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El proceso político.
Para Boris, definir al proceso político del período 1930-1934 implica considerar dos cuestiones
muy importantes que están relacionadas: el "tenentismo" y la lucha entre el poder central y
los grupos regionales.
Con la victoria de la Revolución de 1930, los "tenientes" comenzaron a formar parte del
gobierno y formularon un programa más claro. Proponían una mayor uniformidad en la
atención de las necesidades de las diversas regiones del país, algunos planes económicos, la
instalación de una industria básica (principalmente la siderurgia) y un programa de
nacionalizaciones que incluía las minas, los medios de transporte y de comunicación y la
navegación de cabotaje. Para realizar estas reformas era necesario contar con un gobierno
federal centralizado y estable. Defendían la prolongación de la dictadura y la elaboración de
una constitución que estableciese la representación por clase al lado de la representación
individual. El nordeste fue el campo de acción predilecto. muchos eran originarios de esa área,
caracterizada por la extrema pobreza y donde la violencia que ejercía el pequeño círculo
dominante era evidente.
la acción tenentista en el nordeste provocó el ataque de los grupos dominantes en las áreas
más desarrolladas del país.
Desde la dirección del Estado de San Pablo, o partir de su influencia, los "tenientes" trataron de
establecer una base de apoyo para sus iniciativas. Su objetivo fueron las asociaciones de
cafetaleros de escasa representatividad y los sindicatos obreros.
Tuvieron en su contra a la mayoría de la población de San Pablo, que gravitaba
ideológicamente en torno a la elite regional. Esta última defendía la constitucionalización del
país a partir de los principios de la democracia liberal. Como medida transitoria, exigía el
nombramiento de un interventor que fuera civil y paulista. El estandarte de la
constitucionalización y la autonomía caló hondo en amplios sectores de la población y facilitó
un acercamiento entre el PRP y el PD. Eso se concretó con la formación del Frente Unico
Paulista, en febrero de 1932. el Gobierno Provisional promulgó el Código Electoral, trajo
algunas importantes innovaciones, como el establecimiento de la obligatoriedad del voto para
ambos sexos y su carácter secreto. Por primera vez se reconocía el derecho al voto de las
mujeres. el Código Electoral contribuyó bastante estabilizar el proceso de elecciones y a reducir
los fraudes.
En marzo de 1932, Vargas pareció dar otro paso en su intento de tranquilizar a San Pablo al
nombrar a un interventor civil y paulista: Pedro de Toledo. Sin embargo, el nombre de Toledo
no contaba con gran prestigio dentro del Estado, El Frente Unico Gaúcho, que estaba formado
por varios partidos regionales, rompió entonces con Vargas. Ese hecho llevó a que los grupos
que ya conspiraban en San Pablo (mayoría ligados al PD) aceleraran los preparativos para una
revolución que estalló el 9 de julio de 1932.
El plan de los revolucionarios era lanzar un ataque fulminante sobre la capital de la república,
para poner al gobierno frente a la necesidad de negociar o capitular. Pero el plan fracasó. A
pesar de que la "guerra paulista" despertaba muchas simpatías en la clase media carioca,
quedó militarmente confinada al territorio de San Pablo. Por su lado, la Marina bloqueó el
puerto de Santos.
San Pablo quedó prácticamente solo en su enfrentamiento con las fuerzas federales, contando
apenas con la milicia estadual y una inmensa movilización popular.
El movimiento de 1932 reunió a diferentes sectores sociales, desde los cultivadores de café
hasta la clase media, pasando por los industriales. Al margen de estos acontecimientos quedó
la clase obrera organizada.
La superioridad militar de los partidarios del gobierno era evidente. Terminó con la rendición
de San Pablo en octubre de 1932
En agosto de 1933, Vargas finalmente nombró a un interventor civil y paulista: Armando de
Sales Oliveira, vinculado al PD. En el mismo mes, emitió el decreto del llamado Reajuste
Económico, por el cual se reducían las deudas de los agricultores afectados por la crisis. A su
vez, de allí en adelante la elite política de San Pablo adoptó una actitud más cautelosa.
El movimiento tenentista se fue disolviendo a lo largo de 1933. parte de estos se subordinó al
gobierno de Vargas, otros pasaron a engrosar los partidos de derecha y de izquierda.
El 14 de julio de 1934, luego de meses de debates, la Asamblea Constituyente promulgó la
nueva Constitución. establecía una república federal; pero a la vez presentaba varios aspectos
nuevos
que eran producto de los cambios que habían ocurrido en el país. Su modelo de referencia era
la Constitución alemana de Weimar. Incluía tres partes que no aparecían en las Constituciones
anteriores y que se referían al orden económico y social; a la familia, a la educación y a la
cultura, y a la seguridad nacional.
El 15 de julio de 1934, Vargas fue elegido presidente de la República por el voto indirecto de la
Asamblea Nacional Constituyente. De allí en adelante, las elecciones para la Presidencia serían
directas.
Parecía que finalmente el país podría vivir bajo un régimen democrático. Sin embargo, poco
más de tres años después de ser promulgada la Constitución, esas esperanzas se vieron
frustradas por el golpe del Estado Novo. Contribuyeron a ese desenlace algunos grupos que
estaban dentro del gobierno (el Ejército, principalmente), las vacilaciones de los liberales y la
irresponsabilidad de la izquierda.
Los movimientos e ideas totalitarias y autoritarias comenzaron a ganar fuerza en Europa a
partir del fin de la Primera Guerra Mundial. La crisis mundial colaboró en el desprestigio de la
democracia liberal, porque ésta estaba asociada al capitalismo en el plano económico.
En la década de 1920 surgieron en Brasil algunas pequeñas organizaciones fascistas. Pero un
movimiento realmente significativo nació recién en los años treinta, cuando en octubre de
1932, Intelectuales fundaron en San Pablo la Acción Integralista Brasileña (AIB): una doctrina
nacionalista cuyo contenido era más cultural que económico. No hay duda de que combatía al
capitalismo financiero y pretendía establecer el control del Estado sobre la economía. Pero
ponía su mayor énfasis en la toma de conciencia del valor espiritual de la nación.
Desde el punto de vista de las relaciones entre la sociedad y el Estado, negaba la pluralidad de
los partidos políticos y la representación individual de los ciudadanos. Un Estado Integral
estaría constituido por el jefe de la nación, y abrigaría en su seno a aquellos órganos
representativos de las profesiones y entidades culturales. Identificaba como sus enemigos al
liberalismo, al socialismo y al capitalismo financiero internacional, en manos de los judíos.
Integralistas y comunistas se enfrentaron a muerte a lo largo de los años 30. Pero, tenían
algunos puntos en común: la crítica al Estado liberal, la valorización del partido único y el culto
a la personalidad del líder.
La corriente autoritaria ganó fuerza en el Brasil de los años 30. Las dificultades que planteaban
la organización de las clases y la formación de asociaciones representativas y de partidos hizo
que las soluciones autoritarias fueran una atracción constante, no sólo para los conservadores,
sino también para los liberales y la izquierda. La corriente autoritaria asumió la perspectiva que
se denomina modernización conservadora el Estado debía ser el encargado de organizar la
nación para promover el desarrollo económico y el bienestar general dentro del orden.
Si bien existían rasgos comunes entre la corriente autoritaria y el integralismo totalitario,
ambos no eran idénticos.
El integralismo pretendía lograr sus objetivos a través de un partido capaz de movilizar a las
masas descontentas y tomar por asalto al Estado. La corriente autoritaria apostaba al Estado
antes que al partido; no creía en la movilización masiva de la sociedad sino en la clarividencia
de algunos hombres. El partido fascista podría llevar, en última instancia, a la crisis del Estado.
El estatismo autoritario, a su refuerzo. Los autoritarios se ubicaban dentro del Estado y tenían
su
mayor expresión en la cúpula de las Fuerzas Armadas.
eN los años 1930-1945 se caracterizó por el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas,
especialmente del Ejército. aumento del número de efectivos, el reequipamiento y la conquista
de posiciones de prestigio. las milicias de los estados perdieron terreno. La Revolución de 1932
contribuyó a depurar al Ejército. De esta forma se consolidó un grupo leal a Vargas: El año 1934
estuvo marcado por reivindicaciones obreras y por la agitación en ciertas áreas de la clase
media.
El gobierno respondió proponiendo una Ley de Seguridad Nacional (LSN), definió los crímenes
contra el orden político y social, incluyendo entre ellos: la huelga de funcionarios públicos, la
provocación de actitudes hostiles en las clases armadas, la incitación al odio entre las clases
sociales, la propaganda subversiva y la organización de asociaciones o partidos que tuvieran
por objeto subvertir el orden político o social.
Los comunistas y los "tenientes" de izquierda próximos a ellos preparaban el lanzamiento de la
Alianza Nacional Libertadora (ANL) El programa básico de la ANL tenía un contenido
nacionalista. Ninguno de sus cinco puntos se refería específicamente a los problemas obreros.
En pocos meses, la ANL ganó bastante proyección. Más fuerte numéricamente y con una
composición social más variada. La conducción del movimiento osciló entre un intento de
consolidación de la alianza de clases y la perspectiva de la insurrección para la toma del poder.
Se proclamaba el derrocamiento del "odioso gobierno" de Vargas y la toma del poder por un
gobierno popular, nacional y revolucionario.
El gobierno, que ya venía reprimiendo las actividades de la ANL, tuvo entonces una excelente
razón para cerrarla. Esto se llevó a cabo por un decreto. A partir de ese momento, el PCB
comenzó los preparativos para una insurrección, cuyo resultado fue el intento de golpe militar
de noviembre de 1935. Fue un fracaso.
Para el autor, el intento de golpe en Brasil representaba el canto del cisne de la política
anterior. El intento fue alentado por las fantasiosas informaciones de los comunistas brasileños,
que aseguraban que el país vivía un clima prerrevolucionario. Además, la influencia de los
métodos tenentistas también constituyó un factor de peso en la decisión final.
Estos episodios trajeron más represión. El Congreso aceptó las justificaciones que se dieron
sobre las detenciones y autorizó el proceso criminal contra los presos. se crearon órganos
específicos para la represión.
A fines de 1936 y durante los primeros meses de 1937, se definieron las candidaturas para
competir por la sucesión presidencial en las elecciones previstas para enero de 1938. La
apertura de la competencia política favoreció un relajamiento de las medidas represivas.
Personas fueron liberadas por orden del ministro de Justicia. Vargas y su círculo íntimo no
estaban dispuestos a abandonar el poder, ninguna de las tres candidaturas contaba con su
confianza.
A lo largo de 1937, el gobierno intervino en algunos Estados y en el Distrito Federal con el
objetivo de prevenir posibles dificultades regionales. Sin embargo, faltaba un pretexto
adecuado para reactivar el clima golpista. Éste llegó con el Plan Cohen, En septiembre de 1937,
un oficial integralista fue sorprendido o se dejó sorprender dactilografiando un plan de
insurrección comunista. Aparentemente, el "plan" no era más que una fantasía que debía ser
publicada en
un boletín de la AIB, mostrando cómo sería una insurrección comunista y de qué manera
reaccionarían frente a ella los integralistas. La tal insurrección provocaría masacres. El hecho es
que la ficción del documento fue tomada como algo real. Los efectos de la divulgación del Plan
Cohen fueron inmediatos. Rápidamente, el Congreso aprobó por mayoría de votos el estado de
guerra y la suspensión de las garantías constitucionales por noventa días.
El Estado Novo
El día 10 de noviembre de 1937, tropas de la policía militar cercaron el Congreso e impidieron
la entrada de los congresistas. Esa noche, Vargas anunció la apertura de una nueva fase política
y la entrada en vigor de una Carta constitucional. Era el comienzo de la dictadura del Estado
Novo.
El movimiento popular y los comunistas habían sido anulados y no podrían reaccionar. La clase
dominante aceptaba el golpe como algo inevitable y hasta beneficioso. Los integralistas,
quienes habían apoyado el golpe y esperaban el ascenso al poder a través del Ministerio de
Educación.
Pero Vargas terminó con sus esperanzas.
El Estado Novo no significó un corte radical con el pasado. Muchas de sus instituciones y
prácticas venían tomando forma a lo largo del período 1930-1937. esas prácticas se integraron
y ganaron coherencia en el ámbito del nuevo régimen.
Desde lo socioeconómico, el Estado Novo representó una alianza de la burocracia civil y militar
y la burguesía industrial, cuyo objetivo común inmediato era promover la industrialización del
país sin grandes conflictos sociales.Este creciente interés tuvo su correlato en la educación. Su
mayor preocupación fue organizar la enseñanza industrial para poder obtener una mano de
obra fabril calificada.
La influencia de las Fuerzas Armadas se ejerció a través de los diversos organismos técnicos
que proliferaron en el Estado Novo, así como por medio de los Estados Mayores y del Consejo
de Seguridad Nacional. Importante papel en las decisiones económicas. Giraba alrededor de un
objetivo en común: la modernización del país por la vía autoritaria. Pero en lo que respecta a la
relación con las grandes potencias o a la definición de un proyecto de desarrollo económico
con mayor o menor autonomía, los puntos de vista de los militares variaban según los grupos y
las preferencias personales. De esta forma, el Presidente podía manipular las pretensiones del
Ejército y articularlas a los intereses más generales del gobierno.
La política económico financiera del Estado Novo representó un cambio de direcci ón respecto a
los años 1930-1937. En ese primer período no existió una línea clara de incentivo al sector
industrial. A partir de 1937, el Estado se lanzó con mayor decisión a una política de
los intereses brasileños" y la colaboración con la prensa extranjera a fin de evitar la divulgación
de "informaciones perjudiciales al crédito y a la cultura del país".
En cuanto a la política externa, puede ser mejor comprendida si se considera al período
1930-1945 en forma global. Los alineamientos y realineamientos de Brasil fueron el resultado
de la interacción del país con las grandes potencias; el Estado Novo fue sólo uno de los
elementos de esa interacción.
La crisis mundial acentuó la decadencia de la hegemonía inglesa que venía de principios del
siglo y el surgimiento de los Estados Unidos como potencia. Crisis. A partir de 1933, surgió otro
competidor en la escena internacional: la Alemania nazi. Frente a ese panorama, el gobierno
brasileño adoptó una actitud pragmática, que consistía en tratar de negociar con quien le
ofreciese las mejores condiciones e intentar sacar ventajas de la rivalidad entre las grandes
potencias.
Vargas mostro claramente su intención de no promover alteraciones esenciales en la política
externa. a pesar de existir cierta afinidad ideológica que podría haber facilitado una mayor
aproximación con los alemanes, las relaciones entre Brasil y Alemania se vieron
conmocíonadas en 1938. Durante ese año, el régimen había conseguido estabilizarse
eliminando de la escena política a la única fuerza que todavía escapaba a su control: el
integralismo. Al mismo tiempo que marcaba su distancia con el fascismo nacional, el Estado
Novo embestía contra los grupos nazis que existían en el sur del país. En ese momento fue
detenido un agente alemán que era el
líder del partido nazi en Río Grande do Sul. El embajador alemán fue declarado persona no
grata y se vio obligado a abandonar Brasil. Aunque luego fue superado, el incidente dejó sus
marcas.
La política exterior brasileña se vio más afectada por el estallido de la II Guerra Mundial que
por la implantación del Estadio Novo. El bloqueo inglés llevó a un retroceso comercial de
Alemania en América Latina, pero Inglaterra no tenía condiciones para aprovechar ese vacío.
Surgió entonces con más fuerza la presencia norteamericana. los norteamericanos se lanzaron
a una ofensiva político-ideológica con un objetivo común: la defensa de las Américas bajo el
liderazgo de los Estados Unidos, independientemente del régimen político vigente en cada
país.
Vargas comenzó entonces a hablar inequívocamente el lenguaje del panamericanismo, al
mismo tiempo que insistía en el reequipamiento económico y militar de Brasil como una
condición de su apoyo a los Estados Unidos. Tardo en realizarlo porque no confiaba en BraSIL. A
fines de 1941, tropas norteamericanas se instalaron en el nordeste sin esperar la autorización
del gobierno brasilero. Entre el 5 y el 17 de agosto de 1942, cinco navios brasileños fueron
hundidos por submarinos alemanes. Brasil entró en guerra ese mes, bajo la presión de grandes
manifestaciones populares.
Fin del estado novo.
El Estado Novo fue concebido como un Estado autoritario y modernizador que debería durar
muchos años. Pero, su tiempo de duración fue muy breve, no llegó a los ocho años. Los
problemas del régimen estuvieron más vinculados a la inserción de Brasil en el marco de las
relaciones internacionales, que a las condiciones políticas internas del país. Esa inserción
impulsó a las oposiciones y permitió el surgimiento de divergencias dentro del gobierno.
Luego del ingreso en la guerra, diversas personalidades de la oposición comenzaron a explotar
la contradicción que existía entre el apoyo de Brasil a las democracias y el hecho de que
estuviera vigente la dictadura de Vargas. En el ámbito del gobierno, hubo por lo menos una
figura que se mostró favorable a una apertura democrática: el ministro de Relaciones
Exteriores Osvaldo Aranha.
Luego de la caída de Vargas, los militares y la oposición liberal, contando con el apoyo de los
candidatos a la Presidencia de la República, decidieron entregar el poder de manera transitoria
al presidente del Supremo Tribunal Federal. El calendario que preveía las elecciones para el 2
de diciembre continuó vigente.
Candidatos: el brigadier Eduardo Gomes iba en franca expansión, mientras que la de Dutra
trataba de marcar el paso. Vargas apoyaba a Dutra pero advirtió que estaría junto al pueblo
contra el presidente, sí éste no cumplía las promesas que había hecho como candidato.
Las elecciones de 1945 despertaron un gran interés en la población. En una época en que no
existían encuestas electorales, la oposición fue sorprendida por la clara victoria de Dutra.
El resultado evidenció la fuerza del aparato electoral montado por el PSD a partir de los
interventores, así como el prestigio del que gozaba Getúlio Vargas entre los trabajadores.
Mostró también el repudio de la masa al antigetulismo, que era asociado al interés de los ricos.
para el autor, La victoria de Dutra se explica por la combinación de esos factores. Por lo tanto,
no fue una victoria del arraso contra la modernidad o del campo contra la ciudad.
Dutra ganó bien en los tres grandes Estados: Minas Gerais, Río Grande do Sul y San Pablo. El
brigadier alcanzó su mejor resultado en el nordeste, donde perdió por una
pequeña diferencia. Getúlio Vargas fue uno de los grandes vencedores de las elecciones de
1945 y esto
no sólo por su papel en la victoria de Dutra. Amparado por la ley electoral, fue elegido
diputado y senador por varios Estados, y optó por ser senador por Río Grande do Sul.
La
votación mostró con claridad hasta qué punto el aparato político montado por el
Estado Novo para apoyar a la dictadura podía ser también muy eficiente para captar
votos bajo el régimen democrático. Para una porción considerable del electorado
contaban más las relaciones personales clientelistas que la opción entre liberales y
partidarios del Estado Novo. Dicha opción carecía de significado en la vida cotidiana
de los electores, y era demasiado abstracta para que fuera aprehendida por personas
de educación rudimentaria.
En septiembre fue promulgada la nueva Constitución brasileña, que se apartaba de la Carta de
1937, optando por la forma liberal democrática. Sin embargo, en algunos puntos dejaba la
puerta abierta para la continuidad del modelo corporativo.
Brasil fue definido como una República federal, con un sistema de gobierno presidencialista. El
Poder Ejecutivo sería ejercido por el Presidente de la República, elegido por voto directo y
secreto para un período de cinco años.
Los constituyentes mostraron su apego al sistema corporativista del Estado Novo en la parte
referente a la organización de los trabajadores. No se suprimió el impuesto sindical, que
constituía el soporte principal de los pelegos (dirigente sindical). En principio, se reconoció el
derecho de huelga, pero la legislación ordinaria lo volvía inoperante.
El regreso de Getúlio.
Getúlio Vargas asumió su cargo el 31 de enero de 1951. La UDN intentó sin éxito Impugnar la
elección. Defensores de la legalidad democrática, no conseguían atraer el voto de la masa
cuando había elecciones importantes. A partir de allí, comenzaron a cuestionar los resultados
electorales utilizando dudosos argumentos o reclamando la intervención de las Fuerzas
Armadas.
Vargas nunca olvidó prestar atención a una de sus principales bases de apoyo: los trabajadores
urbanos. En el acto del 1 de mayo de 1951 dio un paso adelante en dirección al
establecimiento de vínculos más sólidos con la clase obrera. En esa ocasión, no se limitó a
enunciar generalidades, sino que pidió a los trabajadores que se organizaran en sindicatos para
que lo ayudaran en la lucha contra "los especuladores y los codiciosos". Al mismo tiempo,
terminó con la exigencia del llamado certificado de ideología para la participación en la vida
sindical. Con ello favoreció el regreso de los comunistas y de la mayor parte de los que habían
sido excluidos durante el período Dutra.
La liberalización del movimiento sindical y los problemas derivados del alza del costo de vida
Llevaron a la realización de una serie de huelgas en 1953. Entre ellas, se destacaron la huelga
general de marzo en San Pablo y la huelga de junio de los trabajadores marítimos en Río de
Janeiro, Santos y Belén.
El movimiento representó una derrota del getulismo en San Pablo. Aunque el
Presidente mantenía parte de su prestigio personal, el PTB y los pelegos sindicales
habían sido sobrepasados por la conducción del movimiento. Los comunistas -quienes en esa
época se oponían tenazmente a Vargas acusándolo de "lacayo del imperialismo"-
desempeñaron el papel principal en la articulación del paro.
Como la huelga se realizaba en un sector de interés
público, sometido a la regulación económica del Estado, pudo dar respuesta a la
mayoría de los reclamos de los huelguistas. Al mismo tiempo, obligó a renunciar al
directorio de la Federación de los Marítimos, despejando el camino para que asumiera otro
directorio más cercano a los trabajadores y a él mismo.
A pesar de todas las presiones y de la falca de una sólida base de apoyo a su gobierno, Vargas
conseguía mantener el equilibrio en el poder. A la oposición le faltaba un acontecimiento lo
suficientemente traumático como para que las Fuerzas Armadas llegasen a transponer los
límites de la legalidad y depusieran al Presidente.
Algunas personas muy próximas a Getúlio Vargas le sugirieron al jefe de la guardia presidencial
del Palacio de Catete, Gregorio Fortunato, que debía "dar una lección" a
Lacerda(antigetuliano). Fiel servidor de Vargas por más de treinta años, Fortunato preparó el
asesinato de la figura más relevante de la oposición.
Si la idea del crimen ya era desatinada, peor aun fue su ejecución. En la madrugada del 5 de
agosto de 1954, un pistolero intentó matar a tiros a Lacerda cuando éste llegaba a la puerta de
entrada del edificio donde residía en Río de Janeiro. Pero terminó asesinando al acompañante
de Lacerda (el mayor de la aeronáutica Rubens Vaz). Vargas ahora tenía en su contra un acto
criminal que provocó la indignación general, a un adversario con sobrados motivos para
atacarlo y a la Aeronáutica en estado de rebelión.
Quedó claro que el gobierno había perdido el apoyo de las Fuerzas Armadas.
Cuando el cerco se cerró un poco más, Vargas respondió con un último y trágico acto. En la
mañana del 24 de agosto, se suicidó en sus aposentos del Palacio de Catete, disparándose un
tiro en el corazón.
el Presidente dejaba como legado a los brasileños un mensaje conmovedor (la llamada carta
testamento) donde se presentaba como víctima y como acusador de las fuerzas impopulares y
hacía responsable por el impasse al que había llegado su gobierno a la alianza entre los grupos
internacionales y los enemigos internos.
La masa urbana salió a la calle en todas las grandes ciudades, haciendo blanco de su odio a los
diarios de la oposición y a la representación diplomática de los Estados Unidos en Río de
Janeiro. En esas manifestaciones estuvieron presentes los comunistas quienes luego de
haberse opuesto en forma constante al gobierno de Vargas los cambiaron de posición de la
noche a la mañana. Abandonaron la línea radical que los caracterizaba, y que por lo general
beneficiaba a sus mayores enemigos, y pasaron a apoyar cada vez más el nacionalismo
populista.
La opción que hizo la cúpula del Ejército por una salida legal de la crisis y el impacto provocado
por las manifestaciones populares impidieron que se concretara un golpe contra las
instituciones. Asumió entonces el poder el vicepresidente Café Filho, aseguró al país que
garantizaría la realización de las elecciones presidenciales previstas para octubre de 1955.
El 3 de octubre de 1955, las urnas dieron la victoria a Juscelino Kubitschek por un estrecho
margen. Candidato del PSD.
A pesar de sus divergencias, un rasgo común aproximaba al PSD con el PTB: el getulismo. Sin
embargo, existía un getulismo del PSD y otro getulismo del PTB. El primero reunía a gran parte
de los sectores dominantes del campo, a la burocracia de gobierno que había nacido con el
Estado Novo y a una burguesía industrial y comercial beneficiaria del desarrollo y de los
negocios generados al calor de la inflación. El getulismo del PTB abarcaba a la burocracia
sindical y a la del Ministerio de Trabajo (que controlaba la estructura vertical del sindicalismo y
otras áreas importantes como la de Previsión Social), a una parte de la burguesía industrial más
inclinada al nacionalismo y a la mayoría de los trabajadores urbanos organizados.
Para que la alianza de los dos partidos pudiera funcionar era necesario que ninguno de los dos
radicalizase sus características. Durante buena parte de su gobierno, JK consiguió sintetizar los
límites de acción de los dos partidos.
La política económica de JK fue definida en el Programa de Metas. este contaba con treinta y
un objetivos, distribuidos en seis grandes grupos: energía, transporte, alimentación, industrias
de base, educación y la construcción de Brasilia.
El gobierno de JK promovió una amplia actividad del Estado tanto en el sector de
infraestructura como en el incentivo a la industrialización. Pero también asumió abiertamente
la necesidad de atraer capitales extranjeros, concediéndoles grandes facilidades. De ese modo,
la ideología nacionalista perdía terreno frente al desarrollismo.
La legislación facilitó incluso las inversiones extranjeras en áreas económicas que eran
consideradas prioritarias por el gobierno: industria automotriz, transportes aéreos,
ferrocarriles, electricidad y acero.
Los resultados alcanzados por el Programa de Metas fueron impresionantes, sobre todo en el
sector industrial, la industria automotriz generó una concentración de obreros nunca vista en el
país. éxito innegable.
En la memoria colectiva, los cinco años del gobierno de Kubitschek son recordados como un
período de optimismo asociado a grandes realizaciones, cuyo mayor ejemplo es la construcción
de Brasilia.
Durante el período JK, el sindicalismo sufrió transformaciones que se pondrían de manifiesto
con mayor claridad en los primeros años de la década de 1960, bajo el gobierno de João
Goulart. Líderes sindicales que pertenecían a diferentes tendencias comenzaron a percibir las
dificultades que entrañaba la articulación de un expansivo movimiento de los trabajadores con
la ajustada estructura oficial. Nacieron así distintos organismos que comenzaron a actuar de
forma paralela a la estructura oficial. Estos organismo allanó el camino para la formación del
Comando General de los Trabajadores (CGT), que desempeñaría un papel relevante en las
huelgas del período Goulart.
Los mayores problemas de este gobierno se concentraron en el comercio exterior y en las
finanzas del gobierno, dos áreas interrelacionadas. El presupuesto federal comenzó a
evidenciar crecientes déficit, producto de los gastos gubernamentales que sostenían el
programa de industrialización y la construcción de Brasilia, así como de un serio deterioro de
los términos de intercambio con el exterior.
Los nacionalistas y los comunistas venían criticando al Presidente por su disposición para
"vender la soberanía nacional a los banqueros internacionales y al FMI". La UDN era la única
que aprobaba un acuerdo con el organismo pero, aunque JK optase por ese camino, no podría
contar con el apoyo político de la oposición.
De ese conjunto de circunstancias derivó la ruptura del gobierno con el FMI, lo que equivalía al
abandono del plan de estabilización. La ruptura provocó una ola de apoyo a JK. PTB,
comunistas, Federación de las Industrias de San Pablo y de la cúpula militar.
Sin embargo, la elección presidencial del 3 de octubre de 1960 pondría de manifiesto que
aquel entusiasmo no tenía eco en la masa. El candidato de la UDN fue Jânio Quadros. La
preferencia por Quadros se hizo evidente desde los primeros tiempos de la campaña. El
candidato conseguía reunir en torno de sí las esperanzas de la elite antigetulista, del sector de
la clase media que esperaba la llamada moralización de las costumbres políticas, así como las
de la gran mayoría de los trabajadores.
Quadros venció en las elecciones de octubre de 1960. A los 7 meses renunció lo que sumiría al
país en una grave crisis política. La hipótesis más probable combina los datos de una
personalidad inestable con un cálculo político equivocado.
Comenzó la disputa por el poder.
La Constitución no dejaba dudas en cuanto a la sucesión de Quadros: le correspondía asumir al
vicepresidente João Goulart. No obstante, el traspaso del mando quedó en suspenso debido a
una inicitaiva de sectores militares que veían a Goulart como la encarnación de la república
sindicalista y la puerta de entrada por donde llegarían al poder los comunistas.
ideología básica era el nacionalismo, y por las reformas sociopolíticas denominadas reformas
de base.
Amplio abanico de medidas: reforma agraria, extender el derecho de voto a dos sectores
distintos: los analfabetos y los grados inferiores de las Fuerzas Armadas, de sargento para abajo
en el caso del Ejército. intervención más profunda del Estado en la vida económica ( medidas
nacionalistas).
Las reformas de base no pretendían instaurar una sociedad socialista. Eran una alternativa para
modernizar el capitalismo y reducir las profundas desigualdades sociales del pa ís a partir de la
acción del Estado. las clases dominantes opusieron una fuerte resistencia. Las direcciones
sindicales fueron fieles al modelo populista. Ellas estaban compuestas principalmente por
laboristas y comunistas que actuaban junto al Estado, pero sin la subordinación de que hacían
gala los viejos “pelegos”.
Con relación a los movimientos huelguistas, hay tres factores que deben ser señalados:
primero, aumentó bastante el número de huelgas; segundo, los paros tendieron a concentrarse
en el sector público; tercero, en términos espaciales, las huelgas se desplazaron de San Pablo
hacia otras regiones del país.
La cercanía al poder, la escalada huelguista y la participación en los actos políticos produjeron
euforia y, al mismo tiempo, ocultaron los puntos débiles del movimiento obrero. Como se pudo
ver más tarde con mayor claridad, las debilidades residían en dos cuestiones interrelacionadas.
Por un lado, la decadencia proporcional del movimiento obrero dentro del Estado que
concentraba el sector más dinámico de la economía (San Pablo); por otro lado, la excesiva
dependencia del movimiento con relación al régimen. De hecho, la caída del régimen
arrastraría con él al sindicalismo populista.
Si bien la falta de homogeneidad dentro de los partidos políticos no era algo nuevo, las
divisiones se volvieron mayores en el período Goulart. Pero ahora tenían más que ver con
cuestiones ideológicas antes que con diferencias personales. A partir de mediados de 1963,
aumentó la radicalización de las diferentes posiciones. En el campo, comenzaron a armarse los
propietarios rurales, quienes veían a la reforma agraria como una catástrofe. Por otro lado,
ganaron ímpetu el movimiento de las Ligas, la sindicalización rural y la invasión de tierras.
En octubre de 1963, el Congreso rechazó la enmienda constitucional que autorizaba la
confiscación de tierras sin indemnización previa, lo que incentivó a aquellos que preferían
actuar al margen de Ja legalidad.
La izquierda del PTB, protestaba por las vacilaciones de Jango en el área de las reformas
sociales y por las relaciones con el imperialismo. En los medios militares creció la conspiración
contra Jango, fortalecida por los partidarios de una "intervención defensiva" contra los ex cesos
del gobierno.
La tragedia de los últimos meses del gobierno de Goulart puede comprenderse por el hecho de
que la resolución de los conflictos por la vía democrática fue descartada por todos los actores
políticos como algo imposible o despreciable. La derecha ganó para su causa a los
conservadores moderados con la tesis de que sólo una revolución podría purificar la
democracia, poniendo fin a la lucha de clases, al poder de los sindicatos y a los peligros del
comunismo.
En octubre de 1963, antes de la caída de Jango, se realizó la última gran huelga obrera en San
Pablo desvinculada de motivos estrictamente políticos. La llamada "huelga de los 700 mil" duró
algunos días y alcanzó sobre todo a los sectores metalúrgico, químico, del papel y del cartón.
A comienzos de 1964, aconsejado por su círculo íntimo, Jango eligió un camino que finalmente
resultó desastroso. Consistía más o menos en lo siguiente: con el apoyo de los dispositivos
militar y sindical, el presidente debería pasar por encima del Congreso y comenzar a realizar las
reformas de base.
El primer acto de las reformas de Jango en realidad marcó el comienzo del fin de su gobierno.
Era el fin de la experiencia democrática del período 1945-1964. Por primera vez en la historia
del país, los militares asumían el poder con la perspectiva de permanecer allí, instaurando un
régimen autoritario.
Qué había sucedido con los dispositivos militar y sindical? En realidad, João Goulart y la cúpula
que lo apoyaba tenían una visión equivocada del panorama político. Tomaban lo que pasaba en
las altas esferas del poder como si fuera expresión de lo que pasaba en la sociedad. También
creían que la mayoría del Ejército era partidaria de las reformas propuestas por el gobierno,
pues pensaban que aquél expresaba la voluntad popular debido a su historia y al origen de sus
integrantes. Si bien aceptaban la existencia de "golpistas", creían sin embargo que se trataba
de una minoría controlada por el dispositivo militar y por la acción de los cuadros inferiores.
Es cierto que a lo largo de los años la mayoría de la oficialidad preferiría no alterar el orden
constitucional. Pero en ese entonces había otros principios más importantes para la institución
militar: el mantenimiento del orden social, el respeto a la jerarquía y el control del comunismo.
Quebrados esos principios, el orden se transformaba en desorden y éste justificaba la
intervención.
La pérdida de legitimidad de Jango, el quiebre de la disciplina que le siguió y el acercamiento
entre los grados inferiores de las Fuerzas Armadas y los trabajadores organizados llevaron a
que los sectores militares moderados se sumaran a la conspiración, produciendo un
desplazamiento semejante al que había ocurrido en los medios civiles. En cuanto al llamado
dispositivo sindical, sin duda tenía la capacidad de movilizar a sectores de la clase obrera,
especialmente en el área del Estado, pero no mucho más que eso.
Hostigada por la inflación, la gran mayoría de los asalariados prácticamente ignoró la orden de
huelga general decretada por la CGT. De cualquier forma, una movilización obrera no podría
haber obtenido nada concreto, a no ser que se hubieran dividido las Fuerzas Armadas, lo que
no sucedió.
De ese modo, a pesar del significativo avance que alcanzaron los movimientos sociales en el
país… políticamente, Jango quedó suspendido en el aire. Sólo permanecieron con él un
ministro de Guerra que ya no comandaba, líderes sindicales con escasos seguidores que eran
blancos de la represión y amigos responsables de fomentar ilusiones.