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Abg. Avryl V. García A.

Impreabogado Nº 77279

DEL DERECHO CONCURSAL

El atraso, La Quiebra, La Calificación de los Créditos y la Liquidación


por los Acreedores.

Como primer punto, tenemos a la figura jurídica del atraso el cual, es el


estado en que se encuentra el deudor de buena fe solvente, que no tiene liquidez
por razones excusables, de retardar el pago de sus deudas. En sentido amplio, su
naturaleza jurídica viene determinada por la situación jurídica de gracia que la ley
otorga al comerciante no doloso para que pueda cumplir sus obligaciones libres
del apremio de los acreedores. En efecto, el atraso, puede ser solicitado por el
comerciante interesado y por tanto, no puede ser pedida por los acreedores ni por
el Juez.

En este orden de ideas, el régimen jurídico y la definición del atraso, se


encuentra estipulado con fundamento y valor jurídico en el artículo 898 del Código
de Comercio Venezolano. De manera que, conviene subrayar los elementos
esenciales que conforman el atraso los cuales, son que el solicitante sea
comerciante, es necesario un balance comercial, es indispensable el inventario de
los 30 días antes de realizar dicha solicitud, las estimaciones prudenciales del
listado de los deudores, un estimado nominativo de sus acreedores donde
indiquen sus domicilios, el monto y la calidad de sus acreencias y, la opinión
favorable de la solicitud realizada, por al menos tres de los acreedores.

En consecuencia, el procedimiento para efectuar la solicitud del atraso se


trata en primer lugar que, el Juez convoca a una reunión de acreedores a los 8
días de la publicación de la convocatoria; en segundo lugar, el Juez recaba
información a los tres días de la reunión anterior; en tercer lugar, se pronuncia
inmediatamente sobre la procedencia o improcedencia de la solicitud, tomando en
consideración que puede apelarse en un solo efecto esta decisión; como cuarto y
último lugar, el Juez podrá acordar terminado el primer año una prórroga que no
exceda de un año para terminar la liquidación.

A tal efecto, conviene enmarcar el modus operandi del atraso, en este caso,
el Juez recibe la solicitud, los recaudos y los verifican si están en orden; además,
dicta las medidas de vigilancia, entre las cuales, están: Nombrar a un síndico y a
una comisión de tres acreedores (poseen carácter temporal); convoca a una
reunión de acreedores al octavo día y el sindico y la comisión se constituyen para
vigilar el cumplimiento de la obligación en que se encuentra el solicitante.

Como segundo punto, abordamos el tema de la quiebra la cual, se


encuentra definida como el estado de incapacidad económica y financiera del
deudor comerciante de cumplir con las obligaciones de pago vencidas y por
vencerse, originada por el vencimiento e incumplimiento de los créditos
mercantiles. En este orden de ideas, se debe tomar en consideración que el
comerciante que el comerciante no estando en estado de atraso, cese en el
estado de sus obligaciones mercantiles, se halla en estado de quiebra. En
concreto, la quiebra de una persona individual o colectiva se da cuando su
patrimonio no puede satisfacer las deudas que pesan sobre él.

De manera que, en la quiebra el sujeto debe ser un deudor comerciante; la


situación económica del comerciante debe ser de cesación de pagos total, (estado
de atraso - liquidación amigable) y, la cesación de pagos debe ser originada por el
vencimiento e incumplimiento de créditos mercantiles. En este sentido, en
Venezuela, la quiebra fue incorporada en el libro cuarto del Código de Comercio
en 1862, en el de1904, en el de 1919 y se mantuvo en las reformas hasta el
Código de Comercio de 1955 que se mantiene inalterado.

No obstante, es importante traer a colación las especies o tipos de quiebra


entre las cuales, tenemos:

En primer lugar, encontramos la quiebra de menor cuantía la cual, es


cuando el pasivo, que resulta del balance del comerciante deudor no excede de
los 10 mil bolívares, en cuyo caso el Tribunal competente es el de Municipio; en
segundo lugar y por el contrario, tenemos a la quiebra menor cuantía que viene
subordinada cuando el pasivo, que resulta del balance del comerciante deudor,
excede de esa cantidad, en cuyo caso, el Tribunal competente es el Juzgado de
Primera Instancia en lo Mercantil y por consiguiente, toda la jurisdicción mercantil
ordinaria; en tercer lugar, se puede dilucidar a la quiebra por casos fortuitos en
baso a lo señalado en el artículo 915 del Código de Comercio esta se trata cuando
ocurren quiebras generadas por una situación completamente ajena a las partes;
en cuarto lugar, podemos traer a colación las quiebras basadas en las culpabilidad
la cual, se fundamentan en la conducta negligente, imprudente o disipada del
fallido, de acuerdo con lo establecido en el artículo 916 y 917 del Código de
Comercio; en quinto lugar, es imprescindible destacar la quiebra fraudulenta la
cual, consiste en el hecho de frustrar la ley o los derechos que de ellos se derivan,
es decir, el hecho de que se burle, eluda o se deje cualquier tipo de prerrogativa
legal o de usurpar el derecho, de manera que el engaño puede ser considerado un
fraude y por tanto, el fraude con el fin con que se propone lograr el engaño, de
conformidad con el artículo 918 del Código de Comercio. Por último y no menos
importantes, encontramos la quiebra como delito la cual, será regulada en el
Código Penal Venezolano, de acuerdo lo supeditado en el art. 919 de la norma ut
supra; serán castigados de acuerdo a las reglas del CPV siguiendo los requisitos
sine qua non establecidos en el artículo 341 y 342 de la misma norma.
Como tercer punto, tenemos a la calificación de los créditos, donde
podemos encontrar a la masa de los acreedores en tal caso, esta figura jurídica
viene determinada por un lado, mediante los bienes del comerciante que son la
prenda de sus acreedores y por el otro lado, sus acreedores. Por tanto, el derecho
concursal, toma en consideración como fondo la figura de los acreedores en
grupo, en masa. De manera que, esta masa es denominada como la comunidad
forzosa de intereses entre los acreedores del fallido.

En tal sentido, todos los créditos contra el fallido, cualquiera que sea su
carácter, están sujetos a calificación en el juicio de quiebra. No obstante, desde el
día en que se declare la quiebra podrán los acreedores depositar en la Secretaría
del Tribunal las solicitudes de calificación con los documentos justificativos de su
crédito y una demostración de las cantidades líquidas que se les deban. Puesto
que, el acreedor que carezca de documento presentará la demostración
enunciando en ella los medios probatorios que tenga. En todo caso, el acreedor
expresará con claridad la naturaleza de su crédito; y si pretendiere preferencia en
el pago, determinará cuál es y los fundamentos en que se apoya. Además el
Secretario del Tribunal formará un registro en que anotará los acreedores que
hicieren la solicitud y los documentos que produzcan, dando recibo a los
interesados e inmediatamente después de celebrada la primera junta de
acreedores, el Juez señalará, dentro del menor término, el día y hora para el
examen y calificación de los créditos en una junta general.

Por tanto, constituida la junta, se dará lectura al informe de los síndicos, y


por el orden en que estuvieron colocados los créditos en el informe se pondrán
uno a uno en consideración de la junta. Si no se hicieren observaciones sobre el
crédito puesto en consideración, se tendrá por admitido en la cantidad y por la
calidad con que hubiere sido reclamado; pero si fuere contradicho en su cantidad
o en su calidad, se expresarán los fundamentos de la contradicción. La calificación
continuará sin interrupción hasta que quede terminada, y si no se concluyese en el
día señalado, continuará en los siguientes. En efecto, los concurrentes a la junta,
tienen derecho a examinar los documentos producidos.

En consecuencia, se levantará acta de las calificaciones hechas en cada


día. Por último, terminada la calificación, de los créditos reclama dos, el Juez
señalará uno de los tres días siguientes para tratar sobre conciliación respecto de
los tachados; y si las partes no concurrieren o no pudiere lograrse la conciliación,
se abrirá la causa a pruebas para todas las tachas opuestas; y seguirá el juicio en
la forma ordinaria del procedimiento mercantil.

Como cuarto y último punto, nos encontramos con la liquidación de los


acreedores que no es más que cuando una compañía que legalmente haya sido
declarada Liquidación implica la venta de todos los activos de la empresa para
satisfacer a los acreedores con los ingresos adquiridos, en función de ciertas
prioridades (los acreedores tienen preferencia sobre los accionistas).En quiebra
voluntaria o involuntariamente, incurriendo en uno de los actos de quiebra puede
que se liquiden.

En sentido amplio, es  la decisión que toma el Tribunal mediante un auto


que tiene la fuerza de una sentencia, en el cual, se declara el beneficio de atraso
para el comerciante, estableciendo un lapso no mayor de 12 meses para que el
comerciante liquide su patrimonio conjuntamente con la comisión de vigilancia (3
principales acreedores). Cabe acotar que el tribunal podrá acordar una prórroga
del plazo fijado para la liquidación que no pase de otro año, siempre que esta
medida reúna el voto favorable de la mayoría de los acreedores que representen
por lo menos la mitad del pasivo restante.

En efecto, las reglas especiales de la liquidación y las autorizaciones para


vender, constituir prendas e hipotecas, tomar dinero a préstamo, transigir
cuestiones, cobrar o hacer pagos u otros actos estrictamente necesarios al efecto
de la liquidación, deberán ser dadas por el Tribunal, bien en su fallo acordando la
liquidación, bien en decretos ulteriores, oyendo siempre la comisión de
acreedores.

Por tanto, dicha liquidación podrá ser revocada por el Tribunal, oída la
Comisión de acreedores y declarar la quiebra en caso de que durante está: En
primer lugar, se descubriera la existencia de deudas no declaradas por el
deudor; en segundo lugar, se descubriera la no existencia de acreencias
declaradas por él; en tercer lugar, si él no cumple las obligaciones o condiciones
que le fueron impuestas relativamente a la administración y liquidación de su
patrimonio; en cuarto lugar, si aparece culpable de dolo o de mala fe y; en quinto
lugar, si su activo en realidad no ofrece esperanza de pagar la integridad de sus
deudas, o siquiera los 2/3 de ellas.

En conclusión, los temas abordados son de amplia y estricta importancia


para el derecho concursal ya que, esta norma viene a regular el tradicional
proceso de liquidación permitiéndole al deudor celebrar un acuerdo con sus
acreedores, en cualquier estado del procedimiento, que deberá ser aprobado por
unanimidad y por ende, a través de este se logra llevar a cabo lo correspondiente
al atraso y la quiebra siguiendo los preceptos legales establecidos en la norma
correspondientes.

Es todo.

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