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AVANCES E IMPLICACIONES DE LAS ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN EN EL

CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS

La prevención del consumo de sustancias psicoactivas ha sido desde los años


cincuenta una necesidad de atención desde la salud pública, iniciando principalmente
como la conducta normal de los académicos, estudiosos o artistas. De esta forma el
consumo fue trascendiendo contextos, niveles socioeconómicos y culturas, llegando a
lo que tenemos hoy en día, viendo lo negativo y destructor que es el abuso de las drogas.
Partiendo de esta premisa con el pasar del tiempo se establecen lineamientos necesarios
para prevenir el aumento de los casos de individuos adictos (Castaño, 2006).

Partiendo de la población objeto de la prevención, se estructura el plan que va a


ser generador de la disminución de consumo. Se requiere un amplio conocimiento acerca
de las sustancias que consumen, el método de consumo, la diferenciación entre edad,
género y condición social. Se requiere el conocimiento a fondo de las debilidades y
necesidades de la población para de esta forma plantear las acciones que darían
solución y atención a esas necesidades propias (Castaño, 2006).

El análisis situación de la población ha permitido evidenciar que un factor


mantenedor de la problemática, es los bajos recursos económicos y la falta de educación,
en la que el individuo ve como mejor opción la venta de sustancias ilegales, que le traerán
con facilidad la ganancia de dinero, pero igualmente no prestan la atención necesaria en
la que el riesgo de caer en el consumo es mayor al pasar el tiempo. Las restricciones
sociales y las baja de opciones de una vida estable para las personas acarrean mas
consumo y amplían mas la problemática. Como lo plantea Vergara (2015), se requiere
de un análisis social más profundo que permita también plantear acciones frente a estas
problemáticas.

La situación social requiere de un abordaje más amplio y un análisis más


específico de la situación de la población, esto con el fin de poder plantear políticas
públicas que permitan generar alianzas entre la sociedad y los estados gobernantes, en
los que permitan la prevención. Gracias al marco de la política nacional de reducción de
consumo en nuestro país, se pudieron determinar la búsqueda de estrategias para
controlar los riesgos, promoviendo la creación de entornos protectores y favorabilidad
del estilo de vida libre del consumo, permitiéndole a la población otros espacios en los
que se pudieran mediar aquellas problemáticas sociales presentes en la comunidad.
Partiendo de la estructuración de enfoques promocionales, en el que se desarrolle la
autonomía, un enfoque participativo, en el que hayan intervención que se ajusten a la
realidad social, igualmente en el que haya un compromiso compartido para el logro, en
el haya un reconocimiento del otro, respetando los derechos humanos y sociales y sean
estrategias que fortalezcan las estructuras de los sistemas sociales (Saenz Uribe, 2009).

Se han tocado varios aspectos que requieren tanto el plan de prevención, como
el planteamiento de la política pública. En el que no solamente es el individuo como uno
solo, sino que también se requiere ver a la sociedad y el colectivo.

Regresando al análisis de intervención del individuo se requiere fundamentar


igualmente con base en la etapa del ciclo evolutivo, es muy diferente promover la salud
con los adolescentes que con adultos, se requieren de estrategias distintas, métodos de
comunicación diferentes y acercamientos completamente variantes según el ciclo de vida
en el que se quiera llegar a intervenir.

Tal como lo plantearon Cepeda Diaz, Pezzano de Vengoeche, & Racedo de


Barranco (1190), basándose desde su experiencia como programa de psicología en el
que desde 1975 plantearon la necesidad de incursionar en el tema de la prevención, pero
encontrándose con distintos altos en el camino que cada vez mostraban más
necesidades de mejorar sus recursos, y con el pasar del tiempo encontraban la
necesidad de adicionarle más aspectos que incluir.

La prevención primaria siendo entendida como el conjunto de actitudes,


conceptos, teorías políticas, técnicas, métodos y procedimientos aplicados para la
generación de la conciencia en el individuo, como la búsqueda de modificación de
factores de riesgo, factores de consumo y de expendio, para poder anticiparse a la
aparición de las consecuencias. Su objetivo principal la promoción de factores
protectores de la salud (Cepeda Diaz, Pezzano de Vengoeche, & Racedo de Barranco,
1990).
Se evidencio la carencia del abordaje en la niñez, como inicialmente para los años
70 y 80’s se contemplaba solamente como población diana a los jóvenes y adultos entre
los 20 y 60 años, para la intervención y accionar para prevención y tratamiento. Pero se
dejó de lado la atención a la población infantil, que siempre se encuentra en medio del
conflicto, si en las familias hay un padre consumidor o un hijo mayor en situación de
consumo, indirectamente los menores de la familia aprenden conductas inadecuadas por
el simple modelamiento. Situación que a futuro llevaba a desencadenar el mismo patrón
conductual observado en su niñez por los adultos que lo rodean. En ocasiones se
iniciaban en el consumo solo por el simple hecho de experimentar, curiosear que sentían
los demás (Cepeda, et. al, 1990).

Otro de los aspectos importantes que se evidencio con las estrategias de


prevención que se han formulado al pasar de los años en nuestro país, es el hecho de
brindar la información correcta, se pensaba inicialmente que al hablarle a los
adolescentes sobre drogas, métodos de consumo y efectos, se generaría la acción
contraria, llevándolos a que por la curiosidad experimentaran. Pero todo ese ensayo-
error de la prevención, llevo a generar la conclusión de que es importante presentar la
información correcta, para que el individuo tenga las herramientas para la toma de
decisiones.

Ha sido mucho el camino recorrido desde la prevención para llegar a lo que


conocemos hoy en día y lo que tenemos a la mano en información, en políticas y en
estrategias de prevención, es de considerar que se cuenta con la teoría y los datos, se
requiere es de una sensibilización social que permitan que las propuestas de prevención
lleguen a todos y se convierta en un voz a voz que permita generar la aceptación y
adaptación de conductas preventivas y hábitos saludables, que extingan en su gran
mayoría el abuso de las sustancias psicoactivas.

Referencias
Becoña Iglesias, E. (2002). Bases Científicas de la Prevención. Madrid: Delegacion del
gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Castaño, G. A. (2006). Nuevas tendencias en prevención de las drogodependencias.
Salud y Drogas, 127-148.
Cepeda Diaz, J., Pezzano de Vengoeche, G., & Racedo de Barranco, M. (1990).
Fundamentos teóricos para desarrollar programas de prevención primaria de la
farmacodependencia en las distintas etapas del ciclo evolutivo. Investigación y
Desarrollo, 93-113.
Saenz Uribe, S. (2009). Consumo de drogas ilícitas, ¿prohibición o regulación? Análisis
del caso colombiano en perspectiva de política comparada. Revista facultad de
derecho y ciencias politicas, 253-282.
Vergara B, E. (2015). Prevencion y uso de drogas: la urgencia de pensar nuevos
paradigmaas. Nueva sociedad, 117-131.

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