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La masa de acreedores: Es la unión de los acreedores que se agrupan con la misión de hacer valer
los intereses idénticos de sus miembros para lograr finalmente el pago de sus acreencias a prorrata
(masa activa). Se trata de una asociación de carácter obligatorio, de forma especial.
La masa comprende a todos los acreedores quirografarios del fallido para el momento de la
declaración de la quiebra y engloba igualmente a los acreedores protegidos por una garantía
personal, fianza o solidaridad, pero no a aquellos que se benefician de una hipoteca o de un
privilegio, a menos que sus acreencias no sean cubiertas en su totalidad por sus garantías.
Pero, para formar parte de la masa no basta con decirse acreedor. Es necesario justificar esa
cualidad por medio de una presentación que se califica en la forma prevista en los artículos 995 y
1.002 del Código de Comercio, con la mención de que se admite o se rechaza.
La masa toma sus decisiones en Asamblea General, llamada Junta General de Acreedores.
Son asambleas obligatorias.
La razón por la que se exige que los acreedores presenten los documentos justificativos es para
determinar su admisibilidad y poder establecer quienes son los que tienen derecho a concurrir
y ser tomados en cuenta en la liquidación. Esa operación se llama “Operación de selección de
acreedores” y el objeto de esa selección es saber quienes son los acreedores que van a participar en
la masa de la quiebra.
En principio, todas las acreencias del fallido deben ser conocidas en el balance depositado por el
deudor, fechado y firmado bajo juramento (Art. 926) o por el sindico (Art. 980), o en el inventario
hecho por el sindico acompañado del fallido o de un delegado suyo y por otro delegado que
designen los tres acreedores de mayor suma residentes en la localidad (Art. 957). Pero, por lo
general, en los negocios del fallido priva el desorden y por ello algunos acreedores pueden ser
omitidos. Precisamente para eso se publica la sentencia que declara la quiebra, para evitar los
inconvenientes que puedan resultar de esos olvidos voluntarios o no. También puede ocurrir que
falsos acreedores, amigos o cómplices del fallido, hayan sido señalados fraudulentamente en el
balance o en la contabilidad, o que algunas acreencias puedan ser mejoradas hábilmente. Es
necesario descubrir estos fraudes para que las operaciones de la quiebra sean sinceras, sin perjuicio
de las acciones penales.
Para conciliar todos los intereses presentes en la quiebra, nuestra legislación ha admitido un sistema
bastante particular y muy flexible: los acreedores conocidos desde el comienzo o que se manifiestan
a raíz de la publicación de la sentencia que declara la quiebra, están sometidos a una calificación de
naturaleza contenciosa siguiendo procedimientos que pueden variar. Los acreedores indiscutibles
son admitidos, ellos forman la masa activa, son acreedores en la masa; para los que sufren
oposiciones o impugnaciones el juez resolverá según las circunstancia, si procede o no la
convocatoria de la junta para deliberar sobre el convenio y para evitar que el procedimiento de la
quiebra se interrumpa mientras se deciden esas controversias, el juez puede acordar la admisión
provisional de esos créditos controvertidos (Arts. 1.002 y 1.008, aparte primero.)
El artículo 1.002 señala que la calificación debe tener lugar contradictoriamente con el síndico,
en presencia del juez y en junta de acreedores. Si la acreencia es admitida, se exige una
afirmación solemne de sinceridad. Si es impugnada la acreencia queda en suspenso hasta que se
decidan las controversias por el juicio ordinario del procedimiento mercantil (Art. 1.005).
Para resolver las impugnaciones ha que hubieren lugar el juez señalará uno de los tres días
siguientes para tratar la sobre conciliación, si las partes no concurrieren o no pudiere lograrse la
conciliación, se abrirá la causa a pruebas para todas las tachas opuestas; y seguirá el curso en la
forma ordinaria del procedimiento de tacha (arts. 438 y sgtes del C.P.C)
La calificación de los créditos es obligatoria para todos aquellos que están legalmente sometidos a
las condiciones previstas por la ley, es decir, que la admisión de un crédito en el pasivo de la
quiebra en junta de calificación es definitiva, salvo los casos de fraude y de fuerza mayor
legalmente comprobados ( Art. 1.006).
Solicitud de calificación.
Los acreedores para ser considerados como acreedores concurrentes deben pedir su inclusión en la
masa de acreedores.
El artículo 997 dispone “Desde el día en que se declare la quiebra podrán los acreedores depositar
en la secretaria del tribunal las solicitudes de calificación con los documentos calificativos de su
crédito y una demostración de las cantidades liquidas que se le deban.
El acreedor que carezca de documento presentará la demostración enunciando en ella los medios
probatorios que tenga....”. En todo caso, el acreedor expresará con claridad la naturaleza de su
crédito; y si pretende preferencia en el pago determinará cual es y los fundamentos en que se apoya.
De acuerdo con el artículo 997 es necesario presentar una solicitud escrita dirigida al juez que debe
expresar los siguientes:
a) El nombre y el apellido del acreedor; si es persona jurídica: la razón social o denominación.
b) Su domicilio.
c) La cantidad debida,
d) La naturaleza del crédito, si es real personal,
e) Los derechos de privilegio, prenda o hipoteca,
f) Los fundamentos en que se apoya, o sea, la causa jurídica del crédito, el titulo en que se basa su
condición de acreedor.
g) La afirmación de que el crédito es real y verdadero,
h) El documento justificativo del crédito y una demostración de las cantidades liquidas que se le
deban.
Recibidas las solicitudes de calificación el secretario o la secretaria del tribunal formará un registro
en que anotará a los acreedores que hicieren la solicitud y los documentos que presenten y debe
darles recibos a los interesados.
Operaciones de calificación.
La calificación es obra de una junta general de acreedores, cualquiera que sea el número que
concurriere, con la presencia del juez y del los síndicos. El fallido o sus herederos, también pueden
comparecer, aunque su presencia no es indispensable.
La junta general debe celebrarse en presencia del juez, pues su ausencia es causal de nulidad
absoluta de la junta, porque el interés público está comprometido en la estricta observación de la
prescripción de la quiebra. Pueden haber tantas reuniones de calificación como fueran necesarias
para hacer la calificación de todos los créditos.
Acreencias tardías.
Los acreedores conocidos o desconocidos que no hubieren ocurrido a la calificación de sus créditos
dentro de los términos designados, sólo serán admitidos a ella, si se presentaren antes de haberse
ordenado la distribución final de los fondos de la quiebra y serán de su cargo las costas y gastos que
causare la calificación.
En este caso el acreedor pierde el derecho a participar en las operaciones de la quiebra, en especial
en las deliberaciones sobre el convenio.
Período sospechoso.
Es el lapso de tiempo que transcurre entre los diez días precedentes a la fecha que se determine
como de iniciación de la cesación de los pagos y la fecha de la sentencia de quiebra (Freddy
Zambrano).
El lapso de tiempo que transcurre desde el momento en que se dicta la sentencia de quiebra o lo fija
el juez por auto separado y se retrotrae hasta dos años y diez días según el articulo 936 del Código
de Comercio y los diez días señalados en el artículo 945 del mismo código.
La finalidad del período sospechoso, es la revisión de todos los actos realizado por el fallido durante
ese lapso de tiempo que va desde que se inicia la cesación de pagos hasta el día que se dicta la
sentencia de quiebra y los diez días que le preceden, para ejercer las acciones de recomposición
patrimonial o acciones restitutorias, que hacen volver al patrimonio del fallido (masa pasiva), los
bienes que salieron del mismo de manera irregular. Estas acciones de recomposición patrimonial
son la restitutio in integram o retroacción judicial absoluta (art. 945 c. de Com.). y el interdictum
Fraudatorium o sistema de acciones de impugnación (arts. 946 y 947 del C. de Com.).
El sistemas de acciones restitutorias, tiene como finalidad reintegrar a la masa de la quiebra todos
aquellos bienes que el deudor tenia legalmente cuando comenzó la cesación de pagos.
Mientras que los actos realizados por el fallido después de la sentencia que declara la quiebra son
nulos de pleno derecho o, más exactamente, inoponibles de pleno derecho a la masa en virtud del
desasimiento, los actos del fallido anteriores a la sentencia declaratoria de quiebra (período
sospechoso) están sometidos a un régimen de nulidades muy particular y especial a la materia de la
quiebra. Este sistema de nulidades está contenido en el articulo 945 del Código de Comercio, el cual
enumera una serie de actos que si han sido ejecutados por el deudor en el período sospechoso son
nulos de nulidad absoluta y el tribunal está en el deber de pronunciar su nulidad al encontrarse en
presencia de alguno de ellos, en razón de que son actos ilícitos, fraudulentos y la disposición que
ordena su nulidad es de orden público. Pero en caso de que el juez no pronuncie la nulidad, el
sindico está en la obligación de solicitarla.
En Venezuela el Art. 945 del código de comercio consagra el principio de la retroacción judicial
absoluta: todos los actos del deudor que allí se mencionan, realizados con posterioridad a la época
a la que se retrotraigan los efectos de al quiebra se consideran nulos. La nulidad de estos actos es
absoluta, tanto desde el punto de vista subjetivo como adjetivo. Pero debe ser declarada por el juez,
bien de oficio por ser materia de orden público, o a petición del síndico de la quiebra.
Los actos realizados por el deudor después de la cesación de pagos o en los diez días que preceden
a dicha época (período sospechoso) que se consideran nulos en forma absoluta son los siguientes:
b.- Las hipotecas convencionales o judiciales, derecho de anticresis, prenda y cualquier privilegio o
causa de preferencia en el pago, obtenidos sobre bienes del deudor, por deudas contraídas con
anterioridad a los diez días indicados.
d.- Los plazos de deudas de plazos vencidos, que fueron hechos de otra manera que en dinero o en
papeles negociables si la obligación era pagadera en efectivo.
e.- Además, todos los actos ejecutados después que el juez ha decretado medidas preventivas
conforme a lo dispuesto en el Art. 932 son nulos y de ningún efecto respecto a loa acreedores del
concurso.
ACTOS ANULABLES.
Para que los actos señalados en el artículo 946 del Código de Comercio sean anulados por el juez
deben cumplirse los siguientes requisitos:
a) Que sean debidamente impugnados.
b) Que quienes recibieron pagos del deudor o contrataron con él sabían que para ese momento que
aquel se encontraba en estado de cesación de pagos. Sin embargo, está acción de nulidad no es
similar a la acción pauliana, porque en aquella no se requiere verificar la existencia de una
complicidad fraudulenta; en cambio en ésta es requisito indispensable.
El artículo 947 del Código de Comercio señala: “ Si el pago contra el cual se reclamare fuera el de
una letra de cambio satisfecha por el fallido después de la época fijada como la de cesación de
pagos, y antes de la declaración de quiebra, la acción en devolución sólo podrá intentarse contra
aquel por cuya cuenta se giro la letra, y si se trata de pagares “a la orden” sólo podrá intentarse
contra el primer endosante. En uno y otro caso, debe probarse que aquel a quien se pide la
devolución tenia conocimiento de la cesación de pagos al tiempo del giro de la letra o del endoso
del pagaré.”
Con esta disposición, se ha querido evitar la maniobra fraudulenta del librador de una letra de
cambio o del primer endosante de un pagaré, consistente en hacer efectivo el importe del titulo
valor mediante su descuento anticipado durante el período sospechoso, con la finalidad de evadir el
concurso, en detrimento de los demás acreedores, pues, además de romperse el principio de
igualdad, se causa daño a sus intereses al disminuirse, como consecuencia del pago anticipado, el
caudal patrimonial del deudor.
CADUCIDAD.
Las acciones que acuerdan los artículos 945, 946 y 947 del Código de Comercio no podrán
intentarse sino dentro del término de un año, contado desde que aparezca que no hay convenio (Art.
948 Cod. de Com.).
Para que comience a correr el lapso de caducidad del artículo 948 sólo es necesario como requisito
de forma “que aparezca que no hay convenio” y tal situación, si bien es cierto que, puede ser la
resultante de hechos formales, como consecuencia de una deliberación de la masa de acreedores
expresamente provocada por convocatoria del juez de la causa, también es cierto que de la propia
voluntad de dicha masa de acreedores puede resultar cumplido tal requisito, bien cuando acuerda la
liquidación por los propios acreedores, como cuando expresamente ordenan seguir las acciones en
referencia en resguardo de sus intereses. Siendo la masa de acreedores elemento determinante en el
convenio, porque sin su consentimiento no se concibe, cuando da la orden a su representante de que
proceda conforme al artículo 946, está diciendo que el tal convenio no es posible, es decir, que
aparece que no existe convenio” C.S.J. S 27-1-1.966, G.F. num. 51 2da. Et. Pág. 304.
Código de Comercio de Venezuela. Emilio Calvo Baca. Ediciones Libra. 1.998. Pag. 1.888.