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B. IDEARIO DEL CARLISMO
El carlismo es un movimiento absolutista que defiende la religión, el foralismo y los privilegios
del Antiguo Régimen. Su área de influencia más importante se encuentra en el País Vasco
y Navarra, pero también en algunas regiones de Aragón, Cataluña y Castellón (Maestrazgo), en
el levante, y Asturias, Galicia, La Mancha.
En sus comienzos, el ideario político carlista fue difuso, pero con el tiempo acabó articulándose
en torno a las siguientes ideas:
a. La tradición política del absolutismo monárquico. Defendían el origen divino
de la monarquía, y la tradición como fundamento de legitimidad (el lema
“Dios, Patria, Rey” condensa sus tres principios sagrados: unión de Iglesia y
Estado; liberales como introductores de elementos ajenos, extranjeros;
monarquía como institución sagrada)
b. El rechazo a la obra de las Cortes de Cádiz y del Trienio Liberal.
c. La resistencia de la religiosidad tradicional frente a la secularización, y la
restauración del poder de la Iglesia y de un catolicismo excluyente.
d. La idealización del mundo rural frente a la sociedad urbana e industrial, y la
resistencia campesina a las formas de producción capitalista.
e. La defensa de las instituciones y fueros tradicionales de vascos, navarros y
catalanes frente a la uniformidad política y jurídica que pretendía ilustrados y
liberales.
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D. PERIODIZACIÓN DEL CONFLICTO
La primera guerra carlista (1833 – 1840)
● Tiene su origen en el rechazo al reconocimiento de Isabel como heredera, ya que
Carlos María Isidro entendía que era él el legítimo heredero al trono.
● En el transcurso del conflicto comienza a existir dentro del carlismo una división entre
los más conservadores y los menos radicales, partidarios de negociar un fin de la
guerra. Esta última postura permite la firma del Convenio de Vergara, por el que
Espartero (isabelino) y Maroto (carlista) aceptan mantener los fueros e integrar a los
oficiales y jefes del ejército carlista en la estructura del español. Espartero, una vez en
el poder, incumplirá el pacto.
● Mientras, la facción más radical liderada por el general Cabrera, continuará la lucha en
la zona de Aragón y Cataluña hasta su derrota definitiva en 1840.
● Don Carlos se exilia.
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● Las hostilidades se reanudan a finales de 1872 y la guerra se generaliza en 1873. Los
carlistas ocupan las provincias vascas, Navarra y parte de Aragón, Valencia y Castilla la
Nueva. En el norte se creó un estado alternativo, integrado por las provincias vascas y
Navarra, que llegó a legislar y emitir moneda propia.
● Pero el problema más importante para los rebeldes fue la proclamación de Alfonso XII
como rey de España a finales de 1874. El candidato Carlos no accede al fin de la guerra
negociado con Cánovas del Castillo, con lo que el ejército alfonsino emprende una
acción que aplasta a las tropas carlistas.
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E. CONSECUENCIAS
Las guerras carlistas tuvieron grandes repercusiones. Las principales consecuencias fueron las
siguientes:
● Los elevados costes humanos. Se calcula que en la primera guerra carlista pudieron
morir unas doscientas mil personas, aproximadamente. La crueldad en esta contienda
provoca la intervención británica para que se firmara el conocido como Convenio Eliot.
Este acuerdo pretendía el respeto de la vida e integridad de los prisioneros y regulaba
el intercambio de los mismos. El éxito de esta intervención humanitaria fue relativo.
● La abolición definitiva de los fueros. Así todo, Cánovas del Castillo firmó
posteriormente un "acuerdo económico vasco", que les otorgaba ciertas concesiones,
como por ejemplo la recaudación de impuestos.
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● Contribuye a desarrollar en la zona del País Vasco y Navarra un sentimiento
nacionalista, de base étnica, católica y xenófoba (que posteriormente será articulado
por Sabino Arana en el Partido Nacional Vasco – PNV).
2-3.- Resume las etapas del reinado de Isabel II haciendo hincapié en los partidos
políticos que surgieron durante este período.
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intenta realizar reformas liberales, pero pierde apoyos. De nuevo otro militar,
Narváez, por medio de un pronunciamiento, obliga a Espartero a exiliarse. En ese
momento la reina Isabel II, a pesar de su corta edad, asume la corona.
Partido Progresista.
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o y un periodo también más largo de dominio de la Unión Liberal, partido de
centro dirigido por el general O´Donnell.
o Los últimos años (1863-68), con gobiernos moderados y un fuerte
autoritarismo llevará a las fuerzas opositoras (progresista, unionistas,
republicanos) a unirse en el Pacto de Ostende que pone fin no solo al gobierno
de los moderados sino al propio reinado.
Los gobiernos seguirán encabezados por militares que a menudo harán uso de la fuerza
para forzar los cambios.
● El comienzo del reinado está marcado por el liberalismo moderado del general Narváez
y la nueva Constitución (1845), más moderada que la del 37. Se intenta modelar un
Estado centralizado y uniforme, con numerosas reformas legislativas (modelo
educativo, reforma del sistema fiscal por Alejandro Mon, creación de Guardia Civil,
etc), un reforzamiento del papel de la corona y un control del poder a través de un
sufragio más censitario y de la corrupción electoral. Se firma un Concordato con la
Santa Sede para reparar las malas relaciones del pasado y reforzar el papel de la Iglesia.
Por otro lado la segunda guerra carlista, los pronunciamientos militares, las intrigas de
palacio, los “corruptos” consejeros reales, las protestas callejeras, etc. ponían de
manifiesto un clima social muy inestable y conflictivo.
● En este ambiente se produce una nueva sublevación: los militares protagonizan en
1854 la “Vicalvarada”, un levantamiento al que se une el pueblo tras la publicación del
“Manifiesto de Manzanares”. El triunfo de la protesta supondrá la vuelta al poder de
Espartero (Bienio Progresista, 1854-56) y una política más progresista en la que
destacan la Desamortización Municipal de Madoz (1855), y la Ley de Ferrocarriles
(también de 1855). El gobierno progresista no conseguirá, por falta de tiempo, publicar
una nueva Constitución (la non nata del 56).
● La otra gran figura del período será el también general O´Donnell, fundador de la
Unión Liberal, nuevo partido político de centro. Tras otro breve período de gobiernos
moderados (Narváez) asistimos a la hegemonía de la Unión Liberal (1856-1863) en la
que destaca el llamado “gobierno largo” (4 años) de O'Donnell gracias a la labor
manipulativa del gobierno. Destaca en esta época una cierta euforia económica y una
activa política exterior (guerra en Marruecos).
● Comenzará después, en el 63 una etapa moderada inestable y autoritaria, con un
desprestigio cada vez mayor, sublevaciones progresistas y pronunciamientos militares.
A todo esto hay que sumar una crisis económica que ponen fin a la euforia económica
anterior (“boom” de los ferrocarriles) y una crisis de subsistencias, que encarece
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productos básicos. En 1866 se firma el Pacto de Ostende entre el partido progresista y
demócrata, para desalojar a Isabel II. En 1868 tiene lugar en Cádiz un pronunciamiento
militar que se convertirá en una revolución ,”la Gloriosa”, y que obliga a la reina a
exiliarse.
Partido demócrata.
▪ Fue creado en 1849 a partir de los sectores más radicales del partido
progresista, eran ideológicamente partidarios de un liberalismo
democrático.
Unión Liberal.
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cierta lejanía de la realidad social dado que la mayoría del pueblo no participaba en
política siendo el sufragio muy restringido (grandes contribuyentes)
eran agrupaciones de personas influyentes y poderosas
agrupaciones muy personalistas con líderes enfrentados entre sí y constantes divisiones
provocadas por el fuerte individualismo
muy unidos a la prensa que era un instrumento al servicio del partido
corrupción electoral en la que los votos se negociaban a cambio de favores
Por otro lado cabe recordar reincidir en el papel de los militares, crucial en el reinado de
Isabel II. Fueron personajes con gran fuerza política, que no solo actuaron como regentes
durante la minoría de edad de la reina (Espartero, 1840 - 1843), sino que además fueron
jefes de gobierno durante su reinado (como Narváez en 1844 – 1846, Espartero 1854 –
1856 y O’Donnell 1856 – 1857). También abusaron de los pronunciamientos y los golpes
de Estado, provocando la inestabilidad política que caracterizaría la política española hasta
la Guerra Civil de 1936.
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● Sin embargo, aunque nuevamente se pretendía incrementar el número de los
pequeños propietarios y luchar contra los latifundios, al obligarse a pagar en efectivo y
no contemplar un sistema de créditos las tierras fueron nuevamente adquiridas por los
más pudientes.
● El contexto histórico de la Desamortización de Madoz es precisamente el Bienio
Progresista, el cambio del gobierno va aparejado con la intención de hacer cambios de
calado:
o La situación financiera de España no atraviesa por su mejor momento, a una
acusada deuda pública hay que sumar una reducción de los ingresos al abolir
el impuesto de Consumos y a una necesidad imperiosa de financiar la
construcción del ferrocarril.
o Además, como ya se hiciera en la Desamortización de 1836 se pretende crear
una masa de burgueses, compradores de tierra afines al régimen liberal.
● Las consecuencias de la Desamortización de Madoz son variadas:
o Debemos decir que si bien no eliminó la deuda pública si disminuyó mucho.
o En lo económico puso en circulación nuevas tierras y en lo social la
desamortización benefició principalmente a los antiguos terratenientes en las
zonas rurales y grandes burgueses en las ciudades
o Sin embargo las consecuencias sobre los campesinos fueron muy negativas, ya
que de todo lo desamortizado (un 30% pertenecía a la Iglesia, un 20% a la
beneficencia y un 50% a los municipios), sobre todo la pérdida de acceso a
bienes de aprovechamiento común provocó un empeoramiento de sus
condiciones de vida y una emigración hacia las ciudades
o Además no hubo realmente un cambio en la estructura de la propiedad,
consolidándose el latifundio sobre todo en el centro y sur de la Península.
o Otras consecuencias, se encuentran en la pérdida de patrimonio cultural, ya
que se perdieron muchos libros y obras de arte, además de significar una
ruptura de relaciones con el Vaticano al violar el Concordato con la Santa Sede
de 1851.
La desamortización pone de manifiesto las prioridades del Gobierno Progresista que no eran
otras sino recaudar dinero y transferir las propiedades a la burguesía, perdiendo la oportunidad
de realizar una reforma agraria que hubiera podido mejorar la calidad de vida del campesinado y
haber aumentado la productividad del campo.
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4-3. – Compara el Estatuto Real de 1834 y las Constituciones de 1837 y 1845
Más tarde, como respuesta a las presiones de los liberales, se redacta la Constitución
de 1837.
● Tiene un carácter progresista, y en ella se consigue la implantación del
liberalismo político y el desmantelamiento del Antiguo Régimen.
● En su preámbulo se establece la soberanía nacional, aunque no en el
articulado.
● La Corona tenía ostentaba el poder ejecutivo, y además tenía derecho de veto
a la obra legislativa de las Cortes. Además, también podía disolverlas y convocar
nuevas elecciones.
● Continuaba con el bicameralismo establecido en el Estatuto Real, rompiendo
definitivamente con el sistema cameral impuesto por la Constitución de 1812.
La Cámara Alta o Senado era elegida por el rey entre una terna elegida por los
electores de cada provincia. El sistema electoral no estaba incluido en la
Constitución, aunque liberales y moderados coincidían en establecer un
sufragio censitario.
● Además, establecía una serie de derechos individuales, las garantías, la Milicia
Nacional y el jurado para los delitos de imprenta.
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La Constitución de 1845, más conservadora que la de 1837, instaura un liberalismo
doctrinario.
● Hay un reconocimiento explícito de que la soberanía es compartida entre las
Cortes y el Rey. El monarca gana poder y autonomía. El Congreso de los
Diputados, elegido mediante sufragio electoral muy censitario, pierde el poder
que el rey gana. El Senado deja de ser semielectivo para ser nombrado
completamente por el rey.
● La separación de poderes también se difumina. El poder ejecutivo quedaba en
manos del rey, así como el legislativo que compartía con las Cortes. No se habla
claramente de un poder judicial, aunque sí se reconoce la inamovilidad de los
jueces.
● La administración del territorio estaba centralizada. El gobierno designaba a los
alcaldes de los principales núcleos de población, que quedaban supeditados a
él.
● Además, las provincias de Ultramar no estaban representadas pues se les
aplicaba una legislación especial.
● Los derechos individuales tampoco se recogían explícitamente. Así todo, si se
detalla la libertad de prensa.
● Desparecen los jurados que han de juzgar los delitos de imprenta, con lo que
libertad de imprenta pasa a depender directamente del gobierno.
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