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TEMA 6: La lingüística funcional

Hola. Bienvenidos a Teoría Lingüística: Métodos, Herramientas y Paradigmas. En esta


videoclase vamos a ver el tema 6: la lingüística funcional. Bien, con respecto al paradigma
formalista y el paradigma funcionalista, fíjense que la gramática generativa es uno de los
máximos exponentes del paradigma formalista. En contraposición a la gramática generativa, el
funcionalismo va a adoptar una perspectiva externa en el sentido de que no va a estudiar, no se
va a centrar en la estructura del lenguaje como un sistema sino que se va a centrar en el uso que
se le va a dar ese sistema, que es la comunicación, es decir, que se va a basar en el uso y en la
función del lenguaje como transmisor de información. Por lo tanto, bueno, pues el contexto va a
tener un papel fundamental.

Lo que vamos a ver en esta videoclase va a ser, bueno, pues en primer lugar una
introducción, que va a ser un breve apunte histórico. Vamos a ver el lenguaje y la
comunicación. Dentro de este punto, vamos a ver las funciones del lenguaje, las metafunciones
en la Gramática Sistémica Funcional y la teoría de los actos de habla. Luego vamos a ver varias
nociones básicas del funcionalismo, como el carácter dinámico del lenguaje, la competencia
comunicativa, que es ir un paso más allá de la competencia lingüística, y la perspectiva
funcional de la oración. Y luego vamos a ver la explicación funcional. Vamos a ver los factores
internos al lenguaje pero externos al nivel de descripción -la forma, función y significado- y los
factores externos.

Bien, comenzando ya con el apunte histórico, Saussure en 1916 publica Curso de


Lingüística General y esta publicación, este libro, marca el nacimiento de la lingüística
contemporánea y el surgimiento del estructuralismo en lingüística, que luego, además, se va a
aplicar a otras disciplinas, como pueden ser la antropología. Saussure distingue entre langue,
que sería la abstracción que el investigador infiere de las manifestaciones concretas, de la
parole, que es el habla, es el conjunto heterogéneo de usos concretos del lenguaje. El hecho de
poder diferenciar estas dos caras de la misma moneda -porque tanto langue como parole son
dos caras de la moneda, que sería el lenguaje- es lo que permitió hacer de la lingüística, del
estudio del lenguaje, una disciplina científica y, además, se rompe con la visión atómica del
historicismo imperante hasta entonces. Entonces, bueno, pues Saussure lo que hace es definir la
semiótica del lenguaje, lo que sería la semiología, y entiende que la lengua es un sistema
abstracto cuyas unidades abstractas son resultado de generalizaciones inductivas sobre datos
observados. Entonces lo que hace es que introduce el método inductivo en la lingüística y la
equipara a otras ciencias que también estaban utilizando ese método.

Cada unidad se va a definir por su distribución, por dónde aparece o dónde no puede
aparecer en la oración, y en América el estructuralismo se llamó distribucionalismo y fue donde
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tuvo su vertiente más empírica y analizó la lengua como la biología puede analizar los objetos,
según la clase, la familia, las partes constitutivas, etc. Bien, el estructuralismo y el
distribucionalismo explican la estructura de la lengua pero no hacen mención del uso.
Distribucionalistas famosos, bueno, pues podemos citar a Bloomfield, Hockett y a Harris y,
bueno, pues tanto en el estructuralismo como en la vertiente distribucionalista lo que hacemos
es ir de los datos, del habla, del parole, a la teoría, a la lengua, langue, mediante la inducción.

Bien, la gramática generativa implica un viraje del objeto de estudio porque vamos de
un sistema de reglas abstractas observables y deducibles de las producciones del habla, langue,
que esto también es lo que se hizo en una primera etapa la gramática generativa, posiblemente la
etapa más generalista; lo que hacemos es ir de esas reglas a principios que nos van a explicar el
funcionamiento y la estructuración del órgano lingüístico de la Lengua y de la facultad del ser
humano para la expresión y la construcción del pensamiento y del lenguaje. Por lo tanto, lo que
estamos haciendo, al hacer este viraje del objeto de estudio, es estudiar una parte del cerebro o
de la mente y, por lo tanto, se puede adoptar una perspectiva biologicista. Y, bueno, pues al
igual que los estructuralistas y los distribucionalistas, los generativistas no se centran en el uso
del lenguaje, no lo estudian.

Bien, la lingüística funcionalista, en contraposición con el estructuralismo, el


distribucionalismo y el generativismo, se pone como fin primordial estudiar la función del
lenguaje, que es comunicar, es decir, tienen una visión instrumentalista del lenguaje y, bueno,
pues escuelas funcionalistas que podemos reseñar, pues tendríamos el Círculo Lingüístico de
Praga, tendríamos la Sociedad Internacional de Lingüística Funcional y a finales de los 70 y a
principios de los 80 tendríamos a Simon Dik y la Gramática Funcional, a Michael Halliday y su
Gramática Sistémica Funcional, la Escuela Funcional Europea y, bueno, pues la Gramática del
Papel y la Referencia de Foley y Van Valin, entre otros.

Bien, yendo al segundo punto, al lenguaje y la comunicación, el funcionalismo asume


que la característica primordial del lenguaje es la función comunicativa. Fíjense que esto no
concuerda con la gramática generativa porque Chomsky asume, por lo menos a partir del año
2000, que la función primordial del lenguaje, de lo que es la lengua I del sistema lingüístico, no
es comunicar información, no es transmitir o intercambiar información sino que es el andamiaje
del sistema del pensamiento. Bien, para los funcionalistas no sino que la función primordial es
la comunicativa, transmitir información y, además, tiene unas funciones que van más allá o que
son distintas de la función comunicativa. Entonces vemos que, por ejemplo, Bühler, que
pertenece al círculo de Praga, en 1934 pues definió el signo lingüístico como un órgano que
media o que hace de interficie entre el emisor, entre el receptor y un conjunto de objetos, y con
esta definición de signo lingüístico, define tres funciones fundamentales del lenguaje: la función
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expresiva, la función representativa y la función apelativa. La expresiva sería la que se está


centrando en el que expresa. La representativa: la que se centra en el conjunto de objetos, y la
apelativa, cuando la función del lenguaje se centra en el receptor.

Jakobson en 1960 amplía este haz de funciones, viendo lo que es el contexto, la


situación comunicativa. En una situación comunicativa podemos ver, bueno, pues que hay un
emisor, hay un receptor, hay un mensaje, pero esta situación comunicativa se da en un contexto,
utiliza un canal, que puede ser auditivo, puede ser visual y, además utiliza un código que tiene
que ser compartido tanto por el emisor como por el receptor para poder codificar y descodificar
el mensaje. Bien, pues teniendo en cuenta estos seis elementos de la situación comunicativa,
Jakobson define seis funciones: la referencial, centrada en el contexto; la poética, que estaría
centrada en el mensaje; la emotiva, en el emisor; la conativa, en el receptor; la fática, en el canal
y la metalingüística, en el código. Fíjense que, bueno, pues aquí tienen una definición de las 6
funciones que Jakobson define.

Halliday en la Gramática Sistémica Funcional habla no solamente de funciones sino de


tres metafunciones que son compartidas de manera universal. Tendríamos la metafunción
ideativa, que consistiría en describir aquello que está sucediendo en el mundo y las relaciones
que se dan entre los eventos y los participantes, por ejemplo, parte de la función ideativa sería la
transitividad. Luego define la metafunción interpersonal, que lo que va a hacer va a ser reflejar
la actitud del hablante que tiene con respecto a lo que está diciendo y a quien se lo está diciendo
y se codifica pues, por ejemplo, con el sistema de modalidad o con la expresión gramatical de
los actos de habla. Y luego tendríamos la metafunción textual, que lo que va a hacer va a ser
permitir al hablante organizar los constituyentes de un texto en términos de prominencia
comunicativa e informativa que estos tengan y del efecto comunicativo que el hablante quiera
conseguir. Por ejemplo, tenemos la tematización, la organización entre tema y rema, entre
información nueva e información conocida.

Bien, pasando a la teoría de los actos de habla, propuesta por Austin en el 63 y por
Searle en el 77, bien, ellos lo que defienden es que el lenguaje también es una forma de acción y
definen dos tipos de emisiones lingüísticas donde se está transmitiendo información: las que son
de naturaleza constativa, que simplemente lo que se hace es transmitir información para denotar
un estado de cosas, y las que tienen una naturaleza performativa, es decir, que el hecho de hacer
esta emisión lingüística está participando en la ejecución de una acción o la está ejecutando
directamente.

Bien, a estas emisiones de naturaleza performativa es a lo que se denomina actos de


habla. Se definen tres tipos de fuerzas o de actos, que sería la fuerza locutiva, que es lo que yo
estoy diciendo, por ejemplo “La Tierra es redonda”. Estoy diciendo algo, estoy constatando
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algo, que es un estado, que es que la Tierra tiene una propiedad: que es redonda. Tenemos el
acto fuerza ilocutiva, que es qué es lo que yo estoy haciendo cuando digo lo que digo. Por
ejemplo, si yo digo ¡Qué calor hace!, yo estoy constatando un hecho, que es que hace un calor
pero esto tiene una fuerza ilocutiva que es, posiblemente dependiendo del contexto, pero si hay
alguien que está al lado de una ventana, pues lo que estoy haciendo es, diciendo lo que estoy
diciendo, estoy pidiendo a esa persona que abra la ventana para que entre un poco de aire. Y,
además, tendríamos la fuerza perlocutiva, que es qué es lo que yo consigo en mi interlocutor
diciendo lo que digo, es decir, si yo digo ¡qué calor hace!, y el interlocutor abre la ventana, el
hecho de abrir la ventana es el efecto o la fuerza perlocutiva. Ejemplos de actos de habla, bueno,
pues emitir un veredicto, casar a dos personas, realizar un arresto, realizar una promesa, realizar
una advertencia, disculparse, etc.

Se distinguen dos tipos de actos de habla: los directos y los indirectos. Los actos de
habla directos son aquellos en los que la fuerza locutiva coincide con la fuerza ilocutiva, es
decir, lo que yo estoy diciendo coincide con lo que yo estoy haciendo. Por ejemplo, si yo digo
“No fume aquí”, “No fume aquí” es un imperativo y la propia semántica de la oración ya está
dando una orden y, además, la fuerza ilocutiva es una orden. Yo lo estoy…. Cuando yo digo
“No fume aquí” es para que nadie fume aquí, pero los actos de habla indirectos son aquellos
donde la fuerza de habla locutiva no se corresponden, por lo menos directamente, con la fuerza
ilocutiva. Si yo digo “Fumar en presencia de niños puede dañar seriamente su salud”, y hay
niños en la sala y hay una persona que está fumando, realmente, yo estoy diciendo eso pero con
una clara intención de que no fume. Fíjense que la fuerza locutiva sí que está relacionada pero
no es exactamente la misma que la fuerza ilocutiva porque, si yo lo que quiero es que alguien no
fume y quiero utilizar un acto de habla directo, lo que haría sería decir “No fume aquí”.

Hay una clara relación entre los actos de habla y las funciones del lenguaje que hemos
visto aunque esta relación no es uno a uno, pero, por ejemplo, bueno, pues la locución se
corresponde con la función representativa y con la metafunción ideativa; la ilocución se
corresponde con la función expresiva y con la metafunción interpersonal y la perlocución pues
se corresponde, tiene una cierta correspondencia, con la función conativa. La teoría de los actos
de habla pues está entre la gramática y la lingüística textual o discursiva.

Bien, vamos a ver ahora una serie de nociones básicas de funcionalismo. Fíjense que,
según Dik, cada lengua natural es una entre una serie de posibles soluciones ante un problema
complejo, que es el logro de una comunicación entre seres humanos. Los seres humanos para
comunicarse pueden elegir muchas soluciones posibles pero van a elegir una y esa elección va a
ser una lengua natural. El objetivo del funcionalismo es lograr una explicación funcional, es
decir, una explicación que esté basada en la función primordial del lenguaje, que sería la de
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comunicar algo, es decir, lo que persigue es formular principios que establezcan la relación
entre la estructura del lenguaje y los propósitos, medios y circunstancias de la comunicación
humana. Con esto lo que queremos decir es que, no es que el funcionalismo solamente se centre
en la función, sino que el centro de la explicación funcionalista es la función primordial del
lenguaje, que es la comunicación y luego las otras, y si van a estudiar la forma, la van a estudiar
en función de esa función comunicativa o de esas otras funciones, es decir, el estudio de la
forma se supedita al estudio de la función.

Los presupuestos metodológicos de los modelos funcionales pues son los siguientes: la
explicación funcional tiene una base teleológica, que es lo que les estoy diciendo a lo largo de
todo esta videoclase, es decir, que la explicación, la base, el foco es el final, es decir, ¿para qué
sirve el lenguaje? El lenguaje tiene un basamento social, es decir, que tiene un carácter
dinámico y abierto. Se va a estudiar y se va a centrar en la competencia comunicativa, que es ir
un paso más allá de la competencia lingüística, y el lenguaje se considera que está modelado
según el uso, es decir, el uso va a modelar la forma. No se sigue, en absoluto, el principio de la
autonomía de la sintaxis por lo que estamos diciendo, porque el modelado del lenguaje va a
venir dado por el uso, por la función, y van a distinguirse tres tipos de reglas: las semánticas, las
sintácticas y las pragmáticas.

El sistema lingüístico que, sería la lengua I, que estudia el estructuralismo, la gramática


generativa o el sistema del langue, que estudia el estructuralismo, está inmerso en el seno de la
comunidad de hablantes que lo usan. Bueno, el funcionalismo se va a centrar en el hecho de que
esté inmerso en esa comunidad de hablantes y, bien, pues la paradoja que existe en el lenguaje
es que las necesidades de los hablantes pues, realmente, están contrapuestas porque, por una
parte, ellos necesitan establecer patrones y estructuras para comunicarse y que, de alguna
manera, sean fijos porque es el código que tanto el receptor como el emisor van a compartir para
poder codificar y descodificar el mensaje pero, a la vez, van a alterar estas estructuras debido a
las continuas exigencias de nuevas formas de expresión y tenemos un ejemplo muy claro que
serían los neologismos. Bien, esto va a explicar la variación geográfica, la que se da en distintos
lugares, así como la variación diacrónica, es decir, la variación de una lengua natural en un
mismo sitio a lo largo del tiempo. Por lo tanto, el lenguaje tiene un carácter abierto, no uniforme
y dinámico debido a la naturaleza que tiene, y a su función comunicativa.

Bien, la competencia comunicativa, bueno, pues Hymes en el 72 la define como la


capacidad que tienen, la habilidad que tienen los seres humanos no solamente de hablar, de
formular oraciones, sino de interactuar socialmente a través del lenguaje. Esta competencia
requiere la facultad lingüística, la competencia lingüística, pero también una capacidad
epistémica, una capacidad lógica, es decir, de establecer relaciones entre distintos elementos;
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una capacidad perceptiva, percibir cosas del exterior; y una capacidad social, de percibir reglas
sociales y bueno, pues un poco ir midiendo para ir alterando los eventos lingüísticos que va a
emitir con respecto a la situación social en la que se encuentren.

Bien, con respecto a la perspectiva funcional de la oración, pues la sintaxis no se


entiende sin su relación con el fin del lenguaje, que es la comunicación. Fíjense que en la
lingüística cognitiva la sintaxis no se entiende si no es derivada de la semántica. En el
funcionalismo la sintaxis se va entender derivada de la semántica pero también, principalmente,
derivada de la finalidad del lenguaje que se considera que es la comunicación, es decir, que la
función condiciona la forma y vamos a ver un diseño de lenguaje top-down, o sea, de arriba
abajo, en contraposición con el diseño de abajo arriba, bottom-up, que utiliza la gramática
generativa, es decir, la gramática generativa va del léxico a la sintaxis, a la semántica y a la
pragmática, pero el funcionalismo lo que va a hacer va a ser ir de la pragmática y la semántica a
la sintaxis. Los elementos de un enunciado lingüístico van a ser, bueno, pues las funciones
semánticas, que van a ser, pues los predicados y los argumentos: los agentes, los pacientes, los
instrumentos; las funciones sintácticas, es decir, los sujetos, los objetos, los complementos; y las
funciones pragmáticas, que es la estructuración en tópico-foco o tema y rema.

Vamos a empezar a ver las funciones semánticas. Las funciones semánticas serían un
predicado y los argumentos que tiene el predicado. Los predicados son descripciones de estados
de cosas. Bueno, los estados de cosas se pueden entender mediante dos rasgos, que serían si son
dinámicos o no y si son controlados o no son controlados. Entonces, fíjense, un predicado que
esté definiendo un estado de cosas que sea dinámico y que sea controlado lo vamos a llamar
“acción”. Por ejemplo, “Los romanos construyeron puentes” o “Mi primo escribe novelas”. Un
estado de cosas que sea controlado pero que no sea dinámico, que no implique ningún cambio,
lo vamos a llamar “posición”. Por ejemplo, “Mi madre se aloja en…..donde sea”, “estoy sentado
en la mesa”… son estados de cosas que no implican ningún cambio, que no son dinámicos, pero
sí están controlados por el sujeto. Luego hay estados de cosas que son dinámicos, que implican
algún tipo de cambio, de movimiento, pero que no están controlados por la entidad que está
sufriendo ese cambio, ¿no? Y los vamos a llamar “procesos”. Por ejemplo, “El árbol se
desplomó, “La puerta se abrió”… En español se distinguen bastante bien porque normalmente
suelen ir con el clítico “se”. Y luego tendríamos estados de cosas que no son dinámicos y que,
además, no son controlados y es lo que vamos a llamar “estados”. Por ejemplo, “Soy muy alto”
o “La sustancia es verde”. Además, los argumentos, que son las funciones semánticas, bueno,
pues tenemos agentes, tenemos posicionadores, tenemos procesados, experimentantes, temas,
pacientes, beneficiarios, meta, etc. Esta lista, bueno, pues no es un inventario exhaustivo pero
simplemente es para que se hagan una idea de los papeles semánticos o roles temáticos que se
distinguen. Estamos hablando ahora de las funciones semánticas.
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Ahora vamos a pasar a las funciones sintácticas, que serían los sujetos, los objetos y los
distintos complementos, circunstanciales, indirectos…. Bueno, estas funciones sintácticas lo que
hacen es representar la perspectiva desde la que se representa un estado de cosas, es decir, no es
lo mismo presentar un estado de cosas mediante la voz activa, mediante la voz pasiva o
mediante la voz media. Ahora lo vamos a ver con un ejemplo.

Y las funciones pragmáticas lo que hacen es reflejar la estructura informativa que el


hablante quiere dar al enunciado y estas funciones pragmáticas también se van a modificar
mediante el uso de las distintas voces o diátesis activa, pasiva o media y vamos a ver temas o
tópicos, que es información conocida, y focos o remas, que sería información nueva. Entonces,
fíjense en este ejemplo: “Millones de personas en todo el mundo conocen la obra literaria de
Vargas Llosa”. Esta es una oración en voz activa y lo que estamos haciendo es que el tema es el
objeto, que sería la obra literaria de Vargas Llosa, y está presentando este estado de cosas desde
el punto de vista del objeto y presentando el objeto como la información nueva, que es la obra
literaria de Vargas Llosa. Si pasivizamos la oración, lo que hacemos es invertir la estructura
temática y tendríamos “La obra literaria de Vargas Llosa es conocida por millones de personas
en todo el mundo”; y lo que estamos haciendo es presentar como información nueva el hecho de
que millones de personas en todo el mundo son las que conocen la obra literaria de Vargas
Llosa. Si utilizamos una voz media, por ejemplo, “La obra literaria de Vargas Llosa se conoce
en todo el mundo”, lo que estamos presentando como información nueva no es ni la obra
literaria de Vargas Llosa ni millones de personas sino el hecho de que se conozca en todo el
mundo. Fíjense como modificar la voz lo que va a hacer va a ser modificar tanto las funciones
sintácticas (objeto o sujeto) como la estructura tema-rema de la oración.

Bien, y vamos a pasar a la explicación funcional. Simplemente, bueno, recuerden que en


los enfoques funcionalistas la forma está supeditada a la función, que es justo al contrario de lo
que se defiende en el enfoque formal y, por lo tanto, una explicación funcionalista va a incluir
tanto criterios externos a la explicación, que pueden ser internos al lenguaje: fonología,
semántica, pragmática, procesamiento… pero también vamos a tener externos al lenguaje, como
son razonamiento, categorización, memoria, percepción y, además, van a tener unos criterios
internos a la explicación, que son los que vimos en el tema 1, que es la economía, la motivación
y la previsibilidad. Vamos a ver los factores internos al lenguaje pero externos a la explicación
que serían, fíjense, pues fonología, semántica, pragmática, procesamiento. El caso típico sería
explicar un fenómeno sintáctico recurriendo a aspectos semánticos o pragmáticos, por ejemplo,
las alternancias verbales. Fíjense en un verbo como “romper”. Este verbo puede darse en varias
configuraciones sintácticas y por eso decimos que tiene varias alternancias verbales. Podemos
decir “Jorge rompió la ventana con una barra” y esto sería una oración transitiva pero también
podemos decir “La ventana se rompió” y el sujeto ya no sería el agente sino que el sujeto sería
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el tema. Esto sería una estructura incoativa. También podemos decir “Esta ventana se rompe
fácilmente”. Es lo que llamamos una voz media. “Jorge rompió la ventana en pedazos” sería una
estructura resultativa. “Una barra rompió la ventana” sería una alternancia donde el instrumento
está haciendo de sujeto porque obviamente no fue la barra la que rompió la ventana; sería
alguien que rompió la ventana con la barra.

Bien…Lo que se asume es el Principio de la No Sinonimia de las Formas Gramaticales.


Si tenemos varias formas gramaticales, todas estas formas, bien, aunque el predicado semántico
sea el mismo pero no hay una sinonimia, si hay una diferencia en la realización gramatical de
estas alternancias es porque hay algún matiz de significado distinto en cada una de esas formas
gramaticales y esto es lo que vamos a aplicar a ciertas alternancias que parecen sinónimas pero
en las que sí que existen ciertos matices semánticos. Fíjense, por ejemplo, en esta alternancia en
inglés: “Bees are swarming in the garden”. Aquí la implicación lógica es que todo el jardín está
lleno de abejas pero, si nosotros decimos “The garden is swarming with bees”, la implicación es
que hay abejas en una parte del jardín pero que no todo el jardín está lleno de abejas. Fíjense en
esta otra alternancia: “I loaded the hay onto the truck”. La implicación lógica es que, bueno,
pues yo he terminado de cargar toda la paja en el camión y el camión, bueno, pues puede estar
lleno o no pero la implicación no es el que el camión esté lleno de paja; es que toda la paja que
yo tenía la he logrado cargar en el camión pero, si yo digo “I loaded the truck with hay”, la
implicación lógica es justo al contrario: es que todo el camión está lleno de paja pero a lo mejor
sigo teniendo paja y necesito un segundo camión. O fíjense en esta última alternancia, en la de
transitiva en inglés: “Leslie taught German to the students”. La implicación lógica es que los
estudiantes aprendieron algo, mucho o poco pero sí que ha habido un cambio, mientras que si
digo “Leslie taught the students German”, no hay una implicación lógica de que los estudiantes
hayan aprendido algo. Fíjense como son formas casi sinónimas. Parece que el significado es el
mismo pero no hay una sinonimia perfecta entre las distintas formas. Hay siempre algún matiz
de significado entre las dos formas.

Bien, y los factores externos, bueno, pues vamos a ver sobre todo limitaciones de
procesamiento cognitivo, por ejemplo, la tendencia a colocar los constituyentes más complejos
a la derecha, en posición de foco -esto viene por una limitación de procesamiento cognitivo, las
Jerarquías de Prominencia -las jerarquías que existen en los colores o las jerarquías que existen
en los clíticos… Bien, vemos iconicidad, que es que hay una cierta semejanza entre lo
lingüístico y lo no lingüístico. Esta iconicidad pues va a explicar, por ejemplo, la jerarquía de
clíticos, es decir, lo más cercano es lo más prominente y lo más lejano es lo menos prominente.
Sería el Principio de la Distancia. Y, bueno, pues vemos también, por ejemplo, la Primera Ley
de Behael, que dice que los constituyentes que forman una unidad semántica y conceptual con
un núcleo pues deben aparecer próximos en su representación. Todo esto son principios o
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formas de funcionamiento que son externos a la lingüística. Son cosas que ocurren en el
procesamiento cognitivo central extralingüístico que sí que vemos que influyen en lo que es el
procesamiento lingüístico. Por eso son factores externos porque no son lingüísticos, son
extralingüísticos, pero sí que tienen un efecto en el procesamiento lingüístico, en el lenguaje.

Bien, y esto es todo. Muchas gracias por su atención.

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