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Estos son mecanismos institucionales y sociales que han permitido a los jueces y
juristas mantener la apariencia de aislamiento del derecho de la política. Ello ha
implicado un importante recorte de poder de los órganos políticos, democráticos o
no, legislativos y administrativos. Ese recorte ha supuesto, en general, un traspaso
de poder a los jueces, como administradores naturales de un derecho no politizado.
El derecho despolitizado se ha mostrado, en muchas ocasiones, mas estable, mas
seguro, mejor garante de los derechos individuales y con mayor percepción de
situaciones diferentes que un derecho que resulta de las luchas por el poder
político. En los próximos capítulos se discutirá la relación conceptual entre derecho
y moral.
Si ara que una norma jurídica justifique una acción o decisión debemos
inevitablemente mostrar que emana de principios morales que se asumen como
válidos, ¿Por qué no buscar la justificación de esa acción o decisión directamente
en esos mismos principios? ¿Para qué necesitamos, al fin y al cabo, un gobierno y
sus leyes si estas no permiten justificar una acción más que recurriendo, en última
instancia, a principios morales?
Pareciera posible tratar de resolver esta paradoja a través de una respuesta doble.
Primero, muchas veces las leyes resuelven casos de indeterminación moral; de
este modo, como sostenía Tomás de Aquino, el derecho positivo está relacionado
con el derecho natural no solo por derivación sino también por especificación. En
segundo lugar, la justificación de las leyes generalmente no incluye consideraciones
morales sustantivas si que es una justificación de tipo procesal, de modo que los
principios morales relevantes generalmente se limitan a determinar las condiciones
para la selección de las autoridades políticas y del procedimiento bajo el cual estas
deben actuar, de manera que cuando son satisfechas las leyes resultantes están
justificadas.
No es fácil vislumbrar como las lagunas de los principios morales pueden llenarse
sin recurrir a otros principios morales. ¿Cuál sería el tipo de consideraciones no
morales que un legislador debería tener en cuenta para resolver cuestiones que no
tienen una solución moral determinada?
Las conexiones justificatoria e interpretativa del derecho con la moral hacen correr
el riesgo de que el derecho positivo se vea totalmente absorbido por la moral. Si
estas paradojas fueran genuinas, el derecho positivo sería una gran ficción de
nuestra cultura. Lo único positivo que tendría el derecho serian ciertos materiales
físicos, pero que materiales fueran relevantes y cual su significado sería una
cuestión que los jueces y juristas decidirían con entera libertad.
Cada una de las contribuciones realizadas al derecho positivo concebido como una
acción colectiva está condicionada por la evolución que haya tenido ese derecho y
demás prácticas sociales hasta ese momento.
El enfoque del derecho positivo que aquí se defiende difiere de los mencionados en
que solo parte del reconocimiento del hecho de que la acción de los legisladores
jueces se desarrolla en el contexto de una obra colectiva cuyos restantes aportes
ellos no controlan. Este enfoque es perfectamente compatible con la conclusión de
un juez o de un legislador acerca de que el derecho vigente hasta ese momento es
tan precario que vale la pena el esfuerzo de arriesgar una refundación, e incluso
justifica, si ese esfuerzo fracasa o es imposible, una situación de anarquía o de
disgregación del orden jurídico. Lo que simplemente toma en cuenta es la
circunstancia de que, si la anterior no es una alternativa aceptable, la decisión del
juez debe concebirse como parte integral de un orden jurídico, fundado en cierto
hecho constitucional. Esto implica que la medida legislativa, judicial o administrativa
debe contribuir, a la vez, a preservar y mejorar ese orden jurídico. No por ello la
medida tiee que justificarse sobre la base de los mismos principios que permiten
justificar el resto de las contribuciones al orden jurídico que se presuponen valiosas,
dada la imposibilidad de otro acto fundacional. Muchas veces se ha sostenido que
hay valores prima facie inherentes a su orden jurídico, cualquiera que sea un
contenido. Pero esto es dudoso. Karl Popper propone que se trata de reconocer
que si la única forma de tomar decisiones, moralmente justificadas, ha de ser en el
contexto de practicas sociales existentes, se hace necesario preservar el orden
jurídico vigente, salvo que sea tan injusto que no pueda ser mejorado y que la única
decisión moralmente justificada es la que conduce a desconocerlo, aun a riesgo de
no poder establecer otro con éxito.
Este enfoque del derecho positivo revela que el razonamiento jurídico muestra una
estructura escalonada en dos niveles:
En nivel primero y mas básico se deben articular las razones que legitiman o no la
practica social constituida por el derecho positivo. Aquí rigen razones sustantivas y
procedimentales que permiten ubicar a ese derecho en un continuo de legitimidad.
Pero en este primer nivel del razonamiento practico se debe tener en cuenta cuales
son las alternativas realistas para preservar el orden jurídico. Es posible que si
aunque diste mucho del punto optimo de legitimidad en el continuo mencionado,
cualquier alternativa realista este todavía mas alejada: las alternativas mas
probables a la vigencia del presente orden jurídico pueden ser un régimen
autoritario o una situación de anarquía o disgregación del poder.
Esta tensión entre producir una evolución de la práctica que la haga progresar hacia
formas más perfectas de legitimidad y preservar la práctica no puede resolverse
según fórmulas exactas.
En segundo lugar, es obvio que los principios y procedimientos moralmente válidos
son relevantes en el segundo nivel del razonamiento jurídico justificatorio para
decidir las inevitables indeterminaciones que, aun una norma jurídica concebida
como práctica o convención, presenta. Estas indeterminaciones permite, en
realidad, un enriquecimiento y evolución de la practica jurídica hacia formas mas
aceptables de legitimidad sin riesgo de ruptura.
Aquí también hay una diferencia sustancial con el enfoque de Dworkin: él pretende
minimizar los márgenes de opción en la interpretación jurídica al adoptar un
enfoque según el cual las decisiones pasadas no sólo determinan las solucione que
explícitamente adoptan sino que también tienen un peso gravitacional excedente
sobre casos deben resolverse de acuerdo con principios que también permitan
justificar las decisiones pasadas. Ello le permite a Dworkin sostener que no hay una
diferencia tajante entre los casos resueltos por el derecho y los no resueltos. Creo
que aquí también conviene aludir a la tensión entre la preservación y la evolución
de la practica.
La concepción del derecho positivo como una acción colectiva también permite
superar la paradoja de la indeterminación radical del derecho positivo, producida
por la percepción del papel central que ocupan las valoraciones en el proceso de
interpretación jurídica. Porque la práctica social que constituye al derecho no
procede sólo de ciertos textos. También consiste en convenciones interpretativas
de esos textos Esas convenciones incluyen la adopción de criterios de
interpretación que, desde el punto de vista del texto, son puramente opcionales y
deben ser objeto de las pertinentes valoraciones. Pero una vez realizadas tales
valoraciones, ya no es opcional que las acepten o no los futuros intérpretes. La
necesidad de preservar una práctica jurídica moralmente justificada implica también
la necesidad de preservar sus convenciones interpretativas.
Lo cierto es que, una vez que reconocemos que el razonamiento jurídico presenta
esta estructura escalonada, que la racionalidad correspondiente es del tipo de la
segunda mejor posición y que los principios morales y de justicia no tienen por
objeto acciones y decisiones individuales sino prácticas o acciones colectivas,
entonces el derecho ya no aparece como una caja negra asimilable, mediante
cualquier solución, por nuestras valoraciones, sean las que sean, sino como una
práctica que incluye criterios convencionales de interpretación de textos y otros
materiales jurídicos relevantes. Esto implica mostrar que la paradoja de la
indeterminación radical del derecho solo se da cuando concebimos los actos y
decisiones jurídicos como si fueran actos y decisiones individuales y aislados.
El admitir que el derecho tiene una conexión directa con la política, sirve para
superar las aparentes paradojas de la superfluidad y de la indeterminación radical
del derecho, paradoja a la que habíamos sido conducidos al advertir las conexiones
justificatoria e interpretativa del derecho con la moral.
Los problemas de acción colectiva se dan cuando la opción dominante de cada uno
de los participantes es la que una vez generalizada termina frustrando el
autointerés de cada uno.
Los prisioneros, no obstante, no puede obtener ese resultado mas eficiente con una
decisión individual. Si uno de ellos procura alcanzarlo no confesando, se arriesga a
que el otro si confiese, quedando este ultimo libre, y obteniendo el primero el peor
resultado de todos, diez años de prisión.
Se podría afirmar que, si los prisioneros pudieran hablar entre sí, sería fácil obtener
el resultado más eficiente mediante el simple expediente de acordar no confesar.
Sin embargo, las cosas no son tan fáciles, ya que n hay razón para que dos
prisioneros racionales y autointeresados cumplan con el acuerdo de no confesar: lo
racional es romper el acuerdo y confesar, para así obtener el mejor resultado, el de
quedar libre. De este modo, la existencia de comunicación y de un acuerdo entre
las partes solo desplaza la estructura de interacción autofrustrante a un nivel más
alto.
Hay otra estructura de interacción que también conduce, bajo ciertos presupuestos,
a resultados ineficientes. Suele denominarse “el juego de asegurar” y se diferencia
del dilema de los prisiones en el hecho de que no hay una primera preferencia por
la opción en que el agente no coopera y el otro o los otros sí, ya que en este caso
no se obtiene ningún beneficio, sino que la primera preferencia es cooperar,
siempre y cuando el otro o los otros también lo haga. Hay asimismo otra estructura
de interacción ineficiente que es la del llamado “juego de la gallina”; la
característica del juego es que la cooperación, aun cuando el otro participe no
coopere, es preferible a la no cooperación general.
El procedimiento mas obvio para salir de estas situaciones cuya estructura produce
una interacción ineficiente consiste en la aceptación de ciertas normas. Lo que aquí
se sugiere es algo muy diferente: que la existencia de determinadas normas es, en
general, condición necesaria para desarrollar acciones colectivas eficientes. La
eficiencia puede frustrarse o bien porque las normas que rigen la acción colectiva
en cuestión no son las adecuadas, o porque, siéndolo, fallan otras condiciones
también necesarias para que se materialicen resultados eficientes. Esto da origen a
lo que en otra obra caracterice como anomia “boba” , o sea, una anomia que
perjudica a todos o a casi todos los actores del grupo social en el que esa anomia
se produce.
Parece tan claro que las normas sirven para resolver problemas de coordinación
que algunos autores han postulado que las normas emergen cuando se dan
problemas de acción colectiva, como los del dilema de los prisioneros, los de
coordinación o los que surgen de la preservación de situaciones de desigualdad.
Puede ocurrir que el nacimiento de una norma se vea obstaculizado por el mismo
problema de cooperación que da lugar a la situación que la norma quiere resolver.
De este modo la interacción autofrustrante es, a la vez lo que determina la
necesidad de una cierta norma y lo que impide que ella aparezca.
El derecho tiene una conexión directa con la política, además de la conexión que el
derecho podría establecer con la política a través de la moral.
Esta conexión del derecho con la política consiste en el hecho de que las acciones
y decisiones jurídicas no son acciones y decisiones individuales y aisladas sino
contribuciones a una acción o practica colectiva. Este carácter de las acciones y
decisiones políticas incide en el razonamiento, no se aplican directamente a las
acciones y decisiones individuales sino a la practica colectiva.
Lenguaje y derecho. Los niveles del lenguaje. Funciones del lenguaje. Funciones
del lenguaje jurídico. El uso performativo del lenguaje. Vaguedad ambigüedad y
textura abierta del lenguaje. El lenguaje valorativo en el derecho y sus implicancias
morales y jurídicas.
LEGUAJE Y DERECHO
A la par que nos encontramos hablando de las palabras, vale la pena hacer una
breve refenecia a los inconvenientes que se presentan en los lenguajes naturales,
inconvenientes que pueden con mucha facilidad hacer que la comunicación no sea
todo lo eficaz. La ambigüedad provoca que una misma expresión tenga mas de un
significado.
Este umbral provoca indeterminaciones varias, que en algunos casos, son tan
fuertes que pueden terminar con cualquier intento eficaz de comunicación. Vale
aclarar que todas las clasificaciones son arbitrarias y únicamente aceptables por su
utilidad. No son las cosas, ni los hechos, los que ya nos vienen etiquetados y
clasificados, sino que somos nosotros, como pacientes entomólogos, los que
elaboramos las mismas para mejor manejarnos con el universo de nuestros objetos.
Por ultimo, todos los lengujes naturales ostentan la curiosa cualidad, incomoda por
cierto, de que todas sus palabras son potencialmente vagas. Esto significa que se
desconocen las características insolitas o que no han sido consideradas en el
presente por determinadas expresiones. Con otra expresión todas las palabras son
potencialmente vagas y muy especialmente cuando la tecnología a cada momento
nos introduce en conocimientos de relaciones que se ignoraban hasta ayer.
Finalmente tambien puede divirse el estudio del derecho en las tres partes
correspondientes de la semiotica. Una sintaxis del derecho se ocupa de las
realciones formales que existen entre las normas y del sistema que forman en
conjunto. Pertenecen a este campo los temas de la estructura de las normas, los
conceptos juridicos fundamentales, la validez juridica y la nocion de sistema
normativo.
LA VAGUEDAD
Cuando una persona dice algo a otra intenta simepre roducir algun efecto en este
ultimo:busca influir en el. Las formas de influir en el podrian ser: el emisor trata de
informar, de preguntar, de pedir, de insultar, de persuadir, de dominar, de halagar,
de ordenar, de despreciar, de engañar, de entretener. Existe una variada gama de
relaciones de comunicación que pueden presentarse entre dos o mas personas e
icluso entre una o algunas ersonas y una masa indeterminada de ellas. Toda esta
variedad de funciones puede clasificarse en funciones:
E) Los Usos Mixtos: A menudo las funciones del lenguaje guardan cierta
correspondencia con alguna caracteristica gramatical que le es peculiar. Asi, el
modo indicativo resulta especialmente apropiado para la funcion descriptiva, el
modo imperativo cuadra perfectamente a ordenes o ruegos, la interrogacion a las
preguntas, y los signos de admiracion sirven los fines del lenguaje expresivo. En
resumen, la intencion de hcaer cumplir al lenguaje una determinada funcion no se
exhibe sino algunas veces a traves de la forma gramatical utilizada. Por lo general,
ara interpretar cual es esa intencion habra que recurrir al contexto y a las
circunstancias que rodearon la emision del mensaje en cuestion.
Este fenomeno, cosnsite en que una palabra en que una palabra se presente
asociada con determinada reaccion emotiva, no solo puede resultar de un
condicionamiento individual, a menudo es tambien un fenomeno social. Es comun
observar que en determinada comunidad ciertas palabras van generalmente
acompañadas por reacciones favorables o desvarables, de tal mdo que la realcion
entre palabra y efecto emotivo es tan habitual entre los habitantes como el vinculo
entre la palabra y su significado. Por esto, la capacidad de una palabra de provocar
ciertas reacciones en los hablantes de una comunidad ha sido denominada a veces
significado emotivo, para diferenciarlo del significado cognoscitivo o descriptivo, de
elacion de las palabras con la realidad.
DEFINICION PERSUASIVA
Se habla de los efectos juridicos en dos sentidos diferentes, que deben ser
distinguidos:
Los efectos juridicos son los efectos involucrados en las reglas de derecho con
respecto a las relaciones personales y a la propiedad. Para expresarlo
estrictamente, la palabra “efecto” es inapropiado en este contexto. En este sentido,
ningun, efecto juridico tiene su causa en el acto del matrimonio. Lo que sucede es
una modificacion en la situacion real a la que se refieren las reglas juridicas. Se ha
agregado un nuevo hecho a la situacion; este hecho implica la aplicabilidad de una
serie de reglas que se refieren a las personas “casadas”. Esto es todo. Los
llamados “efectos” no son otra cosa que el contenido de las reglas. La situacion
juridica ha sido modificada mediante el acto del matrimonio en el sentido en que
este acto es relevante de acuerdo con un comlejo de reglas; las reglas que se
aplican a la pareja son ahora diferentes de las que existian antes del acto.
Por “efectos juridicos” entendemos aquellos efectos que tienen lugar a traves de la
accion de los tribunales o de otros organismos estatales. Por ejemplo, un hombre
enviado a la carcel por no proporcionar alimentos a su mujer y a sus hijos.
Los efectos de este ultimo tipo son efectos reales. Dependen de la efectividad
psicologica de las reglas juridicas; se llevan a cabo porque los organos del estado
se sienten obligados por las reglas y, por lo tanto, las aplican cuidadosamente.
Todos estos efectos reales del acto del matrimonio son, en ultima instancia, efectos
psicologicos.
Es una regla general el que estas ocasioe realizativas tienen que ser pronunciadas
en conexiones especiales ara que logren el efecto psicologico. Esto es facilmente
comprensible. Cualquiera puede pronunciar a su arbitrio oraciones realizativas, pero
las consecuencias sociales no pueden ser enlazadas a formulaciones irregulares.
Es absolutamente necesario clasificar y calificar estas expresiones relizativas en
tanto instrumentos del control y de la comunicación social. Esto se hace mediante la
referencia a una cierta forma y a ciertas circunstancias. La gente es enseñada a
responder solo a las formulas que satisfacen estos requisitos. Sin embargo, las
palabras en tanto tales no son nunca pensadas como relevantes desde un punto de
vista juridico; la situacion en la que son pronunciadas ha de tener el carácter
apropiado, aun cuando esta situacion solo puede ser descripta vagamente o, mas
bien, quizas vivida como la situacion correcta.
UNIDAD 3
Comprobar si no ha sido derogada, comoquiera que una norma puede haber sido
valida, en el sentido de hacer sido promulgada por un poder autorizado para
hacerlo.
Comprobar que no sea incompatible con otras normas del sistema (lo que tambien
se llama derogacion implicita), particularmente con una norma jerarquicamente
superior (una norma constitucional es superior a una ley ordinaria en una
constitucion rigida) o con una norma posterior, comoquiera que en todo
ordenamiento juridico rige el principio de que dos normas incompatibles no pueden
ser validas a un mismo tiempo ( asi como en un sistema cientifico dos
proposiciones contradictorias no pueden ser ambas validas).
Una norma puede ser justa sin ser valida. Ejemplo: el derecho natural puede ser
considerado el derecho justo por excelencia; pero por el solo hecho de ser justo, o
es tambien valido.
Una norma puede ser valida sin ser justa. Ejemplo: Ningun ordenamiento juridico es
perfecto, pues entre el ideal de justicia y la realidad del derecho hay siempre un
vacio mas o menos grande según los regimenes. En verdad el derecho que, en
todos los regimenes de cierto periodo historico y en algunos regiemenes que hoy
consideramos de civilizacion atrasada, admitia la esclavitud, no era justo, pero no
por esto menos valido.
Una norma puede ser valida sin ser eficaz. El caso de las leyes sobre la prohibicion
de bebidas alcoholicas en los Estados Unidas de norteamerica, que rigieron entre
las dos guerras mundiales, se cita como el mas sonado. Se dice que el consumo de
bebidas alcoholicas durante el regimen de prohibicion no fue inferior al consumo del
periodo inmediatamente posterior, cuando se levanto la prohibicion. Ciertamente se
trataba de leyes " validas" , en cuanto emanaban de los organos competentes para
esta funcion, pero no eran eficaces.
Una norma puede ser eficaz sin ser valida. Hay muchas normas sociales que se
cumplen espontanea o habitualmente, es decir que son eficaces, como por ejemplo
las reglas de buena educacion en algunos circulos sociales. Mientras sea
solamente eficaz, una norma consuetudinaria no se vuelve norma juridica. Se
vuelve juridica cuando los organos del poder le atribuyen validez. Lo que confirma
que la eficacia no se transforma directamente en validez y, por lo tanto, una norma
puede continuar siendo eficaz sin que por esto llegue a ser juridica.
Una norma puede ser justa sin ser eficaz. Cuando la sabiduria popular dice que "no
hay justicia en este mundo", se refiere al hecho de que aunque son muchos quienes
teoricamente exaltan la justicia, pocos son quienes la practican. Por lo general, para
que una norma sea eficaz debe ser tambien valida. Si es verdad que muchas
normas de justicia no son validas, con mayor razon tampoco son eficaces.
Una norma puede ser eficaz sin ser justa. El hecho de que una norma sea
universalmente respetada no demuestra su justicia, del mismo modo que el hecho
de no ser respetada no es prueba de su injusticia. Ejemplo (iusnaturalistas): el
hecho de que la esclavitud fuese practicada por todos los pueblos civilizados en
cierto periodo historico, no transformaba la esclavitud en una institucion conforme a
la justicia. La justicia es independiente de la validez, pero tabien es independiente
de la eficacia.
Julius Stone afirma que el estudio del derecho, para que sea completo, consta de
estas tres partes: 1) jurisprudencia analitica, que es lo que nosotros llamariamos
teoria general del derecho, ósea el estudio del derecho desde el punto de vista
formal; 2) jurisprudencia critica o ética, que comprende el estudio de los diferentes
ideales de justicia, y , por lo tanto del derecho ideal en sus relaciones con el
derecho real, y que coincide con aquella parte de la filosofia del derecho que
nosotros llamaríamos teoría de la justicia; 3) jurisprudencia sociologia, que estudia,
según la expresión preferida por Pound, no el derecho en los textos sino el derecho
en accion, y que corresponde a la sociología jurídica, en cuanto estudia el derecho
vivo en la sociedad.
El tercer testimonio lo tenemos en Alfred Von Verdross quien precisa que hay tres
modos diversos de considerar el derecho, según se le examine en su valor ideal
(que es la justicia), en su valor formal ( que es la validez) y en su cumlimiento
practico (que es la eficacia), y se expresa asi: "el sociologo con sus medios puede
comprender solo la eficacia del derecho; el teorico del derecho solo la forma del
derecho y la conexión intrinseca de las normas positivas, mientras el filosofo moral
se interesa solamente por la justicia etica de las normas juridicas y por su
obligatoriedad interna"
Los tres problemas son tres diversos aspectos de un solo problema central, el de la
mejor organización de la vida de los hombres asociados. Si hemos insistido en la
distincion e independencia de las tres valoraciones, es porque consideramos
perjudicial su confusion, y principalmente porque consideramos inaceptables otras
teorias que no hacen esta clara distincion, y que, por el contrario, tienden a reducir
alguno de estos tres aspectos a los otros dos, haciendo, lo que se llama con un feo
neologismo, labor de "reduccionismo".
Hay una teoria que reduce la validez a la justicia, afirmando que una noram es
valida solo si es justa; en otras palabras hace depender la validez de la jusiticia. El
ejemplo historico mas evidente de este reduccionismo es la doctrina del derecho
natural.
Otra teoria reduce la justiicia a la validez, en cuanto afirma que una norma es justa
por el solo hecho de ser valida, es decir, hace depender la justicia de la validez.
Finalemten, hay una teoria que reduce la validez a la eficacia, por cuanto afirma
que le recho real no es el que se encuentra enunciado en una constitucion, en un
codigo, o en un cuerpo de leyes, sino que es auqel que los hombres efectivamente
aplican en sus realciones cotidianas; esta toeria hace depender, en ultima instancia,
la validez de la eficacia.
Nosotros consideramos que estas tres concepciones estan viciadas por el error del
"reduccioismo" que lleva a eliminar o, por lo menos, a confundir uno de los tres
elementos constitutivos de la experiencia juridica, y consecuentemente la mutilan.
La primera y la tercerano logran ver la importancia del problema de la validez; la
segunda cree poder liberarse del problema de la justicia. A continuacion las
examinamos separadamente.
EL DERECHO NATURAL
La corriente del derecho natural se podria definir como el pensamiento juridico que
concibe que la ley, para qie sea tal, debe ser conforme a la justicia. Una ley no
conforme con esta,non est lex sed corruptio legis. Una formulacion reciente y
ejemplar de esta doctrina la ofrece Gustav Radbruch en el pasaje siguiente:
"Cuando una ley niega conscientemente la voluntad de la justicia, por ejmplo,
cuando concede arbitrariamente o rechaza los derechos del hombre, adolece de
validez; "Puedem darse leyes de contenido ta injusto y perjudicial que hagan
necesario negarles su carácter juridico...puesto que hay principios juridicos
fundamentales que son mas fuertes que cualqueri normatividad juridica hasta el
punto que una ley que los contradiga carecera de validez".
A este enfoque del problema de las relaciones entre justicia y derecho podemos
replicar que es una exigencia, o si queremos un ideal que nadie puede desconocer,
que el derecho corresponda a la justicia, pero no una realidad de hecho. Ahora
bien, cuando nos planteamos el problema de saber que es en realidad el derecho,
y no que quisieramos que fuera o que deberia serl el derecho. Pero si nos
preguntamos que es en realidad el derecho, no podemos ino responder que en la
realidad vale como derecho tambien el derecho injusto, y que no existe ningun
ordenamiento que sea perfectamente justo.
Con otra definicion se podria decir que la teoria del derecho natural es aquella que
considera poder establecer lo que es justo y lo que es injusto de modo
universalmente valido. A juzgar pr los desacuerdos entre los diferentes seguidores
del derecho natural sobre lo que se debe considerar justo o injusto, a juzgar por el
hecho de que lo que era natural para algunos no lo era para otros, se deberia
responder que no. El termino "naturaleza" es un termino generico que adquiere
diferentes significados segúnse use.
Por otra parte, me parece que se puede demostrar, con dos argumentos sacados
de la misma doctrina iusnaturalista: a) los hombres antes de entrar en el estado
positivo vivieron en el estado de naturaleza, cuya característica fundamental es ser
un estado en el cual rigen solo las leyes naturales. Ahora bien, es también doctrina
aceptada que el estado de naturaleza es imposible y que es necesario salir de el
para fundar el estado. El derecho natural no cumple con la función del derecho
positivo y, por lo tanto, si llamamos "derecho" al derecho positivo, no podemos
considerar "derecho" del mismo modo al derecho natural. b) es doctrina común de
los iusnaturalistas que el derecho positivo no conforme al derecho natural debe ser
considerado injusto, pero no obstante esto debe ser obedecido (es la llamada teoria
de la obediencia). ¿Pero que significa precisamente "obedecer"? Significa aceptar
cierta norma de conducta como obligatoria, esto es, como existente en un
determinado ordenamiento juridico, por lo tanto valida. Pues bien, afirmar que una
norma debe ser obedecida aun si es injusta, es un camino para llegar, asi sea
indirectamente, a la misma conlcusion de donde hemos partido, esto es, que justicia
y validez de una norma son dos cosas diversas; en definitiva es un camino mas
largo para llegar a reconocer que una norma puede ser valida (es decir, que debe
ser obedecida) aun si es injusta, y que, por lo tanto, justicia y validez no coinciden.
EL POSITIVISMO JURIDICO
La doctrina según la cual la justicia es la voluntad del mas fuerte ha sido refutada
muchas veces en el desarrollo del pensamiento occidental. Rosseau: " La fuerza es
una potencia fisica: no veo que moralidad pueda derivarse de ella. Ceder a la fuerza
es un acto de necesidad, o de voluntad: cuando mas es un acto de prudencia. ¿ En
que sentido podria ser un deber? … Aceptando que es la fuerza la que crea el
derecho el efecto cambia con la causa: toda la fuerza que supera a la primera tiene
derecho a tomar su lugar. Admitir que se puede desobedecer impunemente
significa que se puede hacerlo legitimamente, y comoquiera que el mas fuerte... Si
por la fuerza hay que obedecer, no es necesario obedecer por deber, y si no
estamos forzados a obedecer, no estaremos tampoco obligados.
EL REALISMO JURIDICO
En el ultimo siglo se pueden precisar por lo menos tres periodos en los cuales surge
ese modo de concebir el derecho.
El primer periodo lo representa la escuela historica del derecho, del jurista aleman
Federico Carlos Von Savigny. Para la escuela histórica del derecho no se deduce
de principios racionales, sino que es un fenómeno histórico social que nace
esontaneamente del pueblo, es decir, que el fundamento del derecho no es, para
decirlo con una expresion que se ha vuelto famosa, la naturaleza universal, sino el
espíritu del pueblo, de donde se desprende que haya tantos derechos cuantos
pueblos con sus diferentes características y en sus diversas frase de desarrollo. El
cambio de perspectiva en el estudio del derecho se manifiesta principlamente en la
consideracion del derecho basado en la costumbre como fuente primaria del
derecho, precisamente porque este derecho surge de manera inmediata de la
sociedad y es la expresion genuina del sentimiento juridico popular contra el
derecho impuesto por la voluntad del grupo dominante (la ley) y el derecho
elaborado por los técnicos del derecho (el llamado derecho cientifico).
La obra de Eugenio Ehrlich sobre la logica de los juristas que es una de las mas
documentadas e intransigentes polemicas contra el positivismo estatalista en
nombre de la libre investigacion del derecho por parte del juez y del jurista, quienes
deben buscar las soluciones a las controversias, no tanto confiandose en el dogma
de la voluntad estatal pasivamente aceptado, sino penetrando en el estudio del
derecho vivo, que la sociedad produce estando en permanente movimiento. La
polemica contra el rigido estatalismo, junto con la polemica contra la jusrisprudencia
de los conceptos, suscito como reaccion una jurisprudencia realista, cuya tarea
debia ser juzgar con base en la valoracion de los intereses en conflicto, llamada por
su principal exponente, Felipe Heck, jurisprudencia de los intereses.
El tercer periodo lo constituye la concepcion realista del derecho que ha tenido éxito
en estos ultimos decenios en los Estados Unidos de America. El padre intelectual
de las corrientes realistas modernas es un gran jurista, Oliver Wendell Holmes,
quien fue el primero, precisamente en el ejercicio de sus funciones de juez, en
descalificar el tradicionalismo juridico de las cortes, y en introducir una
interpretacion evolutiva del derecho, es decir, mas sencible a los cambios de la
conciencia social. Roscoe Pound en sus escritos se muestra como defensor de la
figura del jurista sociologo, entendiendo con esta expresion el jurista que tiene en
cuenta, en la interpretacion y en la aplicación del derecho, los hechos sociales de
los cuales se deriva el derecho y a los cuales va dirigida su regulacion.
Por otra parte, la escuela realista, cuyo principal impulsor ha sido Jerome Frank, va
mucho mas alla de los principios que se puden deducir de Holmes y de Pund. La
tesis principal de la escuela realista es esta: no existe derecho objetivo, es decir
objetivamentededucible de hechos reales, ofrecidos por la costumbre, por la ley o
por los antecendentes judiciales; el derecho es una permanete creacion del juez, el
derecho es obra exclusiva del juez en el moemtno que decide una controversia.
B) Por lo que se refiere al nuevo y mayor enfasis que las escuelas sociologicas dan
a la figura del juez creador del derecho, aquí nace solamente el problema de si se
puede considerar verdadero derecho al derecho viviente o en formacion, al derecho
que nace espontaneamente del derecho. A este proposito es necesario distinguir
entre fuentes de conocimiento y fuentes de calificacion del derecho. El derecho vivo
es pura y simplemente u hecho o una serie de hechos de los cuales el juez saca el
conocimiento de las aspiraciones juridicas que se van formando en la sociedad.
Pero para que estas aspiraciones se conviertan en juridicas, es necesarii que el
juez las acoja y les atribuya la autoridad normativa que es inherente a su funcion de
organo capaz de producri normas juridicas. El derecho viviente no es aun derecho,
es decir, norma o conjunto de normas de ese sisitema, hasta cuando es solamente
eficaz. Lo llega a ser cuando el juez, en cuanto sea reconocido como crador del
derecho, le atribuye tambien la validez. En realidad se puede hab lar de un juez
creador de derecho precisamente en cuanto las reglas que el descubre en la
realidad social no son todavia reglas juridicas, y no lo son hasta que el no las
reconoce y les atribuye fuerza coactiva.
El punto de vista desde el cual nos proponemos estudiar ahora la norma juridica
puede llamarse formal, en el sentido que consideramos la norma juridica
independiente de su contenido, o sea en su estructura.
Introduccion
1) El orden juridico cuenta con una constitucion rigida que incorpora una relacion de
derechos fundamentales. Por rigidez de la constitucion (frente a la flexibilidad de la
legislacion) se entiende inmodificable o resistencia su modificacion. Guastini dice
que cuanto mayor sea la rigidez constitucional mayor sera la tendencia a la
constitucioalizacio de ese orden juridico.
Dentro de la cultura jurdica se observa una division entre aquellos autores que
afirman que los nuevos fenomenos juridicos exigen la formulacion de un nuevo
paradigma teorico, y aquellos otros que niegan tal necesidad. La disputa versa en
definitiva sobre si los cambios que supone la constitucionalizacion del orden juridico
son meramente cuantitativos (de grado), en cuyo caso no hace falta formular un
nuevo paradigma teorico; o si. Por el contrario, se trata de cambios verdaderamente
cualitativos que exigen una revision profunda de los esquemas teoricos con los que
se aprehenden y transmiten los fenomenos juridicos. Prescindiendo de muchos
detalles, a los primeros, es decir, a los que afirman la continuidad del paradigma, se
les puede llamar positivistas o partidarios del paradigma construido en torno a la
concepcion del estado de derecho como imperio de la ley; y los segundos a los que
afirman la necesidad de la revision de dicho paradigma, postpositivistas,
neoconstitucionalistas o partidarios de un paradigma construido en torno a la
concepcion del estado de derecho como estado constitucional.
EL DERECHO Y LA NATURALEZA
Al calificarse como teoría pura indica que entiende construir una ciencia que tenga
por único objeto al derecho que ignore todo lo que no responda estrictamente a su
definición. El principio fundamental de su método es, pues, eliminar de la ciencia del
derecho todos los elementos que le son extraños. Con una falta total de sentido
crítico la ciencia del derecho se ha ocupado de la psicología y la biología y la
teología. Puede decirse que hoy por hoy no hay dominio científico en el cual el
jurista no se considere autorizado a penetrar.
La naturaleza y la sociedad
Por ser el derecho un fenomeno social, la ciencia del derecho forma parte del grupo
de ciencias que estudian la sociedad desde distintos puntos de vista. Estas ciencias
difieren en su esencia de la naturaleza, dado que la sociedad es una realidad
totalmente distinta de la naturaleza.
Al igual que en la ley natural, la regla de derecho establece una relación entre dos
hechos, pero mientras en la ley natural hay una relación de causa a efecto, la
causalidad no interviene en la regla de derecho. El crimen no interviene en la regla
de derecho. El crimen no es la causa de la sanción; la sanción no es el efecto del
acto ilícito. La relación que existe entre los dos hechos resulta de una norma que
prescribe o autoriza una conducta determinada. Esta norma es el sentido que se da
a uno o muchos actos que los hombres han cumplido en el espacio y en el tiempo y
a los que se denomina costumbre, ley, fallo judicial o acto administrativo.
El derecho y la moral son ordenes positivos en tanto y en cuanto sus normas han
sido “puestas” o creadas por actos cumplidos en el espacio y en el tiempo:
costumbres seguidas por los miembros de una comunidad, ordenes de un profeta,
actos de un legislador, etc.
Una ciencia del derecho o una ética científica solo pueden tener por objeto del
derecho positivo o una moral positiva. Dichas disciplinas describen normas
positivas que prescriben o autorizan una conducta determinada y afirman que en
tales condiciones tal individuo debe conducirse conforme a una norma dada.
Por el contrario, una norma que no ha sido “puesta”, sino solamente “supuesta”, no
pertenece al dominio de la realidad. Un juicio que verifique si un hecho corresponde
o no a una norma no positiva, es un juicio de valor esencialmente diferente de una
comprobación de hecho.
Para definir la relación que la norma jurídica establece entre el acto ilícito y la
sanción, la ciencia jurídica formula una regla de derecho que establece que la
sanción debe seguir al acto ilícito.
La calificación jurídica del autor de un acto ilícito constituye uno de los elementos
de la definición de este acto, y es a un acto ilícito asi definido al que se imputa una
sanción.
Por aninismo se entiende la convicción del hombre primitivo de que las cosas tienen
un alma, que están animadas. En definitiva, las cosas son personas y se comportan
respecto de los hombres de la misma manera que los hombres entre sí, según el
principio de retribución, bajo la forma de pena o de recompensa.
Para el hombre primitivo los espíritus indican cual es la conducta correcta, pues de
ellos emana la pena o la recompensa. La correspondencia entre la buena conducta
y la recompensa, entre la mala acción la pena, es así establecida por seres
sobrehumanos y poderosos que dirigen la naturaleza.
Ha sido necesaria una larga evolución para que el principio de causalidad se libera
completamente del principio de imputación y de todo rastro de razonamiento
animista. Así, estaba todavía muy extendida a principios de este siglo la idea de
que hay una necesidad absoluta en la relación de causa a efecto. Se trata
ciertamente de un residuo de la concepción animista según la cual el efecto está
ligado a la causa por voluntad absoluta, una autoridad todopoderosa.
Una ciencia normativa tiene como papel solamente describir las normas y las
relaciones sociales que ellas establecen. El sabio que las estudia solamente busca
comprenderé los hechos y no dirigir la sociedad.
Para una ciencia normativa una sociedad es un orden normativo (moral, religioso o
jurídico) constituido por un conjunto de normas. Un individuo está sometido a un
orden normativo en la medida en que su conducta esta regulada por las normas de
tal orden. Un orden normativo es eficaz cuando, de una manera general, los
individuos a los cuales se dirige se conforman a sus normas.
Por el contrario, la causalidad no conoce punto final. La idea de una causa primera,
análoga al punto final de la imputación, es incompatible con la noción de
causalidad, al menos tal como la física clásica la concibe.
G) Causalidad e imputación
H) Imputación y libertad
Si la conducta de los hombres debiera ser sustraída a las leyes causales para
poder ser sometida al principio de imputación, la causalidad, en el sentido de
necesidad absoluta, seria naturalmente incompatible con la libertad, y un abismo
infranqueable separaría a los partidarios del determinismo y a los del libre albedrio.
En cambio, no hay contradicción entre ambos si la libertad de la voluntad humana
es entendida en el sentido que le hemos dado. Nada impide, en efecto, aplicar a la
conducta de los hombres dos esquemas de interpretación diferentes.
Por consiguiente, si el hombre es libre en la medida en que puede ser el punto final
de una imputación, esta libertad, que le es atribuida en el orden social, no es
incompatible con la causalidad a la cual está sometido en el orden de la naturaleza.
Además, el principio de imputación utilizado por las normas morales, religiosa y
jurídicas para regular la conducta de los hombres presupone por sí mismo el
determinismo de las leyes causales.
En este caso simple imaginario, “el” no puede aprobar normas que autoricen la
privación de libertad sin juicio. Una constitución efectivamente limita las potestades
legislativas de la suprema legislatura del sistema no lo hace imponiendo aquella el
deber de no intentar legislar de ciertas maneras; en lugar de ello establecen que tal
pretendida legislación sera nula. No impone deberes jurídicos sino que establece
competencias jurídicas. “Limites” no significa la presencia de un deber sino la
ausencia de potestad jurídica pero aun que estas restricciones son jurídicas y no
meramente morales o convencionales, su presencia o ausencia no puede ser
afirmando o negando que rex obedezca habitualmente. Este simplemente satisface
las condiciones para crear derecho valido. O bien rex puede tratar de eludir las
restricciones emitiendo ordenes incompartibles con ellas; pero si hace esto no
habrá desobedecido a nadie; no habrá transgredido las reglas de ningún legislador
superior ni violado ningún deber jurídico. Abra fracasado en su intento de crear
norma jurídica valida, pero eso no significa que trasgredido una norma jurídica
valida.
Las muy obvias consideraciones precedentes establecen una cantidad de puntos
muy oscurecidos por la doctrina del simple soberano.
En tercer lugar, para demostrar que tenemos entre nosotros un sistema jurídico
independiente, no es menester demostrar que su legislador supremo es
jurídicamente ilimitado o que no obedece habitualmente a ningún otra persona. Hay
que demostrar, que las reglas que habilitan al legislador no confieren autoridad a
quienes tiene autoridad sobre otro territorio.
1. Porque son las leyes penales las que más se parecen a ordenes respaldadas
por amenazas dadas por una persona a otras, difieren de dichas ordenes en
un aspecto importante, que por lo común también se aplican a quienes las
sancionan, y no simplemente a otros.
2. Hay variedades de normas que confieren potestades jurídicas que no pueden
ser interpretadas como ordenes respaldadas por amenazas.
3. Hay reglas que difieren de las órdenes en su modo de origen, porque ellas no
son creadas por nada análogo a una prescripción explicita.
4. El soberano habitualmente obedecido innecesariamente libre de toda
limitación jurídica, no da razón de la continuidad de la autoridad legislativa,
característica de un moderno sistema jurídico, y la persona o personas
soberanas pueden ser identificadas con el electorado o legislatura de un
estado moderno.
La idea de obligación.
La teoría del derecho como ordenes coercitivas partia de la apreciación correcta del
hecho de que donde hay normas jurídicas la conducta humana se hace en algún
sentido obligatoria. Hart al construir una nueva explicación del derecho en términos
de la integración de reglas primarias y secundarias, también partiremos de la misma
idea.
Algunos teóricos como Austin, creen que son irrelevantes la creencias, temores y
motivos de una persona respecto a la cuestión de si ella tenia la obligación de hacer
algo, han definido esta noción en términos de probabilidad o riesgo de que la
persona que tiene la obligación sufra un castigo o un “mal” a manos de otros en
caso de desobediencia, esto es tratar a los enunciados de obligación como
predicciones o cálculos del riesgo de recibir un “mal”. Esta teoría es una alternativa
a las teorías metafísicas.
Segunda objeción: si fuera verdad que en enunciado de que una persona tenia una
obligación significa que era probable que el sufriera un castigo en un caso de
desobediencia, por ejemplo, pudo sobornar a la policía o al tribunal y no existe la
mínima probabilidad de que sea aprendido o de que se le aplique un castigo.
Una obligación implica la existencia de una regla; pero no quiere decir que cuando
existen reglas la conducta requerida por ellas es concebida en términos de
obligación. El deber y la obligación no son siempre expresiones intercambiables, se
puede describir en forma inadecuada una situación social.
Una regla impone obligaciones cuando la exigencia general en favor de la
conformidad es insistente y la precion social ejercida sobre quienes se desvían o
amenazan con hacerlo es grande. Pueden ser de origen puramente
consuetudinario: la presión social puede únicamente asumir la forma de una
reacción crítica u hostil generalmente difundida que no llega a las sanciones físicas.
Puede limitarse a manifestaciones verbales de desaprobación o a invocaciones al
respecto de los individuos hacia la regla violada; puede depender de sentimientos
como vergüenza, remordimientos y culpa (obligación moral). Lo que se destaca es
que la existencia en la importancia o seriedad de la presión social que se encuentra
tras las reglas es el factor primordial que determina que ellas sean concebidas
como dando origen a obligaciones.
“Lo que no puede reproducir el punto de vista externo, que se limita a las
regularidades observables de conducta, es la manera en que las reglas funcionan
como tales en la vida de quienes normalmente constituyen la mayoría de la
sociedad (...) Para quien tiene un punto de vista interno de las reglas jurídicas, su
violación no es simplemente una base para la predicción de que sobrevendrá cierta
reacción hostil, sino [precisamente] la razón para esa hostilidad”.
De esta forma, y esta es mi opinión particular, entiendo que Hart reconoce –aunque
quizás de forma inconsciente- un fundamento moral y/o racional detrás del
contenido de una regla primaria, donde diferencia un punto de vista externo como
un forma del destinatario de la regla decir: “me vi obligado a hacerlo”; “si no lo
hago, me pasará X cosa”; mientras que en el punto de vista interno manifiesta:
“tengo la obligación de hacerlo”.
“Está confirmado por lo que sabemos de las comunidades primitivas que la mayoría
de sus habitantes viven de acuerdo con las reglas desde un punto de vista interno;
sin embargo, es obvio que sólo una pequeña comunidad estrechamente unida por
lazos de parentesco, sentimiento común, creencias, y ubicada en un ambiente o
circunstancia estable, puede vivir con buen resultado según este régimen de
reglas no oficiales”.
Sin embargo, como en nuestro mundo moderno es difícil imaginar una sociedad
organizada que viva precisamente en esas condiciones, estas reglas primarias
enfrentan tres problemas esenciales:
“Existe una relación estrecha entre las reglas de cambio y las reglas de
reconocimiento: para que las primeras (cambio) existan, las segundas
(reconocimiento) necesariamente deberán incorporar una referencia
legislativa como una característica que identifique este tipo de normas,
aunque no se requiere que se refiera a todos los detalles del procedimiento
que se involucra en la legislación”.
Introduccíon
Mertont cita a la eficacia simbólica en su textos las cuales también pueden
encontrarse en el derecho xq las normas aveces no consiguen lo que se propone o
consiguen otro objetivos que no estaban previsto por eso sostiene que el derecho
proviene no solamente del sentido explícito de sus textos sino de su misma
producción-consumo. Derecho como un sistema de controles operativos.
El derecho sirve para muchas más cosas que dicen servir. Los juristas parten de
la idea de que la ley y los códigos , ordenan y prescriben la sociedad contemplada,
la sociedad es un reflejo del derecho pero la realidad del derecho es otra.
La fuerza social no se limita a la imposición de un comportamiento o creación
instrumental de un cierto estado de cosas sino también en discurso legal y legítimo
para crear representaciones del cual deriva un respaldo político con una vida
simbólica que resuelve un sistema de problemática.
Visiones de la eficacia
Visión liberal
La virtud más importante del derecho es su capacidad para convertir el uso de la
fuerza en un ejercicio de poder legítimo; esa legitimidad viene de legalidad es decir
del derecho.
El derecho es el lenguaje autorizado del estado a través del cual su legitimidad se
produce y se reproduce
El pmddp y el derecho existen en un estado de simbiosis donde las acciones
estatales se justifican a través de normas jurídicas y estar son eficaces cuando
están respaldadas por el poder del estado.
Vision Marxista
Las normas jurídicas encaran un poder simbólico de carácter legal como justo. A
diferencia de la concepción liberal esta considera como un poder que se práctica de
manera engañosa escondiendo la realidad que existe detrás de los conceptos
jurídico.
El derecho es un aparato institucional que crea una consciencia falsa de la realidad
social
Visión constructivista
Las visiones anteriores ven al derecho como un instrumento como algo que opera
en la realidad que le es , en el primero para lograr orden y desarrollo y en el
segundo para consolidar un modelo de dominación política
En la década de los 80 el derecho aparece como un espacio de construcción
simbólica donde ya no se pone énfasis en la relación de determinación de normas y
comportamientos sino en la capacidad del derecho para producir significados en las
relacione sociales; ya no se considera al derecho como norma del estado sino
como recurso
Se produce un cambio desde los textos legales hacia la práctica jurídica. La
realidad del derecho no se limita a las palabras del derecho sino que se extiende a
la suerte que dichas palabras corren en palestra jurídica.
Bolilla 5