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La escritura, irreductible
a un "codigo"
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mente de enseñar a distinguirlas para facilitar la ortografía. La con El acento circunflejo no enseña nada a nadie; ni a los latinistas e histo
fusión entre esas dos [e] no es una marca de menor discernimiento que riadores de la lengua (que son conocedores), ni a los ignorantes, que no tie
se verificaría entre la gente del sur, ya que, a la inversa, los del norte nen ninguna capacidad para darse cuenta de lo que hay detrás de este
confunden totalmente las vocales nasales de palabras como brun y brin acento (Cerquiglini, 1995:151).
("color castaño" y "filamento"), en las que cometen cantidades de erro
res de ortografía, mientras que los del sur las distinguen en su pronun- Pero muchos franceses se convencen con facilidad de que, en virtud de
ciación. :· ese acento, efectivamente producen una diferencia en la pronunciación,
El examen atento de la pronunciación de las lenguas obliga enton porque "es mejor " hacerl a. En la escuela se enseña que también hay que
ces a aceptar la idea de que, en sus realizaciones concretas, una lengua hacer una diferencia en la pronunciación .de palabras como je une y je u
no es homogénea. La heterogeneidad está inscrita en su propia natura ne ("joven" y "ayuno"), cosa que todo el mundo r ealiza con gran diligen
leza. La escritura del francés contemporáneo, como muchas otras e&cri cia, a costa de un gran artificio, cuando se cita este par de palabras. En
turas, ignora esa heterogeneidad. El diferenciar tanto entre et y est, este caso advertimos que el concepto d e pertinencia se ha desplazado, al
como entre un e in, representa así lo que podría ser la pronunciación de pasar del plano fónico al plano purament e gráfico, hasta tal punto que
una suerte de "locutor ideal", 1que no estaría vinculado a ninguna región la diferenciación gráfica puede llegar a condicionar la percepción fónica.
en particular y que dominaría todas las realizaciones fónicas de la len La tendencia a conservar en la escritura distinciones ya superadas
gua, tanto las del norte como ' las del sur. En realidad, el acceso a la es en la lengua hablada se refuerza cuando la lengua escrita sirve para vin
critura con frecuencia se percibe como el acceso, por lo menos simbóli cular entre sí épocas y regiones alejadas. El español de América no re
co, a la capacidad de trascender las diferencias regionales; sería como nuncia a las diferencias establecidas en la pronunciación de España que
lograr una imagen de la lengua geográficamente homogénea. Pero hay le han servido como referencia en otros momentos:
algo más. La escritura no s.óo conserva huellas de las diferencias de
pronunciación actuales, sinci también de las pronunciaciones más anti Por ejemplo, aunque el español de Hispanoamérica no tenga en su fo-
nología el fonema interdental fricativo sordo [0] escrito Z, C, en oposición
guas, que ya han caído en desuso. Por lo tanto, también proporciona
con el predorso-alveolar convexo, fricativo sordo [s], escrito S, el contexto
una imagen históricamente homogénea.
ortográfico normativo de toda la comunidad lingüística hispánica no admi
La escritura del francés, del italiano o del español, por lo general se te que voces como azadón, cacería o zapato se escriban como asadón, case
ha basado en la pronunciacióp. de la región más prestigiosa, que servía ría o sapato (Lara, 1997:108, n.19).
como punto de referencia (capital política o cultural). En el transcurso
de la historia, aun cuando alguna diferencia de pronunciación haya En este caso, como en muchos otros del mismo tipo, la diferenciación
quedado abolida en la región prestigiosa, la escritura tiende a conser gráfica ya no tiene nada que ver ni con la pronunciación individual ni
var sus huellas. Y el efecto de esos trazos gráficos es tan fuerte que los con la pronunciación de regiones vecinas. Sólo sirve para fabricar un
usuarios se convencen fácilmente de que se trata de diferencias reales modelo de referencia, situado más allá de la utilización inmediata de la
de pronunciación que tal vez ,ellos no tienen la capacidad de producir,. lengua.
pero que en otras region es, otras persona s efectiva mente produc en. En
la escritura del francés contemporáneo, existe un "acento circunflejo"
sobre ia vocal a, que distingue gráficamente entre palabras como 2. La relación con el sentido
tache I tache (mancha I tarea) La relación con el sentido se instala en la escritura junto con el concepto
patte I pate (pata I masa) ·. de "estabilidad", a partir del momento en que los usuarios se preocupan
f l por encontr ar en las grafias una represen tación estable de los sentid os.
Este acento (al que Cerquiglini, 1995 denomina "el acento del recuer El primer paso en este camino es aquel que instaura una separación en
do"), correspondía en determinada época a la pronunciación de una "[a] "palabras" gráficamente separadas unas de las otras por un blanco. Los
posteri or", distinta de la simple a ("[a] anterior"). En la actualidad, muy blancos permiten recon ocer al s ustanti vo "fiesta" c omo una palabra ais
pocos franceses hacen esa difüren cia en su pronun ciació n: lada siempre igual a sí misma, aunque por lo general se pronuncie sim
plement e como un fragment o de un grupo nominal , al que se le adjunta
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.l
un artículo o algún otro elemento determinativo: una + fiesta, la +fiesta, tienen marcas regulares.Todas las observaciones muestran que las pau
cuál fiesta, mi fiesta, sin ninguna separación fónica entre los elementos sas que se hacen al hablar espontáneamente no se corresponden con los
constitutivos del grupo. signos de puntuación (Blanche-Benveniste, 1998). Más bien ocurre a l a
Nada equivalente se encuentra e n el nivel de lo oral, e n el cual las inversa: cuando se lee en voz alta un texto con puntuación, el lector trata
palabras no están separadas entre sí por ninguna señal en particular. de hacer corresponder los signos de puntuación con pausas de diferente
El concepto de "palabra", como tal, sin duda surge en parte de nuestros nivel. La dicción de los textos leídos no es la de los textos producidos en
hábitos gráficos (Béguelin, 2000). Según este criterio, los historiadores forma espontánea.
nos enseñan a distinguir diferentes concepciones de la escritura a lo El conjunto de procedimientos establecidos por los escribas hasta el
largo de la historia. Hacia fines del siglo VII y comienzos del vin, los es siglo lX ha suscitado una idea nueva acerca de las relaciones entre len
cribas anotaban todos los elementos juntos en una escritura continua, la gua escrita y lengua hablada, totalmente condicionada por la evolución
scriptio co ntinua, que se presentaba sin separación entre las palabras: histórica :
Quisenimhaecdiligenteretintellegenteraduert ensnonagnoscatinXto
Hacia el siglo IX, lectores y escribas habían llegado a percibir el medio
(San Agustín, De Ciuitate , ipanuscrito copiado alrededor del 429, citado por
escrito como una manifestación autónoma del lenguaje, que era captado
M. B. Parkes, 1992: 277) . ,:;
tanto por el ojo como por el oído (M. B. Parkes, 1992: 34).
Quis enim haec diligenter e't intellegenter aduertens non a noscat in Cristo A partir del momento en que los usos escritos de la lengua adquieren
En efecto, ¿quién no reconocería estas cosas en Cristo, al considerarlas en autonomía, evolucionan muy rápidamente y asumen direcciones dife
detalle y con entendimiento? rentes según las lenguas y los países. Para determinadas escrituras,
más allá de la notación de los sonidos, se trata de tomar en cuenta las
Los escribas irlandeses, explica Parkes (1992:23), son los que, a partir significaciones. Se abre paso una tendencia a mantener estables las sig
del siglo VII, han comenzado a copiar los manuscritos latinos dejando de nificaciones, por la necesidad de mantener "la misma escritura" para
lado la scripti o continu a que habían encontrado en los modelos antiguos. los "mismos sentidos". A menudo no resulta muy claro y preciso qué se
Establecieron entonces separaciones gráficas basándose en el análisis entiende por "mismo sentido". Pero a sí es como sejustifica, en el saber
en "partes del discurso" que daban los gramáticos latinos: a cada parte práct ico, la superioridad de lo escrito sobre lo hablado: aun cuando lo
del discurso gramatical (sustantivo, pronombre, verbo, adjetivo, adver oral varíe, hasta el punto en que un mismo sentido se encuentre distri
bio, pr eposici ón, conjun ción, interje cción) le corres ponde una separac ión buido entre dos pronun ciacion es diferent es, le cor respon de a la escritu
gráfica. Se trata de una nueva concepción de la escritura que exige un ra recuperar la estabilidad.
mínimo de conocimientos giamaticales, sin correspondencia con el uso Un primer nivel de observación es el que los lingüistas denominan
de la lengua oral. ·· el de la "alomorfía". Esto significa que , para una misma unidad de sen
Otra etapa de la escritura comienza en el momento en que se esta tido (morfema ) , encontramos variaciones en la forma según el entorno.
Las escrituras conservan o no esas diferencias , según su tipología y se
blecen los signos de puntuación y las mayúsculas al comienzo de la ora
ción. Hasta el siglo vn, parecía evi dente que le correspondía al lector ha gún reglas muy complejas que han adoptado a lo largo de la historia .
cer las pausas en el texto esci:ito, no a quien copiaba los manuscritos. Los Por ejemplo, en inglés, el artículo indefinido se escribe a delante de una
escribas sólo ponían sig nos de puntuación para se parar los versículos en consonante y an delante de vocal:
el texto bíblico o las rúbricas en los libros jurídicos y científ icos. Todo
a napkin, a promise
cambia a partir del momento' en que comienza a manifestarse una preo
an apron, an ant
cupación por la legibilidad de los textos para un público más amplio y
cuando se insertan signos (puntos, comas, etcétera), con la función de pero la escritur a no retien e la variación en la pronunciación del art ícu
manifestar por escrito este ti' p
. o de delimitaciones . Estos signos se desa lo definido the , aunque, en las mismas condicion es, esa diferencia es
rrollan lentamente en el transcurso de la historia y se estabilizan con la muy sensible:
difusión de los textos im presos, en el siglo XVI. No existe nada equivalen
te en la lengua oral corriente, en la cual los límites de las "oraciones" no
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the napkin, the promise mente ha sido criticada con mucha fuerza. S. Auroux, por ejemplo, se
the apron, the ant asombra de que puedan tratarse esos sistemas gráficos como si fueran
naturales para los usuarios, incluso innatos, sin tomar en cuenta las
En la escritura del francés se unifican los alomorfos en lo posible, para grandes dificultades que supone dominar sistemas ortográficos tan
lo cual se agregan cantidades de "letras mudas". Así, en un gran núme complicados como el del francés:
ro de casos, la consonante final de los adjetivos, que sólo se pronuncia
en el femenino, como ocurre en grise, plate, grande (seguida facultati Dos lingüistas generativistas de la escuela de Chomsky] legitiman indirec
vamente por una "e muda"), se conserva sin embargo en la escritura del tamente el inmovilismo y la selección social que hace posible toda ortogra
masculino, donde no se la pronuncia, con el estatuto de consonante fia complicada y obsoleta (Sylvain Auroux, 1998:289).
muda, gris, plat , grand .
En un nivel menos académico, la búsqueda de formas subyacentes más
bien ha si do interpr etada como l a preocupaci ón por un retorno "a las
femenino masculino
fuentes" de la lengua, en particular a las fuentes etimológicas. En este
grise plate grande gris plat grand caso, la evolución de la lengua puede percibirse com o un mal, que borra
[griz] [plat] . [grad] [gri] [pla] [graJ los "sentidos verdaderos" y confunde las significaciones, si estas llegan
a pronunciarse de la misma manera. La escritura interviene para re
parar los daños provocados por la historia. A partir de la Alta Edad Me
El resultado que produce esta consonante final es hacernos pensar que la dia, las decisiones tomadas respecto de los homónimos son muy revela
raíz de la palabra, a un cuando cambie en el habla, por lo menos tiene una doras de esta preocupación. Isidoro de Sevilla, que enseñaba durante el
forma gráfica estable. Por l o,demás, esto es lo que se enseña en la escue siglo vn, incitaba a sus alumnos a distinguir muy bien entre las pla
la: decimos que "el femenino se forma a partir del masculino, agregándo bras latinas que se escribían de modo diferente pero que se confund1an
le una e". De modo que los adjetivos se presentan con una forma básica en la pronunciación (cfr. R. Wright, 1982:265). Gracias a las faltas de
estable, a la cual se le agregit gráficamente la "e" del femenino. Esto no ortografía que cometían los alumnos, y gracias a las reprimendas del
corresponde a lo que ocurre Jn la pronunciación, pues lo que hacemos es profesor, sab emos que, en esa época, tanto al hablar como al leer en la
pronun ciar el masculin o acortan do fónicam ente la forma del femenin o. tín se pronunciaba [a] tanto la preposición lati na ad como la conjunción
Sobre este concepto de estabilidad de los morfemas se ha basado la at. Y se pronunciaba [ o] tanto el adverbio de negación haud como la con
idea de que existen formas "subyacentes" que la ortografia pone de ma junción aut.
nifiesto (Chomsky y Halle, 1968: 49):
ad, at = [a]
La represe ntación subyacente manifiesta una regularidad estructural haud, aut = [o]
que no siempre resulta evidente a partir de la forma fonética {...) Con fre
cuencia la ortografia señala: dentro de los morfemas aquellas regularidades En ese caso la diferencia era entonces puramente ortográfica, como lo es
estructurales que no necesariamente resultan evidentes en el nivel fonéti hoy en español entre ha y a. Falta saber si el sentido era distinto para los
co (S. Schane, 1968: 16-17). alumnos. En realidad, los alumnos se confundían y, al mezclar las for
mas gráficas, parecía que también mezclaban los significados. El profe
Este concepto de "forma subyacente" permitía magnificar la función sor había renunciado a lograr que pudieran distinguir estas for:rnas oral
analítica de la ortografía: mente. Pero pensaba que, al conservar estas distinciones en la lengua
latina escrita, aunque no podía mantener las pronunciaciones, por lo me
[...] la ortografia convencionál es [...] un sistema casi óptimo para la represen nos conservaba los distintos significados (y esto era lo más importante).
tación léxica de las palabras inglesas (Chomsky y Halle, 1968: 49). Durante la década de 1960, cuando comenzaron a instalarse las
nuevas escrituras para lenguas que no las habían tenido hasta ese mo
Este tipo dejustificación, que subestimaba el peso de los factores histó mento, E. Nida señaló que los usuari os de determin adas lengu as del
ricos presentes en la constitución de las diversas ortografias, posterior- África, a quienes los lingüistas habían propuesto escrituras que respe-
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::r·
taban adecuadamente la relación grafema-sonido, manifestaban una ooruga, booruga = él llegará, ellos llegarán
tendencia a modificarlas sigliiendo una dirección más morfológica. Entre (la primera o- marca la persona, la segunda, el tiempo
otros ejemplos, proporciona el de la lengua yipounou , hablada en Guinea. futuro)
Allí la marca de tercera persona, equivalente a él, ella en singular, y a
ellos, ellas en plural, se adjunta al verbo como un prefijo. Marca perso En esta lengua jamás se pronuncian dos vocales idénticas seguidas. Sea
nal, marca de tiempo y verbo se escriben en una sola palabra. Cuando que se escriba e o ee, eso da exactamente lo mismo para la pronunciación.
la marca temporal comienza con consonante, como ocurre en el caso del El procedimiento sólo sirve para destacar la existencia gráfica de mar
pasado, gráfica mente se distin guen muy bien los tr es compon entes: cas de persona y de tiempo. Por lo tanto, se trata de un procedimiento
típico de aquellas escrituras "morfologizantes" que implican un mínimo
amaruga: él llegó de conocimiento gramatical de la lengua para poder escribir. Es previ
bamaruga: ellos llegaron sible que los usuarios que no hubiesen efectuado el análisis gramatical
necesario cometerán "faltas de ortografía". Y, sin embargo, los creado
res de estas escrituras habían previsto un sistema de correspondencia
persona + tiempo + raíz del verbo "fonográfica", con lo cual creían que se evitaba toda intrusión de la or
pasado "llegar"
tografía. Pero, con frecuencia, las "nuevas" escrituras, basadas desde su
3ª sing a · + ma + ruga inicio en un estricto principio de equivalencia entre sonidos y grafías,
3ª pl. ba •. + ma + ruga experimentan "distorsiones" morfológicas de este tipo.
Cuando el sistema gramatical de la lengua, marcado en la escritu
ra, cambia durante el transcurso de la evolución histórica, se presentan
Pero cuando la marca de tiempo comienza con una vocal, por ejemplo [i] varias orientaciones posibles: la escritura puede cambiar, para adap
en el presente y [u] en el futuro, las dos vocales de tiempo y de persona tarse a los nuevos sistemas o, a la inversa, tratar de conservar el siste
se fusionan. Ya no se las distingue en la pronunciación: ma antiguo, creando así una oposición entre la gramática de lo escrito y
la de la oralidad. También puede llegar a establecerse sobre la base de
[a] e [i] dan [e] diversos compromisos. Quisiera dar aquí un ejemplo simple de la mar
[a] y [u] dan [o] ca de plural en el francés, el de los sustantivos como ami.
Para el plural, estas palabras adoptan una marca gráfica final -S,
En un primer momento, el resultado se ponía por escrito teniendo en que, a primera vista parece semejante a la del español o del portugués:
cuenta esa fusión en la graf{a, de modo que la escritura reflejaba muy
de cerca la pronunciación: Un ami, deux amis ami + s
..,¡,·
Un amigo, dos amigos amigo + s
erugi, berugi = él llega, eilos llegan (e- es a la vez la persona y el tiempo Um amigo, dois amigos amigo + s
presente)
oruga, boruga = él llegará, ellos llegarán ( o- es a la vez la persona y el Pero, en el francés contemporáneo, esta -S final no corresponde a nin
tiempo futuro) guna pronunciación. Ami y amis se pronuncian de la misma manera.
Son conocidas las etapas de la evolución histórica que han llevado a que
Sin embargo, los usuarios han introducido un cambio, en apariencia
se "borrara" la pronuncia ción de esa -S final (Y. Ch. Morin, 1986, 1991).
mínimo, pero que representa: otro sistema de escritura. Han elegido un
Sabemos que se pronunciaba como [s] aproximadamente hasta el si
procedi miento que permitía. que existieran gráficamente, sin confun
glo XIV, que posteriormente desap areció y que, hasta el siglo XIX, esa -S
dirse, las marcas de personils y las marcas de tiempos Para lograrlo, gráfica había dejado una huella que se traducía en el alargamiento de
simplemente duplican la voal y escriben:
la vocal precedente, de modo que se pronunciaba ami con una [i] breve
en singular, y amis con una [i] larga en plural (Chervel, 1977). Hoy no
eerugi, beerugi = él llega, ellos llegan
(la primera e- marca la persona, la segunda, el tiempo queda nada de eso, aunque se continúa escribiendo la -S en plural. El
presente) . resultado de esta evolución, y de otros desarrollos para lelos en el caso de
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los adjetivos y de los verbos, es que en el francés contemporáneo existen En la misma región, nos señalan los observadores de la época, cum le-
dos gramáticas del plural, una para la lengua hablada y otra para la es gibus ("con las leyes") o ab regibus ("por los reyes") se leían como si es
crita (Blanche-Benveniste, l997). El singular y el plural se escriben en tuvieran escritos con leis, a reis. Los pedagogos se preocupaban espe
forma muy diferente. En la lheve oración siguiente, por ejemplo, en el cialmente por aquello que interpretaban como un "-bus silencioso"
francés hablado la diferencÍ entre el singular y el plural sólo es per (Wright, 1982: 170) que parecía indicar, entre los usuarios, la pérdida
ceptible por la diferencia entre los determinativos nominales un y deux. total de lo que constituía una declinación latina. Ahora bien, la decli
En el francés escrito, se agregan cuatro marcas gráficas, en el sustanti nación era considerada como un elemento clave de la gramática lati
vo amis, en los adjetivos espagnols y gentils y en el verbr venaient: na, incluso señalaba su superioridad sobre las lenguas romances que
comenzaban a surgir. Esas lenguas, consideradas "vulgares" en gran
Un ami espagnol tres gentil venait a la maison medida por esa misma razón , se han desarrollado sin ningún equiva
Deux ami§ espagnol:;¡ tres gmtil venaient a la maison lente del "-bus latino'', ni en lo escrito ni en lo oral. Pero este punto
constituyó el motivo de una importante ruptura entre el latín y las
Los usuarios que no dominaA bien la ortografía, tanto niños como adul lenguas vulgares.
tos en estos casos cometen cantidades de errores ortográficos, y los do
cetes compiten para encontrar recursos ingeniosos que les permitan a
los alumnos interiorizar la necesidad de utilizar estas grafías. Después 3. La escritura como medio de pertenencia cultural
de haber pasado por una enseñanza escolar que insiste ampliamente
sobre el uso de esas marcas ortográficas, y que hasta las constituye en Cuando Olson declara que la lengua escrita suele servir de modelo para
indicios importantes de juicio lógico, los franceses quedan convencidos la lengua hablada (Script te nds to provide a model for speech, 1994:
de que la única gramática legítima del plural es la de la lengua escrita. 263), se refiere sobre todo al modelo de conformidad no rmativ a. Es cierto
Los psicolingüistas, que no poseen una sólida formación en historia de que la escritura ha servido históricamente y todavía sirve hoy para es
la lengua, por lo general están absolutamente convencidos de esto y tablecer el conjunto de las normas que rigen los usos de la lengua. Lara
muy raramente llegan a la hipótesis de que en la lengua hablada exis destaca que obras como los diccionarios monolingües, aun cuando se
te un sistema gramatical del plural diferente del de la lengua escrita. presenten con otros objetivos, tienen como función esencial la de fijar la
Lo que convierte a este problema del plural en algo mucho más in pronunciación de las palabras:
teresante, es que se está extendiendo a otras dos lenguas romances, el
español (Wright, 1982: 38) y el portu gués (Scherr e, 1988, Scherrey Naro, Enseñar la pronunciación aceptada es el uso principal de un dicciona
1998), en las cuales la pronunciación de la -S final tiende a perderse, en rio, además de la explicación de las palabras (John Walter , 1755, citado por
determinadas condiciones y en ciertas regiones del mundo. Los pedago Lara, 1997).
gos descubren horrorrizados que hoy se enfrentan al mismo problema
que tienen los franceses. •
Pero esta función de modelo va bastante más allá. Con mucha mayor
Existe un importante antecedente histórico: la pérdida de la decli frecuencia de lo que se cree, la lengua escrita impone pronunciaciones
nación latina en las lenguas romances. Los historiadores de estas len que no hubieran existido en las realizaciones puramente orales. Los
guas saben que, hasta el siglo IX, se hablaba el latín sin pronunciar las historiadores nos enseñan de qué modo, en la Europa del siglo VIII, los
desinencias. Hay testimonió,s de que, en el territorio del Reino de Ara poder es políti cos han emprendido la gran reforma de la lengua latina
gón, los finales gráficos -mn;; -em quedaban reducidos en la pronuncia (Banniard, 1988). Encargada a Alcuino a partir del 787, y conocida con
ción a [o, e] (R. Wright, 1982: 51): el nombre de "reforma carolingia", esta modificación tenía como objeti
vo reformar la pronunciación del latín tal como se utilizaba en la ense
Latín escrito totum. lwminem ueritatem ñanza, la religión, las ciencias y la filosofía. A partir de ese momento, el
Pronunciación [todo¡'.' [omne] [verdade] latín ya no debía pronunciarse del modo que los usuarios habían adop
tado, con sus propias reglas de pronunciación, sino según las grafías
Otros testimonios nos indican que los finales gráficos del dativo y el más clásicas:
ablativo plural en -ibus tampoco aparecían en la pronunciación latina.
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A cada letra de la página había que darle un sonido, y este sonido esta lin, 2000), las personas piensan que hablan con "palabras" separadas,
ba es pecificado. De este modo Alcuino había enseñado a recitar en latín, so que utilizan realmente "oraciones" al hablar y que colocan puntos, ma
bre la base de las formas escritas, y de este modo sus clérigos tenían que yúsculas, comas y comillas en sus enunciados, "aun cuando no los escu
leer en voz alta en la iglesia (R. Wright, 1982: 105). chemos" (Blanche-Benveniste, 1997). Muy a menudo, con total buena
fe, se asombran de que los niños no sepan de entrada qué es una pala
Con esta "renovación", basa1da en un tipo de pronunciación que hoy ca bra o un a oración, puesto que para ellos la existencia de estos fenóme
lificaríamos como "pronunciaciones ortográficas", este latín artificial nos es anterior a toda idea de adquisición de la escritura. Hasta pueden
volvía a ligarse directamente con el latín antiguo, sin tomar en cuenta considerar que los niños padecen graves deficiencias intelectuales
los siglos que lo habían hecho evolucionar hacia las "lenguas vulgares". cuando no entienden rápidamente el funcionamiento de los plurales or
A partir de esta filiación cultura l, la Iglesia extraerí a determin ada can- tográficos del francés, puesto que en su opinión esos plurales preexisten
tidad de argumentos decisii.os. . , . a toda realización de la lengua, escrita o hablada, e incluso a cualquier
De un modo mucho meD;()S sl8tematico, encontramos un eco de estas contingencia histórica. Sólo los docentes perspicaces saben que, para lo
práctica s en la historia rec.inte del francés. Durante el transcurso del grar que los niños franceses adquieran la práctica de las marcas orto
siglo XIX, cuando la escolar¡,Qad obligatoria difundió la lengua oficial en gráficas, es necesario construir junto con ellos esa noción de plural,
todo el territorio, también ilp.puso una pronunciación nacional, a través puesto que no tienen esa experien cia a partir de la lengua que hablan
de la escritura. Pero, al producirse este pasaje, muchas personas que no (Jaffré, 1999:30).
conocían la pronunciación exacta de las palabras, la calcaron de la or Sabemos que la escritura desempeña un papel fundante en el pro
tografía, con lo cual crearon 'lortografismos" que quedaron establecidos, a ceso de estabilizar la lengua materna y para lograr su anclaje en la his
pesar de las protes tas de lQs purista s (V. Buben). El fenómeno se ex toria (Lara, 1997). Gran parte de las filiaciones c ulturales debid as a la
tendió a muchas de las consonantes escritas que se consideraba elegan lengua provienen de la escritura. Pero también sabemos que el doble
te no pronunciar en la leng\ia hablada, pero que se impusieron al final juego de la lengua escrita y de la hablada puede llevar a conductas es
de las palabras, como por ejemplo.las L y las C consideradas "mudas" en: quizofrénicas. Esto vale particularmente para una lengua escrita como
la del francés, que conlleva una pesada carga gramatical, sin equiva
gril, hamac, lente en la oralidad. Los gramáticos antiguos tenían mucha conciencia
de este fenómeno. Veamos lo que escribía Louis Meigret, en 1530, des
o en medio de palabras delánte de consonante, como la P de: pués de haber intentado infructuosament e simplificar la parte grama
tical de la ortografia francesa:
sculpter, dompter.
Escribimos una lengua que ya no está en uso, y usamos una lengua que
Incluso más allá de las realizaciones efectivas en la pronunciación, lo no tiene ninguna escritura en Francia (citado por Cerquiglini, 1996:71).
que se afecta es la representación total de la lengua. La representación
escrita de la lengua elimina las soluciones heterogéneas y la diversidad
inherentes a las formas habladas. A tal punto que, para una persona Conclusión
acostumbrada a reflexionar solamente sobre su lengua escrita, toda di
versidad le resulta sospechosa, mientras que para una persona que no El concepto de "código escrito" ha reducido la función de la escritura a
sabe escribir, la diversidad s la regla: la de un simple instrumento de transposición de la oralidad. Se trataba
de una perspectiva estrechamente tecnológica, que dejaba de lado todo
En la escritura existe una forma y sólo una que sea adecuada para una
palabra . Lo que ignoran las personas no habituadas a la escritura es la
el peso que la historia y la cultura han ejercido sobre nuestras escritu
constitución de Ja palabra escrita (L. Bloomfield, 1927). ras. No obstante, cuando se estudia la historia del desarrollo de lo es
crito, nos asombra la importancia que tienen esos factores. Pero no sólo
A partir del momento en que los usuarios han interiorizado el funcio con estos argumentos se puede atacar el concepto de "código gráfico".
namiento de la lengua escrita, ya sólo pueden representa r su lengua ha- Basta observar el comportamiento de personas poco habituadas a leer y
i -1
blada a través de ese prisaja. En su saber práctico corriente (Bégue- a escribir, niños y adultos, para poder elaborar hipótesis totalmente dis-
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¡!
tintas (Ferreiro, 1991). La r:epresentación de la lengua escrita que adop
tan estas personas no es la de un simple instrumento de transposición
de la oralidad. Se trata delacceso a un uso de la lengua en el que deben
prevalecer las cualidades formales y culturales que no aparecen en "la
lengua de todos los días". .El concepto de "código", que se consideraba
funcional, no permite garantizar este tipo de funciones.
Notas
;.:.···
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