Está en la página 1de 13

GUIA PARA EL CURSO DE DERECHO PROBATORIO

LA ACTIVIDAD PROBATORIA

2022

Héctor H. Hernández Mahecha

15. Concepto de la actividad probatoria. Probar implica la ejecución de varios


actos coordinados tendientes al fin propuesto, cual es llevar al juez al
conocimiento de los hechos o sucesos que componen el fundamento fáctico del
proceso. Al conjunto de todos estos actos se les denomina la actividad probatoria.

Con mayor exactitud se puede definir la actividad probatoria como el conjunto de


actos jurídicos procesales que los sujetos del proceso, juez y partes, ejecutan con
el propósito de lograr el convencimiento o conocimiento del juez sobre la
certeza de las afirmaciones y negaciones de las partes del proceso.

16. Elementos de la actividad probatoria. Los elementos de la actividad


probatoria son: 1) los sujetos, 2) el objeto, 3) el objetivo y 4) las etapas.

17. Sujetos de la actividad probatoria. Los sujetos de la actividad probatoria


son: el sujeto proponente, quien tiene la iniciativa probatoria; el sujeto contradictor
contra quien se pretende probar; y el sujeto el destinatario, a quien se pretende
llevar al conocimiento o al convencimiento.

18. El sujeto destinatario. En todas las ramas del derecho procesal, civil, penal,
laboral, familia, contencioso administrativo, el sujeto destinatario es el juez. A él
es a quien hay que llevar al convencimiento, al decir del Art. 165 del CGP o al
conocimiento al decir del artículo 382 del C. de P. P., ley 906 de 2.004.

19. El sujeto proponente. El sujeto proponente es quien tiene la iniciativa


probatoria, es quien propone las pruebas. En lo civil, administrativo, familia y
laboral, el sujeto proponente es principalmente el demandante que pretende la
sentencia favorable y por consiguiente la iniciativa probatoria, pero también el
demandado en relación con sus excepciones. Ambos, demandante y demandado,
son recíprocamente sujetos proponentes y contradictores. Como el juez puede
ordenar pruebas de oficio puede ser sujeto proponente y destinatario.

En lo penal el sujeto proponente es el Fiscal, aunque las víctimas pueden serlo


bajo las condiciones establecidas en el texto legal, ley 906. El acusado es el
sujeto contradictor, pero también proponente.

Lo que caracteriza al sujeto proponente es la iniciativa probatoria no la carga de


la prueba.

20. Modelo inquisitivo y modelo dispositivo. Según el primero, el inquisitivo, el


sujeto proponente, o sea quien tiene la iniciativa probatoria, es el juez. Según el
modelo dispositivo la iniciativa probatoria corresponde a las partes.

En Colombia, en lo penal se impone el modelo dispositivo, puesto que según el


artículo 361 del C. de P. P., al juez le está prohibido ordenar pruebas y el fiscal,
aunque actúa en nombre del estado y es funcionario, es una de las partes del
proceso, más acertadamente, del juicio oral. En lo civil, familia, administrativo y
laboral, el juez tiene, aunque con limitaciones, la facultad de ordenar pruebas de
oficio y aunque para algunos esto implica la adopción del modelo inquisitivo, se
puede afirmar que es predominantemente dispositivo. Este modelo, el dispositivo,
es el que se impone modernamente, aunque no se puede afirmar que, en sentido
absoluto, es mejor decir que en la actualidad se impone un modelo
preponderantemente dispositivo.

Los modelos inquisitivo o dispositivo se predican tanto del proceso en general


como de la iniciativa probatoria. Un proceso inquisitivo es aquel en el que el juez
investiga, acusa, juzga, decide y condena. Este modelo de proceso tuvo sus
comienzos en Europa, durante el siglo XI de nuestra era, al establecerse los
tribunales de la inquisición. El mundo moderno descarta totalmente el proceso
inquisitivo que sólo tiene vigencia en algunas de las más rigurosas dictaduras. En
este texto consideramos los modelos inquisitivo o dispositivo desde el punto de
vista de la iniciativa probatoria.
21. Lo que pretende el sujeto proponente. Lo que se propone el sujeto
proponente es lograr el convencimiento o el conocimiento del juez respecto del
elemento fáctico del proceso. En términos de lenguaje argumentativo, el sujeto
proponente pretende logar la adhesión del sujeto destinatario a su tesis que, en
los asuntos judiciales civiles, de familia, administrativos y laborales son las
afirmaciones o negaciones que hace el demandante en la demanda, y el
demandado al formular las excepciones.

22. Manera de lograr lo que se propone el sujeto proponente. La manera de


lograr ese propósito esta reglada. Precisamente el derecho probatorio trata de ello.
Es importante establecer las diferencias del régimen probatorio del derecho con la
búsqueda de pruebas en otras ciencias humanas, como la sociología, la historia,
etc. En estas ciencias no hay más limitación que las que impone la naturaleza
científica del asunto investigado, mientras que en derecho todo está reglado,
incluso el tiempo en que debe producirse y presentarse la prueba. (Michel Taruffo,
pág. 337).

23. Reglas a que debe someterse el sujeto proponente. En derecho es


necesario someterse a las reglas establecidas respecto de la clase de medios
probatorios utilizables y de la oportunidad para presentarlas. El artículo 165 del
CGP ordena que las pruebas deban allegarse regular y oportunamente al
proceso. No es en cualquier momento ni en cualquier forma. En los asuntos
judiciales civiles, mercantiles, de familia, administrativos y laborales las
oportunidades de allegar pruebas son: con la demanda, con la contestación de la
demanda y en el traslado de las excepciones de mérito. En lo penal también hay
un momento procesal para el descubrimiento de los elementos materiales
probatorios y de evidencia física. (Art. 344 del C. de P. P.)

24. Necesidad de utilizar los medios probatorios previstos en la ley. Probar


en el régimen del derecho implica utilizar los medios probatorios previstos en la
ley. Ya se dijo que en el CGP son la declaración de parte, la confesión, el
juramento, el testimonio de terceros, el dictamen pericial, la inspección judicial, los
documentos, los indicios y los informes y cualesquiera otros medios que sean
útiles para la formación del convencimiento del juez. En lo penal el C de P. P. (Art.
382) son medios de conocimiento la prueba testimonial, la prueba pericial, la
prueba documental, la prueba de inspección, los elementos materiales
probatorios, evidencia física, o cualquier otro medio técnico científico, que no viole
el ordenamiento jurídico.

En el lenguaje cotidiano legal e inclusive en la legislación, se confunde medios


probatorios con pruebas y se utiliza la expresión pruebas como sinónimo de
medios probatorios. Está previsto que se pueda utilizar cualquier otro medio
técnico científico, que no viole el ordenamiento jurídico, según el C de P.P, y
cualesquiera otros medios que sean útiles para la formación del convencimiento
del juez, según el CGP, pero en la práctica es claro en los medios utilizados son
los relacionados en el código general del proceso.

25. Características que debe tener los medios probatorios. Las pruebas
deben ser lícitas, pertinentes, conducentes, no superfluas o inútiles, al decir del
art. 168 del CGP.

Pruebas lícitas. Aunque al enunciar las características de la prueba se dijo


simplemente que la prueba debe ser lícita se distingue entre prueba ilegal y
prueba ilícita. El profesor Rojas Gómez considera que se trata de ilegítima la
prueba por alguna de estas dos razones: a) por haber sido obtenida mediante
actividades que viole el cerco de la protección jurídica de los derechos, en
especial de los fundamentales, b) por haber sido concebida por medio de acto
contrario a las normas que regulen la actividad probatoria, aunque no afecte la
integridad del derecho alguno. La primera es la que se puede considerar prueba
ilícita y la segunda prueba ilegal.

La prueba es ilícita cuando para lograrla se viola los derechos fundamentales de


las personas y constituyen un atentado contrala dignidad humana, por ejemplo, la
confesión o el testimonio obtenidos bajo tortura o mediante el uso de sustancias
prohibidas, o violando el derecho a la intimidad.
Conforme al artículo 29 del Constitución Nacional “Es nula de pleno derecho la
prueba obtenida con violación al debido proceso”. El artículo 14 del Código
General del Proceso repite la disposición: “El debido proceso se aplicará a todas
las actuaciones previstas en este código. Es nula de pleno derecho la prueba
obtenida con violación al debido proceso.”

La Corte Suprema de Justicia en sentencia SC - 211 de 20 de enero de 2.017


estableció las diferencias entre prueba ilícita y prueba ilegal de la siguiente
manera:
[E]l derecho a probar y a contradecir, ostenta rango constitucional, a punto de ser
‘nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso’ (…),
o sea, la ilícita u obtenida con ostensible e incontrovertible transgresión de
específicas garantías y derechos esenciales o, como ha señalado la Corte,
‘aquella cuya fuente probatoria está contaminada por la vulneración de un
derecho fundamental o aquella cuyo medio probatorio ha sido practicado con
idéntica infracción de un derecho fundamental. En consecuencia (…), el concepto
de prueba ilícita se asocia a la violación de los citados derechos fundamentales’,
hasta el punto de que algunos prefieren denominar a esta prueba como
inconstitucional’ (Cas. Civ., sentencia de 29 de junio de 2007, expediente No.
2000-00751-01).
“La prueba ‘ilícita’ difiere de la ‘ilegal’ o ‘irregular’, que ‘no pretermite un precepto
constitucional fundamental sino uno de índole legal, en sentido amplio, de suerte
que será la tipología normativa objeto de infracción, en esta tesitura, la llamada a
determinar si se está ante una u otra clase de prueba, sobre todo a partir de la
noción de derechos o garantías fundamentales. Si es la Carta Política la
quebrantada, particularmente uno o varios derechos de la mencionada estirpe, la
prueba se tildará de ilícita, mientras que si la vulnerada es una norma legal
relativa a otra temática o contenido, se calificará de ilegal o irregular distinción
significativa por sus consecuencias, ‘ad exemplum, se señala que la prueba ilícita,
en línea de principio, no es pasible de valoración judicial, como quiera que carece
de eficacia demostrativa -desde luego, con algunas puntales excepciones a partir
de la adopción del criterio o postulado de la proporcionalidad-, al paso que la
ilegal o irregular si lo será, aspecto éste, por lo demás, no pacífico en el derecho
comparado’ (Cas. Civ., sentencia de 29 de junio de 2007, expediente No. 2000-
00751-01), ‘el defecto que estigmatiza una prueba ilícita es insubsanable, a la vez
que no pueden aplicarse respecto de ella los diversos mecanismos de
convalidación que pueda prever el ordenamiento, mientras que los defectos que
acuse la prueba ilegal pueden ser, por el contrario, subsanados e, inclusive,
puede acontecer que a pesar de la irregularidad el elemento persuasivo no sufra
menoscabo. Por último, la exclusión de la prueba derivada de aquélla que es
anómala solamente acaece en los casos de prueba ilícita, pero no en los de
ilegalidad de la misma’. (Sentencia de Revisión de 28 de abril de 2008, exp.
No.11001 0203 000 2003 00097 01).
“En este contexto, la infracción de las normas que gobiernan la prueba entraña la
nulidad de pleno derecho prevista en el inciso último del artículo 29 de la
Constitución Política, únicamente cuando atañen al flagrante desconocimiento de
las garantías o derechos constitucionales.
“Contrario sensu, la contravención de otros derechos o garantías diferentes a los
fundamentales, consagrados en normas legales o similares distintas de las
constitucionales, generan su ilegalidad y, por lo mismo, su irregularidad.
“Las ‘ilícitas’, son insubsanables y la nulidad actúa per se, de suyo y ante sí, ope
iuris, en tanto, las ‘irregulares’ o ‘ilegales’ en línea de principio, admiten la
posibilidad de saneamiento y presuponen declaración judicial” 1.
En correlación, la prueba legal es el medio de convicción que se ajusta a los
parámetros legales. La prueba ilegal o irregular corresponde al medio que no se
ciñe a la Ley que la disciplina, afectando los requisitos de petición, postulación o
incorporación, decreto, práctica o valoración, revistiendo el carácter de prohibida
o ineficaz, cuyas consecuencias se hallan en las mismas disposiciones que la
regulan; por tanto, es desde esta tipología como debe ejercerse el control
constitucional o legal.

1
CSJ. Civil. Sentencia de 24 de noviembre d 2009, expediente 00556-01.
La prueba ilícita, es la inconstitucional (Corte Constitucional, sentencia SU-159-
02), por afrentar la preceptiva superior, erosionar, pretermitir y conculcar los ||
derechos fundamentales, los principios y valores previstos en la Carta generando
nulidad constitucional, en virtud del artículo 29 de la Constitución, según el cual
será nula la prueba obtenida con violación del debido proceso.”
La disposición normativa de la segunda parte del artículo 23 del C. de P. P. según
la cual se debe excluir no sólo la prueba obtenida con violación de las garantías
fundamentales sino también ”las pruebas que sean consecuencia de las pruebas
excluidas, o las que solo puedan explicarse en razón de su existencia”, consagra
la teoría de los frutos del árbol envenenado, originada en el derecho de los
Estados Unidos de América, según la cual los frutos del árbol envenenado están
también envenenados y por consiguiente las pruebas que se obtienen con base
en pruebas ilícitas e ilegales son igualmente ilícitas e ilegales.

26. Pertinente. Que la prueba sea pertinente significa que solo se admiten las
pruebas que sirvan para probar el hecho o los hechos para los que se aducen y
que los hechos que se afirman tengan relación con el asunto del proceso y que
sean fundamento de la pretensión. En esto hay una relación de causalidad que no
se puede desvirtuar: los hechos que se afirman deben ser el fundamento de la
pretensión. Entonces la prueba es pertinente si con ella se pretende probar las
afirmaciones hechas en la demanda, pero siempre y cuando esas afirmaciones
sean fundamento de las pretensiones. Lo mismo respecto de la actividad del
demandado: las pruebas son pertinentes si con ellas se pretende probar las
afirmaciones sobre los hechos que constituyen las excepciones, pero siempre y
cuando esas afirmaciones sean fundamento de excepciones que sean pertinentes
al caso.

Se ha dicho con anterioridad que el tema de la prueba lo constituye las


afirmaciones o negaciones que las partes hacen en su demanda o cuando
proponen excepciones, sobre los hechos que sirven de fundamento a las
pretensiones, también se ha dicho que puesto que la pretensión en los procesos
civiles, mercantiles, de familia, contencioso administrativos, agrarios debe coincidir
con la consecuencia jurídica prevista en las disposiciones normativas para el caso
de que ocurrieran dichos sucesos, las pruebas pertinentes son las que tienen que
ver con esos sucesos. Dicho de otra manera: como el objeto de los
procedimientos es la efectividad de los derechos consagrados en la ley sustancial
y la ley sustancial señala los sucesos que debieron haber ocurrido para que
alguien tenga un derecho que reclamar, es la misma ley sustantiva la que permite
determinar los medios probatorios pertinentes. En algunos casos la ley procesal
exige, expresamente, la aportación de un medio probatorio necesario para
demostrar el suceso que da lugar al proceso con el cual se pretende hacer
efectivo el derecho reconocido por la ley sustancial. Por ejemplo, para la
restitución de inmueble arrendado debe acompañarse conforme al artículo 384, la
prueba documental del contrato de arrendamiento; en el proceso de rendición
provocada de cuentas, según el artículo 379, el demandante deberá estimar en la
demanda, bajo juramento, lo que se le debe o considere deber; con la demanda
de proceso ejecutivo deberá acompañarse necesariamente el título ejecutivo.

No es fácil determinar en los casos concretos la pertinencia o impertinencia de una


prueba sino en el momento de apreciarla, esto es, en el momento de dictar
sentencia. Sin embargo, como en la mayoría de los casos, cuando se presenta
una prueba o se solicita su práctica, es necesario afirmar qué se pretende probar
con dicha prueba, la pertinencia o impertinencia depende de dicha afirmación. La
prueba de testimonio no se decreta si no se dice qué se pretende probar con cada
testimonio, (art.212) el dictamen pericial se presenta afirmando lo que se quiere
probar, (art.226) si se solicita inspección judicial (art. 237) o exhibición de libros
(art. 266) debe decirse lo que se pretende probar, con el juramento estimatorio es
obvio lo que se pretende probar (art. 206) y los documentos necesariamente
deben hacer referencia a lo que se quiere probar.

27. Conducencia. Que la prueba sea conducente significa que el medio


probatorio que se invoca esté autorizado por la ley para probar el hecho que se
pretende probar. La prueba conducente es la que, por mandato legal, de manera
exclusiva, sirve para probar un determinado acto o hecho jurídico.
El profesor Jorge Forero Silva en el artículo "Sistema Probatorio" publicado en el
libro el Proceso Civil a partir del Código General del Proceso, Universidad de los
Andes, 2013, afirma que, “Cuando la ley exija que para demostrar determinados
hechos se deben utilizar ciertos y específicos medios de prueba, la parte debe
acudir a los medios que le autoriza la ley”. (Pág. 222)

Algunos sucesos por mandato legal exigen un medio probatorio determinado, por
ejemplo, para probar el estado civil de las personas el único medio probatorio lo
constituyen las copias de las actas del registro civil; el contrato de compraventa de
bien inmueble sólo puede ser probado por la escritura pública; la promesa de
compraventa debe constar por escrito. El artículo 225 del C. C.P. establece que
"la prueba de testigos no podrá suplir el escrito que la ley exija como solemnidad
para la existencia o validez de un acto o contrato”. En estos casos no serían
conducentes ni las pruebas testimoniales, ni dictámenes periciales, ni cualquier
otra. Solo serían conducentes los medios probatorios mencionados.

Los documentos ad solemnitatem y los ad sustantiam actus son las pruebas


conducentes para determinados actos jurídicos. Son documentos ad solemnitatem
los indispensables para la existencia del acto o negocio jurídico, como la escritura
pública para los contratos de compraventa sobre inmuebles, además como ya se
dijo constituye prueba única. Los documentos ad sustantiam actus no son
indispensables para la existencia del acto o negocio jurídico, pero son su único
medio de prueba, como las actas del registro civil para demostrar el estado civil de
las personas. Los documentos ad probationem son los que elaboran quienes
celebran un negocio jurídico para que quede prueba, pero no constituyen requisito
ni para la existencia ni para la validez ni para la oponibilidad.

28. Superflua o inútil. Es superflua o inútil la prueba con la cual se pretende


probar algo que ya está probado en el expediente. Para evitar las pruebas
superfluas el CGP establece que en la audiencia inicial se determinen los hechos
que están probados y a continuación, “El juez decretará las pruebas solicitadas
por las partes y las que considere necesarias…. Así mismo, prescindirá de las
pruebas relacionadas con los hechos que declaró probados…”
29. El sujeto contradictor. El sujeto contradictor es la parte contra quien se
propone la prueba. Al sujeto contradictor le corresponde, respecto de las pruebas
allegadas por el sujeto proponente, lograr la adhesión del juez sobre que el medio
probatorio es ilícito, impertinente o inconducente o que de cualquier manera es
inexistente jurídicamente o no válido o ineficaz.

Por medio de la infirmación se pretende quitarle la eficacia al medio probatorio,


es decir, cuando se pretende convencer al juez de que el medio probatorio
presentado no prueba lo que pretende probar. Con la invalidación se pretende
convencer al juez de que el medio probatorio no cumple los requisitos de
existencia o de validez.

Por otra parte, puede contradecir el medio probatorio pretendiendo probar un


hecho que resulta contradictorio respecto de lo afirmado por el sujeto proponente.
Aquí a la afirmación del contradictor se opone a la afirmación del proponente,
ambas no pueden ser ciertas, una lo será y la otra no, aunque ambas pueden ser
falsas o no ciertas. El hecho o los hechos que afirma el sujeto contradictor que
contradicen los hechos afirmados por el sujeto proponente se llama excepción de
mérito. El sujeto contradictor deberá probar las excepciones.

30. El sujeto destinatario. De conformidad con el artículo 171 del CGP, “el juez
practicará personalmente todas las pruebas”. Al estudiar cada uno de los medios
probatorios se dirá en qué consiste la intervención del juez en la práctica de las
pruebas. Por ahora basta con decir que al sujeto destinatario, esto es al juez, le
corresponde comprobar si con los medios probatorios allegados por el sujeto
proponente llega a la conclusión de certeza o no de lo afirmado. Esto se hace en
la etapa de la práctica de las pruebas. Al sujeto destinatario, que es el juez, le
corresponde la valoración de la prueba. Valorar las pruebas implica determinar si
efectivamente prueban o no. Le corresponde tener en cuenta si las pruebas son
pertinentes, conducentes, no ilícitas, no prohibidas, no superfluas etc. Si existen, si
son válidas y si son eficaces. Se tratará posteriormente del tema de la valoración.
31. El derecho de probar. Libertad probatoria. Es usual decir que hay libertad
probatoria, sin embargo, es importante delimitar los conceptos. Se dice que hay
libertad de medios probatorios, pero la ley los enumera y aunque la parte final del
artículo 165 diga que son medios probatorios "cualesquiera otros medios que sean
útiles para la formación del convencimiento del juez”, la práctica indica que los
utilizables son los relacionados en la disposición normativa citada. Por otra parte,
se habla de libertad de objeto, en el sentido de que puede probarse todo hecho
que de alguna manera influya en la decisión, pero el juez tiene facultad para
rechazar las pruebas ilícitas, las notoriamente impertinentes, las inconducentes y
las manifiestamente superfluas o inútiles de conformidad con el artículo 168 del
CGP. Además, la práctica de las pruebas se debe hacer cumpliendo los requisitos
y de la manera como lo establecen las disposiciones normativas sobre cada una
de las pruebas en particular.

Y por último sobre libertad probatoria debe tenerse en cuenta lo establecido en la


parte final del artículo 165 en el sentido de que "el juez practicará las pruebas no
previstas en este código, de acuerdo con las disposiciones que regulen medios
semejantes o según su prudente juicio, preservando los principios y garantías
constitucionales”. Lo que sí es importante tener en cuenta es que las partes tienen
el derecho a probar. Si el artículo 164 establece que corresponde a las partes
probar el supuesto de hecho, se da por entendido que las partes tienen también el
derecho de hacerlo y como ya se dijo, la manera de ejercitar ese derecho es
presentando los medios de prueba.

En un escrito del jurista JORDI FERRER BERTRÁN, titulado La prueba es


libertad, pero no tanto: Teoría de la prueba cuasibenthamiana, publicado en el
libro Nuevas Tendencias del Derecho Probatorio, Universidad de los Andes, 2015,
sostiene que la recepción de las tesis del ilustre e jurista inglés Jeremy Bentham,
tanto en el área del common law como en el civil law, “ha conllevado a
interpretaciones en términos claramente abolicionistas del derecho probatorio”, en
el sentido de que, "lo mejor que podría hacer el derecho en materia de pruebas es
callar, dejando reinar al principio general de la libertad probatoria (free proof).
(Pág. 138) Según esta concepción “el derecho no debe regular la prueba ni las
decisiones sobre esta sino se quiere deslindar completamente la prueba jurídica
de la verdad y de sus patrones epistemológicos.” La tesis benthamiana, se
fundamenta en el principio de que la investigación judicial debe llegar a la verdad
real y que no puede haber: 1) ni filtros para la admisión de pruebas en el proceso
ni, 2) restricciones para la valoración de la prueba por parte del juez.

En respuesta a esta tesis JORDI FERRER sostiene que "La averiguación de la


verdad es un fin en un sentido prioritario del proceso en materia de prueba, pero
no es en absoluto el único. La celeridad del proceso en la toma de decisiones, la
protección de los derechos fundamentales, la protección de secretos de estado, el
secreto de las relaciones abogado cliente, etc., también son fines habitualmente
reconocidos en la gran mayoría de los ordenamientos jurídicos”, se puede añadir,
la inviolabilidad de la correspondencia, el derecho a la intimidad y todas las demás
garantías que, si no se respetan, convierten a la prueba en ilegal o ilícita.

En nuestro derecho hay limitaciones al derecho y a la libertad de probar en cuanto


que se regula qué medios probatorios se pueden admitir y la oportunidad en que
pueden ser presentados y admitidos y además en el sentido de que no se acepta
el principio de la libre apreciación de la prueba por el juez sino que se impone que,
"Las pruebas deberán ser apreciadas en su conjunto, de acuerdo con las reglas
de la sana crítica, sin perjuicio de las solemnidades prescritas en la ley sustancial
para la existencia o validez de ciertos actos. El juez expondrá siempre
razonadamente el mérito que le asigne a cada prueba". (Artículo 176 del CGP)

32. Objetivo de la actividad probatoria. El objetivo de la actividad probatoria es


lograr el convencimiento (165 del CGP) del sujeto destinatario respecto de las
afirmaciones que sobre el elemento fáctico ha hecho el demandante en su
demanda o las que ha hecho el demandado al proponer excepciones o llevarlo
(art. 372 del C. de P. P.), al conocimiento de los hechos materia del proceso y sus
circunstancias. Ya se ha tratado sobre el grado de convencimiento o de
conocimiento a que se puede llevar al juez, basta simplemente recordar que debe
llevarse a un nivel de certeza positiva sobre qué sucedió, cómo sucedió, cuándo
sucedió, dónde sucedió, quiénes intervinieron y en algunos casos por qué y para
qué.

También podría gustarte