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INMUNIDAD HUMORAL EN EL SISTEMA DIGESTIVO

La principal función es neutralizar los microbios luminales; está mediada por la IgA
producida en la lámina propia y transportada a través del epitelio de la mucosa hacia la luz
(también se secretan cantidades menores de IgG y de IgM,). Estos se unen a los microbios
y toxinas, y los neutralizan, impidiendo su unión a las células del hospedador. Se indica que
las respuestas IgA se realizan frente a antígenos expresados en solo una pequeña fracción
de todas las especies comensales del intestino (intestino delgado), pero no del colon.
Además de unirse específicamente a los microbios, también pueden unirse a bacterias y
reducir su movilidad, lo que impide que alcancen la barrera epitelial. Los pacientes con
deficiencia selectiva de IgA a menudo consultan con infecciones digestivas y respiratorias.
La IgA facilita la colonización del intestino delgado por comensales útiles (género
Bacteroides). Un mecanismo mediante el cual la IgA secretada puede favorecer la
supervivencia de determinados géneros bacterianos es que los glucanos de las regiones Fc y
la pieza secretora sirven como fuentes de carbono para los microbios. Las respuestas de
anticuerpos a los antígenos encontrados por la ingestión suelen estar dominadas por la IgA
y la inmunidad secretora es el mecanismo de protección inducido por las vacunas orales,
como la de la poliomielitis. La abundancia de células plasmáticas intestinales que producen
IgA se debe, en parte, a la inducción selectiva del cambio de isotipo a la IgA en los
linfocitos B del GALT y de los ganglios linfáticos mesentéricos.
El cambio de clase a la IgA en el intestino puede producirse por mecanismos dependientes
e independientes de T. Hay dos pasos fundamentales: 1. son la transcripción inducida por
citocinas a través del locus de la IgA genómico, que abre el acceso a las enzimas necesarias
para la recombinación del cambio. El TGF-β es la principal citocina necesaria para el
cambio de isotipo a la IgA, tanto dependiente como independiente de T. En el intestino, el
TGF-β es producido por células epiteliales intestinales y DC en el GALT. Además, las DC
del GALT expresan la integrina αvβ8, que es necesaria para la activación del TGF-β. En el
cambio de clase a la IgA dependiente de los linfocitos T, la AID es inducida en los
linfocitos B por la transducción de señales del CD40, que es activada por la unión del
ligando del CD40 en los linfocitos T cooperadores foliculares (Tfh) al CD40 de los
linfocitos B que presentan el antígeno a los linfocitos Tfh
2. la expresión inducida de la desaminasa inducida por la activación (AID), la enzima que
media la recombinación de cambio. En el cambio a la clase IgA independiente de T, la
expresión de la AID en los linfocitos B es inducida por las formas de membrana y secretora
de las citocinas denominadas ligando inductor de la proliferación (APRIL, a proliferation-
inducing ligand) y factor activador de linfocitos B (BAFF, B cell-activating factor), que
están relacionadas estructuralmente con el CD40L y se unen a un receptor de los linfocitos
B relacionado con el CD40 denominado activador transmembranario e interactuador con el
ligando de la ciclofilina modulador del calcio (TACI, transmembrane activator and
calcium-modulating cyclophilin-ligand interactor). APRIL y BAFF son producidos por las
DC del GALT y las células epiteliales intestinales producen APRIL en respuesta a los
ligandos del TLR producidos por las bacterias comensales. Las células epiteliales
intestinales también producen linfopoyetina estromal tímica (TSLP, thymic stromal
lymphopoietin) en respuesta a las señales del TLR y la TSLP estimula la producción
adicional de APRIL por las DC del GALT.

La IgA secretada se transporta a través de las células epiteliales a la luz intestinal gracias a
un receptor específico para el Fc denominado receptor poli Ig. La IgA secretada por las
células plasmáticas en la lámina propia está en forma de un dímero que se mantiene unido
por una cadena J producida de manera coordinada, que se une de forma covalente mediante
enlaces disulfuro a las regiones Fc de las cadenas pesadas α de las dos moléculas de IgA.
Las células plasmáticas mucosas producen muchas cadenas J, más que las células
plasmáticas de los tejidos no mucosos, mientras que la IgA sérica es, habitualmente, un
monómero que carece de la cadena J. La IgA dimérica debe ser transportada desde la
lámina propia a través del epitelio hasta la luz. Esta función está mediada por el receptor
poli-Ig, una glucoproteína membranaria con cinco dominios Ig extracelulares. La IgM
producida por las células plasmáticas de la lámina propia es también un polímero
(pentámero) asociado de forma covalente a la cadena J y el receptor para poli-Ig también
transporta la IgM a las secreciones intestinales. Esta es la razón por la que a este receptor se
le denomina receptor para poli-Ig. Este receptor lo sintetizan las células epiteliales mucosas
y se expresa en las superficies basales y laterales de las células epiteliales. Su producción
puede aumentar por estímulos inflamatorios.
La IgA dimérica (y la IgM pentamérica) secretada por las células plasmáticas en la lámina
propia se unen al receptor para poli-Ig situado en la superficie basolateral de las células
epiteliales mucosas a través de un dominio de la cadena J. El complejo anticuerpo-receptor
es interiorizado por endocitosis en la célula epitelial y, al contrario que otros endosomas
que suelen viajar a los lisosomas, las vesículas que contienen el receptor para la poli-Ig se
dirigen a la membrana plasmática apical (luminal) de la célula epitelial y se fusionan con
ella. En la superficie celular apical, el receptor para la poli-Ig se separa mediante
proteolisis, sus dominios transmembranario y citoplasmático se dejan unidos a la célula
epitelial, y el dominio extracelular del receptor, que lleva la molécula de IgA, se libera a la
luz intestinal. Este proceso de transporte de la IgA a través del epitelio se denomina
transcitosis. La parte escindida del receptor para poli-Ig, conocido como componente
secretor, permanece asociado a la IgA dimérica en la luz. Se cree que el componente
secretor unido protege a la IgA (e IgM) de la proteolisis que realizan proteasas presentes en
la luz intestinal y estos anticuerpos son, por tanto, capaces de neutralizar los microbios y las
toxinas en la luz.
La IgG está presente en las secreciones intestinales en cantidades iguales a las de la IgM,
pero menores que las de la IgA. En algunas secreciones mucosas (es decir, en el recto, la
vía genitourinaria y las vías respiratorias), las concentraciones de IgG son bastante altas. El
transporte de IgG a las secreciones mucosas puede estar mediado por transcitosis a través
del receptor neonatal para el Fc (FcRn).

La IgA producida en los tejidos linfáticos en la glándula mamaria se secreta en el calostro


y la leche materna madura a través de una transcitosis mediada por el receptor poli Ig y
media la inmunidad mucosa pasiva en los niños alimentados con leche materna. La
glándula mamaria humana en periodo de lactación contiene un gran número de células
plasmáticas secretoras de IgA y el epitelio de la glándula mamaria puede almacenar
grandes cantidades de IgA secretora. Las células plasmáticas de la mama pueden originarse
en varios MALT. Se alojan en la mama, porque la mayoría de los plasmoblastos IgA
expresan el CCR10, independientemente de los tejidos linfáticos en que se generaran, y el
tejido mamario expresa el CCL28, la quimiocina que se une al CCR10. Durante la lactancia
materna, un niño ingiere una cantidad importante de IgA materna, que protege el intestino
del lactante de muchos microbios. También se secretan cantidades moderadas de IgG e IgM
en la leche materna que contribuyen a la inmunidad pasiva de los niños alimentados con
leche materna. Muchos estudios epidemiológicos han demostrado que la alimentación
materna reduce considerablemente el riesgo de diarrea y septicemia, especialmente en los
países en desarrollo, y esto se correlaciona con la presencia de IgA secretora en la leche
materna específica frente a especies enterotóxicas de bacterias, como Escherichia coli y
Campylobacter.

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