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LA GENERACIÓN DEL 98

(Contexto)
A finales del S.XIX y principios del XX, España se encontraba en un periodo de crisis
política, espiritual y social, además de con un atraso económico y cultural. Todo esto produce
un sentimiento de malestar y los regeneracionistas (entre los que se incluyen los autores del
98) intentarán analizar las causas, proponiendo la europeización de España con una reforma
agraria, educativa y política. Se sienten parte de la tierra y la historia, y comprometidos con
una renovación que modernice el país. A propósito de la reforma educativa se creó la
Institución Libre de Enseñanza, un lugar con una concepción moderna, abierta y laica de la
educación, que tuvo gran repercusión en la vida intelectual y en la que estudiaron grandes
figuras del arte y la literatura.
(Generación del 98)
Se llamó Generación del 98 a un grupo de intelectuales, con unas características
similares, que parten de un acontecimiento histórico que los une: la pérdida de las últimas
colonias en América: Cuba, Puerto Rico y Filipinas, en una humillante derrota en 1989
frente a EEUU.
(Temas)
El tema principal es el tema de España. Vemos por una parte una crítica ante el
atraso cultural y el carácter grosero de las costumbres desde una perspectiva
europeísta. Por otra parte, vemos un afán de buscar la esencia del país y recuperar los
valores perdidos, exaltando el valor de la “intrahistoria” (como lo llama Unamuno) en el
sentido de gentes humildes que vive en los ideales de dignidad y austeridad, la historia de
“los millones de hombres sin historia”. Y también vemos, en relación con el tema de
España, una descripción impresionista del paisaje, sobre todo de la Castilla rural, con el cual
identifican su estado de ánimo y desde una visión sentimental y lírica. Otros temas
relacionados son los grandes problemas del ser humano: el paso del tiempo, el sentido de
la vida, el misterio de la muerte, o las creencias religiosas desde el agnosticismo (no creer
en nada), o el sentimiento trágico de la fe (querer creer y no poder hacerlo).
(Características)
Las características que vemos en estos autores son: el aprecio por la literatura del
pasado, como el Poema de Mío Cid, ect.; un estilo sencillo y antirretórico, caracterizado por
la sobriedad, pero con una expresión muy cuidada y escogida; aunque también se
caracterizan por tener una fuerte personalidad literaria y un estilo personal y único.
(Autores)
Los novelistas del 98 buscaron superar la novela anterior, rompiendo con los géneros
literarios tradicionales: mezclando la narración con el ensayo al incorporar a la novela la
reflexión filosófica o la confesión autobiográfica (el argumento pierde importancia, los
diálogos realistas son sustituidos por reflexiones y sensaciones del protagonista); o
mezclando la narración con la poesía (el lenguaje de la novela se llena de la intensidad lírica
de la poesía y recursos retóricos). De ahí que a este modo de narrar se le ha denominado
“novela lírica”.
El ensayo cobra importancia y se renueva, entre los ensayistas destaca Maeztu con
Don Quijote, don Juan y la Celestina.
En Unamuno vemos como toda su obra gira en torno a la búsqueda de la verdad
interior del ser humano, y la lucha constante entre fe y razón, esa angustia existencial
impregna todas sus obras, como su ensayo Del sentimiento trágico de la vida, San Manuel
Bueno, mártir (del sacerdote que había perdido la fe). Otras obras tratan sobre España (En
torno al casticismo). Se inventó el término de “nivola” para denominar a este tipo de
novelas en donde la acción es mínima y abundan diálogos y monólogos interiores de los
personajes. Entre ellas destacan Niebla en donde vemos una analogía entre la relación del
autor de novelas y sus personajes con la de Dios y sus criaturas.
Pío Baroja: destaca en novela y cuento. Su prosa utiliza muchos elementos biográficos
y está marcada por una visión pesimista de la existencia humana y la realidad del país.
Escribió más de 70 novelas de temática social. Dividió su obra en “novelas de pensamiento”,
llenas de personajes tristes, escépticos y sin esperanza: El árbol de la ciencia, su novela más
significativa; y “novelas de acción”: Zalacaín el aventurero.
Azorín: fue un gran crítico literario, renovador del ensayo. Su tema principal fue el paso
del tiempo. En Castilla pretende conseguir con fragmentos sueltos, las sensaciones
experimentadas por los personajes. Otra obra autobiográfica es Las confesiones de un
pequeño filósofo.
Valle-Inclán: fue una figura destacada y controvertida de su época, creó un lenguaje
expresivo y eficaz compuesto por registros variados, americanismos, neologismos,
vulgarismos, frases hechas, etc. Tiene novelas como Tirano Banderas, pero destacó sobre
todo en teatro, fue uno de los precursores del teatro europeo del S.XX. Nunca se plegó a los
gustos del público, ni a las exigencias empresariales, por tanto tuvo que publicar sus obras
para que fuesen al menos, leídas. También, al igual que los novelistas, juega con la mezcla de
géneros, y muchas de sus obras de teatro no se sabe si pertenecen a la narrativa. Pero lo más
importante de su obra fue la creación del género del “esperpento”, a través del cual,
deformando la realidad, personajes y valores, ofrece una denuncia social expresando así su
indignación ante la situación política, escribió Luces de bohemia, y trilogías como Comedias
bárbaras y Martes de carnaval.
Dentro de la lírica vemos al mayor representante que es Antonio Machado. Tiene
también obras en prosa (Juan de Mairena). Aunque se inicia en el modernismo, en Campos
de Castilla, abandona la línea intimista y se adentra en la geografía española, como el paisaje
soriano, vemos poemas dedicados a la memoria de Leonor, su joven esposa fallecida. Se
aprecia una emoción contenida por un lado y por otro, el canto al paisaje castellano que se
convierte a menudo en un reflejo de su propio mundo interior. En Nuevas canciones
manifiesta la añoranza de la infancia y de su esposa. También cabe mencionar su teatro
popular en colaboración con su hermano como La Lola se va a los puertos,
(Conclusión)
La Generación del 98 dejó a la literatura posterior esa reflexión profunda sobre el ser
español y sobre la existencia y el destino del hombre, así como su expresión medida y
elegante. También su fomento del ensayo y sus reflexiones políticas y regeneracionistas
sirvieron de simiente para los novecentistas, quienes, con una sólida formación intelectual,
querrán renovar el país y también el arte.

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