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1. Es vista como parte del modelo político de movilización de los sectores populares,
esfuerzo necesario para incrementar la base de poder de Cárdenas en su lucha contra
las demás facciones (Sinarquismo) y salvar reformas.
2. Como un cambio de parte de Cárdenas, que señalaba justamente el fin de la
movilización y un esfuerzo para ejercer mayor control sobre los sectores populares. Se
llamó a la necesidad de la armonía de clases, se apoyó en el ejército para enfrentar
huelgas, disminuye reparto de tierras. Eliminar la autonomía de los sectores populares

El populismo radicalizado implica la movilización de los sectores populares dentro


de un partido o movimiento político como parte de una estrategia política que necesita,
tanto para aumentar el poder real de los sectores populares, controlar y canalizar
dicha movilización. De esta forma, la reorganización partidaria tiene dos caras: por un
lado, aseguró la representación obrera y su influencia dentro del partido; por el otro,
este sistema de representación favorecía la cooptación y el control.
Posición y Polarización en tiempos de Cárdenas
Le populismo radicalizado provoca fuertes oposiciones y una polarización a lo largo
de las clases sociales. Capital nacional, extranjero, ejercito, sectores medios, la
Iglesia. La oposición tuvo diversas manifestaciones: fuga de capitales, intentos de
movilización por parte de la Iglesia contra el gobierno, ofensiva económica y
diplomática por parte del capital extranjero, boicot industria petrolera, surgimiento del
sinarquismo.
La oposición y polarización se producía principalmente torno a la política obrera. La
expropiación petrolera crea una inmensa base de apoyo popular y aumenta
polarización y oposición.
Hay dos momentos claves de la intensificación de la oposición a Cárdenas y ambos
están relacionados al apoyo estatal a los trabajadores en la esfera de las relaciones
laborales. Intervención del estado en el sector privado. Fabricas de vidrio, petroleras.
La intensificación de la oposición a Cárdenas favoreció el fortalecimiento y
agresividad de los sectores más conservadores dentro del gobierno y la coalición
estatal y un debilitamiento y retroceso de los sectores más progresistas de la alianza
cardenista.
Boris Fausto “El Estado Getulista”
La acción de gobierno
Getulio Vargas llegó al poder en octubre de 1930 y permaneció en él por un periodo
de 15 años como jefe de un gobierno provisional. Debe hacer frente a las
consecuencias de la crisis mundial: una producción agrícola sin mercado, la ruina de
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los fazendeiros y el desempleo en las grandes ciudades, la caída de los ingresos por
exportaciones y la evaporación de la moneda convertible.
En el plano político, las oligarquías querían reconstruir el Estado en los viejos
moldes. Los tenientes se oponían a esa perspectiva y apoyaban a Vargas en su
propósito de reforzar el poder central, pero eran una corriente difícil de controlar. La
Iglesia Católica fue una importante base de apoyo para el gobierno. Logró que la masa
de la población católica diera su apoyo al nuevo gobierno, a cambio, éste último tomó
importantes medidas a favor de aquella (enseñanza religiosa en escuelas públicas). Al
asumir, Vargas tomó una serie de medidas fuertemente centralizadoras: disolvió el
Congreso, asumió el Poder Legislativo, el de los Estados propíciales y municipales.
Hizo renunciar a todos los gobernadores y nombró en su lugar interventores federales.
También limitó su área de acción: prohibía contraer empréstitos del exterior y armar a
las policías regionales en una proporción mayor al del Ejército.
En el plano económico trató de concentrar en sus manos la política del café. El
gobierno compraba el café con los ingresos derivados del impuesto a las
exportaciones y con la confiscación cambiaria y además destruiría una parte del
producto. A mediados de 1931 se suspendieron los pagos de la deuda publica externa
y se reintrodujo el control de cambios.
La política del trabajo puso sus objetivos en reprimir aquellos esfuerzos
organizativos de la clase trabajadora urbana que se ubicara fuera del control del
Estado y, a la vez, atraerla para que diera un apoyo generalizado al gobierno.
Se dispuso la sindicalización tanto de la clase obrera como de la patronal. Se
adoptó el principio de la unidad sindical: el reconocimiento por el Estado de un único
sindicato por categoría profesional. La sindicalización no era obligatoria.
Las organizaciones obreras controladas por corrientes de izquierda intentaron
oponerse al control del Estado, pero fracasaron. A fines de 1933, el viejo sindicalismo
autónomo había desaparecido y los sindicatos se habían ajustado a la legislación.
La educación paso a formar parte de la centralizadora visión general. Como en otras
áreas las iniciativas del gobierno tenían una inspiración autoritaria. De arriba hacia
abajo, sin implicar movilización.
El proceso político
Para definir el proceso político 1930-1934 es necesario considerar dos cuestiones:
el “tenentismo” y la lucha entre el poder central y los grupos regionales.
Los “tenentes” formularon un programa que proponía mayor uniformidad en la
atención de las necesidades de las diversas regiones del país, algunos planes
económicos, la instalación de una industria básica y un programa de
nacionalizaciones, para lo que era necesario contar con un gobierno federal
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centralizado y estable. Defendían la prolongación de la dictadura y la elaboración de


una constitución que estableciese la representación por clase al lado de la
representación individual.
En la lucha contra el predominio de las oligarquías estaduales, Vargas trató de
utilizar como instrumento a los cuadros tenentistas en dos regiones muy diferentes
entre si: el nordeste y San Pablo. En el nordeste al no tener condiciones ni intención
de realizar grandes transformaciones, los “tenientes” llegaron a un entendimiento con
lo sectores de la clase dominante regional. En San Pablo, la falta de habilidad del
gobierno central contribuyó para que se desatara una guerra civil. Al negar las
`pretensiones del PD, Vargas margino a la elite paulista. Ello llevó a las sucesivas
renuncias de los interventores. Desde la dirección del Estado de San Pablo, los
tenentes trataron de establecer una base de apoyo para sus iniciativas. Su objetivo
fueron las asociaciones de cafetaleros de escasa representatividad y sindicatos
obreros. Tuvieron en su contra a la mayoría de la población de San Pablo, que
gravitaba ideológicamente en torno a la elite regional. Defendían la
constitucionalización del país bajo los principios de la democracia liberal. Como
medida transitoria, exigía el nombramiento de un interventor civil y paulista.
El PRP y el PD forman el Frente Único Paulista en febrero del 1932. Ese mismo
mes el gobierno promulga un código electoral, establece la obligatoriedad del voto
para ambos sexos y su carácter secreto. La elección para el Legislativo seria
proporcional, garantizándose así la representación de las minorías. La representación
profesional tenía como objetivo equilibrar el peso de los grandes Estados que eran los
grandes focos de oposición.
En marzo del ‘32 Vargas trata de tranquilizar a San Pablo nombrando un interventor
civil y paulista; pero no es aceptado.
El Frente Único Gaucho formado por varios partidos regionales rompe con Vargas.
En julio del ‘32 estalla una revolución, pero fracasa. San Pablo se rinde en octubre de
ese mismo año. Aunque salió victorioso, el gobierno percibió claramente la
imposibilidad de ignorar a la elite paulista. Por su parte, los derrotados comprendieron
que tendrían que establecer algún tipo de compromiso con el gobierno central.
En agosto de 1933 Vargas nombra a un interventor civil y paulista ligado al PD,
también emitió el decreto de reajuste económico, por el cual se reducían las deudas
de los agricultores afectados por la crisis. La elite política de San Pablo toma una
actitud más cautelosa.
El movimiento tenentista fue disuelto durante 1933. Mientras una parte de los
tenientes se subordinó al gobierno de Vargas, otros pasaron a engrosar los partidos de
derecha e izquierda.
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En mayo del ‘33 se llama a una Asamblea Constituyente. No se lograron formar


partidos nacionales; el resultado de las urnas evidenció la fuerza de las elites
regionales.
En julio de 1934 se sanciona la nueva Constitución. Establecía una republica federal
y su modelo de referencia era la Constitución de Weimar. Vargas es elegido
presidente de la Republica por el voto indirecto de la Asamblea Nacional
Constituyente, y debía ejercer su mandato hasta mayo del 1938. Pero tres años
después el régimen “democrático” se vio frustrada por el golpe del Estado Novo.
Contribuyeron a ese desenlace algunos grupos que estaban dentro del gobierno, las
vacilaciones de los liberales y la irresponsabilidad de la izquierda.
La crisis mundial colaboró en le desprestigio de la democracia liberal, porque esta
estaba asociada al capitalismo en el plano económico. En 1932 se funda en San Pablo
la Acción Integralista Brasileña (AIB). El Estado Integral estaría constituido por el jefe
de la nación, y abrigaría en su seno a aquellos órganos representativos de las
profesiones y entidades culturales. Identificaban como sus enemigos al liberalismo, al
socialismo, y al capitalismo financiero internacional, a manos de judíos. El
reclutamiento se hizo principalmente en profesionales urbanos de clase media y el
ejército.
Comunistas e Integristas se enfrentaron durante toda la década del ‘30. Su forma
distinta de delimitar las relaciones sociales era más que suficiente para generar
antagonismos en los dos movimientos.
La corriente autoritaria asumió consecuentemente la perspectiva que se denomina
modernización conservadora: en un país desarticulado como Brasil, el Estado debía
ser el encargado de organizar la nación para promover el desarrollo económico y el
bienestar general dentro del orden. El Estado autoritario pondría fin a los conflictos
sociales, a las luchas partidarias y a los excesos de libertad de expresión. Estos se
ubican dentro del Estado y tenían su mayor expresión en la cúpula de las fuerzas
armadas. Durante los años 1930-1945 hubo un fortalecimiento de las fuerzas
armadas.
El año 1934 estuvo marcado por reivindicaciones obreras y por la agitación en
ciertas áreas de la clase media. Hubo huelgas y paralizaciones en el sector de
servicios. También se dio el enfrentamiento entre antifascista e integralitas.
A comienzos de 1935 el gobierno respondió con una ley de seguridad nacional. Al
mismo tiempo comunistas y tenientes de izquierda lanzan la Alianza Nacional
Libertadora (ANL) con un programa nacionalista (reforma agraria, nacionalización de
empresas extranjeras, suspensión pago deuda externa, libertades populares, etc.).
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El ANL llama al derrocamiento de Vargas, se llevan a cabo detenciones, el PBC se


levanta en el 1935 pero la insurrección fue un completo fracaso. Este episodio tuvo
graves consecuencias, ya que permitió la implementación de amplias medidas
represivas y el comienzo de una escalada autoritaria.
Durante 1936 el Congreso aprobó todas las medidas extraordinarias solicitadas por
el poder ejecutivo para reprimir a los comunistas ya la izquierda en general.
En los primeros meses de 1937 se definieron las candidaturas para competir por la
sucesión presidencial en las elecciones de 1938. La apertura de la competencia
política favoreció un relajamiento de las medidas represivas. Asimismo, el Congreso
no concedió al Ejecutivo un pedido de prorroga del estado de guerra vigente. Sin
embargo, Vargas no estaba dispuesto a abandonar el poder, tanto más cuando
ninguno de los tres candidatos contaba con su confianza. A lo largo de 1937, el
gobierno intervino algunos Estados y en el distrito Federal con el objetivo de prevenir
posibles dificultades regionales, Sin embargo faltaba un pretexto adecuado para
activar el clima golpista, éste apareció y en noviembre Vargas y su cúpula militar dan
el golpe del Estado Novo.
EL Estado Novo
Vargas anunció la apertura de una nueva fase política y la entra en Vigo de una
Carta Constitucional. El movimiento popular y los comunistas habían sido anulados y
no podrían reaccionar, la clase dominante aceptaba el golpe como algo inevitable y
hasta beneficioso.
El Estado Novo no significo un corte radical con el pasado, continúo la
centralización, los estados continuaron gobernados por interventores. Si embargo,
desaparece la representación por el Congreso, pero se reforzó la que se ejercía en los
órganos técnicos dentro del aparato del Estado.
Desde el punto de vista socioeconómico, el Estado Novo representó una alianza de
la burocracia civil y militar y la burguesía industrial, cuyo objetivo común inmediato era
promover la industrialización del país sin grandes conflictos sociales. Las principales
reivindicaciones giraban en torno a la toma de medidas en el sector de cambio y al
establecimiento de tarifas sobre las importaciones que protegiesen a la industria
instalada en el país.
La cohesión de las fuerzas armadas giraba alrededor de un objetivo en común: la
modernización del país por vía autoritaria. Ellas fueron responsables de la
implantación de la industria del acero y petrolera.
La política económico financiera del Estado Novo representó un cambio de dirección
respecto a los años 1930-1937. En este periodo no existió una línea clara de incentivo
al sector industrial. A partir de 1937, el Estado tomó una política más firme de

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