s:

aHs, a Fa, AbH,  ()

De las que no son fbf’s, la primera no lo es porque un predicado no puede estar precedido por un
término, la segunda porque no se puede cuantificar una constante individual sino solo variables, la
tercera porque un predicado como ‘H’ no puede ser parámetro de otro predicado, y la cuarta porque
‘‘ y ‘‘ no son signos del lenguaje sino del metalenguaje.
Lenguajes formales 30

Variables libres y ligadas


Las variables individuales pueden aparecer (en términos técnicos, “ocurrir”) en las fbf’s como libres o
ligadas. Ocurren ligadas si están bajo el alcance de un cuantificador. El alcance de un cuantificador es
la mínima fórmula que le sigue. Por ejemplo, en la fórmula

x (Gx  Fx)  (Fa  Gx)

el alcance del cuantificador es la fórmula (Gx  Fx), y por lo tanto, estas dos ocurrencias de la
variable ‘x’ son ligadas. Las variables que no ocurren ligadas ocurren libres. Por ejemplo, la ocurrencia
de ‘x’ en (Fa  Gx) es libre, ya que no está bajo el alcance de ningún cuantificador. Esta distinción
entre variables libres y ligadas es importante, puesto que una fórmula en la que aparecen variables
libres no permite expresar nada (esto se verá más claro luego).

Cómo utilizar el lenguaje


Como dijimos al principio, el lenguaje de primer orden nos permite expresar propiedades y
relaciones entre individuos. Por ejemplo, si queremos expresar la posposición ‘Juan es gerente’ lo
haremos del siguiente modo:

a) primero debemos hacer un “diccionario” para dar significado a los signos que usaremos.
Escogemos un signo para representar a Juan: como es un individuo específico debemos tomar una
constante individual, por ejemplo ‘j’. Luego necesitamos un signo para representar la propiedad de
ser gerente. Para esto debemos definir un predicado monádico. Esto se hace tomando una letra
predicativa con su correspondiente parámetro, que lo simbolizaremos con una variable cualquiera.
Así definiremos, por ejemplo, ‘Gx’ como ‘x es gerente’ (puesto que por ahora solo definimos el
predicado, con ‘x’ no se hace referencia a ningún elemento en particular). Nuestro diccionario,
entonces, quedará así:

Diccionario: j: Juan

Gx: x es gerente

b) la segunda parte es la construcción propiamente dicha de la fórmula que representa la proposición


‘Juan es gerente’. Esto se hace ubicando apropiadamente la constante ‘j’ como parámetro del
predicado ‘Gx’. O sea, nos quedará la simple fórmula:

Gj

y se lee, justamente, ‘Juan es gerente’.

Ejemplo 16
Lenguajes formales 31

16.1. La traducción de la proposición ‘hay un gerente’ se expresa así:

Diccionario: Gx: x es gerente

La fórmula es: x Gx

En este caso debemos usar cuantificador existencial por dos razones: primero, debemos usar
cuantificador porque no nos referimos a un elemento particular sino a uno indeterminado; segundo,
el cuantificador debe ser existencial ya que la proposición afirma que hay alguien que es gerente
pero no que todos lo son. En efecto, si escribiéramos ‘x (Gx)’ esto se leería ‘para todo x, x es
gerente’, o sea, ‘todos son gerentes’.

16.2. La proposición ‘Juan tiene deudores’ se traduce así:

Diccionario: j: Juan

Dxy: x es deudor de y

La fórmula es: x Dxj (se lee ‘existe al menos un x tal que x es deudor de Juan’)

Nótese en este caso que dado que ‘ser deudor de’ es una relación binaria debimos escoger un
predicado diádico.

16.3. La proposición ‘hay deudores que son morosos’ se simboliza así:

Diccionario: Dx: x es deudor

Mx: x es moroso

La fbf es: x (Dx  Mx)

Esto se lee ‘existe al menos un x tal que x es deudor y es moroso’.

16.4. La proposición ‘todos los empresarios son patrones’ se traduce así:

Diccionario: Ex: x es empresario

Px: x es patrón

La fórmula es: x (Ex  Px)


Lenguajes formales 32

Nótese que aquí debimos usar el conectivo ‘’. Esta fbf se lee ‘para todo x, si x es empresario
entonces x es patrón’, lo cual, por otra parte, es verdadero. Si en cambio hubiéramos escrito ‘x (Ex
 Px)’ esto se leería ‘para todo x, x es empresario y patrón’, o sea, diríamos que todos los individuos
son empresarios y patrones, lo cual es falso.

16.5. La proposición ‘todo menor tiene un tutor’ se traduce así:

Diccionario: Mx: x es menor

Txy: x es tutor de y

La fórmula es: x (Mx  y Tyx).

Nótese que esta proposición es universal. Se lee así: ‘Para todo x, si x es un menor entonces existe un
y tal que es tutor de x’.

16.6. La proposición ‘hay un elemento tanto o más pesado que todos los elementos’ se traduce así:

Diccionario: Ex: x es un elemento

Pxy: x es tanto o más pesado que y

La fórmula es: x (Ex  y (Ey  Pxy)).

Nótese que esta proposición es existencial. Se lee así: ‘Existe un x que es un elemento y, para todo y,
si y es un elemento entonces x es tanto o más pesado que y’.

En 16.5 y 16.6 aparecen ambos cuantificadores, pero en orden inverso, de manera que uno de los
enunciados es universal (aunque tenga también un existencial) y el otro es existencial (aunque tenga,
además, un cuantificador universal). Esto es así porque se afirman en uno y otro caso cosas distintas:
en 16.5 se dice que los menores tienen un tutor, y no se está afirmando que ese tutor sea el mismo
para todos; en 16.6 se afirma que hay (al menos) un elemento tanto o más pesado que todos los
elementos (es igual de pesado que sí mismo). Cuando los cuantificadores se ordenan x... y..., se
quiere decir que hay un x que vale para o está en relación con todos los y (como por ejemplo, al decir
‘existe un prefijo para todos los teléfonos bahienses’ o ‘hay algo que es la causa de todo’); cuando los
cuantificadores se ordenan y... x..., se quiere decir que cada y (no en su conjunto ni
adicionándolos, sino individualmente) tiene un x (como cuando se dice, por ejemplo, ‘cada argentino
tiene un número de documento’ o ‘todo tiene una causa’). Si vemos una foto donde se ven 4
personas, no es lo mismo decir “todos tienen a su madre viva” que “la madre de todos ellos vive”: en
Lenguajes formales 33

Todo S es P Ningún S es P

x (Sx  Px) A E x (Sx  Px)

I O

Algún S es P Algún S no es P

x (Sx  Px) x (Sx  Px)

Figura 5: Cuadrado de oposición en lenguaje de lógica de predicados

el primer caso se tiene una expresión lógicamente universal (y... x...), en el segundo caso una
expresión lógicamente existencial (x... y...).

Cuadro de oposición
El cuadro de oposición de proposiciones categóricas puede representarse en este lenguaje como en
la Figura 6. Sin embargo, de todas las relaciones que vimos según la lógica aristotélica, sólo se
mantiene la contradicción entre las ubicadas en diagonal. Esto se debe a que la lógica aristotélica
mantiene un compromiso ontológico sobre los términos, de modo que es una lógica de cosas
existentes. Así, la lógica aristotélica permite expresar razonamientos con proposiciones categóricas
cuyos términos refieren a clases de cosas que contienen al menos un elemento, como: caballos,
hombres, mamíferos, griegos, etc.; pero no siempre expresa correctamente razonamientos sobre
clases de cosas vacías, como: zombies, astronautas argentinos, números primos divisibles por cuatro,
unicornios, etc. El la lógica de predicados, en cambio, no se mantiene el compromiso ontológico. La
existencia de un predicado no implica que ese predicado tenga extensión no vacía. Entonces, una
proposición como ‘todos los zombies comen cerebros’ es verdadera. ¿Por qué? Primero, notemos
que esa proposición puede simbolizarse como

∀x(Zx→ Cx),

con los predicados

Zx: x es un zombie

Cx: x come cerebros

Entonces, si no existen zombies, para cualquier ejemplificación con cualquier constante, por ejemplo

Za→ Ca
Lenguajes formales 34

tendremos que Za es falso. Por lo tanto, según la tabla de verdad, tendremos que el condicional será
verdadero. Y esto será así para el caso de ‘a’ o de cualquier otra constante.

Ahora bien, hemos visto que si no existen zombies, entonces ‘∀x(Zx→ Cx)’ es verdadera. ¿Podemos,
entonces, afirmar que también es verdadera ‘∃x(Zx∧Cx)’, por subalternancia? No, porque si no
existen zombies, entonces, como antes, Zx va a ser falso para cualquier constante que sustituya a x y,
por lo tanto, será falsa siempre la conjunción. Luego, en este lenguaje no vale la subalternancia. Con
razonamientos similares, podés probar que tampoco valen los razonamientos por contrariedad y
subcontrariedad.

Intercambio de cuantificadores
Los cuantificadores pueden intercambiarse de acuerdo a la siguiente tabla (‘’ indica una fbf
cualquiera):

x   x 

x   x 

Por ejemplo, la expresión ‘hay empleados haraganes’ (x (Ex  Hx)) expresa lo mismo que ‘no es
cierto que ningún empleado es haragán’ (x (Ex  Hx), que a su vez, por definición del
condicional, es equivalente a x (Ex  Hx)).

Ejemplo 17

La fbf: x (Px  Qx) (‘no es cierto que todos los P son Q’)

puede intercambiarse con: x  (Px  Qx)

que a su vez es equivalente a: x (Px   Qx) (‘hay al menos un P que no es Q’)

Observación 4

En todos los casos de traducción de proposiciones al lenguaje de predicados de primer orden, todas
las variables deben quedar ligadas, si no las fbf’s resultantes no serán proposiciones.
Lenguajes formales 35

Reglas de inferencia y equivalencias lógicas

Reglas del cálculo proposicional

Modus Ponens Modus Tollens Silogismo Disyuntivo Silogismo Hipotético


    
    
    

Adición Conjunción Simplificación

     
     
 

Reglas que introducen y descargan supuestos

Razonamiento por Casos Condicionalización


  Supuesto Cond.
 Supuesto RC 
 
  (descarga del supuesto)
 Supuesto RC


 (descarga de los supuestos)

Equivalencias:

Definiciones del condicional Definición del bicondicional


           (  )  (  )
    (  )

Asociatividad Distributividad
  (  )  (  )     (  )  (  )  (  )
  (  )  (  )     (  )  (  )  (  )

Conmutatividad Tautologías
 
 

Doble negación Importación/exportación


   (  )      (  )

Leyes de De Morgan Contraposición


(  )           
(  )    
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Reglas de introducción y eliminación de cuantificadores:

Ejemplificación Universal (EU) Generalización Universal (GU)

x x a
a x x

Restricciones:
1. ‘a’ no puede ocurrir en las premisas
2. ‘a’ no puede ocurrir en supuestos previos no
cancelados

Ejemplificación Existencial (EE) Generalización Existencial (GE)

x x a
a Supuesto de EE x x

 Restricción:
 (descarga del supuesto) ‘x’ no puede ocurrir en a

Restricciones:
1. ‘a’ no puede ocurrir en  ni en 
2. ‘a’ no puede ocurrir en las premisas
3. ‘a’ no puede ocurrir en supuestos previos no
cancelados

Equivalencias de cuantificadores:

Intercambio Cuantificacional (IC)

x  x  x  x
x  x  x  x
x  x  x  x
x  x  x  x

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