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LA CORONA DE ARAGÓN EN EL SIGLO XV: LA MONARQUÍA Y SUS REINOS

Las décadas finales del trescientos se da la culminación de una centuria de nefastos


efectos. El pontífice estaba sumido desde 1378 en el Cisma, que dividía la cristiandad
entres: Benedicto XIII el papa Luna que le obedecían los reinos peninsulares, Gregoria
XII en Roma y Alejandro V. La monarquía aragonesa tenía en disputa la hegemonía de
las cortes desde tiempo de de Pedro IV, las guerras por el control del Mediterráneo y sus
mercados. Todo hizo una monarquía débil y sin medios sujeta a los grupos enemigos.
Las calamidades se contrayeron en 1410 en la muerte de Martín el Humano dejando
vacante el trono, la Corona de Aragón fue más corona en el siglo XV consolidando sus
organismos individualizadores.

EL PESO DEL PASADO

A principios del siglo XV las formas de gobierno del reino era por Cortes separadas y
aumentaron la participación de los estamentos en los quehaceres internos. La escasa
institucionalización de las fuerzas políticas en la vida pública hizo que los intereses
individuales de los estamentos difícilmente se armonizasen bajo la presencia real. La
crisis de la autoridad era evidente desde el reinado de Juan I.

Las únicas Cortes convocadas por Martín en Valencia (1401-1407) se dan dos fases de
1401-1403 con presencia real y de 1404-1407 dirigida por una comisión excepcional
constituida por 32 representantes, directamente designado ocho por brazo que
estuviesen ligados al rey; se dio la más notable introducción de leyes. Valencia se
opondría a la creación de la diputación permanente como organismo estable y
representativo del reino, encargado de la recaudación de las donaciones dadas en las
Cortes ya que se interpondría en el monopolio de las ciudad frente la monarquía
reduciendo el peso de las Cortes. En Cataluña las Cortes (1404-1410) demuestran la
deterioración de la monarquía y los brazos creciendo y el abismo que separaba los
intereses monárquicos que los del Principado, el motivo de disputa fue la creación de un
cuarto brazo donde se incluyesen las universidades, cosa que finalmente no se hizo. El
aislamiento de las Baleares se acentuaría durante la guerra de Pedro IV contra Génova y
Castilla, Martín el humano hipotecaría las fuentes financieras insulares de Mallorca
dejando a la monarquía inerme ante la sociedad política mallorquina a la hora de decidir
subsidios. Esto sumado a la inexistencia de Cortes consolidaba el exclusivo dominio de
la isla al patriciado de la Ciudad de Mallorca evitando la creación de un frente
interinsular y mal lorquino cohesionado.

LA CORONA SIN REY

Con el problema sucesorio de Martín el Humano tras su muerte se dieron dos años de
interregno (1410-1412) por la disputada herencia donde se reaviva la violencia entre las
facciones y los bandos convirtiéndolo en una guerra abierta en Aragón, Valencia y
Cataluña. Se buscó una vía consensuada entre los reinos.

Había cierta inclinación hacía Fernando de Inglaterra que además tenía la bendición del
Papa Luna, por otra parte la retroviral nobleza catalana preferían a Jaume de Urgell,
aunque en Cataluña no le favorecería y en el reino de Valencia hubo una gran lucha
entre los Centelles trastamaristas y los Vilaragut urgelistas. Al final se impondría la
facción Trastámara (1412) San Vicent Ferrer pronunciaba la sentencia de Caspe. Fue
elegido por nueve compromisarios, tres por Aragón, tres por Cataluña y tres para el
reino de Valencia concertados según las directrices de Benedicto XIII; aquí el reino de
Mallorca quedó menospreciado por no participar en la solución jurídica del pleito. El
compromiso de Caspe fue na solución nunca antes ensayada por el cual los reinos
escogían y reconocían los derechos familiares de los herederos iniciando en esta nueva
dinastía.

LA RENOVACIÓN DEL PACTISMO

Las expectativas dispuestas por las oligarquías en el nuevo monarca no resultaron


ningún fiasco, se permitieron desarrollar las bases tradicionales del sistema político de
la Corona según los criterios de cada estado mostrando un claro desarrollo institucional.
La nueva dinastía se adoptaría inmediatamente a las tradiciones, formas políticas,
realidades y proyectos de la Corona. El origen continental de los Trastámara no impidió
la proyección marítima de Cataluña, Valencia y Mallorca. La paz inmediata entre las
disputas del Trastámara o Urgell no tuvo una paz inmediata, el Urgell se resistiría hasta
1413 con la derrota final en Balaguer. La coronación de Fernando I se dio en 1414 con
mucho simbolismo ceremonial presentando propagandísticamente el rango adquirido
por el brazo secundario de la casa Trastámara.
Las Cortes catalanas (1413) mostrando ciertas reivindicaciones por la reticencia hacía
este nuevo rey que fueron todo un éxito cuanto a lograr nuevos privilegios. El monarca
asumiría que todas las leyes deberían de ser aprobadas que no dejan ser asumidas por
los brazos y se aprobaría la Generalitat como diputación permanente y estable de las
Cortes. Los prelados, la aristocracia y las oligarquías urbanas defendieron sus intereses
exclusivos, oponiéndose a la organización de de los sindicatos campesinos. La
aceptación de este constitucionalismo era perceptivo para sobreponerse a los
descontentos.

En Valencia Fernando I experimentaría un sistema para elegir jurados y consejeros al


azar (1412) ampliando la participación social, numérica y cualitativa, otorgando la
posibilidad de voz a todos los titulares de oficios. Las Cortes valencianas (1415)
Fernando tuvo problemas. Fernando conservaría como consejeros a la corte a quienes le
habían aplanado el camino hacia el trono, Benedicto XIII en 1412 le nombraría rey de
Sicilia y de Cerdeña y Córcega. Pero no todo fueron éxitos diplomáticos
internacionales. Tampoco fue brillante en la solución del Cisma de la Iglesia.

Pese la brevedad de su reinado (1412-1416) Fernando I conseguiría su objetivo de


consolidar la dinastía y asumiendo las pautas de gobierno y las directrices
internacionales de la Corona conservando viva aún la proyección castellana para sus
herederos.

LA EDAD DE ORO DE LAS OLIGARQUÍAS

El acceso al trono de Alfonso V sería el colofón del programa de gobierno diseñado por
su padre. Crearía un equilibrio entre la unidad de la Corona y la diversidad de los reinos
(1416-1458). Dos momentos son clave en este reinado: primero la batalla de Ponza y la
consiguiente derrota ante los genoveses, con el pago de un gran rescate de las Cortes,
donde el rey tiene una presencia intermitente en los estados patrimoniales, y segundo la
sedentarización definitiva de las cortes en Nápoles. Este absentismo da paso a la era de
oro de las oligarquías, ya que obligado a delegar en los lugartenientes y gobernadores
generales, vinculados a la familia, deja paso a las aspiraciones de las élites estamentales.
Se crearon diputaciones permanentes en Cataluña (1413), Valencia (1418) y Aragón
(1436).
El proceso se consolidaría con la progresiva segregación de organismos dela
Administración central, en Cataluña, Aragón y Valencia tres maestros racionales para
examinar las cuentas de los oficiales del reino de la Corona. Se crean tres archivos
reales uno en cada capital donde custodiar los procesos de las Cortes, la documentación
de los oficiales de la Corona y las cuentas de las diputaciones. También se crean tres
audiencias individualizadoras que avanzaron en la organización técnica y jurídica por
asistir el lugarteniente real con las respectivas vicecancillerías. Se consolida un círculo
de relaciones entre la monarquía u los estamentos del reino, a cambio de promover lo
que necesitaba el monarca ausente para sus proyectos diplomáticos y militares en el
exterior. Contaron con el consentimiento de las élites a pesar que sus intereses cariaban
según los diferentes estamentos y estados.

El sistema permitió niveles de excelencia del pactismo. La traducción social fue:


aumento del desarrollo y la conservación de los privilegios de los estamentos capaces de
coaccionar el poder legítimo mediante la recreación del antiguo sistema constitucional.
Si el proceso de negociación institucional con la monarquía dio fuerza en los estamentos
en las diputaciones esta plataforma escondía intereses restrictivos, capaces de aumentar
la distancia entre gobernantes y gobernados. La circularidad política y económica del
sistema consolidó por todo el mundo un poderoso patriciado dirigiendo y administrando
los reinos mientras se enriquecía con la gestión financiera. Este fenómeno permite
entender la prodigiosidad de los subsidios y la frecuencia de las reuniones de las Cortes,
como la promulgación de nuevos fueros o constiuciones. Los estamentos quedaban
incorporados a la dirección de los reinos

LA ROTACIÓN DE LAS ÉLITES

El papel por las oligarquías resulta trascendental para explicar el reinado del
Magnánimo. Las Cortes convivieron con un rey ausente, la sociedad política
identificaba con una oligárquica representación estamental coopera con el sistema
político-económico que la beneficiaba. El monopolio del poder llegó a tal extremo que
el mismo monarca debió de poner orden entre las aspiraciones colectivas de las élites a
fin de renovar la titularidad de las magistraturas mediante la confección de unas
matrículas elegibles. La insaculación ordenaría el acceso y el ejercicio de la vida pública
al largo de toda la geografía municipal de la Corona. Las sucesivas reformas y
adaptaciones al gusto local de los métodos de sorteo y de los procedimientos utilizados
siempre fueron aceptadas. La finalidad era mejorar el sistema arbitrar para conseguir
consensos en la confección de las nóminas.

LOS ESTAMENTOS Y LOS REINOS

La monarquía cedió por todo el mundo parte de la gestión política en las oligarquías y
configurando un modelo de Estado integrador de las fuerzas, crecidas por los privilegios
exclusivos. Si en el siglo pasado la convocatoria de las Cortes constituyeron un ejercicio
de la soberanía de un rey que solicitaba la asistencia de sus súbditos, en el siglo XV las
asambleas se transformaron en un órgano de gobierno para los intereses políticos de los
reinos. No dejaron de constituir un órgano de gobierno de la monarquía pero
controlaron el ejercicio del poder con los intereses de los estamentos.

La Diputación se convertiría en el órgano más poderoso del Reino en representación


igualitaria. Los tradicionales perfiles nobiliario del Reino adquirieron mayor
importancia. Las expresiones del autoritarismo real sobre el cuerpo foral aragonés se
limitaría al castigo de ciertos personajes.

El conflicto hacía poniente se iniciaría cuando Alfonso V (1425) comienza a organizar


sus huestes para liberar a su hermano Enrique de la prisión de Álvaro de Luna. Fue un
fracaso la invasión de Castilla y la derrota en la batalla de Olmedo (1445) supuso la
pérdida de todo el patrimonio de los infantes.

EL ABISMO ENTRE LAS OLIGARQUÍAS Y LA SOCIEDAD CIVIL

E los últimos años del Magnánimo ve la ruptura de la clase política y la sociedad de los
reinos, tanto en Mallorca como en Cataluña y en Barcelona. La posición de la
monarquía en relación con el distanciamiento que separaba las clases dirigentes de los
reinos oscilaba entre ellos según las circunstancias. Desde la Generalitat y desde el
poderoso patriciado barcelonés conduciría el Magnánimo a sostener la causa de los
grupos reivindicativos: mercaderes y menestrales excluidos del gobierno de la ciudad, y
campesinos sometidos a la renovada presión señorial.

PATRICIOS Y FORÁNEOS EN MALLORCA


Los compromisos adquiridos entre la sociedad política y la monarquía para mantener el
complejo sistema parlamentario, fiscal y financiero provocaría el descontento hasta el
enfrentamiento entre la clase dirigente de la clase dirigente de la ciudad de Mallorca y
del resto de la isla. La escasa presencia y participación de las villas en la gestión de los
recursos facilitados al Magnánimo y los privilegios que derivaron causaron el
alzamiento foráneo. La oligarquía de la capital insular conservó la estructura
administrativa de la isla y el monopolio de la capital sobre el Gran i General Consejo.
Las villas foráneas se organizaron en un sindicato que evolucionaría des de el
descontento ante la perniciosa desproporción entre contribución fiscal y representación
política, pasando por la desconfianza hasta la abierta rebelión.

Los tradicionales bandos entre linajes perdieron su capacidad de convocatoria entre las
poblaciones de la red foránea. El detonante de las tensiones fue el inventario de los
bienes y derechos patrimoniales ordenados por la posesión legítima ante el procurador
real, la lista de las exigencias fueron: la representación foránea ante la corte, la revisión
de las cuentas de la gestión financiera, la supresión del derecho público, abolición de los
impuestos indirectos y la paralización del catastro general del patrimonio real. Los
foráneos perdieron, la represión fue inmediata: procesos, fuertes multas e imposiciones
de indemnizaciones por daños y males causados. Las reformas del Magnánimo para
limpiar el sistema y la participación foránea en el gobierno insular no evitó que la
esencia el sistema político-social tradicional se mantuviese intacto en el reino de
Mallorca.

BIGARIES Y BUSCAIRES EN BARCELONA

El programa maximalista patrocinado por la Dipuatción supuso el triunfo del pactismo


previsto por las oligarquías, incluido las evidentes derrotas sociales entre las clases
populares, menestrales y campesinas.

En Barcelona la Biga es la defensora de la tradición y la Busca se convertía en un


partido de masas y de base sindical, planteaba soluciones renovadoras: frenar la recaída
crisis manufacturera, comercial y naval barcelonesa, proponiendo la apertura de las
instituciones de gobierno. Todo esto era contraría a los privilegios oligárquica, al
control que ejercía sobre la mecánica electoral y en el monopolio de los cargos.
La reina María daría licencia a la reunión de los buscaires, Alfonso V legalizó el
sindicato de los Tres Estamentos y el gobernador Galcera de Requenses perpetuaría
otros grandes atentados contra importantes constituciones catalanas. Primero por aceptar
la al lugarteniente de de general de Cataluña, segundo por suspender las elecciones
municipales y tercero por nombrar directamente consejeros buscaires iniciando una
reforma profunda en el consejo introduciendo: mercaderes, artistas y menestrales. En las
Cortes de 1455 las cillas del brazo real se negaron a aceptar esos síndicos barceloneses
aludiendo que la ciudad estaba en manos del rey y de sus oficiales. Entre 1453-1462 la
Busca, protegida por la monarquía apostó por el proteccionismo en la navegación, la
producción de trapos y en el comercio, devaluó la moneda y reduciendo salarios
municipales para amortizar cargos censales. Se consiguió la abierta enemistad política
económica de la oligarquía bigaria, que defendía los intereses rentistas sobre los
censales municipales y de la Diputación reduciendo el volumen del comercio y del
tránsito marítimo. El programa económico de la Busca pretendía impulsar las
manufacturas textiles y reabrir los mercados tradicionales en el Mediterráneo. Estas
medidas impulsaron la ralentización económica y el enfrentamiento creciente de las
élites contra la monarquía en una inminente guerra civil.

EL REGALISMO REMENSE EN CATALUÑA

El 1388 se manifiesta un conflicto muy largo en el tiempo, los campesinos


supervivientes a la peste se aprovecharon de las tierras abandonadas liderando un
movimiento general, radical y desesperado intentando, mientras los señores trataron de
revivir las viejas costumbres serviles. En el siglo XV las Cortes catalanas con el apoyo
de la monarquía persiguieron las veladas amenazas que se dirigían a los señores, se
planteó un pleito jurídico y un conflicto violento entre los que consolidaron los derechos
del dominio útil sobre as explotaciones agrarias y los rentistas que pretendían hacer
valer su derecho absoluto sobre la propiedad. Los señores recuperarían el pleno
ejercicio del dominio eminente a la hora de vender, pactar nuevos contratos, expulsar
arrendatarios,... Obviamente se provocaron reacciones violentas.

Los brazos de las Cortes consiguieron mantener el apoyo de la monarquía contra las
demandas de libertad campesina. Entre 1429-1432 la situación cambiaría, las urgentes
necesidades monetarias hicieron que el Magnánimo aceptara los recursos ofrecidos por
los remenses para que se reconociesen sus derechos. El sindicalismo agrario creaba las
bases de un partido realista en el campo catalán. Se derogaba los malos usos y abolía la
servitud rural pese la abierta señorial e institucional. La muerte del Magnánimo
defraudó las expectativas de los campesinos paralizando la solución y radicalizando las
remenses contra prelados, barones y patricios, desde las Cortes y la Diputación
defendieron a ultranza la conservación de los derechos y de las rentas agrarias. El juego
de intereses entre la monarquía y los estamentos catalanes hicieron durante el largo
absentismo del Magnánimo floreciesen y se desorbitasen viejos problemas que afectaba
al reparto del poder y la manera de ejercerlo.

Con el sucesor la presencia de la Corona de Aragón experimentó un giro profundo, Juan


II impusieron un rumbo fundamentalmente continental en sus estados patrimoniales.
Tan conflictivo fue que cada nuevo impulso de su política personal hizo estallar una
guerra civil en Castilla, Navarra, Cataluña y la Corona de Aragón, en las bases de un
estratagema contra su primo Juan II de Castilla. Por otra parte la obstinación por
conservar el controlar el trono navarro engendró un grave conflicto sucesorio con el
primogénito Carlos de Viana que debió de heredar el reino tras la muerte de su madre,
pero los derechos se los reservo el padre, Juan II de Aragón. Cundo este asumió el trono
de la Corona de Aragón (1458)pospuso a su hijo Carlos en la línea de sucesión,
anteponiendo al infante Fernando. En Cataluña el conflicto estalló en toda su magnitud
nada más Juan II sube al trono, su permanencia en los reinos con un temperamento
forjado en las adversidades de Sicilia da la radicalización de las posiciones entre los
proyectos soberanistas, además el problema familiar entre este y Carlos de Viena
plantearon dos bandos: soberanía real plena o soberanía compartida con los estamentos.

LA GUERRA CIVIL CATALANA

La guerra civil catalana (1462-1472) son dos maneras de entender el ejercicio del poder
real con connotaciones sociales y reivindicaciones implícitas en las actitudes de los
campesinos o de los señores. Ocupó todo el reinado de Juan II (1458-1479) y dominó la
acción de gobierno de la monarquía.

La complicada situación de los reinos y los intereses estratégicos divergentes de Juan II


y de Carlos de Viana enviaron aún más las relaciones entre ambos, hasta el punto que
convirtieron al príncipe en cabeza de todos los enemigos de la monarquía (Navarra,
Sicilia, Castilla y Cataluña). Todo desencadenó en las Cortes catalanas de 1460 cunado
Juan II apresa a Carlos, los procuradores impusieron al rey la creación de un Parlamento
para liberar al príncipe por vía judicial y que se le reconociesen sus derechos de
primogenitura. El consejo de Cataluña proclamó y liberó a Carlos heredero del
Principado y comenzó a enrolar un ejercito (1461), le nombraron lugarteniente perpetuo
de Cataluña. Así quedó la rivalidad de padre e hijo instrumentalizada. La súbita muerte
de Carlos hizo que Juan II proclamará como lugarteniente de Cataluña a Fernando, se le
traslado a la ciudad bajo la tutela de su madre María. La aproximación de la reina a los
buscaires se vio como una traición y la reina y el infante debieron de huir a Girona
cuando las tropas de la Generalitat iniciaron las operaciones contra los campesinos
turbulentos. Juan II para sobreponerse al frente de una guerra general que envolvía
todos sus territorios continentales pacto con Luís XI de Francia que le enviaría tropas a
cambio del Rosellón de Cerdeña.

LA INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO

El conflicto entre la monarquía y el Principado sobrepasaba el ámbito de guerra civil


llegados a este punto. Los aragoneses vianistas se reunieron con las fuerzas castellanas
en el sur del reino y los beaumonteses al norte, los mallorquines se mantuvieron al
margen del conflicto, Valencia inicialmente también se mantuvo al margen del conflicto
pero las Cortes de 1465-1469 se demostró la lealtad al rey. Todo y la falta de recusos de
Juan II no se asustó y organizaría una gran reacción frente sus enemigos: alimentando la
guerra civil castellana y reavivando la alianza internacional del Magnánimo con
Borgoña e Inglaterra. Los vianistas muerto Carlos le propusieron el trono al rey
castellano, pero la renuncia de este hizo que se lo propusieran a Pedro de Portugal que
su muerte (1466) les hizo buscar a Renato de Anjou conde de Provenza.

Mientras tanto el infante Fernando alcanzaba la mayoría de edad y se le reconoció como


gobernador general de los reinos, las Cortes aragonesas y valencianas dando apoyo
financiero y militar al bando realista. El matrimonio secreto de Fernando con Isabel el
18 de octubre de 1469 cerró el frente de la guerra occidental y engendro una nueva
guerra civil en Castila. En 1472 Juan II firmaba en Barcelona la capitulación de
Pedralbas que incluía el perdón real y el mantenimiento de las constituciones catalanas
menos la capitulación de Vilafranca. La guerra civil catalana no acabó en tablas, las
ciudades habían ido cayendo a manos de Juan II que extraordinariamente indulgente tras
la victoria. En 1473 Juan II atravesó los pirineos a la cabeza de las tropas alentando el
alzamiento general del Rosellón, entraría en la capital victorioso, obligaría a Luís XI a
reconocer la soberanía de la Corona de Aragón sobre los condados ultrapirineicos, pero
no sería hasta Fernando el Católico que haría realmente real estas pretensiones.

EL INMOVILISMO DE LA ESTRUCTURA SOCIAL Y POLÍTICA DE LOS REINOS

El inmovilismo institucional fue imparable, la consolidación dinástica de Fernando I y


el absentismo de Alfonso V continuó con Juan II que finalizó todo este proceso. Las
Cortes conservaron el poder en manos de los estamentos privilegiados, la continuidad
de las disputas solo mantuvo el sistema políticos como la formula de gobierno. La
confirmación de los fueron, la solución de las penas y la ampliación de competencias
para las oligárquicas diputaciones impidieron el ejercicio de un poder real absoluto y
desarrollaron formas de negociación, a excepción de la Cataluña insurgente. Las
oligarquías frenaron una monarquía que pretendía avanzar por el camino de la
modernidad y de la centralización del poder.

En Aragón la oligarquía logrí que los diputados fuesen representados en el juraemnto de


los fueros por el rey, promogenito o lugarteniente de turno, situándolos en el mismo
nivel protocolario que al de los Jurados de Zaragoza y el Justicia de Aragón;
adquiriendo competencias de orden público para disuadir las facciones y poder imponer
la pau e treva. En Valencia las Cortes de Juan II concedieron servicio el 1466-1477 sin
produciión legislativa ni reparación de males, además de llegar un estricto control de la
ciudad a través de de seleccionar los jurados entre el patriciado fiel, y de trasladar la
hegemonía sobre el Reino hasta la Generalitat.

EL IMPERIO DEL ORDEN

La tenacidad política de Juan II y sus irrenunciables soberanías con la extrema


precariedad financiera del monarca llegó a tal extremo que a su muerte se empeñaron
las joyas con tal de pagar el funeral. Cuando Fernando subió al trono era un rey
entrenado por el gobierno de Sicilia y los reinos de la Corona de Aragón, además en
Castilla estaba como primer príncipe y más tarde como rey consorte. La conquista de
Granada (1492), la recuperación del Rosselló (1493), las campañas en Nápoles (1504),
la proyección atlántica a Canarias y América,... Tenía un gran poder construido con
unas bases heredadas muy pobres, pero que compensó son un gran discurso
propagandístico. No obstante necesitaba una limpieza a causa de la guerra civil.

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