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EMPLEO EN BOLIVIA

Con todo y las buenas nuevas de la economía boliviana,


existen aspectos que continúan preocupando, no sólo a los
analistas, sino a los ciudadanos. Uno de ellos  es el del
empleo, pero no el índice de ocupabilidad sino el empleo
formal y, más específicamente la calidad de este empleo.
Las características de la economía boliviana obligan a este
esfuerzo: más del 60% de la población vive del trabajo
informal (cuentapropismo, contrabando, etéc), de manera que
las bajas cifras del desempleo se esconden en esta
realidad. Por otro lado, otro porcentaje de la población
trabaja en condiciones de subempleo, con condiciones de
trabajo y salarios precarios  y con una alta inestabilidad
laboral.

Esta situación se exacerba(Causar una cosa gran enfado o


irritación a una persona cuando no le dejan hacer lo que
quiere se exacerba.) en el caso de los jóvenes. Según un
reporte de Página Siete, mientras más jóvenes egresan cada
año de las universidades (es decir se  incorporan al
mercado profesional), es más difícil que éstos consigan un
empleo acorde con su formación y mucho menos con un salario
digno y con respeto a sus derechos laborales. "Se está
subutilizando las capacidades de formación de los (jóvenes)
profesionales”, sostuvo Bruno Rojas, del CEDLA, haciendo
referencia a que el mercado laboral demanda personas con
menor calificación, mientras que el espacio para el
desarrollo profesional es cada vez más complejo y con
peores condiciones.
Como lo testimonia el reportaje de Página Siete, son muchos
los profesionales jóvenes bolivianos que se enfrentan con
dificultades para ingresar al mercado laboral: pocas plazas
para jóvenes, reticencias para contratarlos, bajos salarios
y vulneración de sus derechos laborales, son algunas de las
realidades con las que confrontan. La mayor parte de los
jóvenes trabajadores bolivianos tiene un empleo precario:
en sectores informales el 61% (servicios, comercio), y en
el rubro de la producción, el 17%. Además, no gozan de
beneficios sociales ni de estabilidad. Según el CEDLA, el
empleo precario subió del 22% al 57,5% entre 2001 y 2011.
Asimismo, el empleo eventual se incrementó del 30% al 47%.
En otras palabras, el mercado demanda empleados con menor
calificación -vendedores, promotores, etc-, o en el área de
servicios, no así en profesiones o áreas técnicas.
Por otro lado, Fundempresa informó que el 92% de
establecimientos económicos a 2013 son micros y pequeñas
empresas. Eso quiere decir que el Estado delegó la
formación de empleos a la iniciativa de las personas y no
definió políticas públicas para crear más fuentes
laborales.

Es una tarea pendiente el análisis de esta situación. No se


puede hablar de mejores condiciones de vida sino es a
través de la calidad del empleo de la gente.

Mientras más jóvenes egresan cada año de las universidades


(se  incorporan al mercado profesional), es más difícil que
éstos consigan un empleo.

OPINION

De acuerdo a la información que nos proporciona el


periódico (pagina siete) podemos llegar a confirmar que la
mano de obra especializada en áreas específicas son muy
poco demandadas, ya que la mayoría en el mercado laboral
necesitan de personas menos calificadas, lo cual para todos
los profesionales que egresan cada año se les hace muy
difícil la tarea de conseguir un trabajo de acorde con sus
conomientos aprendidos en su desarrollo como profesionales
(es como si hubieran estudiado en vano), y de aquí es como
buscan otro tipo de empleo (SUBEMPLEO).

Bibliografía:

http://www.paginasiete.bo/opinion/2014/10/29/calidad-
empleo-bolivia-36591.html

Miércoles, 29 de octubre de 2014

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