Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En Castilla el siglo XIV asistió a un proceso de fortalecimiento del poder real. Así, en
1348 se aprobaron los Ordenamientos de Alcalá, en los que el monarca, apoyado en la
baja nobleza urbana, consolidaba su mando. Sin embargo, la guerra civil entre Pedro I
y su hermanastro Enrique II (1366-1369) y las minorías de edad de los reyes hicieron
que este proceso se aplazase hasta el acceso al trono de los Reyes Católicos (1476-
1515).
En Aragón la situación era más complicada. La unificación del reino se había basado
en una especie de confederación entre Aragón, Valencia, Mallorca y el Principado de
Cataluña, que poseían distintas instituciones y leyes. Además, el poder del monarca
era débil, de manera que debía pactar con los estamentos privilegiados,
salvaguardando sus privilegios, y respetar las leyes de cada reino a la hora de tomar
una decisión. A esta forma de gobierno se la conoce, genéricamente, como pactismo.
Entre las restantes instituciones aragonesas hay que destacar la figura del
lugarteniente, que representaba al rey en los diferentes reinos de la corona, el
Consejo Real y la Audiencia.