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Tema 2: Generación del 98

En la Crisis del 98 España perdió sus últimas colonias de Ultramar (Cuba, Puerto Rico y Filipinas).
Esta derrota supuso un duro golpe para la mentalidad española. En este contexto, el
Regeneracionismo de Joaquín Costa se posicionó como una corriente que pretendía sacar a España
de su histórico atraso, proponiendo reformas agrarias, educativas e institucionales.
A esta corriente de pensamiento se sumaron muy pronto autores como Miguel de Unamuno, Ramiro
de Maeztu o Azorín, quienes, junto con Pío Baroja, Ramón María del Valle Inclán y Antonio Machado,
conformaron la Generación del 98.
Diversos sucesos violentos dejaron claro el caos de la vida política española, que desembocó en el
régimen del general Primo de Rivera, quien impuso un sistema dictatorial.
En 1931, se proclamó la Segunda República, que intentó solucionar los problemas de la nación. Este
esfuerzo resultó infructuoso y este clima de tensión extrema acabó cristalizando en el estallido de la
Guerra Civil, en 1936.

La novela lírica tiene como características la asimilación de los recursos retóricos de la poesía para
conseguir una intensidad verbal y emotiva; la tendencia a fundir diversos géneros literarios; el
predominio del bildungsroman, la novela de aprendizaje; y, una estructura fragmentaria o secuencial,
que atiende más al mundo interior del personaje que a hechos externos.

Miguel de Unamuno
Nació en Bilbao en 1864. Fue profesor de griego y rector en la Universidad de Salamanca.
Filósofo, novelista, poeta y dramaturgo. Lucha constante entre fe y razón, entre el ansia de
inmortalidad y la idea de finitud después de la muerte. Esa angustia existencial impregna tanto sus
ensayos como el resto de sus obras. Destacan ensayos como “En torno al casticismo” y “Vida de
don Quijote y Sancho”.
Dejó una voluminosa obra poética, en la que destaca su Cancionero, subtitulado “Diario poético''. Son
poemas en los que el autor refleja sus emociones más íntimas, sus dudas y sus contradicciones sin
más brújula que el libre discurrir del pensamiento.
Pero, sin duda, Unamuno fue más conocido como novelista. Sus novelas se caracterizaban por la
supresión casi completa de indicaciones cronológicas y geográficas y tenían diálogos de contenido
filosófico.
“Niebla” representa su madurez como novelista. “Abel Sánchez”, trata el tema de la envidia. Por
último, “San Manuel Bueno, mártir'' resume las angustias existenciales del autor.

Pío Baroja
Para Baroja, la novela es un género abierto, polimorfo. La aparente falta de construcción de sus
novelas, la espontaneidad y sencillez de su estilo esencialmente antirretórico son algo buscado
conscientemente. Predomina la acción sobre las descripciones, siempre breves e impresionistas.
Destacan “Camino de perfección” y “El árbol de la ciencia”, también la trilogía de “La lucha por la vida”
y “Zalacaín el aventurero”.

Azorín
Azorín es autor de excelentes y originales libros de relatos, descripciones paisajísticas y evocaciones
del pasado, como “Los pueblos”, “La ruta de don Quijote” o “Castilla”. También fue un innovador en el
terreno novelístico. Su novela más destacada es “La voluntad”. Para Azorín, la novela tiene una
dimensión filosófica. Azorín fue el inventor de la denominación Generación del 98. En cuanto a la
técnica, aparecen rasgos como la ausencia casi total de argumento de acción narrativa y una prosa de
una gran intensidad lírica.
Valle-Inclán
El autor de las Sonatas cultivó todos los géneros. Inicia las llamadas novelas de dictador. Destaca su
novela “Con Tirano Banderas'' (1926), considerada una de las mejores del siglo XX. En cuanto a su
trayectoria teatral, Valle nunca se plegó a los gustos del público burgués ni a las exigencias
mercantiles de empresarios ni teatros. “Águila de blasón” (1907), “Romance de lobos” (1908) y “Cara
de plata” (1909) forman una trilogía con la denominación común de “Comedias bárbaras”: un teatro
con rompe con el drama convencional mediante una vuelta al mito y a los impulsos más primitivos del
ser humano.
La exploración del género teatral por parte de Valle culmina con “Luces de Bohemia”, su primer
esperpento y su obra más conocida. En esta obra ofrece una visión trágica y grotesca a la vez de la
España de su tiempo.
Las características del esperpento de Valle-Inclán son: una visión impasible y distanciada de la
realidad, los personajes se ven desde el aire; la deformación de la realidad con una intención crítica;
un lenguaje expresivo y eficaz a través los diversos recursos de la lengua (registros variados,
neologismos, vulgarismos, alusiones literarias e históricas, etc.); y, una estética expresionista no
ajena a las vanguardias literarias y al cine.

Antonio Machado
Tras la publicación de “Soledades, galerías y otros poemas'', su obra se aleja de su peculiar
simbolismo y modernismo y emprende un camino propio, sin abandonar la introspección. Este giro en
su obra se refleja en el famoso poema “Retrato'' (1903).
Las composiciones que aparecen en “Campos de Castilla”, llenas de emoción contenida, son uno de
los ciclos más valiosos de su producción. También canta el adusto y difícil paisaje castellano, reflejo
de su propio mundo interior, y medita sobre la realidad española.
Su poesía se convierte así, tal y como él mismo la definió, en palabra en el tiempo. En sus últimos
años se alejó de la poesía y se dedicó al periodismo. Así, publicó “Juan de Mairena'', que pertenece a
la prosa ensayística. Murió en 1939. Para finalizar, quizás sea la solitaria figura de Antonio Machado
la que mejor resuma esa preocupación por España y el deseo de regeneración que marcó a la
Generación del 98.

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