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MODULO: SALUD Y SEGURIDAD OCUPACIONAL.

MATERIAL DE APOYO GUIA DE TRABAJO.# 2

I. Introducción
¿En qué consisten la salud y la seguridad laborales?
La salud y la seguridad laborales constituyen una disciplina muy amplia que abarca
múltiples campos especializados. En su sentido más general, debe tender a:

 el fomento y el mantenimiento del grado más elevado posible de bienestar físico,


mental y social de los trabajadores, sea cual fuere su ocupación;
 la prevención entre los trabajadores de las consecuencias negativas que sus
condiciones de trabajo pueden tener en la salud;
 la protección de los trabajadores en su lugar de empleo frente a los riesgos a que
puedan dar lugar los factores negativos para la salud;
 la colocación y el mantenimiento de los trabajadores en un entorno laboral adaptado
a sus necesidades físicas o mentales;
 la adaptación de la actividad laboral a los seres humanos.
En otras palabras, la salud y la seguridad laborales abarcan el bienestar social, mental y
físico de los trabajadores, es decir, "toda la persona".
Para que la práctica en materia de salud y seguridad laborales consiga estos objetivos, son
necesarias la colaboración y la participación de los empleadores y de los trabajadores en
programas de salud y seguridad, y se deben tener en cuenta distintas cuestiones relativas a
la medicina laboral, la higiene industrial, la toxicología, la formación, la seguridad técnica,
la ergonomía, la psicología, etc.
A menudo, se presta menos atención a los problemas de salud laboral que a los de
seguridad laboral, porque generalmente es más difícil resolver aquéllos. Ahora bien,
cuando se aborda la cuestión de la salud, también se aborda la de la seguridad, porque, por
definición, un lugar de trabajo saludable es también un lugar de trabajo seguro. En cambio,
puede que no sea cierto a la inversa, pues un lugar de trabajo considerado seguro no es
forzosamente también un lugar de trabajo saludable. Lo importante es que hay que
abordar en todos los lugares de trabajo los problemas de salud y de seguridad. En
términos generales, la definición de salud y seguridad laborales que hemos dado abarca
tanto la salud como la seguridad en sus contextos más amplios.
Las malas condiciones de trabajo influyen en la salud y la seguridad del trabajador
 Si, por lo que fuere, las condiciones de trabajo son malas, pueden influir en la salud
y la seguridad del trabajador.
 Las condiciones de trabajo insanas o inseguras no se dan únicamente en las fábricas
o plantas industriales - se pueden hallar en cualquier lugar, tanto si se trabaja en un
recinto cerrado como al aire libre. Para muchos trabajadores, por ejemplo los
jornaleros agrícolas o los mineros, el lugar de trabajo está "al aire libre" y puede
acarrear muchos riesgos para su salud y su seguridad.
 Las malas condiciones de trabajo también pueden afectar al entorno en que viven
los trabajadores, pues muchos trabajadores trabajan y viven en un mismo entorno.
Es decir, que los riesgos laborales pueden tener consecuencias nocivas en los
trabajadores, sus familias y otras personas de la comunidad, además de en el entorno
físico que rodea al lugar de trabajo. Un ejemplo clásico es el empleo de plaguicidas
en el trabajo agrícola. Los trabajadores pueden estar expuestos a productos químicos
tóxicos de distintas maneras cuando utilizan pulverizadores de plaguicidas: inhalar
los productos químicos mientras pulverizan con ellos y después de haberlo hecho;
absorber los productos químicos a través de la piel; ingerir los productos químicos si
comen, beben o fuman sin haberse lavado antes las manos, o bien si los productos
químicos han contaminado el agua potable. Las familias de los trabajadores también
pueden verse expuestas de distintas maneras: inhalar los plaguicidas que persistan
en la atmósfera; beber agua contaminada o estar expuestas a residuos que contenga
la ropa del trabajador. Asimismo, otras personas de la comunidad inmediata pueden
estar expuestas de distintas maneras. Cuando los productos químicos son absorbidos
por el suelo o se difunden a las napas de agua freática, las consecuencias negativas
en el entorno natural pueden ser permanentes.
En general, las actividades en materia de salud y seguridad laborales deben tener por objeto
evitar los accidentes y las enfermedades laborales, reconociendo al mismo tiempo la
relación que existe entre la salud y la seguridad del trabajadores, el lugar de trabajo y el
entorno fuera del lugar de trabajo.
¿Por qué son importantes la salud y la seguridad laborales?
El trabajo desempeña una función esencial en las vidas de las personas, pues la mayoría de
los trabajadores pasan por lo menos ocho horas al día en el lugar de trabajo, ya sea una
plantación, una oficina, un taller industrial, etc. Así pues, los entornos laborales deben ser
seguros y sanos, cosa que no sucede en el caso de muchos trabajadores. Todos los días del
año hay trabajadores en todo el mundo sometidos a una multitud de riesgos para la salud,
como:

 polvos;
 gases;
 ruidos;
 vibraciones;
 temperaturas extremadas.
Desafortunadamente, algunos empleadores apenas se ocupan de la protección de la salud y
de la seguridad de los trabajadores y, de hecho, hay empleadores que ni siquiera saben que
tienen la responsabilidad moral, y a menudo jurídica, de proteger a sus trabajadores. A
causa de los riesgos y de la falta de atención que se prestan a la salud y a la seguridad, en
todas las partes del mundo abundan los accidentes y las enfermedades profesionales.
El costo de los accidentes y las enfermedades profesionales

¿Cuánto
cuesta un
accidente o
una
enfermedad
profesional?

Los accidentes o las enfermedades relacionados con el trabajo son muy costosos y pueden
tener muchas consecuencias graves, tanto directas como indirectas, en las vidas de los
trabajadores y de sus familias. Para los trabajadores, una enfermedad o un accidente
laboral suponen, entre otros, los siguientes costos directos:

 el dolor y el padecimiento de la lesión o la enfermedad;


 la pérdida de ingresos;
 la posible pérdida de un empleo;
 los costos que acarrea la atención médica.
Se ha calculados que los costos indirectos de un accidente o de una enfermedad pueden ser
de cuatro a diez veces mayores que sus costos directos, o incluso más. Una enfermedad o
un accidente laboral puede tener tantísimos costos indirectos para los trabajadores que a
menudo es difícil calcularlos. Uno de los costos indirectos más evidente es el padecimiento
humano que se causa en las familias de los trabajadores, que no se puede compensar con
dinero.
Se estima que los costos de los accidentes laborales para los empleadores también son
enormes. Para una pequeña empresa, el costo de tan sólo un accidente puede suponer una
catástrofe financiera. Para los empleadores, algunos de los costos directos son los
siguientes:

 el tener que pagar un trabajo no realizado;


 los pagos que hay que efectuar en concepto de tratamiento médico e indemnización;
 la reparación o la sustitución de máquinas y equipos dañados;
 la disminución o la interrupción temporal de la producción;
 el aumento de los gastos en formación y administración;
 la posible disminución de la calidad del trabajo;
 las consecuencias negativas en la moral de otros trabajadores.
Algunos de los costos indirectos para los empleadores son los siguientes:

 hay que sustituir al trabajador lesionado o enfermo;


 hay que formar a un nuevo trabajador y darle tiempo para que se acostumbre al
puesto de trabajo;
 lleva tiempo hasta que el nuevo trabajador produce al ritmo del anterior;
 se debe dedicar tiempo a las obligadas averiguaciones, a redactar informes y a
cumplimentar formularios;
 a menudo, los accidentes suscitan preocupación en los colegas del accidentado e
influyen negativamente en las relaciones laborales;
 las malas condiciones sanitarias y de seguridad en el lugar de trabajo también
pueden influir negativamente en la imagen pública de la empresa.
En general, los costos de la mayoría de los accidentes o enfermedades relacionados con el
trabajo, tanto para los trabajadores y sus familias como para los empleadores, son muy
elevados.
A escala nacional, los costos estimados de los accidentes y enfermedades laborales pueden
ascender al 3 ó 4 por ciento del producto interno bruto de un país. En realidad, nadie sabe
realmente el costo total de los accidentes o enfermedades relacionados con el trabajo
porque, además de los costos directos más patentes, hay multitud de costos indirectos que
es difícil evaluar.
Los programas de salud y seguridad
Por todos los motivos expuestos, es esencial que los empleadores, los trabajadores y los
sindicatos se esfuercen en mejorar las condiciones de salud y seguridad y que:
 se controlen los riesgos en el lugar de trabajo - en la fuente siempre que sea
posible;
 se mantengan durante muchos años registros de las exposiciones a productos
nocivos;
 los trabajadores y los empleadores conozcan los riesgos que para la salud y la
seguridad existen en el lugar de trabajo;
 exista una comisión de salud y seguridad activa y eficaz formada por los
trabajadores y la dirección de la empresa;
 los esfuerzos en pro de la salud y la seguridad de los trabajadores sean permanentes.
La existencia de unos programas de salud y seguridad en el lugar de trabajo puede
contribuir a salvar vidas de trabajadores al disminuir los riesgos y sus consecuencias. Los
programas de salud y seguridad también tienen consecuencias positivas en la moral y la
productividad de los trabajadores, lo cual reporta importantes beneficios. Al mismo tiempo,
unos programas eficaces pueden ahorrar mucho dinero a los empleadores.

Puntos que hay que recordar

 La salud y la seguridad laborales abarcan el bienestar social, mental y físico de los


trabajadores sea cual fuere su ocupación.

 Las malas condiciones de trabajo pueden influir en la salud y la seguridad de los


trabajadores.

 Unas condiciones de trabajo insanas o inseguras pueden darse en cualquier parte,


tanto si el lugar de trabajo es un recinto cerrado como si está al aire libre.

 Unas malas condiciones laborales pueden influir en el entorno en que viven los
trabajadores, lo cual quiere decir que los trabajadores, sus familias, otras personas de
la comunidad y el entorno físico que rodea el lugar de trabajo pueden correr riesgo de
verse expuestos a los riesgos que hay en el lugar de trabajo.

 Los empleadores tienen la responsabilidad moral, y a menudo jurídica, de proteger a


sus trabajadores.

 En todo el mundo son frecuentes los accidentes y las enfermedades relacionados con
el trabajo, que a menudo tienen múltiples consecuencias negativas directas e
indirectas para los trabajadores y sus familias. Un solo accidente o una mera
enfermedad puede acarrear enormes pérdidas financieras para los trabajadores y los
empleadores.
 Unos programas eficaces de salud y seguridad en el lugar de trabajo pueden ayudar a
salvar vidas de trabajadores al disminuir los riesgos y sus consecuencias. Los
programas eficaces también pueden tener consecuencias positivas en la moral y la
productividad de los trabajadores y ahorrar mucho dinero a los empleadores.

II. La amplitud del problema en el mundo


A. Los accidentes
En general, puede decirse que en la mayoría de los países industrializados han mejorado la
salud y la seguridad en el lugar de trabajo en los últimos 20 a 30 años; en cuanto a la
situación de los países en desarrollo, es relativamente incierta, en gran medida por las
carencias y los fallos de la detección y el reconocimiento de los accidentes y enfermedades;
de los registros y de los mecanismos de transmisión de informes.
Se calcula que al año se producen en el mundo 120 millones de accidentes laborales y que
200.000 de ellos ocasionan la muerte. (Como en muchos países no existen registros
fidedignos ni mecanismos de transmisión de informes, cabe suponer que las cifras son en
realidad mucho más elevadas.) El número de accidentes mortales de los países en desarrollo
es muy superior al de los países industrializados, diferencia que se debe fundamentalmente
a la existencia de mejores programas de salud y seguridad, a la mejora de los servicios de
primeros auxilios y médicos de los países industrializados y a la participación activa de los
trabajadores en la adopción de decisiones sobre los problemas de salud y seguridad.
Algunas de las industrias que tienen en el mundo el riesgo más elevado de accidentes son:
la minería, la agricultura - comprendidas la silvicultura y la explotación forestal - y la
construcción.
Cómo determinar la causa de un accidente
En algunos casos, es fácil determinar la causa de un accidente laboral, pero muy a menudo
hay una cadena oculta de hechos que han producido el accidente que ha provocado la lesión
del trabajador. Por ejemplo, a menudo los accidentes se deben indirectamente a la
negligencia del empleador, que puede no haber formado adecuadamente al trabajador, o de
un proveedor que facilita informaciones erróneas sobre un producto, etc. Las elevadas tasas
de accidentes mortales de los países en desarrollo subrayan la necesidad de programas de
formación en salud y seguridad laborales que se centren en la prevención. Es asimismo
importante promover el desarrollo de servicios de salud laboral, entre otras cosas mediante
la formación de doctores que detecten las enfermedades profesionales en sus primeras
fases.

B. Las enfermedades
La exposición
a riesgos en el
lugar de
trabajo puede
provocar
graves
enfermedades.

Desde hace muchos años se conocen algunas enfermedades laborales, que afectan a los
trabajadores de distinta manera según la índole del riesgo, la vía de la exposición, la dosis,
etc. Algunas de las enfermedades laborales más conocidas son:

 la asbestosis (causada por el asbesto o amianto, material utilizado habitualmente en


aislamientos, guarniciones de frenos de automóviles, etc.);
 la silicosis (ocasionada por el sílice, habitual en la minería, el pulimentado con
chorro de arena, etc.);
 el saturnismo (causado por el plomo, material habitual en las fábricas de pilas y
baterías, de pinturas, etc.);
 y la pérdida de audición provocada por el ruido (habitual en muchos lugares de
trabajo, entre ellos los aeropuertos, y en lugares de trabajo en que se utilizan
máquinas ruidosas, como prensas o taladradoras, etc.).
Hay además distintos problemas de salud que pueden llegar a ser graves y que cabe achacar
a malas condiciones de trabajo, entre ellos:

 las enfermedades cardíacas;


 las enfermedades del sistema oseomuscular, por ejemplo, lesiones permanentes de la
espalda o trastornos musculares;
 las alergias;
 los problemas de la función reproductora;
 los trastornos que provoca la tensión.
Muchos países en desarrollo comunican únicamente la existencia de un pequeño número de
trabajadores que padecen enfermedades relacionadas con el trabajo. Esas cifras parecen
inferiores a la realidad por distintos motivos, entre otros:

 la insuficiencia o la inexistencia de mecanismos de trasmisión de informes;


 la inexistencia de servicios de sanidad laboral;
 la falta de médicos y profesionales de la sanidad capaces de detectar las
enfermedades relacionadas con el trabajo.
Por éstos y otros motivos, cabe presumir que, en realidad, el número de trabajadores que
padecen enfermedades profesionales es muy superior. De hecho, en general, aumenta el
número de casos y tipos de enfermedades laborales, en lugar de disminuir, tanto en los
países en desarrollo como en los países industrializados.
Cómo determinar la causa de una enfermedad laboral
A menudo es difícil determinar la causa de las enfermedades relacionadas con el trabajo,
entre otros motivos por el período de latencia (es decir, el hecho de que pueden pasar años
antes de que la enfermedad produzca un efecto patente en la salud del trabajador). Cuando
se detecta la enfermedad, puede ser demasiado tarde para tratarla o para determinar a qué
riesgos estuvo expuesto el trabajador en otros tiempos. Otros factores, como el cambio de
trabajo, o el comportamiento del personal (p. ej., fumar o ingerir bebidas alcohólicas)
agravan aún más la dificultad de vincular las exposiciones acaecidas en el lugar de trabajo a
la aparición de una enfermedad.
Aunque hoy día se conocen mejor que anteriormente algunos riesgos laborales, todos los
años aparecen nuevos productos químicos y tecnologías que presentan riesgos nuevos y a
menudo desconocidos para los trabajadores y la comunidad. Estos riesgos nuevos y
desconocidos constituyen graves problemas para los trabajadores, los empleadores, los
instructores y los científicos, es decir, para todos quienes se ocupan de la salud de los
trabajadores y de las consecuencias que los agentes de riesgo tienen en el medio ambiente.

Puntos que hay que recordar acerca de la


amplitud del problema en el mundo
 Al año se producen como mínimo 120 millones de accidentes laborales en el mundo,
de los que por lo menos 200.000 son mortales.

 En los países en desarrollo se producen más accidentes mortales que en los países
industrializados, lo que aumenta la necesidad de programas de formación en salud y
seguridad centrados en la prevención.

 Desde hace muchos años se conocen algunas enfermedades profesionales que afectan
a los trabajadores de distintas maneras. Esas enfermedades todavía son un problema
en todas las partes del mundo.

 El número de enfermedades relacionadas con el trabajo existentes en los países en


desarrollo es mucho más elevado que las cifras que se comunican.
 Tanto en los países en desarrollo como en los países industrializados aumentan los
números de casos y tipos de enfermedades laborales.

 A menudo es difícil determinar la causa de los accidentes y enfermedades laborales.

III. Los distintos tipos de riesgos


En casi todos los lugares de trabajo se puede hallar un número ilimitado de riesgos. En
primer lugar están las condiciones de trabajo inseguras patentes, como las máquinas no
protegidas, los suelos deslizantes o las insuficientes precauciones contra incendios, pero
también hay distintas categorías de riesgos insidiosos (es decir, los riesgos que son
peligrosos pero que no son evidentes), entre otras:

 los riesgos químicos a que dan lugar líquidos, sólidos, polvos, humos, vapores y
gases;
 los riesgos físicos, como los ruidos, las vibraciones, la insuficiente iluminación, las
radiaciones y las temperaturas extremadas;
 los riesgos biológicos, como las bacterias, los virus, los desechos infecciosos y las
infestaciones;
 los riesgos psicológicos provocados por la tensión y la presión;
 los riesgos que produce la no aplicación de los principios de la ergonomía, por
ejemplo, el mal diseño de las máquinas, los instrumentos y las herramientas que
utilizan los trabajadores; el diseño erróneo de los asientos y el lugar de trabajo o
unas malas prácticas laborales.
La mayoría de los trabajadores se enfrentan a distintos riesgos de esta índole en el trabajo.
Así, por ejemplo, no es difícil imaginar un lugar de trabajo en el que una persona esté
expuesta a productos químicos, máquinas no protegidas y ruidosas, temperaturas elevadas,
suelos deslizantes, etc., al mismo tiempo. Piense en su lugar de trabajo. ¿Hay en él distintos
riesgos?
A menudo, el
propio lugar de
trabajo es
peligroso.

Se pueden
concebir los
procedimientos de
trabajo de
manera que se
eviten accidentes
y enfermedades.
Hay que suprimir
los riesgos del
lugar de trabajo.

Los trabajadores no crean los riesgos; en muchos casos, los riesgos están ya en el lugar de
trabajo. La labor del sindicato en materia de salud y seguridad laborales consiste en cuidar
de que el trabajo sea más seguro modificando el lugar de trabajo y cualesquiera
procedimientos de trabajo inseguros que existan. Es decir, que la solución consiste en
suprimir los riesgos, no en esforzarse en que los trabajadores se adapten a unas
condiciones inseguras. Exigir a los trabajadores que lleven ropa de protección que no sea
adecuada al clima de su región es un ejemplo de cómo se puede obligar a los trabajadores a
tratar de adaptarse a condiciones inseguras, pasando la responsabilidad de la dirección al
propio trabajador.
Es importante que los sindicatos mantengan esta posición, porque muchos empleadores
echan la culpa a los trabajadores cuando se produce un accidente, diciendo que los
trabajadores son negligentes, actitud que implica que se podría hacer que el trabajo fuese
más seguro si los trabajadores cambiasen de comportamiento o si los empleadores
contratasen únicamente a trabajadores que nunca cometiesen errores. Todo el mundo
comete errores - así es el ser humano -, pero los trabajadores no deben pagar los errores con
la vida. Haciendo que los trabajadores tengan mayor conciencia de la seguridad no dejan de
producirse accidentes. La conciencia de la seguridad puede ayudar a ello, pero no suprime
los procedimientos ni las condiciones de trabajo inseguros. La prevención de accidentes y
enfermedades más eficaz se inicia cuando los procedimientos de trabajo se encuentran
todavía en la fase de concepción, cuando en el procedimiento de trabajo se pueden
implantar condiciones de seguridad.

Puntos que hay que recordar


a propósito de los distintos
riesgos
 En casi todos los lugares de trabajo se puede encontrar un número ilimitado de
riesgos, que van desde las condiciones de trabajo inseguras evidentes e insidiosas a
riesgos menos patentes.

 A menudo los riesgos son inherentes al lugar de trabajo y, por consiguiente, los
sindicatos deben velar por que se supriman, en lugar de esforzarse en que los
trabajadores se adapten a unas condiciones laborales inseguras.

 La prevención de accidentes y enfermedades más eficaz se inicia cuando los


procedimientos de trabajo se hallan todavía en la fase de concepción, cuando se
pueden implantar condiciones de seguridad en los procedimientos de trabajo.

IV. La importancia del empeño de la dirección


Para que un
programa de
salud y
seguridad
tenga éxito es
necesario un
firme empeño
de la
dirección y la
participación
de los
trabajadores.

Para concebir un programa de salud y seguridad que dé buenos resultados es esencial que la
dirección se comprometa firmemente y que los trabajadores participen activamente en el
esfuerzo por crear y mantener un lugar de trabajo seguro y saludable. Una dirección eficaz
aborda todos los riesgos relacionados con el trabajo, no sólo los mencionados en los
reglamentos oficiales.
Todos los niveles de la dirección deben hacer de la salud y la seguridad una prioridad.
Deben hacerlo saber acudiendo al lugar de trabajo a hablar con los trabajadores acerca de
sus preocupaciones y observar los procedimientos y equipo que se utilizan. En cada lugar
de trabajo, deben estar claras las líneas jerárquicas y los trabajadores deben saber quién es
responsable de las distintas cuestiones de salud y seguridad.

Puntos que hay que recordar acerca de la


importancia del compromiso de la dirección
 Un compromiso firme de la dirección y una activa participación de los trabajadores
son elementos necesarios para un programa de salud y seguridad en el lugar de
trabajo que dé buenos resultados.

 Una dirección eficaz aborda todos los riesgos relacionados con el trabajo, no sólo
losmencionados en los reglamentos oficiales, y se comunica con los trabajadores.

V. La importancia de la formación

Una
formación
eficaz es un
elemento
esencial de
todo
programa de
salud y
seguridad.

A menudo, los obreros tienen problemas relacionados con el trabajo y no se dan cuenta de
que esos problemas guardan una relación con su actividad laboral, sobre todo si una
enfermedad profesional, por ejemplo, se encuentra en sus primeras fases. Además de los
otros beneficios evidentes de la formación, como la adquisición de aptitudes,
reconocimiento de los riesgos, etc., un programa exhaustivo de formación en cada lugar de
trabajo ayudará a los trabajadores a:

 reconocer los signos/síntomas tempranos de las posibles enfermedades laborales


antes de que se conviertan en crónicas;
 evaluar el entorno laboral;
 insistir en que la dirección efectúe cambios antes de que surjan situaciones
peligrosas.

Puntos que hay que recordar


acerca de la importancia de la
formación
Un programa exhaustivo de formación en salud y seguridad en cada lugar de trabajo, además
de otros beneficios más evidentes, ayuda a los trabajadores a reconocer los signos/síntomas
tempranos de posibles enfermedades profesionales antes de que se conviertan en crónicas; a
evaluar su entorno laboral; y a insistir en que la dirección efectúe cambios antes de que
surjan condiciones peligrosas.

VI. La función del delegado de salud y seguridad

Una delegada
de salud y
seguridad

Como delegado de salud y seguridad su función consiste en intervenir dinámicamente (es


decir, actuar antes de que los riesgos se conviertan en un problema) para evitar que los
trabajadores estén expuestos a riesgos laborales. Puede hacerlo velando por que la dirección
suprima los riesgos o los mantenga bajo control si no se pueden eliminar.
Entre las medidas que le ayudarán a alcanzar estas metas están las siguientes:

 Manténgase bien informado acerca de los distintos riesgos de su lugar de trabajo y


las posibles soluciones para eliminarlos o controlarlos.

 Colabore con su sindicato y el empleador para detectar y combatir los riesgos.

 Aunque estos módulos han sido concebidos para proteger a los trabajadores, en
algunos casos convendrá que comparta parte de esta información con sus
supervisores y empleador para que todos colaboren en pro de un lugar de trabajo
seguro y saludable.
No siempre es fácil ser delegado y salud y seguridad, pero ayudar a proteger las vidas
de los colegas es una tarea a la que merece la pena dedicar todo el tiempo y los
esfuerzos que usted le consagra.
Recurra a
todas las
fuentes posibles
de información
acerca de los
riesgos posibles
o existentes en
su lugar de
trabajo.
VII. Resumen
Sea cual fuere su ocupación, los trabajadores pueden verse enfrentados a
múltiples riesgos en sus lugares de trabajo. La salud y la seguridad laborales
tratan de la amplia gama de riesgos del lugar de trabajo, desde la prevención de
los accidentes a los riesgos más insidiosos, por ejemplo, los humos tóxicos, el
polvo, el ruido, el calor, la tensión, etc. Evitar las enfermedades y los accidentes
relacionados con el trabajo debe ser la finalidad de los programas de salud y
seguridad laborales, en lugar de tratar de resolver los problemas una vez que ya
hayan surgido.

Los riesgos en el lugar de trabajo puede asumir formas muy distintas, entre
otras, químicas, físicas, biológicas, psicológicas, falta de aplicación de los
principios de la ergonomía, etc. A causa de la multitud de riesgos existentes en
la mayoría de los lugares de trabajo y de la falta general de atención que
muchos empleadores prestan a la salud y la seguridad, los accidentes y las
enfermedades relacionadas con el trabajo siguen siendo problemas graves en
todas las partes del mundo y, por consiguiente, los sindicatos deben insistir en
que los empleadores combatan los riesgos en su fuente y no obliguen a los
trabajadores a adaptarse a unas condiciones inseguras.

El compromiso de la dirección respecto de la salud y la seguridad y la activa


participación de los trabajadores son dos elementos esenciales de todo programa
de salud y seguridad en el lugar de trabajo. La prevención más eficaz de los
accidentes y de las enfermedades se inicia cuando los procedimientos de trabajo
se hallan todavía en la fase de concepción.

Ejercicio. Determinar los riesgos existentes en el lugar de


trabajo
Nota para el instructor

Para este ejercicio, pida a los alumnos que trabajen en grupos reducidos de dos
o tres personas. Entregue varias de las ilustraciones del texto a cada grupo. Le
hará falta además un papelógrafo (o algunas hojas grandes de papel pegadas a la
pared) y rotuladores o una pizarra y tizas.

Instrucciones

Las ilustraciones que figuran a continuación muestran distintos lugares de


trabajo en los que se pueden encontrar diversos riesgos. Pida a los alumnos que
los contemplen e imaginen qué tipos de problemas puede haber en cada lugar de
trabajo. Escriba las respuestas de los alumnos para cada lugar de trabajo en un
papelógrafo o pizarra. Algunos de los principales riesgos de cada uno de estos
trabajos figuran a continuación.

Cuando hayan terminado de analizar los trabajos que figuran en las


ilustraciones, hable de los riesgos en los lugares de trabajo de los alumnos.
Estos deben analizar las preguntas que figuran en la sección "En su lugar de
trabajo", que viene más adelante.

Analice los peligros que pueden suponer estos trabajos

 Soldador - Un soldador puede quemarse con las chispas y siempre hay el peligro de
que el trabajo provoque un incendio. Está el problema de la luz intensa, que puede
dañar permanentemente la vista, y el de los humos que produce el trabajo, que
pueden dañar los pulmones.

 Mecánico - Según la índole concreta de las labores que realiza un mecánico, puede
haber problemas de seguridad por cortes y caídas, etc., y exposición a riesgos
químicos: grasas, disolventes, amianto y humos de evacuación. Los mecánicos
pueden tener además problemas de espalda y de columna vertebral y del sistema
oseomuscular porque tienen que alzar piezas pesadas o estar inclinados durante
mucho tiempo.
 

 Trabajador portuario - También en este caso los riesgos dependen en gran medida
de la índole del trabajo y en concreto de la carga que se maneje. A menudo, los
trabajadores portuarios desconocen el carácter peligroso de la carga. Puede haber
una indicación en un lado de una caja o bulto, pero la información puede no estar en
su idioma o redactada con palabras que no signifiquen gran cosa para el trabajador
normal. También es importante en qué condición esté la carga, pues unos recipientes
que tengan fugas o unas bolsas rajadas pueden ser muy peligrosos para quienes los
manipulen. Otros riesgos son caídas, cortes, problemas de la espalda y del sistema
oseomuscular y choques con vehículos a gran velocidad, como carretillas,
elevadoras o camiones de reparto.
 

 Trabajadores del textil - Los trabajadores del textil se enfrentan a distintos


problemas. En primer lugar, está el problema de la seguridad ante el gran número de
máquinas entre las que se mueven y que a menudo no están protegidas, y el riesgo
de incendios por la abundancia de materiales combustibles en el lugar de trabajo. A
ellos se suman los riesgos del ruido y las vibraciones. También hay exposición a
polvo procedente de las materias trabajadas, que puede afectar gravemente a los
pulmones. La exposición al polvo de algodón puede producir la enfermedad laboral
denominada bisinosis.

 Conductor de tractor - Uno de los problemas más graves de los tractores es que a
menudo se vuelcan y, si no llevan cabinas de seguridad, es fácil que el conductor
quede aplastado. Otros problemas son el ruido, las vibraciones y la exposición a
herbicidas y plaguicidas químicos cuando se pulveriza desde el tractor.
 

 Jornaleros agrícolas - Cuando pulveriza los cultivos, el jornalero puede verse


expuesto a productos químicos peligrosos contenidos en el recipiente de
pulverización. Muchos plaguicidas y herbicidas que han sido prohibidos en algunos
países por sus consecuencias tóxicas se siguen utilizando en muchos países en
desarrollo. Si la pulverización se efectúa en un día con viento, la nube puede ser
respirada y pasar a los pulmones y pegarse a la piel, donde puede ocasionar daños.
También la puede absorber el organismo a través de la piel.

 Obrero de una cadena de montaje de una fábrica de productos electrónicos - Un


obrero de una cadena de montaje de una fábrica de productos electrónicos puede
padecer problemas de la vista por efectuar una labor muy minuciosa, a menudo con
mala iluminación. Como estos trabajadores aún permanecen sentados durante largo
tiempo en asientos mal diseñados, también pueden padecer problemas de espalda y
del sistema oseomuscular. Algunos trabajadores tienen el peligro de los humos del
soldador o "rebabas" de soldador en el ojo cuando las rebabas del material soldado
se cortan con alicates.

 Empleado de oficina - Muchas personas piensan que los empleados de oficina no


tienen problemas de salud y seguridad, lo cual está muy lejos de ser cierto. La
tensión es una de las quejas más habituales, así como la exposición a riesgos
químicos procedentes de máquinas de oficina, como las fotocopiadoras. La mala
iluminación, el ruido y los asientos y taburetes mal diseñados también pueden
causar problemas.

 
 Trabajadores de la construcción - Los trabajadores de la construcción corren muy
distintos peligros, en particular problemas de seguridad como caídas, resbalones,
tropezones, cortes, y ser alcanzados por objetos que se caen. También hay el peligro
que supone trabajar a gran altura, a menudo sin equipo de seguridad adecuado,
problemas del sistema oseomuscular por tener que levantar objetos pesados y los
peligros que comporta la exposición a máquinas ruidosas.

 
 Minero - Los riesgos de la
minería son suficientemente conocidos y consisten en el peligro constante de los
polvos, los incendios, las explosiones y la electrocución, además de los peligros que
entrañan la vibraciones, las temperaturas extremadas, el ruido, los resbalones, las
caídas, los cortes, etc.
 

Nota para el instructor


Puesto que los alumnos ya han empezado a analizar los posibles riesgos de distintos lugares
de trabajo, pídales que analicen y discutan los riesgos de sus lugares de trabajo. Los
alumnos deben responder a las siguientes preguntas acerca de sus lugares de trabajo:

 Describa el trabajo que realiza.

 ¿Qué riesgos sabe que existen en su lugar de trabajo?

 ¿Hay otras condiciones de su trabajo que sospecha usted que pueden ser peligrosas
pero que no está seguro de que lo sean?
UNIDAD 2
Seguridad en la utilización de productos químicos en el trabajo

El Programa Internacional para el Mejoramiento de las Condiciones y Medio Ambiente deTrabajo (PIACT)
fue lanzado por la OIT en 1976, a solicitud de la Conferencia Internacional del Trabajo y luego de amplias
consultas con sus Estados Miembros.
La finalidad del Programa es promovery respaldarel establecimiento y la consecución en
los Estados Miembros de objetivos claramente definidos para «hacer más humano el
trabajo». Por consiguiente, intenta mejorar la calidad de la vida laboral en todos sus
aspectos mediante, entre otras cosas, la prevención de los accidentes del trabajo y las
enfermedades profesionales, la difusión y aplicación de los principios de la ergonomía, el
ordenamiento del tiempo de trabajo, el mejoramiento del contenido y la organización de las
tareas y de las condiciones de trabajo en general, y esfuerzos tendientes a que en la
transmisión de tecnología se preste más atención al factor humano. Para alcanzar estas
metas, el Programa emplea los medios de acción tradicionales de la OIT:
- la elaboración de nuevas normas internacionales del trabajo y la revisión de las exis
tentes;
- actividades prácticas, como el envío, a petición de los Estados Miembros, de equipos
multidisciplinarios para que les presten asistencia;
- la organización de reuniones de representantes de los gobiernos, de los empleadores y de los trabajadores, en
particular de reuniones de comisiones de industria para el estudio de los problemas que se plantean en las
industrias más importantes, de reuniones regionales y de reuniones de expertos;

- investigaciones y estudios orientados hacia la acción práctica;

- el intercambio de informaciones, sobre todo por conducto del Centro Internacional de


Información sobre Seguridad e Higiene del Trabajo y del Programa de difusión de
informaciones sobre condiciones de trabajo.
Esta obra surgió de un proyecto realizado en el marco del PIACT.

Prefacio
En la actualidad, la utilización de productos químicos se ha extendido a prácticamente todas
las ramas de actividad, de modo que existen ciertos riesgos en numerosos lugares de trabajo
de todo el mundo. Se cuentan por millares las sustancias químicas que se utilizan en
grandes cantidades y cada año se introducen muchos nuevos productos en el mercado. Por
tales razones, constituye una tarea urgente la adopción de un enfoque sistemático de la
seguridad en la utilización de productos químicos en el trabajo.
Para un control efectivo de los riesgos químicos en el lugar de trabajo, se requiere contar
con un adecuado flujo de información sobre sus peligros y las medidas de seguridad que
deben tomarse, entre quienes fabrican o importan productos químicos y quienes los utilizan.
A este flujo de información debe sumársele el esfuerzo cotidiano de los empleadores para
que se adopten y se apliquen las medidas necesarias con el fin de proteger a los
trabajadores, la población y el medio ambiente.
De conformidad con las decisiones adoptadas por el Consejo de Administración de la
Oficina Internacional del Trabajo en su 250.a reunión (mayo-junio de 1991), se convocó
una reunión de expertos en Ginebra, del 24 de marzo al 1.0 de abril de 1992, para elaborar
un repertorio de recommendaciones prácticas sobre la seguridad en la utilización de
productos químicos en el trabajo. En la reunión participaron siete expertos designados por
consulta previa con los gobiernos; siete, por consulta previa con el Grupo de los
Empleadores, y siete, por consulta previa con el Grupo de los Trabajadores del Consejo de
Administración1.
Esta reunión de expertos examinó y aprobó el repertorio de recomendaciones prácticas, que
se basó sobre un texto preparado por la Oficina. El repertorio suministra orientaciones para
la aplicación del Convenio (núm. 170) y de la Recomendación (núm. 177) sobre los
productos químicos, 1990, y no se propone de modo alguno para disuadir a las autoridades
competentes respecto de la adopción de normas de mayores exigencias.
Las recomendaciones prácticas del presente repertorio están destinadas a quienes tienen
responsabilidades en la utilización de productos químicos en el trabajo. No tienen por
objeto reemplazar las disposiciones legislativas o reglamentarias nacionales, ni las normas
vigentes. Han sido elaboradas con el propósito de suministrar orientaciones a quienes
puedan estar comprendidos en el marco de disposiciones relativas a la utilización de
productos químicos en el trabajo; es decir, autoridades competentes, direcciones de
empresas que suministren o en las que se utilicen productos químicos, y servicios de
urgencia. Asimismo, el repertorio debería ofrecer directrices a proveedores y a las
organizaciones de empleadores y de trabajadores.
Las circunstancias locales y la disponibilidad de recursos financieros y técnicos
determinarán la rapidez y el alcance de su aplicación. Asimismo, las disposiciones de este
repertorio deberían interpretarse en el contaxto de las condiciones del país que ha de utilizar
esta información. Al respecto, se han tomado en consideración las necesidades de los países
en desarrollo.
La publicación del texto de este repertorio fue aprobada por el Consejo de Administración
de la OIT en su 253.a reunión (mayo-junio de 1992).

1. Disposiciones generales
1.1. Objetivo
1. 1. 1. El objetivo del presente repertorio de recomendaciones prácticas es proteger a los
trabajadores de los riesgos inherentes a los productos químicos, prevenir o disminuir la
incidencia de las enfermedades y accidentes causados al utilizar productos químicos en el
trabajo y, en consecuencia, contribuir a la protección del público en general y del medio
ambiente; con tal fin se presentan recomendaciones para:

 garantizar que todos los productos químicos de uso en el trabajo, incluidas las
impurezas, los subproductos, los productos intermedios y desechos que puedan
producirse, sean evaluados a fin de determinar los riesgos que presentan;
 asegurar que se proporcionen a los empleadores sistemas adecuados que les
permitan obtener de los proveedores información sobre los productos químicos
utilizados en el trabajo, de manera que puedan poner en práctica programas eficaces
de protección de los trabajadores contra los riesgos de los productos químicos;
 proporcionar a los trabajadores informaciones acerca de los productos químicos
utilizados en sus lugares de trabajo y acerca de las medidas adecuadas de
prevención que les permitan participar eficazmente en los programas de seguridad;
 establecer las orientaciones básicas de dichos programas para garantizar la
utilización de los productos químicos en condiciones de seguridad;
 establecer disposiciones especiales para proteger la información confidencial, cuyo
conocimiento por parte de un competidor podría resultar perjudicial para la
actividad del empleador, a condición de que la seguridad y la salud de los
trabajadores no se vean comprometidas.
1.1.2. Este repertorio proporciona orientaciones prácticas para el cumplimiento de las
disposiciones del Convenio (núm. 170) y de la Recomendación (núm. 177) sobre la
seguridad en la utilización de los productos químicos en el trabajo, 1990, y no tiene por
finalidad limitar la facultad de las autoridades competentes para adoptar normas más
restrictivas.

1.2. Aplicación
1.2.1. Este repertorio se aplica a toda actividad laboral en que se utilizan productos
químicos, excepto a aquellas ramas de actividad económica, empresas o productos
específicamente excluidos de la aplicación de este repertorio por la autoridad competente.
1.2.2. Este repertorio debería aplicarse también a aquéllas personas que realizan un trabajo
por cuenta propia y a los trabajadores a domicilio según se define en la legislación o en los
reglamentos nacionales, quienes pueden verse afectados por la utilización de productos
químicos en el ejercicio de su actividad laboral, y en cuyo caso la utilización de productos
químicos puede tener consecuencias para la salud y la seguridad de otros trabajadores.
1.2.3. Las disposiciones de este repertorio deberían consi derarse como requisitos básicos
en materia de prevención o disminución de los riesgos que la utilización de productos
químicos peligrosos entraña para la salud y la seguridad de los trabajadores. La autoridad
competente debería consultar a las organizaciones más representativas de empleadores y de
trabajadores interesadas, acerca de las medidas para dar pleno efecto a las disposiciones del
Convenio núm. 170 y de la Recomendación núm. 177.
1.2.4. Queda excluida del ámbito de aplicación de este repertorio la utilización de aquellos
artículos que, en condiciones de utilización normales o razonablemente previsibles, no
exponen a los trabajadores a un producto químico peligroso.
1.2.5. El repertorio tampoco es aplicable a los organismos, aunque sí se aplica a los
productos químicos derivados de los organismos.
1.2.6. Este repertorio contiene disposiciones relativas a la evaluación, controles,
verificaciones y registros en materia de seguridad en la utilización de los productos
químicos, así como a las medidas en caso de urgencia y sobre la notificación de
declaraciones. Cuando se utilizan productos químicos peligrosos, el empleador debería
tener acceso a un servicio de salud en el trabajo o constituir uno, acorde con los principios y
objetivos fijados en el Convenio (núm. 161) y la Recomendación (núm. 171) sobre los
servicios de salud en el trabajo, 1985. Cuando sea posible, el servicio de salud en el trabajo
debería proporcionar al empleador orientaciones sobre la aplicación de las disposiciones de
este repertorio, teniendo en cuenta la legislación y la práctica nacionales, ayudándolo así a
cumplir con las responsabilidades generales que le incumben en virtud de la sección 2.2
(responsabilidades generales de los empleadores) y asesorándolo sobre la necesidad de
vigilar la salud de los trabajadores.
1.2.7. En los casos en que los trabajadores están expuestos a radiaciones ionizantes como
consecuencia de la utilización de productos químicos radiactivos, se deberían aplicar las
disposiciones del repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT titulado Protección de
los trabajadores contra las radiaciones (radiaciones ionizantes) (Ginebra, 1987).

1.3. Definiciones
Actividad laboral. Todas las ramas de la actividad económica en que están empleados
trabajadores, incluida la administración pública.
Artículo. Todo objeto que sea fabricado con una forma o un diseño específicos, o que se
presenta en su forma natural, y cuya utilización dependa total o parcialmente de las
características de forma o diseño.
Autoridad competente. Todo ministro, departamento ministerial o cualquier otra autoridad
pública facultada para dictar reglamentos, órdenes u otras instrucciones que tengan fuerza
de ley.
Productos químicos. Los elementos y compuestos químicos, y sus mezclas, ya sean
naturales o sintéticos.
Productos químicos peligrosos. Todo producto químico que haya sido clasificado como
peligroso de conformidad con el artículo 6 del Convenio núm. 170, o respecto del cual
existan informaciones pertinentes que indiquen que entraña un riesgo.
Representantes de los trabajadores. Las personas reconocidas como tales por la legislación
o la práctica nacionales, de conformidad con el Convenio sobre los representantes de los
trabajadores, 1971 (núm. 135).
Utilización de productos químicos en el trabajo. Toda actividad laboral que podría exponer
a un trabajador a un producto químico, comprendidos: a) la producción de productos
químicos; b) la manipulación de productos químicos; c) el almacenamiento de productos
químicos; d) el transporte de productos químicos; e) la eliminación y el tratarniento de los
desechos de productos químicos; f) la emisión de productos químicos resultante del trabajo;
g) el mantenimiento, la reparación y la limpieza del equipo y de los recipientes utilizados
para los productos químicos.

2. Obligaciones, responsabilidades y deberes generales


2.1. Funciones y obligaciones de la autoridad competente
2.1.1. La autoridad competente debería formular y consignar una política coherente en
materia de seguridad en la utilización de productos químicos en el trabajo, teniendo
presentes las condiciones y la práctica nacionales y consultando a las organizaciones más
representativas de empleadores y de trabajadores interesadas. Esta manera de proceder
debería ser parte de la política nacional en materia de seguridad y salud de los trabajadores
y medio ambiente de trabajo estipulada en el Convenio sobre seguridad y salud de los
trabajadores, 1981 (núm. 155). Según los lineamientos de esta política, los criterios para la
utilización de los productos químicos en el trabajo deberían ser compatibles, tanto como sea
posible, con la protección del público en general y del medio ambiente, así como con los
demás criterios establecidos con tal objeto.
2.1.2. La autoridad competente debería revisar las medidas y la práctica nacionales
existentes, previa consulta con las organizaciones más representativas de empleadores y de
trabajadores interesadas, a fin de asegurarse de que la utilización de los productos químicos
en el trabajo se efectúa en condiciones de seguridad, y para ello debería comparar tales
medidas y prácticas con los reglamentos, normas y sistemas internacionales, así como con
las medidas y prácticas recomendadas en este repertorio.
2.1.3. Habida cuenta de la política y de la revisión indicadas, la autoridad competente
debería, previa consulta con las organizaciones más representativas de empleadores y de
trabajadores interesadas, formular y poner en práctica las medidas necesarias, es decir,
entre otras, una legislación, normas y criterios encaminados a regular la seguridad en la
utilización de los productos químicos en el trabajo a fin de dar cumplimiento a lo dispuesto
en el Convenio núm. 170 y en la Recomendación núm. 177, así como a los principios de
aplicación satisfactoria de las recomendaciones prácticas que contiene este repertorio, de
conformidad con los reglamentos, normas y sistemas internacionales.
2.1.4. La autoridad competente debería, previa consulta con las organizaciones más
representativas de empleadores y de trabajadores interesadas, revisar periódicamente la
política declarada y las medidas existentes para llevarla a la práctica, y proceder a todo
cambio que juzgue necesario en la legislación, las normas y los criterios, teniendo presentes
las condiciones nacionales vigentes, y de conformidad con los reglamentos, normas y
sistemas internacionales.
2.1.5. La autoridad competente debería velar por que se garantice el cumplimiento de la
legislación y de los reglamentos relativos a la seguridad en la utilización de los productos
químicos en el trabajo mediante un sistema de inspección idóneo. Se deberían prever
sanciones adecuadas en caso de infracción de tales leyes y reglamentos.
2.1.6. La autoridad competente debería estar facultada, si ello se justifica por motivos de
seguridad y salud, para:

 prohibir o restringir la utilización de ciertos productos químicos peligrosos, o


 exigir una notificación y una autorización previas a la utilización de dichos
productos.
Cuando se prohíban todas o algunas de las formas de utilización de los
productos químicos peligrosos por motivos relacionados con la seguridad y la
salud en el trabajo, el Estado exportador debería informar a cada país
importador acerca de esta prohibición y de las razones que la motivan. Los
estados deberían designar una autoridad competente encargada de intercambiar
informaciones sobre las decisiones relativas a la importación y a la exportación
de productos químicos. Se pueden encontrar orientaciones en las Directrices de
Londres para el intercambio de información acerca de productos químicos
objeto de comercio internacional, preparadas por el Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

2.1.7. La autoridad competente debería estar facultada para determinar las categorías de
trabajadores que, por motivos de salud y de seguridad, no están autorizados a utilizar
ciertos productos químicos o están autorizados a hacerlo únicamente en las condiciones
prescritas de conformidad con la legislación o los reglamentos nacionales.
2.1.8. La autoridad competente, o los organismos aprobados o reconocidos por la autoridad
competente, deberían establecer:

 sistemas y criterios específicos apropiados para clasificar los productos químicos en


función del tipo y del grado de los riesgos físicos y para la salud que entrañan;
 sistemas y criterios específicos para evaluar la pertinencia de las informaciones
necesarias con el fin de determinar la peligrosidad de los productos químicos;
 requisitos 1 para el marcado y etiquetado de los productos químicos, habida cuenta
de la necesidad de armonizar dichos sistemas a nivel internacional. En el caso del
transporte deberían tenerse en consideración las Recomendaciones de las Naciones
Unidas relativas al transporte de mercancías peligrosas;
 criterios para determinar la información que ha de figurar en las fichas de datos de
seguridad proporcionadas a los empleadores.
La autoridad competente debería fijar las normas adecuadas para determinar
estos criterios y requisitos, pero no se pretende que ella misma tenga que
realizar tareas técnicas ni pruebas de laboratorio.

2.1.9. Se deberían extender de manera progresiva los sistemas de clasificación y su


aplicación, teniendo en cuenta la armonización con los sistemas internacionalmente
reconocidos. La autoridad competente debería disponer lo necesario para establecer y
actualizar con periodicidad una lista integrada de los elementos químicos y sus compuestos
utilizados en el trabajo, junto con la información pertinente sobre sus riesgos. En la medida
de lo posible, para establecer y actualizar dicha lista se podrán utilizar las listas elaboradas
por otras autoridades nacionales a partir de los requisitos de notificación antes de la fabri
cación y de la venta.
2. 1.10. La autoridad competente debería pedir a los fabricantes e importadores que le
transmitan la información sobre los criterios particulares utilizados para evaluar los riesgos
que entrañan los elementos químicos y sus compuestos que todavía no estén inscritos en la
lista integrada, establecida por la autoridad competente. Antes de que los productos
químicos se utilicen en el trabajo, el fabricante o el importador que tenga la intención de
colocar nuevos productos químicos en el mercado deberá facilitar la información requerida,
ya sea que los productos químicos se presenten en forma de sustancias individuales o de
compuestos de una mezcla. La autoridad competente podrá especificar la cantidad mínima
de los nuevos productos. químicos para los que se deberá proporcionar información. Se
podrá ejercer una exención respecto de la necesidad de informar sobre todos los
componentes de una mezcla cuando se los utilice en cantidades ínfimas en relación con el
criterio específico deter minado, de modo que ello no afecte a la clasificación del producto
químico, o en caso de que ya se haya facilitado la misma información. Toda información de
carácter confidencial se debería conservar de manera compatible con los requisitos
establecidos en la sección 2.6.
2.1.11. La autoridad competente debería velar por que se establezcan criterios en cuanto a
las medidas que habrán de adoptarse en materia de seguridad de los trabajadores, en espe
cial respecto de:
 la producción y la manipulación de productos químicos;
 el almacenamiento de productos químicos;
 el transporte de productos químicos peligrosos, en cuyo caso los criterios deberían
ser compatibles con la reglamentación nacional o internacional sobre el transporte;
 la eliminación y el tratamiento de productos químicos peligrosos y de residuos
peligrosos, de conformidad con la reglamentación nacional o internacional.
Para lograrlo, la autoridad competente podría valerse de los medios siguientes:

 recurrir a la legislación y los reglamentos nacionales;


 adoptar, aprobar o reconocer normas, repertorios o directrices;
 cuando no los haya, fomentar la adopción de tales normas, repertorios o directrices
por parte de un organismo competente;
 pedir a los empleadores que justifiquen los criterios que aplican en el trabajo
2.1.12. La autoridad competente podría prescribir:

 los productos químicos peligrosos respecto de los cuales se debería vigilar la


exposición de los trabajadores y llevar un registro de la misma;
 los períodos durante los cuales los empleadores han de llevar registros sobre la
vigilancia del medio ambiente de trabajo y de la exposición de los trabajadores;
 los períodos durante los cuales han de conservarse los registros sobre los resultados
de la vigilancia médica de los trabajadores.

2.2. Responsabilidades generales de los empleadores


2.2.1. Los empleadores deberían consignar por escrito la política y las disposiciones
relativas a la seguridad en la utiliza ción de los productos químicos que hayan adoptado
como parte de sus políticas y disposiciones generales en la esfera de la segu ridad y la salud
en el trabajo, así como las distintas responsabili dades que les incumben en virtud de tales
disposiciones, de conformidad con los objetivos y principios establecidos en el Convenio
(núm. 155) y en la Recomendación (núm. 164) sobre seguridad y salud de los trabajadores,
1981. Dicha información debería señalarse a la atención de los trabajadores, en un lenguaje
que éstos puedan comprender fácilmente.
2.2.2. Los empleadores deberían velar por que todos los productos químicos utilizados en el
trabajo sean etiquetados o marcados de acuerdo con lo dispuesto en este repertorio, y por
que los productos químicos peligrosos estén acompañados de fichas de datos de seguridad.
También deberían asegurarse de que se pongan a disposición de los trabajadores y de sus
repre sentantes las fichas de datos de seguridad proporcionadas por el proveedor, o, cuando
éste no lo haga, toda información pertinente de carácter análogo.
2.2.3. Los empleadores que reciban productos químicos:
 que no hayan sido etiquetados o marcados, o
 para los cuales no se han proporcionado fichas de datos de seguridad,
de conformidad con lo dispuesto en este repertorio, no deberían utilizar los
productos químicos hasta obtener la información pertinente del proveedor o de otras
fuentes razonablemente disponibles y hasta que no se haya comunicado tal
información a los trabajadores y a sus representantes. Cuando sea posible, se
deberían utilizar productos químicos no peligrosos o que presenten un bajo índice de
peligrosidad.
2.2.4. Los empleadores deberían mantener un registro de los productos químicos peligrosos
utilizados en el lugar de trabajo, con referencias a las fichas de datos de seguridad
apropiadas. El registro debería ser accesible a todos los trabajadores del lugar de trabajo
que puedan verse afectados por la utilización de tales productos químicos, así como a sus
representantes.
2.2.5. Los empleadores deberían hacer una evaluación de los riesgos inherentes a la
utilización de productos químicos en el trabajo, para cuyo efecto deberían tener en cuenta la
información facilitada por el proveedor o, a falta de ella, la que se haya obtenido de fuentes
razonablemente disponibles, y deberían proteger a los trabajadores adoptando para ello
medidas deprevención apropiadas.
2.2.6. Los empleadores deberían adoptar medidas apropiadas para proteger a los
trabajadores de los riesgos identificados en la evaluación de riesgos realizada. En los casos
en queno sea posible eliminar ni controlar debidamente estos riesgos, los empleadores
deberían proporcionar, sin costo para el trabajador, equipos de protección personal y,
cuando proceda, ropas protectoras, velando por su mantenimiento y poniendo en aplicación
medidas destinadas a asegurar su utilización.
2.2.7. Los empleadores deberían cumplir con las normas, las directrices y los repertorios
apropiados, formulados, aprobados o reconocidos por la autoridad competente en materia
de la seguridad en la utilización de productos químicos.
2.2.8. Los empleadores deberían asegurar una vigilancia adecuada y competente del
trabajo, de las prácticas laborales y de la aplicación y utilización de las medidas de control
estipu ladas.
2.2.9. Los empleadores deberían tomar disposiciones adecuadas para hacer frente a los
incidentes y accidentes que se produzcan en relación con productos químicos; verbigracia,
una exposición accidental a los mismos, una emisión involuntaria, un incendio o una
explosión. Tales disposiciones deberían permitir hacer frente a los riesgos reconocidos, y
consistir, cuando proceda, en el suministro de material de lucha contra incendios, de
alarmas de incendios y en la adopción de medidas para controlar las emisiones. Cuando el
riesgo de que se trate así lo justifique, las medidas de emergencia deberían incluir la evacua
ción del lugar de trabajo y de la localidad.

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