Manual de Doctrina Social de la Iglesia-

FARRELL, G. / GALAN, C. / BRARDINELLI, R.

TEMA I LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Una mirada sobre la realidad del mundo actual pone de manifiesto la existencia
de graves desigualdades e injusticias a diversos niveles: 800.000.000 de personas
viven en estado de pobreza absoluta; más de 1.000 millones de personas carecen
de vivienda o viven en condiciones miserables; 10.000.000 de sudamericanos
padece el mal de Chagas; la «deuda externa» de los países del Tercer Mundo
crece cada día... al mismo tiempo, se gastan por minuto más de 1.300.000 dólares
con fines militares.

Los cristianos leemos en el Evangelio : «Les doy un mandamiento nuevo: ámense

unos a otros...» (Jn 13, 34); «No hay amor más grande que dar la vida por los
amigos» (Jn 15, 13); «Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados
hijos de Dios» (Mt 5, 9); «Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados,
que yo los aliviaré» (Mt 11, 28); «Les aseguro que cualquiera que dé de beber,
aunque sólo sea un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por ser mi
discípulo, no quedará sin recompensa» (Mt 10, 42); «Vayan por todo el mundo y
anuncien la Buena Noticia a toda la creación» (Mc 16, 15). Esto Jesús nos lo dice
hoy a nosotros.

Evangelizar es la razón de ser y la misión de la Iglesia. Evangelizar es

también trabajar con todas las fuerzas por la justicia y la paz en el mundo. Una
expresión de este compromiso evangelizador de la Iglesia en favor de un mundo
mejor, es la Doctrina Social de la Iglesia. Nuestros obispos latinoamericanos,
reunidos en Santo Domingo, en 1992, nos dicen: «La Doctrina Social de la Iglesia
forma parte esencial del mensaje cristiano. Su enseñanza, difusión, profundización
y aplicación son exigencias imprescindibles para la nueva evangelización de
nuestros pueblos» (SD, Mensaje, 22).

¿QUÉ ES LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA?

Es el resultado del esfuerzo del Magisterio de la Iglesia por iluminar la realidad
con la luz del mensaje evangélico, en cada lugar y momento histórico
determinado, ofreciendo vías para solucionar los conflictos y problemas.

La DSI anuncia la verdad acerca de la dignidad del hombre, sus derechos...;

denuncia las injusticias...; coopera a los cambios positivos y al verdadero
progreso...

Llamamos Doctrina Social de la Iglesia al conjunto de las declaraciones oficiales

del Magisterio de la Iglesia acerca de las relaciones sociales. Veamos:
- Doctrina: un conjunto de enseñanzas.
- Social: referidas a las relaciones que se dan entre los seres humanos
(familia, educación, trabajo, economía, política, relaciones
internacionales, etc.).
- Magisterio: es el servicio de enseñar con autoridad confiado por
Jesucristo a los Apóstoles y a sus sucesores, los obispos en comunión
con el Papa, bajo la acción iluminadora del Espíritu Santo.

Mediante la DSI la Iglesia no propone un proyecto político paralelo a otros, ni

ofrece soluciones técnicas a los problemas de la sociedad, sino principios, criterios
y orientaciones desde la moral social cristiana, dirigidos a los cristianos y a todos
los hombres de buena voluntad, para favorecer la transformación del mundo
según el proyecto de Dios (cfr. SD 158).

La DSI es una realidad viva y dinámica, en diálogo constante con la realidad,

las ciencias y los hombres. En 1891 el Papa León XIII dió a conocer el primero
de una serie de importantes documentos sobre problemas sociales: la encíclica
Rerum novarum; desde entonces, la Iglesia (no sólo los Papas, sino también los
obispos de todos los continentes) ha puesto particular empeño en iluminar la
cambiante realidad social con diversos prounciamientos. «...continuidad y
renovación son una prueba de la perenne validez de la enseñanza de la Iglesia. Esta
doble connotación es característica de su enseñanza en el ámbito social. Por un
lado, es constante porque se mantiene idéntica en su inspiración de fondo, en sus
"principios de reflexión", en sus fundamentales "directrices de acción" y, sobre todo,
en su unión vital con el evangelio del Señor. Por el otro es siempre nueva dado que
está sometida a las necesarias y oportunas adaptaciones sugeridas por la variación
de las condiciones históricas así como por el constante influjo de los
acontecimientos...» (JUAN PABLO II, Sollicitudo rei socialis, 3)

¿De qué trata la DSI?

De muchos temas, todos ellos relacionados con la dignidad de la persona humana
inserta en la sociedad, como por ejemplo: trabajo, economía, política, Estado,
ideologías, justicia social, relaciones internacionales, guerra, paz, desarrollo,
familia, cultura, ecología...

La DSI tiene tres dimensiones inseparables:

- Dimensión teórica: principios éticos permanentes que se integran en
una reflexión sistemática.
- Dimensión histórica: mirada sobre los acontecimiento y datos del
momento histórico concreto.
- Dimensión práctica: orientaciones y directivas para una transformación
efectiva de la realidad.

Estas tres dimensiones se corresponden con los tres momentos del método
propio de la DSI: Ver: reconocer y analizar la realidad social, con la ayuda de las
ciencias humanas y sociales (dimensión histórica). Juzgar: interpretar los datos de
la realidad a la luz de los principios éticos y llegar a pronunciamientos críticos
sobre los fenómenos sociales y sus consecuencias (dimensión teórica). Actuar:
indicar caminos posibles para la transformación efectiva de la realidad según los
principios, criterios y juicios éticos (dimensión práctica).

Los cristianos debemos contribuir para la afirmación de la justicia y la paz en

el mundo. Es tarea de todos, particularmente de los cristianos laicos. ¿Qué debe
hacer un cristiano frente a la DSI? - Estudiar la DSI: leer los documentos y manejar
su contenido; - Conocer y profundizar lo que su fe dice sobre el hombre, su
dignidad, su vocación, etc.; - Mirar y analizar la realidad en la que vive, a la luz de
la DSI para hacer opciones responsables; - Poner en práctica lo que descubre
como exigencia de la DSI en este contexto particular (todos podemos
comprometernos allí donde actuamos: familia, barrio, escuela, trabajo, gremio,
política, etc.).