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No hay almuerzo gratis

Este caso ha sido preparado por el Departamento de Investigación y Análisis (DIA) del IEEM

para ser analizado y discutido en clase. Los nombres, la actividad y algunos datos han sido

modificados para preservar la confidencialidad del caso real.

J
uan Puentes, gerente de ventas de White & que cambiar los papeles de una bandeja a otra. Los
Red S.A., una empresa dedicada a la fabrica- números que me han llegado son muy buenos. El
ción, importación y venta de insumos quími- semestre pasado cumplió todas sus metas y eso no
cos, se sentía bastante inquieto por lo que estaba a es poca cosa para un chico tan joven como él.
punto de decirle a Ramón Valle, gerente general y
principal accionista de la empresa. Aunque ambos El problema no son los números, o mejor dicho, qui-
tenían una larga amistad, que venía de la época en zás hoy no lo sean pero mañana sí, comentó Juan
que Ramón había fundado la empresa, Juan siempre con el mismo aire de despreocupación mientras le al-
había sido muy respetuoso de lo que estaba fuera canzaba un par de órdenes de compra que se habían
de su área de responsabilidad. Ambos se habían deslizado hasta quedar detrás de la impresora.
conocido en la universidad y, medio en serio, medio
en broma, Ramón le había ofrecido que fuera el ge- Ramón se sonrió, y a la vez que dejaba su escrito-
rente de ventas de su empresa, aunque en aquella rio igual de desordenado que antes, se recostó en
época ellos dos fueran los únicos que trabajaban en su sillón y cruzó los brazos. No te entiendo de qué
la compañía. Hoy, más de 20 años después, Juan mañana hablás, pero te conozco bastante como
dirigía una fuerza de ventas compuesta por más de para darme cuenta que me querés decir algo y no
30 vendedores y asesores técnicos. Luego de con- sabés cómo.
versar sobre temas menores y de poca importancia,
Juan fue directo al grano. Esto es lo bueno de trabajar con alguien que te co-
noce tan bien, pensó Juan, no hay que andar con
Estoy bastante preocupado con Martín. Yo sé que mucha vuelta. Mirá Ramón, no digo que tengamos
vos estás convencido de que fue un acierto enviarlo un problema hoy pero se puede estar armando algo
a la sucursal Litoral Sur, pero me parece que come- que mañana se nos complique manejar. El jueves
timos un error, quizás aún estaba verde. pasado, cuando hice mi visita mensual a la sucursal
de Martín, me pareció que el ambiente estaba algo
¿Algún problema que yo no sepa?, preguntó Ramón pesado. Como entre los vendedores de esa sucursal
mientras ordenaba despreocupadamente su escrito- está César, que lleva en la empresa casi tantos años
rio, lo que era una forma de decir pues no hacía más como nosotros, arreglé para juntos ir a visitar a un

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cliente. Cuando estábamos en el auto no anduve Juan siguió con su explicación sin dejarse distraer por
con vueltas y le pregunté qué estaba pasando. Al Ramón. Según me contó César, unos días después
principio no me decía mucho pero como vio que es- Martín los citó para fijar las metas para la sucursal.
taba preocupado en serio se decidió a explicarme. Les indicó cuáles tenían que ser sus cuotas, tanto
Según me dijo, los tres vendedores de la sucursal en clientes actuales como en incorporación de clien-
están muy molestos con Martín. Dicen que les “ro- tes nuevos. Les indicó que la empresa estaba en un
bó” información y que… momento de desarrollo y había que lograr metas al-
tas para poder ser la mejor sucursal de la compañía.
La cara de Ramón se transformó. ¿Les robó qué? Les dijo que las bonificaciones semestrales estarían
No puede ser, Martín es un gran chico, conozco a atadas al cumplimiento de esas metas y…
toda su familia; además sería incapaz de…
Esta vez fue Ramón el que hizo un gesto con la ma-
Dejame hablar, dijo Juan a la vez que extendía las no pidiendo a Juan que se detuviera. Está muy bien,
manos hacia delante pidiendo calma. La cara de cada encargado de sucursal tiene autonomía para
Ramón denotaba una expresión de interés, eso era fijar el sistema de metas y bonificaciones siempre
bueno pensó Juan, ya no está pensando en las mil que no se salga de los parámetros que le damos.
cosas que hay que hacer mañana.
Ramón, por favor, dejame terminar; además, no me
Tomándose su tiempo, se irguió en la silla y se apo- expliques lo que yo mismo implementé. Juan conti-
yó en el borde del escritorio. Siempre le había cau- nuó con su narración. Los vendedores, con César a
sado gracia que Ramón tuviera sillas muy bajas para la cabeza, quisieron negociar las metas. Argumen-
los que lo venían a ver a su despacho. Estaba segu- taron que había una competencia muy dura, la in-
ro que lo hacía para que los que lo venían a visitar flación y cosas por el estilo.
tuvieran que levantar la vista para mirarlo. Una vez
se lo había insinuado pero no hubo forma de que Siempre dicen lo mismo, vos lo sabés muy bien,
Ramón lo reconociera. Martín no hizo ninguna rapi- hacen lo posible para no quedar con las metas al
ña; según César, sienten que robó información pues límite; además…
cuando llegó a la sucursal se mostró muy amable
con todos, comenzó a hacer reuniones con los ven- Sin lugar a dudas, ese no es el problema. Ahora el
dedores, con el personal técnico, estuvieron varios que se mostraba algo impaciente era el propio Juan,
días hablando de planes comerciales, de lo que po- no le gustaba que le hablasen de lo suyo como si
día dar cada cliente actual, de los potenciales clien- él no lo supiera. Lo que pasa es que, según César,
tes que cada vendedor tenía, en fin, que estaban Martín no les dio pie para discutir nada. Dio por
todos muy contentos pues los encargados de su- terminada la reunión y les recomendó que hicieran
cursal que había habido antes eran más de la vieja su máximo esfuerzo, ¡que él sabía que lo podían
guardia, algo parcos y concentrados en controlar lograr! Parece que esa fue la gota que derramó el
que las cosas se hicieran. vaso, ¡cómo para no saberlo si ellos mismos le ha-
bían dado los datos!
Pero dónde está el problema, por lo que me decís
Martín empezó con muy buen pié. Por algo decidi- Mirá Juan, es posible que Martín haya estado un
mos contratar gente con perfil universitario. poco duro, pero viene bien para lidiar con vende-

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dores duchos. Si no se hace respetar lo pasan por haber pagado por la información que ellos le dieron.
arriba. Yo no veo ningún problema en lo que me Otra cosa es si los datos los hubiera tenido por su
contás. Ahora entiendo mejor lo bien que anduvo experiencia o por su conocimiento de la zona, pero
Martín este semestre. No es fácil que un jefe nue- quiso hacer todo rápido y así le fue. Se ve que nunca
vo logre tanto de unos vendedores que hace años escuchó aquello de que ”no hay almuerzo gratis”.
trabajan juntos. Ahora no tengo claro qué hacer con él.

Ramón, ¿no te das cuenta? Ahí está el problema. ¿Hacer con él? Nada, dejalo que siga así que viene
Juan continuó sin dejar que Ramón lo interrumpie- bien… La frase de Ramón salió sin mucha fuerza,
ra. Los vendedores se abrieron y le “dieron gratis” Juan se dio cuenta que había logrado preocuparlo,
esa información a Martín. Se sintieron cómodos, decidió no dejar pasar el momento.
Martín los trató en forma muy educada, discutió
acerca de la política de precios de la empresa, de Me parece que no viene nada bien. Esa noche cena-
los problemas en el servicio técnico, de las caren- mos juntos. Estaba feliz, me contó todos sus planes
cias que ellos veían para crecer, mil cosas, pero al para este semestre. Me dijo que estaba logrando
final, lo único que salió de la reunión fue que la in- un muy buen nivel de participación de su gente, de
formación que dieron se volvió contra ellos. Según “involucramiento”, fue la palabra que usó. Yo le in-
César, están muy arrepentidos de haber sido tan sinué algo de lo que me dijo César, pero no se dio
sinceros. En un momento de la charla me llegó a por aludido. Cuando llegaron los postres el que es-
decir, “fuimos unos bobos, tendríamos que haber taba cansado de hacer insinuaciones era yo. Le di-
dejado que Martín consiguiera la información por je que el próximo lunes, cuando venga a la reunión
su lado, si se hubiera tomado su tiempo, caminan- de coordinación de ventas quería tratar un par de
do la zona, analizando, transpirando, no nos senti- cosas con él. Pero no tengo claro cómo explicarle
ríamos tan molestos.” que la información es un bien como cualquier otro,
que tiene su precio.
Era obvio que Ramón no se sentía cómodo con el
giro que estaba tomando la conversación, quizás el El gesto de Ramón fue suficiente, no hacían falta
que ya esta un poco mayor es César; no me gus- más argumentaciones. No me queda demasiado
ta escuchar a un empleado de toda la vida que se claro eso del precio de la información, pero me has
arrepiente de haber sido sincero… en esta empresa logrado preocupar con otro asunto: si Martín ha
no mentimos y siempre hemos defendido la trans- perdido la confianza de su gente, le va a costar mu-
parencia en todas nuestras acciones. cho obtener buena información de ellos… y los dos
sabemos que la mejor información es la que traen
No te la agarres con César, y tampoco me recites nuestros vendedores de su relación día a día con
el manual del empleado leal, ¡no te olvides que lo los clientes. Quizás haya que preparar una buena
escribimos juntos! Juan percibió que Ramón no po- charla con Martín, quizás también debamos cues-
día evitar una sonrisa al escuchar a Juan, ambos sa- tionarnos si no estamos mandando gente muy inge-
bían que nadie más que él le podía hablar así y no nua a puestos de responsabilidad. El lunes, después
salir por la ventana. Es Martín el que abusó de los de la reunión de coordinación, vayamos a almorzar
vendedores, y es él mismo el que va a tener proble- los dos con Martín. Preparemos bien lo que vamos
mas para dirigir la sucursal. No se da cuenta que se a decirle. Sigo pensando que es un chico con mu-
le va a hacer muy complicado que vuelvan a darle cho futuro.
información buena, a menos que no tengan más
remedio. Se equivocó al no negociar las metas con
los vendedores, ese era el precio que tendría que

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