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Caso 1

Analizando el caso clínico de la paciente de 28 años, se puede afirmar que la

coloración amarillenta de su piel se trata de una ictericia. En un cuadro clínico de ictericia, la

piel y las membranas mucosas se tornan de un color amarillo debido a la bilirrubina.

Rutkowski y Schrör (2019) explican que, los glóbulos rojos viven alrededor de 120 días para

luego descomponerse en el bazo y en el hígado. A partir de la oxidación del grupo Hem de la

hemoglobina, se produce bilirrubina como subproducto. Esta es de color amarillento y es

insoluble en agua, razón por la cuál debe unirse a la albúmina para continuar con el proceso

de degradación. A esta bilirrubina se la conoce como bilirrubina indirecta o no conjugada.

Una vez unida a la proteína albúmina, la bilirrubina indirecta es liberada en hígado, se une al

ácido glucurónico y se vuelve soluble. En esta forma se llama bilirrubina directa. Luego

continúa hacia la vesícula biliar, donde se mezcla con la bilis y posteriormente se libera hacia

el duodeno y hacia el intestino. Finalmente, se excreta la bilirrubina directa en las heces y en

la orina transformada en estercobilina y en urobilina. No obstante, existen enfermedades que

pueden interferir con este proceso de degradación. Estas causan una acumulación de

bilirrubina en el tejido y la decoloración de este, causando una hiperbilirrubinemia (párr.8-9).

El Doctor Allwang (2019) aclara, que hay dos tipos de causas de ictericia: por incremento de

bilirrubina directa y por aumento de bilirrubina indirecta. La primera se da cuando existe un

problema en las vías biliares y por lo tanto no puede ser transportada hasta el hígado,

causando que el líquido biliar se acumule. La segunda se da cuando demasiadas células

sanguíneas son descompuestas y no pueden ser conjugadas (párr.11-15).

En el caso de esta paciente, tomando en cuenta otros síntomas manifestados como la

fatiga, las náuseas y el vómito, se puede decir que se trata de un virus de Hepatitis B. Este

tipo de virus causa una inflamación del hígado, por lo cuál la bilirrubina directa se acumula.
Las probabilidades de que la paciente se haya contagiado haciéndose el tatuaje son muy altas

ya que el contagio de hepatitis B está estrechamente relacionado con el incumplimiento de

bioseguridad para realizar tatuajes.

Finalmente, es importante tomar en cuenta que la ictericia no es una enfermedad, si

no un síntoma no solo de hepatitis, si no de muchas otras enfermedades que pueden estar

relacionadas con toda la degradación de glóbulos rojos que se explicó anteriormente y los

órganos relacionados en el proceso: hígado, vesícula biliar y páncreas.

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