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PARROQUIA DE VALVANERA
PITALITO HUILA
CATEQUESIS PRIMERA COMUNIÓN
08 y 15 DE JULIO DE 2017
TEMA: Los Sacramentos
OBJETIVO VIVENCIAL:
Que el niño descubra que los sacramentos son encuentros con Jesús y con los demás y que le ayudan
a vivir su vida cristiana.
SALUDO:
ORACIÓN:
Gracias, Padre Dios, / por haberme dado /unos padres católicos. / Y por la fe de ellos/ que me
hace pertenecer/ a la Iglesia/ de los amigos de Jesús. Gracias, Padre. Amén
CANTO:
¿QUÉ SON LOS SACRAMENTOS?- Son signos sensibles, instituidos por Jesucristo para
comunicarnos la vida misma de Dios, a través del don del Espíritu Santo.
- El Sacramento del Bautismo es el Sacramento que nos infunde el Espíritu Santo para lavarnos del
pecado original, reconocernos como hijos de Dios y como miembros de la Iglesia visible.
DINÁMICA
Poner en el centro, delante del altar, la pila del bautismo, con una jarra de agua y un cirio encendido.
Preguntar a los niños qué es eso. Hacer que hablen un poco del bautismo.
Preguntar: Niños ¿Se acuerdan de Juan el Bautista, el primo de Jesús? ¿Qué hacía?
El invitaba a la gente a que cambiaran, que los borrachos dejaran de tomar, que los que abusaban de
los pobres dejaran de hacerlo, que los violentos se hicieran pacíficos… Y los que aceptaban sus
palabras se bautizaban. Al bautizarse decían: Yo ahora pertenezco a Dios, ya no quiero ser borracho, ni
violento, ni abusador… Jesús también se bautizó, como sus discípulos. Y, cuando Jesús se fue al cielo,
antes les dijo a sus discípulos: “Vayan por el mundo entero y bauticen a las personas que crean y
acepten mi palabra”. Por eso ahora nos bautizamos. A muchos de nosotros nos bautizaron nuestros
padres. Y damos gracias a Dios por ello.
PARA SOCIALIZAR:
COMPROMISO:
22 y 29 DE JULIO DE 2017
TEMA: Sacramento de la Reconciliación,
OBJETIVO VIVENCIAL:
Motivar a frecuentar el Sacramento de la Reconciliación, con humildad, sin temor, como medio para
acercarse a Dios.
SALUDO:
ORACIÓN:
REFLEXIÓN:
Cuando le hacemos algo malo a alguien, algunas veces nos da vergüenza y ya no queremos
acercarnos a esa persona. Nos cuesta mucho trabajo pedirle que nos disculpe, pensamos que debe de
estar tan enojado que no nos va a perdonar y haremos el ridículo. Lo mismo nos pasa con Dios.
Leer la parábola de la Oveja Perdida o del Hijo Pródigo. (Lc. 15, 4-7) (Lc. 15, 11-31).
Comentarlas, reflexionar si nosotros tenemos la misma actitud y después preguntar por qué nos cuesta
tanto esfuerzo acudir al Sacramento de la Reconciliación.
DINÁMICA
Se ata las manos de un niño con una cuerda, que tiene un nudo. Se hace ver que él solo no se puede
desatar. Sin embargo, otra persona lo puede desatar y lo deja libre.
CATEQUISTA: Niños/niñas, ¿han visto lo que ha pasado con este niño? El solo no pudo desatarse.
Necesitó la ayuda de alguien. Pues así sucede con nuestros pecados. Son como un nudo que uno solo
no puede desatar. Jesús nos dejó el sacramento de la confesión para liberarnos del nudo de nuestros
pecados.
CON LA CONFESIÓN SE PERDONAN NUESTROS PECADOS ¿Han visto lo que pasó con el niño que
estaba atado? ¿Pudo desatarse solo? Alguien tuvo que ayudarle. Lo mismo sucede con nuestros
pecados. Los pecados son algo así como hacer un nudo en su corazón que no nos deja libres. ¿Se han
fijado lo que pasa cuando dos personas se ofenden y no se hablan? ¿Verdad que parece que tienen la
DIOCESIS DE GARZON
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CATEQUESIS PRIMERA COMUNIÓN
lengua atada? Y lo peor es que tienen el corazón atado. No son capaces de liberarse de esa ofensa. El
pecado es algo muy triste que nos quita la alegría de estar con las personas y con Dios. Por eso Jesús,
que nos ama mucho, nos dejó el sacramento de la reconciliación. ¿Ya saben lo que significa
“reconciliación”? Reconciliación significa “volver a ser amigos”. Y Jesús quiere que, cuando pecamos,
no quedemos atados. Quiere que volvamos a ser amigos. Volvamos a estar alegres. Por eso Jesús,
después de resucitar, se apareció a sus apóstoles y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A quienes
descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos”
(Juan 20, 22-23)
Esa palabra que Jesús dio a los apóstoles se cumple hoy en el sacramento de la Reconciliación, que también se
llama Penitencia o Confesión. Por eso cuando un católico ofende a Dios o al prójimo, hace las siguientes cosas:
Se arrepiente y pide perdón a Dios
se acerca al sacerdote, le cuenta sus pecados y le pide que, en nombre de Dios, le perdone
El sacerdote, en nombre de Dios le da la “absolución” ( le declara perdonado) y le invita a no pecar más.
PARA SOCIALIZAR:
COMPROMISO:
Aprender de memoria las cinco cosas necesarias para confesarse, según el catecismo.
1. Examen de conciencia. Hay que hacerlo en silencio, en la presencia de Dios, revisando qué faltas
hemos cometido como cristianos, como hijos, como padres, en el trabajo, etc.
2. Dolor de corazón o arrepentimiento. Debemos estar arrepentidos de haber ofendido a Dios que
nos ama tanto. Hay que reconocerlo y pedirle perdón.
3. Propósito de enmienda. Hay que decidirse a convertirse para vivir la vida en el Espíritu Santo.
4. Confesar que somos pecadores.
5. Cumplir la penitencia. Después de que nos confesamos pecadores, el sacerdote da la absolución y
pone una penitencia. Sirve para dar gracias a Dios por su misericordia y su perdón, para reconocer su
amor y para ayudarnos a que nuestra vida cambie.