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1 Identifica el ámbito geográfico del carlismo, explica su ideario, así como sus apoyos sociales, y especifica
brevemente las causas y consecuencias de las dos primeras guerras carlistas.
España sufrió en el siglo XIX una sucesión de guerras que enfrentaban 2 ideologías y modelos políticos
diferentes, las guerras carlistas.
La ideología carlista, surgida en la 1ª mitad del siglo XIX se articulaba inicialmente en torno a la figura de
Carlos MªIsidro(hermano de Fernando VII). Defendía la religión, el absolutismo monárquico, rechazando
radicalmente el liberalismo, los fueros, el foralismo y los privilegios del Antiguo Régimen. Sus apoyos
sociales fueron los miembros ultraconservadores de la Administración y Ejército, una parte de la pequeña
nobleza, el bajo clero, artesanos y pequeños propietarios agrarios, todos ellos temerosos de ser perjudicados
por las reformas liberales. A nivel internacional las monarquías absolutistas, Austria, Rusia y Estados
Vaticanos.
Geográficamente, arraigó en zonas rurales del norte, especialmente en las Vascongadas, Navarra, interior de
Cataluña y la Sierra del Maestrazgo aragonés y valenciano, siendo escaso en las grandes ciudades
Por su parte, los isabelinos, eran liberales que apoyaban a la Regente MªCristina y a Isabel II; contaban con
el apoyo de la alta nobleza, la burguesía terrateniente y la jerarquía eclesiástica, e internacionalmente
apoyados por Portugal, Inglaterra y Francia.
El carlismo protagonizó a lo largo del siglo XIX tres conflictos civiles. El más importante fue la 1ª guerra
carlista(1833-1840) iniciada por la cuestión sucesoria tras la muerte de Fernando VII. Este dejó el trono a su
hija Isabel, menor de edad, y de regente a su esposa MªCristina. Carlos MªIsidro proclamó sus derechos
basándose en la Ley Sálica, derogada con la Pragmática Sanción, levantándose partidas armadas que le
reconocían como rey. Comenzó así una guerra cuya causa será muchos más que un simple conflicto
dinástico, convirtiéndose en una lucha entre absolutista y el liberal, cada uno con su respectiva concepción
política, económica y social. Otras causas fueron el conflicto económico, ya que la pequeña nobleza y el
campesinado se opusieron a las reformas liberales y al conflicto foral con el mantenimiento de fueros y
privilegios frente al centralismo.
La guerra se desarrolló en las Provincias Vascas, Navarra y zonas montañosas de Cataluña, Aragón y
Valencia. El convenio de Vergara de 1839 puso fin a la guerra en el norte, quedando un núcleo de
resistencia en el Maestrazgo hasta 1840. Entonces los carlistas depusieron las armas, Carlos MªIsidro se
exilió y el gobierno se comprometió a mantener los fueros.
El estallido de la 2ª guerra carlista(1846-1849), llamada Guerra dels Matiners, fue justificado por los
carlistas tras los intentos fallidos de casar a Isabel II con Carlos VI, lo que hubiera resuelto el conflicto
dinástico. Se desarrolló fundamentalmente en Cataluña y Levante, pero las partidas guerrilleras no
conseguirán constituir un auténtico ejército y fueron fácilmente derrotadas por las gubernamentales.
Las consecuencias de estas 2 guerras carlistas fueron notables ya que el conflicto provocó miles de muertos;
políticamente, la monarquía, necesitada de apoyos, se inclinó hacia el liberalismo; y los militares cobrarán
un gran protagonismo en la vida política, participando activamente al frente de los partidos políticos y
protagonizando frecuentes pronunciamientos para promover cambios de gobierno. Además, los gastos de la
guerra agravaron la situación económica e impulsaron la 1ª gran desamortización de bines eclesiásticos
(Mendizábal).
Tras la 3ª guerra y derrota carlista(1872-1876), el carlismo se limitó a la actuación política como un partido
ultraconservador, que en el siglo XX pervivió como movimiento tradicional opuesto a las corrientes
dominaste.

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