Está en la página 1de 4

LA PATOLOGÍA DUAL, INTERÉS DESDE LOS AVANCES EN SALUD PÚBLICA

La comorbilidad o patología dual es entendida como la concurrencia en un mismo


individuo de por lo menos un trastorno psiquiátrico y uno por consumo de sustancias
psicoactivas, desde que se inició a presentar las consecuencias por el abuso de drogas y fue
notoria la afectación tanto física como mental, más o menos a finales de los años 70, el interés
por este tipo de alteración centro la mirada de los estudios epidemiológicos, reflejando la
necesidad de atención que requerían los sujetos que la presentaban.

Los estudios epidemiológicos permitieron evidenciar la prevalencia de los casos,


demostrando que más del 70% de ellos se relacionaban con un trastorno secundario, ya fuera
porque era un caso con una patología psiquiátrica de base o desencadenada por el abuso de
sustancias. A pesar de ser de interés principal, el DSM no la muestra como una entidad
nosológica diferenciada, para tal caso se parte del uso del diagnóstico multiaxial en el que por
medio del eje I y II se puede visualizar la problemática.

Por medio del estudio de Arias, Szerman, Vega, Mesias y Basurte (2014) refieren que la
novedad del uso de un diagnostico triple, ya que actualmente la prevalencia de presentación de
enfermedades como el VIH en consumidores con patologías psiquiátricas es cada vez mayor,
proponiendo reconsiderar el termino ya que serían en este caso la presentación de tres
enfermedades al mismo tiempo, en el cual se debe incluir dentro del eje III. Para Colombia, las
rutas de atención integrales en salud, en específico la de consumo de SPA, indican la necesidad
de la realización de serologías para la detección de este tipo de patologías, ya que con el solo
hecho de ser consumidor, en el sujeto ya recae el riesgo de portar el virus.

Aunque la ruta plantea la necesidad de contemplar la posibilidad de presentación de la


patología dual por medio de las pruebas de tamizaje, en la que el clínico debe observar y analizar
el cuadro de síntomas y terminar si esta la presencia o no de un trastorno comorbido y remitir a
la atención pertinente para el caso. Realmente nuestro país no está preparado del todo para las
patologías duales que desencadena el consumo de sustancias psicoactivas.

Empezando por la red de servicios, la patología dual queda solo en quienes conocemos a
profundidad el contexto de las afectaciones en salud que provoca el consumo de sustancias.
Desde el ámbito de la salud pública, se priorizan estos tipos de eventos, pero a la hora de actuar
nos quedamos cortos con los medios de tratamiento que proveen las instituciones, o bien en las
unidades de salud mental y clínicas psiquiátricas, los modelos de atención están orientados en
estabilizar la parte mental del sujeto y deben ser remitidos a centros de rehabilitación distintos
para que continúen con su tratamiento o bien los centros de rehabilitación o fundaciones
habilitadas no cuentan con el modelo para atender a un paciente que cuente con una patología de
base. Ciertamente es una situación que genera barreras en la atención, proviniendo así de
tratamientos incompletos a los cuales los pacientes frecuentemente poco acceden.

En cuanto al contexto social y familiar las limitaciones también son amplias,


culturalmente tanto la enfermedad mental como el consumo de sustancias son señaladas y
estigmatizadas, las propias familias prefieren evadir o negar que hay una enfermedad en uno de
sus familiares, más cuando hay manejo de patología dual, sobre todo en el sector rural, la falta de
conocimiento y miedo al estigma hacen que no se maneje adecuadamente los tratamientos. Las
personas toman como el simple hecho de que termine con los medicamentos, ya estoy curado,
por tanto no vuelvo a tocar el tema y no vuelvo a controles. Enfocándonos en Boyacá, somos un
departamento con precariedad en la atención de salud mental, contamos con una institución de
primer nivel para los casos de enfermedad mental, servicio para los 123 municipios, esta
institución aún no cuenta con un ala específica para los trastornos derivados del consumo.

Por lo general un paciente está allí entre 15 a 20 días, se dan las recomendaciones a los
familiares, pero por el estigma o la falta de conocimiento no sigue las instrucciones y
recomendaciones y en los casos de patología dual, el paciente al poco tiempo de egreso, recae en
el consumo y se da inicio a un ciclo vicioso en el que el paciente entra y sale de instituciones y
los entes reguladores acuden cada vez que se presenta una crisis, ya que en cuanto al ambiente
social, la presencia de un sujeto con patología dual, repercute en que muy probablemente hay
presencia de violencia intrafamiliar, abuso, agresiones físicas y conductas delictivas. En el
departamento el 60% de los casos reportados a las unidades de emergencia se relacionan con el
abuso de alguna sustancia psicoactiva y en un 35% de esos casos hay presencia de una
enfermedad mental.

Es importante el reconocimiento de las distintas formas de presentación y desencadenante


de la enfermedad, cada caso es distintos, sobre todo en los abusadores de sustancias alucinógenas
y del alcohol la prevalencia de desarrollar un trastorno comorbido es más alta, en la que se
presentan trastornos como trastornos del estado de ánimo, trastorno bipolar, trastornos de
ansiedad, trastornos psicóticos y trastornos de la personalidad. En cada caso la presentación de
los síntomas o brotes de los cuadros psicóticos son diferentes, el tipo de sustancia que consumen
es de importancia, ya que la forma de actuar y manera de accionar sobre el sistema nervioso es
distinta.

Dentro de la necesidad de vigilancia desde la salud pública es importante reconocer que


algunos casos en que el consumo de sustancias es una forma de automedicación por un trastorno
mental, algunos pacientes con diagnósticos de trastornos del estado de ánimo, ven como
tratamiento el consumo de alucinógenos, como medio de manejo de sus alteraciones
emocionales, específicamente en la depresión algunos pacientes manifiestan la necesidad de salir
del plano de preocupación o malestar, en el que buscan aislarse de esos sentimientos que les
provocan dolor.

El tema de la automedicación en los casos de patología dual, se presenta en la mayoría de


casos en adolescentes con problemáticas asociadas al estado de ánimo y la ansiedad, en la que la
presencia del trastorno y el contacto con las sustancias hace más fácil que el adolescente caiga en
el consumo por la necesidad de la búsqueda de una salida. Otros trastornos que se han asociado
con la automedicación son con los trastornos de la conducta alimentaria y el consumo de
cannabis, siempre la búsqueda de una salida o de una evitación a sentir el problema es lo que
lleva al uso de las sustancias como medio para alcanzar ese estado.

No solamente con la identificación de la patología dual y los servicios de tratamiento a


tiempo es lo que se debe tener en cuenta, la prevención y el conocimiento en la ciudadanía puede
permitir disminuir en gran medida las problemáticas que secundan a las patologías. El que la
comunidad, padres de familia y los distintos sectores involucrados sepan actuar frente al riesgo y
reconozcan la problemática y generen actuaciones frente a ella, permiten que la adherencia al
tratamiento y un manejo adecuado de los casos sean más factibles.

El solo hecho que la familia sea consciente de la situación y reconozcan la necesidad de


acompañamiento, de seguir el tratamiento adecuado, en el que se garantice un tratamiento
integral, puede ser la clave que marque la diferencia. El reconocimiento de que con la patología
dual hay riesgo de presentar una mayor discapacidad, que requiere mayor contención, hay mayor
riesgo de generar problemas legales y médicos, hay un riesgo alto de conducta suicida y un
riesgo alto de vida de calle; tanto el paciente como la familia pueden proveer de herramientas
que permitan disminuir estos riesgos. La importancia de que el paciente sea consciente de su
problemática y de la necesidad de generar estrategias que brinden alternativas de autocontrol,
hace cada vez sean más efectivos los procesos de manejo y de esta forma disminuir la
probabilidad de presentar algún tipo de patología comorbido al consumo de drogas.

Citas

Arias, Szerman, Vega, Mesias & Basurte (2014). Psicosis y drogas. Estudio Madrid
sobre prevalencia de patología dual. Revista de Patología Dual. Madrid.

También podría gustarte