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Guía mes de abril

Actividades

. 1- Lee el texto "El amor en los tiempos del cólera" en las


páginas 200,201 y 202 de tu libro de texto. Luego realiza las
actividades antes, durante y después de la lectura que están en
las páginas 200,201 y 203 de tu libro.
¿Qué es el cólera?

El cólera es una enfermedad bacteriana que, por lo general, se propaga a


través del agua contaminada. El cólera provoca diarrea intensa y
deshidratación. Si no se trata, el cólera puede ser mortal en cuestión de
horas, incluso en personas que anteriormente eran sanas.

¿De que crees que trataba esta obra según anticipa la lectura?

Para mi entender esta obra trata sobre un matrimonio de hace ya varios


aÑos de unió los cuales viven una vida motona y tienen algunos problemas
de comunicación y orgullo.

¿Qué opinas sobre el incidente de la pareja por la falta de jabon?

Yo concidero que esta fue una discusión sin sentido pero esta pareja ya
tenia problemas y este suceso los hizo explotar.

¿Cómo consideras que debió resolverse el conflicto?

Este se resolvia simplemente comunicándose, cada quien aceptando su


error, no ponerse a la defesiva y no dejarse llevar por el orgullo.

2- Copia el vocabulario de la página 202 y realiza 5


definiciones de cada palabra. Describa cada una.
Rezongar: gruñir, refunfuñar,

Tantalear
Zozobra:

Escorzo

Trivial

Atizar

Lidiar

Estribo

Bravata

Veladra

Claudicar

3- ¿Qué es la novela?
La novela es una obra literaria en la que se narra una acción fingida en todo
o en parte y cuyo fin es causar placer estético a los lectores con la
descripción o pintura de sucesos o lances interesantes así como de
personajes, pasiones y costumbres, que en muchos casos sirven de insumos
para la propia reflexión o introspección. La vigesimotercera edición del
diccionario de la lengua española de la Real academia española la define de
manera más general como una «obra literaria narrativa de cierta extensión»
y como un «género literario narrativo que, con precedente en la Antigüedad
grecolatina, se desarrolla a partir de la Edad Moderna ».1 La novela se
distingue por su carácter abierto y su capacidad para contener elementos
diversos en un relato complejo. Este carácter abierto ofrece al autor una
gran libertad para integrar personajes, introducir historias cruzadas o
subordinadas unas a otras, presentar hechos en un orden distinto a aquel en
el que se produjeron o incluir en el relato textos de distinta naturaleza:
cartas, documentos administrativos, leyendas, poemas, etc. Todo ello da a
la novela mayor complejidad que la que presentan los demás subgéneros
narrativos.

4 ¿A cuál subgénero pertenece?

La novela pertenece al subgénero narrativo.


5- Mencione y describa las características de la novela.
Las características que permiten diferenciar una novela de otro género
literario son las siguientes:

 Narra hechos, reales o ficticios pero creíbles.


 Predomina la narración aunque incluye: descripción, diálogo,
monólogo interior o epístola.
 Describe mucho el ambiente donde se desarrolla la narrativa.
 La novela se escribe en forma de prosa.
 Cuida la estética de las palabras.
 El desarrollo de personajes es más profundo que en un cuento o
un relato.
 Una narrativa extensa: las novelas tienen, generalmente, entre 60 000
y 200 000 palabras, o de 150 a 1200 páginas o más.

6- Desarrolle la estructura de una novela.


a) Introducción, exposición o planteamiento. Es la presentación de los
personajes y la acción que se desarrollará. Según el estilo del novelista,
éstos desarrollan distintos ambientes e involucran tantos personajes, los que
van apareciendo a medida que se desarrolla la obra; ahora bien, en la
introducción se anuncian algunos detalles relacionados con personajes,
lugar, problema; en fin. Asimismo, se establece el marco contextual en
tiempo y lugar; lo que no es óbice para que se desarrolle en distintos
lugares; sin embargo, es necesario que se diga al menos el lugar principal
en el que se desarrollan los hechos; pudiendo, como dije, aparecer nuevos
lugares, en fin. Cómo se inicie una novela, enfatizo; depende del estilo del
novelista, pues no necesariamente deberá presentar los elementos descritos
anteriormente en este momento. Incluso puede iniciarse con un conflicto;
los personajes se pueden ir presentando en el desarrollo de la novela.
Hay novelistas que escriben de manera inversa, presentan el desenlace al
principio; luego explican el cómo y por qué se dieron esos resultados.

b) Nudo. Es el conjunto de peripecias, conflictos y lances en que se ven


involucrados los personajes. Enfatizo, que el estilo del novelista es
determinante, no existe una regla que diga o establezca de manera
categórica que el novelista presentará la trama en un determinado apartado
de la novela; es más, en el desarrollo de la misma, perfectamente, puede
ponérsele fin a un personaje que apareció al principio; bueno, aparecer
nuevos personajes y tramas, complicando la narrativa.

c) Desenlace. Es el fin de la novela; en este se resuelve el conflicto o


problemas creados a lo largo de la trama; los sucesos se aclaran de manera
positiva o negativa; éstos pueden ser agradables o desagradables para el
lector. Ahora bien, hay casos en que las peripecias no se resuelven de
ningún modo.

7- ¿Cómo es escrita la novela? Ejemplifique.


La novela esta escrita en prosa. La prosa es una modalidad de expresión
natural del lenguaje que, a diferencia de la poesía, no está sujeta a
versificación y rima determinadas. 

8- ¿A qué hace referencia el comunicación extraverbal?


. Interacción entre las personas a través de contactos directos e indirectos;
es el mecanismo mediante el cual existen y brotan las relaciones humanas y
todos los símbolos espirituales, es el intercambio de pensamientos,
sentimientos y emociones por medio del cual el hombre utilizando
palabras, gestos y símbolos intercambia una información.

9- Diga los elementos del contexto extraverbal.

1. Emisor
El emisor es el sujeto que desencadena el proceso comunicativo al
exponer una información que puede ser interpretada por otros sujetos.
A su vez, el emisor puede emitir información codificada de manera
simbólica, o a través del lenguaje no verbal, que expresa sensaciones,
actitudes y estados de ánimo, y que es más espontánea que la anterior.

2. Receptor
El receptor es el sujeto que, de manera voluntaria o involuntaria, recibe
la información emitida por el emisor y la interpreta, ya sea utilizando para
ello un sistema de símbolos que establece equivalencias entre significantes
y significados, o sin sistema de símbolos, obedeciendo a las sensaciones
que produce lo que llega a través de los sentidos.
3. Mensaje
El mensaje es aquello que es utilizado para transmitir la información, es
decir, la existencia literal de lo que se está diciendo por parte del
emisor y de lo que está captando el receptor. Por eso, mensaje no
equivale a significado, sino que es el fenómeno a descifrar para obtener, a
partir de su interpretación, un significado.

4. Ruido
El ruido es literalmente cualquier fenómeno que interfiera con el
proceso comunicativo y modifique el mensaje en alguno de sus
aspectos.

5. Código
El código es el conjunto estructurado de normas y signos que
posibilitan expresar y emitir mensajes complejos. Por eso, está asociado
a la capacidad de utilizar el lenguaje, o al menos un tipo de lenguaje algo
menos desarrollado que el de los seres humanos adultos.

6. Canal

El canal es el medio a través del cual viaja el mensaje, pasando de un


lugar a otro. En el lenguaje hablado, el canal suele ser las ondas de sonido
que recorren el aire, mientras que en Internet, el canal puede ser un chat o
un sistema binario de transmisión de señales digitales, dependiendo en el
nivel en el que ubiquemos nuestra unidad de análisis de lo que sucede.

7. Contexto
El contexto es el entorno espacio-temporal en el que tiene lugar la
comunicación. Y es que no hay que olvidar que el dónde y el cuándo
influyen mucho tanto en la emisión del mensaje como en su recepción e
interpretación. Alrededor de los sujetos que se comunican, siempre hay un
entorno más general que condiciona todo el proceso.

8. Feedback
El feedback, o retroalimentación, es la respuesta que da el receptor al
haber interpretado el mensaje mandado por el emisor. Por ello, puede
ser considerado también otro de los elementos de la comunicación: el
mensaje dado como emisor, dado que puede ser visto como aquello que se
dice para iniciar otro proceso comunicativo.
10- ¿A qué se refiere el saber enciclopédico? Ejemplo
Es aquel conocimiento que abarca una gran cantidad de saberes sobre una
ciencia o especialidad. Se dice de una persona, que tiene saberes o
conocimientos de tipo universal.

Ej:

*Conocimiento religioso.

*Conocimiento científico.

*Conocimiento empirico.

*Conocimiento filosófico.

11- ¿Qué son las circunstancias históricas? De ejemplos.


El concepto de circunstancia hace referencia al entorno, ya sea de situación
o físico. Histórico, por su parte, es aquello que pertenece a la historia: los
hechos pasados o el estudio y la narración de dichos acontecimientos.

Se denomina circunstancias históricas a las situaciones y las incidencias


que rodean a un suceso. Esta circunstancia está formada por todo aquello
que, de alguna manera, influye en el hecho cuando sucede.

Ej:

Supongamos que, en 2016, un hombre de 35 años entabla una relación


romántica con una niña de 13. Este tipo de vínculo no solamente provoca
un fuerte rechazo social, sino que incluso está penado por la ley: un adulto
tiene prohibido establecer una relación de pareja con un menor de edad. En
la actualidad entendemos que un vínculo sentimental entre un adulto y un
niño provoca importantes daños en el menor.

En cambio, si al leer la biografía de un prócer del siglo XVIII o XIX, nos


enteramos que cuando tenía 30 años contrajo matrimonio con una
adolescente de 15, dicho dato debe entenderse en su contexto histórico. En
aquella época, donde la expectativa de vida era muy inferior a la de hoy y
las normas sociales eran diferentes, este tipo de vínculos resultaban
normales.

12- ¿ Qué es la intertextualidad?


La intertextualidad es la relación que un texto (oral o escrito) mantiene con
otros textos, ya sean contemporáneos o anteriores; el conjunto de textos
con los que se vincula explícita o implícitamente un texto constituye un
tipo especial de contexto, que influye tanto en la producción como en la
comprensión del discurso. La implicación más importante que tiene la
intertextualidad es que ningún texto es original o único, sino que a menudo
descansa sobre otros para revelar su estructura y su significado.

13- Explique que es la tradición cultural. Ejemplo.


Es tradición todo aquello que una generación hereda de las anteriores y, por
estimarlo valioso, lega a las siguientes.
Se considera tradicionales a los valores, creencias, costumbres y formas de
expresión artística característicos de una comunidad, en especial a aquéllos
que se trasmiten por vía oral. Lo tradicional coincide así, en gran medida,
con la cultura y el folclore o "sabiduría popular".
La cultura es el conjunto de todas las formas y expresiones de una sociedad
determinada. Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y
reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de
comportamiento y sistemas de creencias.

Ej:

*El dia de la independencia en Rep. Dom.

*Dia de los muertos en mexico.

los canales de comunicación. Mencione algunos de estos. 14-


Hable acerca de
Los canales de comunicación son ese medio que se utiliza para llevarle
información y/o entretenimiento a un receptor, como pueden ser
informaciones políticas, controversiales, de salud, etc…

Algunos canales de comunicación son:

*Antena latina.
*Tele sistema.

* Telecentro.

15- ¿Qué es el universo del discurso? Ejemplifique.


El "universo del discurso"puede definirse como una descripción abstracta y
general de la parte o sector del universo real que el contenido de la base de
datos va a representar. En este nivel de análisis se está tratando con una
descripción de la realidad, no con datos, y suele contener listas de tipos de
entidades, de las relaciones existentes entre esas entidades y de las
restricciones de integridad que se aplican sobre ellas. El esquema
conceptual de la base de datos puede utilizarse para integrar los intereses de
los diferentes usuarios, como herramienta de representación y de
formación, así como para prever futuras modificaciones del sistema. En el
aspecto de la representación, lo más interesante es utilizar algún tipo de
especificación formal en sentido matemático, lo que facilita la consistencia
y los análisis lógicos de los esquemas propuestos. Del esquema conceptual
formalizado pueden derivarse diferentes subesquemas conceptuales, que
representan aquellas partes del esquema conceptual de interés para un
usuario o grupo de usuarios finales.

Ej:

por ejemplo, en un libro de matemáticas el universo del discurso son los


números o las figuras geométricas y en uno de historia los sucesos (las res
gestae) de la humanidad, o de parte de la humanidad, y de cada uno de
estos objetos se afirma y niega algo.

16- ¿Qué es un grafema?


Un grafema es una letra. Este es el nombre que se da en el ámbito de la
lingüística a todo aquel signo gráfico simple que forma parte del sistema
ortográfico de una lengua. Así, el grafema es cada una de las unidades
gráficas, mínimas y distintivas de que se compone la secuencia escrita..

17- ¿Qué representan los grafemas b y v?


Tal vez uno de las reglas que más le cuesta al hablante que se inicia en el
estudio del Lenguaje sean aquellas relacionadas con la letra “b”, las
cuales dictan qué palabras van con ella en contraposición de la letra “v”

En ocasiones la complejidad de este proceso aumenta, si además el


hablante en cuestión se topa con palabras homófonas, es decir que a pesar
de contar con exacta realización fonética presentandistintas ortografías y
significados. Uno de estos casos pueden ser por ejemplo  las formas: Cabo,
definida como una fracción de tierra que penetra en el mar / y Cavo: una
conjugación en primera persona del singular, en  presente simple del verbo
transitivo Cavar.

No obstante, estos dos criterios usados para determinar si una palabra del
Español, proveniente directamente del Latín debe ir escrita con “b” o con
“v”, la Real Academia Española de la Lengua ha venido sistematizando
también algunas reglas ortográficas, las cuales pretenden ilustrar al
hablante sobre los casos donde la Ortografía determina que debe hacerse
uso del grafema “b”.

18- ¿Qué son palabras homófonas? ejemplo


Las palabras homófonas son aquellas que se escriben y tienen significados
diferentes pero que se pronuncian igual. Generalmente esto sucede por
letras que tienen un sonido demasiado parecido como la v y la b, la c y la s
o la y e i e incluso por el sonido mudo de la letra h.
Las palabras homófonas son aquellas que se escriben y tienen significados
diferentes pero que se pronuncian igual. Generalmente esto sucede por
letras que tienen un sonido demasiado parecido como la v y la b, la c y la s
o la y e i e incluso por el sonido mudo de la letra h.
Las palabras homófonas son aquellas que se escriben y tienen significados
diferentes pero que se pronuncian igual. Generalmente esto sucede por
letras que tienen un sonido demasiado parecido como la v y la b, la c y la s
o la y e i e incluso por el sonido mudo de la letra h.

Ej:

 Halaban: significa “tirar de algo”, ya sea de un cabo o de una soga o


remo.
 Alaban: se usa para expresar que se está adorando a un dios.
 

 Ahí: adverbio de lugar.


 ¡Ay!: Expresa dolor.
 Hay: conjuganción del verbo haber.

 Vaya: conjugación del verbo “ir”.


 Valla: cerca, vallado.
 baya: fruto.

19- Diga los usos, reglas y aplicación con lo cuál se deba


escribir con el grafema (b).
Se utiliza la b:

· En las palabras derivadas de una primitiva que se escriba con b.

Ejemplos: caballero ►caballeroso, caballeresco

· En las palabras que contienen los prefijos bi-, bis-,y biz-.

Ejemplos: bilingüe, bisabuelo, bizcocho

· Cuando al sonido b lo sigue una consonante.

Ejemplos: hombre, sable, súbditos

·Cuando las palabras comienzan con las silabas bu- (excepto vudu), bur- o
bus.

Ejemplos: bucles, burbuja, busco

·En las formas verbales que terminan en -ba,-bas,-ban,-bamos,-bais.

Ejemplos: luchábamos, respetaban, amaban


20-Diga el los usos, reglas y aplicación con lo cuál se deba
escribir con el grafema (v).

Se utiliza la v:

·En las palabras derivadas de una primitiva que se escriba con v.

Ejemplos: vivir ►viviente, vivaracho

· En las palabras que empiezan por vice-, viz-, vi- (significa "en lugar de").

Ejemplos: vicegobernador, vizconde, virrey

· En los adjetivos terminados en -avo,-ava,-evo,-eva,-eve,-ivo e -iva.

Ejemplos: bravo, nuevo, leve, comprensivo

21- Define atributo. De ejemplo


Se trata de la función que los sintagmas ( por lo general no verbales)
desarrollan en la sintaxis cuando son predicados de lo indicado a través de
un segmento oracional o nominal.

Un atributo, en este sentido, es un constituyente sintáctico que permite la


expresión de alguna cualidad de un complemento, una preposición, un
verbo sustantivado o un sustantivo. En la oración.

Ej:

 Juan esta triste: en este caso el atributo es triste .


 Este coche es lento: en este caso el atributo es lento.
 Ella esta enferma: en este caso el atributo es enferma.
22- Diga por qué se puede construir atributos con
verbos copulativos y semicopulativos.
Además de los verbos copulativos, que han perdido en gran parte su
significado original (ser, estar, parecer) y de los verbos predicativos
(verbos con significado pleno como cantar o dibujar), existen los
verbos semicopulativos, que tienen significado, pero pero necesitan
el complemento verbal, el atributo (observa la diferencia entre Juan
se volvió tacaño -semicopulativo- y Juan se volvió a casa
-predicativo-). Como los verbos copulativos, establecen una relación
entre sujeto y atributo, que se refleja en la concordancia (Juan se
volvió loco). Además, añaden un matiz aspectual o modal (María se
quedó atónita). A diferencia de los verbos copulativos, estos verbos
semicopulativos no pueden sustituir el atributo por el pronombre
lo: Juan está cansado>  Juan lo está; Juan se puso tonto> *Juan se
lo puso. El atributo de los verbos semicopulativos puede ser
sustituido por el adverbio así: Juan se puso contento > Juan se puso
así. Estos verbos funcionan como cópula y son el núcleo de un
predicado nominal.

23 - ¿ Cómo pueden ser los atributos adjetivales,


nominales, preposicionales, adverbiales y oracionales?
De ejemplos de cada uno

*Grupo adjetival:
El grupo adjetival o sintagma adjetival es el conjunto de palabras que
tiene como núcleo un adjetivo:
El grupo adjetival puede aparecer solo o acompañado por otras
palabras que cumplen la función de modificadores o complementos
del adjetivo (como los adverbios, muy, bastante, demasiado: muy,
bastante, demasiado listo).
Julia está impecable.

Ej:

Atributo: Ana es simpatiquísima. (Puede sustituirse siempre por lo,


"lo es").

*Grupo nominal o sintagma nominal:

Es el conjunto de palabras que tiene como núcleo un sustantivo o


pronombre.
Componentes del Sintagma nominal.
Núcleo: sustantivos y pronombres: Dani lo dejó todo.
Determinantes: Artículos y otros determinantes: Todas las mañanas,
su primera función, algunos juegos, ciertos libros, cualquier alumno.

Ej:

El concierto fue un éxito. (Dos sintagmas nominales: sujeto y


atributo)

*Grupo preposicional:

El grupo preposicional o sintagma preposicional es aquel que está


introducido por una preposición o por una locución preposicional. A
diferencia de los grupos o sintagmas anteriores, el grupo
preposicional no tiene núcleo. Está formado por una preposición y
un término, que puede ser un grupo nominal, adjetival o adverbial.

Ej:

Preposición + grupo nominal: Es el chalet de tu hermano.


Preposición + grupo adjetival: desde tan joven, por muy listo.
Preposición + grupo adverbial: desde muy arriba.

*Grupo adverbial:

El grupo adverbial o sintagma adverbial es el conjunto de palabras


que tiene como núcleo un adverbio.
También los adverbios pueden aparecer solos o acompañados por
otros adverbios.
Componentes del grupo adverbial:
Núcleo: adverbios: ayer, después, ahora, bien.
Modificadores: otros adverbios: poco, bastante, demasiado, muy,
etc.: demasiado lejos, bastante bien, muy mal.

Ej:

Ha hecho el examen muy bien.

*Grupos oracionales:
Son enunciados constituidos por la reunión de varias oraciones,
donde cada una podría funcionar independientemente de las demás.
Las oraciones pueden presentarse de manera coordinada (conectadas
mediante conjunciones) o yuxtapuesta (enlazadas en serie sin
conjunción).

. 24- Abunde de los atributos con verbos copulativos. De


ejemplo (Repuesta amplia)

En gramática, el atributo es una función sintáctica o constituyente


sintáctico que forma el núcleo o parte esencial del llamado predicado
nominal, formado necesariamente por un verbo copulativo (en
español, ser, estar o parecer) y el citado atributo. Suele estar formado
por un sintagma adjetival ("Ese chico es muy bueno"), o un sintagma
nominal ("Ese chico es el pintor"), que expresan una cualidad
"atribuida" a un sustantivo que funciona como sujeto del citado
predicado nominal, y más raramente está formado por un infinitivo
("Eso es mentir"), por una proposición o suboración ("Ese está que
trina") o por un sintagma preposicional ("Ese queso parece de
Burgos") o adverbial ("Yo soy así").

En muchas lenguas indoeuropeas este tipo de predicados usa un


verbo copulativo que no tiene significado semántico alguno y sólo
cumple funciones sintácticas (un caso similar es de los verbos
pseudocopulativos). Es el complemento que lleva el verbo, es decir,
el atributo, el que tiene todo el significado. En algunas lenguas el
atributo se indica simplemente yuxtaponiéndolo al sujeto nominal sin
que medie ningún verbo.Como el verbo copulativo es un verbo sin
signficación, esto es, no significa nada o casi nada y no añade
significado a las otras palabras con que se compromete, puede ser
omitido con facilidad de forma que los atributos pueden aparecer sin
él en forma de complementos predicativos, constituyendo lo que se
llama predicación secundaria en una oración paralelamente a otra
predicación, la principal, llevada a cabo por otro verbo con
significado, resultando este tipo de atributos contaminados además
con dicha predicación principal, como en "los viajeros llegaron
cansados", esto es, dos cosas, "llegaron cansadamente", predicación
principal, y "estaban o parecían cansados", predicación secundaria.
En otros casos la predicación secundaria se separa más de la
principal, como en "los jugadores llevaban sucias las camisetas",
donde "sucias" califica principalmente a "camisetas". En ambos
casos se habla de complementos predicativos, porque no son
enteramente atributos
.
El atributo como predicado de la oración copulativa
El atributo es una función sintáctica liberal. Es un sintagma que suele
acompañar a los verbos copulativos (en español, ser, estar y parecer)
más los semipredicativos o semicopulativos, semejar y resultar y sus
perífrasis) y que se refiere al mismo tiempo al sujeto, con el que
concuerda en género y número.

25- Hable y de ejemplos de los complementos


predictivos.

Es la función sintáctica que, por un lado, acompaña a un verbo y, por


otro, expresa una cualidad, propiedad o estado del sujeto o del
complemento directo (CD).

Ejemplo:

Su hija salió muy contenta del examen.

sujeto NV CPvo CCLugar

Encontré secas las flores.

NV CPvo CD

En la primera oración, el sintagma “muy contenta” acompaña o


complementa, por una parte, al verbo (el predicativo responde a la
pregunta “¿cómo salió?”) y, por otra parte, complementa al sujeto,
del que dice una cualidad o estado y con el que concuerda en género
y número. En la segunda oración, “secas” es un predicativo que
complementa al verbo (“¿como las encontré”) y al complemento
directo (“las flores”).

Así pues, el complemento predicativo es bifuncional, es decir,


modifica o complementa simultáneamente a dos elementos: un verbo
predicativo (es decir, distinto de ser, estar y parecer) y un sujeto o
un complemento directo, con cuyo núcleo concuerda en género y
número.

26- Hable de las personas que son correctores de libros.

Un corrector de textos se dedica, precisamente, a editar y perfeccionar


textos escritos de todo tipo. Se encarga de verificar aspectos vinculados a la
gramática, puntuación, estilo y ortografía para lograr textos más eficientes.

Dependiendo del tipo de revisión, puede tratarse no solo de una


revisión del original (gramática, ortografía y redacción), sino
también de una revisión de estilo y contenido. Por lo general, el
corrector de textos debe seguir unos criterios referidos al lenguaje, al
tono o a la identidad, que se recogen en el manual de estilo de cada
medio escrito. Una buena revisión tiene el objetivo de alcanzar una
lectura más clara, concisa y armónica, agregando valor al texto.

Sus conocimientos le permiten trabajar en el sector editorial, en el


ámbito de la prensa o en empresas, como corrector de todo tipo de
publicaciones y soportes de texto. Por lo tanto, el corrector de textos
debe ser un gran conocedor de la lingüística y poseer elevadas
habilidades de redacción.

27- ¿Cómo deben ser éstas clases de personas?

 Pueden padecer algún problema físico.


 Pueden trabajar en oficinas o despachos.
 Pueden trabajar en su propio domicilio.
 Pueden trabajar para medios de comunicación, agencias de noticias u
otras empresas relacionadas.
 Pueden trabajar por cuenta propia.
 Suelen trabajar unas 40 horas semanales.

Para ejercer como corrector de textos, el interesado cursará un Grado


de periodismo o un Grado en filosofía. Es posible que también trabajen
como correctores personas provenientes del campo de la filosofía, la
lingüística, la traducción y la interpretación o la comunicación.
Si se desea completar la formación, existen algunos estudios como
el Máster en Corrección y Asesoría Lingüística.

28- Hable ampliamente sobre "Del Modernismo a la


Generación del 98"

A finales del siglo XIX Europa vivió una de sus épocas de mayor
esplendor y paz, la denominada Belle Époque. No fue para menos:
en estos años nació el Impresionismo, una de las corrientes artísticas
más importantes de la historia; los avances científicos se sucedieron
con una rapidez inusitada, siendo esta la etapa de grandes genios
como Edison o Marie Curie; los obreros, progresivamente, iban
consiguiendo más derechos, por lo que sus condiciones de vida
dejaron de ser miserables; las mujeres, gradualmente, se ganaron el
derecho al voto; la economía progresaba y enriquecía a buena parte
de la sociedad... Incluso en estos años se disputaron los primeros
Juegos Olímpicos. Sin guerra en Europa y con cierta estabilidad
entre las potencias, el Viejo Continente atravesaba una auténtica
edad de oro.

Una sociedad tan próspera necesitaba que todo reflejase esa opulenta
forma de vida. De ahí que cualquier objeto se convirtiese en una obra
de arte, desde muebles hasta los carteles publicitarios, pasando por
ventanas, lámparas, joyas, etc. Francia fue el país que especialmente
gustaba de estos artículos tan hermosos como caros y, para hacer
realidad ese ideal de belleza, dio cobijo a artistas de todo el mundo:
Gustav Klimt, Alphonse Mucha, Toulouse-Lautrec, Monet,
Renoir... La literatura, por supuesto, no fue ajena a esta manera
de entender la vida y, poco a poco, fue abandonando la crudeza del
Naturalismo para adentrarse en dos nuevas corrientes que se
olvidaran la realidad y se centraran en lo bello: el Parnasianismo y
el Simbolismo.

El Modernismo fue una corriente que afectó a todas las artes, entre


ellas una muy visible públicamente: la arquitectura. Las calles de
las principales ciudades se llenaron de edificios llenos de líneas
curvas y elementos ornamentales (es decir, adornos) por todas partes.
Como reacción al utilitarismo del mundo industrial y capitalista, el
Modernismo busca la belleza de lo inútil y lo superfluo, y presenta
un gusto por lo decorativo, lo detallista, lo colorista, el lujo, el
refinamiento. En España, su máximo representante será el
catalán Antonio Gaudí, creador de edificios tan emblemáticos como
la Sagrada Familia, la Casa Batlló o el parque Guell. Pero en la
mayoría de nuestras ciudades se conservan todavía los edificios
característicos de la época, con sus paredes, puertas, ventanas y
balcones llenos de adornos curvilíneos y coloridos (en Zaragoza, por
ejemplo, muchos edificios del Paseo Sagasta o la Gran Vía).

La estética modernista, y su gusto por lo sofisticado y lo


exótico (especialmente lo oriental) se deja notar también en otros
aspectos, como los muebles, las vajillas de porcelana, las vidrieras y
las lámparas coloristas e imaginativas. Todo se llena de pequeños
detalles, líneas curvas, adornos, colores y brillos.

29- Explique abundantemente sobre la generación del


98.

La generación del 981 es el nombre con el que se ha reunido


tradicionalmente a un grupo de escritores, ensayistas y poetas
españoles que se vieron profundamente afectados por la crisis moral,
política y social desencadenada en España por la derrota militar en la
guerra hispano-estadounidense y la consiguiente pérdida de Puerto
Rico, Guam, Cuba y las Filipinas en 1898. Todos los autores y
grandes poetas englobados en esta generación nacen entre 1864 y
1876.

Se inspiraron en la corriente crítica del canovismo denominada


regeneracionismo y ofrecieron una visión artística en conjunto en La
generación del 98. Clásicos y modernos.

Estos autores, a partir del denominado Grupo de los Tres (Baroja,


Azorín y Maeztu), comenzaron a escribir en una vena juvenil
hipercrítica e izquierdista que más tarde se orientará a una
concepción tradicional de lo viejo y lo nuevo. Pronto, sin embargo,
siguió la polémica: Pío Baroja y Ramiro de Maeztu negaron la
existencia de tal generación, y más tarde Pedro Salinas la afirmó, tras
minuciosos análisis, en sus cursos universitarios y en un breve
artículo aparecido en Revista de Occidente (diciembre de 1935),
siguiendo el concepto de «generación literaria» definido por el
crítico literario alemán Julius Petersen; este artículo apareció luego
en su Literatura española. Siglo XX (1949). José Ortega y Gasset
distinguió dos generaciones en torno a las fechas de 1857 y 1872,
una integrada por Ganivet y Unamuno y otra por los miembros más
jóvenes. Su discípulo Julián Marías, utilizando el concepto de
«generación histórica», y la fecha central de 1871, estableció que
pertenecen a ella Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Valle-Inclán,
Jacinto Benavente, Carlos Arniches, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel
y Galán, Manuel Gómez-Moreno, Miguel Asín Palacios, Serafín
Álvarez Quintero, Pío Baroja, Azorín, Joaquín Álvarez Quintero,
Ramiro de Maeztu, Manuel Machado, Antonio Machado y Francisco
Villaespesa. No incluyó a mujeres, pero de hecho Carmen de Burgos
«Colombine» (1867-1932), Consuelo Álvarez Pool «Violeta» (1867-
1959) y Concha Espina (1869-1955) podrían pertenecer a ella, pues
se encuentran en esa franja de fechas y sus características
coinciden.2

La crítica al concepto de generación fue realizada inicialmente por


Juan Ramón Jiménez en un curso dictado en la década de 1950 en la
Universidad de Puerto Rico (Río Piedras), y luego por un importante
grupo de críticos que desde Federico de Onís, Ricardo Gullón, Allen
W. Phillips, Ivan Schulman, y termina con las últimas aportaciones
de José Carlos Mainer, Germán Gullón, entre otros. Todos ellos han
puesto en duda la oposición del concepto de generación del 98 y de
modernismo.

30- Realiza la biografía de los siguientes autores:

1- Felix Rubén García Sarmiento (Rubén Darío.)



Rubén Darío. (Metapa, República de Nicaragua, 18 de enero de 1867 -
León, República de Nicaragua, 6 de febrero de 1916). Poeta, periodista y
diplomático, está considerado como el máximo representante del
modernismo literario en lengua española.

Su nombre completo es Félix Rubén García Sarmiento. Su familia paterna


era conocida como los Daríos, y por ello adopta apellidarse Darío.Cursa
estudios elementales en León (Nicaragua). De formación humanística, es
un lector y escritor precoz. En sus poemas juveniles, publicados en un
periódico local, se muestra muy independiente y progresista, defendiendo
la libertad, la justicia y la democracia. Con 14 años empieza su actividad
periodística en varios periódicos nicaragüenses.A los 15 años viaja a El
Salvador y es acogido bajo la protección del presidente de la república
Rafael Zaldívar a instancias del poeta guatemalteco Joaquín Méndez Bonet,
secretario del presidente. En esta época conoce al poeta salvadoreño
Francisco Gavidia, gran conocedor de la poesía francesa, bajo cuyos
auspicios intentó por primera vez adaptar el verso alejandrino francés a la
métrica castellana, rasgo distintivo tanto de la obra de Rubén Darío como
de toda la poesía modernista.

De vuelta en Nicaragua, en 1883, se afinca en Managua donde colabora


con diferentes periódicos, y en 1886, con 19 años, decide trasladarse a
Chile, en donde pasa tres años trabajando como periodista y colaborando
en diarios y revistas como «La Época» y «La Libertad Electoral» (de
Santiago) y «El Heraldo» (de Valparaíso). Aquí conoce a Pedro Balmaceda
Toro, escritor e hijo del presidente del gobierno de Chile, quien le
introduce en los principales círculos literarios, políticos y sociales del país,
y le ayuda a publicar su primer libro de poemas «Abrojos» (1887)
animándole a presentarse a varios certámenes literarios. En Chile amplía
sus conocimientos literarios con lecturas que influyen mucho en su
trayectoria poética como los románticos españoles y los poetas franceses
del siglo XIX.

En 1888 publica en Valparaíso el poemario «Azul», considerada como el


punto de partida del Modernismo. Esta fama le permite obtener el puesto de
corresponsal del diario «La Nación» de Buenos Aires.Entre 1889 y 1893
vive en varios países de Centroamérica ejerciendo como periodista
mientras sigue escribiendo poemas. En 1892 marcha a Europa, y en
Madrid, como miembro de la delegación diplomática de Nicaragua en los
actos conmemorativos del Descubrimiento de América, conoce a
numerosas personalidades de las letras y la política españolas y en París
entra en contacto con los ambientes bohemios de la ciudad.
Entre 1893 y 1896 reside en Buenos Aires, y allí publica dos libros
cruciales en su obra: «Los raros» y «Prosas profanas y otros poemas», que
supuso la consagración definitiva del Modernismo literario en español.El
periódico argentino «La Nación» le envía como corresponsal a España en
1896, y sus crónicas terminarían recopilándose en un libro, que apareció en
1901, titulado «España Contemporánea. Crónicas y retratos literarios».

En España, el autor despierta la admiración de un grupo de jóvenes poetas


defensores del Modernismo como Juan Ramón Jiménez, Ramón María del
Valle-Inclán y Jacinto Benavente. En 1902, en París, conoce a un joven
poeta español, Antonio Machado, declarado admirador de su obra.

En 1903 es nombrado cónsul de Nicaragua en París. En 1905 se desplaza a


España como miembro de una comisión nombrada por el gobierno
nicaragüense, con el fin de resolver una disputa territorial con Honduras, y
ese año publica el tercero de los libros capitales de su obra poética: «Cantos
de vida y esperanza, los cisnes y otros poemas», editado por Juan Ramón
Jiménez.

En 1906 participa, como secretario de la delegación nicaragüense, en la


Tercera Conferencia Panamericana que tuvo lugar en Río de Janeiro. Poco
después es nombrado ministro residente en Madrid del gobierno
nicaragüense de José Santos Zelaya hasta febrero de 1909. Entre 1910 y
1913 pasa por varios países de América Latina y en estos años redacta su
autobiografía, que aparece publicada en la revista «Caras y caretas» con el
título «La vida de Rubén Darío escrita por él mismo», y la obra «Historia
de mis libros», esencial para el conocimiento de su evolución literaria.

En 1914 se instala en Barcelona, donde publica su última obra poética de


importancia, «Canto a la Argentina y otros poemas». Al estallar la Primera
Guerra Mundial viaja a América y, tras una breve estancia en Guatemala,
regresa definitivamente a León (Nicaragua), donde fallece.

2- Juan Ramón Jiménez.


Juan Ramón Jiménez Mantecón. (Moguer, Huelva, 23 de diciembre de
1881 – San Juan, Puerto Rico, 29 de mayo de 1958). Poeta español y
premio Nobel de Literatura.

Estudia en la Universidad de Sevilla, pero abandona Derecho y Pintura


para dedicarse a la literatura influenciado por Rubén Darío y los
simbolistas franceses. Tiene varias crisis de neurosis depresiva y
permanece ingresado en Francia y en Madrid; en esta ciudad se instala
definitivamente. Realiza viajes a Francia y a Estados Unidos, donde se casa
en 1916 con Zenobia Camprubí. En 1936, al estallar la Guerra Civil
española, se exilia a Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico. En este último
país recibe la noticia de la concesión del Premio Nobel de Literatura en
1956.

La crítica suele dividir su trayectoria poética en tres etapas:

Etapa sensitiva (1898-1915): marcada por la influencia de Bécquer, el


Simbolismo y el Modernismo. En ella predominan las descripciones del
paisaje, los sentimientos vagos, la melancolía, la música y el color, los
recuerdos y ensueños amorosos. Se trata de una poesía emotiva y
sentimental donde se trasluce la sensibilidad del poeta a través del
perfeccionismo de la estructura formal.

Etapa intelectual (1916-1936): descubrimiento del mar como motivo


trascendente. El mar simboliza la vida, la soledad, el gozo, el eterno tiempo
presente. Se inicia, asimismo, una evolución espiritual que lo lleva a buscar
la trascendencia. En su deseo de salvarse ante la muerte se esfuerza por
alcanzar la eternidad a través de la belleza y la depuración poética.
Etapa verdadera (1937-1958): todo lo escrito durante su exilio americano.

La obra poética de Juan Ramón Jiménez es muy numerosa, con libros que,
a lo largo de su vida y en un afán constante de superación, repudia o de los
que salva algún poema, casi siempre retocado en sus sucesivas selecciones

3- Manuel Machado.

Manuel Machado (29 de agosto de 1874 – 19 de enero de 1947) poeta.


Nació en Sevilla, España. nació rodeado de familia cercana a la literatura,
su hermano mayor fue el poeta Antonio Machado, representante del
modernismo literario español. Su estilo cosmopolita ha sido plasmado en
sus obras de gusto modernista. En el año de 1883 se mudó a Madrid para
estudiar en la Institución Libre de Enseñanza.

Mientras estuvo en la capital francesa entró en contacto con la poesía


simbolista francesa. Al poco tiempo se casó con Eulalia Cáceres, su prima.
Participó de manera activa en la Guerra Civil especialmente en la parte
propagandística de carácter nacionalista y fue elegido miembro de la Real
Academia Española en el año de 1938. Inició en la literatura de manera
formal con su colaboración en la revista La Caricatura, fundada por
Enrique Parada.

Fue colaborador de los poemarios Tristes y alegres (1894), y Etcétera


(1895). Conoció a Rubén Darío, a quien le tuvo mucho respeto y
admiración. Para ese momento, la estética modernista tuvo una fuerte
influencia en su trayectoria literaria y en sus concepciones poéticas. Al
tiempo publicó: La aparición de Alma (1902), Caprichos (1905) y La fiesta
nacional (Rojo y negro) (1906).
Su nombre estuvo al lado de otros artistas destacados, tales como: Salvador
Rueda, Francisco Villaespesa, Eduardo Marquina y Juan Ramón Jiménez.
En los siguientes años publicó:

Los cantares (1907)

El mal poema (1909)

Cante hondo (1912)

La principal característica fue la recuperación de la copla popular andaluza.


En la última etapa de su vida literaria, el español publicó Ars moriendi
(1921) y Phoenix (1936), se puede apreciar una preferencia hacia una lírica
superficial y tópica, luego siguieron obras como Horas de oro (1938),
Cadencias de cadencias (1943) y Horario (1947). Además, fue autor de las
siguientes novelas El amor y la muerte (1913) y los ensayos La guerra
literaria (1914) y Un año de teatro (1918).

Junto a su hermano trabajó en el guion de varias obras de teatro, por


ejemplo:

Juan de Mañara (1927)

La Lola se va a los puertos (1929)

La duquesa de Benamejí (1932)

El hombre que murió en la guerra (1940)

4- Miguel de Unarmuno.
Miguel de Unamuno fue un reconocido escritor, poeta y filósofo de origen
español, considerado como el principal exponente de la Generación del 98.
Entre los años de 1880 y 1884 dedicó su vida al estudio de la filosofía y las
letras, época durante la cual se sumergió en la lectura y el estudio de los
famosos Thomas Carlyle, Herbert Spencer, Friedrich Hegel y Karl Marx.
Logró obtener un doctorado con la tesis Crítica del problema sobre el
origen y prehistoria de la raza vasca, y logró acceder a la importante
cátedra de lengua y literatura griega que se localizaba en la Universidad de
Salamanca, en la cual también se desempeñó como rector y catedrático de
historia de la lengua castellana.

Miguel de Unamuno y Jugo nació en Bilbao, el 29 de septiembre de 1864.


Obtuvo un doctorado en la Universidad de Madrid, con su tesis «Crítica del
problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca» en el cual mostraba
su ideología contraria al nacionalismo vasco de Sabino Arana. Trabajó
como rector de la Universidad de Salamanca, cargo al cual renunció por las
hostilidades hacia la monarquía de Alfonso XIII.

En 1924 se enfrentó al dictador Miguel Primo de Rivera y fue desterrado a


Fuerteventura de donde huyó a Francia, para volver a su tierra en 1930,
cuando fue destituido Primo rivera. Tuvo una gran influencia del
racionalismo y el positivismo, y tuvo ideas socialistas, que expresó en el
periódico «El Socialista». Tiempo después abandonó el racionalismo y su
obra muestra una profunda angustia ante un Dios silencioso.

Tuvo un gran aporte literario, que incluye áreas como la narrativa, poesía y
teatro, se extiende desde 1895 hasta 1930. Mucha de su narrativa establece
una relación entre el yo con el mundo y habló también del
condicionamiento de la muerte. En el área del teatro, su obra tuvo menos
éxito y estuvo bajo la influencia de la tragedia griega clásica, fueron
esquemáticas y trató de darle espiritualidad de los personajes.

Contrajo matrimonio con Concepción “Concha” Lizárraga, quien de hecho


había sido su amor desde su infancia, el 31 de Enero de 1891. Con ella
logró tener nueve hijos quienes fueron: Fernando, Pablo, Raimundo,
Salomé, Felisa, José, María, Rafael y Ramón. Estuvo enamorado de su
esposa hasta su muerte, pues él la consideraba como el ideal femenino y
fue ella quien lo apoyó en sus momentos más críticos.
Miguel de Unamuno murió en la ciudad de Salamanca, el 31 de diciembre
de 1936, luego de haber sido víctima de un arresto domiciliario debido a su
ideología política que iba en contra del régimen de Franco.

5- José Martínez Ruíz (Azorin)

José Martínez Ruiz, más conocido por su seudónimo Azorín (Monóvar, 8


de junio de 1873-Madrid, 2 de marzo de 1967), fue un escritor español
perteneciente a la generación del 98, que cultivó todos los géneros
literarios: la novela, el ensayo, la crónica periodística y la crítica literaria y,
en menor medida, el teatro.
Nacido en la localidad alicantina de Monóvar el 8 de junio de 1873, su
nombre completo al nacer fue José Augusto Trinidad Martínez Ruiz. Su
padre era natural de Yecla (Murcia) y militaba en el Partido Liberal-
Conservador (llegó a ser alcalde, diputado y seguidor de Francisco Romero
Robledo). Ejercía de abogado en Monóvar y poseía una importante
hacienda. Su madre había nacido en Petrer. Era una familia tradicional
burguesa y acomodada. Azorín fue el mayor de nueve hermanos. Estudió
bachillerato interno durante ocho años en el colegio de los Escolapios de
Yecla, etapa que refleja en sus dos primeras novelas, de fuerte contenido
autobiográfico. De 1888 a 1896 cursó derecho en Valencia, donde se
interesa por el krausismo y el anarquismo y se entrega a febriles lecturas
literarias y políticas. Empiezan sus pinitos periodísticos. Usa los
seudónimos de Fray José, en La Educación Católica de Petrer, Juan de Lis
en El Defensor de Yecla, etc. Escribe también en El Eco de Monóvar, El
Mercantil Valenciano e incluso en El Pueblo, periódico de Vicente Blasco
Ibáñez. Casi siempre hace crítica teatral de obras de fuerte contenido social
(elogia las obras de Ángel Guimerá y Benito Pérez Galdós o el Juan José
de Joaquín Dicenta) y ya refleja sus inclinaciones anarquistas. Traduce el
drama La intrusa de Maurice Maeterlinck, la conferencia del francés A.
Hamon De la patria o Las prisiones de Kropotkin. En 1895 publica dos
ensayos, Anarquistas literarios y Notas sociales, en los que presenta al
público las principales teorías anarquistas.
Se examinó en Granada y Salamanca, pero fue más estudiante que
estudioso y más atento a las tertulias, al periodismo, al teatro y a la
literatura que a las leyes. Llegado el 25 de noviembre de 1896 a Madrid
para seguir sus estudios, se inició en medio de grandes privaciones en el
periodismo republicano como en El País (1896), de donde le echaron, o en
El Progreso (1897), periódico de Alejandro Lerroux, recibiendo solo el
apoyo de Leopoldo Alas, Clarín, en uno de sus Paliques, donde trabajó
como crítico, bajo los seudónimos de Cándido, en honor a Voltaire,
Ahrimán, el dios persa de la destrucción, Charivari y Este, entre otros.
Poco a poco su nombre fue apareciendo cada vez más en revistas y
periódicos importantes: Revista Nueva, Juventud (firmando con Baroja y
Maeztu como grupo de los Tres), Arte Joven, El Globo, Alma Española,
España, El Imparcial, ABC. Al mismo tiempo va publicando folletos y
libros. Escribe una trilogía de novelas autobiográficas de donde sacará su
definitivo seudónimo, «Azorín», con el que empezará a firmar en 1904: La
voluntad (1902), Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo.
A partir de 1905 el pensamiento y la literatura de Azorín están ya
instalados en el conservadurismo. Comienza a colaborar en ABC donde
participó activamente en la vida política. Antonio Maura, y sobre todo el
ministro Juan de la Cierva y Peñafiel, se convierten en sus máximos
valedores.
Caricatura de Tovar publicada en El Liberal el 11 de noviembre de 1908,
en la que aparecen Azorín y Maura.
Entre 1907 y 1919 fue cinco veces diputado y dos breves temporadas (en
1917 y 1919) subsecretario de Instrucción Pública. Tenía ya una larga
trayectoria en la prensa madrileña cuando se incorporó a La Vanguardia
como crítico literario.1 Gracias al empeño del director Miquel dels Sants
Oliver, Azorín publicó, en este rotativo, cerca de doscientos artículos entre
1914 y 1917. No es de extrañar que un conspicuo representante de la
cultura castellana publicara en las páginas de un diario barcelonés como La
Vanguardia, ya que Barcelona fue la capital donde se impulsó y se dio a
conocer, según los estudiosos, la generación del 98.
Viajó incansablemente por España y ahondó en la lectura de los clásicos
del Siglo de Oro. El directorio militar de Primo de Rivera enfrió la
actividad pública de Azorín, quien se negó a aceptar cargos políticos de
manos del dictador. En 1924 fue elegido miembro de la Real Academia
Española.
Cuando estalló la Guerra Civil huyó del Madrid del Frente Popular y con su
esposa, Julia Guinda Urzanqui (1876-1974), se refugió en Francia.
Terminada la contienda, pudo regresar a España gracias a la ayuda que al
efecto recibió del entonces ministro del Interior, Ramón Serrano Suñer, a
quien años más tarde (1955) dedicó Azorín «con viva gratitud» su obra El
pasado (Biblioteca Nueva, Madrid). En 1946 se le otorgó la gran cruz de la
Orden de Alfonso X el Sabio.2
En sus últimos años se mostró apasionado y asiduo espectador
cinematográfico. Por su actividad articulista en el tema, el Círculo de
Escritores Cinematográficos le concedió en 1950 la Medalla a la mejor
labor literaria.3 El 5 de julio de 1963 fue nombrado hijo adoptivo de
Alicante.4 Falleció en su domicilio del número 21 de la calle de Zorrilla, en
Madrid, el 2 de marzo de 1967.

6- Pío Baroja (Baroja)


(San Sebastián, 1872 - Madrid, 1956) Escritor español. Junto con Miguel
de Unamuno, Azorín y Ramiro de Maeztu, fue uno de los principales
representantes de la «generación del 98», así llamada por el impacto que
tuvo en sus miembros la pérdida de las últimas colonias españolas (el
«desastre del 98»), en forma de dolorosa toma de conciencia de la
decadencia en que se hallaba sumida el país. Dentro del grupo, Baroja
sobresale como su más eximio novelista, con una producción orientada
hacia temas existenciales y sociales, aunque también es apreciado por otra
vertiente de su obra, la narrativa de acción y de aventuras.

Sus progenitores pertenecían a familias distinguidas y bien conocidas en


San Sebastián; entre los ascendientes de la madre existía una rama italiana,
los Nessi. Este poco de sangre italiana que llevaba en las venas no dejó
nunca de halagar a Baroja, aunque su orgullo se cifró siempre en su
ascendencia vasca. En casa eran tres hermanos: Darío, que murió, joven
aún, en Valencia; Ricardo, que fue pintor y escritor y gozó también de
alguna fama, y Pío, el menor. Ya muy separada de ellos nació Carmen, que
había de ser la gran compañera del escritor.

El padre de Baroja, don Serafín, era ingeniero de minas, profesión que,


unida a su temperamento inquieto y errabundo, llevó a la familia a
continuos cambios de residencia. Ello no dejó de ser una suerte para el
futuro novelista, que de este modo pudo conocer desde niño diversas partes
de España, y sobre todo Madrid, su amor más grande después de Vasconia,
donde había de florecer su vocación y conseguir por último la fama.

Baroja permaneció poco tiempo en su ciudad natal; tenía siete años cuando
sus padres se trasladaron a Madrid, donde don Serafín Baroja había
obtenido una plaza en el Instituto Geográfico y Estadístico; de Madrid
pasaron a Pamplona, siempre por exigencias del cargo del padre y de sus
deseos de mudanza. Desde Pamplona volvió la familia a Madrid; esta vez a
don Serafín no le impulsaría ya solamente la inquietud o los deseos de
cambio: sin duda entró también en su decisión la necesidad de educar a los
hijos.

Cuando abandonó Pamplona, Baroja tenía catorce años cumplidos. Había


asistido con sus hermanos a las clases del Instituto, y sobre todo reñido y
correteado por las murallas; no sabemos si había ya emborronado alguna
cuartilla, pero sí que había leído el Robinsón Crusoe de Daniel Defoe y las
obras de Julio Veme y Thomas Mayne Reid, y había soñado ya con
aventuras maravillosas junto al río Arga o subido a un árbol de la Taconera.
Había cursado en San Sebastián las primeras letras, continuándolas en
Madrid; antes, en Pamplona había frecuentado la escuela y el instituto;
prosiguió en Madrid los estudios, y los concluyó finalmente en Valencia,
donde terminó la carrera de medicina, doctorándose posteriormente en la
capital de España.

Pío Baroja fue, por lo general, un pésimo estudiante; estuvo siempre mucho
más interesado en las novelas que en los libros de texto; su carácter arisco y
rebelde le perjudicó también en gran manera, pues acabó riñendo con
algunos de sus profesores y no despertó simpatías en ninguno.

Aparte de esto, pasó toda su juventud entre dudas; nunca supo bien qué
carrera le gustaba estudiar; en verdad, no le interesaba ninguna. Sólo las
letras le atraían, pero tampoco en las letras veía clara su vocación. Antes de
ir a Valencia había empezado algunos cuentos, artículos, tal vez una
novela, pero lo rompió todo o lo dejó olvidado. Sus fracasos de estudiante,
como es fácil suponer, se debieron más a falta de interés que de talento.
Pocos escritores ha habido de vocación más segura y que se moviese más
inseguro, con más dudas sobre su vocación, y aún mucho después, escrita
ya buena parte de su obra, se preguntaba si sería verdaderamente escritor.

7- Francisco Villaespesa.
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Francisco Villaespea Martín (1877-1936) fue un escritor, poeta,
dramaturgo y narrador español, dentro de las filas de la corriente de
modernismo. Su obra fue abundante, repartida en géneros como el teatro, la
narrativa y la lírica; en esta última demostró su capacidad y talento para los
sonetos.

Si bien Villaespesa fue uno de los principales exponentes del modernismo,


y su obra innovadora y creativa fue una de las más importantes y
reconocidas de su tiempo, actualmente no se le ha dado el sitial merecido.
Como muchos intelectuales y escritores, el autor ha sido echado al olvido.

Francisco Villaespesa nació el 15 de octubre de 1877 en Laujar de


Andarax, en la provincia de Almería, en el seno de una familia de buen
nivel económico. Sus primeros años de educación escolar transcurrieron en
su ciudad natal. Desde pequeño demostró tener talento para las letras.

Cuando culminó el bachillerato, Francisco comenzó a estudiar derecho en


la Universidad de Granada. Sin embargo, no se sintió del todo atraído por
las leyes, tanto así que, en 1897, se retiró y se marchó rumbo a Málaga.
Tiempo después se fue a Madrid, donde se desempeñó como periodista.

Francisco Villaespesa permaneció en América unos diez años. En ese


tiempo conoció al poeta nicaragüense Rubén Darío, quien se convirtió en
su seguidor y alumno. Después de vivir en países como México, Venezuela
y Puerto Rico, en 1921 regresó a España y estuvo activo en las filas del
modernismo.

Un tiempo después volvió de nuevo a Latinoamérica, y estando en Brasil se


enfermó con una parálisis. En 1931 regresó a su país, y su salud comenzó a
deteriorarse, falleció el 09 de abril de 1936 en la capital de España, a causa
de la hipertensión y la arteriosclerosis.

El estilo literario de Francisco Villaespesa estuvo enmarcado dentro de las


características del modernismo, es decir, sus escritos fueron de un lenguaje
elegante, refinado y culto. Su capacidad creativa e innovadora en las letras
le otorgaron un sitial especial.

En el ámbito poético Villaespesa fue un escritor que imprimió sonoridad y


musicalidad a sus versos.  También hizo uso constante de las metáforas,
además de los símbolos en sus diferentes temáticas, tales como: el amor, la
historia y la tristeza.

8- Ramón María del Valle - Inclán.

Ramón María Valle Peña (Villanueva de Arosa, 28 de octubre de 1866-


Santiago de Compostela, 5 de enero de 1936), también conocido como
Ramón del Valle-Inclán o Ramón María del Valle-Inclán, fue un
dramaturgo, poeta y novelista español, que formó parte de la corriente
literaria denominada modernismo y se encuentra próximo, en sus últimas
obras, a la generación del 98. Se le considera uno de los autores clave de la
literatura española del siglo xx.

Novelista, poeta y autor dramático español, además de cuentista, ensayista


y periodista. Destacó en todos los géneros que cultivó y fue un modernista
de primera hora que satirizó amargamente la sociedad española de su
época. Estudió Derecho en Santiago de Compostela, pero interrumpió sus
estudios para viajar a México, donde trabajó de periodista en El Correo
Español y El Universal. A su regreso a Madrid llevó una vida literaria,
adoptando una imagen que parece encarnar algunos de sus personajes.
Actor de sí mismo, profesó un auténtico culto a la literatura, por la que
sacrificó todo, llevando una vida bohemia de la que corrieron muchas
anécdotas. Perdió un brazo durante una pelea. En 1916 visitó el frente
francés de la I Guerra Mundial, y en 1922 volvió a viajar a México.

Respecto a su nombre público y literario, Ramón del Valle-Inclán es el que


aparece en la mayoría de las publicaciones de sus obras, así como en los
nombramientos y ceses de los cargos administrativos institucionales que
tuvo en su vida. El nombre «Ramón José Simón Valle Peña» solo aparece
en los documentos de la partida de bautismo y del acta de matrimonio.
Como Ramón del Valle de la Peña solo firma en las primeras
colaboraciones que realiza en su tiempo de estudiante universitario en
Santiago de Compostela para Café con gotas. Semanario satírico ilustrado.
Con el nombre de Ramón María del Valle-Inclán se le encuentra en algunas
ediciones de ciertas obras su época modernista, así como en un texto
igualmente de su época modernista, que responde a una particular
«autobiografía».No solo él mismo toma a veces este nombre durante esta
época literaria, sino que también Rubén Darío igualmente así le declama en
la «Balada laudatoria que envía al Autor el Alto Poeta Rubén» (1912). Por
otra parte, tanto en la firma ológrafa que aparece en todos sus textos
manuscritos, como en el membrete del papel timbrado que utiliza, solo
indica Valle-Inclán, a secas.

9- Juan Valera.

(Juan Valera y Alcalá Galiano; Cabra, 1824 - Madrid, 1905) Escritor y


crítico español cuya obra se inscribe en una corriente esteticista opuesta al
realismo naturalista. Político y diplomático, fue un hombre culto y
refinado, cuyo hedonismo no estuvo desvinculado de sus numerosas
aventuras amorosas e incluso de su tardío y desgraciado matrimonio con
Dolores Delavart, a la que doblaba en edad. Se inició como teórico literario
con Ensayos literarios (1844), libro que fue destruido casi en su totalidad, y
con críticas y recensiones en diversos diarios y revistas españoles e
hispanoamericanos.

En éstos también escribió cuentos y novelas por entregas, pero su entrada


definitiva en la narrativa se produjo tardíamente, cuando dio a
conocer Pepita Jiménez (1874), la novela española más popular del siglo
XIX, en la que, no obstante sus notas costumbristas y su temática amorosa
de corte romántico, concretó literariamente sus posturas antirrealistas, sus
inquietudes formales y su voluntad de definir una prosa y un estilo
depurados.

Más tarde dio a conocer Las ilusiones del doctor Faustino (1875),


publicada por entregas, El comendador Mendoza (1877), Pasarse de
listo (1878) y Doña Luz (1879). Tras un largo paréntesis y ya afectado por
una progresiva ceguera, aparecieron Juanita la larga (1896), también
publicada anteriormente por entregas, y Morsamor (1899). Su dominio de
una depurada técnica narrativa le permitió valerse de recursos expresivos
que ampliaron los registros temáticos de sus novelas, consideradas en sí
mismas "cuentos rosas" por algunos críticos.

De hecho, como apuntó José F. Montesinos, "sentía cierto menosprecio por


esas obras de imaginación o de entretenimiento, como las llamó, que
siempre le parecieron sacadas de quicio cuando acogían problemas arduos
o se hacían eco de cuestiones ajenas al puro goce estético". En el caso
de Pepita Jiménez, el recurso epistolar para narrar la historia rosa le
permitió abrir otros puntos de vista, entre los cuales el del narrador marca
un irónico y crítico distanciamiento, que acentuaba su idea básica de que
toda obra de arte debía aspirar por principio a la belleza. De ahí que cargara
contra la "indecencia docente y humanitaria" de los naturalistas.

También atacó las formas retóricas de los "nuevos filósofos y políticos",


aunque él mismo escribió cuentos filosóficos al modo de Voltaire, como El
pájaro verde (1860), y La buena fama (1894). Para algunos historiadores de
la literatura española, su verdadera importancia hay que buscarla como
ensayista, en particular en libros como De la naturaleza y carácter de la
novela (1860), cuya publicación precedió su ingreso en la Real Academia
Española, y, sobre todo, Apuntes sobre el nuevo arte de escribir
novelas (1886-1887). En esta última obra confrontó su tesis con las
de Emilia Pardo Bazán y de otros naturalistas, y abogó por un arte narrativo
comprometido con la "verosimilitud artística" y, consecuentemente,
desvinculado de toda ideología o fidelidad a la realidad social.

10- Ramiro de Maeztu.


(Vitoria, 1875 - Aravaca, 1936) Escritor español. Relacionado con la
Generación del 98, su ideario inicialmente progresista desembocó en una
defensa a ultranza del nacionalcatolicismo. De padre cubano, descendiente
de vascos, y madre inglesa, pasó su juventud en París y luego en Cuba. De
regreso a España en 1894, se dedicó al periodismo y mantuvo una fecunda
relación con figuras de la Generación del 98 como Azorín y Pío Baroja.

En los artículos de su primera época, reunidos parcialmente en el volumen


Hacia otra España (1899), Ramiro de Maeztu defendió con vehemencia
tesis regeneracionistas influido por el individualismo de Nietzsche y por
sus simpatías hacia el socialismo marxista. Asimismo, en la novela La
guerra del Transvaal y los misterios de la banca de Londres (publicada por
entregas en 1900-1901), opuso los anhelos de libertad y justicia de los
colonos holandeses a la explotación británica.

De 1905 a 1919 permaneció como corresponsal en Londres, donde entró en


contacto con la sociedad fabiana y escribió conferencias como "La
revolución y los intelectuales" (1910). Durante la Primera Guerra Mundial
apoyó a los aliados y su ideología experimentó un brusco cambio de
orientación, expresado en Authority, liberty and function in the ligth of the
war (1916), traducido con el título de La crisis del humanismo (1919).
En este libro lamenta la desaparición de los valores propios del
Renacimiento y proclamó la necesidad de que los individuos se sometan al
poder, la verdad y la justicia. Estas tesis antiliberales y profundamente
reaccionarias le valieron para ser nombrado embajador en Argentina (1928)
durante la dictadura de Primo de Rivera. Su ensayo más importante desde
un punto de vista literario es Don Quijote, don Juan y la Celestina (1926),
en el que, partiendo de los personajes creados por Miguel de Cervantes,
Tirso de Molina y Fernando de Rojas, examina el espíritu español.

Desde 1931 dirigió la revista Acción Española, órgano del partido


derechista del mismo nombre, y publicó libros como Defensa de la
hispanidad (1934), alegato en favor de la monarquía y la tradición católica.
Miembro de la Real Academia Española en 1935, fue fusilado por los
republicanos al comienzo de la Guerra Civil.

11- Jacinto Benavente.

(Jacinto Benavente Martínez; Madrid, 1866 - 1954) Dramaturgo español


cuyos comienzos con la obra El nido ajeno (1894) permitieron vislumbrar
una profunda renovación del teatro en castellano. No obstante, la situación
de la escena española le aconsejó inclinarse por obras de gran éxito en
lugar de comprometerse con una producción exigente, pero minoritaria e
incomprendida.

El valor de su extenso trabajo radica en la introducción de referentes


europeos y modernos en el teatro español. Benavente, quien conocía muy
bien la producción escénica que se desarrollaba más allá de los Pirineos
(con autores como Gabriele D'Annunzio, Oscar Wilde, Maurice
Maeterlinck, Henrik Ibsen y Bernard Shaw), supo incorporar con acierto
influencias que resaltaron notablemente muchas de las cualidades de su
teatro, tales como la variedad y perfección de los recursos que introdujo en
la escena, una gracia inteligente que recorre la sátira social que despliega y
unos diálogos vivos, chispeantes y muy dinámicos.

Sin embargo, la preeminencia de los aspectos escénicos sobre lo dramático


puro, así como un espíritu burlón y frívolo, le restan profundidad y alcance
a muchas de sus piezas, convirtiéndolas en brillantes fuegos artificiales.
Esa tendencia se puso de manifiesto en su segunda obra, Gente conocida
(1896), así como en las que le sucedieron: La comida de las fieras (1898) y
La noche del sábado (1903). En ellas puede comprobarse cómo el autor
amortigua de forma significativa el tono de su crítica, centrada en las clases
aristocráticas y acomodadas de la sociedad, para sustituirla por una
reprobación simpática, amable, casi paternal, que no por casualidad obtuvo
los favores del público.

Culminación de esta corriente de su trabajo sería la que está considerada su


obra más representativa y lograda: Los intereses creados (1907). En ella
presenta una afilada sátira del mundo de los negocios, particularmente
atractiva, desde un punto de vista técnico, por la sabia combinación de
elementos procedentes de la commedia dell'arte con otros que brotan del
teatro clásico español. Esta pieza continuó en otra, menos conseguida, y
que a juicio de muchos críticos fracasó: La ciudad alegre y confiada (1916).
El punto de vista que adopta Benavente en esta franja de su producción es
el de un escéptico que desconfía profundamente de la naturaleza humana y
de la sociedad en la que aquélla se manifiesta con frívola hipocresía,
cuando no simple crueldad.

Otra vertiente cultivada por el autor fue la del drama rural, en obras que,
como Señora Ama (1908) o La malquerida (1913), contrastan frontalmente
con el grueso de su producción. Esta faceta de su trabajo proyecta tal
intensidad trágica que sus trazos sombríos parecen hablar de otro hombre,
rastro de un primer Benavente que, tal vez, pretendía un teatro más en
consonancia con los valores de la Generación del 98. Son dramas de
grandes pasiones que se desarrollan en un medio aldeano asfixiante y
brutal, primario, y en los que palpita un clima de carácter naturalista.

Pero Benavente, cuya obra mantiene evidentes puntos de contacto con el


modernismo y con la Generación del 98, no pertenece a ninguno de los dos
movimientos. No posee la gravedad de Miguel de Unamuno, Pío Baroja,
Azorín o Ramiro de Maeztu; ni tampoco las cualidades necesarias para
acercarse al exquisito mundo poético de los discípulos de Rubén Darío. Le
sobró ironía; le faltó quietud y aliento poéticos. Fue un eminente
continuador de la mejor comedia del siglo XIX, de la cual elimina todo
vestigio romántico para enriquecerla con su espíritu culto e inteligente y
sus formidables recursos técnicos.

En la última etapa de su vida literaria, dominada en algunos aspectos por su


familiaridad con el modernismo, escribió algunas obras de teatro infantil,
cuyo tono poético y fina ironía cristalizan en piezas tan encantadoras como
El príncipe que todo lo aprendió en los libros o La novia de nieve (1934).
Otro título importante de su producción durante este período es Pepa
Doncel (1928). En 1922 obtuvo el premio Nobel de Literatura. Tal
concesión ha estado siempre rodeada de polémica, pues, para algunos
críticos, la de Benavente no deja de ser una obra menor comparada con la
que dejó el modernismo o la Generación del 98.

13- Gabriel García Márquez

En la última década del siglo XIX, Rubén Darío dio a Hispanoamérica la


independencia literaria al inaugurar la primera corriente poética autóctona,
el Modernismo. Mediado el siglo XX, correspondió al colombiano Gabriel
García Márquez situar la narrativa hispanoamericana en la primera línea de
la literatura mundial con la publicación de Cien años de soledad (1967).
Obra cumbre del llamado realismo mágico, la mítica fundación de
Macondo por los Buendía y el devenir de la aldea y de la estirpe de los
fundadores hasta su extinción constituye el núcleo de un relato
maravillosamente mágico y poético, tanto por su desbordada fantasía como
por el subyugante estilo de su autor, dotado como pocos de un prodigioso
"don de contar".
El mundo de Macondo, parábola y reflejo de la tortuosa historia de la
América hispana, había sido esbozado previamente en una serie de novelas
y colecciones de cuentos; después de Cien años de soledad, nuevas obras
maestras jalonaron su trayectoria, reconocida con la concesión del Nobel de
Literatura en 1982: basta recordar títulos como El otoño del patriarca
(1975), Crónica de una muerte anunciada (1981) o El amor en los tiempos
del cólera (1985).

Como máximo representante del Boom de la literatura hispanoamericana


de los años 60, García Márquez contribuyó decisivamente a la merecida
proyección que finalmente alcanzó la narrativa del continente: el fenómeno
editorial del Boom supuso, en efecto, el descubrimiento internacional de
numerosos novelistas de altísimo nivel apenas conocidos fuera de sus
respectivos países.

A principios de 1950, cuando ya tenía muy adelantada su primera novela,


titulada entonces La casa, acompañó a doña Luisa Santiaga al pequeño,
caliente y polvoriento Aracataca, con el fin de vender la vieja casa en
donde se había criado. Comprendió entonces que estaba escribiendo una
novela falsa, pues su pueblo no era siquiera una sombra de lo que había
conocido en su niñez; a la obra en curso le cambió el título por La
hojarasca, y el pueblo ya no fue Aracataca, sino Macondo, en honor a los
corpulentos árboles de la familia de las bombáceas, comunes en la región y
semejantes a las ceibas, que alcanzan una altura de entre treinta y cuarenta
metros.

Desde que se conoció la noticia de la obtención del premio, el asedio de


periodistas y medios de comunicación fue permanente y los compromisos
se multiplicaron. Finalmente, en marzo de 1983, Gabo regresó a Colombia.
En Cartagena lo esperaba su madre, doña Luisa Santiaga Márquez de
García, en su casa del Callejón de Santa Clara, en el tradicional barrio de
Manga, con un suculento sancocho de tres carnes (salada, cerdo y gallina) y
abundante dulce de guayaba.
Después del Nobel, García Márquez se ratificó como figura rectora de la
cultura nacional, latinoamericana y mundial. Sus conceptos sobre
diferentes temas ejercieron fuerte influencia. Durante el gobierno de César
Gaviria (1990-1994), junto con otros sabios como Manuel Elkin Patarroyo,
Rodolfo Llinás y el historiador Marco Palacios, formó parte de la comisión
encargada de diseñar una estrategia nacional para la ciencia, la
investigación y la cultura. Pero acaso una de sus más valientes actitudes fue
el apoyo permanente a la revolución cubana y a Fidel Castro, la defensa del
régimen socialista impuesto en la isla y su rechazo al bloqueo
norteamericano, que sirvió para que otros países apoyasen de alguna
manera a Cuba y evitó mayores intervenciones de los estadounidenses.

En el terreno literario, apenas tres años después del Nobel publicó otra de
sus mejores novelas, El amor en los tiempos del cólera (1985),
extraordinaria y dilatadísima historia de amor que tuvo una tirada inicial de
750.000 ejemplares. Deben destacarse asimismo la novela histórica El
general en su laberinto (1989), sobre el libertador Simón Bolívar, los
relatos breves reunidos en Doce cuentos peregrinos (1992) y la novela-
reportaje Noticia de un secuestro (1996), que examina una serie de
secuestros ordenados por el narcotraficante colombiano Pablo Escobar.

Tras algunos años de silencio, en 2002 García Márquez presentó la primera


parte de sus memorias, Vivir para contarla, en la que repasa los primeros
treinta años de su vida. La publicación de esta obra supuso un magno
acontecimiento editorial, con el lanzamiento simultáneo de la primera
edición (un millón de ejemplares) en todos los países hispanohablantes. En
2004 vio la luz la que iba a ser su última novela, Memorias de mis putas
tristes; en 2007 recibió sentidos y multitudinarios homenajes por triple
motivo: sus 80 años, el cuadragésimo aniversario de la publicación de Cien
años de soledad y el vigésimo quinto de la concesión del Nobel. Falleció el
17 de abril de 2014 en Ciudad de México, tras de una recaída en el cáncer
linfático por el que ya había sido tratado en 1999.

Criscelis Solano Encarnacion.

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