Está en la página 1de 4

ASIGNATURA:

Sociología

CATEDRATICO:
Emerson Baron Ortiz Herrera

TEMA DE TRABAJO:
Resumen sobre la revolución industrial y su impacto en la
producción del mercado global

ALUMNO:
Kevin Miguel Gonzales Martínez

NUMERO DE CUENTA:
221310125

FECHA:
31 de julio de 2022
La Revolución Industrial y su impacto en la producción en el mercado
global

La Revolución Industrial surgió a mediados del siglo XVIII. La Revolución


Industrial es un período histórico de transformaciones económicas y sociales,
entre 1760 y 1840, que desencadenó cambios sin precedentes para las
sociedades de todo el mundo. El mercado global es un sistema en el que se
genera un intercambio comercial, de capitales y de mano de obra entre
distintos países. Esto, con base en la división internacional del trabajo. Es
decir, un mercado global es aquel donde varias naciones establecen relaciones
económicas y financieras, y además se da una libre circulación del capital
humano.
La revolución industrial supuso un cambio que no sólo afectaría a la sociedad
de la época, sino que marcaría el desarrollo humano posterior. La aparición de
las máquinas cambiaría los aspectos sociales, económicos y políticos, así
como el estilo de vida de la población mundial. En el plano económico, se
incrementó de forma sustancial el rendimiento del trabajo, a la vez que
disminuyó el coste de producción. Producir cualquier bien era mucho más
económico que antes, lo que hizo que las naciones industrializadas generaran
una riqueza enorme. A su vez, se acumularon grandes capitales que formaron
grandes compañías y sociedades anónimas que tenían como base la industria.
Rápidamente florecieron las cámaras de comercio, los bancos y las compañías
de seguros. Las nuevas empresas necesitaban créditos, cosa que les
garantizaba la banca.

El capitalismo imperante en la economía también afectó a la política, ya que el


estado concedía libertad plena a las empresas y no intervenía directamente en
los negocios, sino que potenciaba la industrialización y regulaba los derechos
de los trabajadores. Las economías industrializadas ahora podían producir más
de lo que eran capaces de transportar y transportar esos bienes nuevos y
viejos más lejos (a nivel nacional y mundial) y más rápido que nunca. A los
países industrializados les tomó tiempo adaptarse a los nuevos modos de
producción. Durante el cambio de la agricultura a la industria, se perdieron
muchos empleos antiguos, se crearon nuevos empleos, surgieron nuevas
instituciones para establecer nuevas leyes laborales, regulaciones ambientales
y seguridad social. No fue una transición suave.

También les tomó tiempo a otros países comenzar a industrializarse y hacerlo


con éxito. Muchos todavía lo están intentando. La revolución industrial
comenzó en el Reino Unido en el siglo XVIII y despegó en los EE. UU. A fines
del siglo XIX y XX.
Desde 1800, aproximadamente 50 años después de la Revolución Industrial, la
población mundial se ha multiplicado por 7 y el porcentaje de personas que
viven en la pobreza extrema ha disminuido a alrededor del 5%. El número
absoluto, no el porcentaje, sino el número total de humanos que viven en la
pobreza extrema ha disminuido incluso a medida que la población creció 100%
a 95% en 10,000 años luego 95% a 5% en 200 años.
La revolución industrial nos dio energía de los combustibles fósiles para
reemplazar la energía muscular de los animales y los humanos para que
pudiéramos inventar y fabricar bienes y transportarlos por todo el mundo a
precios más baratos. Esto efectivamente hizo a todos los que participaron en la
revolución industrial mucho más ricos y capaces de consumir muchas más
cosas que no se podían obtener en los últimos años. Los reyes de hace 200
años no tenían los lujos que la persona común disfruta hoy en día. Autos, aire
acondicionado, comida fuera de temporada de países extranjeros, música con
solo tocar un botón, agua fresca, limpia y potable en el grifo, colchones de
resortes internos, comunicaciones instantáneas y todo el conocimiento humano
en su teléfono inteligente.

El desarrollo de nuevas tecnologías, como ciencias aplicadas, en un receptivo


clima social, es el momento y el sitio para una revolución industrial de
innovaciones en cadena, como un proceso acumulativo de tecnología, que crea
bienes y servicios, mejorando el nivel y la calidad de vida.
El movimiento obrero se fue desarrollando con mayor o menor fuerza según el
grado de industrialización de los países. Las primeras acciones tuvieron lugar
en Inglaterra en forma de destrucción de máquinas, al considerar sus
protagonistas, los “luditas”, que éstas arruinaban a los obreros que trabajaban
en los talleres tradicionales. Duró de 1800 a 1830 y fue duramente reprimido.

Los antecedentes de la Revolución Industrial tuvieron que ver con el


Renacimiento de la cultura europea tras la Edad Media y su ingreso a la Época
Moderna, lo cual representó una nueva valoración de las ciencias y los
saberes, ya libres del yugo de la fe, centrados más bien en la razón humana
(consecuencia a su vez de la Revolución Científica del siglo XVII).

Otro desencadenante vital fue el capitalismo, que ya había empezado a


instaurarse gracias a las Revoluciones Burguesas y al abandono del Antiguo
Régimen. El pensamiento liberal, que imperaba en las naciones de monarquías
no absolutistas, de la mano del espíritu del protestantismo y de la necesidad de
producir los propios bienes de consumo, dada la disminución en las
importaciones que ocasionaron las Guerras Napoleónicas y las Guerras de
Independencia americanas, condujo a una necesaria alianza entre los
agricultores y los comerciantes, que ocasionaría un auge demográfico y la
disponibilidad de nueva mano de obra.

También podría gustarte