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ETNOBOTÁNICA: APROVECHAMIENTO TRADICIONAL DE PLANTAS

Y PATRIMONIO CULTURAL

por
MANUEL PARDO DE SANTAYANA' & ELOY GÓMEZ PELLÓN2
1
Real Jardín Botánico, CSIC. Plaza de Murillo, 2. E-28014 Madrid
<mpardo@ma-rjb.csic.es>
2
Departamento de Ciencias Históricas, Universidad de Cantabria.
Avda. de los Castres, s/n. E-39005 Santander
<gomezel@unican.es>

Resumen
PARDO DE SANTAYANA, M. & E. GÓMEZ PELLÓN (2003). Etnobotánica: aprovechamiento tradi-
cional de plantas y patrimonio cultural. Anales Jard. Bot. Madrid 60( 1): 171 -182.
La etnobotánica estudia las relaciones entre los seres humanos y los vegetales. En España ha
recibido un notable desarrollo en los últimos veinte años. Su principal objetivo son los conoci-
mientos sobre plantas y sus utilidades en la cultura popular tradicional.
Las transformaciones acontecidas en las sociedades rurales en las últimas décadas han provo-
cado cambios radicales en los modos de vida y especialmente en las relaciones con la natura-
leza. Hasta no hace muchos años el conocimiento de las plantas y sus usos era fundamental
para solucionar las necesidades vitales de la población.
El despoblamiento rural y los cambios socioculturales han provocado un salto generacional
que impide la transmisión oral de estos conocimientos, perdiéndose así gran parte de este rico
patrimonio. Urge recopilar todas estas sabidurías y tradiciones, parte sustantiva de la identidad
y personalidad cultural de cada pueblo.
Palabras clave: etnobotánica, etnobotánica aplicada, patrimonio etnográfico, patrimonio cul-
tural, conservación, desarrollo local.

Abstract
PARDO DE SANTAYANA, M. & E. GÓMEZ PELLÓN (2003). Ethnobotany: traditional management
of plants and cultural heritage. Anales Jard Bol. Madrid 60( 1): 17) -182 (in Spanish).
The scope of Ethnobotany is to study the relationships between plants and people. The disci-
pline has been growing rapidly in Spain over the last twenty years. Its main objective is to study
traditional uses and knowledge of plants.
Radical change in life stile and and the relationships intemature have been brought about by
modifications to rural societies over the last few decades. Not many years ago knowledge of
plants and their uses was essential to settle basic needs of the population.
Migration from rural áreas and social and cultural changes have forged a gap between genera-
tions that has interrupted communication of this kind of knowledge and loss of a rich heritage.
Gathering popular wisdom and traditions, that are an important part of the identity and cultur-
al personality of people, is a priority.
Key words: ethnobotany, applied ethnobotany, ethnographic heritage, cultural heritage, con-
servafion, local development.
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INTRODUCCIÓN La etnobotánica, además de ser una útil


herramienta para la recopilación, descripción
No existe una definición generalizada de y estudio de la cultura botánica popular, en-
etnobotánica, ya que se han adoptado distintas traña aspectos aplicados de enorme interés.
posturas según épocas y autores. Los prime- Para muchos, el desarrollo de los lugares estu-
ros trabajos realizados bajo el término consis- diados debe ser uno de los objetivos priorita-
tían en realizar listas o catálogos de plantas rios. No debe olvidarse nunca que los prime-
con especificación de sus respectivos usos ros beneficiarios de estos estudios deben ser
(HARSHBERGER, 1896). Al comenzar a intere- sus depositarios (TOLEDO, 1982). Se emplea
sarse por la disciplina investigadores prove- como herramienta para el desarrollo de regio-
nientes de la etnografía, el objeto de estudio se nes deprimidas, estudiándose tanto los recur-
fue ampliando a la totalidad de las relaciones sos vegetales locales como su gestión soste-
ser humano-planta, incluyéndose los aspectos nible.
etnográficos y simbólicos. Aproximadamente desde 1980, esta disci-
En su concepción más amplia esta discipli- plina ha alcanzado un notable desarrollo en
na estudia el lugar de las plantas en la cultura nuestro país. Los estudios se han centrado en
y la interacción directa de las personas con las el E y el S peninsular (MORALES, 1992). En
plantas (FORD, 1978) sin limitarse a ningún los últimos años se están desarrollando pro-
tipo de sociedades. yectos en el centro (TARDÍO & al., 2002) y en
Aunque las plantas se inmiscuyen en todos la Cornisa Cantábrica (Asturias, Cantabria,
los aspectos de cualquier cultura, el trabajo et- Lugo y Patencia) (Pardo de Santayana, datos
nobotánico suele centrarse en los grupos hu- propios; Añilo, San Miguel, Pedrejón, corn,
manos cuya relación con la naturaleza es más pers.).
directa. Los más importantes son los pueblos Muchos de estos trabajos tienen una clara
indígenas y las culturas rurales. tendencia hacia el conocimiento de las apli-
Según BERLÍN (1992), dentro de la discipli- caciones medicinales. Su posible puesta en
na se pueden distinguir dos corrientes princi- práctica hace que muchos trabajos etnobotá-
pales: la cognitiva y la utilitaria. La primera se nicos tengan un claro sesgo de carácter etno-
preocupa de cómo perciben los humanos la farmacológico, despreocupándose en parte de
naturaleza, y la segunda, de cómo la usan o aspectos no utilitarios, en apariencia inútiles,
manejan. La faceta utilitarista tiene un valor pero de un gran significado simbólico en el
primordial, pero no deben olvidarse otras in- entramado social y cultural, que al fin y al
teracciones como el manejo, las creencias, los cabo expresan el sentido de los intereses de
conocimientos, las impresiones o las valora- los grupos humanos.
ciones sobre las plantas.
Para poder comprender la complejidad de EL PATRIMONIO ETNOGRÁFICO
los fenómenos estudiados es necesaria una
perspectiva interdisciplinar, que nos ofrezca El concepto más generalizado de patrimo-
un panorama amplio, imposible de lograr des- nio es fundamentalmente jurídico y económi-
de la visión unidireccional de las disciplinas co. De hecho, la primera definición que nos
clásicas. Al conjuntar objetivos y metodo- ofrece el Diccionario de la Real Academia de
logías de distintas ciencias como la antro- la Lengua es: hacienda que una persona here-
pología, la etnografía, la botánica, la farmaco- da de sus ascendientes. Este concepto ha ido
logía, la fitoterapia, la nutrición, la agro- evolucionando hasta incluir todos aquellos
nomía, la ecología o la toxicología se logra elementos de la cultura que por diversos moti-
una comprensión profunda del fenómeno cul- vos se valoran socialmente.
tural estudiado. Este carácter multidisciplinar La idea de patrimonio nació con una di-
da lugar a la gran diversidad de enfoques den- mensión artística e histórica. Este tipo de bie-
tro de la disciplina. nes de alta valoración estética e historicidad
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demostrada siguen siendo los de mayor reco- todo lo que merece la estima de los ciudada-
nocimiento social. Esta idea del patrimonio se nos, dado el significado, la capacidad expresi-
basaba en el protagonismo exclusivista ejerci- va que tiene para comunicar algo esencial de
do por las élites ilustradas que consideraban la cultura. Esta idea amplia de patrimonio cul-
sublimes sus productos culturales (arte, cien- tural incluye toda la herencia histórica, artísti-
cia, etc.), frente a los populares, "incultos" ca, científica, técnica, paleontológica, arqueo-
que se tenían por vulgares. A partir del ro- lógica, etnográfica, documental o bibliográ-
manticismo en el xix y con el estímulo poste- fica.
rior de la Escuela de los Annales de Historia La parte más desconocida del patrimonio
Económica y Social comienza a aceptarse que es quizá el etnográfico, ya que su contenido es
la historia de la cultura es la historia de toda la en buena medida intangible, y no ha recibido
cultura y no solo de una parte de ella (GÓMEZ atención por los medios académicos ni una
PELLÓN & ai, 1999). gran valoración social. Incluye toda la heren-
El único valor que se le ha dado muchas ve- cia cultural tanto material como ideacional
ces al folclore o saber popular es considerarlo transmitida por la costumbre. Se trata de ras-
una manifestación fósil de la civilización an- gos muy significativos de la vida de la comu-
terior en la que todos los conocimientos eran nidad, fruto de su experiencia histórica y de
considerados válidos. Curiosamente, había sus peculiares relaciones con el medio, que
pasado mucho tiempo desde que en el siglo i contribuyen claramente a la conformación de
d. C. el griego Dioscórides escribiera su clási- la identidad del grupo.
ca obra en la que recopilaba todo el saber de El patrimonio etnográfico es el reflejo de la
las distintas civilizaciones sobre plantas cura- vida cotidiana de la comunidad y representa
tivas, sin hacer distinciones entre el conoci- la especificidad de un pueblo: es por lo tanto
miento de las élites y del pueblo. identitario y referencia!, expresión significati-
Muchos de estos conocimientos y prácticas va de la cultura de un grupo social, cuyos ras-
de carácter popular se han revalorizado gra- gos más expresivos se transmiten consuetudi-
cias a su implicación positiva en el desarrollo nariamente. No se trata de bienes de gran va-
sostenible del planeta, por representar una lor económico o especialmente llamativos por
alternativa a la sociedad globalizadora actual su excepcionalidad. Su fuerza viene de su
(HUNN, 1999). capacidad de conferir cohesión al grupo, al
En la Convención de La Haya, reunida a ins- transmitir emociones mediante signos com-
tancias de la UNESCO en 1954, se habla, por prendidos por los pertenecientes a dicho gru-
primera vez, de bienes culturales. Hasta enton- po. Estos bienes son de gran aprecio social, ya
ces, el patrimonio artístico solo valoraba una que representan a toda la sociedad sin restrin-
parte de la cultura, excluyendo la parte produ- girse a un sector en concreto.
cida por la gran mayoría, mientras que el patri- Expresión de ello es la sensación que pro-
monio histórico dejaba a un lado los logros voca la visita a un museo etnográfico, ya que
considerados como populares o la historia no sitúa al visitante dentro o fuera de la cultura
escrita. Por fortuna, a partir de entonces se que en él se muestra. Otro ejemplo es el len-
comenzó a valorar la herencia cultural global. guaje, ya que la forma de hablar y nombrar
El concepto de patrimonio cultural se refie- son propias de una determinada región, de
re a todas las creaciones humanas que confor- una comarca, de un pueblo o incluso de una
man la cultura, es decir, los conocimientos, familia.
ideas, hábitos y actitudes adquiridos por el El patrimonio etnográfico es cambiante
hombre en cuanto que es miembro de una so- como la cultura. Cada generación hereda bie-
ciedad (TYLOR, 1987). El criterio de valora- nes que la anterior había seleccionado por su
ción es la cualidad que tienen los bienes cultu- funcionalidad, relegando unos y adquiriendo
rales para manifestar la cultura que represen- otros nuevos por la creatividad de sus miem-
tan y no solo lo bello, o lo raro, con su consi- bros o debido a préstamos culturales. No es un
guiente valor crematístico. Es patrimonial proceso meramente acumulativo. La filosofía
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utilitarista solo valora lo rentable a corto ciones. Es así como se pierden numerosos
plazo y posterga todo cuanto no representa bienes: conocimientos, técnicas, actividades y
a la modernidad, renunciando así a los valo- expresiones cotidianas, que a menudo desapa-
res que potencialmente albergan aquellos bie- recen sin dejar ni rastro.
nes que desprecia. A todos estos factores señalados anterior-
El estudio de la cultura tiene interés por sí mente se pueden añadir la escasa financiación
mismo, lejos de las posturas arcádicas que de los proyectos de investigación, la insufi-
solo se interesan por lo agonizante o extinto, o ciente protección institucional y la escasa va-
reduccionistas, que se limitan a la cultura po- loración social. Sin embargo, cada vez hay
pular o la de las élites. una mayor sensibilidad hacia el patrimonio
etnográfico, lo cual redundará en un futuro de
manera satisfactoria en beneficio del mismo.
CONTENIDO DEL PATRIMONIO ETNOGRÁFICO Si recorremos los distintos tipos de bienes
que componen el patrimonio etnográfico
En el seno del patrimonio etnográfico se dis- (fig. 1), en cada uno de ellos aparecen aspec-
tinguen dos tipos de bienes culturales: los ma- tos culturales relacionados con los vegetales.
teriales y los inmateriales. Asimismo, los mate- El éxito de las poblaciones humanas ha de-
riales son divididos en inmuebles y muebles. pendido del conocimiento y de la manipula-
Se trata, en realidad, de una división jurídica, ción de su entorno, en el que las plantas tienen
que sirve a efectos administrativos, y cuyo un papel básico. El ser humano se ha valido
propósito es meramente convencional. La nor- de los vegetales para solucionar la mayoría de
mativa nacida de la necesidad de regular la sus necesidades vitales. En las llamadas so-
existencia de estos bienes incluye también, ciedades tradicionales los vegetales no son
cada vez con más frecuencia, la existencia de solo el soporte material con el que satisfacer
lugares y paisajes culturales, ajenos a esa tradi- estas necesidades, sino que también cumplen
cional clasificación de carácter partito. una función simbólica importante. Son el ele-
Esta separación platónica entre objetos e mento material de rituales que escenifican la
ideas, aunque es útil para la catalogación, es- identidad y las aspiraciones de los grupos hu-
tudio y conservación, es arbitraria. Todo obje- manos.
to es el resultado de un proceso, fruto de las Aunque la etnobotánica en sentido amplio
necesidades, las posibilidades o los valores estudia las relaciones humano-vegetal, noso-
estéticos de quien los produce. Los objetos y tros entendemos al patrimonio etnobotánico
tecnologías asociadas a ellos, además de ser como el patrimonio etnográfico referido a los
un producto de las ideas, las reflejan y son el vegetales, o sea, que se transmite consuetudi-
marco que condiciona y permite el desarrollo nariamente y se estudia con la metodología et-
de las mismas. Las ideas van unidas a los pro- nográfica.
ductos; cambios mentales implican cambios Los aspectos más desconocidos del patri-
materiales, y cambios materiales provocan monio etnográfico son precisamente aquellos
revoluciones ideacionales. Los cambios tec- que presentan un mayor interés para la etno-
nológicos producen y a la vez son producto biología, tales como las relaciones directas
de cambios sociales y naturales (FORTANEL- del ser humano con la naturaleza y el conteni-
LI, 2000). do de los conocimientos empíricos sobre la
Este patrimonio es especialmente frágil de- misma que los humanos han adquirido en el
bido a la acción homogeneizadora y universa- transcurso del tiempo. En nuestro país las dis-
lizadora de la sociedad industrial. La globali- ciplinas que han ayudado a rellenar estas la-
zación afectó primero a las zonas urbanas y gunas son, por supuesto, la joven etnobotáni-
seguidamente a las rurales, en las que los ba- ca, muy centrada en la fitoterapia y ligada en
jos rendimientos económicos provocaron el parte a la etnofarmacología, la etnomedicina,
éxodo rural, con el consiguiente envejeci- la historia de la medicina y la ecología huma-
miento y ruptura del engranaje entre genera- na, entre otras.
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Construcciones vernáculas y preindustriales, edificios ex-


presivos de actividades sociales, religiosas y de todo tipo.
INMUEBLES i • Lugares y paisajes culturales; espacios donde se celebran
reuniones de todo tipo, caminos, calles, plazas, muros,
BIENES huertos, prados, tierras de cultivo, etc.
MATERIALES

Utensilios y objetos que reflejan la actividad de las comu-


MUEBLES
nidades.

• Conocimientos, técnicas, actividades y prácticas transmitidas


consuetudinariamente.
• Normas y sanciones sociales; leyes de aprovechamiento comunal.
• Usos y costumbres diversas.
BIENES INMATERIALES
• Valores de la comunidad.
OIDEACIONALES
• Rituales y celebraciones festivas; creencias, devociones, proce-
siones y fiestas, actos lúdicos y celebraciones profanas.
• Literatura oral; coplas, cantares, dichos, refranes.
• Peculiaridades de la lengua.

Fig. 1 .-Tipos de bienes que componen el patrimonio etnográfico, tal y como es entendido en la legislación emanada del
Estado y de las Comunidades Autónomas.

CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO ETNOGRÁFICO Constitución de 1978 ya habla de la obligación


por parte de los poderes públicos de conservar
Aunque desde la etnobotánica apostemos el patrimonio histórico, cultural y artístico.
por la idea de conservación integral, a partir La ley de 1985 define el patrimonio como la
de la unidad del mundo natural y cultural, no "riqueza colectiva que contiene las expresiones
cabe duda de que en la práctica la tradicional más dignas de aprecio en la aportación históri-
separación de las disciplinas en Ciencias So- ca de los españoles a la cultura universal", y se
ciales y Ciencias Naturales es muy útil para la refiere al contenido del patrimonio etnográfico
obtención de metodologías adecuadas a los como aquellos "bienes muebles e inmuebles y
distintos objetos de estudio y en relación con los conocimientos y actividades que son o han
la gestión en general. Esto nos lleva a plan- sido expresión relevante de la cultura tradicio-
tearnos, en primer lugar, la problemática del nal del pueblo español en sus aspectos materia-
patrimonio cultural y la legislación existente les, sociales o espirituales". La Ley da la mis-
al respecto, y en un segundo momento la de la ma importancia a todos los patrimonios, y obli-
conservación integral. Este último concepto ga a promocionar y tutelar el libre uso y disfru-
aún no aparece reflejado en nuestra legis- te de éstos. En esta ley se equiparan los bienes
lación, pero sí en documentos como la Es- etnográficos al resto de los bienes muebles e in-
trategia Nacional para la Conservación y el muebles. Respecto al patrimonio inmaterial
Uso Sostenible de la Diversidad Biológica dice que "cuando se trate de conocimientos o
(VV.AA., 1999). actividades que se hallen en previsible peligro
La superación clara de la idea monumenta- de desaparecer, la Administración competente
lista del patrimonio no aparece en la legislación adoptará las medidas oportunas conducentes al
española hasta 1985, cuando se redacta la Ley estudio y documentación científicos de estos
de Patrimonio Histórico Español, aunque la bienes".
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Algunas Comunidades Autónomas como gramar etnografías de urgencia; recolectar


Cantabria han aprobado leyes de ámbito au- objetos y artefactos; recopilar y almacenar en
tonómico en las que se matiza el concepto de soportes adecuados datos y cuestionarios so-
patrimonio, precisándose órganos administra- bre el patrimonio inmaterial.
tivos y de gestión para dichos bienes.
Esta ley incluye entre los bienes etnográfi-
cos "todo lo ligado a actividades cuyos mode- CONSERVACIÓN INTEGRAL
los estén enraizados en la región, exponentes
de modos de vida accesibles por medio de la La conservación de nuestro degradado me-
metodología etnográfica". En ella se definen dio ambiente es hoy una preocupación social
los bienes inmateriales como los "conoci- generalizada. Nadie duda de la importancia de
mientos, prácticas y saberes transmitidos con- no esquilmar los recursos de la tierra y de la
suetudinariamente y que forman parte del importancia de dejar a las generaciones veni-
acervo cultural de la región". Además se obli- deras un Planeta habitable. Si bien el patrimo-
ga a la Consejería de Cultura y Deporte a pro- nio natural es distinto del cultural, ambos van
mover los aspectos inmateriales, con especial de la mano. Es claro que ambos patrimonios
atención a los conocimientos ligados a los no son equivalentes y que su estudio y conoci-
modos de vida tradicionales. En consecuen- miento requiere de técnicas distintas. Sin em-
cia, trata de conservar lo que por su significa- bargo, existen un sinfín de puntos de conver-
ción constituye un testigo de la cultura de una gencia entre ambos que exigen que su estudio
época, de proteger lo sometido a riesgo. y conservación sean abordados desde un pun-
La conservación y estudio del patrimonio to de vista holístico (MARTÍN MATEO, 2001).
debe hacerse según criterios rigurosos, y no La Conservación Integral consiste en inte-
atendiendo a intereses particulares. Desde el grar al ser humano y a su modo de vida en los
poder político se ha impulsado el conocimien- ecosistemas a proteger, ligando la conserva-
to del patrimonio cultural al reconocer la po- ción del patrimonio natural y cultural. El con-
tencia que encierra. Las burguesías con inte- cepto de biodiversidad no debe limitarse a la
reses nacionalistas no han dudado en inventar naturaleza biológica del ecosistema, sino que
tradiciones cuando ha llegado a ser necesario incluye el paisaje, el manejo de los ecosiste-
para justificar sus intereses. De este modo se mas o las plantas cultivadas.
crean símbolos de identidad, como banderas e La Estrategia Española para la Conserva-
himnos, y se inventan historias, ya que una ción y el Uso Sostenible de la Diversidad Bio-
vez que son asumidos por la población resul- lógica asumió que el ser humano es un ele-
tan más convincentes que las ideas (HOBS- mento más del ecosistema y que la conserva-
BAWN & RANGER, 1983). ción del Medio Ambiente debe integrar la de-
La historia de los nacionalismos europeos nominada biodiversidad cultural. Se asume la
está cargada de este simbolismo. El movi- importancia de los conocimientos tradiciona-
miento folclorista ha ayudado a crear una idea les que afectan al uso y manejo de especies y
rural y bucólica, sobre la que se ha construido ecosistemas, así como los usos tradicionales
una identidad ideal añorada. Ha sido uno de de especies cultivadas.
los brazos empleados por las burguesías na- En palabras del Convenio Internacional so-
cionalistas que han buscado el apoyo popular, bre la Diversidad Biológica: "reconociendo la
amparándose en la invención de tradiciones estrecha y tradicional dependencia de muchas
(SUÁREZ CORTINA, 1994). comunidades locales y poblaciones indígenas
Según JORRÍN (1999), para poder conservar que tienen sistemas tradicionales de vida ba-
el patrimonio etnográfico de una manera efi- sados en los recursos biológicos y la conve-
caz, es necesario seguir los siguientes pasos: niencia de compartir equitativamente los be-
documentar los bienes mediante catálogos e neficios que se derivan de los conocimientos
inventarios; seleccionar los más significati- tradicionales, las innovaciones y las prácticas
vos; jerarquizar los planes de actuación; pro- pertinentes para la conservación de la diversi-
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dad biológica y la utilización sostenible de sus R. MORALES, 2001). Entre otras cosas, esto
componentes [...] se respetarán, preservarán implicaría que si el uso sostenible de un recur-
y mantendrán los conocimientos, las innova- so es capaz de generar turismo, sus beneficios
ciones y las prácticas de las comunidades in- deben repercutir en quien, por emplear técni-
dígenas y locales que entrañen estilos tradi- cas no intensivas o esquilmadoras del recurso,
cionales de vida pertinentes para la conserva- puede estar dejando de percibir otros ingre-
ción y la utilización sostenible de la diversi- sos. Sería algo así como un impuesto ecológi-
dad biológica". co cuyo beneficiario fuera directamente el
Son muchas las actividades humanas que perjudicado por la política conservacionista.
afectan a la conservación de la Naturaleza. Lo totalmente ajeno a los intereses grupa-
Entre ellas están los incendios forestales y los Íes no es asumido por la población, y si las
fuegos de origen agrícola o ganadero, la rotu- normas no se han interiorizado, la punición es
ración de tierras para agricultura, el turismo la única solución. Son necesarias propuestas
que implica más desarrollo urbano en costas, creativas que no recurran solo a la imposición
zonas de montaña y espacios protegidos, las de políticas y sanciones no comprendidas por
grandes obras públicas como embalses o au- la cultura local.
topistas, el pastoreo excesivo o la recolección Refiriéndose a lo anterior, un ejemplo de
profesional o por parte de aficionados de es- uso sostenible son las acebedas, piezas bási-
pecies raras. cas en el ciclo anual del ganado, por cuanto en
Al elaborar estrategias de conservación invierno y en verano servían de refugio al ga-
para los recursos fitogenéticos de una deter- nado, pues en su interior éste se protegía tanto
minada región es necesario conocer previa- del excesivo calor como de las inclemencias
mente no solo la naturaleza biológica, ecoló- invernales. Además, al ser su hoja perenne se
gica o la distribución espacial de esos recur- recolectaba, bajo estricto control, para ali-
sos, sino también los aspectos etnobotánicos mentar al ganado cuando al final del invierno
(HERNÁNDEZ BERMEJO & CLEMENTE MUÑOZ, la paja y la hierba escaseaban. Hoy día el
1994). En cualquier valoración de riesgos de acebo (Ilex aquifolium L.) es una especie pro-
extinción, los estrictamente biológicos (herbi- tegida y existen normativas sobre su poda y
vorismo, competencia o problemas genéticos) explotación que no siempre atienden a cos-
aparecen siempre ligados directa o indirecta- tumbres que sirvieron eficazmente a la con-
mente a factores antrópicos. servación de estas interesantes formaciones
La conservación se encuentra siempre con vegetales. De ellos se conocen ejemplos en
el dilema de que la sobreexplotación deterio- Cantabria, Segovia y Extremadura (PARDO
ra el patrimonio natural y el etnográfico (PON- DE SANTAYANA & MORALES, 2001; BLANCO,
GA, 1997), y que el hecho de patrimonializar o 1998).
señalar que un recurso es escaso o importante La educación ambiental es una de las pro-
cambia sus características, siendo una de las puestas para generar valores y comportamien-
posibles causas de la sobreexplotación. tos más respetuosos con el medio ambiente.
Las políticas de conservación de ambos pa- La conservación está en manos de la ciudada-
trimonios deben tener en cuenta que los que nía y de los administradores y gestores políti-
sufren las consecuencias de las decisiones so- cos. La conciencia pública con su escala de
bre qué y cómo conservar deben ser parte ac- valores y comportamiento es clave. No hay
tiva en estas políticas. Muchas veces surgen que quedarse en la divulgación, sino ir más
conflictos sociales entre los habitantes de las allá, inculcar aquellos valores que dan sentido
zonas a conservar, debido a que la gente liga a los comportamientos que se quieren fomen-
conservación a retraso. Son necesarias solu- tar, conectando con las vivencias y formas de
ciones pactadas entre los gestores del patri- entender la realidad de la gente. Es impensa-
monio y los habitantes, pues si no será impo- ble que alguien que no conoce la importancia
sible que las políticas de gestión prosperen de determinado ser vivo, esté dispuesto a re-
(REMMERS, 1994; PARDO DE SANTAYANA & nunciar a ventaja alguna en beneficio de la
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conservación de la planta o animal determi- tros de estudios etnobotánicos españoles mo-


nado. dernos (tabla 1) se obtiene un total de 1924 es-
pecies potencialmente utilizadas, 2055 si in-
cluimos subespecies. De esta lista preliminar,
DESARROLLO RURAL 298 (15 %) se refieren a plantas cultivadas. Si
queremos conocer cuántas especies ha utiliza-
Como ya hemos visto, uno de los criterios do la población, debemos rechazar un 10 % de
que no se deben olvidar en la fase aplicada de las plantas, que solamente se incluyen en es-
los estudios etnobotánicos es la devolución de tos catálogos seleccionados por recibir nom-
los conocimientos a los informantes. Ellos bres locales o por algún tipo de conocimiento
son los depositarios del patrimonio del que que no implica su uso. Aunque faltan por
deben ser los primeros beneficiarios. prospectar muchas regiones, después de ana-
La crisis de empleo, así como la de las acti- lizar el aporte en especies que suponen traba-
vidades agrícolas y ganaderas o la reconver- jos nuevos en zonas cercanas, calculamos que
sión industrial, ha provocado la emigración la lista preliminar no se incrementará en más
de los jóvenes mejor formados de las zonas de un 15 %. Si eliminamos las especies que no
rurales a las urbanas. Las subvenciones agra- crecen silvestres en la Península Ibérica y rea-
rias y las pensiones son las principales fuentes lizamos los ajustes comentados, se estima que
de ingresos de muchas comarcas. La única al- serían unas 1700 las especies utilizadas en
ternativa que desde instancias europeas se España, un 25 % de la flora silvestre total de
propone como salida a esta crisis del mundo la España peninsular, de unos 7000 táxones
rural es la diversificación de los ingresos. En (AEDO, corn. pers.).
este sentido, la ganadería, la agricultura, la Aunque los estudios etnobotánicos españo-
apicultura, la agroalimentación, la generación les modernos no se han dirigido fundamental-
de productos de calidad o el turismo rural son mente hacia la bioprospección, existen estu-
algunas de las propuestas para hacer realidad dios fitoquímicos realizados sobre plantas me-
la diversificación. dicinales de uso popular como Sideritis hys-
Enumeramos a continuación algunos as- sopifolia o Lilium pyrenaicum (DEL CORRAL
pectos en los que las investigaciones etnobo- & al., 1995; FERNÁNDEZ OCAÑA, 2000; RODRÍ-
tánicas pueden ayudar a la gestión y de- GUEZ LION, 1999).
sarrollo de las zonas rurales. A nivel global, y naturalmente también en
Los estudios etnobotánicos sirven para in- España, existe un creciente interés en valorar
ventariar el patrimonio de la zona estudiada, económicamente y estudiar los productos fo-
que suele ser rural. La mayoría de los estudios restales no maderables. En algunos bosques el
etnobotánicos realizados en nuestro país pre- valor de las setas es mayor que el de la made-
sentan catálogos de las plantas que la pobla- ra. En algunas partes de Andalucía y en Soria
ción ha empleado y manejado, que resultan se están desarrollando proyectos para la ges-
muy útiles, pues presentan aglutinada la infor- tión y la explotación sostenible de las setas.
mación sobre cada taxon. Permiten evaluar En los últimos años se han realizado pruebas
qué plantas puedan resultar promisorias, así de puesta en cultivo de plantas medicinales y
como valorar los riesgos que supone su ma- comestibles silvestres como genciana (Gen-
nejo. Los aspectos menos utilitarios son tam- tiana lutea L.), cardillo (Scolymus macula-
bién importantes por ayudar a comprender la tus L.) o colleja [Silene vulgaris (Moench)
apreciación que la población local tiene de los Garcke], así como estudios de la viabilidad de
recursos vegetales. la recolección sostenible de plantas medicina-
Disponemos de una base de datos de nom- les (Ruiz GONZÁLEZ & ALONSO MARTÍNEZ,
bres vulgares, de más de 100000 registros, 1988; TARDÍO & al., 2002). Existen numero-
que nos ha permitido realizar una estimación sas técnicas ecológicas cuantitativas que se
de las especies de uso popular en nuestro país. usan para realizar estas evaluaciones (PETERS,
Seleccionando en la base de datos los regis- 1996). Algunos de estos proyectos han sido fi-
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TABLA 1
ESTUDIOS ETNOBOTÁNICOS CONSULTADOS

Procedencia de la información Zona de estudio N.° de especies


BLANCO, 1996 El Caurel (Lugo) 255
BLANCO, 1998 Segovia 303
BLANCO & CUADRADO, 2000 Fuenlabrada de los Montes (Badajoz) 276
BONET, 1991 Vall de Tenes (Barcelona) 194
BONET, 2001 Montseny (Barcelona, Girona) 593
CAS ANA, 1993 Subbética, Campiña (Córdoba) 171
FAJARDO & al., 2000 Albacete 414
FERNÁNDEZ OCAÑA, 2000 Cazorla (Jaén) 508
FERRÁNDEZ & SANZ, 1993 Monzón (Huesca) 346
GALÁN, 1993 Pedroches, Sierra Norte (Córdoba) 181
GONZÁLEZ-TEJERO, 1989 Granada 230
GRANZOW DE LA CERDA, 1993 Salamanca 230
GUZMÁN TIRADO, 1997 Jaén 334
MARTÍNEZ LIROLA & ai, 1997 Cabo de Gata (Almería) 264
MESA, 1996 Sierra Mágina (Jaén) 356
MOLINA MAHEDERO, 2001 Carcabuey (Córdoba) 308
MULET, 1991 Castellón 350
MUNTANÉ, 1991 Cerdanya (Girona, Lleida) 255
OBÓN & RIVERA, 1991 Murcia 115
PARADA & ai, 2002 Girona 276
PARDO DE SANTAYANA (datos propios) Cantabria 565
SAN MIGUEL (corn, pers.) Pilona (Asturias) 473
TARDÍO & ai, 2002 Madrid 139
VERDE & ai, 1998 Segura y Alcaraz (Albacete) 511
VERDE & al., 2000 Cabañeros (Ciudad Real, Toledo) 435
VILLAR & ai, 1987 Pirineo (Huesca) 406

nanciados por programas Leader de la Unión sitas a los centros de salud. Actividades como
Europea, por aunar la explotación económica la recolección de setas, plantas silvestres co-
con un buen estado de conservación de la Na- mestibles, el fomento de los huertos familiares,
turaleza. además de ser tareas de esparcimiento, ayudan
Los usos y tradiciones locales sobre las a fomentar vínculos sociales, ligan a las perso-
plantas pueden servir de reclamo turístico. nas al campo y promueven el bienestar psíqui-
Algo parecido viene desarrollándose ya en el co y físico de los que lo practican.
llamado micoturismo (ligado al conocimiento Los centros educativos en general, y los de-
y consumo de setas) o en el turismo de natura- dicados a la educación ambiental en particu-
leza especializado en la observación de aves lar, se beneficiarán de la aparición de estos es-
o de plantas. No podemos olvidar que esta tudios, ya que pueden hacer el conocimiento
clase de turistas suelen tener una gran capaci- de las ciencias naturales mucho más aplicado
dad adquisitiva y pueden implicar un buen y cercano a los intereses de los alumnos. Esta
aporte económico a estas zonas. visión servirá para integrar los intereses del
Además del valor económico directo, este propio grupo social con los de la conservación
tipo de actividades ligadas al esparcimiento tie- del medio ambiente. Además, la valoración
nen importantes repercusiones en la salud pú- formal de los conocimientos etnobotánicos
blica. En algunas comarcas los médicos dicen sirve para el refuerzo de la identidad local o
que en la temporada de setas disminuyen las vi- comarcal, así como para el fortalecimiento de
180 ANALES JARDÍN BOTÁNICO DE MADRID, 60(1) 2003

los lazos intergeneracionales. Algunos estu- La importancia de este patrimonio se basa


dios etnobotánicos han colaborado con cen- en su cualidad de reflejar la vida cotidiana de
tros educativos con resultados muy alentado- las distintas comunidades, más que en la anti-
res (BLANCO, 1996; GUZMÁN TIRADO, 1997). güedad y en la rareza de su contenido. Repre-
Valorar y estudiar la eficiencia de aprove- senta la especificidad de cada grupo humano,
chamientos y tecnologías tradicionales desfa- y es por tanto expresión de la identidad del
sadas que tuvieron, o tienen, un carácter sos- pueblo.
tenible es otro de los aspectos de aplicación La etnobotánica compagina la conserva-
práctica de estos estudios. La agroecología es ción del patrimonio cultural con el interés por
la disciplina dedicada a este tipo de estudios la Naturaleza y trata de rescatar todas aquellas
que entran dentro del ámbito de la etnobotá- técnicas tradicionales que han sido sosteni-
nica. En este sentido se pueden recuperar usos bles a lo largo de la historia.
en la agricultura y la ganadería, que podrían Los estudios etnobotánicos, además de fa-
incluirse en el seno de la agricultura y de la cilitar la catalogación y estudio de este pa-
ganadería ecológica. Un ejemplo son los cor- trimonio, sirven como herramienta práctica
netales de Sierra Mágina, formaciones vege- para fomentar el desarrollo de comarcas de-
tales dominadas por Pistacia terebinthus L. primidas. Mediante ellos es posible el abor-
(MESA, 1996). No se trata de algo simple, ya daje de catálogos acerca de los recursos na-
que la cultura no mira solamente al rendi- turales locales, al tiempo que se valora la sos-
miento o a la eficiencia, sino que comporta un tenibilidad de su explotación, se señalan bie-
conjunto de valores, entre los cuales la como- nes promisorios y se revalorizan los ya
didad, el ocio, la economía o las modas hacen existentes, pudiendo presentarse como recla-
que al final los individuos opten por determi- mo del turismo llamado ecológico. Además
nadas actividades en perjuicio de otras. Los de estos efectos económicos, fomentan acti-
escándalos agroalimentarios de los últimos vidades saludables, y su difusión en las es-
años obligan a mirar hacia atrás para recono- cuelas puede ayudar a la educación ambiental,
cer el valor de numerosos aspectos de la gana- integrando en ella la tradición y la identidad
dería europea tradicional. local.

CONCLUSIONES REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

En nuestro país existe un riquísimo patri- BERLÍN, B. (1992). Ethnobiohgical classification. Prin-
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último medio siglo abocaron a un intenso éxo- antepasados. Santiago de Compostela.
do rural, supusieron la pérdida de la comuni- BLANCO, E. (1998). Diccionario de etnobotánica sego-
viana. Pervivencia del conocimiento sobre las plan-
cación entre jóvenes y mayores, rompiéndose tas. Segovia.
de este modo la cadena de transmisión oral BLANCO, E. & C. CUADRADO (2000). Etnobotánica en Ex-
intergeneracional. Muchos objetos y técnicas tremadura. Estudio de La Calabria y La Siberia ex-
perdieron funcionalidad y utilidad, desapare- tremeñas. Madrid.
ciendo para siempre sin tan siquiera dejar ras- BONET, M.A. (1991). Estudis etnobotánics a la vall del
Tenes (Valles Oriental). Barcelona.
tro escrito. Urge, por tanto, la recopilación de
BONET, M.A. (2001). Estudi etnobotánic del Montseny.
tan rico bagaje cultural, ya que la moderniza- Tesis doctoral. Facultad de Farmacia, Universidad de
ción está uniformando muchas de las costum- Barcelona.
bres y modos de vida, y provoca la pérdida de CASANA, E. (1993). Patrimonio etnobotánico de la pro-
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