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Luis Rodríguez Santiago

Universidad Ana G. Méndez

T1.3 Ensayo analítico

Dra. Naylú Martínez

Curso: SWRG 510


La investigación en el trabajo social contribuye significativamente en el logro de

identificar y diagnosticar las necesidades de la sociedad, abordando así el surgimiento

de estas. Por consiguiente, la investigación resulta fundamental para lograr remover los

elementos estructurales que sostienen y perpetúan determinadas situaciones sociales.

Los profesionales del Trabajo Social al momento de investigar resaltan la importancia

sobre la necesidad de explorar científicamente las realidades que se articulan entorno a

las desigualdades sociales. Una vez se identifican las características y consecuencias

de las limitaciones sociales, es posible proponer soluciones que contribuyan a paliar y

transformar las bases y discursos sociales que las generan.

La investigación entonces es un proceso frecuente en el hombre para

desarrollarse y formarse intelectualmente, es decir, esto contribuye al descubrimiento y

la adquisición de nuevos conocimientos. Por lo tanto, dentro de un contexto social toda

investigación, ha de comenzar desde la identificación de un problema que requiere una

solución. Es por ello por lo que la Investigación social se establece como un proceso

que permite aplicar métodos y técnicas científicas a situaciones particulares en el área

de la realidad social para buscar respuesta a ellos y obtener de esta forma nuevos

conocimientos.

En la investigación se ven vinculados diversos principios metodológicos

apoyados por teorías, métodos y técnicas adecuadas para alcanzar conocimientos

objetivos, es decir, sobre determinados hechos sociales. Bajo este contexto, radica la

importancia de conocer, los pasos y cada una de las metodologías a seguir de modo

que se aplique la técnica adecuada para alcanzar la efectividad en la búsqueda de los

objetivos, con el propósito de poder hallar resultados concretos sobre la problemática


aportando a su vez una solución a estos basándose en los resultados que la

investigación ha proyectado.

El rol profesional del trabajador social ha sido de las más distinguidas durante

muchos años. La sociedad en general identificó la necesidad de garantizar

los derechos básicos a las comunidades, familias e individuos. Y esta precisamente es

la labor del trabajador social, está encargado de cuidar los derechos de las

comunidades e impulsar el desarrollo social. En otras palabras, el trabajador social

tiene como propósito atender las necesidades de la comunidad para idear soluciones

fomentando así un bienestar general.

La labor del trabajador social está enfocada en diseñar, crear y ejecutar

estrategias que contribuyan a que las personas puedan lograr un manejo eficaz de los

conflictos que puedan presentarse en medio de la interacción entre las personas. Para

lograr resultados apropiados, es necesario que el profesional integre acciones que

estén enfocadas en valores como la libertad, la igualdad y la dignidad de las personas.

De esta forma es posible paliar las restricciones sociales y se contribuye a construir

una sociedad sin desigualdades e injusticias.

Indudablemente, entre las características de mayor relevancia que un trabajador

social debe poseer es el compromiso con el bienestar de la comunidad además de

rechazar la injusticia, la inmoralidad y los abusos cometidos en contra de las personas.

Además, es importante que el profesional tenga una formación de calidad que le

ofrezca herramientas necesarias para asumir los retos que representa el ejercicio de

esta labor.
El positivismo, post-positivismo, teoría crítica y constructivismo representan los

paradigmas que sostienen la investigación científica. Es de vital importancia que un

investigador reconozca con cuál de estos se identifica para tener clara la perspectiva

de la realidad de su fenómeno de estudio, la relación que debe tener con el fenómeno

de interés y la metodología que debe seguir para responder a las preguntas de

investigación propuestas.

Ricoy (2006) indica que el “paradigma positivista se califica de cuantitativo,

empírico-analítico, racionalista, sistemático gerencial y científico tecnológico”. Por tanto,

el paradigma positivista sustentará a la investigación que tenga como objetivo

comprobar una hipótesis por medios estadísticos o determinar los parámetros de una

determinada variable mediante la expresión numérica. (p. 14). Bajo la intervención del

positivismo en aspectos sociales, la metodología utilizada para generar conocimiento

esta basada en procesos de análisis de datos como los establecidos en las ciencias

exactas.

Por su parte, Flores (2004) indica que el post-positivismo es una versión

modificada del paradigma positivista. Su diferencia con el positivismo radica en que en

el post-positivismo la realidad existe, pero no puede ser completamente interpretada.

Lo real es entendido desde las leyes exactas, no obstante, ésta puede ser entendida de

forma incompleta. Este paradigma afirma que la concepción de la realidad no es

idealista como en el positivismo, sino que tiene una perspectiva reflexiva, donde, si bien

es cierto, la realidad puede ser considerada como existente, es imperfectamente

aprehensible ya que los fenómenos no son totalmente controlables y el ser humano es

imperfecto.
Por su parte, el paradigma de teoría crítica está contextualizado en una práctica

investigativa que se caracteriza por una acción-reflexión-acción, que implica que el

investigador busque provocar un cambio y liberarse de opresiones en cierto contexto

social. La búsqueda de transformación social está basada en la participación,

intervención y colaboración desde la reflexión personal crítica en la acción (Ricoy,

2006).

Por último, el constructivismo es un paradigma que marca su aparecimiento en

la búsqueda de comparar las disciplinas naturales o exactas con las de tipo social. Es

decir, ya que las ciencias son cuestionadas, es posible almacenar el conocimiento y

gestionar métodos investigativos experimentales. Según (Gergen, 2007) indica que el

emergente constructivismo trabaja la propuesta de abordar acontecimientos históricos

de alta complejidad, en donde el saber no se considera como absoluto y acumulado, ya

que en lo social, los fenómenos se encuentran en constante evolución.

En conclusión, cuando un investigador está en la etapa inicial para formular un

proyecto de investigación es imprescindible conocer y posicionarse en uno de los

paradigmas para guiar así su proceso investigativo. Sin duda, la investigación en el

trabajo social representa un ejercicio que ha facilitado explorar la realidad de los

fenómenos humanos y sociales. Ampliando así los horizontes de comprensión y

reestructurando el sentido que se le ha provisto al ser humano y sus prácticas.


Referencias:

Flores, M. (2004). Implicaciones de los paradigmas de investigación en la práctica

educativa. Revista Digital Universitaria, 5 (1), 2-9.

Gergen, K. (2007). La ciencia psicológica en el contexto posmoderno. In A. Estrada, &

Z. Días, Construccionismo Social. Aportes para el debate y la práctica (pp. 93-115).

Bogotá: Universidad de los Andes.

Ramos, C.A. (2015). LOS PARADIGMAS DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA.

Recuperado de: https://www.unife.edu.pe/publicaciones/revistas/psicologia/2015_1/

Carlos_Ramos.pdf

Ricoy, C. (2006). Contribución sobre los paradigmas de investigación. Revista do

Centro de Educação, 31 (1), 11-22.

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