GUÍA DE

AUDITORÍA DEL
FRAUDE EN QUIEBRAS

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CONTENIDO

Concursos preventivos y quiebras ............................................................................................. 3

La convocatoria de acreedores o concurso preventivo ............................................................ 3

Examinadores del proceso concursal ........................................................................................ 8

Procedimientos investigativos del síndico del proceso concursal .................................... 8

Delitos relacionados con los procesos concursales ............................................................. 9

Conflictos de interés y delitos del síndico .............................................................................. 11

Delitos que derivan en la quiebra .............................................................................................. 11

Esquemas de fraude en quiebras .............................................................................................. 11

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 GUÍA DE AUDITORÍA DEL FRAUDE EN QUIEBRAS

Concursos preventivos y quiebras

La legislación de los diferentes países suele considerar dos instancias en materia concursal:
• La convocatoria de acreedores, o concurso preventivo
• La quiebra

En ambos casos, el requisito para la apertura de un proceso concursal (es aquel que se
inicia cuando una persona física o jurídica entra en situación de insolvencia) es un estado
de cesación de pagos, cualquiera que sea la causa que lo haya originado.

Quienes pueden requerir su quiebra o concurso preventivo son:

• Personas físicas
• Personas jurídicas de todo tipo, de carácter privado
• Sociedades mixtas en las cuales el Estado tiene participación

De esto se infiere que, conforme la legislación de los diversos países, no pueden solicitar
su quiebra:
• Los estados nacionales
• Ni las empresas públicas

Sin embargo, existe un estado especial de “default”, respecto de la deuda pública tomada
por estados nacionales y subnacionales, que tiene ciertas semejanzas con un proceso
concursal, en tanto puede implicar frecuentemente la refinanciación y suprimir las deudas,
así como, con ciertas limitaciones, el derecho de los acreedores de embargar y ejecutar
algunos bienes de propiedad del Estado deudor.

La convocatoria de acreedores o concurso preventivo

La convocatoria de acreedores o concurso preventivo es un proceso por el cual una persona

u organización habilitada para hacerlo se presenta ante un Juez con competencia al efecto,
con el fin de solicitarle que convoque a sus acreedores y les exprese que está en imposibilidad
de cumplir con sus compromisos de pago, y que, consecuentemente, abrirá un proceso de
renegociación de sus deudas.

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El Juez debe constatar que quien se presenta esté habilitado para solicitar su concurso
preventivo, reuniendo requisitos tales como:

• Una personería jurídica encuadrada en las condiciones anteriormente mencionadas

en la jurisdicción correspondiente
• No tener declarada ya su quiebra

Verificados estos requerimientos, el Juez dispondrá una serie de medidas para dar lugar al
llamado concurso preventivo o convocatoria de acreedores. Tales recaudos varían en las
distintas jurisdicciones, pero enunciativamente incluyen acciones tales como:

1) La declaración de apertura del concurso preventivo, expresando el nombre del

concursado y, en su caso, el de los socios con responsabilidad ilimitada.
2) La designación de audiencia para el sorteo del síndico. El síndico es el funcionario
que el Juez designará para vigilar la administración del patrimonio de la persona u
organización concursada. En el caso del concurso preventivo, el concursado retiene
la administración de su patrimonio.
3) La fijación de una fecha en la cual los acreedores deben presentar sus pedidos de
verificación al síndico.
4) La orden de publicar edictos.
5) La determinación de un plazo para que el deudor presente los libros que contienen su
situación económica, en el lugar que el juez fije dentro de su jurisdicción, para cerrar
los espacios en blanco que existieran.
6) La orden de anotar la apertura del concurso en el Registro de Concursos y en los que
correspondan, requiriendo un informe sobre la existencia de otros anteriores.
7) La inhibición general para disponer y gravar bienes registrables del deudor y, en su
caso, los de los socios ilimitadamente responsables, debiendo ser anotadas en los
registros pertinentes.
8) Las fechas en que el síndico deberá presentar el informe individual de los créditos y
el informe general.
9) La fijación de una audiencia informativa a los trabajadores del deudor mediante su
publicación por medios visibles en todos sus establecimientos.

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 10) Correr vista al síndico a fin de que se pronuncie sobre:
a) Los pasivos laborales denunciados por el deudor
b) Previa auditoría en la documentación legal y contable, informe sobre la
existencia de otros créditos laborales comprendidos en el pronto pago
11) El síndico deberá emitir un informe mensual sobre la evolución de la empresa, si
existen fondos líquidos disponibles, y el cumplimiento de las normas legales y
fiscales.
12) La constitución de un comité de control, integrado por los acreedores quirografarios
de mayor monto, denunciados por el deudor y un representante de los trabajadores
de la concursada, elegido por los trabajadores.

En resumen: al solicitar la apertura de un concurso preventivo de acreedores, el

concursado se somete a un escrutinio voluntario sobre la disposición de sus bienes, a
cambio de la validación judicial de su estado de insolvencia. Lo cual le puede posibilitar, de
tener éxito, la renegociación de sus deudas y recuperar el giro normal de sus negocios.

En caso de fracasar y caer en estado de quiebra, la situación judicial del concursado será
mejor que la declaratoria de quiebra sin concurso preventivo, porque habrá evidenciado su
voluntad de honrar sus compromisos y retomar el giro normal de sus negocios.

Verificación
Dispuesto el concurso preventivo por el Juez y designado el síndico, el paso siguiente es el
proceso por el cual los acreedores deberán ratificar sus créditos.

Una vez presentados, el deudor los categorizará según la prioridad de sus derechos, y
presentará esta categorización al Juez, quien deberá aceptarla o rechazarla.

Posteriormente, el deudor debe presentar una propuesta de pago, que usualmente

contendrá modificaciones para proceder con la supresión, postergación de pagos, o ambas.

Las propuestas deben ser iguales para todos los acreedores incluidos en la misma
categoría, pero pueden ser diferentes según se trate de acreedores privilegiados,
quirografarios laborales o quirografarios.

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Los creedores quirografarios son aquellos que no tienen su crédito garantizado por un bien
real sobre algún bien específico, como es el caso de los hipotecarios y prendarios.
Una vez formulada la propuesta, el acuerdo preventivo puede ser aceptado por todos los
acreedores, o algunos de ellos pueden impugnarlo. Razones para la impugnación pueden
ser, por ejemplo:

1) Error en cómputo de la mayoría necesaria.

2) Falta de representación de acreedores que concurran a formar mayoría en las
categorías.
3) Exageración fraudulenta del pasivo.
4) Ocultación o exageración fraudulenta del activo.
5) Inobservancia de formas esenciales para la celebración del acuerdo.

Resueltas todas las impugnaciones, el Juez homologará el acuerdo. El cual, una vez
homologado judicialmente, reemplazará todos los términos y condiciones de los acuerdos
preexistentes. En cuyo caso, sus términos se aplicarán también a los acreedores cuya
verificación de crédito sea posterior a la homologación del acuerdo. Sin embargo, el acuerdo
puede posteriormente ser declarado nulo debido al dolo empleado para exagerar el pasivo,
reconocer o aparentar privilegios inexistentes o constituidos ilícitamente, y ocultar y/o
exagerar el activo, a pedido de cualquier acreedor.

Por último, si el deudor incumple el acuerdo, cualquiera de los acreedores que pueda
constatar tal circunstancia puede obtener la declaración de quiebra.

Alternativamente al proceso antes descrito, el deudor puede realizar un concurso extrajudicial

y someter a ratificación judicial el acuerdo, una vez obtenido. Para el deudor, esto implica la
facilidad de no tener un síndico que controle su administración, lo cual puede ser considerado
desventaja por los acreedores. En todo caso, seguir el concurso preventivo de manera judicial
o extrajudicial es también materia de negociación entre el deudor y sus acreedores.

La quiebra
La quiebra es una situación de cesación de pagos que, a diferencia del concurso preventivo,
se considera irreversible. Puede resultar del pedido del deudor, o de uno o más de sus
acreedores.

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No necesariamente el pedido de quiebra debe fundarse en la cesación de pagos. Existen
hechos reveladores de un estado de quiebra, que pueden también ser:

1) Reconocimiento judicial o extrajudicial del mismo, efectuado por el

deudor.
2) Ocultación o ausencia del deudor o de los administradores de la sociedad, en
su caso, sin dejar representante con facultades y/o medios suficientes para
cumplir sus obligaciones.
3) Clausura de la sede de la administración o del establecimiento donde el
deudor desarrolle su actividad.
4) Venta a precio vil, ocultación o entrega de bienes en pago.
5) Revocación judicial de actos realizados en fraude de los acreedores.
6) Cualquier medio ruinoso o fraudulento empleado para obtener recursos.

Sea pedida por el deudor o por uno o más acreedores, la declaración de quiebra debe ser
una sentencia judicial, que tiene los siguientes efectos:

1) Privar al fallido de la administración de sus bienes y nombrar un síndico que, en este

caso, no vigila la disposición de bienes del fallido, sino de quién o qué los administra.
2) Anular cualquier pago que el fallido realizara después de la sentencia de quiebra y
revertir sus efectos.
3) Solicitar al fallido un inventario de sus bienes y proceder a la liquidación de estos.

El fallido puede solicitar la reversión de una quiebra si esta no fue resultado del
incumplimiento de un concurso preventivo, para que se convierta en convocatoria de
acreedores.

En el caso de quedar firme la declaración de quiebra, los efectos que la misma tiene son:

1) Privar al fallido de la administración de sus bienes y disponer de los mismos para el

pago de sus adeudos.
2) Obligar al fallido a comparecer en cada ocasión en que sea judicialmente requerido.
3) Restringir sus salidas al exterior en caso de tratarse de personas físicas.

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Una implicancia relevante de la declaración de quiebra es que el estado de insolvencia fuera
resultado de acciones fraudulentas que lo hubieran producido.

Muchas pueden ser las razones que originan quiebras fraudulentas:

1) En el caso de las personas físicas, apartar bienes del acervo conyugal.

2) En sociedades o personas jurídicas, sustraer activos del patrimonio societario para
provecho de algunos de los socios o propietarios.
3) La utilización de sociedades “de fachada”, cuya principal finalidad es la de dar
apariencia de legalidad a acciones criminales que, una vez cesadas o cumplido su
propósito, dejan a las sociedades de fachada sin razón de ser.

Examinadores del proceso concursal

En la legislación estadounidense, el Juez del proceso concursal puede designar, a pedido

de uno o más acreedores, y complementariamente a la designación del síndico del proceso,
un examinador. El mismo está facultado para solicitar y recibir la información pertinente para
que su mandante se informe sobre las circunstancias de la cesación de pagos, la
cobrabilidad de sus créditos y la eventualidad de posibles irregularidades.

Procedimientos investigativos del síndico del proceso concursal

Al actuar como vigilante o administrador del patrimonio concursal (según se trate de un

concurso preventivo o del curso de un proceso de quiebra), el síndico tiene la posibilidad de
“caminar con los zapatos del fallido”, lo cual le reduce a este la posibilidad de ocultarle al
síndico sus acciones mientras dura el proceso.

Algunas diligencias que típicamente lleva a cabo el síndico, atendiendo por una parte a
proteger el patrimonio administrado y, por otra, a establecer si el fallido ha incurrido en
conductas delictivas, son:

• Reconstruir todos los movimientos de efectivo transcurridos a lo largo del proceso.

• Identificar y valuar cuentas bancarias no declaradas, escrutar transacciones con
partes relacionadas e identificar activos ocultos.

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 • Realizar entrevistas con testigos.
• Una vez concluida su labor, el síndico debe elevar su informe al juez del concurso.
• Si hay presunciones de fraude o irregularidad, las mismas deben cursarse a la
instancia correspondiente de la Justicia.

Delitos relacionados con los procesos concursales

La diversidad de delitos que pueden producirse en el caso de un proceso concursal es vasta.

A modo de enunciación, algunos de los más frecuentes son:

Ocultamiento de activos
Se produce cuando, dolosamente, la persona o empresa incursa en el proceso concursal
sustrae del patrimonio declarado al síndico y examinadores uno o más activos, omitiéndolos
en un inventario y eventualmente en los registros contables.

Falso testimonio bajo juramento

Se produce cuando las personas que testimonian sobre hechos o circunstancias de su
conocimiento en el curso del proceso concursal hayan sido afectadas por el mismo o no,
intencionalmente falsean hechos, mencionan circunstancias inexistentes u omiten declarar
hechos.

Reclamos falsos
Consiste en la presentación de reclamos de créditos inexistentes o sobrevalorados, para:
• De acuerdo con el individuo u organización incursa en el proceso concursal,
obtener una verificación ficticia que le permita sustraer del acervo concursado
una cantidad de dinero o bienes.
• O bien, sin acuerdo con el concursado, aprovecharse de falencias conocidas
en su contabilidad y/o sistema de control interno en provecho propio del falso
reclamante.

Cobro fraudulento después de la declaración de quiebra

Se configura en los casos de acreedores que, sabedores del estado de falencia de su
deudor, reciben igualmente un pago.

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Pago que en esa instancia solamente podrían recibir con intervención del síndico y mediante
los procesos de liquidación de bienes que se siguen en el caso de las quiebras

Extorsión y soborno
Se da en los casos de acreedores o del fallido que amenazan u ofrecen pagos, beneficios o
favores, con el fin de obtener en el proceso de quiebra un tratamiento más favorable que el
que legalmente les correspondiera.

Transferencia y ocultamiento
Personas que reciben en transferencia bienes del fallido para sustraerlos de la quiebra, o
que lo asisten para ocultar bienes del inventario del síndico.

Destrucción, alteración u ocultamiento de registros

Tiene lugar cuando el fallido o personas que le asisten destruyen, alteran u ocultan del
escrutinio del síndico documentos o registros contables, con el fin de poder sustraer bienes
de la liquidación del patrimonio de quiebra y disponerlos en provecho propio.

Retención indebida de documentos

Similar al caso anterior, pero en este caso no se trata de registros o documentos del fallido,
sino de terceros que los sustraen del escrutinio del síndico con los mismos propósitos de
impedir o dificultar la realización de un inventario completo de bienes de la persona o
empresa fallida.

Defraudación al Estado
Se configura cuando, en ocasión de cualquiera de los dos casos anteriores o en otras
circunstancias, la maniobra de ocultamiento de bienes se realiza para impedir, dificultar o
reducir la posibilidad de cobro del Estado en un proceso judicial en el cual el Fisco es
acreedor.

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Conflictos de interés y delitos del síndico

Conflicto de intereses del síndico

Se produce cuando el síndico tuviera intereses en común con el fallido o algunos de sus
acreedores y, sin embargo, aceptara el nombramiento sin dar a conocer la circunstancia al
Juez correspondiente.

Fraude del síndico

En este caso ya el conflicto de intereses no es meramente potencial, sino que el síndico
actúa indebidamente en favor del fallido, en apartamiento de las normas legales. O hace lo
propio para favorecer los intereses de un deudor o grupo de deudores.

Delitos que derivan en la quiebra

Delitos previos a la declaración de quiebra

Además de los fraudes que se producen cuando ya se ha declarado la quiebra, existen otros
que son previas a tal instancia, algunos de los cuales tienen a la quiebra como su
consecuencia. Por caso, como ya se ha mencionado, esquemas de lavado de dinero en los
cuales se provee de apariencia de solvencia a una empresa cuya única o principal finalidad,
es la de permitir transacciones de lavado (Las usualmente denominadas empresas de
fachada).

Esquemas de fraude en quiebras

Ocultamiento de activos

El ocultamiento de bienes puede ser también previo a la quiebra, y producirse por diversas
razones. Una de ellas, que alguno o algunos de los socios quieran sustraer del patrimonio
común parte de los bienes, con el fin de no compartirlos con otros socios a los cuales
intentan damnificar.

Esto es relativamente frecuente en sociedades en las cuales algunos de los socios tienen
un rol en la administración, como, por ejemplo: ocupar posiciones en el Directorio; en tanto
otros socios ocupan un rol puramente inversor. Llegado cierto extremo, el ocultamiento de
tales bienes conduce a la organización a una situación de insolvencia, real o simulada.

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En cualquiera de ambos casos, la situación más probable es que quienes organizaron la
defraudación permitan que la empresa llegue a una situación de quiebra, lo cual les
permitirá, finalmente, lograr quedarse con la propiedad de los bienes que han sustraído a
sus otros socios y usufructuarlos en su beneficio exclusivo.

No obstante, debe considerarse que los criminales de cuello blanco son sumamente
calculadores y, por consiguiente, pueden considerar que:

1. La declaración de quiebra de la organización los expondrá al escrutinio de un

juez y un síndico que podrían descubrir sus maniobras de desapoderamiento
a los restantes socios, lo cual los expondría a las responsabilidades legales del
caso. Además de cesar con el desapoderamiento que hasta ese momento han
venido llevando a cabo.

2. Por otra parte, puede también suceder que el beneficio de los defraudadores
derive mayormente de la manipulación de las operaciones de la sociedad en
la cual cuentan con los socios victimizados. Por ejemplo, a través del
otorgamiento de beneficios como administradores, tales como altos salarios o
bonificaciones como directivos.

Al consumar un desapoderamiento definitivo, los defraudadores pierden tales beneficios

indebidos, además de dejar de contar con el financiamiento forzoso que los socios
inversores les proveen.

Otra situación en la cual un esquema de desapoderamiento deriva en quiebra es cuando

son los socios victimizados quienes toman la iniciativa de gestionar tal proceso, advirtiendo
que están siendo despojados por sus socios y que la continuidad de la situación prolongará
y agravará el perjuicio.

Por otro lado, los socios victimizados pueden entender que la incorporación de un síndico
bajo tutela judicial les dará una excelente plataforma desde la cual imputar a sus socios
defraudadores por las irregularidades cometidas, y, eventualmente recuperar los bienes
perdidos.

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También para estos socios la circunstancia debe ser cuidadosamente evaluada, porque los
dos propósitos antes mencionados (recuperación de lo perdido y sanción de los
defraudadores) podrían producirse al alto costo de liquidar una organización cuya clientela,
prestigio y habilidades del personal costó mucho tiempo obtener.

Con lo cual se llega a una tercera posibilidad de caída en quiebra de la organización: que
es cuando existe desapoderamiento de unos socios por otros, y esto deriva en un proceso
litigioso que finalmente torna ingobernable a la organización y la termina haciendo caer en
un proceso de insolvencia.

Quiebra programada
La quiebra programada es una circunstancia que puede adquirir diversas modalidades. En
la más básica y frecuente de ellas, se establece un negocio con aparentes intenciones de
legitimidad y continuidad. Seguidamente, la organización adquiere un crédito comercial que
le permite adquirir bienes para la reventa para pagar a plazos.

Seguidamente, cuando los organizadores del esquema consideran que el negocio ha

adquirido la madurez y volumen esperados, liquidan los inventarios, frecuentemente a un
valor menor al comercializado bajo condiciones de continuidad operativa del negocio,
reciben la correspondiente cobranza, y dejan impaga la deuda con los proveedores.
Obviamente, la ventaja para los delincuentes es que este esquema le permite obtener una
utilidad extraordinaria porque al liberarse del costo de los bienes, pueden liquidarlos
rápidamente a precios bajos y haciéndose del efectivo, sin necesidad de cobrar a crédito.

Las características que suelen encontrarse en este fraude son:

• Están planificados desde el inicio.

• Frecuentemente está involucrado el crimen organizado.
• Se comienza la relación con los proveedores con un comportamiento
inusualmente sobresaliente, con volúmenes crecientes y cumplimiento
impecable, con el fin de aumentar el crédito comercial de la organización.
• Llegado un punto, construyen un inventario sobre la base de compras a crédito,
que de ninguna manera podrían honrar bajo la promesa de cumplir como lo
habían venido haciendo hasta ese momento.

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 • Liquidan el inventario a precios sumamente bajos y de contado.
Complementariamente, mueven el inventario a otros depósitos para poner la
mercadería fuera del alcance de sus acreedores.
• Liquidado el inventario, el negocio cierra y sus propietarios desaparecen. Lo
más frecuente es que no se pida la quiebra, sino que esta se declare por la
acción final del reclamo a los acreedores y empleados.

En la modalidad relacionada con el lavado de activos, el esquema es similar, pero la

defraudación no se realiza a los clientes sino, principalmente, al Fisco. Para esto, se
opera con transacciones de comercio exterior sobre o sub facturadas. Por ejemplo:

• Un narcotraficante que vende drogas en los Estados Unidos desea llevar el

producido de su operatoria hacia algún país de Europa.
• Para eso, adquiere una partida de electrodomésticos en Estados Unidos. Por
ejemplo, refrigeradores por un valor de USD 1.000 cada uno (valor real de
mercado).
• Luego, los exporta al país de Europa en el cual desea que le depositen los
fondos, facturándolos a un comprador colusorio en USD 200, estableciendo un
contradocumento por el cual el valor real es de, por ejemplo, USD 800. Esta
última suma es la que el comprador deposita en la cuenta del exportador que
en realidad es un narcotraficante. Los USD 600 se facturan como un servicio
asociado a la operación. La diferencia entre los USD 1000 y los USD 800 que
cobra el narcotraficante son la comisión del blanqueador.
• Finalmente, el narcotraficante “quiebra” en Estados Unidos, como producto de
la ruinosa operación por la cual compró electrodomésticos en USD 1.000 que
el mercado “le obligó” a liquidar a 200

En los esquemas de quiebras causadas por esquemas de sobrefacturación, lo más frecuente

es que se realicen entre partes o empresas relacionadas, una de las cuales termina
quebrando por el pago de sumas exorbitantes por ciertos bienes o servicios.

Eso no les interesa a los lavadores, que quieren disponer de su dinero en otra jurisdicción.
Es también un esquema de “vaciamiento”.

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Este tipo de esquemas se ha dado también en privatizaciones de empresas públicas, en las
cuales un competidor extranjero adquiere una organización pública privatizada con el
deliberado intento de quebrarla y luego operar en ese mercado con su propia firma, y libre de
una competencia desventajosa. Circunstancia que se ha dado principalmente en la industria
de líneas aéreas.

“Banderas rojas” de que se está desarrollando un esquema de quiebra planificada:

• Crédito comercial obtenido con base a la buena fe y no sobre garantías comerciales
reales.
• Endeudamiento acelerado de la empresa con sus proveedores, más allá de sus reales
posibilidades comerciales.
• Súbito inicio de otorgamiento de descuentos irracionales a proveedores,
particularmente para la obtención del pago en efectivo. Especialmente cuando la
empresa no parece afrontar problemas de liquidez.
• Cambios de depósitos de existencias sin justificación aparente.
• Apertura de excesivas cuentas bancarias, particularmente cuando algunas de ellas no
están operativas ni se puede entender la razón por la que se les mantiene.

Falencia programada de tarjetas de crédito

El deudor obtiene numerosas tarjetas de crédito sin posibilidad, o sin intención, de
atender su pago. Con ellas hace compras de bienes costosos y fácilmente realizables,
tales como: joyas o artículos de alto valor y reducido volumen

Pedidos de quiebra con identidad ficticia

En ocasiones, alguien suplanta la identidad de otra persona y contrae obligaciones en su
nombre, terminando finalmente en la quiebra de este segundo individuo. A la persona cuya
identidad se suplantó puede llevarle años demostrar que ha sido victimizada.

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 Documento desarrollado por:

Contador Público y Máster en Economía y Administración

de Empresas en Argentina. Con más de 35 años actuando
en todas las especialidades de auditoría. auditor interno,
externo, informático y forense. Obtuvo todas las
certificaciones del IIA (CIA, CCSA, CFSA, CGAP, CRMA).
También la CFE (Examinador de Fraudes), y la CISA
(Auditor Informático). Dedicado hace quince años a la
consultoría y capacitación. Fue colaborador de Luis
Moreno Ocampo, exfiscal penal de la Corte Internacional
de la Haya, y Stephen Walker, exagente especial del
Guillermo Casal FBI. Colaborador de www.auditool.org.
Buenos Aires, Argentina

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