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Este documento resume el libro "Comunidades imaginadas" de Benedict Anderson, el cual explora el origen y desarrollo del nacionalismo. Anderson argumenta que el nacionalismo surgió como una nueva forma de identidad comunitaria imaginada entre la decadencia del pensamiento religioso medieval y el auge de la Ilustración. Factores clave incluyen la pérdida de la legitimidad de las dinastías, el desarrollo de lenguas escritas y la imprenta, y una nueva concepción del tiempo.
Este documento resume el libro "Comunidades imaginadas" de Benedict Anderson, el cual explora el origen y desarrollo del nacionalismo. Anderson argumenta que el nacionalismo surgió como una nueva forma de identidad comunitaria imaginada entre la decadencia del pensamiento religioso medieval y el auge de la Ilustración. Factores clave incluyen la pérdida de la legitimidad de las dinastías, el desarrollo de lenguas escritas y la imprenta, y una nueva concepción del tiempo.
Este documento resume el libro "Comunidades imaginadas" de Benedict Anderson, el cual explora el origen y desarrollo del nacionalismo. Anderson argumenta que el nacionalismo surgió como una nueva forma de identidad comunitaria imaginada entre la decadencia del pensamiento religioso medieval y el auge de la Ilustración. Factores clave incluyen la pérdida de la legitimidad de las dinastías, el desarrollo de lenguas escritas y la imprenta, y una nueva concepción del tiempo.
Anderson, B. (1993 [1983]), Comunidades imaginadas, reflexiones sobre el origen
y la difusión del nacionalismo (Eduardo L. Suárez, trad.). México, Fondo de Cultura Económica.
El objetivo del texto de Anderson es brindar una interpretación sobre la
conformación del nacionalismo como un fenómeno de identidad que se derivó del surgimiento de una nueva forma de comunidad imaginada en un periodo histórico ubicado entre la decadencia del pensamiento religioso del mundo feudal y el auge de la Ilustración. Al respecto, identifica el desvanecimiento de tres concepciones culturales que modificaron las antiguas ideas de comunidad de las sociedades europeas donde se desarrolló el germen del nacionalismo: la pérdida de la legitimidad de la organización del poder en función de dinastías, el desarrollo y difusión de la lengua escrita como resultado de la transformación tecnológica y económica de las sociedades por el capitalismo, y la transformación en la concepción del tiempo.
En este sentido, describe cómo la difusión de las lenguas vernáculas, como
resultado del surgimiento de la imprenta y la comercialización de sus productos, dieron lugar a la decadencia del latín como lengua que otorgaba pertenencia y la conformación de nuevas comunidades en torno a sus coincidencias propiciadas por sus afinidades lingüísticas. Desde esta perspectiva, el desarrollo de los productos comunicativos impresos, como el libro y el periódico, hicieron posible el surgimiento de lo que define como capitalismo impreso, así como la unificación lingüística de muchos lectores en torno a lenguas particulares, que estableció los fundamentos de nuevas conexiones sociales y sentidos de pertenencia comunes, así como de la necesidad de sobre sí mismas y las relaciones con otros.
Por otra parte, Anderson asocia también el surgimiento de nuevas conexiones
sociales, que son fundamentales para la conformación de comunidades imaginadas con un sentido de pertenencia común, a la transformación de la noción del tiempo en una simultaneidad inédita que se comparte con personas desconocidas que están más allá del lugar donde se habita (tiempo transverso). Entre los fenómenos históricos que el autor asocia a esta transformación, y que son precedente de las naciones, se encuentran el impacto de los descubrimientos del Nuevo Mundo que amplio la percepción de la existencia humana, la transformación económica que amplio el alcance de los intercambios y la revolución tecnológica de la imprenta que modificó la dimensión perceptiva de los acontecimientos.
La compleja interacción entre la fatalidad del lenguaje atribuida a la diversificación,
el desarrollo de la tecnología impresa y el capitalismo son parte “de la confluencia compleja de fuerzas históricas “discretas" que se volvieron modulares y fueron trasplantados a una gran variedad de terrenos sociales” y sentaron las bases de la nación moderna, entendida como un artefacto cultural creado por una clase particular, compuesto por una comunidad de personas anónimas y desconocidas, y que se imagina como una unidad política, soberana y delimitada.