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LOS FALLOS: CLASIFICACIÓN Y MODOS DE FALLO


Evolución de la tasa de fallos a lo largo del tiempo. Curva de bañera
La duración de la vida de un equipo se puede dividir en tres periodos diferentes:
I.- Juventud. Zona de mortandad infantil.
El fallo se produce inmediatamente o al cabo de muy poco tiempo de la puesta en
funcionamiento, como consecuencia de:
· Errores de diseño
· Defectos de fabricación o montaje
· Ajuste difícil, que es preciso revisar en las condiciones reales de funcionamiento hasta dar
con la puesta a punto deseada.
II.- Madurez. Periodo de vida útil.
Periodo de vida útil en el que se producen fallos de carácter aleatorio. Es el periodo de
mayor duración, en el que se suelen estudiar los sistemas, ya que se supone que se
reemplazan antes de que alcancen el periodo de envejecimiento.
III.- Envejecimiento
Corresponde al agotamiento, al cabo de un cierto tiempo, de algún elemento que se
consume o deteriora constantemente durante el funcionamiento.
Estos tres periodos se distinguen con claridad en un gráfico en el que se represente la
tasa de fallos del sistema frente al tiempo. Este gráfico se denomina “Curva de bañera”.
Aunque existen hasta seis tipos diferentes de curva de bañera, dependiendo del tipo de
componente del que se trate, una curva de bañera convencional se adapta a la siguiente
figura:

En una curva de la bañera de tipo convencional se aprecian las tres zonas descritas
anteriormente:
I.Zona de mortandad infantil : Las averías van disminuyendo con el tiempo, hasta tomar
un valor constante y llegar a la vida -útil. En esta zona fallan los componentes con defectos
de fabricación, por lo que la tasa de averías disminuye con el tiempo. Los fabricantes, para
evitar esta zona, someten a sus componentes a un "quemado" inicial ("burn-in" en inglés),
desechando los componentes defectuosos. Este quemado inicial se realiza sometiendo a los
componentes a determinadas condiciones extremas, que aceleran los mecanismos de fallo.
Los componentes que pasan este periodo son los que nos venden los fabricantes, ya en la
zona de vida útil.
II.Zona de vida útil, con tasa de fallos aproximadamente constante. Es la zona de mayor
duración, en la que se suelen estudiar los sistemas, ya que se supone que se reemplazan
antes de que alcancen la zona de envejecimiento.
iii. Zona de envejecimiento: La que la tasa de averías vuelve a crecer, debido a que los
componentes fallan por degradación de sus características por el transcurso de tiempo. Aún
con reparaciones y mantenimiento, las tasas de fallos aumentan, hasta que resulta
demasiado costoso el mantenimiento.

La criticidad
Es la herramienta que mejor orienta a la efectividad de las decisiones de
mantenimiento. Consiste en determinar o clasificar los equipos existentes según la
importancia que tienen para cumplir los objetivos estratégicos de la empresa.
Los EQUIPOS CRÍTICOS son aquellos que al fallar pueden afectar la seguridad del
personal, el entorno ambiental, provocar un paro de la producción o incrementar el costo de
mantenimiento, especialmente si afecta nuestros clientes.
El objetivo es priorizar el esfuerzo de mantenimiento, enfocado a la satisfacción del
cliente, favoreciendo y promoviendo el aprovechamiento de los recursos del área en las
actividades de mayor valor .
Ejemplos: cuello de botella, maquina con alta carga de trabajo, equipo que puedan
afectar el medio ambiente, equipos que puedan poner en juego la subsistencia de la
empresa, donde se ponga en riesgo la vida de personas, etc.
Los equipos se deben clasificar de acuerdo a su importancia en la planta, o en caso de
fallar, según los posibles daños o accidentes que pudiera ocasionar.

Tipos de fallo:
Se define fallo, al cese de la capacidad de un elemento para realizar la función
requerida.
Los fallos pueden clasificarse de acuerdo con su criticidad o con su naturaleza.
El concepto de criticidad de un fallo está relacionado con la gravedad de las consecuencias
que puede provocar. Si únicamente atendemos al impacto en el servicio, los fallos pueden
clasificarse en significativos, importantes y menores.
Si además de los daños en el propio equipo, se tienen en cuenta los daños producidos en
las personas y en el medioambiente, los fallos pueden clasificarse en cuatro niveles, tal y
como se muestra en la siguiente tabla:
Tipo de Medio
Función Producción Equipo Personas
Fallo Ambiente
Puede Puede causar
producir daños la muerte o
Catastrófico graves al daños graves
Medio a las
Ambiente. personas.
Produce
Presenta riesgo despreciable de
Perdida de una función daños
Critico daños a las personas o al
esencial en la empresa graves en
Medio Ambiente.
el equipo
Perdida de una función
Importante importante para la
empresa.
No produce daños graves en el equipo, ni
Perdida de alguna función
presenta riesgo de daños para las personas o
poco importante o pres-
el Medio Ambiente
Menor cindible, funcionamiento
degradado, mal funciona-
miento.
Es necesario establecer cuantitativamente qué se entiende por importante, apreciable
y despreciable, a fin de reducir al máximo la subjetividad a la hora de calificar el fallo.
De acuerdo con su naturaleza, los fallos pueden ser evidentes u ocultos al operador.
Un fallo es evidente, cuando produce un efecto en el sistema. Por el contrario, un fallo
se dice que es oculto cuando necesita de un evento posterior para ser detectado, lo que
suele ser habitual en los sistemas de control o de detección y en los sistemas formados
por dos equipos en los que uno está en activo y el otro está en reposo hasta que el
anterior falle.
Otra clasificación de los fallo es por la forma en que se producen, así podemos decir
que un fallo es por degradación o cataléptico. Diremos que un fallo es de degradación
cuando se produce una perdida paulatina de la función hasta alcanzar el nivel a partir
del cual consideramos que esta falla, no se cumple el mínimo establecido para la
función. Diremos que un fallo es cataléptico cuando su aparición es repentina, aun
cuando sea fruto de la degradación del elemento, máquina o sistema. La función se
cumplía hasta el instante anterior a la aparición del fallo, momento en que deja de
cumplirse.
También podemos clasificar los fallos en completos, parciales y triviales:
Llamaremos fallos completos a aquellos que producen la pérdida total de la función de
la máquina. Son fallos parciales aquellos que producen la perdida o disminución de
alguna función de la máquina, si bien esta puede continuar realizando parte de sus
funciones. Llamamos fallos triviales a aquellos que no suponen la perdida de funciones
de la máquina, ésta puede continuar su trabajo aún con la presencia del fallo.
¿Cómo se puede determinar la importancia o criticidad de un fallo? Atendidos
los fallos que pueden afectar a la salud de las personas y/o al Medio Ambiente, fallos
que son inadmisibles y que por tanto deben ser evitados en todos los casos, tenemos que
arbitrar un criterio para clasificar los fallos. Estos criterios suelen ser económicos:
pérdida de producción, coste de la reparación, tiempo de parada, tiempo de reparación,
etc. La manera de valorarlos será a través de la curva ABC o diagrama de Pareto.

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